"Hueco"

Narra Narrador:

Garrett se ocupaba junto a su hermano a empacar sus pertenencias en las cajas para la gran mudanza.

El camión estaba afuera y cargaban de a poco con los muebles y electrodomésticos que habían comprado a lo largo de los últimos años.

Harry trataba de aportar y ayudar a su hermano para que su cuñada y sobrino no hicieran un gran esfuerzo. Bastante tenía con ver sus caritas de desilusión en ambos y Garrett siendo autoritario a cada momento, a los demás solo les correspondía obedecer a sus órdenes.

-esto lo movemos acá así podemos hacer un lugar y pueda entrar la cama de Alex en aquella esquina -comandaba el Børns mayor-

Michelle a lo lejos junto a su hijo decidió entrar a su casa, por última vez y le dio mucha nostalgia.

Muchos recuerdos familiares llegaron a su mente...

-aun recuerdo los primeros pasos de Alex por el living -intentaba ser fuerte para no llorar-

-esto es duro ¿Verdad? -pregunta Harry una vez estando a su lado viendo cómo la casa estaba totalmente vacía-

-mucho. Perder nuestra casa, y también el colegio de paga de Alex... -mencionaba con tristeza-

-¿En serio? ¿Fue capaz de inscribir a su hijo en un colegio estatal? -indaga impresionado-

Michelle asiente.

-yo no se dónde tiene la cabeza Garrett pero está perdiendo la razón... Dios mío -cerraba sus ojos recordando el nuevo colegio y lo pintoresco que parecía- Harry por favor... Habla con él ¿Si? -le súplica con tristeza- tú nomás puedes hacerlo entrar en razón, a mí no me hace caso...

Harry no sabía como consolar a su cuñada, porque las decisiones de su hermano hacia su familia no le pertenecía. Solo podía aconsejarlo.

-hare lo que pueda... Garrett es demasiado terco -rodo sus ojos- aún no puedo creer que lo haya hecho -murmura con desprecio-

Michelle negaba ladeando su cabeza.

-¡Mamá! ¡Mamá! -intervino el pequeño junto a sus mascotas- ¿Donde viajarán Dottie y Jessy?

Michelle trató de cambiar su ánimo y acudió al pequeño.

-bebé... Los perritos irán con nosotros en el auto -menciona la chica con una sonrisa-

-¿En qué auto? -escucha una voz por detrás suyo- solo viajará un perro en mí auto, el otro perro sucio viajará en el camión. En una jaula

-¿Que? ¿Una jaula? Pero es un perrito que no molesta y no ocupa mucho espacio -empieza a recriminarle-

Garrett suspira fastidiado.

-te dije que ese perro mugroso me da alergia -señala a Dottie, quien la traía Alex con su correa- se lo hubieras devuelto a su dueño -espeta con enojo-

-es un animal que no te hace daño y hemos convivido muchos meses con ella y no he visto que estornudes.

Garrett enarca una ceja y a propósito empieza a carraspear su garganta.

-ya dije. -fue lo último dicho antes de irse- Harry ayudame con esto...

Harry observa con lástima cómo era maltratada psicológicamente su cuñada.

-tranquilos, se los alcanzo con mí auto. No te preocupes -musita en voz baja antes de irse-

Alex estaba quieto y no le agradaba aquella actitud repentina de su padre y cómo era agresivo contra su madre. Hizo caso a su ordenanza.

-mejor dejemos que ambas perritas viajen en la jaula adentro del camión -aconseja el niño como solución-

Michelle se da cuenta de que a él también le preocupaba sus mascotas.

-no quiero que Dottie se sienta sola, si puede Jessy estar a su lado y hacerle compañía -Alex abrazo a ambas con mucho cariño- Mamá ¿Falta mucho para que nazca mí hermanito?

Ella siente compasión de su hijo y sabía a qué iba su pregunta. Alex era un niño alegre y feliz pero muy solitario. Le costaba hacer amigos pero era un niño encantador, un niño que cualquier madre hubiera estado orgullosa.

-pronto amor -no le quiso decir una fecha exacta- pero mira que ya no tendrás la habitación para vos sólo.

-bueno, pero con mí hermano podemos jugar a la pelota, a los videojuegos, dibujar, salir a andar en bicicleta... -decia entusiasmado-

-yo no se que es tener un hermano, porque nunca lo tuve pero si tenía muchas primas y una en particular que la sentía como mí hermana -relataba la azabache- pero todas viven lejos, por eso no me visitan a menudo

-mamá, mamá -el niño jalo de su jean para decirle algo a su oído- ¿Cuando podemos visitar a Ryan, mí amigo?

Michelle se puso sonrojada, recordándolo.

-él está ocupado, seguramente estudiando -decia evitando mirarle- ¿Por qué preguntas por él?

-es que quiero jugar con él -sonrio el niño-

Michelle recordó que ella también deseaba jugar con él, su mente viajaba a esos vagos recuerdos cochinos. Pero estando a su lado le daba tranquilidad, era el único adulto que no le criticaba cada accionar y podía manejarlo a su antojo.

-bueno, le avisaré que quieres verlo bebé

Alex se fue más animado con ambos caninos a recorrer por última vez su gran patio.

Aún recordaba cuando su hijo era un bebé y empezaba a recorrer a pasos lentos por aquel living. Añoraba que Ryan hubiera estado a su lado para admirar sus primeros pasos, porque a decir verdad Garrett fue un padre ejemplar pero mayormente estuvo ausente en grandes acontecimientos y siempre con la misma excusa, el trabajo, dejándola sola en casa por horas hasta que volvía.

Ahora que estaban bien parados económicamente apareció su viejo amor a descontrolar todo y ya no deseaba tanto que Børns estuviera en casa.

-hubiera dejado las cosas como estaban -suspiro rendida-

Recorrió recordando como estaba posicionado sus muebles y la cocina, tan amplia y vacía.

Le dolía hacer aquel gran sacrificio así que simplemente para no torturarse debía de hacer caso a su hombre y volvió con él.

-¿Como va todo?

Garrett suspiraba cansado, quería hacer todo lo más pronto posible para poder relajarse en su nueva casa.

-supongo que bien, solo nos falta subir unos cuantos muebles. Los que no nos sirve los dejaremos aquí -se encogió de hombros-

-animo, ya falta menos -animaba a lo lejos Harry-

Alex llegaba con ellos y con dos jaulas individuales para perros con sus mascotas adentro.

-¿Donde puedo dejar a Dottie y Jessy? -inquiere saber el pequeño- quiero que viajen juntas

Los adultos lo miraron impresionados y les dio un poquito de pena, más a Garrett porque después de hacer tremendo alboroto solo se dejó llevar y no pensó en los sentimientos de su hijo.

-Campeon, mejor saca a los animales de ahí y llévalas al auto -ordeno el Borns mayor más compasivo, Alex puso su cara de contento por la decisión de su padre y le hizo caso- en un rato estaremos yendo

Michelle y Harry se miraron entre si e igual, sonrieron.

