"Nuestro Vínculo"
Narra Alex:
Apenas vi a la persona que se parecía a la foto y no lo dude, era él. Mí padre. Por muchos años viví en una mentira y confundido porque Leah si tenía un vínculo más cercano a Garrett que yo. No puedo echarles culpas, él me crio como un hijo aunque se haya guardado el secreto a la muerte.
Mí corazón empezó a latir fuerte y corrí tras él... no sé porque, ahora que estaba aquí no podía dar marcha atrás a todo lo que hice...
-¡PAPÁ! -grite desesperado yendo hacia él-
Lo tome algo desprevenido pero al verme le hizo un clip y su primera reacción fue abrir sus brazos para recibirme...
-¿Alex? ¿Alexander? -al llegar hasta él lo primero que hice fue abrazarlo, fue muy fuerte el momento que no soporte y me quebré en llanto-
-Por fin te encontré... -hundi mí rostro en su pecho, él me consoló con un cálido abrazo-
-menos mal que estás bien... -escucho decirle en voz baja, lo escuchaba conmocionado por mí repentina llegada-
-papá... lo siento... fui un tonto... -me sentía culpable de hacer sido manipulado por los mayores y no haber investigado el asunto-
Él me abrazo y dejo que me desahogara para luego sentirme más tranquilo...
-¡Alex! -escucho la voz de Knox- ¡Tío Spens! ¿Estás bien?
Pude ver cómo Knox ayudaba a Spencer, el único adulto que se atrevió a ayudarnos, ambos estaban felices por nosotros, por nuestro reencuentro.
Cuando me separé, no sabía que decirle... tenía tantas cosas por contarle que estaba tan emocionado y a la vez en shock...
-¿Cómo me encontraste?
Limpie mis lágrimas que salían de mis ojos... pero él me ayudó y vio mí rostro...
-Alexander... creciste mucho.
No podía hablar, así que lo abrace de nuevo, pensé que vivía en un sueño...
-No sabes por todo lo que pasamos para llegar aquí, estos niños me volvieron loco. -menciona Spencer quejándose del asunto- así que espero mí recompensa eh
Mí padre voltea y sonríe. Luego observó que no somos los únicos, habían más personas aquí en la casa.
-¿Es tu niño Ryan? -habla otro adulto desde el balcón interior, a su lado estaba ese niño sombrío de anoche-
Él asiente y ayuda a acomodar mí ropa la cual estaba sucia...
-¿Tienes hambre Alexander? -me pregunta amablemente y luego una mujer morena se le acerca- Anette hoy haremos una reunión por la noche, prepara todo.
La sirvienta asiente y se marcha, tenía la orden.
-no sabes por todo lo que tuve que pasar para llegar aquí. -empece diciendo- gracias.
-Eres bienvenido mí niño. -me abraza por mí hombro y sonríe, me sentía tan bien a su lado- y ¿Cómo me encontraste?
-es una larga historia... -dije pero mí estómago empezó a hacer ruido y era molesto-
-bueno, nosotros íbamos a desayunar al comedor. Vamos.
Mientras lo seguíamos Spencer y Knox venían con nosotros también, teníamos que subir las escaleras e ir a la planta alta...
-¿Tenemos que compartir el desayuno con ese niño? -le comento a mí compañero de viaje en voz baja-
-no parece tan malo -me dice en un susurro Knox-
-no se, no me da buena espina.
Mientras caminábamos veníamos el lugar, parecía una gran mansión. Todo estaba perfectamente ordenado y acomodado.
Caminando por lo pasillos yendo al comedor principal de la casa alguien nos detuvo en seco...
-¡Oyeeee! ¡Ryan lo siento por no avisarte!
El señor que nos había traído anoche con su pareja le rezaba a mí padre y nos miraba, luego se acercan juntos...
-Brendon... él es mí hijo Alexander. -nos presenta y este se queda en shock-
-¡¿Qué?! ¿Que hace mí ahijado aquí? ¡Me mueroooo! -no se porque dijo eso pero me abrazo fuerte- que grande que estás niño... ¿Y Borns como anda?
-Ehm supongo que bien. -no sabía que decirle pero estaba igual que él, todos me conocían menos yo a ellos-
Ahora que lo recordaba bien, siempre tuve la noción de tener una madrina pero nunca conocí a mí padrino, tampoco me dijeron eso.
-Disculpe. ¿Usted es mí padrino? -indague algo confundido, este asiente con una sonrisa-
-¡Si, Alex! Tu padre y yo fuimos grandes amigos, por eso me eligió a mí para que lo sea... -cuando habla tiempo pasado seguramente ellos ya no se hablan, mí padre jamás me lo comentó- pero si me hubieras dicho tu nombre y no te hubieras inventado uno tal vez te hubieras reunido con Ryan anoche. ¿Y tu pequeñín?
-Ah, él es mí amiguito Knox. -le dije, quería preservar su identidad de estos adultos- me acompañó durante todo este viaje de Las Vegas hasta aquí.
-Ryan eres un mal padre -le critica- tu niño allí afuera a la madrugada en Londres cuidando de un niño y un borrachito. Casi se ponen en peligro.
-Pero yo no sabía nada que venían hacia acá -le contestó y le hecho el mal ojo a Spencer-
-¿Y yo que tengo que ver? Encima que pertubarbaron mí paz en mí hogar estos niños, tuve que hacer de niñera y traertelo hasta aquí. ¿Ahora es mí culpa? -Spencer pone los ojos en blanco y se ofende tomando la mano de Knox y adelantándose al comedor-
-¡Ah! ¡Es Spencer! ¿Tu amigo del secundario? No lo reconocí por lo gordito que estaba -comenta el señor Brendon riéndose- si lo hubiera sabido de un principio...
-¿Tu ya los conocías? -indaga mí padre un poco curioso y nos echa el vistazo-
-Si, los vi entrar con Spencer a un bar... y dije ¿Este es Ryan WTF? -le decía el azabache- después los seguí porque el gordo quebró borracho y tenía a cargo dos niños... un loco quería hacerle algo pero los defendí a tiempo y con Pau decimos traerlos aquí sin pedirte permiso.
-Gracias, ahora ya está acá conmigo -menciono mí padre Ryan-
Al llegar a la mesa nos tocó sentarnos cerca de ese niño oscuro y otro adulto.
Knox estaba a su lado, por suerte no le tenía miedo y él a mí lado izquierdo, mí padre estaba a mí lado derecho y a su vez Spencer a su lado también.
