"Engaño"

Narra Narrador:

Habían pasado unos días desde el cumpleaños de Michelle y Ryan.

Un lunes bien temprano se levanta cierta rubia dejando descansar a su castaño.

Se cambia de ropa por una más formal, ya que tenía trabajo en el consultorio y debía estar presentable.

Se miró al espejo y notó algo faltaba a su look, el cual pensó hasta darse cuenta que faltaban sus pendientes, el cual Ryan le había obsequiado (en verdad era regalo para su suegra pero para no desperdiciarlos, ella se los quedó) pero a su vista, no los veía.

Caminó dentro del cuarto y buscó con su mirada sin hallarlos, revolvió algunas cosas y ya estaba cansada sin obtenerlos. Hasta que pensó que posiblemente estarían en la mesa de noche o en la cajonera del castaño.

Se acercó sin despertarlo hasta que...

-mmm... Kelt... ¿Que sucede? -intervine el Ross algo somnoliento fregandose los ojos- ¿Buscas algo?

Ella río tontamente rascando su nuca.

-Ay amorcito, no quería despertarte -menciono la rubia- es que buscabas mis pendientes hermosos que me habías regalado

Ryan tomó su almohada y la apoyo sobre su cabeza para que la luz del sol no le molestará su vista.

-¿Amorcito? -insistio la chica jalando su brazo-

Ryan no asomo su cabeza, solo extendió su brazo señalandole dónde podía ubicar lo que buscaba.

-Ay gracias bebé -aparto su almohada de su cara a la fuerza para darle un beso en su mejilla- creo que es hora de que despiertes

Ryan murmuró algo entre dientes mientras Keltie le devolvía su almohada y se tiraba en su rostro causándole gracia.

Encontró sus pendientes en el lugar mencionado por el castaño, mientras esté de mala gana de levantaba para ir al baño a hacer sus necesidades.

Mientras Keltie retocaba su maquillaje y peinado en el espejo, un destello llamo su atención, era el móvil del ojos avellanas que había vibrado en la mesa de luz.

Curiosamente quería saber quién le mandaba mensajes tan temprano así que aprovecho que él estaba en el baño para tomar su móvil y leer aquel mensaje que tenía en la barra de notificaciones sin abrir la casilla del mismo.

Love: Hola amor, buenos días ❤️❤️❤️

Enarco una ceja, incrédula, de tan solo leer eso y que el remitente se llamará "Love" si ella, por dentro, creía que era su verdadero amor.

Cuando escucho que los pasos del castaño se aproximaban a la habitación, dejo el móvil donde estaba.

Se quedó callada, pensativa, de quién se trataría esa persona. Hasta que él Ross hizo su presencia en la habitación.

-Kelt, mamá dijo que ya estaba el desayuno en la mesa para ambos. ¿Vamos? -decia el castaño acercándose a ella y tomando su móvil- ¿Que sucede? -volvio a preguntar de su parte no obtuvo respuesta- ¿Se te perdió otra cosa?

Ella negó. Pero a decir verdad, quería saber más acerca de, si en verdad Ryan le estaba mintiendo y teniendo un romance con otra persona. Fingiria psts descubrirlo.

-no Ry -nego ladeando su cabeza- es que me quedé pensando si tenía que llevar algo importante al consultorio, no es nada.

Ryan frunció sus labios, le parecía extraño que ella no lo haya tratado con cariño. Pero bueno, a su dicho solo podía contestarle.

-bueno, es que el cuarto es un desastre pero no quiero decirle a mamá que la limpie por mí, no quedaría bien.

-no te hagas problema, después cuando llegue lo haré yo -menciono la rubia fingiendo una sonrisa-

Ryan observaba su móvil y ante su mirada inquietante, Kelt sabía que necesitaba su móvil y se lo entrego en sus manos.

-creo que sonó hace un momento... -hizo referencia la rubia- ¿Quien es tan temprano?

Ryan toma su móvil y lo revisa. Niega, riéndose por lo bajo.

-nada, es el tonto de Spens -le miente- parece que está aburrido en su clase y me manda memes

-que tonto es tu amigo -rueda sus ojos no creyéndole, pero estaba fingiendo con él para ver si le mentía o no- ¿No tiene otra cosa que hacer más que molestarte? -resoplo conteniendo su furia, se levantó de la cama para irse a la cocina a desayunar y dejando a su castaño confuso-

Una vez ya estando en la mesa ambos y juntos a su mamá se pusieron a desayunar en familia.

-¿Hoy vas a ir a buscar los resultados de tu examen cariño? -indaga su mamá-

Él asiente y con mucho entusiasmo.

-me costó pero estoy seguro que he aprobado.

Keltie no decía nada, aún trataba de pensar de quién podía tratarse, debía averiguarlo muy bien.

-tu eres muy inteligente, estoy segura que has aprobado -animaba su madre y luego mira a su nuera que estaba muy sería y no decía nada- ¿No Kelt?

Ella se percató hasta que reaccionó.

-Oh si, mí amor es muy inteligente. -sonrio forzosamente-

Ryan no estaba muy convencido, veía que algo extraño había en su conducta.

-yo también tengo mucho trabajo el día de hoy, de seguro volveré tarde a casa -menciono la rubia-

-bueno, yo llegaré después de las 18 hs, traeré los víveres para preparar la cena -comenta la madre del Ross- ¿Y tú cariño que harás? -ahora observa al castaño-

-mmm... Después de buscar los resultados estaré en resto del día aquí en casa, estudiando -contesta el castaño restandole importancia-

-que bueno, que estudies mucho amorcito -dice con ironía dejando perplejo al castaño- me tengo que ir, porque se me hará tarde

Keltie tomó sus cosas para salir lo más rápido posible, quería evitar hablar con el Ross antes de que su furia explote y arruine todo.

Llego temprano al consultorio, donde normalmente trabajaba.

Narra Keltie:

Había llegado 1 hora antes de comenzar mí trabajo. No podía evitar sentir impotencia ante lo que vi. Encima, el maldito de Ryan tiene password en su móvil que yo misma le regalé.

Quería llorar de la bronca pero tenía que aguantarme las ganas porque estaba en mí trabajo y no podía mezclar mí situación laboral con la amorosa, eso lo arreglaría en casa con él.