Alex contento se dirigió hacia el carro para llevar a sus mascotas, él las apreciaba con mucho cariño.

-bueno, el alboroto fue innecesario -comenta Harry a su cuñada- ya viste como Alex con su cara angelical puso a Garrett en su lugar

-mi niño tiene un encanto que doblega a cualquiera, hasta al gruñón de mí marido -menciona la chica-

Después los hermanos Borns terminaron por subir la mayoría de muebles al camión de la mudanza mientras Michelle esperaba en el auto junto a su pequeño hijo y las perritas.

-Mamá ¿Puedo ayudar a papá en algo? -indaga el niño observando por el vidrio del auto como comandaba Garrett-

-no hace falta bebé, él puede encargarse solo -meniona la azabache- ir sería como molestarlo. -Alex mucho no le agradaba mirar y no poder ayudarlo- igual, no te preocupes demasiado... Está tu tío Harry ayudándolo y sabes lo fuerte que es

-Si, en su casa hace muchos ejercicios y yo le ayudo -contesta el niño- su novia es como vos mamá

-encantadora seguramente como yo -decia la chica y pensó en su pequeño embarazo, si no fuera por eso ya estaría con Ryan viviendo en alguna clase de cabaña a las afuera de la ciudad-

Garrett llegó exhausto al auto y se sentó en su lugar como chófer y Harry usaría su carro propio y los seguiría atrás

-Bueno, ya está familia -advierte Børns y enciende motores- vean por última vez la casa que ya nos vamos

Michelle cubrió su rostro con sus manos, no quería despedirse de su viejo hogar. Le dolía recordar tantos buenos recuerdos.

-¡¡¡adios casita!!! -escucha la voz de su hijo emocionado- te extrañaremos

Garrett sonrió arrogante y vio por el retrovisor como Alex estaba contento junto a sus perritas.

Cuando se marcharon el niño se sentó cómodamente y dejo que Dottie durmiera en su regaso mientras a su lado, dormía Jessy y el acariciaba a ambas.

-papá ¿Cuando empezaré las clases en el nuevo colegio?

-seguramente este lunes, ya lo hablé con la rectora -contesta Børns y añoraba el paisaje con tanta motivación por el gran aporte y cambio de vida que le daría a su familia y a él mismo- Lo bueno es que no necesitas uniforme

-¿No necesito? -indaga el niño- en mí viejo colegio si usábamos los niños y niñas

-aqui no necesitas, no te preocupes -decia más tranquilo- solo ropa informal y ya, más cómodo que estar yendo de camisa y corbata

Michelle escuchaba su conversación y recordaba lo hermoso que se veía su niño con el uniforme de la escuela.

-¿Y que clase de ropa usaré? -sigue preguntando Alex algo inquietante-

-pues no se campeón... Unos jeans y playera lisa o con algún dibujo.

-es la clase de colegio vulgar que no me gustan -se entrometia Michelle en su plática- mí Alex igual vestirá de camisa y pantalón de vestir, zapatos como un buen niño y educado.

Alex se recostó a su lado y la abrazó, mientras ella acariciaba su cabello castaño.

-mi bebé cuando sea grande será un abogado exitoso o un gran empresario -menciona orgullosa- tengo fé en el.

-mamá te dije que quiero ser piloto de avión o soldado -le contradice con una sonrisa- ya lo decidí

Michelle rodó sus ojos pensando "¿no puedes ser tan exactamente a él?" recordando las palabras dolidas de Ryan por haber ido al ejército y ella pensando que la había abandonado.

"Si me hubiera dicho en su momento, hubiera esperado por él, el tiempo que fuera necesario" suspiró nuevamente mirando por la ventanilla.

Garrett en cambio no dijo nada pero también vino a su mente la imagen viva de su rival.

-yo no quiero que seas ni piloto ni mucho menos soldado -hablo Michelle y abrazo a su pequeño- no quiero que te pase nada... Tu eres mí bebé... Cuando termines la secundaria irás a la mejor universidad y estudiaras una carrera. Te casaras con una niña y tendrán 2 hijos. Así en mis últimos años podré disfrutar a mis nietos -menciona Michelle con anhelos de esperanzas-

-jaja ¿Dejaras a Alex casarse después de graduarse de la universidad? -comenta el Borns-

-¡ay no mamá! -niega el niño sonrojado- soy chiquito aún

-se casara si su prometida cumple con ciertos requisitos -espeta seria- y son varias -por observa a su esposo- primero que no sea una pinche zorra o buscona

Garrett reía por lo bajo.

-despues de que cumpla 18 dudo que puedas manejar su vida a tu antojo -le retruca el Borns- si era por mí mamá nunca me hubiera juntado con ninguna chica. Con Harry ahora es distinto...

Ella rodó sus ojos.

-aja, vamos a ver señor cuando nazca nuestro segundo hijo -empieza a decirle y con un tono divertido- si llega a ser mujer vas a cuidarla como si fuera oro.

Garrett sonríe arrogante.

-Obvio, si algún patán se atreve a tocar a mí hija lo mato -dijo sincero- pero cuidar a un varón de una mujer es diferente. El varón no necesita que lo protegan, solo puede. A la mujer si, está lleno de idiotas que quieren ponerla solamente.

Michelle escuchaba su teoria y se quedó en blanco, siempre tenía algo para decirle y callarla. Y aunque su recomendación es que no cuide a su hijo, no le haría caso

-bueno, tu eras mujer y tus padres mucho no te cuidaron -comenta Garrett centrado en manejar- por eso te embarazaste a los 17 años

Ella hizo una mueca de lado, no le gustaba ni medio que en otras palabras le dijeran "rápida", se cruzó de brazos.

-obviamente, mis padres trabajaban todo el santo día y nunca estaban para mí, ni mucho menos para cuidarme de hacer pendejadas -le contesto algo molesta- pero digas lo que digas, amo a mí bebé. Lo hecho, hecho está.

Alex no entendía mucho de que hablaban así que de tanto escuchar su conversación de adultos le dió sueño por estar relajado en el carro hasta que por lo pronto habían llegado a su nuevo hogar.

Cuando lo hicieron Garrett fue primero en bajar

-¿Van a salir del coche?

-Alex está dormido, me quedaré un rato aquí. Mientras ocúpate con Harry de bajar los muebles de la mudanza -contesta algo desanimada y evita mirarlo-

Garrett roda sus ojos y se va, dejándola sola con el niño y las perritas.

Michelle observaba su nuevo vecindario, el paisaje no era tan pintoresco como se lo imaginaba. Las paredes de la nueva casa estaban gastadas y se les caía la pintura a pedazo, tenía un pasillo y con una puerta de barrotes oxidados a un costado del local abandonado. Las baldosas de la veredas partidas por las raíces de los árboles y un humilde canasto de basura al costado de un poste de luz.