Brendon y el otro adulto estaban frente nuestro en la mesa y la sirvienta sirvió todo para nosotros.
-Papá, lo siento. Quería preguntar... ¿Esta casa es tuya? ¿Cómo puede ser que vivan todos aquí? -inquiero saber estaba curioso-
Él sonrie pero no me contesta eso. A cambio me presenta al adulto que no conocía...
-Alex... él es mí medio hermano Benjamín y su niño Elliot, debe tener tu edad. -veo a aquellos adultos y no parecía una mala persona el señor, bien elegante y de buen aspecto, el otro niño me daba mala espina-
-Mucho gusto Alexander. Tu padre siempre me habla de ti y queríamos conocerte desde hace bastante tiempo.
Asentí mientras me servían el café, era extraño estar con tantos adultos y entre ellos había buena vibra, no como en casa que parecía que en cualquier momento se volvía un infierno.
-Bienvenido Alex. Come a gusto todo lo que quieras. -dice caso y empecé por tomar el café y degustar los croissant- está es tu casa.
Knox empezó a comer tranquilamente y estaba feliz, solo faltaba que nuestros padres estuvieran aquí presente, sería como una familia reunida.
-¿Y nos vas a decir como chingados le hiciste para venir hasta acá? -me pregunta directamente el señor Urie, los demás lo miraron un poquito mal por como lo dijo, un poco tosco-
-Ehm...Fue un viaje costoso pero llegamos.
-me chingaron hasta más no poder. Resulta que estos niños huyeron de sus casas sin decirles a sus padres que venían hacia aquí. Me comieron toda la heladera...
Me iba a quejar de esa mentira porque no había comida en su casa pero luego me guiño un ojo para que no dijera nada.
-¿Cómo que huyeron de casa? Eso es peligroso niños... Exponerse así. ¿No pensaron en sus padres? -nos dice Ben, a quien supuestamente es mí tío desde ahora-
Yo negué ladeando mí rostro, ni se imaginaban por todo lo que tuve que pasar para llegar aquí.
-Si, pensamos pero sabes... ellos me mintieron toda la vida y hasta se negaron que yo llegara hasta acá, por ese motivo lo hice. Si les hacía caso hoy no estaría aquí sentado hablando con mí padre... Sabíamos el riesgo que corríamos desde el minuto uno que salimos de casa.
-Y sin teléfonos... -añade Knox porque es verdad, estábamos incomunicados-
Fin de narración de Alex.
Narra Narrador:
-Ok. -Ryan se levanta al escuchar esas palabras de su hijo, lo cual no podía creer y todos se quedaron viendo- ¿Sabes el número de teléfono de tu casa Alex?
El chico asintió pero estaba confundido no sabía para qué lo quería.
Ryan salió del comedor pensando que Michelle estaría muy preocupada por su hijo, no podía dejar pasar un minuto más y decirle que él estaba en su casa.
Alexander se levantó y fue tras él hasta llegar a su despacho de trabajo.
-¿Aquí trabajan? -indago el ojiazul más que sorprendido-
-Podrimos decir que es nuestra oficina, soy el presidente de Lindemann Change. Pero como allá hay mucho alboroto prefiero trabajar aquí más tranquilo, el otro hermano de Ben trabaja allá en la sede central. -le comentó en breve el Ross y busco su vieja libreta en el escritorio que tenía guardado-
Alexander curiosamente vio el anuario del secundario que lo tenía allí y quería ver las fotos.
Mientras el Ross buscaba en anotaciones viejas el número de Michelle, su ex. Alex veía fotos que nunca antes había visto de su madre cuando era joven...
-Woow mí madre... era tan joven.
-y muy bonita, por cierto. -le aclara Ryan y sonríe al ver el anuario- hacia cosas tan loca con solo querer estar conmigo... Bailamos juntos el día de la graduación.
-¿Enserio? Jum... yo nunca vi las fotos. -decia Alex inflando sus mejillas-
Ryan había logrado encontrar el número de su casa pero al llamar el número no existía, así que Alex se fijó y lo corrigió.
-ese número no existe -le indicó el niño- ahora es +1 (702) 5424456...
Ryan pensó por unos momentos que alguno de los dos adultos había cambiado la línea, por eso él nunca intento llamar. Imaginaba que esto podría ocurrir...
-¿Vas a llamar a mí casa? -indaga el niño y se entristece un poco- pensé que me quedaría un poco más de tiempo para estar contigo...
Ryan asimila sus sentimientos y lo abraza.
-No te estoy echando Alex... pero sabes, conozco a tu madre más que nadie y sé cómo estaría ahora que tú desaparesiste de casa. Ahora que nos volvimos a ver y estás aquí haré lo imposible por recontruir nuestro vínculo perdido. Michelle no podrá separarte de mí. -le dice el Ross con una sonrisa no por hacerme un mal a su ex, sino porque nadie los podría separar-
-Entiendo pero la llames ahora... No quiero oirla renegar e insultarme por desobedecerla. -le dice su inquietud al adulto Ross- apenas se entere en donde estoy tomara el primer vuelo hasta aquí...
-no te preocupes, lo haré cuando no estés así no te sientes mal. Mientras tanto disfruta de estar aquí aunque parezca aburrido tienes a tu amigo para jugar.
-Tengo muchas cosas que contarte y también de saber la verdad, no se mucho al respecto... me enteré que tú eras mí padre por la prueba de paternidad y la carta que le escribiste a mamá pero siento que hay más cosas por detrás no se revelaron...
-Si, es verdad pero hay tiempo para eso Alex. Me quedo tranquilo que has llegado bien a casa, fue muy arriesgado venir así hasta Londres. Me hubieras enviado una carta y hubiéramos coordinado este encuentro.
Alex no sabía que decirle, quería que fuera una sorpresa y se quedaron en silencio hasta que Ryan aprovechó que no había nadie para abrazarlo, sintió un alivio y sin querer soltó unas lágrimas...
-En verdad, me siento enormemente feliz que hayas venido Alex. -musito el Ross en voz baja- siempre soñé con que este día llegase y compartir contigo muchas cosas que tenemos pendiente. Te quiero y sabes que puedes contar conmigo como adulto, amigo o tu padre... Espero que puedas conocerme y puedas confíar en mí siempre... no te dejare nunca...
Alexander también se quebró porque esas palabras siempre espero escuchar de Borns pero ahora tenía todo sentido y sintió su cálido abrazo.