Le mando mensaje a mí mejor amiga Jac y al rato, mientras tomaba un yogur y observaba a la nada misma me llama en una videollamada. Arreglo mí cabello y pues, atiendo. Total, era temprano y Dallon no había llegado aún.

-amigaaaa ¿Cómo estás? -grito algo eufórica- ¿Que cuentas de nuevo? Hace mucho que no hablamos

Empezó a decir, rode mis ojos. Estaba exhausta con solo imaginar cosas en mí mente y eso me estresaba.

-ah si, todo bien aquí -force un poco mí sonrisa para disimular mí mal trago de esta mañana-

-¿Y como va todo con Ryan? -trata de indagar sobre mí relación con mí pareja- ¿Ya te propuso casamiento? -arquea una ceja, sonrió levemente viendo su cara de arrogancia y sarcasmo en sus palabras-

-jaja -rode mis ojos- ya quisieras

-¿Y? ¿Que espera? -insiste en el tema-

Suspiró y apoyo mi mano sosteniendo mí mejilla tapando mis ojos con mí mano.

-¿Porque no estás tan animada? ¿Que sucedió Kelt? -vuelve a preguntar acerca de mí estado anímico y mí silencio-

No sabía si contarle o no mí problema pero a alguien debía decírselo. Necesitaba escuchar algún consejo para poder resolver este problema antes de entrar en una catarsis y arruinar las cosas.

Otro suspiro.

-sospecho que Ryan tiene una amante -digo sin rodeos, abro mis ojos para ver su reacción y se sorprende, aunque lo disimula bastante bien-

-¿En serio? -contesta abriendo sus ojos- ¿Quien lo creería? -dice la rubia- bueno, era de esperarse -le resto importancia-

-¿Cómo que "era de esperarse"? -enarco una ceja- Ryan no era esa clase de chico...

-los hombres cuando no están enamorados son así, solo están probando de nido en nido hasta encontrar el adecuado o el más acojedor.

Me sentía tan aflijida que sentía que estaba perdiendo a mí bebé. Mí amiga no le importaba lo que yo sentía por él.

-No te preocupes amiga, aún tienes a... -no dejé que terminará porque sería fatal para mí volver con mí ex pareja-

-¡No! ¡No lo menciones! -exclame al borde del colapso emocional- te llamé para que me dieras un consejo de como conquistar a Ryan, no dejarlo y volver con mí ex. Jamás renunciaré a mí bebé.

Jac se quedó cautivada, nunca imagino que le contestaría de esa manera brusca

-Kelt escúchame... Puedes entender que si Ryan realmente no te corresponde él en cualquier momento te dejará por la otra... -empieza a decirme seriamente- o tienes otra opción, está nunca falla...

Estaba lagrimeando en contra de mí voluntad, no quería perder aquellas últimas esperanzas y perderlo. Sé que podía dar lo mejor de mí, por algo aún no me dio el ultimátum y no rompió conmigo. Tenía una luz al final de túnel y utilizaré todos los recursos que estén a mí alcance para no perder.

-te escucho...

-¿Eh? ¿Sobre que? -se hace la desentendida-

Rode mis ojos.

-sobre la propuesta, para no perder a mí Ryan.

-Ah eso... Bueno, lo utilizo una amiga -hablo en voz baja- ten en cuenta que si las cosas salen mal lo perderás para siempre -me adivierte-

-¿Que más da? Si ya estoy a punto de perderlo. Es lo mismo -me encogi de hombros-

Entonces Jac se tomó el tiempo de contarme el procedimiento siguiente, de los pasos a seguir y no perder a mí novio. Preste atención atentamente y tomé precauciones de sus advertencias.

No corte su videollamada cuando de repente la puerta se abrió y entonces fue cuando el doctor Dallon apareció en la oficina. Dejo su saco en un colgante perchero y saludo cordialmente.

-Buenos Días Kelt -se anuncia, tomándome desprevenida, limpie rápido mís párpados, no quería darle la impresión que estuve llorando- ¿Está todo bien? -se atreve a preguntar cuando nota que limpio mí rostro, yo asentí ligeramente con un leve rubor en mis mejillas-

-si, todo bien por suerte ¿Y usted? -le devuelvo la pregunta, veo de reojo como mí amiga permanece callada y disimuladamente corte la llamada, no quería chusmas en nuestra conversación-

-de maravilla.

-¿Cómo anda la señora Weekes? -le cambio de tema para no hablar de mí-

-muy bien, más tarde va a venir al consultorio para que le haga unos chequeos y ver cómo va su embarazo -algo morboso llego a mí mente pero negué todo pensamiento impuro-

-que bien, le prepararé café -me levanto de mí escritorio- en media hora llegará la señora Hudson para traerle unos resultados del traumatólogo que usted mismo le pidió.

-ah si, la esperaré. -asiente y acomoda su camisa, que le quedaba perfectamente y resaltaba su piel pálida-

Trague grueso y fui a preparar esos cafés.

Mientras la máquina procesaba el café, mí amiga empezó a enviarme mensaje por chat a mi WhatsApp.

Jac: Amiga ¿Porque me cortaste de repente? Justo que llegaba el guapo de tu jefe

Yo: shhh cállate, lo que hable con él es nuestro asunto, no te incumbe

Jac: Oye, ¿Y como es tu relación con él? ¿Hay confianza?

Yo: es una relación común y corriente como cualquier jefe o empleado.

Jac: enserio ¿no te gusta? Hasta se ve más maduro y guapo que tu novio. Con alguien así, vale la pena.

Yo: olvídalo, tiene esposa y espera un bebé. Jamás tendría chances con el.

Jac: entonces si pensaste en él!!! Atrevida!!!
Que importa si tiene mujer, lo que importa es lo que el sienta y con quién quiere estar.

Yo: pero yo aún estoy con Ryan, no me le voy a echar a mí jefe y perder todo, hasta mí trabajo.

Jac: puedes jugar al coqueteo y seducirlo, si gusta de ti agarrará viaje.

Estaba por contestarle hasta que de pronto.

-Keltie, la señora Hudson ya llegó. -llego Dallon por detrás mío, sorprendiéndome-

Casi vuelco las dos tazas del leve susto, su voz logro ponerme nerviosa. No sé si eso o pensar que su perfume varonil me volvería loca.

Sentí un calor subir a mí vientre y unas ganas de que me folle. Hace mucho que Ryan y yo no teníamos relaciones, sentía mis hormonas locas sacudir mí cuerpo

-en-enseguid-da voy

Dallon sonrió de medio lado.