-que mugre de barrio ¿A donde me trajiste a vivir Garrett? -penso la azabache, por dentro se quería matar-

Michelle negaba y no podía creerlo como de la noche a la mañana había dejado de ser la mujer glamorosa y empoderada para ser la esclava de su marido y este la trajera a vivir en una casa de medio pelo. Hasta no confiaba en la seguridad del barrio. Muchos vecinos asomaban la cabeza de curiosidad para recibir a los nuevos.

Extrañaba su casa, su vecindario.

....

En la oficina.

Era mediodía y Ryan había terminado de preparar el almuerzo para Till, sus compañeros y él mismo.

El almuerzo consistía en varias ensalada. Una ensalada mediterránea para el jefe, una cesar para Paulina y ensalada simple para Brendon y él.

Le había costado mucho trabajo y parte de la mañana poder prepararlas y a cada una de ella les agrego una pechuga grillé.

Primero fue con Till para llevarle su almuerzo junto una botella de agua mineral.

Tocó la puerta respetuoso y cuando le dió permiso de entrar lo hizo.

-oh niño, eras tú. Pensé que era Brendan -menciono Till algo concentrado en su lectura de archivos que tenía alborotado en su escritorio-

Ryan sonrió y pensó "Brendon" pero no le corrigeria al jefe.

Le mostró la charola con la exquisita comida y rápido Till saboreo sus labios.

-¿Como sabías que moría de hambre? Justo a tiempo llegaste -comenta el jefe de buen humor y vio la abundancia de comida sana en su platillo- hace tiempo no comía ensaladas, mis sobrinos me tenían con comida chatarra del burger king, esto se ve diez mil veces mejor -sus ojos viajaban a ver el mangar y agudizó su olfato- Hasta huele delicioso

Ryan aún estaba parado y vestía de camisa blanca y un pantalón de vestir color azul oscuro. Erguido y atento  a ser servicial.

-Claro, la comida casera es mucho mejor. Aparte usted a su edad no debería de comer comidas chatarras -menciona el Ross en total confianza-

Till enarca una ceja tomando los cubiertos y una servilleta para colocarla en su cuello.

-¿Me dijiste viejo? -puso su rostro serio, haciendo poner en alerta al castaño-

Ryan trago grueso e hizo gestos con su mano.

-no, claro que no... -se disculpo muy arrepentido- lo siento, no fue mí intensión señor.

Ryan agachó la mirada, sintió culpa por haberlo ofendido.

-JAJAJA tranquilo niño, no te alarmes. Te estaba bromeando -menciona sonriente el jefe- ¿Sabes cuántos años tengo? -Ryan niega al levantar su vista- bueno, podría ser tu padre -Till se acomodo en su lugar y probó su comida- mmm... Exquisito Ryan.... Mmm -siguio degustando, ahora con un poco de ensalada- si alguno no se les antoja me lo traes -ordeno el jefe-

Ryan sonrió

-dudo que no se les antojes, Brendon tiene mucha hambre, devora como piraña

-ese muchachito -recordaba al azabache- lo que me costó ponerlo en su lugar. Era un completo desastre cuando empezó su primera semana. No sabía siquiera preparar un café. -recordaba Till y negaba con una pequeña sonrisa- si no lo llegué a despedirlo fue gracias a mi sobrino -luego dejo de darle de importancia al asunto para enfocarse en su almuerzo-

Ryan estaba algo inquieto y sabía que su próximo horario para preparar la merienda comenzaría a partir de las 16 hs.

-señor Lindemann, disculpe mi intromisión -empieza a hablar el castaño un poco nervioso, este levanta la vista para saber que necesitaba- mi próximo horario es dentro de 4 horas.... ¿No hay problema que salga a arreglar unos asuntos pendientes? Prometo llegar a horario y preparar una buena merienda -casi suplicó mirando a su jefe con ojos de perrito mojado-

Till asiente.

-Si, no te vayas a olvidar de alimentarnos. Tenemos mucha ansiedad y presión trabajando aqui -suspira Till- tus cafés me relajan bastante, es lo que puedo disfrutar por el momento... Ah y tú cómoda deliciosa

Ryan sonrió y prometió volver temprano. Con suma alegría salió de la oficina de su jefe y fue rápidamente por las viandas de sus amigos para dárselas. A Brendon necesitaba darle una adicional porque devoraba como piraña.

...........

Mientras Garrett junto a su hermano Harry y los empleados que había transportado sus muebles se encargaban de amoblar nuevamente su casa, Michelle esperaba aburrida junto a su hijo adentro del vehículo de su esposo. No le tenía permitido ayudar con cosas pesadas y tampoco estaba tan interesada en hacerlo.

Mientras veía a Garrett sudar bajando los muebles del camión, le hizo una seña para captar su atención... Cuando esté se percató fue con una soda en su mano hasta donde estaban...

-¿Que pasa hermosa? ¿Al fin te decidiste en ayudarme? -bromea gracioso y le toca su mejilla-

Ella le aparta su mano...

-pues no, estamos aburridos con mi bebé aquí encerrados -veia a Alex y él acariciaba a las perritas sin decir mucho- y tenía pensado ir al cine un rato para despejar mi mente

-¿Al cine? ¿Y quién se va a ocupar de ordenar el desastre? -enarca una ceja incrédulo-

-pues tú -se cruza de brazos ofendida- aparte sabes muy bien que debo estar relajada y no esforzándome. Le haría mal al bebé -Garrett escuchaba atentamente y suspiraba- tienes a Harry, él tiene más fuerza que yo

-Harry tiene cosas que hacer -le reprochó- solo me está ayudando de buena onda

-con lo único que puedo cooperar es en no molestarte, por eso quería ir un rato al cine

Alex escucho la propuesta de su madre y se puso contento...

-¡¿En serio mamá?! -brinco de alegría sobre el asiento- ¡Yo quiero ir a ver a Spiderman, la nueva película! -sugirio el pequeño entusiasmado-

-Si, si depende de si Tú papá nos da la orden para ir -hace referencia con su tono y mira a su esposo con una media sonrisa-

-¿Nos dejas papi? Es que está muy aburrido aquí adentro -comenta Alex y también sostiene su mirada en él esperando una respuesta-

-¿Y como piensan ir? -fruncio su ceño- Me imagino que tienes dinero para pagar las entradas, las palomitas y el vehículo que los traslade hasta allá

Michelle saco de su cartera dos cupones de descuento que su mamá le había enviado semanas anteriores dónde también incluía el balde de palomitas acarameladas y las bebidas pagas.

-y bueno, iremos en tu coche -extendio su mano por encima del vidrio del vehículo para abrir su palma y pedirle amablemente su coche-

Garrett entro en shock

-¿Qué? ¿Mi auto? -abrio sus ojos- ¿Estás loca? A ver si me lo chocas -se nego Borns- mejor vayan caminando -observo hacia otro punto para no verla-

-aja ¿Con el peligro que corre una mamá con su pequeño hijo por la calle? ¿No sabes que existe algo llamado "inseguridad"? -se molesto Michelle y victomizarse- prefieres que camine a temor que rompa tu coche pero no te importa si nos llega a pasar algo... A tu esposa y tú pequeño hijito... Encima estoy embarazada -empezaba a recriminarle-

Garrett rodó sus ojos, empezaba a creer que sus hormonas se estaban volviendo locas por el embarazo y por eso ella estaba insoportable.

