"Un nuevo amor"

Narra Narrador:

Luego de la discusión de Michelle contra Garrett, este se fue de la mansión dejando en claro que su último deseo sería llevarse a su niña, por lo cual esa mera discusión terminó por dejar a todos atónitos...

Mientras Michelle era consolada por Benjamin durante esa misma noche, Leah, por su lado aún no había salido de su habitación...

-Tranquila. -decia Elliot abrazándola, ambos estaban en la cama y él contenía sus lágrimas- todo estará bien...

Leah observa a Elliot y él acariciaba su cabello... pero no podía contener tanta angustia.

-¿A dónde habrá ido mi papá? -se preguntaba la niña para si misma, pensando en su padre y con sus últimas palabras que se cuide y cuide a su madre- No puede dejarnos aquí ¿O si?

Leah dirige su mirada hacia el pelinegro y él tampoco tenía una respuesta inmediata y concreta.

-Tus padres habran discutido pero no sabemos los motivos. -menciono el niño Barnes y divaga un poco hasta llegar a una conclusión- Por lo tanto esperaremos a que tú mamá diga al respecto.

Leah abrazo sus piernas y sintió una tristeza inmensa, amaba mucho a sus padres y no quería revivir aquellos sentimientos de abandono que sufrió la primera vez cuando su padre se fue a vivir a otro lugar.

-Si... es que... yo quiero mucho a mi papá, no me imagino estás lejos sin él. Siempre fuimos muy unidos.

Elliot podia comprenderla, porque se sentía igual acerca de su padre. No era lo mismo que su padre lo abandone a que él tuviera que asistir a la universidad e irse, pero sabía que cuando volviera a casa él lo estaría esperando muy a gusto.

-Entiendo. Yo tampoco me imagino estar lejos de mi padre... -luego notan la presencia de su herman, que entraba a la habitación muy tenso y no dejaba de dar vueltas, estaba de un lado a otro muy inquieto, lo que le pareció extraño- ¿Alexander?

El ojiazul no podía con tanto shock, ahora estaba en una gran encrucijada y nervioso al respecto.

-Ash no puede ser, esto no puede estar sucediendo... -decia para si mismo y hablaba sólo- ¿Díganme que no está sucediendo?

Leah también le preocupó su reacción y pensó que algo mucho peor había sucedido...

-¿Que te ocurre Alex?

Alexander estaba nervioso y se dirigió a su hermanita tratando de buscar alguna explicación...

-¿Es verdad? ¿Mamá discutió con Garrett? -pregunto directo y frunció su ceño, estaba muy indignado- ¿Y como chingados vamos a volver a casa?

Elliot también se sentía indignado, no por la ofensa que sentía Alex respecto a que debido a la pelea no podría volver a su casa, sino por el hecho que no estaba razonando acerca de cómo se sentían su hermana y su madre.

-¿Importa eso ahora? -dijo el pelinegro y abrazo a Leah atrayendola a su cuerpo- Tu mamá y hermana están mal... deberías de preocuparte por ellas... no es momento para ser egoístas

Leah se sentía dolida pero a su vez contenida por su amado Elliot, así que no quiso discutir con su hermano, no estaba de humor.

-Es que... tu no entiendes Elliot. -menciona el ojiazul aún más indignado- No chingues.

De pronto irrumpe Knox en la habitación, supuestamente Alex salío pero no volvió y con todo el alboroto supuso que todos estarían reunidos en la habitación de Leah.

-¿Que sucedió Alex? Te estaba esperando. -pregunta el niño Weekes viendo que Alex estaba tenso caminando de un lado a otro y Leah siendo contenida en los brazos de Elliot-

Alexander cayó de cuentas que él único que podría comprenderlo era su mejor amigo, nadie más podía entenderlo.

-Ah Knox, lo siento por abandonarte pero ocurrió un problema.

-¿Cuál? -inquirio saber y por lo visto, con solo ver las caras de seriedad en los demás se trataba de algo de suma importancia-

-Mi mamá se peleó con Garrett y no podré volver a Las Vegas. -menciono el ojiazul siendo sincero y se sentó al lado de Elliot, del lado contrario a su hermana y suspiró-

Knox no lo podía creer que hasta abrió sus ojos, no se imaginaba su vida sin sus dos amigos. La noticia le impacto de lleno.

-¿Que? ¿Enserio?

Alexander asintió y agachó la cabeza.

-Siiii, que chingadera. -ahora le molestaba-

Pero Knox había pensado otra cosa, que a su amigo le gustaba estar aquí con sus seres queridos.

-Pense que te gustaba estar acá con tu papá y tus cosas... -dice el niño y aún de pie, a él también le dolía la noticia pero era muy comprensible y quería ayudarlo dándole su apoyo-

Alexander se tomó de sus cabellos de los nervios que no se aguantaba. Saco su móvil y vio que tenía mensajes de su novia, negó ladrando su cabeza y sintió un dolor en su pecho. Todo lo que le había prometido a su novia se desmoronaria.

-No es eso... Es que... -no quería decirlo, pensarlo ya le dolía mucho y trato de meditar para tranquilizarse-

Pero Knox veía sus reacciones y él sentía empatía por su amigo...

-¿Por la promesa que le hiciste a Nicky?

El ojiazul asintió y guardó su móvil en su bolsillo.

-Si, hasta me da vergüenza. -dijo mirando el suelo pensando como le dirá a Nicole que no volvería para estar con ella- Ash... pensé que íbamos a conocer a mi padre y volveríamos pero ahora cambiaron los planes.

Leah, quien escuchaba todo se indignó aún más y apuntó contra su hermano.

-Veeeees, eres un monstruo Alex. -menciono la niña molesta por su reacción- Solo te importas tú solito, aparte nadie te dijo que te pusieras de novio si sabes que mamá no te dejaría...

Alexander soltó un bufido y al escuchar a su hermana se disgustó.

-Cállate Leah, tu si puedes tener a tus novios y yo no. No es justo. -inflo sus mejillas totalmente en desacuerdo-

La niña no quería ser evidente pero sintió incomodidad por sus palabras.

-¿Que novios?

Hasta Alexander sentía que se hacía la mensa estando los dos presentes en la misma habitación...

-¿Cuáles? -el ojiazul señaló a su primo y luego a su amigo- Ahí tenes uno y acá al otro.

Leah se molestó más, porque vio que ambos niños estaban sonrojados e incómodos como ella.

-No son mis novios ¡FEO!

Pero Elliot le valia lo que dijera Alex y si lo usaba para burlarse de su hermana. En vez de concentrarse en el verdadero problema que era la novia de Alex empezaron a molestarse entre ellos, así jamás encontrarían una solución al problema principal.

