"El ganado perdido"

Narra Narrador:

Brendon, quién era uno de los tres empleados de Till Lindemann seguía trabajando arduo. Eran las 18 hs y tenía un papeleo importante que debía ser atendido con urgencia.

-Maldito Ryan... siempre zafando del trabajo... -mascullo el moreno indignado- ¿Hasta cuándo Till lo tendrá bajo su ala? Yo apenas llegó tarde y me está llamando por teléfono

Suspiró y observó el pilón de hojas sobre su escritorio, no podía creer que tanto trabajo y apenas estaban en vacaciones de invierno.

Flashback.

-Brendon necesito un favor...

Decía Ryan por teléfono con la voz quebrada.

-por favor... -le insistía-

Brendon enarco una ceja.

-¿Que pasó Ry? Me asustas cuando me pides favores...

-necesito que me reemplaces en el trabajo unos días ¿Podrás? -le pidió el Ross a su amigo- ¿Brend...?

-¿Pero porqué? ¿Otra vez? ¿Qué se supone que le diré a Till cuándo pregunte por ti? ¿Quién le hará sus desayunos y almuerzos? Sabes que mis cafés los aborrece y escupe -ataco el Urie con tantas preguntas que estaba desesperado, no se imaginaba otra semana soportando a Till- te va a despedir.

-Si él lo decide está bien, pero no puedo contarte, es algo delicado. Hazme el favor amigo.

Ryan cortó la llamada dejando al moreno desorientado.

-¡Oye Ryan! -se fijo su móvil y efectivamente había cortado la llamada, así que le envío un audio WhatsApp- ¿Tu quieres que el jefe me  mate? Estás loco.

Ryan le contestó con un mensaje escrito:

Ryan: Con la comida de Till no habrá problema, le pase algunas recetas mías a Pau.

Brendon: cuando vuelvas me debes el favor... me las vas a pagar con un cita ¿Ok? 😏

Ryan: 😳😳😳 como amigos si. Gracias

Ahora que lo pensaba más detenidamente lo que Ryan le pedía Brendon se sintió más indignado.

-¿Cómo que Pau tiene tus recetas? ¿Ella tiene más derecho y confidencialidad que yo qué somos amigos de antaños?

Se recostó en su cama nuevamente divagando, su perro Bogart vino con él y se recostó entre sus brazos.

-¡Rayos Ryan! Si no fueras jodidamente Sexy no te haría el favor... -penso por sus adentros- para colmo no me contó lo sucedido.

Luego pensó en cómo debía afrontar al jefe y Paulina, la chica que le gustaba. Era un gran desafío.

Fin del flashback.

-¡BRENDON! -escucho una voz tenebrosa llamar su nombre- ¡BRENDON URIE!

El Urie brinco de su lugar y salió disparado hasta la oficina del diablo, digo su jefe.

-Si, señor Till. ¿Que se le ofrece? -dijo un poco asustado al ver el rostro de seriedad de Lindemann-

Till, quién estaba en su despacho de mal humor, miraba fijamente al moreno y con sus manos entrelazadas entre si.

-Necesito un favor. Tienes que acompañar a Paulina a una reunión importante.

Brendon se miró así mismo y vio que no traía puesto un traje o ropa elegante para asistir a una reunión.

-pero Till... yo... -balbuceaba y no sabía si era por asistir a la reunión o ir en compañía de Paulina-

-Nada de objeciones, es una orden.

-¿Pero usted no es quién se encarga de esas cosas? ¿De los negocios? -indaga el azabache, Till solo lo observó con su mirada asesina- ¡Lo siento! ¡Lo siento señor! -Brendon hizo una reverencia, sentía el miedo correr por su médula-

Golpearon la puerta y él le dio la afirmación para entrar.

-Hola Till, con permiso -decia una chica de cabello rubio- aquí le traje su merienda. Que lo disfrute.

Brendon se quedó anonadado, sin habla. Paulina se había hecho un cambio de look: un peinado semi corto a la altura de sus hombros y con un color rubio ceniza. Usaba una camisa traslúcida y una falda azul marino, zapatos negros con un poco de tacos. Ella notó la presencia del azabache, quien tenía puesta su atención y se puso nerviosa, avergonzada.