-bueno, está bien -se rindió y le entrego la llaves- pero esos perros se quedan, no irán con ustedes

-¿Porque no? -se entromete el niño algo preocupado por ellos-

-campeon... Una porque en el cine no dejan entrar animales y dos porque no quiero que hagan popo en el asiento. -respondio Garrett más tranquilo y abrió la puerta para bajar a los caminos con su correa- yo los dejaré en el patio trasero.

Michelle salió triunfante y se sentó en el asiento de chófer. Garrett dejo que Alex se quedará atrás y le cerró la puerta.

-Cuidamelo bien ¿Ok?

-¿Al coche o a Alex, tu hijo? -dice irónica-

Borns rueda sus ojos y suspira.

-a ambos. Yo seguiré con esto, cualquier cosa me llamas, ya sabes

-si si -le restaba importancia, ella solo quería escapar de ahí- adios cariño -saludaba y sonreía como en un par de horas no tendría que soportarlo-

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Ryan había salido a despejar su mente y a caminar un poco. Recordo que tenía un pequeño tiempo para ir a visitar a su hijo, aprovecharía ese momento ya que Keltie no le insistió en salir a almorzar.

Llego a la gran casa Borns y tocó timbre. Espero paciente a qué Garrett lo atendiera, como habían acordado la última vez.

Pero nadie de la casa salió y le preocupaba, no iba a entrometerse en la vivienda, estaba incorrecto pero trato de husmear por los arbustos aledaños y parecía todo muy tranquilo, el auto de Borns no estaba en su casa por lo que dedujo que la familia tampoco.

Así que para no estar sacando conclusiones a la ligera llamó a la madre de su hijo...

Y espero a que atendiera...

-¿Que? ¿Que quieres Garrett? No, no choque tu auto, no te preocupes... -escucho su voz eufórica y molesta que lo sorprendió-

-Mich... No soy Garrett, soy Ryan...

-¡Ryan! ¡Dios mío!

Luego se escuchó como un ruido cuando frenan de golpe un vehículo.

-¿Estás manejando? Lo siento, corto y después hablam... -decia el Ross algo preocupado y no quería distraerla para que ocasionará un futuro accidente-

-¡No! ¡Espera Ryan! ¡No cortes por favor! -insistio la azabache desde el otro lado de la línea- ya, ya estacioné en un lugar seguro...

Ryan admiraba el paisaje a su alrededor y suspiró también...

-estoy en la puerta de tu casa pero veo que no estás en ella... ¿A dónde estás yendo? -inquirio saber algo curioso-

-¿Enserio estás ahí? Dios, este maldito de Garrett -maldecia en voz baja- Ahm, estamos yendo al cine con Alex ¿No quieres unirte?

Ryan vio la hora y faltaban tres horas y media para volver.

-Ok ¿y dónde te ubico?

-ahi te mando la ubicación por WhatsApp, nos vemos enseguida -dicho esto le corta la llamada-

El castaño pensaba si era o no buena idea ir, si le alcanzaría el tiempo para luego volver a la oficina y a su puesto de trabajo.

No tuvo de otra que tomar un Uber y acercarse al lugar, por dentro moría por verlos y saber de ellos, por el otro lado la voz de su conciencia le decía que no debía, ahora tiene un deber de estar y cuidar a Keltie de por vida.

....

Al llegar al cine ellos los esperaban en el patio de comidas y como siempre, al niño se lo veía inmensamente feliz de poder salir a pasear.

-¡¡¡Ryan!!! -fue el primero en verlo y correr a sus brazos- te extrañe mucho amigo

Él correspondió a su abrazo y dolió internamente que su hijo solo pueda reconocerlo como "su amigo" y no como su padre legítimo.

-¿Cómo estás pequeño? Me alegro verte bien -le sacudió sus cabellos- ¿Cómo está Dottie?

-ella está bien, junto a su hermana Jessy y duermen en mis pies. Me gustan porque me dan calor y no me dejan sólo.

Michelle llegaba por ellos y sonrió al verlo de nuevo, a su viejo amor.

-que bueno es siempre verte -dice la chica manteniendo su distancia-

Ryan alza la vista para verla, no podía evitar a su corazón volverse loco al verla, se sonrojo y amablemente se acercó para darle un beso en su mejilla, cuidadosamente cerca de sus labios.

-que raro que es verlos aquí y sin Garrett. Pensé que estaría en casa a tiempo completo -comenta el castaño para empezar una plática y ambos se sientan en una mesa del patio de comidas-

-pasaron muchas cosas -musita la azabache algo abatida, Alex se sienta a su lado-

-papá me cambió de escuela -dice el niño inconscientemente, revelando parte del problema al Ross que se sorprendió tanto como se lo esperaba-

-¿Que tipo de escuela escogió? -inquirio saber-

-por uno estatal -ella se desplomó sobre la mesa sin ganas de nada- trate de hacer lo posible para que no lo haga y no, nunca me escucha el señor. Se piensa que soy su empleada doméstica...

Fue cuando entendió el enojo de sus palabras cuando la llamó.

-ademas nos tuvimos que mudar de casa, por eso no nos encontraste ahí hoy -confiesa dejando al castaño con la boca abierta-

-entonces si es grave pero ¿están bien? ¿Dónde están viviendo ahora? -pregunto algo alertado-

-en un barrio horrible y casa naca -hizo un gesto de desagrado- prefiero mil veces estar en la casa de mi mamá.

-con razón Garrett me dijo la última vez que fuera a visitarlos cuando quisiera, sabía que ustedes se iban a mudar pronto -dedujo el castaño-

-es muy perro -blasfemo- a mi me cortó los gastos de colegio de Alex, mi peluquería, viajar en Uber y pedir delivery.

Al rato llega la mesera y ofrece su servicio en la mesa, como Michelle no tenía dinero se lo hizo saber y omitió pedir algo pero Alex tenía hambre, le rugía la panzita...

-¡Ay bebé! No traje dinero, no podré comprar nada para que comas -abrazaba a su hijo para que soportará- aguanta hasta la noche que mamá cocinara algo rico

Alex hizo una mueca de lado y correspondió igualmente, se sentía incómodo porque con el tema de la mudanza no pudieron almorzar.

-¿En serio no almorzaste Alex? -inquirio saber el Ross observando al pequeño como le insistia a su madre con caras de pucheros-

-el pinche Garrett estuvo toda la mañana con el tema de la mudanza y se me olvidó comprar algo para comer

Ryan le ofreció la carta de comidas para que eligieran lo que quisieran comer...