-estas muy distraída está mañana. Hay que enfocarse que los pacientes estarán llegando.

-lo siento. -hice una reverencia en señal de disculpas-

Gracias Jac por tu estúpido consejo, me hizo cambiar mí forma de ver las cosas y a mí jefe.

-tranquila -él posa mí mano sobre mí hombro y cuando levantaba mí vista en el, observé detenidamente su figura-

Era perfecto por dónde quisieras verlo, todo estaba en su lugar.

-hare pasar a la señora Hudson a mi consultorio, para adelantar. -agrega Dallon, quedé toda mensa viéndolo- también, espero ese café. Te agradecería.

Sentí un leve entusiasmo y asentí, mientras él se enfocaba en su labor.

Lleve su café a su despacho mientras platicaba con la señora, luego volví a mí lugar y trataría de relajarme enfocándome en mi trabajo.

Aventé un poco de aire a mí rostro, en mí mente solo podía imaginar lo espléndido que era Dallon como esposo y esperaba que mí Ryan sea igual a él.

De pronto golpearon la puerta levemente, revisé la planilla y luego de la paciente actual no tenía otro tras ella.

Fui a abrir la puerta y una chica joven apareció ante mis ojos.

-Hola, quería hacerme una revisión con el doctor. -dice algo tímida y apenada-

-Si, puedo hacerte un lugar para una consulta. -me hago a un lado- ¿Es tu primera vez aquí? -asiente tomando su distancia hasta que accede a pasar- bien

La invitó a pasar y a tomar asiento mientras anoto sus datos en una planilla.

Le pregunto lo que necesito saber

-¿Nombre y Apellido?

-Stella Maris Hamilton

-¿Edad? -indago su edad-

-27 años -me sorprendí hasta yo misma, porque tiene mí edad y parece mucho más joven que yo-

Al ver qué la observaba mucho, me enfoque en anotar sus datos solamente para no incomodarla.

Luego se sentó a esperar, notaba que estaba algo ansiosa y observaba hacía todos sin mencionar que no quería tocar su móvil a pesar de los intentos fallidos de que sonaba constantemente.

Golpearon otra vez y no había visitar pendientes tan temprano. Rode mis ojos pensando si sería otra persona queriendo atenderse.

Cuando abrí grata sorpresa me lleve, mis ojos se abrieron como platos y sacudí mí cabeza.

-¡Oh! Muy buenos días señora Weekes -estime con una sonrisa forzada-

-Hola Keltie, buenos días -me devuelve el gesto y veo que trae su cartera en brazos, y el bolsón para el futuro bebé en camino-

Observé que traía otras cosas en manos y sonreí.

-¿Estuvo de compras? -ella se adentro al consultorio y dejo todo lo que se había traído-

-Algo así, compré algunas cosas para el bebé, no tan importantes -me dejo que viera todo lo que había comprado, entre ello, mamaderas, peluches, sonajeros de colores variados y llamativos, un par de mantas, medias a medida para un recién nacido y ropita de color celeste-

Me enterneci y admiraba lo mucho que se empeñaba para comprar los pequeños detalles para su primer hijo.

-es hermoso

-no puedo esperar a que nazca mí bebé -ella acariciaba su vientre, que estaba bastante crecido-

La muchacha que esperaba no quería mirar al respecto y observaba de lado. Observé su mirada triste y desesperanzada.

Hasta que la puerta del consultorio de Dallon se abrió.

-Bueno, cualquier urgencia llame a mí número particular. La atenderé enseguida señora

-usted es muy amable doctor, le agradezco.

La señora Hudson tiene cerca de 87 años, no me extraña que el doctor Weekes sienta empatía con esa señora, es como si fuera su abuela.

Cuando la señora salió y se encontró con Ángeles inmediatamente la saludó.

-¡Woow nena! ¡Mira nomás esa panzita! -alego la señora con una enorme sonrisa- pronto nacerá tu bebé ¿Cierto? -veo a Ángeles asentir levemente con su cabeza- que alegría

-¿Cómo está usted? -Pregunta la señora Weekes con amabilidad-

-no me digas "Usted", ya nos conocemos Angy -le tutea y guiña un ojo, la señora toma su bastón con sumo cuidado para trasladarse y sentarse en un asiento-

-Lo siento señora Ágata, es la costumbre -dice algo apenada-

-que no te de pena hermosa, Dallon es igual de formal. -sonrie- tienes al mejor esposo y compañero. -como estaba fuera de su conversación, me senté en mí lugar y a tontear con mí movil viendo algunas noticias en instagram- con esta edad ya no puedo pedir mucho querida -la vi sonreír algo triste-

-no se preocupe Ágata, mí esposo se compromete a que usted saldrá muy bien, confíe en Dios -Angeles la abrazo y le dio muchas fuerzas-

Cuando apareció Dallon todas volteamos a verlo, hasta la chica que esperaba ser atendida con suma urgencia pero él solo enfoco su vista en su esposa y las cosas que traía consigo.

-Amor... -vio su bolsa muy cargada y la ayudo a sostenerla- no debiste... O sea, me hubieras llamado

-Cariño... Se que ya habíamos comprado cositas para el bebé pero pase por la tienda y no pude resistirme -ella lo abrazó- descuida que no cargue con todo eso, la empleada me ayudó a trasladarla hasta el taxi.

-Ok pero pensé que ya habíamos comprado todo para el bebé -él empezó a ver por adentro de la bolsa, no podía culparla cuando ella lo miraba con ojitos tiernos-

Alce mí vista y suspiré, ni Ryan era así de preocupado y tierno conmigo.

Él correspondió a su abrazo y beso su frente con mucho cariño. Era una de las pocas facetas que demostraba el señor Weekes y solamente a su esposa.

La chica que esperaba carraspeo la garganta cortando tal escena romántica y ambos se separaron de lo avergonzados que estaban, Dallon volvió a su posición y observo que la chica estaba ansiosa y apurada por atenderse.

-Ella ¿Quien es? -indaga el doctor Weekes y me observa-

Inmediatamente me pongo en alerta y dejo de hacer lo que estaba haciendo. Guardo mí móvil y tosi un poco.

-Ella es Stella Hamilton y quiere hacer una consulta.

La chica rubia de coletas se pone de pie.

