"La Oficina"

Narra Ryan:

-¿Aceptas a esta mujer como tu legítima esposa?

Ella tenía un velo, detrás de él podía ver sus hermosos ojos tan brillantes como la luna, tan azules como el cielo.

-Si, aceptó. Prometo amarte por el resto de mí vida. -jure tomando sus manos-

No podía creerlo, estaba esposando a la chica que amo desde la secundaria, la Madre de mí único hijo, el amor de mí vida. Trague grueso, ella aceptó también y colocó el anillo en mí dedo menular, yo hice lo mismo. Su piel era suave y aún no se daba idea de lo tan importante que era este día para mí. Ahora lo tenía todo... trabajo, estabilidad financiera, mí hijo y a ella... por fin.

Observé a los invitados, mí madre lloraba, sus padres orgullosos, mis hermanos también. Mí hijo Alex en primera fila muy emocionado junto a su hermana y ahora de aquí en más, nuestra niña.

-...Puedes besar a la novia. -pronuncio el pastor que nos bendecía la ceremonia-

Asentimos a la vez, tomados de la manos y ahora viendo nuestros hijos frente a Dios. Levanté cuidadosamente el velo para admirar su belleza una vez más, como si no se diera cuenta que siempre la observo, cada detalle. Y sellamos nuestro amor con un profundo beso. Todos nos felicitaban y tomaban fotos.

Aferrados de las manos salimos por el pasillo hacia la salida de la iglesia y nos esperaban afuera más amigos, conocidos y familiares para tirarnos arroz encima.

-¿Ryan? ¿Estás despierto?

Escuchó una voz, me desperté como podía y al darme vuelta en la cama no estaba ella a mí lado. Había sido un sueño, antes parecía ser una tortura porque podía jurar que todas las noches podía soñarla pero ahora... ahora ella estaba aquí. En mí casa... odiandome pero está aquí. Debo hacer un gran esfuerzo para poder conciliar la relación que teníamos antes.

-¿Michelle? ¿Que ocurrió? -observe la hora y eran las 8 AM-

-Te traje el desayuno. -menciono del otro lado de la puerta- ¿Puedo pasar?

-Aun no me levanto. -le digo un poco avergonzado-

Ella pasa igual con sumo cuidado. No sé porque lo hacía pero no quería que lo hiciera, que me sea de sirvienta mientras estaba aquí. Amablemente entro en mí habitación con una leve sonrisa.

-Buen día. Te preparé café y croissant. -ella trato de hacer el menor contacto posible conmigo-

Estaba por irse y dejar el desayuno en una mesita...

-Gracias Michelle. -la observó y estaba muy bonita aunque no se haya maquillado- aunque sabes, no era necesario...

Ella me pone atención y la veo fruncir su ceño.

-Ben me dijo lo mismo. -menciona a mí hermano- ¿les molesta que haga cosas aquí?

Negué. No era lo que quise decir.

-Puedes relajarte si quieres. Por mí no hay problema. Si quieres algo me dices... -le digo para que confíe en mí, que cualquier cosa que me pidiera se lo concederia-

Ella se puso pensativa y luego sonrió de medio lado, seguro buscaba pedirme algo imposible.

-Bueno, si estás muy complaciente hoy... -la veo sonreir, no se que planeaba- quiero un carro negro descapotado jaja

Fruncí mí ceño pensé que sería una broma suya, también me reí pero recordé que ese era su sueño...

-¿Enserio?

La veo reírse y se sienta en mí cama, con mucha confianza. No me trataba como el resto, con mucho respeto y distancia. Aún parecía que yo era el mismo Ryan de antes...

-Te estaba bromeando tonto jaja -menciono y se echa a reir- ¿Que? ¿Me lo ibas a comprar?

Asentí. Lo tomaré en cuenta.

-¿Y porqué lo harías? ¿Sabes que no somos nada o te sobra el dinero? -me dice mirandome, me descubro de mí cama y me siento, me trae el desayuno y lo deja cerca mio-

-No es por eso. -le hago saber, no era por el dinero, en verdad me valía- no se trata de dinero... -negue ladeando la cabeza, no quería ser muy absurdo, tal vez no lo entendería-

-El señor soberbio tiene mucho mucho dinero -exagero sarcástica-

Diga cómo me diga no me afectaba. Total el dinero que tuviera en mí cuenta bancaria no compraría su amor ni tampoco me devolvería la vida de mí padre.

Recordé el sueño que tuve hace unos momentos y no podía decirle lo feliz que me sentía porque se hiciera realidad.

-Oye Michelle. ¿Pensaste alguna vez en casarte?

Ella enarco una ceja, le estaba cambiando de tema repentinamente y parecía un loco seguramente preguntando idioteces a primera hora de la mañana.

Ella sonríe de medio lado y posa su dedo índice en mí frente.

-no me digas Michelle. No seas tan formal conmigo RYRO. -espete sería mirandome fijo, luego se pone de pie y se queda pensativa- mmm... con respecto a tu pregunta... Si Soñé alguna vez con casarme, pero aún no se dio la oportunidad con un buen hombre. Garrett no quiso hacerlo en su momento, solo somos pareja de hecho pero no es nada formal.

Me quedaba tranquilo sabiendo que al menos ese idiota no la esposo. Pero también menciono de "buen hombre" y como no me tenía como tal, mis esperanzas estaban por el suelo.

-Y vos tampoco te casaste... -menciona en voz baja- ¿Porque?

-¿Habría un porque? -me encogí de hombros, no sabía que decirle- solo me enfoque en mí carrera profesional, no tuve tiempo a nada.

-Si, eso te puedo creer. Ni tiempo para ir a ver a tu hijo. -escucho decirle cosa que estaba equivocada-

Estaba por decir algo hasta que justamente alguien viene a mí habitación y golpea la puerta.

-¡PAPÁ! ¿Vamos a la oficina?

Michelle se asusta, como si hubiera visto un fantasma.

-Es Alex... que no me vea aquí... -musita leve y busca en donde esconderse-

Abro la gran colcha de mí cama y le hago señas para que se meta en la cama. Ella me hace caso y se arropa para que nuestro hijo no nos descubra.

Alexander entra muy emocionado a mí habitación y ya estaba cambiado y con una croissant en la boca. Ayer lo había llevado un rato a la oficina y parece que se había divertido, bueno a excepción mía que me estresaban con tanta gente encima mío dándome expedientes y esas cosas.

-¿Vamos?

Le señaló la taza de café y las croissant que aún no empezaba a comer. Sonrió de medio lado porque es la primera vez que lo veo así.

-Ahora cuando termine mí desayuno y me duche. ¿Me esperas?