-¿No es mejor que hables con tu mamá y le dices la verdad, que tienes novia? -dice abiertamente Elliot dando su recomendación- Sería menos problemático que seas sincero con ella a que tengas ese secreto a escondidas, total algún día lo sabrá.

Pero esa opción estaba descartada para el adolescente ya que imaginaba que con todo este nuevo embrollo su madre estará igual o peor de tensa que su hermana.

-Si, pero tú lo dices porque tu papá no te diría nada, como él mío. -penso que su tío Barnes jamás le negaría algo- Si conocieras a mí mamá no dirías eso.

Obviamente el comentario indirecto no le cayó para nada bien a Elliot puesto que le hizo acordar a su madre y daría lo que sea por tenerla a su lado.

-bueno, ojalá yo tuviera a mí madre, no creo que se hubiera opuesto a mí felicidad. -menciono en voz baja, solo Leah escuchó aquellas palabras y sintió lástima por el pelinegro, pensó que ella era afortunada en tener con vida a sus padres, peor situación hubiera sido que no lo podría ver con vida nunca más-

Alexander no iba a quedarse quieto con tantas incertidumbres, necesitaba saber los motivos y buscar una solución a su problema.

-Voy a hablar con mamá e investigar que sucedió primero... -suelta de repente y se pone de pie- Knox ayudame...

Inmediatamente el adolescente sale corriendo de la habitación en busca de su madre.

-Voy... -Knox volteo para ver al pelinegro y la niña, que estaban cerca, le dio un poquito de nostalgia y quería dar su apoyo a la niña pero sintió que estaba demas, su mejor opción era acompañar a su amigo-

Una vez a solas, el adolescente se pone de pie para controlar a aquellos dos, suponía que Alex estaba muy conmocionado y desesperado por arreglar la situación pero Leah, en cambio aun estaba en shock y como no conocía mucho su nuevo hogar le daba miedo quedarse sola en una habitación tan grande.

Cuando el pelinegro se pone de pie para seguir a aquellos dos, la niña sostiene su brazo para que no se vaya.

-Elliot espera... no te vayas... -dice la niña cabizbaja, su cabello estaba cubriendo su rostro- no quiero quedarme sola en la habitación... -ella levanta la vista y el adolescente ve sus ojos cristalinos- quédate conmigo por favor.

Ella no era de rogarle a nadie pero en un momento así, el pelinegro era su gran fortaleza.

-hasta que regresé mamá... -menciono por último y con vergüenza-

Elliot se le detuvo el corazón al ver a la niña así, no sabía porqué pero se detuvo en seco y volvió a sentarse a su lado, ahora comprendía su dolor porque la niña lo abrazo fuerte y se aferró a su pecho para sollozar.

-Leah... -musito levemente y sin pensarlo acaricio su cabello lento y suave, acomodo su cabello por detrás de su oreja y pudo ver su rostro, sintió una punzada de verla destruida, ahora su misión era protegerla y devolverle su felicidad-

-Quedate conmigo Elliot... -la niña no quería zafarse de su brazo y ambos, de a poco se recostaron en la cama-

Elliot se recostó y la abrazó por su cintura, vio como ella estaba calmandose un poco y pensó que no quería verla deprimida, así como a él le sucedió, no quería que se sintiera así y pasará por su mismo dolor.

-No me iré a ningún lado. -luego el pelinegro pensó en una segunda opción para alegrarla aún más, su acuerdo de salir con sus padres- ¿Pasado mañana iremos al cine?

-¿Aún quieres ir? -pregunta la niña y se acurruca en sus brazos para sentir su cuerpo, mira a Elliot y él asiente- Si, me gustaría ir... contigo iría a dónde sea...

Elliot cerro sus ojos, pensó que se estaba volviendo loco pero su corazón latía con fuerza y no dejaba de ver su rostro, en cual lo ocultaba debido al sonrojo que él mismo provocaba. No sabía que clase de sentimiento se trataba, desconocía. Se sentía bonito por dentro y quería seguir experimentando, aunque su único impedimento era su conciencia...

Leah no era una niña de su misma edad, era más chica. Incluso se llevaban 6 años y aunque era una niña alta y muy bonita parecía más astuta que cualquier niña de su edad. Suspiró y hundió su rostro en su cuello oliendo su perfume.

Leah en cambio no podía evitar sentir su pecho subir y bajar, estaban a solas en su habitación. Su miedo más grande era que algún adulto los descubra en esa posición pero tampoco quería que Elliot se aleje, quería tenerlo así, que la abrace siempre y no la suelte nunca.

....

A su vez, Michelle estaba platicando con Benjamín acerca de lo sucedido con Borns y estaba destruida emocionalmente.

Pero durante la medianoche Alexander no iba a quedarse quieto y estaba de un lado a otro divagando en su habitación.

-¿Alex enserio vas a ir a preguntar a tu mamá? -indaga Knox, ambos estaban en su habitación y Alexander atandose los tenis-

El adolescente asiente.

-¡Si, Obvio! -exclamo el ojiazul, aún estaba indignado- jum, justamente que nos faltaba unos días para volver... me choca...

-Tu mamá debe estar mal, no seas brusco con ella -dice el niño Weekes pensando en toda la situación, para ver a Leah llorando debió ser algo grave y de suma importancia-

Knox estaba sentado en su cama meditando lo sucedido según lo que Alex le había contado.

-Es que... Ash -negaba el ojiazul- no puedo quedarme aquí para siempre Knox, tengo que asistir a la escuela, ir a mis entrenamientos, mis amigos, mí novia... Les prometí volver.

El adolescente no sabía que hacer, no se imaginaba una vida lejos de sus amistades y más, cuando él mismo prometió a todos volver.

Pero aunque el ojiazul pensaba en como arreglar todo este asunto, al niño Weekes le entristecía el solo echo de volver a USA y no poder seguir con su amistad como antes.

-Lo siento. -dice el niño cabizbajo- también quisiera quedarme pero la semana que viene volveremos a casa... también tengo que ir a la escuela y tengo que cuidar a mis peces...

Alex abrió sus ojos, pensó inmediatamente que Knox no podría quedarse tampoco con el.

-¿No te quedarás por mí y Leah? -dice el adolescente mirando a su amigo expectante-

Knox entendía que le preocupaba el futuro de su amistad pero no entendía porque metía a su hermana, si ellos apenas hablaban.

-¿Que tiene que ver Leah?

Alex se encogió de hombros para justificarse, intuía que a su amigo le gustaba su hermana pero era muy extremadamente tímido para admitirlo.

-No se...

Knox suspiró y miró de lado, no podía decirle que sentía celos de aquella nueva relación de su hermana y su primo, por lo cual como sabía que nunca tendría aquella chance decidió darse por vencido y darle la oportunidad a Elliot para que la hiciera feliz.