-mas bien quería hacerme un chequeo -me observa y vuelve a mirar a Dallon- tengo algo de prisa

-ok, pasa al consultorio. -contesta rápido el señor Weekes y la invita cortésmente a pasar- cariño -veo que toma la mano de su esposa- ¿Quieres pasar?

-pero las visitas son algo confidencial, incluso entre médicos.

-tu eres médico, mí mujer y mí gran compañera. No habrá problema te lo aseguro -le guiña un ojo y se la lleva consigo-

Admiraba lo atento que era Dallon con su mujer, aunque ella no se diera cuenta. Cualquier mujer, incluyo yo, caería rendida a sus pies.

-querida, la envidia no hace bien e incluso destruye a las personas.

Esa voz de la anciana me hizo erizar la piel y sonrojar. Volví a mí lugar y empecé a escribir en un cuadernillo.

-¿Que dice anciana? -hablo por decir y no verla a su rostro- si yo no tengo enviada a nadie.

-claro, porque eres una mujer adulta y nunca desearás al hombre de tu prójima.

-disculpe Señora, pero yo ya tengo novio y estamos felizmente juntos, a punto de casarnos y formar nuestra familia. No diga tonterías si no sabe.

La señora con su bastón empezó a caminar hacia la salida. Amablemente me levanté para abrir la puerta e invitarla a salir del lugar.

-conozco al doctor Weekes desde que empezó y abrió este consultorio. Confío plenamente en él y su señora. -empezo con su discurso, internamente tarareaba una canción para no prestar atención a sus tonteras- y sé que, jovencitas como tú quisieran tener un excelente esposo... Atento, humilde y amoroso como lo tiene la afortunada señorita Weekes. Espero que usted no sea de esas típicas suripantas.

-con mí humilde respeto, usted no me conoce y no puede decirme suripanta. Está mal juzgar a las personas. -me había hartado está vieja que ya tenía ganas de hecharla a patadas-

-puede mentirme con sus palabras pero sus ojos la delatan. Adiós señorita, que tenga un... -cerre la puerta una vez que piso el pasillo afuera del consultorio, suspiré de lo nerviosa que estaba-

Por mía adentros pensé "bla bla bla" y rode mis ojos.

A los minutos sale la chica un poco preocupada y con unos papeles en mano. Su rostro lucía serio.

-¿Está todo bien? -trato de indagar-

-Si, sólo debo hacerme unos estudios médicos que me pidió el doctor. Es más, para aclarar dudas.

-ok, te agendare una cita para...

-dentro de dos semanas volveré. -aclara la mujer un poco ansiosa y saca una botella de agua mineral para abrirla y llevársela a la boca-

-esta bien, toma -le entrego una tarjeta con mí número de móvil- si quieres un turno escríbeme un mensaje.

-te agradezco -sonrie forzosamente y guarda todo en su cartera para luego irse-

Me quedé a solas en la habitación y empecé a inquietarme el porque la pareja Weekes no habían salido del consultorio.

Trate de husmear por el agujero de la ranura de la puerta y vi como Dallon se acercaba a ella para levantar su blusa de a poco, acaricio luego su vientre y beso tiernamente sus labios.

Sentí mis mejillas arder y un calor subir a mí entrepiernas. No podía creer que ellos dos... ¡No! tape mí boca tonta.

Me aparte de aquella puerta y busque rápido un vaso de agua fría. Casi sentí atragantarme.

Ahora estaba intranquila, con ganas de follar y caminando de un lado a otro, algo ansiosa y curiosa.

Espie nuevamente y algo podía oír detrás de aquella puerta.

-¿Te sientes bien? ¿No te duele nada mí amor?

-no cariño, tú lo haces perfecto

Trague grueso.

-es tan maravilloso

Enarque una ceja. Así que, sin querer abrí con cuidado la puerta. Como excusa traía un vaso de agua fresca para la señora.

Me sorprendí al ver qué Angy estaba acostada en la camilla y Dallon sostenía su mano, ambos viendo las imágenes del futuro bebé que estaba en camino a través del aparato ultrasónico obstétrico.

Vi algunas lágrimas recorrer su mejilla y eso, me enternecio de un hombre. Sentir amor hacia su primogénito y a su mujer.

-oh, lo siento por interrumpir -ambos voltearon a verme y Dallon limpio su rostro- le traje un vaso de agua para Angy.

-gracias Kelt, tenía algo de sed -amablemente me lo acepto y bebió de él- Dallon siempre me chequea el embarazo a cada semana

-mmm... Entonces no eres la única ansiosa por la llegada del bebé -supuse y sonreí para ambos-

Angy se sorprendió y tomó su bolsa para sacar de él un peluche, era un osito tigre con una mini playera azul con el nombre de "Knox" y brillantina.

Dallon cubrió su rostro de la vergüenza y trato de esconder su evidente sonrojo.

-Amor... ¿De dónde has sac... -no terminó la frase que Angy puso su dedo índice sobre sus labios para que caye-

-¡Ay cariño! -enarca una ceja- ¿Quien crees que limpia el departamento? Es una falta de respeto que no hayas escondido bien el regalo para nuestro bebé y dejaras que yo lo encontrará. -se le cruzó de brazos con una mueca en su rostro-

-crei que lo había escondido bien -se lo escucho decir al señor Weekes-

Ambos rieron entre si, me sentía demás entre ellos.

-creo que para la próxima contrataré a una mucama. No debería dejarte que ensucies tus hermosas manos y estés trapeando o barriendo.

-no es mucho lo que hago, casi no hay mugre cariño. Sino ¿Que haría? -contesta Angeles- me aburriría.

-cuando nazca nuestro bebé no te aburrirás, te lo aseguro.

-me gusta cooperar cariño, aunque sea en lo más mínimo.

Dallon sonrió al ver qué no podía ganarle a su mujer.

-Si, pero eres mí mujer y no quiero que te sobreesfuerzes innecesariamente.

-esta bien -se rindió la mujer y lo abrazó- a conste me tendrás aquí en tu consultorio molestandote.

-no te preocupes, tu compañía nunca será una molestia futura doctora Weekes -veo como Dallon solo se enfoca en mirar su rostro, admirando sus labios y dándole un pequeño pico en ellos, ambos con sonrojo, voltee suspirando, añoraba que Ryan al menos fuera así de romántico conmigo-

En ese momento se escuchó un golpe en el consultorio haciendo que la pareja Weekes dé un ligero brinco y Dallon recobre su postura.