-elijan lo que quieran para comer, yo invito -insiste el castaño sacando su tarjeta-

-mmm... No quiero ocasionarte problemas Ry -menciona la chica algo apenada- nosotros estamos bien asi ¿No bebé? -observa a su hijo pensando que le seguiría la corriente pero la panzita del niño rugía como león, este no afirmó y tampoco negó, se quedó pensando en la propuesta del castaño-

-vale -le da la carta de comidas al niño- pide lo que quieras Alex, sin vergüenza pequeño -le sonríe para darle más confianza-

Él acepta y como mucho no entendía le pidió amablemente a su madre que eligiera algo delicioso para comer.

Cuando llegó la mesera le encargó su pedido y esperaron pacientemente.

-¡Ay no! ¡No sé cómo te pagaré esto! -mencionaba la azabache- Garrett no me da un pinche centavo, se piensa que Alex y yo vivimos del aire...

-no te preocupes... -trataba de tranquilizarla el castaño mayor sonriendo forzosamente-

-si, si debo preocuparme... Con lo poquito que ganas tienes que alimentar a mí niño ¡Ay no! ¡Que vergüenza! -se tapaba el rostro-

-aunque no creas, conseguí trabajo -finaliza el castaño viendo que llegaba la chica y le ofrecía lo que habían comprado- Gracias

Le extendió su bandeja a Alex a quien tenía enfrente...

-¿Que me pediste mamá? -interrumpio el pequeño-

Michelle achinaba los ojos sin poder creer lo que Ryan le había confesado, hasta que cayó en la realidad...

-¿Mamá? -volvio a preguntar el castaño menor-

Ella observo a su hijo y sonrió tontamente

-Ah, lo siento bebé.... Te elegí un combo hamburguesa doble, con doble carne, queso cheddar con bacon, adicione unas papas fritas y una gaseosa grande -le mostraba y señalaba cada cosa-

-mmm que rico mamá -Alex tomo una hamburguesa y la desenvolvió del papel que la cubría para darle el primer bocado- gracias Ryan

El niño comía animadamente y Michelle trataba de divagar mentalmente para no enfocar su visión en aquella comida que se veía apetitosa. Tampoco había almorzado y se sentía hambrienta.

-¿Y Alex? ¿Está rica la comida? -indaga el castaño contento viendo como su hijo comía tan tranquilo, disfrutando su sabor-

El niño asiente.

-papá nunca me trae a estos lugares, dice que son para gente sosa y aburrienta pero a mí me gusta y a mamá también -confesaba inocentemente-

Ryan sonrió riendo por dentro para si mismo, era lo que justamente pensaba lo que Garrett diría de aquellos lugares de comida rápida. Después notó que la azabache se mantenía en silencio observando cada movimiento de su hijo y como llevaba comida a su boca...

-Mich te hubieras pedido algo para ti también -menciona el Ross- me imagino que tú tampoco almorzaste

Ella se sorprendió por sus palabras y asintió con suma vergüenza.

-es que... No quiero ser una carga para ti -se encogió de hombros-

Ella evito mirarle a los ojos, puesto que sentía mucha vergüenza en la posición en la que estaba.

-Oye, no seas tímida. Tu siempre me has ayudado y te lo agradezco. Quisiera también poder hacer algo por ti, lo más mínimo posible -empezo el castaño a decirle, dejándola en shock-

Michelle en su mente pensó "Sálvame amor, llévame contigo" pero su mente fue interrumpida cuando Alex le ofreció la caja de papas fritas.

-toma mami, come tu también -decia el pequeño- yo me llené con la hamburguesa.

Ryan sonrió al ver cómo el niño amablemente le ofreció a madre lo que él no comería o simplemente para compartirlo. Michelle probó un bocado y al ver qué estaba deliciosa siguió comiendo el resto.

-¿Quieres que pida otro combo? Mira que ahora debes comer por dos -menciona el Ross con gracia-

Michelle niega ladeando su cabeza.

-No deja, así estoy bien... No quiero engordar demasiado.

Dijo algo despreocupada, luego de limpiarse la boca con la servilleta.

-no estás gorda, estás... -Ryan no sabía si decirle "estás perfecta" porque estaba Alex presente entre ellos, observo la hora y le quedaban dos horas y media antes de volver al trabajo- ¿A qué hora empieza la película? En dos horas debo volver a trabajar...

Michelle recordó que tenía las entradas de descuento y brincó al recordar que empezaría en 10 minutos.

-¡Oh cierto!

Jalo a Alex apresuradamente hasta la fila del cine. Mientras él castaño mayor lo cuidaba al niño, ellos platicaban acerca de sus series y películas favoritas de la infancia.

-menos mal que mamá me envió estás entradas de descuento -suspiro cuando llego a ellos y le dio a cada uno un boleto de pase que incluía de regalo un balde de palomitas con bebidas-

-¿Yo también? -pregunta Ryan recibiendo su boleto-

-Si, en verdad mí mamá me regaló 3 entradas que venían de regalo por la compra de cierto monto en su tarjeta y como al cine no va, me las regaló. -le comentaba la azabache en la fila- tenía pensado venir con Garrett pero como anduvo de mamón toda la semana que se chingue por pendejo

-Oh bueno, gracias -Ryan no sabía cómo mantener la distancia de su lado, estaban juntos en la fila como si fueran una pareja real, como si estuviera en el fila del cine con su esposa e hijo-

-me vas a decir ¿De que estás trabajando Ryro? -se acercaba y apegaba a su lado- aún no me dijiste

Él no sabía si decirle o no, puesto que no se imaginaba como se lo tomaría.

-ehm, nada importante Mich... -le restaba importancia- algo así como cafetero pero me pagan bien por hacerlo.

-¿En serio? -abrio sus ojos- ¡Que genial! Sabía que podrías...

-trabajo con Till Lindemann, el tío de Garrett -confiesa el Ross haciendo que la mujer cambiará la expresión de su rostro-

-¡Ay no! ¿Con él? ¿Bromeas? -empezo a decirle, Ryan negó y puso su cara seria-

-¿Tiene algo de malo? -inquiere saber el muchacho-

Michelle roda sus ojos, ella sostiene la mano de Alex quien espera pacientemente en la fila mientras platicaba con otros niños que estaban a su lado.

-no, no tengo nada en contra del tío de Garrett. -le contesta con preocupación- Solo dicen que es muy estricto y anda de pésimo humor a diario. No quiero que te traté mal y te tenga como su fiel sirviente... Es un abusivo... -critico la azabache- yo tratando de alejar a Garrett de su tío por años y cuando se sale te metes tú con él -se pegaba en la frente- ¿Quien te metió a trabajar allí?

-Brendon me recomendó -contesta el castaño sin darle tanta importancia-

-ese pinche frentudo metiche ¿Porque no se mete en sus cosas y te deja en paz? -maldijo cerrando sus ojos-

Ryan agachó la mirada

-yo le insistí -dice al ojos avellanas- necesitaba el trabajo, por eso.

Ryan no quería contarle sus razones personales, se quería reservar aquello pero ella entendió que algo ocultaba y que dolía a su orgullo, no quiso insistir más.

-¿Y tú te sientes cómodo trabajando allí?