-Leah está mejor con Elliot, se la ve muy entusiasmada. -menciona el niño Weekes- No sueñes.

Pero el ojiazul no estaba de acuerdo con aquella relación, ni con sus palabras. Porque para él ellos son su familia.

-Ambos sabemos que Elliot es más grande que ella, jamás podrían ser novios y esas cosas... -expuso su objecion y pensó que su madre estaría de acuerdo con su idea de rechazar aquella relación- Mamá tampoco la dejaría.

Knox reía internamente, porque los pensamientos de Alex estaban muy lejos y más allá de su realidad. Ellos eran niños, lo cual él jamás pensó e imagino un romance a su edad.

-Si, pero yo tengo 11 años. -le contradice el niño, y luego recuerda que su hogar tenía muchas cosas que hacer, no podía dejar a sus padres- Mis papás tienen muchas responsabilidades en el hospital y yo tengo que ir a estudiar. Igualmente estaremos en contacto, no te preocupes por eso. Cuida a tu mamá y a tu hermana...

Alexander se sentó a su lado y suspiró, ahora se sentía un poco acorralado por la situación de no perder amistades valiosas.

-Knox falta una semana para que vuelvas, parece una despedida esto. No me hagas sentir más mal.

El niño agacha la cabeza y sentía culpable por ser pesimista, en verdad no quería desanimarlo. Apoyaría a Alex hasta el final, como le prometió.

-Lo siento Alex, debe ser el cansancio. -el niño se recuesta en su cama y se queda allí- Iré a dormir.

Pero el ojiazul seguía embroncado porque Leah si podía tener todo y ser feliz, y él no.

-El pinche Elliot seguramente dormirá con Leah jum... -infla sus mejillas de la envidia- no sé vale.

Knox hasta le parecía cómico conocer esa faceta suya de hermano protector, nunca se lo imagino.

-no te preocupes, lo conozco. No harán nada malo. -aseguro el niño, sabía que podía confiar en el niño Barnes-

-no me preocupo por Elliot, el tema es Leah... -como sabia a qué refería con más razón debía cuidarla- deberías de leer su pinche libro.

Alexander no sabía si ir a la habitación de su madre para investigar que nada esté sucediendo con esos dos o ir a buscar respuestas con su madre.

-¿Leah escribió un libro? -Knox se sorprendió, si lo sabía en algún momento pero no lo tenía en cuenta-

Alexander puso los ojos en blanco y suspiró rendido, ni quería acordarse.

-Si, me da hasta vergüenza. -dijo el adolescente y puso una mueca de mal gusto- Pero aún no lo terminó...

Knox hasta bostezo un poco, estaba muy cansado pero vio que su amigo estaba muy enérgico.

-para sintetizar. ¿De que trata? -inquirio saber el niño Weekes-

Alexander vuelve a ponerse de pie y trata de recordar, hasta le incomodaba porque tenía algunas sospechas pero ahora todo estaba esclarecido.

-Es una historia de romance entre una niña llamada Leah, o sea ella misma y su amor incondicional Elliot. -empezo diciendo el relato lo más breve posible- Pensé que él personaje de Elliot en su libro se trataba de Matt, porque se parecen mucho físicamente pero no, resulta que es mí primo.

Y eso no lo podía tolerar, porque no quería a su hermana menor con ningún niño hasta que sea mayor de edad y si es posible que saliera con su amigo Knox ya que él era bueno, lo conocía, confiaba en él y eran de la misma edad.

-Bueno Alex, tu tienes a Nicky... -se excusó el niño Weekes objetando su desacuerdo, ya que para el niño no le veia que su hermana se relacione con un chico como el niño Barnes- no creo que haya problema con que Leah viva algún romance con Elliot, si la hace feliz.

Pero Alex sonrió ladino, obviamente no estaba de acuerdo con su desacuerdo.

-Oye, mí trabajo como hermano mayor no es ver feliz a mí hermana. -espeta el ojiazul siendo un poco burlon- Y ya hasta dudo que pueda seguir mí noviazgo con Nicky, si yo no tengo a mí novia Leah no tendrá novio.

-¿Porque no hablas con tu mamá acerca de tu novia y como te sientes al respecto? -dice Knox para que Alex no se esté preocupando tanto y este nervioso, si no lo decía jamás lo sabrán-

-Tu sabes la respuesta... -dijo molesto pensando en la contestación de su madre-

Knox se encoge de hombros y hace un pequeño puchero.

-bueno, pero muchas opciones no tienes Alex. -dice el niño dando su opinión- El NO ya lo tienes de por si declarado pero... tienes que convencerla.

Para cambiar de tema, Alex pondrá su ejemplo para su mismo caso.

-¿Tu mamá te deja tener novia? -inquirio saber el ojiazul-

El niño no estaba pensando en tener o no novia, aún se sentía muy chico para relacionarse de una manera sentimental, tenía muchos sueños que cumplir aún.

-Lo dudo, hasta después de graduarme así como mí papá hizo.

Alexander queda desestimado y pensante, aprovecha un lugar para sentarse a su lado.

-y yo pensaba que mis padres eran estrictos, lo siento. -le palmeo su pierna- Pero tienes razón, si no me arriesgo no ganaré nada aquí sentado.

Ahora Alexander se vuelve a poner de pie y entusiasmado. No quería perder a su novia y haría lo que fuera por estar con ella.

Knox sonrió al verlo más animado y su promesa seguía hasta el final.

-Oye Alex... -llama la atención del adolescente al ver qué estaba por irse- Suerte.

-¡Gracias amigo! -extiende su brazo para levantar su pulgar-

En breve Alexander se dirigió corriendo inmediatamente por la mansión rumbo hacía la cocina, valiendo madres la hora. Todos estaban durmiendo a excepción de ella y Benjamín.

-¿Y como harás a partir de ahora? -le pregunta Barnes y tenía su mano entrelazada a las de ella-

Michelle se la veía devastada y aún con una media sonrisa fingida en su rostro. Ni el mismo café podía levantar su ánimo.

No solo pensaba que perdió a Borns sino también a Ryan y eso le dolía mucho.

-La verdad no sé, creo que iré con mis niños a otro lugar... para no molestar a Ryan.

Benjamín podía entenderla pero sonrió, jamás la dejaría sola.

-Si necesitas mí departamento avísame... no quiero que estés sola y con los niños.

Ella le devolvió el gesto y le regaló una sonrisa. Claramente sentía que podía confiar en él.

-Gracias Ben...

Benjamín apretó aún más su agarre y estaba por decir algo pero aún no era el momento, por el cual prefirió perseverar.

-Ahora más que nunca necesitas nuestro apoyo...