-Si, igualmente no tengo nada que hacer. -menciona mí niño y observa mí habitación- es muy grande tu cuarto, para ti sólo... y no tienes muchas cosas.

-es mí refugio de descanso. -le digo, como la casa era enorme tenía una habitación para cada cosa- la habitación la uso para dormir solamente.

-¿Y Dottie dónde duerme? -inquiere saber porque seguramente la buscaba y no quería decirle que la perrita se encariño mucho con Dina, ella la alimentaba y cuidaba-

-Aqui no está. Duerme dónde quiere -le digo para que no se preocupe que ella estaba en buenas manos- como estoy casi todo el día trabajando en el despacho la cuidan por mí.

-Aaaaah voy a buscarla para jugar un rato en el patio -me dice muy contento, luego de arreglarse con su novia estaba de buen humor- cuando estés listo vamos papá...

Asentí. Él sale de la habitación y cierra la puerta nuevamente. Michelle que estaba escondida sale de mí cama...

-¿Cómo que Dottie está aquí? ¿Porque no me lo dijiste? -empieza a preguntarme, pensé que sería lo obvió si para eso fue a dejarla en la casa de mí madre-

-¿Porque te asombras? Si la dejaste en casa de mí madre ¿A dónde la voy a dejar? -le digo neutro pero ella se puso pensativa y se sentó nuevamente-

-Es que... yo le dije a Alex que lo tenía su tío... porque no la podíamos tener en casa -menciono y la veo lagrimear un poco- mí niño lloraba por su perrita... con razón me ve como una mala madre, ahora pensará que le tiré su perra de mala onda culpa tuya.

-Pero Alex no se enojó contigo. -le digo porque aunque lo haya echo Alex era un buen niño y perdono a su madre si estuvo equivocad- ¿Porque es mí culpa que me hayas devuelto a Dottie?

-Por hacerme enojar con tu pinche zorra.

Puse los ojos en blanco, ahí iba otra vez con lo mismo. Me levanté para buscar mí ropa, ya se me había ido el hambre y Alex me esperaba.

-¿Que haces?

Estaba en mí habitación y pensé que estábamos en confíanza. Estaba por quitar mí pijama para meterme a la ducha.

-espera nomás... Ni te atrevas pervertido -se pone un poco nerviosa al ver que intentaba hacer algo-

Ella observa que estaba a punto de desvestirme pero se inca rápido para irse de la habitación.

-¡Soy una dama! ¿Lo sabes? -me dice alterada pero no enojada sino más bien avergonzada y se marcha-

Me río de medio lado, podía jurar ver un poco de sonrojo en sus mejillas.

-Estas en mi habitación... -queria agregar mí reina pero se había ido dejándome hablando sólo-

Me metí a la ducha para despejar mí mente y relajar mí cuerpo. Hoy sería un largo día de trabajo. Tenía una junta importante con mí medio hermano Chuck al mediodía en la oficina.

Cuando salí me vestí formalmente con camisa y un traje oscuro, zapatos negros, me peine mí cabello semi largo y todavía húmedo hacia atrás.

Salí de mí habitación con mí maleta, aquí llevaba mí herramienta de trabajo más importante: mí laptop.

Me detuve en el comedor principal al escuchar que platicaban entre risas.

Al llegar me encuentro con Dallon, Ángeles, Knox, Michelle y mí hermano Benjamín.

-Buenos días -saludan todos menos Michelle porque obviamente ya había aparecido por mí habitación temprano-

-Buenas. -me siento al lado de mí hermano que estaba leyendo su periódico- ¿También te invitaron a la reunión en la empresa?

Benjamin asiente.

-Si. Estoy un poco ansioso.

Michelle se arrima a mí hermano y amistosamente le toca su brazo para llamar su atención...

-¿Se van a la oficina hoy?

-Si, tenemos una reunión importante. No podemos faltar. -le contesta Ben con una sonrisa-

Ella estaba por hacer sus pucheros, seguro planeaba colarse para ir con nosotros... sólo debía pedirlo.

De repente viene Alexander corriendo jugando con Dottie, quien lo perseguía y Knox se puso de pie para abrazar a la perrita.

-¡WOOOW! ¡Que mona! ¡Mami mira! -el niño la acariciaba y Alex se quedó igual acariciándola-

-Es mí perrita Knox -le menciona- me la regaló papá cuando era niño...

-es muuuy bonita. -luego se le acercó a su padre- Papi quiero una perrita así por fis.

Veo a Ángeles suspirar, Dallon le sonríe porque seguramente él tendría que darle su aprobación.

-cariño no nos dejan tener mascotas como perros o gatos en el departamento. -le dice su madre, como ellos vivían en un departamento tienen reglas de convivencia con los demás vecinos- cuando compremos la casa si podrás tener todas las mascotas que quieras...

-¿Y cuando va a ser eso? -le pregunta el niño con ojitos de borregos- AAAAAH -se asusta el niño- ¿Quien cuida a Zero y Nemo? Deben estar muertos si no le cambiaba su agua a diario... ¡ALEX!

Knox abraza a mí hijo y se aferra a su playera y a este lo veo encogerse de hombros.

-Pense que no les pasaría nada, no los podíamos traer... se iban a quedar pescados fritos y Matt se lo iba a comer.

-¿Matt? ¿Que Matt? -escucha Michelle que le resonó su nombre, la veo fruncir su ceño- así que, esos malditos mocosos te ayudaron Eh

Alexander volteó a verla al igual que el resto, Ángeles se paró para sostener su brazo antes que hiciera algo...

-¿Así que ellos te ayudaron? -se levanta y se pone frente a Alex, Knox se queda detrás de él-

-¿Y como crees que llegaría hasta aquí? -le contesta mí niño, no se para que lo hace si cuando Michelle está enojada y le contesta es peor-

-Tranquila Mich, Spencer trajo a los niños. -le dice Ángeles sujetando su brazo-

-¡Los voy a matar! -menciono Michelle, me hago presente y me paro frente a los niños para protegerlos-

-Ya está Mich, ellos están bien. -le digo para tranquilizarla-

Ella se frustra y niega.

-¡No! ¡No está bien! -suelta de repente, no sabía que le sucedía, hasta hace un momento estaba bien- No sabes las horas inalcanzables, la impotencia, el cansancio, estrés, nervios, tristeza por la cual pasé por su berrinche de venirte a ver hasta aquí... casi me muero pensando que algo malo le podría haber ocurrido... y ¿si escapaban y no volvían más? Angy ponte en mi lugar.

Ángeles tampoco estaba bien, se que fue una acción peligrosa para dos niños pero gracias a Dios no les ocurrió nada malo.