-gracias papá...
....
En el comedor el resto desayunaba a gusto pero Knox se sentía solo que Alex se había ido a hablar con su padre a solas y por lo menos tenía a su tío a su lado para no sentirse incómodo entre tantos adultos desconocidos.
Anette le sirvió una bandeja de croissant la cual le sirvió al niño y este miro a Elliot, a quien tenía a su lado...
-¿Quieres?
Elliot solo lo observó pero no dijo nada, como el niño insistía aceptó un poco.
Ben que observaba la situación se quedó maravillado, porque a él le resultaba difícil que Elliot le reciba algo sin rechazarlo. Así que se le ocurrió una buena idea para que su niño interactúe con chicos de su edad.
-Gracias. -le contestó Elliot amablemente y el niño Weekes sonrió-
Knox le parecía extraño pero también no podía aislar a un niño de la edad de Alex. Aunque tenía otras vibras le intrigaba conocerlo un poco más.
Brendon vio que llegaba su mujer y le cedió su asiento
-Buenos días amor -le decía la chica y le daba un beso en su mejilla- tuve que ir temprano a la oficina por unas carpetas...
-me hubieras dicho y hubiera ido yo por ellas. -le dijo Brendon a su mujer mientras se sentaba a su lado-
-Pero a ti no te gusta ir a la oficina, más si está Chuck allí. -reia Paulina porque conocía a su pareja-
-¡Ay no! Ese niño es insoportable. Disculpame Ben pero tu hermano es un soberbio caprichoso -menciona el Urie recordando que Chuck, el hermano de Ben estaba a cargo de la gerencia de la oficina central- mejor prefiero trabajar aquí...
-Descuida -sonrie Ben, conocía a su hermano y entendía a los demás- yo me llevo más bien con Ryan que no es mí hermano de sangre que con Chuck.
-Tu padre lo consintió mucho... -dice el Urie poniendo sus ojos en blanco- ¿Aparte que ser humano no se lleva bien con Ryan? Él se lleva bien con todos.
-es verdad. -dijo Ben sonriendo y veía a Elliot desayunar tranquilo, no parecía que la presencia del otro niño le molestará- ¿Hoy estudiaras Elliot?
Elliot solo levanta su vista y no le contestó. Entonces Knox se ofreció.
-Yo le ayudo. Aunque no sea un genio entiendo muy bien las cosas -se ofreció el niño levantando su mano-
Alexander llegó con Ryan y volvieron a sus lugares para terminar de desayunar.
-¿Hoy tienes que ir a la oficina Ryan? -le pregunta Ben a su hermano-
Todos se quedaron viéndolo y él negó.
-esta a cargo Chuck por el momento, yo tengo una reunión con Till más tarde. Viene de su viaje desde Berlín.
Brendon empezó a rezar inmediatamente cerrando sus ojos. Alex y Knox intentaban reírse porque les parecía gracioso. Paulina también lo abrazaba porque su jefe le cargaba los trabajos más pesados al Urie mientras que a los demás los trataba bien.
-¿Tan malo es? -indaga Knox un poco curioso-
-¡Es que ustedes no lo conocen! ¡A mí me tiene de muñeca de trapo! -insto a decirle un poco alterado- ¡es el demonio mismo!
Ryan trataba de que se relaje el Urie y no se ponga tenso.
-Bueno Bren, pero tampoco asustes a los niños. -le recomendó el Ross a su amigo-
Ben se levantó y miró su reloj.
-Lastima que no podré recibirlo, tengo una entrevista con un cliente por la tarde. Me lo saludas Bren por mí. -le guiño un ojo y le sonrie-
Brendon hizo un puchero y no tenía tantas ganas de ver a Lindemann para que lo trate mal.
-Yo enseguida tengo una reunión en la oficina central con Chuck sobre un caso en específico. Me lo saludas al señor Till amor -Paulina se pone de pie para hacer sus cosas-
-Y tú deberías de estar en Nueva York. No sé que haces aquí. -le dijo Ryan recordando que el tenía un cargo importante junto a Paulina en Estados Unidos-
-Es que Paulina... -menciono el azabache- quería descansar un poco...
-Pero Paulina es quien está embarazada, no tú. -le señala con un dedo el Ross y luego suspira- ella debería de estar descansando.
Brendon volvía a rezar inmediatamente.
-Tu porque nunca soportaste a una embarazada... -se quejó el Urie y Ryan enarco una ceja- y Pau me vuelve loco a cada momento con sus extraños antojos... anoche quería comer a las 6 AM algunos mejillones y langostinos. ¿WTF?
Ben se reía de como lo traía al Urie, le parecía cómico.
-Tener mujer apesta. -escucharon la voz de Spencer- te absorben la vida y te viven haciendo problemas. Mejor las prefiero lejos de mí vida y -Spencer observó a los tres adolescentes- lo mejor que pueden hacer ustedes que son jóvenes es NO enamorarse y perder el tiempo. En especial vos Alexander.
Ryan lo miró a su hijo, no entendió porque Spencer le dijo eso a su hijo, debió tener su motivo. Pero nadie objetó nada a su dicho, estaban incómodos.
-Yo iré a la universidad para ser veterinario, no te preocupes. -solto Knox con una carita sonriente- a la única mujer que aprecio es a mí mamá que la amo con toda mí alma.
-Bueno, a tu madre si. No hay problema. -le indicó el Smith y le pidió a Anette alcohol para tomar- a mí me sale más barato pagar una mujer que comprometerme con alguna.
Ben levanto su mano para objetar algo en su contra, no estaba de acuerdo con todo lo dicho y no quería que esas palabras incluyeran en los niños por su mala experiencia.
-Disculpame pero no pienso lo mismo que usted. Yo creo que haz elegido mal. Yo agradezco haber conocido a mí esposa, fue una mujer increíble y aún la amo. La recuerdo como la mujer bella y culta que fue. ¿No Elliot?
El niño sombrío chasqueo sus dientes y se levantó de la mesa para irse, no quería hablar y tocar el tema de su madre. Aún le afectaba.
-¿Que le pasa a ese niño? -dijo Alex enarcando una ceja, aún no le cerraba su forma de ser- tan mamón es con su padre...
Ryan se acerca y pone su brazo en su pecho para que no dijera más. Porque sabía que Ben su hijo lo más apreciado del mundo.
-Para comprender a Elliot deben entenderlo, tuvo una infancia terrible.
Knox presto atención a lo último y lo inquietó...