Ryan asintió.

-Till me ha tratado bien, no es como lo pintan -menciona el castaño- le ha gustado mucho lo que he cocinado y valora mí esfuerzo.

Escuchar de alguna manera eso, tranquilizó a Michelle, sabía que Ryan nunca le mentiría así que sólo lo apoyaría porque sabía que él necesitaba que le dijera que está haciendo lo correcto, estaba dando lo mejor de si para ser mejor persona.

-obvio ¿Como no le va a gustar tu comida si te enseña la mejor en esto? -dice con una sonrisa- lo vas a hacer bien, confío en ti...

-gracias -contesto de manera amena el castaño-

Narra Ryan.

Luego de haber estado en la fila nos tocó entrar y fuimos junto a Alex a la sala 3 dónde estrenaban Spiderman. Veía tan emocionado a mí niño y a Michelle tan tranquila. Fue por el balde de palomitas y las bebidas, el cual me ofrecí a llevar como todo caballero.

Una vez estando en la sala nos sentamos a la mitad, centro para ver mejor la pantalla. Alex se sentó al lado de su madre, de su lado izquierdo y yo a su derecha. Estaba algo inquieto revisando mí móvil para chequear mensajes, por lo cual Keltie no me había reclamado nada y de paso la hora. Tampoco quería fallarle a mí jefe, confiaba en mí palabra.

Mucho no estaba enfocado en la película, miraba de costado a Michelle y aunque no estuviera arreglada glamorosa como solía hacerlo, verla de manera casual me hacía recordar cuando íbamos a la secundaria. Entre Alex y ella comían felices sus palomitas enfocados en la pantalla y susurrando cosas de la película, se reían y de alguna manera me tranquilizaba que por lo menos se estaban divirtiendo. No me gustaba verlos tensos por sus problemas domésticos porque a decir verdad yo tenía los míos también.

No sé en qué momento dejé mí mano puesta a un costado del asiento y siento al rato la calidez de la mano de Michelle posar arriba del dorso de la mía. Trague grueso. Mire hacia otro costado, a nuestro alrededor y vi a otras parejas besarse. Yo debería estar así con ella pero algo me lo impedía. Constantemente recordaba las palabras de Keltie y su repentino maltrato psicológico hacia mí, dolía. Me impedía poder ser libre y sentirme cómodo. Ella aferró su mano y la entrelazo. No sabía que hacer, porque quería estar así con ella pero a la vez algo me lo impedía y decía que era inmoral. Ahora que Keltie estaba embarazada debia de serle fiel y corresponderle a su amor a la fuerza, aunque en el fondo supiéramos que no la amaba.

No quería quitar mí mano, quería estar así a su lado.

-Ryro, nuestro Alex se fue al baño -susurra y deja su cabeza apoyada sobre mí hombro- no te das una idea de lo mucho que te necesito en mí vida en estos momentos... De estar así contigo siempre -musitaba en voz baja-

Su voz era dulce, suave y no quería que siguiera diciéndome lo mucho que me necesitaba porque me sentiría mal, porque yo también la necesito en mí vida.

No dije nada, solo coloque mí mano sobre su mejilla, la cual ardía. Acaricié su piel y aprecie su rostro, sus ojos estaban cerrados casi al borde de llorar. Sentí su dolor, ella estaba como yo. Enamorado del otro y sin poder corresponder porque cada uno tenía su pareja y una responsabilidad grande.

-Lo sé, pase lo que pase nunca olvides lo mucho que te amo -solo dije en voz baja acercándome a sus labios, lentamente para poder depositar un beso el cual correspondió. Después nos separamos y abrimos los ojos, nos quedamos viendo fijo. Mí corazón latía fuerte contra mí pecho-

Ella volvió a besarme intensamente, sus manos sostuvieron mí rostro desde la parte trasera de mí oreja. Su lengua buscaba fogosamente la mía, cuando de separarse por falta de aire mordió mí labio.

-¿Porque nos tiene que pasar esta desgracia a nosotros? -sostiene con sus palabras, sabía a qué se refería pero preferí callar y encogerme de hombros-

Observe la hora nuevamente y faltaba poco para que sean las 16 hs, debía de despedirme rápidamente e ir al trabajo.

-¿Tienes que irte Ryro? -me pregunta algo seria, tal vez no quería que me fuera-

Asentí.

-Bueno, ve al trabajo, no te preocupes. Apenas termine la película nos vamos a casa con Alex -menciona tranquilamente, toma mí mano fuerte- agradezco mucho tu tiempo y que nos pudimos ver al menos un ratito -me mira expectante y con una media sonrisa, yo también estaba feliz por verlos-

Solo me acerque para darle un beso en su frente, de manera cariñosa y me despedí de ella con otro beso fugaz.

-saludame mucho a Alex -le digo antes de irme, ella asiente y se queda esperándolo-

Salí rápido de la sala, casi apresurado y me encuentro con el niño caminando en los pasillos.

-Ryan -menciona a lo lejos- ¿Tu también vas al baño?

Me detengo a su paso y me agachó a su altura. Negué ladeando la cabeza.

-no, debo ir a trabajar urgentemente. Perdona que no pueda jugar contigo hoy -me sentí triste por él, por fallarle-

-no te preocupes, me divertí mucho contigo y mami -sonrio despreocupado-

Estaba sensible, no se que me ocurría. Alex, mí niño. Tan solitario y tan tierno a la vez.

-otro día iré a visitarte y jugaremos juntos, te lo prometo -sin decirle más lo abracé, quería llorar porque por dentro quemaba no poder decirle que yo era su padre, él correspondió sin objetar mucho-

Una lágrima resbaló de mis ojos, me sentía débil.

-bueno, después nos vemos pequeño. Cuida mucho a Dottie ¿Si? -me despegó de él y lo miro a los ojos, revolvi sus cabellos y acomodé su camisa-

Me puse de pie y lo deje ir, fue corriendo en dirección hacia la sala tres. Espere a que entrara y a lo lejos saludo con sus manos despidiéndose una vez más de mí.

Sentí mucha felicidad de poder verlo contento. Espero algún día poder decirle la verdad y pueda conocer a mí madre, ella ansiaba verlo.

No tuve de otra opción que volver rápido a la oficina en Uber y cuando llegue me encontré con Brendon y Paulina platicando de cosas triviales, él la había reír mucho.

-llegas a tiempo Ry -menciona el azabache- aún no son las 16 hs

Mire mí reloj y efectivamente aún faltaban algunos minutos

-bueno, por lo menos Tíll no me regañara

Paulina se mira con Brendon siendo cómplices de algo, de algún secreto.

-Till no está Ry, él se fue urgente a una reunión -confiesa Paulina con una media sonrisa-

Me quedé sorprendido.