-Encima los caraduras cuando los encontré me vieron la cara de mensa al mentirme. -siguio ella y parecía que no se le iba el enojo-

-¿Te cruzaste a Matt, Nick y...? -Alex estaba que casi se muere del infarto, estaba más pálido que yo-

Benjamín que escuchaba todo serenamente se levantó y puso su mano sobre el hombro de Mich.

-Tranquila. Gracias a Dios están aquí, sanos y salvo. No pensemos lo peor.

Ella mira cabizbaja y sin mediar palabras lo abraza para contenerse en su pecho. Yo no quise mirar, me voltee y abrace a Alex para darle tranquilidad que nadie le haría daño.

-papá... gracias. -murmura mí niño y sonríe-

El niño Knox va con su madre y la abraza igual.... Ángeles era muy diferente a Michelle, no tenía esos arranques de enojo, parecía más pacífica.

-no te preocupes por tus peces, están bien cuidados cariño...

Al niño le volvieron a brillar los ojos y limpia sus lágrimas, seguramente estaba muy triste por pensar que algo malo le había sucedido a sus mascotas.

-Leah los está cuidando. -dice Angy en voz baja-

-¿Leah? ¿Que sabe ella de cuidar pesces? -voltea Alexander, cuando se trata de darle importancia a otras personas enseguida voltea-

-Yo le enseñe todo el cuidado. Se que están en buenas manos. -contesto ahora Dallon con mucha seguridad- como dijiste: no puedes traer pesces con uno mismo.

Knox limpia sus ojos y pone una sonrisa.

-Estare eternamente agradecido con ella. -dice avergonzado el niño-

-¿Qué? ¿Te vas a casar con ella? -se le burla Alex y hace que el niño se ponga inquieto-

-¿Qué? ¡NO! -expresa Ángeles y lo protege con sus brazos- aún es mí bebé...

Todos rieron y volví a enfocarme en Alexander...

-¿Vamos a la oficina? -le pregunto, ya que estaba tan insistente a la mañana-

Él asiente con una sonrisa, se me adelanta antes de que Michelle se dé cuenta. Al caminar algunos metros aún la veo estar cerca de Benjamín platicando en voz baja, no se que tanto hablaban... seguramente tenía inquietudes...

Pero no le quise dar más vuelta al asunto y nos fuimos.

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Fuimos en mí coche, Alexander iba en el asiento de copiloto y observando el paisaje.

-Papá ¿No tienes chófer que te traslade? -indaga mí niño un poco curioso-

Sonríe, no lo necesitaba.

-Estoy bien así. Mientras pueda conducir. -era uno de mis pocos placeres que podía disfrutar-

-A mí me gustaría tener un auto y poder salir con Nicky a todos lados a pasear. -decia mí niño con una sonrisa, lo veía muy ilusionado y esperanzado en su relación-

-Aun eres joven, tienen todo el tiempo del mundo. -le hago saber y apenas era un niño inocente, ojalá se quedará así siempre pero lamentablemente en unos años sería un adulto- ¿A futuro piensas quedarte aquí o quedarte en USA?

Me intrigaba saber que pensaba al respecto sobre su futuro. Él se puso pensativo...

-Yo jamás imaginé que vivieras tan lejos... ojalá hubiera una manera de poder estar en ambos lados a la vez. -decia Alex y se puso un poco triste- me siento raro al respecto a eso... quisiera quedarme aquí contigo y también quisiera estar allá con mí familia, mí novia y mis amigos...

-Aun eres menor de edad, tienes tiempo de pensar. -le digo en pocas palabras para no presionarlo, quería saber su postura- pero no me molestaría para nada la decisión que tomes, estaremos en contacto igualmente.

-Si pudiera trasladar todo mí mundo aquí lo haría a gusto -sonrie de medio lado- pero mamá va a querer volver...

-¿Y si tu mamá se queda? -le hago una suposición, él me mira un poco extrañado- ¿Te quedas también?

-Bueno, ella tiene la última palabra. -dice pensando un poco las cosas- no creo que quiera quedarse... tiene que volver por papá y Leah.

Si él supiera... pero es un niño. No le diría nada.

-Supongamos... -le hago otra suposición, ya estábamos cerca de la empresa- Si yo volviera con tu madre ¿eso te enojaría?

Se quedó mirándome, obvio que era todo una suposición, porque aún no teníamos nada con su madre. Lo veo encogerse de hombros.

-Ehm no se... creo que no. -se rasca su cabello- igual dudo que ustedes vuelvan a cómo estaban antes... no creo que te perdone a la ligera.

-Lo intentaré. -le hago saber y no era una suposición, sino una afirmación- gracias.

Alexander sonríe de medio lado, no dudaba que él se negará a que estuviera con su madre. Ver a sus padres juntos sería un sueño como de niño.

Llegamos a la empresa y Alexander estaba tan bien vestido homo yo. Quería ser halagado como ayer cuando se los presente a los colegas.

-¡Papá! -llama mí atencion, estacionó el coche con cuidado mientras me habla- Cuando sea mayor de edad ¿Podré trabajar aquí también?

-¿No ibas a ser básquetbolista profesional?

-Si, pero quiero trabajar aquí también. Algo de medio tiempo. -menciona muy entusiasmado- no se... te limpió los zapatos, te sirvo café, te agendó las citas con clientes, te hago de chofer... lo que sea

No sabía si reírme, como si le haría falta a mí niño. Negué, no quisiera que se rebaje así.

-No, está bien. Preocúpate por estudiar y entrenar a diario. -pongo mí mano sobre su cabello- Yo me tuve que esforzar demasiado para llegar a dónde estoy.

Al bajar del coche fuimos caminando hacia el edificio, me reporte en la recepción y me saludaron todos cordialmente.

-buenos días señor Ross.

Era lo que habitualmente escuchaba por los pasillos, desde que entraba hasta que llegaba a mí oficina en el último piso.

Todas las mujeres nos observaban y suspiraban, veían muy elegante a mí niño...

-Es el hijo de Ross. Es muy bonito y tiene ojos azules -decian las mujeres opinando de Alex-

-Elliot también. Lástima que no viene a las oficinas. -se comentaba también-

Ignoré cualquier halago que estuviera demás y nos dirigimos al ascensor para ir directamente a mí oficina por un poco de paz, pero a Alex parecía que le encantaba la atención de mujeres y hombres, cualquier halago todo para subir su autoestima.

-¡Papá todos me quieren aquí!

Sonrió amable...

-¿Y como no? Eres mí hijo. -yo también estaba muy orgulloso de él-

Alexander aprovechaba el espejo del ascensor para tomarse fotos con su móvil, seguramente lo subiría a redes. Él nunca estuvo enterado que lo seguía en las redes, solo le ponía likes a sus publicaciones.

-¿No tienes mí Instagram? -me pregunta- ¿Snapchat? ¿Twitter? ¿Messenger? ¿Facebook? ¿Telegram?