-¿Que le sucedió señor?
Ben soltó su bufido y le enseñó una foto suya familiar con su esposa e hijo.
-Su madre falleció hace 5 años en un accidente de tránsito. Desde allí su vida cambió y no volvió a ser el mismo niño sonriente que recuerdo.
Alexander no lo conocía pero podía imaginar ser un niño entrando a la adolescencia y perder al ser más amado: su madre. Tampoco se imaginaba en esa situación porque a pesar de las diferencias amaba a su madre. Recordó que debía avisar a casa que él estaba bien y no le había pasado nada.
-Entiendo. Disculpe señor Ben. -se disculpo Alex con el adulto por opinar sin saber la verdad pero no por eso le agradaría Elliot-
Ben asintió aceptando las disculpas del niño. Observó su reloj y se dio cuenta que se estaban retrasando en el trabajo.
-Ryan tenemos que trabajar. ¿Que haremos con los niños
-no los podemos tener encerrados en la oficina, se aburrían.
Ryan y Ben observaron a los dos que estaban disponibles para cuidarlos. Pero descartaron enseguida a Spencer porque estaba bebiendo cervezas como si fuera café para desahogar sus penas amorosas y Brendon al ver que era el foco de atención frunció su entrecejo.
-¿Que me miran? ¡No! No seré la niñera de estos niños -espeto un poco indignado- tengo que prepararme psicológicamente para recibir al jefesito y cuidar a Pau. Si me disculpan -se levanta y se marcha-
Ryan se puso pensativo y en lo que miraba a los niños, por un lado no podía retrasar su trabajo ya que tenía un rol importante en la empresa y segundo que tampoco quería dejar a Alexander sólo, quería pasar más tiempo con él.
-Si tienen un iPhone 15 para Knox y uno para mí nos arreglamos -dijo el ojiazul aprovechando la oportunidad de tener un buen teléfono- cuando terminen de trabajar podemos hacer algo...
Le dio como idea el adolescente y justamente llegaba su asistente Stefany, una rubia de mayor edad muy cercana a los hombres.
-Buenos días Ryan, Buenos días Benjamín -ella observa a Ben y le sonríe coqueta- su agenda de hoy.
Ella hace una reverencia y le entrega una carpeta con todo lo que tenía que hacer el día de hoy. Mientras los hombres chequeaban a Ryan no se le ocurrió mejor idea que encargarle a los niños hasta el Mediodía que tenían el almuerzo.
-Steff podrías cuidar a mí hijo y su amigo, por favor. -menciona el Ross amablemente- hasta el almuerzo.
-Y por favor ubicarlos en la habitación de Elliot... -añade Ben como principal idea así su hijo sociabilizaria un poquito más-
La rubia abre sus ojos porque hasta ella misma le tenía miedo al niño.
-Ok. Pero si gustan hay muchas habitaciones de huéspedes que pueden descansar. -le dice Stefany para no molestar al niño oscuro-
Ben le súplica amablemente y ella asiente con un leve rubor. No le contradijo y Ryan le encomendó por último conseguir algo para que se distrjeran...
-¿Alex te parece si conseguimos una consola de videojuegos? Cuando eras niño me acuerdo que amabas jugar a los juegos.
A Alexander le brillaron los ojos de la emoción de poder volver a jugar a los juegos, era su pasión y distracción.
-¡SIIII Papá! -se le acerco para abrazarlo y rogarle para conseguir lo más le apetecía- la última versión de la Playstation 5 que ha salido please... mí mamá nunca me quiso comprar otra y tengo una consola vieja y que no se olvidé la señora de conseguirme un iPhone para mí y otro para Knox.
Knox también estaba entusiasmado y aunque no era tan desmedido como Alexander, él aceptaba los regalos y sin recriminar.
-¿Señora? -enarca una ceja la asistente, indignada-
-Por favor Steff, anota todo lo que los niños quieran. -insistio el Ross y acaricio el pelo de su hijo- Oye, no hagas travesuras, al mediodía estaré contigo y a la tarde podemos hacer lo que gustes. Quiero enseñarte algo.
-¿Enserio? ¿No me vas a regalar un auto verdad? Porque mis amigos ya tienen y mamá no me quiso comprar uno. -se le encimaba el adolescente queriendo ser el consentido de la casa-
Ryan negaba y sonreía a su vez.
-Si tu mamá dijo que no. No puedo desobedecerla. Cuando seas mayor ¿Si? -le dijo el castaño admirando el entusiasmo del niño-
Alexander no le importó y asintió. Estaba más emocionado por volver a jugar a los juegos con Knox.
-¡Te voy a ganar esa partida ahora Knox!
-jaja eso lo veremos. -se reía el niño Weekes-
Ben se puso contento por como era su nueva relación de Ryan con su hijo y aunque era algo inesperado, pensaba que esa buena vibra de dos niños de la edad de su hijo le harían bien para sociabilizar.
Alexander brincaba de la alegría y con Knox fueron conducidos a la nueva habitación donde desde este momento compartiría con Elliot.
-¿Es broma? ¿Tengo que compartir la habitación con ese niño? ¿Y si amanezco muerto? -Alexander vio que la habitación era oscuridad a pleno y sin querer encendió la luz-
Elliot quién estaba despierto con los ojos cerrados entro en shock y se levanta molesto al ver la luz de su habitación encendida.
-¡OYE! ¿Que carajos hacen? ¿Porque encienden la luz sin mí permiso? -sobreexalto molesto Elliot y fue a increpar a Alexander pero Stefany se interpuso-
-Disculpe señorito Elliot, son órdenes de su padre y su tío. Lo siento mucho. -se disculpo la rubia y Elliot no tuvo de otra que salir de la habitación furioso por la ocasión e ir a recriminar su queja a su padre-
Alexander fue chocado por su hombro por ese niño y le resto importancia, arqueo su ceja.
-¿Quien se cree que es? ¿El dueño de la casa? -espeto molesto el adolescente y Knox estaba a su lado un poco asustado pensando que ambos pelearian- tan mamón es...
-¡Alex! -dijo en voz baja Knox y entran a la habitación a inspeccionar-
-Como si me agradaría compartir la habitación con ese niño habiendo tantas. -pone sus ojos en blanco- Cuando sea el almuerzo también presentaré mí queja con mí padre así nos cambia de cuarto. No quiero a ese niño cerca.
Knox no dijo nada, para el poder compartir la habitación con cualquiera de ellos estaría bien.