-Bueno, volvamos a lo nuestro.

Salió primero de la sala para ir atender el mismo al paciente, quedándome a solas con su esposa.

-Dallon es muy tierno, no me lo imaginaba que fuera tan así. -hice una pequeña pausa y luego agregué- siempre que está aquí se lo nota muy serio y concentrado en hacer su trabajo.

Ángeles se puso roja como un tomate, eso porque ella es tímida.

-Bueno, Dallon no se así como lo ves, es un chico reservado -comenta tranquila Angy- debe estar así por el embarazo... Es nuestro primer bebé y está como.... Demasiado atento y cariñoso.

Me quedé sorprendida y mí reacción fue evidente, un pequeño detalle que no debía de pasar por alto.

-¿Cómo? -volvi a preguntar aún más curiosa-

-dicen que la llegaba de un bebé entre una pareja es la unión de amor más consolidable. Porque, al hombre le da ternura que una parte suya, su semilla, crezca en la pancita de su amada.

Con esa explicación entendí que Ryan, si me llegará a embarazar de él, corresponderá a mi amor pero tenía un problema, que no podía revelar.

-cualquier hombre se enamoraría de una pancita de embarazada. -Angy hizo una breve pausa y luego añadió- Aún recuerdo a un viejo conocido que estaba loco cuando se enteró que su novia estaba embarazada. Aunque al final no fue el padre verdadero del niño, correspondió a sus sentimientos y se quedó con ellos a pesar de todo.

Me imaginaba a quien se refería, pero mejor sería callar y escuchar acerca de su relato, tal vez algo bueno saque de todo esto.

Aunque Ryan ya tenía un hijo con su ex pareja pero no me cuenta mucho al respecto sobre aquella relación con su hijo, tal vez no le interesa.

-Angy, disculpa. -la interrumpí logrando captar su atención- me preguntaba cómo era Ryan cuando se enteró de que tenía un hijo...

Ella borro su sonrisa, tal vez no le gustaba hablar del tema.

-en breve, Ryan se fue al ejército sin saber que tenía un bebé, nunca lo supo hasta el momento que llegaron. -luego miro de lado- siento mucha pena por él, porque se ha perdido esa etapa increíble del embarazo y está complicado que él pueda reclamar algo a estás alturas.

-bueno, pero eso es asunto de sus padres, no de Ryan -me encogi de hombros- no fue su culpa y dudo que haya tomado una decisión irresponsable. Él tan solo tenía 18 años.

-Si, es verdad. -ella volteo a verme- pero ahora que está contigo es diferente... Tal vez algún día puedas darle la alegría de su vida.

Me sonroje, en un breve flash me imaginé siendo la mamá de cuatros niños con mí Ryan en una gran casa rodeada de perros y un gran patio con toboganes y hamacas.

-seria lo más maravilloso del mundo -toque mí vientre sin pensarlo-

Cuando Dallon se hizo presente con la paciente para despedirla. Tuve que volver a mí trabajo y agendar nueva cita.

Observaba aquella taza de café que yo misma mandé a hacer, con nuestra foto en la playa. Mí corazón latia loco por mí niño Ross. No veía la hora de salir de acá para ir a verlo para llenarlo de besos, mimos y abrazos.

Cuando era mediodía no tenía agendada ninguna cita hasta las 14 hs. Así que aproveche para avisarle a los Weekes dejando de lado lo que estaba haciendo.

Cuando golpee la puerta y entré al instante vi a Ángeles detrás de su asiento haciéndole masaje sobre los hombros a su esposo, este estaba algo relajado hechando su cabeza hacia atrás.

-mmm amor... Te agradezco mucho por los masajes... Pero no quiero que te sobreesfuerzes

La veo enarcar una ceja y yo también, luego enfocamos la mirada en él.

-cariño, esto no es nada. No te preocupes mucho.

-...por el bebé -decia murmurando, aún no se había percatado de mí presencia-

Ángeles rodó sus ojos. Tosi para aclarar mí voz y captar su atención. Cuando Dallon se percató de que estaba parada con una planilla en mí manos bufó un poco.

-ehm, solo quería avisarles que no tengo agendada ninguna cita hasta las 14 hs, se pueden tomar un descanso o... -no me dejó terminar-

-tenia pensado ir a almorzar con mí mujer. -enfatizo el señor Weekes, sorprendiendo a su mujer que se alegro por la cita inesperada-

-Oh muy bien cariño, iré a juntar mis cosas -ella con una sonrisa salió del cuarto dejándome a solas-

-yo me quedaré acá, tal vez me pida una tarta de verduras para comer -hable para romper con el silencio-

-perfecto, te encargo todo entonces. -me entrega las llaves del consultorio y a cambio le entrego la planilla para que firme algunos papeles importantes-

-A las 14 hs debería estar llegando el señor Monteni con los resultados del neumólogo.

-si, trataré de llegar un poco antes.

Dallon estaba enfocado seriamente en la lectura de aquellos papeles. Su traje negro hacía resaltar la belleza de su piel. Observé cada detalles de su rostro y sus manos, grandes por cierto, que me acabarían de una nalgada.

-bueno, si ya no hay más nada me retiro.

Dallon se levantó dejando aquellos papeles sobre el escritorio y se llevó consigo su móvil.

Fui tras él y su mujer lo esperaba sentada en el sofá en la sala de espera. Él, muy amable cargo con sus bolsas.

-Amor ¿Nos vamos? -veo como ofrece su mano-

-hace mucho no teníamos una cita, me siento como cuando éramos novios por primera vez -ella tomo de sus mejillas sonrojadas- Ay no, que vergüenza.

Él entrelazo su mano a la suya.

-pero esto es diferente... Ahora no tenemos que escondernos -sonrio triunfante-

No sabía exactamente a qué se referían pero entre ellos se entendían perfectamente. Salieron juntos como la pareja perfecta que eran. Envidia tenía de ellos y más de la señora Weekes, de tener a un esposo tan complaciente como Dallon, divino.

Suspiré y fui a desparramarme sobre mí asiento, me pedí algo de comer a una casa de comidas de confianza y espere mientras. Trate de divagar mis ideas tontas que pensaba una y otra vez hasta que en mí mente resonaba aquella tonta idea del embarazo y sobre mí Ryan.