Me reía, apenas tenía redes, no tenía mucho tiempo.

-Solo Twitter e instagram.

Me pasa su móvil para que le escriba mí usuario y no hizo falta porque me busque en su lista de seguidores.

-¿Desde cuándo me sigues?

-desde hace mucho. -sonrio un poco, desde que se creo sus cuentas creo-

-AAAAAH que idiota. Y siempre me diste likes y nunca me di cuenta que eras mí padre -se sentía un poco tonto por no darse cuenta que nos teníamos en las redes-

-igualmente no podia decirte nada, lo siento -lo abrazo nuevamente porque esa promesa se la hice a Michelle que jamás se lo diría yo, esperaba que lo haga ella-

-no te preocupes papá -no parecía enojado sino más bien feliz por estar conmigo-

Al llegar al último piso el primero en aparecerse de repente fue Chuck con su sonrisa arrogante típica en él.

-Aqui tienes jefe. -me entrega orgulloso una pila de carpetas que debía firmar-

-¿Ya los revisaste? -le preguntó, para saber si tenía noción de lo que estaba por firmar-

-Si, por supuesto. -decia Chuck con arrogancia, cuando caminamos Alex se quedó cerca mío- ¿Ahora traes a tu hijo para impresionar a las mujeres?

Negué. Lo hacía porque quería y porque Alex quería acompañarme.

-Yo decidir venir, él no me obligó -escuche decirle a mí hijo, y eso me gustaba de él, que no le temia por ser Chuck o alguien importante en la empresa-

-Si, pero esto no es una guardería de niños.

-Que bueno que nadie pidió tu opinión -escuche decir de Alex con arrogancia, quería reírme pero Chuck me echaría el mal de ojos-

Me adelanté a ellos para llegar a mí oficina y encerrarme allí, quería relajarme. Bueno, no podría tanta que ahora tenía harta pila de carpetas que leer.

Cuando llegamos Alex se recostó en el sofa y se acomodo patas arriba en él con su móvil en mano texteando algo. No le dije nada puesto que estábamos en confíanza.

Chuck vino después por más carpetas y le echo el mal visto a mí niño.

-¿Estás cómodo niño? ¿Quieres algo más? -lo veo enarcar una ceja-

-Si, me traes un milkshake helado please -le dice con una sonrisa de medio lado-

Alexander se acomodó y se sentó normalmente.

-¿Te piensas que soy tu sirvienta niño? -se para de frente a mí y veo poner sus brazos a sus costados, seguramente indignado-

-Pues, tú preguntaste. -se encogió de hombros- Quiero un milkshake ahora.

Yo levanto la mano y agrego...

-Dos, por favor

Chuck tira las carpetas sobre mí escritorio y chasquea sus dientes.

Negué, aún debía lidiar con él.

-¿Ese Chuck es tu hermano papá? -indaga mí hijo un poco curioso, asentí aunque no quería admitirlo- para ser familia es muy desagradable, no se parece en nada al tío Ben.

-¿Verdad? Pienso lo mismo. -me río por lo bajo, mientras él inspecciona mí oficina que era bastante grande, al mediodía tenía reunión gerencial y todos debían estar presentes, entre ellos Chuck y Benjamín-

Empiezo a leer tranquilo todo lo que tenía sobre el escritorio y a firmar lo que me pedían de las subgerencias.

Antes de la junta llega Chuck y se sienta a esperar al resto, no me habla o intenta sacar conversación alguna. Alex estaba a un costado sin intervenir en mí trabajo, solo lo veía de reojo divertirse con su móvil juntando a un juego, por como novia su móvil de un lado a otro.

-Buenas... -llega Benjamín por fin para acabar con este silencio incómodo-

Pero me quedé sin habla cuando lo vi llegar en compañía de Michelle... Chuck hasta volteó a verla y no le quitaba la vista, parecía que le escaneo el cuerpo de arriba abajo con su mirada.

-Ulala ¿Quien es la damita sexy hermano? ¿Tu novia? -se impresiona y hasta lo veo alzar su ceja con una sonrisa ladina-

-Una amiga -corrijio ella misma siendo amable y fue directamente a Alex porque lo vio mal sentado sobre el sillón- ¿Que haces así Alex? Siéntate bien que no estamos en casa, es una oficina donde viene gente importante.

Alexander pone sus ojos en blanco y hace una jeta... no le gustaba que lo corrigieran.

-Y nada de jetas -estaba por preparar su mano para cachetearlo pero mí hijo rápido hizo caso y se sentó correctamente, luego ella me echo el mal visto- ¿no te da vergüenza que se comporte así tu hijo?

Chuck parecía disfrutar esto, le faltaba las palomitas nomás. Me encogí de hombros, que le diría a ella...

-es un niño.

-No, es mí niño y hay que corregirlo si hace algo mal. No puede dar el mal ejemplo. -se molesta conmigo por no regañarlo-

Michelle suspira, seguramente nerviosa y se sienta al lado de Alex.

-Disculpa la intromisión ¿Usted es la madre del niño? -se entromete Chuck viéndola directamente a los ojos y sonríe ladino-

Ella asiente y busca algo en su cartera.

-Pues nunca imagine que tuviera una madre tan hermosa. -le tira un halago, no se porque me molestaba que coquetaran con ella de esa manera frente a mis narices y observé a Ben pero él estaba tranquilo-

-¡Oye! -Alex se pone de pie pero ella se ataja y le hace una seña para que se calme-

-Gracias -le contesta amable, tenía que tranquilizarme- ¿Y tú eres...?

-Es mí hermano menor Chuck. -menciona Benjamín que estaba a mí lado-

Yo me siento avergonzado un poco por la situación, no quería negar que ahora el centro de las miradas de los hombres era Michelle.

-AAAAh entonces... -se quedó pensando Chuck y voltea a verme- no lo puedo creer -dice sorprendido- ¿este fue tu marido...?

Casi nos atragantamos los dos a la vez, Michelle y yo.

-¡¿QUÉ?! ¡NO! -menciona ella al borde de un ataque de nervios- solo fuimos novios en secundaria y ya. No somos nada.

No sé porque pero dolió. Vi a Chuck poner demasiada atención y hasta parecía que tenía una sonrisa de oreja a oreja...

-¿Enserio? -dice sorprendido y la observa demasiado para mí mal gusto- jaja lo único bueno que te salió fue la bendi ¿Y te pasa la manutención?

-¿Que bendi? -contesto indignado Alexander, lo estaban despreciando- ¡Mí nombre es Alex!