Alexander recorrió la habitación y vio que no había mucho, solo una cama y la mesa de noche con un clóset cerca. Lo primero que hizo fue abrir la ventana y dejar que el aire fresco recorra la habitación y la purifique.
-Señora anoté... -le indica el ojiazul y ella aún molesta porque no le gustaba que le dijeran señora, sacó su tablet y anotaría su petición- Dos camas de una plaza y media, almohadas, colchas de verano, dos mesas de noche y velador, ropa nueva talle XS y L. zapatillas de marca Nike talle 42 y uno para Knox talle 37. Una televisión SmartTV 4K de 40 o 50 pulgadas, una Playstation 5 y los 5 mejores juegos, una tarjeta para comprar en Steam y poder jugar online. Un sofá de tres cuerpos y los iPhones.
Stefany anotó todo como Alexander le indicó y enarco una ceja, el niño era muy pretencioso.
-¿Algo más señorito? -le pregunta sarcástica-
-Ah si, una laptop Macbook 13 Apple nueva. ¿Tú quieres algo Knox? Aprovecha. -le dice en voz baja lo último- ¿No quieres unos peces?
Knox niega, no se atrevería a tanto.
-¡No! Estoy bien así. Estaré agradecido si con lo que pediste lo cumplen. No te preocupes.
Stefany anotó lo último y se fue para encargar al encargado del lugar como despacharian todo.
-¿Crees que exagere un poco?
Knox se encoge de hombros.
-No se, pediste muchas cosas. Y Elliot se enojo. ¿Se molestó por qué le invadimos su habitación?
-Ay Knox, piensas demasiado. -le restaba importancia los sentimientos de Elliot- No me importa ese niño, que se chingue. En lo que me acuse de alumbrar su madriguera también lo acusare así me voy a otra habitación para nosotros dos. Estaremos mejor.
A Knox no le agradaba que ellos estuvieran así, con una relación tensa y apenas acababan de conocerse. Así que aprovechó para ir a buscar al otro niño y disculparse en nombre de su amigo.
Alexander ni se molestó en disculparse, que para colmo se recostó en la cama de Elliot porque otra no había en la habitación y se puso pensativo, estaba feliz de poder estar en la casa de su padre y más ahora, quería saber cómo se sentía ser el niño consentido como lo eran Leah y Knox.
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Elliot enfurecido fue y golpeó fuerte la puerta del despacho del señor Ross y su padre, pero no lo atendieron. Espero afuera a ser atendido y nadie salió.
La señorita Stefany se acercó para interrogarlo.
-Disculpe señorito, Ryan y su padre salieron a una reunión importante. Lo siento por no avisarle a tiempo.
Elliot chasqueo sus dientes aún más molesto.
-¡¿Esto es a propósito o qué?! ¡Tantas habitaciones en esta estúpida mansión y ¿justamente ponen a esos niños en la mía?! -suelta su molestia contra la asistente, ella no sabe cómo lidiar contra su mal humor- Ash...
-Yo solo sigo órdenes de su padre y su tío -se inmuta del miedo que le causaba el niño-
Elliot quería morirse, puso su cabeza recargada a la pared y suspiró para meditar. Odiaba interactuar con otras personas y más, sociabilizar con desconocidos. Sintió un agarre en su chaqueta, cuando volteo se encontró con uno de esos niños observándolo con mucha culpa.
-Lo sentimos mucho por molestarte Elliot, no sabíamos que tú estabas en el cuarto e interrumpimos tu paz.
Knox quería ser amable y amigable para Elliot, que no era una amenaza sino un amigo o una persona en quien confiar.
-Eres un niño...
Elliot volteó y aunque esté súper enfadado jamás golpearía a un niño menor a su edad, no sabía cómo reaccionaria con el otro adolescente que si se traían de malas.
El muchacho no tuvo de otras que ir a la biblioteca de la mansión ya que su habitación estaba ocupada, esperaría a su padre para hacer su queja y cerca suyo venía Knox con unos cuántos libros para enseñarle hablarle de los escritores de sus obras favoritas.
Knox se quedaba cerca suyo en silencio mientras leía alguno de aquellos libros y le hacía compañía a Elliot, quien estaba a su lado con el rostro serio. Aunque no platicaban con su presencia era más que suficiente.
-¿Tienes hermanos Elliot? -indaga el niño Weekes-
El adolescente niega.
-Yo tampoco, soy hijo único. Mis padres son médicos y casi siempre están fuera de casa... Si no fuera por la amistad de Alex me sentiría sólo. Él nunca deja que me decaiga y yo tampoco quiero verlo mal, por eso lo ayude a llegar aquí. Es como mí hermano mayor.
Elliot solo escuchaba su relato acerca de su relación con el otro niño. Pero Knox era más paciente y tranquilo, le daba un poco de paz que un niño no le tuviera miedo, porque mayormente todos los adultos le temian y lo aislaban solo por el prejuicio. No lo conocían y no sabían nada acerca de sus sentimientos.
Knox quería ser un niño agradable para todos, nunca buscaba la contra en nada. Se adapataba a cada persona.
...
Alexander mientras recorría la habitación de Elliot empezó a urgar el clóset del niño para ver qué clase de ropa top tenía. Sacó algunas prendas la cuales se probó mirándose al espejo y se rió de si mismo.
-Que horrible gusto tiene. Con razón no es popular.
Alex se quitó todo y buscó alguna otra cosa que le interesará pero solo vió una laptop guardada y al encenderla lo primero que vio en el escritorio es que cierto chico tenía un proyecto, un libro el cual había escrito. Todo estaba perfectamente ordenado en su Laptop con otros varios proyectos publicados.
-¿WTF? ¿Ahora son todos escritores? Que embole. -decia Alex y más que eso que había descubierto del niño sombrío no pudo descubrir otro secreto que lo recrimine- que aburrido.
Apagó la laptop, no era como que leer sus proyectos literarios le llamarán la atención. Enseguida la señorita Stefany acudió con el encargado para amoblar la habitación de los adolescentes.
-Con su permiso señorito. -decia amable la rubia e invitó a Alexander a salir del cuarto por unos momentos- tomé. Los últimos iPhone 15 disponibles en tiendas.
Alexander casi se moría cuando recibió el iPhone en caja cerrada. Estaba tan emocionado que no le importó dejar la habitación para que acomoden cada cosa en su lugar.