De pronto irrumpe el adolescente escandaloso y asusta a ambos adultos. Alexander no podía ver a nadie más sosteniendo la mano de su madre más que él mismo y su hermana.

-¡Hey! ¡Hey! -llega y se sienta al lado de Benjamin- ¿Que hacen a estas horas despiertos? Todos están durmiendo.

Michelle suelta el agarre del Barnes y se pone un poco incómoda, también por la actitud de su niño de venir abruptamente a interrumpir una conversación de adultos a altas horas de la madrugada.

-Si, a excepción tuya. -le contesto irónica y alzo una ceja- ¿Que haces levantado aún Alex? Nosotros somos adultos y podemos desvelarnos si queremos. Ve a descansar. -ordena por último y lo mira fijamente a los ojos-

Alexander no se intimida y se pone serio al respecto.

-Si, pero antes quiero hablar contigo a solas mamá... -tira la indirecta a ver si Barnes la cazaba y los dejaba charlar a solas-

Cómo el adulto era bastante listo decidió ponerse de pie para ir a su habitación a descansar.

-Bueno, yo ya me iba a dormir. -se excusó para dejarlos a solas y saludo a ambos- Que descansen.

Michelle vio que la reacción de Ben no fue la esperada pero puso su mueca de disgusto contra su hijo.

-¿No te cansas de ser así de chingon? -dijo sincera y suspiró, no esperaba que su niño sea tan celoso y guardabosques, peor que su padre-

-¿Interrumpí algo? -dijo el adolescente un poco molesto por ver aquella escena de su madre tomada de la mano de su tío-

Aunque a Michelle le valia, sabía que no estaba haciendo nada malo.

-no es de tu incumbencia Alex. -despues sospecho que por algún motivo venía a ella y notaba por sus fracciones que estaba molesto por algún motivo- ¿Que sucede?

Lo bueno es que entre ellos se conocían bastante, sabía que podían ser directos sin necesidad de indirectas. Alex sonrió de medio lado y esperaba respuestas a sus dudas...

-¿Que pasó con Garrett? ¿Porque discutieron? -fue directamente al grano y la miro retante a los ojos-

A Michelle no le intimido pero tampoco quería hablar de ese tema justo en ese momento.

-Nada.

Alexander sabía que su madre mentía, ella con la había contestado mirando a los ojos, solo desvío la mirada y se hizo la mensa acomodando su cabello hacia un costado.

-¿Cómo nada? -fruncio su ceño, obviamente lo le creyó porque estuvo presente solamente en el último momento que su padrastro se fué- Estabas llorando y Leah también, lo vi salir enojado.

Michelle pasó saliva y se puso de pie para irse a su habitación. No estaba de humor para hablar de aquel tema y menos en ese preciso momento.

-nada, mañana lo hablamos. -se excusó para irse y Alex no iba a quedarse quieto con esa simple respuesta, fue a seguirla-

-¡Mamá! ¡No! -contesta molesto y corre hacia adelante suyo para obstruir su camino- ¡No puedo esperar a mañana! ¿Cómo vamos a regresar a Las Vegas?

-No vamos a regresar, nos vamos a quedar acá. -espeta, era una decisión tomada-

-¿QUÉ? -Alex no podía creerlo hasta palideció un poco- ¿Te volviste loca?

Michelle ya le había advertido que estaba cansada y no quería hablar del tema para no reaccionar explosiva y enojada contra su hijo.

-Alex... Tu empezaste toda esta locura, de querer buscar a tu padre, lloraste por él y me llamaste mentirosa, que siempre te lo oculte. -lo señala, ya le había colmado la paciencia- ¿Pensaste que todo esto te iba a salir barato? Por eso mismo no te lo dijimos, fue para protegerte y también a Borns. -contesto la ojiazul molesta por su objeción- Bueno, ahora aquí tienes a tu padre y bastante dinero para no sentirte un niño pobre, que tus padres nunca te consentían.

El no le molestaba el hecho de encontrar a su padre, todo lo contrario.

-Mama... no me quejo de mí padre, está todo bien con el. -dijo el adolescente e hizo una mueca de lado-

Michelle frunció su ceño, no entendía nada porque estaba chingando.

-¿Y entonces? ¿Te gusta chingar de a gusto? -le dijo ofendida la ojiazul y paso por su lado-

Alexander vio que su madre lo corrió a un costado y siguió su camino, no muy conforme siguió su paso...

-No, pero yo allá tenía una vida... -ahora trata de contar su situación de preocupación- ¿Y la escuela? ¿Y mis amigos?

Michelle se frena de repente y se gira de talón para verlo, alzo su ceja.

-¿Ahora te importa la escuela? -obviamente no le creia porque estaba en contacto con su rectora y su desempeño no era muy bueno que digamos- Que yo supiera nunca asistias. Y además, acá también hay niños podrás hacer nuevos amigos. ¿Cuál es el problema?

Alexander puso su jeta inmediatamente.

-¿EH? No. -el niño negaba ladeando su cabeza, no quería imaginar su vida lejos de sus amistades- Yo quiero estar con mis amigos.

Michelle estaba cansada y harta de escuchar siempre lo mismo. No tenía opción más que quedarse en London, no volvería ni aunque le hicieran macumba.

-Entonces vuelve tú solito, nosotras nos quedaremos aquí. -menciona la azabache y sonríe de medio lado para que tome su decisión- Tu solo te quejas porque Leah no dice lo mismo.

La ojiazul camina y llega a su habitación, solo quería entrar y descansar un poco. Pero Alexander no estaba dispuesto a perder esta discusión.

-Si porque Leah tiene a su novio aquí, no le importa su vida en Las Vegas... -siguio hablando el adolescente totalmente indignado

Michelle estaba por abrir la puerta, estaba cansada y no sabía cómo sacárselo de encima.

-¿Que novio?

Alexander sonrió arrogante, no podía creer que su madre fuera tan ingenua.

-¿Cuál va a ser? -alzo su ceja y se lo diría para que lo tuviera en cuenta- Elliot mamá.

Pero ella no le creía y si fuera cierto su niña le hubiera avisado.

-Elliot no podría ser su novio, es más grande. Deja de molestar a tu hermana.

Cómo Michelle salía a favor de su niña para defenderla quería que también lo entienda a él.

-¿Y cuando vamos a volver? -insistia en saber-

Suspiró, ya no tenía tanta paciencia para seguir discutiendo, Alex era muy intenso.

-No vamos a volver y no chingues con lo mismo que me duele la cabeza y me quiero ir a dormir en paz.

Cuando abre la puerta de encuentran con Leah y Elliot durmiendo muy juntos y abrazados. Inmediatamente husmearon y cerró la puerta la muchacha.

-pero mamá... -y justamente Alex vio a aquellos dos durmiendo juntos por lo que se alarmó y exalto indignado- ¡AAAAH! viste viste te lo dije...