-Es lo único que pudo darme en años... el resto es meeeh -hace un gesto de desagrado, Chuck se reía a carcajadas y no soportaba que se burlaran de mí, no tenían cordura ni respeto-

Mire mí reloj y enseguida llegaría Till con otros colegas para empezar la reunión gerencial.

-Bueno Michelle, puedes dar una vuelta enseguida tendremos una junta directiva. -espeto seriamente cambiando de tema para que no sigan hablando de lo nuestro, más porque el metiche de Chuck lo usaría en mí contra para desprestigiarme en la empresa-

Ella se pone de pie, indignada seguramente.

-¿Tiene algo de malo que me quedé? Yo se trabajar, es más ayudo a Harry, mí cuñado en su oficina.

Negué, aunque fuera así no podía participar.

-Tu no perteneces a la empresa, es todo confidencial. -le hago saber, no era por nada personal-

-No bueno... -ella pensaba en otra manera para poder justificarse pero no lo había, yo mandaba aquí-

Pero rápido se metió Chuck s defenderla, Benjamon no lo haría porque piensa igual que yo.

-Deja que se quede la muchacha... si quieres puedes quedarte en la cafetería cuando terminemos acá salimos a almorzar algo ¿Que te parece? -le propone como idea, ahora usa cualquier pretexto para ligarla-

Ella frunce su ceño y empieza a buscar sus cosas entre la cartera y jalar a mí hijo del brazo...

-No, si al señor le molesta que me quede nos vamos.

Alexander abrió sus ojos muy sorprendido, hasta él sabía que era por cuestión de trabajo. No tenía nada en su contra.

-¿Qué? ¿No escuchaste mamá? -se ataja Alex para quitar su agarre-

Ella se inclina y frunce su ceño...

-Si, perfectamente. Que no nos quieren acá. Vamos.

Estaba por decir algo pero justamente veo a mí hermano ofrecer una llave...

-Toma -veo a Ben ofrecer su llave de su auto para darle a Michelle- puedes usar mí vehículo y salir a pasear los dos un rato, en dos horas estimo que ya terminaremos la reunión.

Ella parecía conforme con su decisión, hasta le entendió el punto. Vi que le hizo un puchero con sus labios y luego sonrió...

-Gracias Benjamín, tú si eres amable. No como otros. -me mira mal de reojo-

Pongo los ojos en blanco, a veces cuando estoy de mal humor digo cosas que no debería o las mal interpretan.

Ella le acepta las llaves y le da un beso en su mejilla para despedirlo. No pude evitar sentir algo sobre aquello, así que lo ignoré. Me negaba mentalmente que podría haber algo entre ellos pero conocía a Benjamín, aún estimaba a su esposa difunta.

-Si sabía le prestaba el mío, es mejor y más rápido. -decia con envidia Chuck-

Y este lo mira a su hermano. Benjamin parecía tranquilo, tenía una sonrisa y estaba concentrado en lo que sería la próxima reunión.

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Al terminar la reunión los directivos se despidieron de mí, Chuck se fue temprano luego de presentar su proyecto y yo me quedé a solas con Benjamín. Él estaba callado pero a su vez pensativo, no era normal en él su silencio.

-Ryan quiero hablarte de algo seriamente.

Levantó mí vista y la fijo en él, mientras deje de lado mí laptop para prestarle toda la atención posible... ahora tenía toda mí atencion.

-¿Aún tienen algo... -pense que me hablaría de trabajo- Michelle y vos?

Su pregunta repentina me dejó helado, no se a que iba.

-¿Todavía te gusta? -insiste en saber mis sentimientos y obviamente por más familiar que sea no se lo revelaría-

Negué todo. No porque no lo sintiera, en verdad no teníamos nada que nos una, solo Alex.

-Lo nuestro murió hace años -le digo sinceramente y no se a que iba pero era la verdad- creele cuando dice que fui un cobarde por no luchar por nuestra relación.

Él se queda un poco pensativo y luego me observa...

-Entonces ¿no hay problema si la invitó a salir?

¿Que? Ahora entendía menos a qué iba, o más bien, quería negar que otro hombre se fije en ella.

-¿Salir? ¿Pues no salieron? -enarque una ceja, estaba casi a punto de quedarme en shock y sin habla-

Él negaba con una sonrisa.

-Ella me gusta -fue directamente al grano- creo que me estoy empezando a enamorar. Y quería invitarla a salir en plan de cita ya que ella misma me dijo que no tenía nada con su pareja en los Estados Unidos.

No sabía que decirle, por supuesto como familia debía apoyar su Felicidad pero ella también era mí felicidad, quería enfadarme por dentro pero no podía, era Benjamin y él paso por cosas horribles, merecía ser feliz...

-¿Y que pasó con el cariño que le tenías a tu esposa Amanda? ¿Ya superaste el duelo? -me atrevi a preguntarle, sé que era un tema incomodo hablar de su esposa pero quería saber que pasaba por su cabeza-

Benjamin saca su foto la cual tenía guardada en su billetera y cierra sus ojos.

-Yo creo que estoy listo para empezar una nueva relación. Jamás olvidaré a Amanda pero tampoco puedo estar toda mí vida de Luto, ella lo entendería perfectamente. -contesta Benjamin serenamente- por eso mismo, quería saber si me doy una oportunidad en el amor para estar con Michelle, si te enojarías...

-Por mí no hay problema, no necesitas mí aprobación, ella es una mujer libre. -menciono de la manera más razonable y aunque me partiera el alma- lo único que nos une es nuestro niño...

-Obviamente, Alexander es tu hijo, jamás te lo quitaría. Lo tengo muy presente y además él te adora. -me dice con una sonrisa, y si, ahora podía verlo un poco más contento, tal vez Mich llegó justo a su vida para cambiarla-

-Entiendo. -no supe que más decir, que yo era un idiota por no luchar nunca por lo nuestro, dudaba que ella me dé otra oportunidad-

-Gracias Ryan por todo. -él se pone de pie para abrazarme y me da una palmada- te quiero.

Asentí y cuando nos separamos él tomó su maleta, Laptop y se fue dejándome sólo. Me sentí frustrante porque tampoco tuve el valor de decirle que no podía estar con ella, porque yo también la quiero y necesito a mí lado.

Me quedé abatido en la mesa y no tenía ánimos de nada, una lágrima salió de mis ojos. Este sentimiento no era lo mismo que cuando ella estaba con Borns... aquí era distinto.

-¡PAPÁ volvimos! -anuncia Alex entrando de repente a la oficina y luego se queda impresionado por lo ordenado que estaba-

Respiré hondo y tenía que sacar mí mejor cara para afrontar las cosas. No podía estar toda mí vida hundido en la tristeza y soledad. Obviamente que estaba dando está lucha por pérdida y aún no me tiré al lance. Sabía que podía perder, no cabia dudas pero al menos debía intentarlo.