-¿Consiguieron la Playstation 5 con algunos juegos? -inquirio saber el joven de ojos azules-
-¿No eran 5 juegos? -pregunto la rubia y buscó la caja donde habían comprado lo que le había pedido- estos son los últimos títulos para jugar, para jóvenes como ustedes...
Alexander vió que no había juegos violentos de guerra o de acción y enarco una ceja indignado.
-Todo bien con estos tres -le enseño que había uno de carreras de autos, uno de fútbol y otro de aventura- pero estos son para niñitos como para Knox, yo no juego a esto. -le mostró el tetrix y uno de sabiduría- ¿Los pueden cambiar? Y que sean el último GTA y alguno de guerra.
Stefany enarco una ceja, porque el niño recién llegado era muy pretencioso.
-Pero está bien estos juegos -le dice su opinión la rubia- si fuera tu madre no te dejaría jugar a juegos violentos.
-Si, pero usted no es mí madre. -le contestó Alex con seriedad al asunto- Así que por favor, me los cambias. Gracias.
Alexander no quería escuchar recomendaciones de una señora molesta, él quería jugar a los videojuegos que le interesarán.
-¿No quieres que te ayude a estudiar? -le pregunta la mujer para cambiar de tema y educar al niño-
El ojiazul niega.
-Otro día señora. Voy a dar un paseo por la mansión...
Alexander se fue dejando a la mujer más que enfadada y él muy feliz con su nuevo iPhone de color blanco.
Hiz un pequeño recorrido por la gran mansión para acoplarse al lugar. Abría cada puerta para investigar las habitaciones hasta encontrar a Knox en la biblioteca.
-¿Están estudiando o qué? -se indigno el joven y se sentó al lado de su amigo para ver qué leia- Estamos de vacaciones Knox, deja ese libro y vamos a divertirnos.
Alexander aprovecha para tomar su libro y tirarlo. Elliot quién estaba allí cerca leyendo alguna obra literaria observó al joven y se levantó para irse, no lo soportaba.
-Ash. Molesto. -susurro leve lo que ambos niños escucharon-
Alexander recordó algo por si él volvía a la habitación.
-Hey, están reordenando nuestra habitación ¡no vas a poder entrar a holgazanear! -le advirtió pero Elliot no le hizo caso y se fue a otro lugar, cuando se fue puso los ojos en blanco- y eso que soy amable y le aviso jum... ¿Cómo lo soportas Knox? ¿Le harás de psicólogo o qué?
Knox negaba.
-No hablamos mucho, es muy reservado. No lo quiero presionar a que me hable, si quiere hacerlo lo escucho.
-pierdes tu tiempo. -suelta un bufido y mira hacia la ventana- ¿Vamos al jardín? Le pediré a la señora que me consiga una pelota de básquetball y jugamos un rato. ¿Que dices?
-No soy bueno en los deportes Alex como vos, soy más listo para la escritura y la música. -le hace saber el niño Weekes, su destreza era más mental que físico-
-Entonces le pediré instrumentos de música y nos hacemos una banda de rock ¿Si? -se le ocurre como idea para matar el aburrimiento-
-Se tocar el piano Alex, no la batería jajaja -se reía el niño Weekes-
-¿Enserio? ¿Porque nunca lo mencionaste? -pregunta el ojiazul, no sabía ese secreto-
Knox se pone de pie y jala de su brazo para dirigirse hacia el pasillo.
-es que... se suponía que iba a ser una sorpresa en el evento musical de nuestra escuela. -le confiesa el niño a su amigo- Al final nunca se definió quien era mejor... Si Leah o yo.
-¿Leah? ¿WTF? ¿Y que instrumento puede tocar la fea? -enarco una ceja, no se imaginaba el poder de su hermana- ¿El triángulito? ¿El xilófono? ¿La armónica?
Knox se echa a reír con su broma pero él sabía que su hermana era muy inteligente y astuta. Alexander con lo único que estaba de acuerdo era con salir de la biblioteca para divertirse... y tomar muchas fotos con su nuevo iPhone.
Al intentar salir sin querer chocó con alguien, y el ojiazul se sobo la cabeza. Al abrir los ojos se encontró con una niña morena de pelo oscuro y rizado tirada en el suelo por su culpa, por salir descuidado.
-Ups lo siento. Disculpa. -intento ayudarla, ya que la niña traía consigo algunos libros de cocina, los cuales quedaron desparramados sobre el suelo- ayudame Knox.
El niño cooperó juntando los libros y los apilo hacia un costado mientras Alex extendía su mano para ayudar a la niña a ponerse de pie.
-gracias... -dijo tímida la niña y se quedó en shock al ver la belleza y ojos del chico-
Alexander después de acomodar los libros en una mesa ratona se fue con Knox rumbo al jardín. Primero debía ubicar a la señorita Stefany para conseguir un balón.
La niña se quedó viendo cómo los niños se iban muy contentos, más que nada su mirada estaba puesta en el ojiazul. No lo conocía pero apenas lo vio sintió un flechazo de amor a primera vista.
......
En Las Vegas. Casa de la familia Borns.
Durante la misma mañana en el cual Alexander y Knox estaban a salvo en la mansión Lindemann, en el humilde hogar de los Borns se encontraban reunidos Michelle, Garrett, Ángeles y Dallon a primera para organizar la siguiente búsqueda por la ciudad. Aún no tenían ninguna información concreta y tenían una leve sospecha que los niños fueron conducidos hacía la casa de Spencer, quién era la persona más cercana al Ross.
Dallon tenía marcado en un mapa digital las diferentes zonas y hoteles donde pensaron que podrían estar los niños.
Ángeles estaba muy angustiada y Leah, quien estaba a su lado la abrazaba para contenerla.
-mi niño... hace dos que escaparon y no sabemos nada. Cada momento se pasa es muy angustiaste -suelta sus palabras Ángeles y se quiebra en lágrimas- ya no sé que más pensar...
Dallon al ver a su mujer llorar acudió rápidamente para abrazarla y secar sus lágrimas.
-Amor... no llores... Estamos juntos. Ya verás que encontraremos a nuestro hijo...
Ángeles apoyó su rostro sobre su hombro y sentía que las fuerzas se le iban. Leah evitó llorar también por la escena y corrió tras su madre para abrazarla...
-¿Y si Alex y Knox no vuelven más mamá? -dijo la niña perdiendo las esperanzas- los extraño...
Michelle abrazó fuerte a su niña mientras que Garrett estaba más enfocado en pensar con la cabeza fría.