Michelle lo hace callar para que no haga un escándalo y se ponga más intenso.

-Shhh no seas chingon Alex, están durmiendo.

-Si, claro... muy juntitos. Jum... -menciona el niño e infla sus mejillas cruzándose de brazos-

Michelle apoyo su mano en su hombro para que entienda su situación...

-Elliot es un niño que sufrió mucho... -queria que Alex no sea tan molesto y se la desquite con su hermana y primo- Perdió a su madre, sufre problemas alimenticios y está tratando su depresión. Sería bueno que lo dejes ser y no los molestes.

Pero el adolescente no estaba de acuerdo. Tenía su objecion para quejarse.

-No es excusa Mamá... San Elliot tiene 16 años y Leah 11 años. ¿Te parece bien? -el buscaba la excusa de edad para joder la relación de Leah con Elliot-

-Si, me parece muy bien. -contesta restandole importancia al asunto y si fuera así, no debía de preocuparse- ¿Ya puedo ir a dormir?

Alexander frunció su ceño porque vio que con su hermana era permisiva...

-AH si Leah puedo tener novio, entonces yo podré tener novia y no dirás nada. Me parece bien.

Pero Michelle en ese punto no estaba de acuerdo, Alex era un niño rebelde y apenas hacia caso. Si le daba con sus gustos y mañas luego se volvería incontrolable.

-jaja no, a mí no Alex con ese jueguito. -nego haciendo una ceña con su dedo- No puedes tener novia y lo sabes.

-¡ESO NO SE VALE! ¡Es injusto! -contesto el ojiazul molesto-

De pronto abren la puerta desde el interior de la habitación, era Leah que estaba adormecida y fregando sus ojos.

-¿Mamá que pasa? ¿Porque gritan? -vio que estaban ella y su escandaloso hermano discutiendo-

Michelle la abraza para no preocuparla más de la cuenta.

-Oh cariño, lo siento. -dice la ojiazul a su niña- Tu hermano acá chingando de madrugada.

Leah miro hacia el interior de su habitación y se metió en ella para volver a su cama. Michelle se adentro y por detrás Alexander que aún seguía súper indignado.

La niña se volvió a recostar en la cama y tomo el brazo de Elliot, quien ya estaba durmiendo con sus auriculares escuchando música, para que la abracé. Leah vio las facciones perfecta del pelinegro y se sintió feliz.

Michelle se sentó en su cama y quitó sus zapatos, ya empezaba a doler sus pies y Alex seguía de pie con el ceño fruncido. La ojiazul se recostó en su cama y como vio que su niño no planeaba irse...

-¿Vas a dormir conmigo? -le dice irónica ya que veía al adolescente parado en la oscuridad y no quería irse a su habitación a dormir, ella se acomoda para darle un lugar en su cama- Te hago un espacio.

-¡Mamá! ¡No te hagas! -exploto el ojiazul y tampoco tenía tanta paciencia para rodeos- ¿Que pasó con Garrett?

Ella se pone de costado y enarca una ceja...

-¿Desde cuándo te importa Borns? -pregunta directa a su hijo, desde lo que recordaba su relación fue muy estrecha- Si lo extrañas le marco y vas con él.

-¡No! -se negó y se sentó a su lado para tranquilizarse- Pero quiero saber.

Leah, quien estaba abrazada a los brazos de Elliot también sentía curiosidad por saber que sucedió en dicha discusión...

-¡Si mamá! -confirmo la niña queriendo saber el chisme- ¿Que pasó con papá?

-Ah... -al ver qué ahora sus dos hijos estaban interesados en el tema no tuvo de otra opción que decirle ls verdad- con su padre terminamos definitivamente nuestra relación así que... El volverá a Las Vegas y nosotros nos quedaremos aquí.

Leah también se sorprende por su decisión, jamás se lo imagino. Pero si estaba al tanto que ellos no tenían una buena relación últimamente y se sentía la tensión entre ambos que hasta cierto punto era insoportable.

-¿Enserio? -dice boquiabierta y nota que Elliot se mueve un poco, no quería que se despierte así que solo asintió- Oh... -observo si él se había despertado pero como vio que seguía durmiendo prefirió hablar bajo- Uhm... bueno, si es tu decisión... ¿Pero volveré a ver a papá?

-Seguramente, después de que arreglemos nuestros problemas legales...

Pero Alexander no entendía bien si su pelea era por alguien externo o desde que llegó a la mansión la presencia de su padre y tío molesto a Borns.

-¿Y te peleaste por culpa de mí papá o de Ben? -inquirio saber el ojiazul-

-¿Y que tienen que ver ellos? -la muchacha lo observa y hasta se siente ofendida-

-Siempre estas muy cerca de ellos, capaz eso le molestó a Borns. -objeta Alex pensando que su pelea se debió a los celos de su ex padrastro-

Ella suspiró, solo contaría en breve lo que a futuro se avecinaria un problema para su niña...

-Niños, su padre tenía una amante, no me equivocaba y están esperando un hijo. -anuncia la ojiazul y cierra sus ojos decepcionada-

-¿Que? ¿Bromeas? -fue lo primero que le sorprendió a Leah, no lo podía creer-

-No, tendrás un hermanito Leah. -contesta a sus sospechas, porque ese hermanastro sería parte de la familia de su hija-

-JAJA pobre de ti Leah... -se burlaba Alex porque, como Borns no era su padre no le preocupaba tener otro hermano-

-No te rías Alex... Jum -Leah hasta se siente molesta porque eso implicaría que su padre tendrá otro hijo y no le dará la atencion que quería de él- Estoy enojada con papá...

-Por lo tanto nos quedaremos aquí en Londres... -sostuvo Michelle para con los niños siendo su decisión final- Trataré de buscar un departamento para que vayamos a vivir los tres, conseguiré trabajo y ustedes asistirán a un buen colegio.

-¿Que? ¿Y porque ir a vivir a un departamento? -eso también le sorprendió a Alex porque tendrían que ir a vivir a otro lado, si en la mansión estaban muy cómodos- Si aquí estamos bien.

-No es nuestra casa, tu si quieres vivir con tu padre puedes hacerlo. -dice la azabache para no tener que molestar al padre de su hijo, bastante problemas había causado desde su llegada que ahora deseaba estar tranquila-

-Ah mamá, pero aquí estamos bien. -Leah también estaba de acuerdo con Alex, por el solo hecho de no separarse de su crush- ¿No puedes hablar con el papá de Alex para quedarnos aquí?

-No creo que a papá le importe... -le seguía la corriente Alex pensando si el mismo debía hablarle a su padre para pedirle permiso de quedarse para siempre-

-Pero yo no quiero molestarlo, ya tuvimos suficiente. -dice ella no estando de acuerdo con sus niños- Ah, y tengo sueño...