-¿Y tu mamá? -le pregunte porque no la veía por detrás suyo-

-esta almorzando con Chuck y Benjamín en el comedor. Te traje esto por si tenías hambre... -Alexander amablemente me trae una caja de pizza para compartir conmigo-

-Solo un poco. -él se sentó al frente mío, abrió la caja de pizzas que era napolitana y yo igual, me serví una porción- humm tenía hambre. Gracias.

-mamá me dijo que te gustaban de estás -dijo Alex restándole importancia- a mí me gustan todas...

Sonreí de medio lado, yo pensaba lo mismo que él pero tenía algunas pizzas con mis top más alto en la lista.

-¿Y a dónde fueron?

-A una librería. -puso la famosa jeta que Michelle le recalcaba que no hiciera- Buscaba un libro para Leah.

-¿Que libro? -indago, no sabía mucho del tema pero tenía expertos en casa sobre el tema-

-No se... "El caballero y las mil noches parte dos" o algo así -menciona haciendo sus muecas de aburrido-

Ah, el famoso libro de mí sobrino. Pero Alexander no lo sabía aún que Elliot era escritor desde muy temprana edad.

-¿Y no le preguntaste a Elliot? -le tiro una pista para saber si estaba atento-

-¿Elliot? ¿Que puede saber él? -enarco una ceja- Cómo mucho debe conocer alguna novela de vampiros jaja -se ríe de su broma, yo también pero porque es gracioso- antes de preguntarle o pedirle ayuda prefiero limpiar la mansión todos los días.

-¿No te llevas con él? -inquiero saber su opinión- Es un buen niño.

Alexander se recuesta sobre la mesa y suspira.

-me cae mal, prefiero no hablar de ello. -le restaba importancia- Menos mal que se fue unos días, así jugaremos con Knox hasta medianoche en la habitación...

-tienen el cuarto de juegos... -le recordé porque si tenían uno para divertirse y no estar molestando a los demás-

-Si pero si la señora cierra con llave a las 22 hs, es muy indignante. Estoy de vacaciones.

Luego tocan la puerta y de casualidad entra Michelle a la oficina, por su cara aún estaba molesta.

-Alex nos vamos. -le ordena y él la observa no entendiendo nada-

-¿A dónde? -ambos volteamos a verla-

Ella no hace contacto visual conmigo.

-a la mansión, Ben nos lleva. -y otra vez con su orgullo de no verme ni pedirme un favor-

-Quiero volver con papá. -le contradice Alexander y ella frunce su ceño nuevamente-

-¡No! Y no te estoy pidiendo una sugerencia, te di una orden. -menciona con poca paciencia, Alex suelta un bufido de desagrado-

Antes de que se vayan no podía dejar las cosas así entre nosotros...

-Espera Michelle.

Ella voltea y Alex también se queda expectante.

-¿Podemos hablar a solas como dos adultos civilizados? -queria ser claro y no estar así con ella-

La veo suspirar y le hizo una seña a Alex...

-Esperame con Benjamín en el comedor. No tardaré -le ordena a nuestro hijo-

Luego cerró la puerta y no fue tan amable que digamos.

-¿Que quieres señor soberbio y mandón? ¿No era que te molestaba mí presencia aquí? ¿que soy una metiche en tus asuntos? -empezaba con sus berrinches a criticarme-

-Yo no dije todo eso. -empece declarando y justificar mí error-

Me pongo de pie para calmar las cosas... negué a todo lo que me decía.

-Dejame ser claro. No lo dije con esa intención, teníamos una reunión importante y no pueden estar personas ajenas a la empresa. La directiva se maneja así y aunque sea el presidente hay un reglamento que se debe cumplir.

No le mentía porque la directiva era así y si desobedezco me pueden despedir... no se si ella lo entendió de buena manera.

-No soy ninguna mensa, entendí el punto pero no me gustó como me lo dijiste, fuiste muy grosero.

-Es que vos y Chuck me ponen de nervios que no se que digo después -le hago saber, y ya estsba nervioso que me comía las uñas- lo siento, de verdad si te ofendí.

Intenté tomar sus manos, sus delicadas y suaves manos pero apenas hicimos un contacto y me soltó bruscamente. Sentí como que estábamos al principio, que no confiaba en mí.

-¿Porque te pones nervioso? ¿Es culpa mía? -ella trataba de meditar mis palabras y razonar a algo que ni yo mismo entendía- Si yo no te hago nada, ni te molesto. Es más, hago mí mayor esfuerzo para que estemos bien... te limpio, cocino, te llevo el desayuno, cena... parezco tu sirvienta idiota...

Pongo los ojos en blanco, no quería que fuera mí sirvienta, me alcanzaba con que estuviera cerco mio, acompañandome.

-Lo siento. Me pone de rabia saber que hay otros hombres poniendo su vista en ti... -no se porque le confesé eso, la vi sorprendida, me hice el menso y agache mí cabeza, buscaba mis cosas-

Ella sonríe, dios mio. Ahora lo usaría en mí contra para vengarse.

-Eso tiene más sentido ahora que lo dices -musito leve y su sonrisa ladina- no me generaba demasiada confianza- ¿Estás celoso Ryan Ross que otros hombres me miren lo explendida que soy?

No le contesté, ya tenía su ego por las nubes.

-Olvidalo. Supuestamente vos nosotros no somos nada. -le resto importancia y empiezo a guardar cosas en mí maleta-

-es verdad. -se burla de mí, ahora disfruta verme así, arrastrado a sus pies- soy libre, pero si te pones así y no haces nada... después ni te enojes... o sea, ni un mínimo esfuerzo haces por recuperarme -ella se acerca a mí y me abraza por mis hombros, ya no entendía nada, estaba coqueteando conmigo- aparte no tengo nada de compromiso con Garrett, lo nuestro había acabado antes de que Alex viniera aqui.

Me quedé sorprendido, sin habla... ella empieza a observarme detenidamente como posiblemente temblaba y sudaba a la vez...

-estas más maduro ahora, puedo notarlo... -ella toca mí cabello y su mano recorre un poco mí cuello y pecho, se acerca a mí oído y me susurra- a ver qué tanto has aprendido... ¿Que te parece si follamos aquí? ahora mismo en tu oficina...

Abrí mis ojos, pensé que estaba mintiendo pero ella desabrochó un poco su camisa, estaba por mostrarme sus senos pero no. No la deje.

-No Michelle... espera. -pongo mi rostro sonrojado sobre su hombro, tenía su pierna enroscada sobre mí cintura- no, así no quiero... quiero que sea algo especial... más tranqui...

Ya no sabía que decía, pero no quería que sea algo desprevenido para quitarnos la calentura sino más bien, enamorarla y vivir nuestro romance que quedó pendiente años atrás, el que no pudimos disfrutar.