-Cariño no digas eso. Encontraremos a tu hermano. Ya verás que si. -le da su pequeña esperanza-
Leah confío en las palabras de su madre y asintió con una mano en el corazón.
Dallon al no poder ver más a su mujer llorar angustiada, se levantó del lugar reuniendo todas las fuerzas posibles dentro suyo para afrontar severamente la situación.
-Cariño, iré a West Wendover. Donde vive Spencer. -espeta seriamente dando su intenciones a los demás- si alguien sabe dónde vive Ryan es él y los niños lo andan buscando. Iré para que me diga dónde está...
Michelle buscó la ubicación de dicho lugar y enarco una ceja.
-¿West Wendover? ¿Para que se fue a vivir a un pueblo? ¿Trabaja en jna petrolera o en la minería? -indaga la azabache porque no le cabía idea que podría hacer su viejo amigo allí-
-Fue a vivir allí por trabajo. -le responde Ángeles en voz baja y chequea mensajes, especialmente de Spencer- y escapando de Z Berg que lo vuelve loco.
Dallon también empezó a chequear mensajes y Spencer había dejado de contestarle hace un día, los últimos mensajes no los vio.
-Ire ya mismo. -el tomó las llaves de su auto y se acercó a su mujer para darle un beso de despedida mientras sostenía su mano- cuídate cariño, cualquier novedad me avisas ¿Si?
Ángeles no podía negarse a que Dallon fuera hasta allá, así como él tenía ese presentimiento, ella también lo tenía.
-Cuidate mí vida... -Angeles acaricio su mano hasta que él se fuera-
Garrett lo acompañó hasta afuera para chequear la ruta y si él necesitaría algo para su viaje, tenía entendido que estaban muy lejos.
Ángeles entro en shock y no pudo evitar sollozar, aunque Dallon era su sostén pero su hijo lo más apreciado que tenían. Michelle la abrazó fuerte, de madre a madre.
Leah escuchó el teléfono sonar pensando que alguien podría tener noticias, fue hasta el comedor para atender.
-Hablé...
La niña escuchó un suspiro y luego hablo una voz masculina, no lo reconocía...
-Hola. ¿Hablo con la casa de la familia Borns?
Leah trataba de asimilar de quién podría tratarse, pero no sabía quién podría ser y porque llamaba a su casa.
-Si. ¿A quien busca?
-Necesito hablar con tu madre, Michelle. Pásame con ella, por favor. -le suplicó la otra persona a través del teléfono-
Cuando Michelle vio que su hija estaba sería con el tubo del teléfono en la oreja enseguida acudió hacia ella... Leah no reaccionaba así que Michelle le arrebató el tubo para saber quién llamaba y si era importante...
Michelle enarco una ceja el ver en la pantalla digital del teléfono de línea con el número 00447700123456 y parecía que la característica era de un número internacional.
-¡Hola! ¿Quien habla? -espeto desesperada la ojiazul-
La otra persona se quedó sin habla al escuchar su voz, hacia bastante años que no lo hacía... le trajo en un instante muchos recuerdos.
-¡¿Hola?! -ella alzó su voz entrando en shock-
Así que esa persona no tuvo de otras que hablar y darse a conocer...
-Mich...
Con solo escuchar su nombre en un susurro, la azabache sentía que el mundo se le venía encima. Reconoció aquella voz y quedó impactada.
-Ryan... -ella no sabía que decirle, no estaba pensando con claridad-
Ángeles al escuchar las palabras de su amiga salió corriendo hacia ella.... Y Leah en todo momento expectante abrazando a su madre desde su cintura.
-Michelle... Alexander está conmigo y vino con otro niño. Están a salvo, así que no te preocupes.
Esas palabras simples la impactaron más y no pudo evitar llorar, no porque su hijo había logrado su objetivo a pesar de las contra, ahora podía respirar oxígeno al saber que estaba bien.
Como ella no podía responder Ángeles tomó el tubo del teléfono para hablar con Ryan acerca de los niños y coordinar su búsqueda.
Michelle cayó al suelo rendida llorando y aferrada a la mesa que tenía a su lado. Leah salió disparada como un cohete para avisar a su padre y tío Dallon para que no se fueran...
-¡PAPÁ! ¡PAPÁ! ¡Encontraron a Alex y Knox! -anuncio la pequeña con una gran sonrisa y felicidad-
Dallon se quedó en shock y salió de su vehículo yendo hacia la casa para confirmar la noticia. Garrett se quedó pasmado y fue igual tras el Weekes.
Se encontraron a las mujeres en el sillón y llorando por su niños, al fin, aliviadas de que ellos estaban bien y no corrían peligro alguno.
-Cariño encontraron a nuestro bebé -anuncia Ángeles y Dallon corre a abrazarla, él también se emociona y llora- por fin...
Michelle asiente pero no quería hablar al respecto, eso le parecía extraño a Borns por lo que decidió preguntar...
-¿Y en donde están? Así vamos por ellos lo más pronto posible.
Ángeles observa que su amiga no podía hablar, estaba consternada por la emoción y conmoción.
-Espera Garrett... Si, ellos están bien pero no va a poder ser posible tan fácilmente.
Dallon también quería saber a qué se refería...
-Ellos están en Londres.
Garrett no podía creerselo, imaginaba en donde pudiera estar y con quién. Pero no podía decirlo abiertamente.
-Estan con Ryan, en su hogar.
Nadie lo vio pero Borns apretó su puño, nunca pensó que Alexander pudiera llegar tan lejos.
-mañana nos organizaremos para planificar el viaje. Usaremos nuestros ahorros ¿No cariño?
Dallon asiente.
-Obviamente, no me importa los ahorros para la casa. Quiero ir a buscar a mí niño. -el le daba su aprobación-
Garrett no estaba listo para ver nuevamente al Ross y le refregue su victoria, por lo que pensaba no ir, así que asimiló que Michelle si iría pero sola, sin su hija así tendría un motivo para volver a su casa.
-Nosotros no tenemos muchos ahorros. Con suerte te puedo pagar el viaje y estadía allá por algunos días. -solto Garrett sorprendiendo a Michelle- Yo me quedaré con Leah.
-¿Qué? ¿No iremos a Londres papá? No es justo. -Leah observó que ambos padres estaban de acuerdo con la decisión-
-Cariño, no iré de vacaciones ni hacer ningún tour. Iré a buscar a tu hermano y lo traeré lo más pronto posible.