Alexander no había acabado de platicar, aún tenía cosas pendientes que decirle a su madre...

-jum... ¿Y ahora? -veia que ella se acurrucaba a dormir hacia otro lado dándole la espalda, él se acostó a su lado mirando el techo-

-Ahora a dormir, después hablamos del asunto. -ordeno la azabache y apagó la luz del velador- buenas noches niños.

...

Esa misma mañana Michelle se despertó de una pesadilla y cuando volteo vio que estaba Alexander durmiendo a su lado, roncaba del sueño. Ver su cara le dio ternura, también ver a Leah durmiendo plácidamente y Elliot a su lado. Sin hacer mucho escándalo decidió salir de la habitación y pegarse una ducha antes de ir a la cocina a preparar el desayuno para los niños.

Cuando tenía todo listo para empezar a amasar la masa para hacer pan no sé sintió de ánimos, tampoco se había despertado Benjamín para hacerle compañía y en su mente, aún tenía aquellos recuerdos de Borns de cuando lo conoció, cuando salían de novios y durante sus años de pareja. Nunca imagino que el hombre que amó jamás sintió lo mismo y vivió una mentira.

Estando a solas en la cocina sintió una soledad e inseguridad que hacía dudar de si misma, si había tomado la decisión correcta.

Sin ánimos de cocinar solo se sentó en la mesa a reflexionar de todo, acerca de su pasado, presente y pensar en el futuro porque no solo le afectaría a ella misma sino también a sus hijos.

Podía perder a Borns pero más la derrumbaba perder nuevamente a Ryan, siempre fue a quien tuvo más presente y si no tenía su apoyo caería en una depresión.

La primera en llegar a la cocina y ver a Michelle devastada fue Ángeles y apenas la vio fue a abrazarla...

-¡Ay amix! -dijo la azabache cerrando sus ojos sintiendo un poco de pena por lo sucedido- Lo siento mucho, me enteré hoy lo que sucedió con Borns.

Cuando se separó se sentó de frente suyo y tomo fuerte sus manos para darle su apoyo incondicional como amiga.

-¿Que cretino verdad? -decia la ojiazul nuevamente decepcionada de si misma y del susodicho-

No quería admitirlo pero le dolía, porque no podía dejar de querer a una persona con la que se encariño tanto y que aquella noticia derrumbe su estabilidad emocional. Solo Angeles y algunos pocos podían ver su lado más vulnerable, no dejaría que sus niños la vean decaer.

-¿Estás bien? -pregunto sería al respecto al ver el silencio de Michelle y su cara de desilusión, no lucia para nada bien-

-Quisiera que así lo fuera pero no sé -ella intento contenerse para no sollozar, la noticia aún seguía fresca en su cabeza que no podía borrarla de su mente, la realidad fue mucho peor de lo que imaginaba- no tengo muchos ánimos.

-¿Que ocurrió? ¿Porque se pelearon? -trata de averiguar Angy para ayudarla y sacar alguna conclusión de lo sucedido-

-Algo asi... -fue breve y no quería dar muchos detalles al respecto- Es definitivo esta vez, no volveré más con él...

Angeles imaginó que Borns la descubrió de imprevisto como ella la había descubierto besando al Ross...

-¿Se enteró lo de...?

Pero Michelle inmediatamente negó todo.

-Muy aparte de eso... -no sabía si decirlo así que tomo fuerzas y suspiró- Garrett espera un hijo con su amante.

La noticia sorprende a su amiga y se queda atónita. No sabía que fue peor de lo que imaginaba.

-¿Bromeas no?

La ojiazul acomoda su cabello y niega, jamás mentiría con algo así.

-ojala. -dice cabizbaja Pero aún tenía más que contar- Pero no, por ese motivo se fue. Aparte era insostenible nuestra relación. -aclara la ojiazul y vuelve a mirar a su amiga- Lo peor de todo fue enterarme que nuestra relación siempre planeada y conspirara contra Ryan usandome a mí.

Angeles no había entendido bien lo último y se quedó boquiabierta...

-¿Que? ¿Cómo? -pregunto desconcertada, luego su mirada viajó a ver a su esposo que llegaba para preparar un poco de café para ambos-  ¿Amor? Buenos días, no quería despertarte.

Dallon llega con una sonrisa y besa su mejilla. Luego se dirige a la cafetera para preparar algo caliente para tomar.

-buenos días cariño... -dice el Weekes y rosa su mano para sentir su piel- voy a preparar el desayuno mientras, platiquen si lo desean...

Cuando las mujeres notaron que Dallon estaba bastante lejos para no escuchar su conversación, ellas siguieron...

-El pinche puto de tu ex uso a Borns para me separara de Ryan... -menciono la azabache y por ese motivo también estaba molesta-

-¿Cómo? ¿Cuando? -Angeles no estaba entendiendo, cuando fue capaz de recepcionar cada palabra y asimilarla la dejo atónita-

-Cuando éramos adolescentes. Cuando salía con Ryan... -persiste en el tema y prosigue- también te usó a ti. Eso me lo explicó Borns también.

Angeles no sabía cómo reaccionar a esa revelación, no dudaba que había algo mal en su relación repentina con el frentes, porque de la nada se interesó en ella. Pero ahora no tenía dudas al respecto.

-ahora todo tiene sentido, entonces Garrett jamás te amó, ni Brendon estuvo enamorado de mí. -dijo acertada y no le dolía, en verdad se sentía tranquila- Que alivio.

Michelle enarco una ceja incrédula.

-¿Alivio?

Ella reía, solo hablaba por su caso.

-Digo por mí. -reia por lo bajo y aún tenía bajo su vista la preciosa figura de su hombre preparando los cafés- Te imaginas si yo lo hubiera elegido, estaría pérdida y aún más dañada por dentro de perderme a este increíble hombre que tengo como esposo, menos mal que elegí bien.

Michelle hasta se sintió ofendida porque ella no había elegido al correcto.

-Bien gracias. -contesta irónica y pone sus ojos en blanco-

Pero Angeles no quería desestimarla, siempre veía el lado positivo y si ella estaba en Londres junto a Ryan, el mismo destino los volvió a unir.

-Lo siento amiga, pero ahora estás soltera y no hay nadie que impida tu relación con Ry.... -trataba de darle ánimos y sonrió, todo tenía su lado positivo-

Pero Michelle volvió a sentirse mal al recordar que Ryan se ofendió cuando quiso defenderla de Richard y no tuvo una oportunidad para defenderse y aclarar lo sucedido.

-mas que yo misma...

Angeles no entendía nada de lo ocurrido, pensó que se perdió varias cosas que Michelle no le contó o pasó por alto.