Le escribí en un mensaje por chat a su WhatsApp pero antes de enviarlo, ya tenía un mensaje de él.

necesitamos hablar en la noche, lo más pronto posible.

Enviado a las 11:15 a.m

De que trata amor? ✓✓
Visto ahora

No es algo que quisiera hablarlo por aquí, cuando llegues lo platicamos en casa.

Enviado a las 12:37 p.m

No me asustes bebé 😥 ✓
Aún no leído.

Trague grueso. No sé de qué quería hablarme Ryan con tanta urgencia. Estaba ansiosa, por su seriedad no parecía nada bueno. Empecé a preocuparme.

Entonces le escribí nuevamente a mí amiga Jac...

Amigaaaa necesito de tu ayuda...
Recién leído ✓✓

Ella directamente me llamo a mí móvil y atendí rápido, con desesperación.

-¿Ahora que ocurrió?

-Ryan -empece a hablar, algo se me atoraba en la garganta, angustia-

-¿Ahora que te hizo? -trata de indagar y como no contesto por sentirme algo fatigada- tranquilizate Kelt. Respira hondo.

Empecé a hacerle caso y a tranquilizarme.

-Ryan quiere dejarme -por fin solté mí duda, tenía esa mala intuición-

-¿Porque dices que quiere dejarte? ¿Ya te lo dijo? ¿En qué momento? -enpezo a atacarme con muchas preguntas a la vez-

Tuve que hacer una pausa para aclarar y ordenar mí cabeza.

-él me mandó un mensaje diciendo que en la noche tenía que hablar conmigo seriamente.

-ajam

-¿Entiendes? -le grito desesperada, tomé mí móvil fuerte-

-por ahí es tu imaginación... ¿Hace cuanto no tienes sexo con él? -pregunta descaradamente-

Abrí mis ojos tan grandes que casi sentí atragantarme con mí propia saliva.

-¡Oye! Te estoy hablando enserio y me sales con mamadas...

La escuché suspirar.

-todo tiene que ver con todo amiga, la falta de sexo en la pareja es grave... Entiendo que tú trabajes y tengas muchas cosas que hacer durante el día y cuando llega la noche te sientas cansada, exhausta... La rutina...

Me mordí los labios de la frustración.

-pero él no trabaja... Y tampoco pone de su parte para complacerte... -decia Jac-

-lo más curioso es que yo no estoy cansada, siempre es él, el que ponía cualquier excusa para no tocarme -le hablé con la verdad- y todo paso desde que llegamos a vivir aquí.

-tal vez otra se lo este cogieron en estos momentos... -declara, dejándome más sorprendida- y le este dando de sus arrastradas olímpicas.

-no digas esas cosas. Tal vez esta muy estresado con la presión de la universidad y está obligado a hacerlo por su mamá. -sumo a mí sugerencia, quería no creer las palabras de mí amiga, me dolía-

-¡Vamos Kelt! No seas ingenua -exclamo con poca paciencia- ¿Hace cuanto que no lo hacen? -la vi enarcar una ceja-

Tapé mí rostro, no podía creer que hace meses no habíamos tenido contacto sexual cuando en realidad antes lo hacíamos a diario dejandome exhausta.

-Dime -presionaba para que hablará-

-la verdad que no lo sé, no lo recuerdo -dije dándome pena a mí misma, como dejé que las cosas se me salieran de control-

-¿Como no lo recuerdas? ¿En serio? -dice aún más sorprendida, incluso más que yo, asentí con pena- ¡Vaya! Necesitarás un plumero para sacarte las telarañas de las pochola.

Me puse más roja que un tómate.

-bueno, yo con mí novio lo hacemos a diario. No hay día que no me haga gozar como una perra -reia o se burlaba de mí, siempre orgullosa de su vida sexual íntima- mí vaquerito le digo en la cama...

-¿Porque? -indago algo desinteresada, solo para que hablará-

-porque le gusta montarme y tratarme como su vil yegua jajaja -reia la perra de Jac, hasta que se calma luego de que me quedara en silencio- bueno, dentro de poco te mandaré un regalito amiga, no te preocupes por el sexo -dice con un tono morboso-

Suspiré, a veces no la soportaba tanto. Pero era muy buena en darme consejos cuando lo requiero de urgencia.

Fin de narración de Keltie.

Narra Narrador:

Ryan trataba de leer los apuntes de la clase pero algo siempre lo distraía. Tenía su móvil arriba de la mesa siempre encendido y quería saber más de Michelle y Alex, su hijo. Pero sólo le llegaban mensajes de Keltie o su madre.

Amor... ¿Está todo bien?✓

Su mensaje no había sido leído y estaba intrigado que le podía haber sucedido. Concurrió al colegio del niño pero no lo encontró jugando en el patio junto a sus amiguitos y eso, era bastante extraño, no era de faltar a clases.

Ella le había mandado un mensaje a la mañana mientras dormía y fue el último mensaje que mandó. Le contestó pero no hubo respuesta, volvió a enviarle sin éxito alguno.

Suspiró. No quería ir hasta allá y averiguarlo pero otra opción no tenía.

Arriesgada forma, por simple impulso fue hasta su casa para sacarse las dudas, no se quedaría sentado viendo si ella le contestará pensando que algo malo le pudiera haber pasado.

Cuando llegó a su casa notó que habían dos autos, uno de Garrett por supuesto y el otro desconocido. Supuso que tenían visitas y se quedó más tranquilo.

Espero afuera del recinto y observo la situación desde lejos, nada anormal sucedía. Todo estaba en perfecto orden, el jardín, los árboles, flores y los perros jugando con Alex en el patio.

Estuvo esperando bastante tiempo hasta que notó que Michelle había salido de su casa para dirigirse al garage trasero.

Apresuró su paso para intentar persuadirla, quería verla y hablar con ella, por lo menos unos instantes.

Se escabulló entre los arbustos y libustrina hasta la zona donde se encontraba la chica.

Cuando notó que intentaba buscar unas herramientas, cerró la puerta una vez que la vio agachada y distraída.

-cariño... Aún no encontré la pinzas que me pediste... Aghh -mascullo agachada sobre el suelo buscando en una caja de herramientas lo que intentaba encontrar-

Ryan enarco una ceja y se cruzó de brazos.

-asi que ¿Cariño?