-Cuando ahorremos bien te llevaré a Orlando, a Disneyland. Siempre quisiste ir. -le cambio de propuesta a Leah para conformarla y se quedará con él en casa-
-Si, pero... -miraba la niña a su madre- siento que es injusto, Alex se va a los mejores lados y yo estaré aquí encerrada.
-Aun no sabemos quién le pagó los viajes a Alex y Knox. Dinero y ahorros no tenían. -sostuvo Ángeles pensando en los niños-
-Si, aunque los amigos de Alex lo hayan ayudado no tienen mucho dinero. No son adinerados. -comento Garrett y trataba de pensar como le hicieron para conseguir mucho dinero para viajar hasta allá-
Aunque su mirada estaba puesta en Michelle, quien estaba extraña. Tenía una ligera sospecha que ella habría mantenido una ligera conversación con el Ross por eso no hablaba al respecto y estaba callada abrazando a su niña.
....
Ryan había terminado de hablar con Ángeles y Michelle para darle la noticia de que los niños estaban bien. Sintio un gran alivio y suspiró. Hace muchos años no escuchaba las voces de las mujeres que fueron parte de su vida... sintio una gran felicidad y por lo que entendía los niños habían escapado de sus casa para buscarlo no podía retenerlos en su casa, debía darle aviso a sus padres de que ellos estaban bien.
Cómo ya no tenía citas agendadas para el resto del día observó que su niño estaba jugando y enséñandole a su amigo a jugar básquetball.
Así que decidió pasar el resto de la tarde en su compañía mientras esperaba a su hermano Ben que volviera de la oficina central.
-¡Papá! ¡Viniste! -se sorprende Alexander al verlo llegar- ¿Quieres jugar un poco? Knox es de madera.
Ryan no sabía si reírse o no de su broma y aunque él se la pasaba la mayoría del tiempo encerrado en su cuarto o en el despacho, no estaba en tal buena forma como su niño pensaba así que Alex le lanzó su balón a la altura de su pecho.
-Knox no está tan oxidado como yo... -sostuvo Ryan y vio como el niño se movía, era muy agil para quitarle el balón que estaba en su posesion-
-¡Cuidado señor Ryan! ¡Alex es un profesional en el básquetball! -le advierte Knox al castaño adulto-
Alex le dice que se calle para que no lo descubra su padre, quería sorprenderlo con su destreza en ese deporte.
Caminando hacia el jardín también se acercan Brendon y Benjamín para charlar con Ryan acerca de la reunión de hoy a la mañana. Cuando llegamos se sorprendieron que Ryan estaba jugando al básquet con su hijo y el otro niño. Se quedaron con la boca abierta viendo la destreza del adolescente que no se fueron cuenta que el balón iba justo hacia ellos, Benjamín alcanzó a agacharse a tiempo por lo que la pelota le pegó de lleno en la frente de Brendon y este cayendo desmayado por el golpe.
-¡Uy no! -dijeron al unísono Alex, Ryan y Knox cubriendo sus bocas-
Corrieron auxiliarlo y Knox le preguntó al otro adulto si estaba bien, Ben asintió en lo que vio que Elliot estaba merodeando por el jardín de la mansión...
Alexander y Ryan acudieron a atender al Urie que estaba sobre el suelo e inconsciente.
-¡Ay no! ¡Dejamos viuda a la señorita Paulina! -decia el ojiazul y trataba de tomar su cuerpo para sentarlo pero era muy pesado-
Ryan tomó su mano para saber si tenía pulso y se quedó tranquilo que no había muerto.
-Oye Bren, levántate. No nos asustes así. Sé que no estás muerto ni inconsciente. -le advirtió Ryan y sonrió porque justamente a él no podría mentirle cuando su ex pareja fue enfermera y le había enseñado lo esencial en el ejército-
Brendon despertó e hizo un puchero, se cruzó de brazos.
-iba a fingir mí muerte así me líbraba del jefe y Pau -puso sus ojos en blanco y el niño se quedó más tranquilo-
Alexander suspiró y no tuvo mejor idea que hacer que darle unos toque a su frente, para saber que tan resistente era. Puso su oído en ella.
-Si, está hueco, con razón.
Todos los presentes rieron a excepción de Brendon. Benjamín acudió a ir tras su hijo para estar cerca de él y saber cómo se sentía.
-Papá ¿Cómo sabía que el señor Brendon no estaba muerto?
Ryan se rascaba la nuca porque no quería revelar ese secreto, le traía malos recuerdos.
-Es que tu papi fue soldado, estuvo en el medio oriente luchando en la guerra de Irak.
Alexander casi se le bajó la presión de la emoción.
-¡¿QUÉEE?! ¿Enserio? ¿Fuiste soldado? ¿Fuiste a la guerra a luchar contra los malos?
Ante tantas preguntas repentinas que bloquearon al Ross, este solo asiente. A Alexander le fascinó saber eso y sus ojos brillaban como dos estrellas.
-¡WOOOW! Es mí sueño ir al ejército. -no sabía cómo contener tanta emoción y lo abrazó- ya sabía que Garrett no era mí padre, no tenemos nada en común...
-Si, pero no es la gran cosa Alex ser soldado. Perdes más de lo que ganas. -le dijo Ryan haciendo dar de referencia que él perdió mucho al decidir ese camino- Yo pude ir pero a cambio perdí a tu madre y a ti.
Alexander ya se le había ido toda la emoción y pudo entender su punto de vista. Lo vio triste pero igualmente se aferró a él a su cintura, cerro sus ojos y Ryan acaricio su cabello. El ojiazul pensó que no quería pasar por lo mismo y en su futuro no quería hacer sufrir ni abandonar a su novia.
-Entiendo. ¿Y puedo ir a la universidad a estudiar lo que tú has estudiado? -le pregunta a su padre y este sonríe porque seguramente le pedía su recomendación-
-Por supuesto.
-¡Que bueno! ¡De adulto quiero ser un chico millonario como vos papá y tener una gran casa así como está! -menciono el adolescente muy emocionado-
Ryan no le dijo nada porque esa sería su decisión, no le recomiendaria su opinión, dejaría que el niño haga lo que sienta y le parezca. Sabía que ambos caminos no eran adecuados, podría tener mucho y dinero y lujos pero no tenía a su familia y no era feliz. Y cuando fue al ejército tampoco.
-Continuará-
Nuevo Capítulo, espero que les haya gustado. (Parece una maratón de verano, así que hay que aprovechar) 😃
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