Ella parecía entender mí punto, me conocia y se separa de mí dándome mí espacio. Ahora podía respirar y bajar los cambios al acelerador.

-Ya lo se, te estaba probando tonto -ella me hace a un lado y cubre su rostro también- ¿Te pensaste que en verdad lo íbamos a hacer aquí? Jajaja no soy ninguna de tus zorras -se reía de su broma, a mí no me causaba gracia, me lo había creído- y bueno, ahora puedo ver qué tampoco has tenido algo en años jeje

-¿Porque? -pregunto sin saber a qué se refería-

Ella señala mí entrepierna y se rió un poco de mí, tenía una erección.

-Te pones loco conmigo. Pero sé que podrías hacerlo mejor. -no se porque estaba así, le gustaba coquetearme y su sonrisa de medio lado me ponía aún más intenso-

Respiré profundo y suspiré. Está vez no quería que fuera una relación vulgar, ahora que ella se autonominaba soltera podíamos tener un romance como nos lo merecíamos.

-¿Vamos al cine? Te invito. -le hago una propuesta para salir ambos-

Ella se queda pensativa, pensé que se negaría pero no fue así.

-Bueno, para que veas que soy amable acepto tu invitación pero vamos con Alex ¿Ok? -ahora cambia de propósito-

-Pero ya no sería una cita.-enarco una ceja-

-es con nuestro niño o nada Ryan. Así no andas de cochino.... A ver si terminamos en un hotel -se justifica ella pero la idea de tener sexo en mí oficina fue suya y ¿el cochino soy yo?-

Asentí. Ya me había tirado al chanco. Lo bueno es que no dijo nada a lo dejas, no se que estaría pensando. Hasta me da miedo que pudiera planear.

Fin de narración de Ryan.

Narra Narrador:

Ryan y Michelle acomodaron sus prendas y trataron de calmar aquellas ansias para poder empezar a tener una mejor relación. Salieron de de la oficina y fueron al comedor, ahí los esperaban Benjamín y Alexander.

-Gracias Ben por cuidar a mí niño.

-Yo puedo cuidarme sólo mamá -se entrometio Alex dando a entender que no necesitaba a ningún adulto-

-No, eres un niño. -lo retaba Michelle y negaba con una sonrisa- Oh Ben, vamos a salir con mí niño y Ryan a pasear un rato. Después nos vemos en la mansión. ¿Te parece?

Benjamin estaba de acuerdo con su decisión, no podía interponerse en la relación de padres e hijos.

-Si, tenía planeado pasar por la casa del abuelo e ir a buscar a Elliot. -le dice su plan y sonríe- entonces nos veremos a la noche.

Michelle le pareció perfecto, no quería hacerle sentir mal. Benjamin se había convertido en un buen compañero y la hacía sentir mucho más tranquila y mejor.

-Ryan después nos vemos -le saluda Barnes a su hermano-

El castaño asiente.

-¡SIIII! ¡¿A dónde vamos?! -festejaba Alex como si fuera un niño chiquito-

Michelle lo calma porque sabía que estaba en una empresa importante y no debía de hacer escándalo.

-Shhh solo vamos al cine un rato.

Alexander cubrió su boca y festejaba internamente. Los tres fueron al estacionamiento y subieron al vehículo del Ross...

-¿Quieres conducir Mich?

Ella enarca una ceja, a su mente vino si no estaría celoso porque Ben le prestó su coche. Y para no perder el orgullo aceptó de buena manera...

-Ok. -sonrio de medio lado-

Alexander viajó atrás y Ryan en el asiento de copiloto y Michelle a cargo de conducir.

-¿Pensaron la película que vamos a ver? Y nada de Barbie ¿Ok mamá? -menciona Alexander y no quería saber nada con películas de niñas-

-Justamente quería ver Barbie. -le hace un puchero- Entonces nada de películas de guerra ni de acción para ti.

-Aaaaah ¿porque? -frunce su ceño- si quieres ver Barbie hubieras traído a Leah... yo soy un chico y no miramos películas de niñas.

-¿Pero quien dijo que en Barbie no salían hombres? -decia la azabache- Está Ken.

Alexander puso una cara "si, hombre" muy sarcástico.

-¡No mamá! Elije otra cosa menos esa pelicula. -seguia su disputa entre ambos a ver quién ganaba-

-¿La sirenita? -dijo la ojiazul, pero aún no convencían al niño-

-No mamá.

Entonces como lograron ponerse de acuerdo ambos observaron al castaño adulto que estaba callado para pedirle su recomendación...

Ambos sonrieron para si mismo porque sería Ryan quien elegiría la película.

Cuando llegaron dejaron el vehículo estacionado en la estacionamiento del shopping. Fueron al tercer piso del shopping a las salas de cine y antes de hacer la fila para pagar Ryan trajo los baldes de palomitas y bebidas.

-Wooow -decia el niño muy entusiasmado- menos mal que papá eligió la Momia. No ganaste mamá jaja

-Otro día vengo con Leah. Igual ganaré -le saca la lengua para burlarse del niño-

Ryan recordaba que hace algunos años atrás él había venido acompañado con ellos cuando Alex era un niño...

-¿Te acuerdas Mich?

Alexander cuando apenas volteó, lo veían callado, melancólico al Ross.

-¿De qué? -le pregunta la azabache un poco confundida-

Ryan sonríe aún tenía esa imagen en su cabeza...

-Cuando vinimos la última vez al cine juntos... Alex tenía 5 años, era así de pequeñito -menciona y le hace la seña de su estatura-

El adolescente no sabía que decir, ahora que trataba de buscar en sus memorias sí tenía razón... ya habían venido juntos. Eso hizo emocionarlo mucho más al niño y sin decir algo a sus padres los abrazó fuerte a ambos.

-Siiii... me acuerdo. Me divertí mucho ese día, fui muy feliz como ahora.

Michelle suelta una lágrima, también se emociona junto a su hijo y lo envuelve en un abrazo. Ryan igual y ellos se miran entre si añorando el amor de su hijo.

Por más felicidad que sintiera Michelle por ver a su niño feliz no estaba tranquila sabiendo que su hija no estaba con ella, aún le faltaba algo para estar completa.

Los tres entraron a la sala del cine y se sentaron Michelle, Ryan y Alexander a su lado mientras veían la película.

El castaño le echaba el vistazo cada vez que podía pero ella estaba enfocada en ver la película mientras que Alexander hablaba sobre lo que acontecía.

En cada escena de terror o gritos ella asustada cubría sus ojos y se aferraba a los brazos del Ross. Alexander igual estaba que se ponía los pelos de punta.

-¡AAAAAH!