-¿Ahora que ocurrió?

Michelle no estaba soportando y sonrió para no llorar, una lágrima resbaló de sus ojos y sintió una leve angustia en su pecho.

-Nada, la cagué de nuevo. -dice la ojiazul y no quería reconocer que lo amaba harto y no podía tolerar que la ignoré- Debe odiarme seguramente.

Angeles vio que por detrás suyo y recargado en el umbral de la puerta estaba Ryan esperando para hablar con ella.

-¿Estás segura? -dice Angeles viendo el rostro del Ross serio y llama la atención de su amiga para que voltee- Mira...

Michelle al hacerle caso voltea y al verlo su corazón da un brinco, sintió que todo el mundo se detuvo en ese preciso momento cuando cruzaron miradas...

-¿Ryro?

Angeles para no interrumpir nada busco alguna excusa para irse, justamente Dallon llegaba con la charola de cafés y se puso de pie con una leve sonrisa para ayudarlo.

-Cariño vamos a tomar el desayuno al comedor...

Pero antes de irse Michelle quería saber porque anoche no estuvo presente cuando pasó lo de Borns.

-Oye Angy -intenta detenerla para saber que tanto estuvieron haciendo esos dos- ¿Donde estuvieron anoche después de la cena?

-Ah, nada importante. Yo me estaba duchando y cuando salí mí Dall estaba viendo una serie en Netflix -comenta la azabache, lo cual disfruto mucho- Lo siento, me enteré de lo sucedido durante la madrugada cuando Knox vino a dormir con nosotros...

Michelle recordó que su niño había dormido a su lado, cansado de chingar y pedir explicaciones por todo.

-Ah si, es que Alex y Elliot se quedaron durmiendo en nuestra habitación.

Angeles asintió y sonrió, tener a su niño durmiendo como cuando era un niño chiquito le hizo muy feliz. Así que le agradeció porque pudieron dormir los tres juntos como familia.

-Descuida, ame mucho cuando mí niño vino a dormir con nosotros, mí bebé lindo... -añoraba Angeles pensando que su niño aun dormía en su cama, estaba muy cansado por lo sucedido anoche, después vio que Ryan esperando para hablar con su amiga y deseo internamente que todo salga bien para ambos- Suerte amix.

Michelle se quedó atónita y esperó a que llegue él para poder dar explicaciones de lo sucedido.

........

A primera hora de la mañana el adolescente pelinegro despierta y quita sus auriculares, no se había percatado que anoche se había dormido y abrazado a la niña, sintió un poco de vergüenza pensando que dirán sus padres.

-¿Leah?

Él molesto un poco a la niña para despertarla y aunque también, a su vez, le gustaba ver su cara angelical durmiendo confortable en su brazo. Pero debía despertarla para levantarse y empezar el día.

-uhm Elliot... -dice la niña abriendo le s sus ojos y se percata que estaba amarrada a su brazo, sin querer lo suelta para liberarlo- lo siento... Que vergüenza...

Ella pensaba levantarse para darle su espacio pero el pelinegro la sostiene de su cintura y la vuelve a acostar a su lado.

-Espera... no te vayas -suplica el pelinegro y se quedan juntos mirando el cielo raso mientras extendía su mano izquierda para que ella recargue su cabeza- ¿Nos podemos quedar así un poco más?

-Elliot... -la niña lo admiraba y se acurrucó aún más, poniendo su brazo sobre su pecho-

El divagaba un poco entre sus pensamientos, su mirada viajaba a ver el techo entrando en un trance emocional.

-Leah... no sé porqué... pero contigo me siento bien... -confiesa el pelinegro y toma su mano y la aferra a su suya apoyando ambas sobre su pecho- Antes sufría mucho por la pérdida de mí madre... vivía sumergido en la oscuridad, nadie quería hablarme y me tenían miedo. Me aisle por muchos años y recién ahora me doy cuenta que perdí muchos años de mí vida... -luego voltea y mira directamente a sus ojos- Leah quiero asistir a la escuela contigo ¿Me ayudarás?

La niña se sorprende tanto que cierra sus ojos, ahora estaba decidida a querer quedarse en Londres para ayudarlo. Tendría un propósito fuerte para no volver a USA.

-¡Claro que si Elliot! -contesta muy emocionada y también le devuelve la sonrisa, sus ojos brillan de una manera especial- Prometo no dejarte sólo...

Ella se levanta un poco y queda cerca de su rostro, para apreciar más el momento, su corazón latía muy fuerte de los nervios.

-Gracias... -agradece el niño y acomoda su cabello que estorbaba la belleza de su rostro- y quería preguntarte... ¿porque? ¿Porque haces todo esto por mí? -en verdad el niño no lograba entenderlo, porque todas las personas que conoció se espantaban al verlo- En verdad no me conoces... no quiero que después huyas...

Elliot corrió su mirada y pensar en aquello le dolía, pero pensar que la niña dejaría de demostrar tanto afecto le dolería aún más. Ella vió que el corrió su rostro pero su mano hizo que la mire de nuevo.

-Si, pero nos estamos conociendo y me caes bien... -dice sincera la niña, sin darse cuenta y con temor con su dedo índice quiso y acarició su mejilla, no podía dejar de ver sus ojos y sus labios- además yo... no sé cómo decirlo...

Ella estaban tan nerviosa y sonrojada que no se animaba a confesarle aquellos sentimientos. Pero Elliot estaba esperando aquellas palabras que se quedó atónito esperando hasta que alguien los interrumpió...

-FEA deja de decir cursilerías. -dice su hermano desde la otra cama y burlandose de la ocasión- Dile que te gusta y ya.

Leah sintió que los nervios que invadían todo su cuerpo los convirtió en un enojo que explotó contra su hermano. Tomo un almohadón y se lo lanzó a la cara para que se calle.

-¡ALEX METICHE! Que te importa. -contesto la niña molesta por la interrupción repentina de su hermano-

Elliot al caer de cuentas que su primo se hacía el dormido para escuchar su conversación soltó la carcajada...

-jajaja ¿Te hacías el dormido Alex? -insto a decirle el pelinegro, como tenía a la niña a su lado le hizo otra propuesta para estar a solas- ¿Leah vamos a otro lugar mejor?

Leah abrió sus ojos y hasta Alex quedó mudo, ell asintió sin poder razonar nada.

-Aja...

Elliot fue el primero en levantarse y tomo su mano para llevársela a otro lugar sin que estén de metiche.

Él tenía un lugar al que se sentía reconfortable. Caminaron por los pasillos y Leah solo podía observar su media sonrisa del chico.

-¿A dónde vamos?

Elliot se detuvo en la puerta de la biblioteca y se plantó de frente a la niña, para poner sus manos en sus hombros.