-¿Qué? ¿En serio me dices? -los mire a ambos- ¿Y porque no me lo dijiste antes? -dirigi mí mirada centrada en Brendon está vez- me hubieras mandado un mensaje, tienes mí número

El azabache tomó algunas carpetas y río por lo bajo

-no, no no. Si te hubiera avisado no hubieras venido corriendo a prepararnos nuestra merienda. Morimos de hambre con Pau -contesta burlón y se dirige a otra oficina-

Rode mis ojos y fui directamente a la cocina. Al llegar chequee nuevamente los mensajes y efectivamente no tenía nada de Keltie, de seguro sigue molesta, furiosa por lo de ayer.

Estaba intranquilo nuevamente.

Fin de narración de Ryan.

Narra Narrador:

Mientras tanto la chica Collen aprovechaba el rato libre antes del almuerzo que no tenía gente en el consultorio para usar la computadora del escritorio para buscar en la web posibles alquileres de departamentos para poder convivir en paz con su novio y lejos de su suegra.

-este es lindo y acojedor, está a 15 cuadras de aquí -musita en voz baja- sería perfecto para nosotros

Estaba tan centrada en buscar publicaciones en la web que nunca se percató que la señora Weekes también estaba allí en el consultorio ayudando a su esposo.

Pasaron los minutos y Keltie recién se tiró en su silla para descansar su espalda. Cómo había harto silencio pudo escuchar unos murmuros provenientes de la oficina de Dallon. Se acercó a la puerta con sumo cuidado y apego su oído a ella...

-lo de anoche estuvo increíble amor, no se cómo no se salió mí bebé de la panza -mencionaba la señorita Weekes en voz baja y sensual-

Dallon reía por lo bajo.

-tú me enciendes a cada momento -le contesta algo atrevido-

Keltie saco su oído y se puso acalorada imaginando que ellos dos anoche habían tenido una fogosa noche sexual, no como ella que siempre estaba peleando contra su castaño

Ahora trato de espiar por la abertura de la ranura de la llave de la puerta.

-amor...

-shhh -cuando Keltie fijo en donde estaban, vio a Ángeles arriba de su regaso abrazándolo por su cuello, mientras él hundía su cabeza en sus pechos y los sujetaba con firmeza-

-amor está... Ya sabes quién...

Dallon no le prestó atención y metió su larga mano por debajo de su falda, rozando sus suaves piernas.

Podía escucharse leves jadeos y luego gemidos...

Keltie después de rato de ver lo que había sucedido adentro de la habitación se quedó anonadada y fue a su lugar, a despejar su mente impura.

Se puso a tontear en la computadora hasta que la señorita Weekes salió y se encontró con ella.

-que raro que no salieron a almorzar hoy -menciona la Cullen con un poco de picardía-

-teniamos un poco de trabajo pendiente. -se justificó rápido la chica- ¿Cómo va todo con Ryan? Hace mucho no lo veo

-de maravillas, estamos planeando ir a vivir juntos a un departamento para tener más privacidad.

Ángeles sonrió de medio lado, pensó que esa idea provenía más de ella que de él.

-que buena noticia, así estarán más tranquilos -sonrio forzosamente para quedar bien con ella-

Luego apareció Dallon trayendo su cartera y la abrazó por su hombro, besando así su cien.

-¿Vamos cariño? -insiste el oji azul-

Keltie admiraba la madurez de Dallon y lo atento que era con su mujer.

-Si, por supuesto. Me adelantó y te espero en el auto amor -sugiere la chica Weekes-

-voy a cerrar la puerta y ya estaré contigo -contesta amablemente, yendo a su oficina y cerrando el lugar, donde tenía importantes papeles-

Keltie se puso de pie y aprovechó que su mujer se fue para abrir un poco más el escote de su blusa y subir un poco más su falda por encima de sus rodillas. Rápido retocó su labial rojo intenso.

Cuando Dallon estaba por salir un poco apresurado se topó sin querer con Keltie, nunca se imagino que la mujer rubia estaba detrás suyo.

-Oh lo siento Kelt ¿Te lastimé? -pregunta el Weekes pensando que la podía haber pisado-

Ella niega moviendo su cuerpo, sacudiendo levemente sus senos.

-No, no. Descuida -ella tocó sus brazos- me preguntaba a dónde iban porque dentro de una hora y media la señora Jaimez tiene cita con usted

-Cierto -reviso su reloj- no vamos lejos. Solo de compras con mí mujer. No creo que tardemos mucho

-Woow, que tiernos -contesta animadamente- entonces... Suerte

Dallon le extraño su repentina aparición y su comportamiento pero mucha importancia no le dió, su mujer esperaba por él en su auto. Se alejo de la rubia y salió del consultorio.

Keltie sonrió ladina y suspiró. Tomó del suelo las llaves de la oficina de Dallon que se les había caído al suelo cuando chocó con ella intensionalmente.

-lo siento mí Ryan, pero en la guerra de amor, todo se vale -tomo aquellas llaves sonriendo triunfando- y yo no estoy dispuesta a perderte tan fácilmente cariñito

Fue directamente a la computadora de Dallon y encendió dicha máquina. Una vez lista busco ciertos archivos y copio todo a un pendrive. Fotos, estudios, radiografías, ecografías, etc todo acerca del embarazo de su mujer, todo con lujo y detalle.

Después husmeando encontró una carpeta que estaba en los archivos ocultos y encontró muchos videos maritales.

-asi que a la señorita Weekes le gustaba filmarse teniendo sexo -menciona con diversión- interesante

Se sentó las cómoda y abrió uno de esos videos donde Dallon, de unos 28 años y una Angeles de 20 años vestían con disfraces sexuales y tenían un encuentro ardiente.

Keltie babeaba por todo lo que veían sus ojos, quedó impresionada con su tamaño y las cosas que hacia el doctor. Aunque no parecía porque él era muy tranquilo pero en el vídeo era un lobo hambriento de sexo.

La rubia estaba tan excitada que sacó de su cartera su pequeño regalo, el que su amiga le había obsequiado y lo encendió en el segundo nivel, mientras se deleitaba viendo los videos caseros de la pareja Weekes de jóvenes y fogosos, ella se hundía de placer con su consolador. Se mastubarba pensando en que el poderoso miembro de su jefe la satisfaccia totalmente y la complacía como mujer.

-aaaahhh -estallo de placer al sentir su propio orgasmo y venirse en la propia silla donde su jefe se sentaba a recibir a sus pacientes-

Después de esto no podía volver a verlo con los mismos ojos. Verlo y recordar a Dallon la prendía mucho, incluso más que Ryan.

.....

Durante la cena de la noche todos estaban cenando en la mesa muy callados. Nadie platicaba o intentaba sacar una conversación.

Ryan se sentía un poco incómodo por la leve tensión entre su madre y su pareja.

Su madre fue la primera en comer y levantar su plato dejándolos solos.

-bebé mañana necesito ir a comprar ropa nueva, la que tengo está muy gastada

-pero siempre te estás comprando ropa, zapatos y jeans o faldas -contesta el castaño algo desinteresado- y las usas uno o dos veces en tu vida.