Michelle al reconocer su voz se puso de pie llevándose una sorpresa

-¡Ryan! Puedes decirme ¿Que haces aquí? Casi me llevo un susto al verte -dijo al verlo de pies a cabeza, todo estaba intacto en el. Masajeaba su cien intentando calmar sus celos internos-

Se encogió de hombros y patio una piedrita.

-nada, solo te extrañaba y quería verte -cuando vio que la chica se paró en frente suyo la encaró- ¿Está mal "cariño"?

Ella rodó sus ojos y tiro aquellas herramientas que poseía en sus manos.

-no te pongas denso amor -rodo sus ojos y lo abrazó- ¿Como sugieres que le hable a Garrett? ¿Que lo llame por su nombre? Seria muy extraño.

Ryan también rodó sus ojos, no le agradaba que lo llamara así.

-entonces ¿A ti no te molestará que llame a Kelt como "reina"? -sonrie arrogante- esperando que se pusiera celosa-

Michelle soltó la carcajada.

-¿Qué? ¿La reina de la vejez dirás? -se burló de la rubia- te sugiero que la llames como "anciana mía" o algo por el estilo. Reina no le queda, ese es mí puesto querido.

Él quiso reírse también pero no lo hizo, puesto que le había causado gracia.

Luego de estar un rato callados Michelle sr acercó a él para acariciar su mejilla.

-tu siempre serás mí hombre RyRo -musita leve-

Ryan tomó su mano y aprecio el detalle, el roce de su tacto sobre su piel.

-no te das una idea de lo mucho que te he extrañado. Pienso en ti todo el día -menciona cierto castaño con melancolía-

-lo sé y yo también, créeme -contesta con sinceridad y se aferra a su pecho- pero no nos conviene ahora vernos y mucho menos aquí. -ella observaba para todos lados, algo preocupada-

-¿Por Garrett? -trata de indagar el castaño, ella asiente-

-no se que le pasa, desde que renuncio a su trabajo se la pasa como chicle tras mío. -comenta algo agobiada- no me deja sola un momento, salvo aquí porque está ocupado arreglando el cuarto de Alex.

-¿Y quién hace las compras del supermercado? -pregunta el castaño-

-yo misma... Pero me lleva en su auto y me acompaña a todos lados. Te digo que es insoportable tenerlo como mí propia sombra.

-no se si preocuparme o no -suspiro el castaño, luego volvió a mirarla- ¿Y Alex porque no va al colegio?

Michelle agachó la mirada al suelo y negó.

-es que el tonto de Garrett como renuncio a su trabajo en la oficina tuvo que recortar algunas cosas y entre ello, el colegio privado de Alex. -comento algo exhausta- y hasta que busque un nuevo colegio estatal para mí bebé, Garrett le está haciendo de tutor. También, tiene pensado vender la casa y comprar una más chica que esta.

-¿Qué? ¿Se volvió loco? -no podía creer lo que escuchaba de su boca-

Ella hizo una mueca de disgusto y enredo sus manos sobre sus hombros.

-no lo sé pero junto a su hermano están con los últimos detalles para abrir su nueva oficina. Solo falta unos días, lo cual debo soportarlo para que me deje en paz un rato y pueda verte un rato.

Ryan no estaba conforme.

-¿Hablaras con él verdad? -hace su propuesta, ella no recordaba tan bien a lo que se refería-

-si pero dame tiempo amor... No es fácil -menciona- se trata de Garrett y se pone muy denso con un tema delicado.

-es que quiero vivir contigo lo más pronto posible contigo y los niños. -espeta el Ross- hoy hablaré con Keltie.

-¿La mandaras a un asilo? -enarca una ceja- un aplauso, es un avance.

-no, voy a terminar con ella. Deseame suerte -se acerco a ella para intentar darle un beso en sus labios pero justamente escucharon un ruido-

Ambos voltearon y vieron que a lo lejos estaban viniendo Alex y Garrett tras la chica. Así que el castaño sonrió negando.

-te amo -susurro y le planto un pequeño pico en sus labios antes de irse y escapar por una ventana del mismo garage dónde se escontraban platicando-

Michelle se había quedado anonadada viendo como su hombre, arriesgado se marchaba y se quedó parada, sin saber porque estaba allí.

-Michelle... -la llamaron por su nombre-

Ella sacudió su cabeza de un lado a otro, aún con el corazón en la boca y latiendo fuerte contra su pecho, trato de seguirle la corriente a su esposo.

-¿Que sucedió Garr... -él otro estaba por enarcar una ceja algo molesto- digo Cariño? ¿Está todo bien?

Este se acercó y le arrebató la herramienta que tenía en sus manos.

-¿tanto vas a tardar para encontrar una pinza? -decia el castaño de pelo largo algo molesto- ¡Ay! Estás mujeres de hoy en día... No sé en qué se quedan paveando. -se giro y espero a su hijo- eso que te pedí algo simple.

Ella suspiró. Ver la cara de Børns le había espantado el ensueño que estaba viviendo con el Ross. Rodó sus ojos.

-Bueno, la próxima vez vienes tú a buscarla ¿Para que me pides un favor a mí? -se encoge de hombros- me voy a cocinar una tarta.

Ella salió de aquella habitación más molesta de que realmente estaba Børns.

Alex llego con su papá y lo vio revolver algunas cosas.

-Papi ¿Que buscas? -indaga el niño-

Garrett se paró, luego de encontrar lo que necesitaba y también, se había quedado anonadado en ese lugar. Persuadió en ese lugar un aroma particular. Alex también agudizó su sentido olfativo.

-que rico huele ¿Es un perfume? -hablo el niño-

Garrett lo observó y apretó su puño.

-creo que no. -mintio el Børns adulto- Vamos campeón

.....

Mientras tanto Ryan:

De camino a casa Ryan pensó las una y mil posibilidades que tenía ante un escenario así. De intentar romper con Keltie Collen.

Suspiró. Sus manos temblaban de los nervios y posible ansiedad.

Aún era temprano para que ella regresará, así que espero a su llegada mientras ponía atención a sus estudios.

Un mensaje llego a su móvil

Fue lindo verte💘 aunque sea un ratito🥰😘visto ahora ✓✓

Siento lo mismo❤️😘✓
Entregado 18:52 p.m

Suspiró algo cansado y se quedó pensando en ella, tenía esperanzas de que su relación a futuro funcione y aunque tenga que ayudarla a que deje a su pareja para que ambos vivieran juntos como realmente se lo merecían.

Guardo su móvil y siguió con sus estudios.