-antes que nada... quiero escucharte una vez más... -Elliot le sonrió y quería que ella complazca su capricho, llevo a la niña hasta el piano que estaba guardado en la biblioteca- ¿Puedes tocar esta canción para mí en el piano?

Leah hasta se emociona y no puede evitar sonrojarse al ver su sonrisa, tampoco podía negarse. Se sienta en la banqueta y observa el libro de partituras, justamente había una canción puesta allí.

-¡Siii! A ver esa partitura... -dice al ver la hoja y reconociendo las notas, ella empieza a tocar el instrumento, lo cual Elliot aprovecha para apoyarse sobre el mismo y observar el interior- no conozco la canción pero lo intentaré...

La melodía lo hacía perderse en los recuerdos lindos y trasladaba a un viaja astral, Elliot no pudo evitar soltar algunas lágrimas de felicidad.

Leah al ver qué el niño estaba en silencio termina de tocar y levanta la vista y pensó que lo había echo mal, por lo que la preocupó.

-¿Lo hice bien? -inquiere saber la niña- ¿Elliot estás llorando?

El pelinegro limpia sus lágrimas con sus puños y sonríe levemente.

-me hace acordar a mí mamá, lo siento. -dice acariciando el piano, aún se sentía nostálgico- Ella tocaba el piano.

Leah se sentía muy feliz consigo misma por sacarle una sonrisa al chico, estaba un poco avergonzada por tenerlo tan cerca pero no podía evitar sentir que lo amaba cada día más y que quería ayudarlo a salir adelante. Ella se puso de pie nuevamente y se queda a su lado.

-Con razón querías aprender... -musito levemente y agachó la mirada- ¿No quieres que te enseñe un poco? -le propuso tímida-

-Me encantaría -dice el pelinegro y se queda frente a ella, no podía evitar sus sentimientos y solo sonrió nuevamente y acaricio su mejilla- Gracias Leah... eres increíble.

Ella lo abraza sin más, no soportaba sus sentimientos se desborden y asintió.

-Cierto, mañana quiero salir contigo, tengo que avisarle a papá. -menciona para si mismo el pelinegro y mira a la niña- espero que si quieran...

-mi mamá no se si quiera venir, por lo sucedido con papá pero trataré de convencerla para que me deje ir con ustedes.... -dijo la niña pensando que su madre se negaría a ir-

Elliot pensaba lo mismo, que debido a lo ocurrido con sus padres dudaba que quisieran salir pero él no estaba dispuesto a descartar aquella salida.

-Si no te deja planeare algo para que nos divertimos juntos -dice como segunda opción y cuando ella levanta su vista acomoda su mechón de cabello por detrás de su oreja- ¿Que dices?

-¡Siiiii! -dice entusiasmada y casi brincando- Pero lejos de Alex y Knox por fis. -luego la niña tenía hambre y pensaba soltarse para ir a la cocina- ¿Vamos a desayunar Elliot?

Pero el pelinegro la sostiene de su brazo y la atrae a su cuerpo para que no se vaya...

-Si, espera un momento. Quiero estar así un ratito más.-dice el adolescente y la abraza fuerte, quería sentirse confortable- Espero que no te moleste.

Él no podía decirle abiertamente que ella había sido la primera persona que no conocía que lo abrazaba muy a menudo en toda su vida, no le había dado tanto privilegio ni a su mismo padre.

-para nada, si fuera por mí te abrazaría siempre.

Elliot sonríe y soltaba una lágrima traicionera de sus ojos... no estaba soportando aquellos sentimientos dentro de su ser, sentimientos bonitos de ser querido y amado por otra persona que no sea su madre. Ambos se quedaron abrazados, Leah cerró sus ojos para profundizar aquel nuevo sentimiento tan bonito llamado AMOR.

Benjamín que venía en el pasillo rumbo hacia la cocina se cruzó directamente con su niño, quién venía platicando muy alegre con la hija de Michelle. Apenas ven al adulto los niños corren para hablar con él...

-¡Papá! -dijo el pelinegro para llamar su atención- hola, buenos días.

-Buenos días hijo, buenos días Leah. -saluda amable Barnes y con una leve sonrisa-

-hola, señor Barnes. -dice la niña un poco tímida y mirando el suelo- buenos días.

-¿Que ocurrió? ¿Iban juntos a desayunar? -se le ocurrió preguntar al adulto ya que los vio a ambos yendo hacia el mismo sentido que él-

Elliot asintió y se sonrojó, sintió la mano de la niña tomar la suya y la entrelazo sin vergüenza. Su corazón latió fuerte siendo que su padre miraba toda la secuencia.

-¿Papá podremos ir salir con Leah al shopping? Queremos ir al cine. -pregunta directamente el adolescente sintiendo un poco vergüenza-

Benjamín se queda mudo, solo abre su boca que casi no entendía.

-¿Que los lleve a los dos solos? -no entendía que querían ellos, si salir solos o que él los acompañe-

-La idea es que salgamos los cuatro: mi mamá, nosotros y usted -dice la niña su propuesta, ella también estaba sonrojada y levanta la vista para poner sus ojos de borrego- Por fis.

-¿Le preguntaron a Michelle? -indaga el Barnes a los niños-

Ambos chicos negaron.

-¡No! -contesta rápido Elliot sintiendo un poco de vergüenza- Por eso mismo queríamos que nos ayude a convencerla.

Benjamín no estaba seguro que ella acepte, ya que anoche había tenido un mal día y su ruptura con su ex pareja. Lo cuál intuía que la ojiazul queria tiempo para asimilar lo sucedido y descansar su mente hasta que recupere su bienestar emocional.

-Si, pero ella ahora...

Elliot no aceptaba un "no" como respuesta, quería salir con ls niña y divertirse como cualquier niño normal.

-Por favor papá, nunca te pido nada.

Barnes no podía negarse a la petición de su hijo, sonrió de medio lado asintiendo.

-Ok, no les quiero prometer nada lo intentaré.

-¡Siiiiii! -dijeron ambos niños al unisono y chocaron las palmas, luego el adolescente pelinegro sonrió y fue directo a abrazar a su padre por su apoyo- Gracias papá...

Benjamín se quedó impresionado, hace bastante años, de cuando su niño era chiquito no lo veía sonreír de esa manera.

Podía notar que su mirada había cambiado, sus ojos ahora tenían ese brillo especial y le gustaba ver ese lado tierno de él compartiendo momentos con la hija de Michelle, lo que le preocupaba es que su niño se enamore de la niña porque, para el, su niño aun era mucho mas mayor y tenia muchas responsabilidades importantes cuando sea mayor de edad.

-Continuará-

Holis nuevo cap, espero que les esté gustando 😊 gracias por leer 💖

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