-no importa, esa ya pasó de moda -le resto importancia la rubia-

-aparte debemos ahorrar

-¿Ahorrar Wtf? -hizo una mueca de disgusto-

-tenemos muchos gastos y...

-¿Perdón cariño? -enarca una ceja incrédula- ahora que trabajas con tu plata puedes hacer lo que quieras, yo con la mía también...

Ryan rodó sus ojos, no podía siquiera opinar de nada que todo lo que decía le molestaba.

-ah, quería decirte que encontré un departamento lindo para vivir nosotros -le dice la noticia, esperanzada. Saca su móvil y le enseña- está a 15 cuadras de nuestros trabajos.

-¿En serio planeas que vayamos a vivir solos? -insiste el castaño- es que yo estoy bien aquí...

-en verdad no, no lo estamos. Acá en tu casa molestamos a tu mamá, capaz que ella quiere traer a un señor y estamos nosotros metiches...

Ryan se quedó pensando en aquella idea de la pareja nueva de su madre y en verdad no quería ser molestia en su vida.

-es que si mamá quiere traer a alguien me pregunta... -dice dubitativo-

-por eso, que mejor que darle su espacio. Cualquier cosa vendrás a verla cada fin de semana para comer en familia.

A Ryan no le convencía mucho su idea, no quería dejar sola a su madre. Pero Keltie insistía en tomarlo del brazo y obligarlo.

-bueno, después lo veremos. -Ryan se levanta y lleva su plato hacia la cocina donde se choca sin querer a su madre, ella al girarse se percata que estaba lagrimeando, sostenía un pañuelo en sus manos- ¿Mamá que sucede? ¿Paso algo?

Ella niega.

-no, solo que me entró un poco de polvillo en los ojos -miente para no preocuparlo- no te preocupes por mí

Ella se fue dejándolo algo inquieto. No sabía si era verdad que tenía tierra en sus ojos o lloraba por otra cuestión.

.......

Con los Børns.

Luego de estar todo el día harto encargandose de la mudanza, junto a su hermano, Garrett pudo acomodar la mitad de los muebles en la nueva casa.

Su nueva habitación era más pequeña que la anterior y tenía una ventana atrás del respaldo de la cama.

Michelle apenas se había cambiado su ropa casual por su pijama. Mucho no habían platicado entre su esposo y ella, por lo cual en silencio fue y se recostó a su lado.

Se dió media vuelta dándole la espalda, pero él con una media sonrisa ladina empezó a acomodar su cabello, el cuál sobresalía, por detrás de su oreja.

-¿Que quieres Garrett?

-fuiste al cine y no me dijiste que tal estuvo la película cariño -el señor se empezó a acomodar a su lado-

-estuvo chida, nos la pasamos bien con Alex -sostuvo corta y brevemente sin darle mucha importancia-

Garrett estaba un poco más mimoso y empezó a darle besitos en su cuello

-ahora que ya estamos bien aquí instalados mañana los llevaré a un lado -propone el pelilargo con una sonrisa- ¿Que te parece?

Ella no dijo nada, solo se dio vuelta. Tal vez era la manera que tenía Garrett de disculparse.

-cambia esa cara amor, todo estará bien -insiste Børns y pone su cabeza sobre su pecho- tenemos nuestra propia casita, nuestras perritas y a nuestro hijo -la abrazaba a su cintura aferrándose a ella-

-¿Porque me dijiste que yo era una zorra por haberme embarazado a los 17 años? -cambia de tema Michelle, molesta por lo que le había dicho hoy temprano-

-perdon -enarca una ceja- ¿Cuando te dije zorra mí amor? No inventes excusas para no hablar conmigo. Di que solamente estás molesta nomás -sonrie ladino, mucho no le importaba solo quería hacer las pases con su mujer-

-Si, estoy molesta contigo. No lo voy a negar -contesta tajante-

-¿Hay algo que pueda hacer por ti? ¿Para que me perdones? -vuelve a insistir-

Ella se queda callada, no quería verlo.

-yo sé que hay algo que pueda hacer por ti -susurraba lento cerca de su oído, su aliento chocaba contra su piel y se la hacia erizar-

Sus manos viajaron a su cintura, de a poco recorrió con su mano hasta llegar a la parte alta de sus muslos. Ella cerró los ojos, aunque no quería sostener un contacto visual con Garrett, su tacto se sentía caliente cerca de su intimidad.

-Garr... ¿Que hac...? -musitaba leve sin imaginar que las manos de Garrett se meterían entre sus piernas y sus bragas para adentrarse en su interior con dos de sus dedos-

Al penetrarla de esa manera bruzca hizo que ella se removiera y largué un gemido imprevisto... fue cuando el pelilargo saco su mano y metió sus dedos en su boca para probar el sabor de sus fluidos.

-mmm que delicioso, estás mojada

Ella moría de la vergüenza, estaba roja como un tomate y siendo acorralada bajo los escantos de dicho castaño.

-Garrett no... Ahora no... Alex... -tartamudeaba de la ansiedad que le había provocado, quería mantener su mente y cuerpo intacto y pensando en lo lindo que lo había pasado junto a su castaño de ojos avellanas.

-él está durmiendo preciosa, relájate que el Gran Garrett te hará sentir mejor -sonreia ladino mientras se posiciona arriba suyo, quita su playera para mostrar su pecho y baja su short junto a su boxer para exponer al aire su miembro erecto sorprendiendo a la chica-

Ella no sabía cómo relajarse, puesto que ahora él apartó su sostén y dejando sus senos a su vista. Lo cual admiraba con deseo. Børns estaba hambriento de poder tomarla y hacerla gemir como una loca.

Puso su miembro en la entrada de la cavidad de su intimidad, ella se sujeto del respaldo de su cama y miraba hacia otro lado mordiendo sus labios. No quería tener sexo con él pero el contacto era excitante y se estaba rindiendo a sus encantos masculinos.

-vaya mierda, estás un poco estrecha cariño -menciona Børns cuando mete su pene en su interior y hace unas cuantas embestidas-

Michelle chilló un poco, tenía a Garrett a centímetros suyo concentrado en el acto y con su cabello cayendo a su rostro. Su piel blanca sudada y con sus manos se sostenían a su costado. Michelle trago grueso, era la primera vez que se sentía extraña estando con él. No se sentía cómoda como si estuvieran haciendo el amor... sólo era sexo. Pero no recíproco. Ella no estaba dispuesta a entregarse a él de esa manera, ahora que había estado con Ryan, no era lo mismo. Cerro sus ojos, suspiró jadeando sintiendo las estocadas en su interior y como su pene golpeaba sus paredes. En su mente pensó en Ryan, fantaseaba que era él quien la tomaba de manera bruzca.

Garrett vio de arriba como ella con ojos cerrados disfrutaba pero no quería verlo a los ojos. Sintió algo de coraje porque también imagino que seguramente no estaba pensando en él, sino en cierta persona.

Ryan Ross...

-Continuara-

Hola, aquí nuevo capitulo, espero que lo hayan disfrutado. Gracias por leer 😊

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