Ryan no prestaba atención del todo pero le gustaba pasar tiempo con ambos, le hacía sentir bien y acompañado, el castaño vio que la muchacha tenía mucho miedo y para calmarla ofreció su mano para que se aferre a ella. Aterrorizada entrelazo su mano a la suya y cerraba los ojos.

Al salir Alex hablaba como tema principal de la película pero su madre estaba con los pelos de punta y muy asustada.

-La próxima elijo yo la película. Ryan es bien menso para hacerlo.

-¡JAJAJA! Pero nos divertimos ¿O no? -dice Alexander divertido y mientras caminan hacia el patio de comidas le ruge el estómago del hambre- ahora vamos a comer...

Michelle mira la hora y ve que son las 20 HS, muy tarde según ella. El resto de sus amigos estarán por cenar.

Michelle observa a Ryan para ver qué decidirán hacer... Si volver o quedarse un rato más, ahora que se estaban divirtiendo.

-Yo por mí elijan ustedes que quieren hacer...

-¡Yo quiero comer aquí! -le dice su opinión Alexander- aparte es viernes, todos están afuera disfrutando... y tu papá estás todo el día trabajando y mamá limpiando como ama de casa. Relájesen un touch.

Michelle reía porque su niño era así, hasta no ganar y cumplir con su capricho no descansaría.

-Dios mio... Eres intenso mijo -se burla ella y lo toma de sus mejillas- ok, tu ganas. Espera que le avisé a Angy así no nos esperan...

Ryan y el niño asienten mientras Michelle les avisa a sus amigos por medio de un mensaje.

Eligieron comer en un Burger King por elección de Michelle y Ryan pagó la comida.

Alexander estaba muy feliz de ser el niño más consentido del planeta, solo que tenía el mal visto de su madre cuando lo supervisaba ella y controlaba su manera de actuar.

-que rico... moría de hambre... -decia el niño comiendo su hamburguesa triple y completa con papas y gaseosa-

-Disfruta amor -le decía amable su madre y admirando a su hijo, no cabía tanta felicidad en ella de poder verlo feliz-

Ryan estaba igual de contento pero le intrigaba saber una cosa...

-Alex... ¿Cómo te llevabas con Garrett allá en tu casa?

Ambos se quedaron medio en shock y él se puso pensativo...

-Ehm... no sé cómo explicarlo. -menciona el ojiazul- nunca me retó o me puso una mano encima...

-de ser así lo mato -murmura la azabache-

-Pero notaba que él tenía una súper preferencia por mí hermana Leah... y ellos son súper unidos pero conmigo no era así, me trataba un poco indiferente. No sabía porque él era así hasta que supe la verdad y me quedé más tranquilo.

Michelle se sorprende porque había cosas que ni ella misma sabía de lo que pensaba su hijo y su trato de Garrett hacia él.

-Siempre odie eso de Borns. -se molesto Michelle al recordarlo- Cuando era niño era súper atento con Alex y yo sabía que si le daba un hijo a la pinche rata iba a ser así, que no le iba a prestar atención y a destratarlo. Pero bueno, no quería que Alex se entere de la verdad de la manera que lo hizo.

-¿Y como fue? -interroga el castaño para entrar un poco en profundidad mientras comía su hamburguesa-

Alexander que estaba de frente a él y a su lado, su madre... Trataba de empezar por el principio antes de que él llegase a enterarse de la verdad.

-Mis papas estaban separados... -empezo diciendo el adolescente-

Así que Michelle prefiero contar también su parte donde fue participe...

-Y cuando le di otra oportunidad al estúpido de Garrett de volver a casa con su familia... Alex tuvo que ayudarlo en su mudanza...

Luego el niño siguió su versión de la historia...

-ahi encontré muchas cosas y supe varias verdades...

Michelle enarco una ceja porque no sabía que había encontrado su hijo en la casa de su ex pareja.

-¿Que verdades? -le preguntó y se puso sería ante el asunto-

Alexander se pone un poco nervioso por la mirada sería de su madre, parecía que se le venía el diablo encima...

-Aaaaah me olvidé de decirte... Mejor no.

Ella no iba a quedarse con ese pretexto, ahora quería saber la verdad.

-NO, ahora me dices. Te lo exijo.

Él suspiró, no tuvo de otra que empezar a contar lo que encontro aquel día.

-Bueno... aparte de nuestra prueba de paternidad también leí una carta de papá de hace años -lo señala a Ryan- fue de su despedida... te contó la verdad sobre el hijo de una tal Sarah y estaban las pruebas negativas de ADN, también que te esperaba en el aeropuerto y bueno, te dio mucho dinero para mí, supuestamente para mí escuela de paga que nunca asusti. Y por último... Olvídalo.

Ella frunció su ceño, sabía que lo más importante venía ahora y por el enojo no tuvo tiempo a reaccionar a lo que su hijo contaba. Ryan cerro sus ojos, tal vez la carta a Michelle jamás llegó a sus manos y recién ahora se enteraba la verdad.

-Alex... -insiste la ojiazul en saber-

Pero el niño empieza a tomar su bebida haciéndose el menso. No iba a contar que vio a su padre Garrett con otra mujer haciendo cochinadas...

-No mamá... tu tenías razón... mejor no.
-negaba el niño, no quería hacerla enfadar ahora que se estaban divirtiendo- Te vas a enojar y vas a arruinar todo. Ahora estamos acá.

Michelle entendió su punto y ya imaginaba a que venía su ocultamiento, no eran sospechas suyas que Garrett tenía una amante secreta, era una certeza. Por eso ella misma se las pagará todas juntas a Borns, pero primero necesitaba a Leah a su lado.

-bueno, después me dices ¿ok? -insta a decirle para no enojarse y terminar el día de mal humor-

-Siiii, provecho. -dijo el niño para seguir comiendo su hamburguesa-

Michelle meditaba aquellas palabras de su hijo, si venía de él tal vez tiene razón.

Alex es muy sincero cuando habla y por eso mismo no dudaba de sus palabras.

Se sentía una idiota por haber confiado ciegamente en Borns que la estafó de poder estar con el Ross desde hace muchos años...

La culpa y el enojo la invadía por dentro... veia a Ryan de la misma manera que antes... le daba un poco de lástima porque él se había esforzado tanto que Garrett había terminado por sacarlo de su vida. Pero casualmente la vida los volvió a reunir por aquellas casualidades y descuido del mismo cretino que le mintió por años...

Ella ahora lo sabía, a medias pero más tarde le pediría más explicaciones a Ryan cuando estén a solas. Había otros temas que debían resolver.

-Continuará-

Holis, nuevo capitulo y no es doble hoy 😃 espero que lo estén disfrutando con 🍿😉 gracias

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