A la hora siguiente, la puerta se abrió y una silueta apareció. Entró al living encontrándose con un castaño de ojos color avellanas, quién estaba sentado en el sofá esperando a cierta rubia, la cual entraba algo nerviosa.

-¡hola amorcito! -hablo la chica algo ansiosa- tarde un poquito más de lo esperado porque perdí el primer bus.

Ryan negó ladeando su cabeza.

-no te preocupes. -se puso de pie y dejo que Keltie se sacará su abrigo y se acomodara- bienvenida

Ella intento una vez más acercarse a paso lento para darle un beso en sus labios pero inmediatamente este se percató y giro su cabeza hacia un costado...

-¿Que sucede cariño? -dice la rubia algo preocupada por su reacción, inesperada-

Él no quería verla a los ojos, no le agradaba el hecho de hacerla sufrir pero necesitaba ser fuerte por ambos para no dejar que esto se le saliera de control y la relación se embarre más, confundiéndose ambos y lastimar a la chica.

-Kelt... Necesitamos hablar.... -dijo con seriedad y frío. Tenía que ser franco con ella, no podía ocultar sus sentimientos ni un minuto más-

Ella intento abrir la boca, y mientras él Ross pasaba su mano por su espalda para llevarla al sofá y sentarla. Sus ojos se humedecieron...

Flashback.

-yo no quiero a otra persona en mí vida, yo lo quiero a Ryan... Doy mí vida entera por estar con él... -su voz se entrecortaba y se ahogaba de la angustia- tú no entiendes de lo que hablo... Me muero si Ryan me deja por alguien más...

Jac se quedó en silencio ante el asínceramiento de la Cullen.

-amiga... te entiendo... Bueno, sólo tienes una carta y es la última que podrás jugar esta vez.

Mientras Keltie intentaba calmarse y limpiar las lágrimas de sus ojos.

-solo dime... Haría cualquier cosa con tal de no perder a mí bebé...

Fin del flashback.

Keltie respiró profundo.

-yo también tenía que decirte algo muy importante mí amorcito

Ryan pestañeo, por simple curiosidad quería saber de qué quería hablarle y si era de asunto importante para ambos.

-¿De que se trata? -indaga el castaño-

Ella sintió una leve punzada y tomó su mano, para entrelazarla a la suya. Sonrió de manera un poco forzada ante el Ross.

-mi amor... Estoy embarazada -solto de repente y lo abrazó con lágrimas en los ojos, de la emoción que sintió la chica- te amo tanto...

Ryan no podía siquiera reaccionar a aquella noticia. Fue bruzca, la cual había cambiado todos los planes que tenía para su futuro en una vuelta.

-¿Qué? ¿Como pasó? -fue lo único que pudo cuestionarle, estaba en shock-

-la última vez que lo hicimos... ¿No te acuerdas? No nos cuidamos y simplemente se dió -decia con una sonrisa y se amarro a su hombro- estoy tan feliz... Vas a ser el mejor papá del mundo, haré todo lo posible cariño por sacar a nuestra familia adelante...

-pero ¿Mamá? -Ryan estaba nervioso, no sé imaginaba una situación así, no estaba prevenido y no se lo esperaba- no podemos criar a un bebé en esta casa... Yo...

-Si, tu tendrías que buscar un empleo cariñito y yo aportaré con el mío. Así podremos rentar un departamento para nuestra familia -proponia la rubia con mucho entusiasmo- ¡Ay no sabes lo feliz que me siento! ¿Y tú? -Ryan no reaccionaba, apenas abrió su boca- ¡Te amo, te amo, te amo, te amo mí amor! -ella lo volvió a abrazar y llenarlo de besos en su rostro-

Hasta que la puerta de la entrada se abrió nuevamente.

-Oigan chicos ¿Porque tanta felicidad? -indago la señora Danielle, mamá de Ryan haciendo presencia con las bolsas del supermercado-

-no, por nada mamá... No te preocupes -decia el Ross restandole importancia-

La mamá dejo de lado sus bolsas y observo a su hijo.

-estas muy pálido ¿Te sientes bien? -cuestiona su madre algo preocupada y le toca su rostro-

-si, no tengo nada mamá -contesto algo arisco sacandole su mano-

-¿Comiste? Es que te veo más pálido de lo normal -Ryan rodó sus ojos-

Keltie se metió entre ellos y jalo del brazo del Ross

-Amor ¿No quieres ir a ducharte? -propone la rubia- mientras ayudaré a mamá a cocinar y a acomodar los víveres.

Ryan suspiró y asintió. Se fue dejando a las dos mujeres a solas.

-¿Que raro que te haga caso? -dice su madre en voz baja- de seguro, si sabes domarlo bien, serás una excelente esposa para mí bebé.

-Si, seré la mejor. La única para él.

Keltie vio como Ryan se alejaba de ellas con su cuerpo erguido. Estaba desesperanzado.

Cuando llegó a su habitación se encerró. Mordió sus labios de la rabia.

Se suponía que la llegada de un bebé en una pareja debería ser la noticia más feliz de nuestras vidas... Pero no me siento así. Me siento frustrado... ¿Por qué? ¿Como pasó?

El joven Ross comenzó a golpear incansable de veces su almohada para desquitar su ira.  Habían arruinado todos sus planes.

Ahora... ¿Como le digo a Michelle que espero un bebé de... Me odiará.

Ryan cayó al suelo de cuchilla, con mucha angustia lloró. En silencio. Se arrastró por el suelo cuando escucho el sonido de su móvil... Su corazón estaba agitado.

Y justamente, otra vez el destino los volvía a desunir.

Love:

Hola amor, en un rato G se va a bañar si tienes un tiempo para hablar un ratito conmigo llámame ¿Si?. Te extraño 🥺❤️ ✓✓

Visto recién.

Ahora no le salía qué contestarle. La amaba pero estaba nuevamente atrapado en un agujero negro sin salida.

Se tiró al suelo a ver el cielo raso buscando algo que le diera alguna explicación. No podía simplemente decirle lo que había ocurrido ahora, no hasta que se haya confirmado verdaderamente que lo que dijo Kelt era cierto.

-Continuara-

Disculpen la harta demora pero tuve millones de complicaciones. Espero no descepcionarlos. Escribí todo lo que estuvo a mí alcance y espero que le guste... 🥺 Gracias por leer 💕

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