-Gracias Paulina, puedes preparar lo que te recomendé. -hablo Till y recibiendo su merienda, probó un sorbo y la muchacha asintió esperando su aprobación- muy bueno, pero Ryan tiene 10 puntos. Puedes retirarte así le doy las últimas instrucciones a Urie.

Ella hace una reverencia y se va, cierra la puerta con mucho cuidado. Brendon suspiraba aliviado pensando que estaría más tranquilo y aliviado pero no.

-A todo esto. ¿Dónde está Ryan? -indago Till y poniendo cara seria, intimidando al Urie pensó que así él le daría la información que buscaba-

Brendon se puso nervioso, sintió un frío recorrer su sistema nervioso, escalofríos y no sabía que decirle, su mente estaba en blanco al ver el aura oscura de su jefe.

-¡¿Brendon?! ¿No me escuchaste? -alzo la voz Lindemann-

Brendon negó, parecía una tortura.

-¡No lo sé jefesito lindo! ¡Anoche me escribió que tenía una urgencia, no me dijo que pasó pero por ese motivo no pudo venir! ¡Seguramente algo malo le sucedió! -hablo rápido y con los ojos cerrados, tenía miedo de morir, cuando se tranquilizó y se dio cuenta que metió la pata miró a su jefe- ¿Lo va a despedir?

Till sacó un poco de whisky del cajón y eso le pareció extraño al Urie, este enarco una ceja.

-Yo no voy a despedir a nadie muchacho. -menciono Till- si él está dispuesto a no trabajar conmigo, ya hubiera renunciado. Tal vez es como dices tú... que está atravesando una mala situación, cuando regrese me lo explicará.

Brendon no podía creer lo comprensivo que era el jefe, lo confundía aun más.

-Pero eso no lo dice conmigo. A mí no me deja faltar y a él si. -se cruzo de brazos indignado-

-Tu eres el menos indicado. -contesto el alemán, caminó unos pasos en su oficina y miró había afuera por la ventana- Cada día que estás aquí, estás aprendiendo. Quiero que seas un hombre de negocios, no un vago. 

Brendon no dijo nada, puedo que él tenía razón y debía esforzarse.

-¿Aún sigues estudiando? -le pregunta el jefe al azabache desconcertandolo más, el chico asiente- cómo sabes que no soy un hombre eterno, algún día moriré Bren y ustedes tres serán mis sucesores. Observa la carpeta roja que está sobre mi escritorio. -le ordenó último-

Brendon se asomó a su gran escritorio y vió aquella carpeta.

-¿De qué trata jefe? No me asuste.

Till lo observa y le da su aprobación para que mire su contenido.

-¿No me diga que es... su testamento porque con gusto acepto -rio tontamente el moreno-

-No zopenco, no me voy a morir mañana. -rodo sus ojos- Son becas de estudios para Ryan, Paulina y vos. Para que terminen su carrera en Londres.

-¿Una beca para ir a estudiar en el extranjero? Yo pensé que eran pasajes para ir a vacacionar a unas islas paradisíacas. -se desánimo rápido el Urie- apenas estoy empezando mí carrera, no se que voy a estudiar jefesito.

-Administracion de empresas. -sugirio el señor Lindemann- y las vacaciones paradisíacas me las tomaré yo con mis nenas, tú debes trabajar.

-Señor trabajo todos los días, hasta los domingos y feriados me hace asistir -respondio el azabache-

Till se sentó en su lugar y carcajeo por lo molesto y quejoso que era el moreno

-¿No puedes ser como Paulina?

-¿Que? ¿Una mujer? Pues no, cambiar de sexo se necesita de mucha plata para las cirugía y no estoy dispuesto, amo mí pene -decia Brendon y se relajo en su silla-

-No hablo de tu sexualidad... hablo de ser respetuoso, amable, humilde y no siempre andar quejándose. Yo a ella le ordenó, ella obedece sin chistar. -menciona Till y le convida el café-

-Obvio que no, si no me quejaría y sería subordinado no estaría aquí con usted. -Brendon observó que Till guardó su whisky en su cajon- ¿Usted bebe Whisky con café? -enarco una ceja-

-¿Te piensas que soy una niñita? Soy alemán nativo. -espeto el jefe y riendo de medio lado- pensé que me preguntarias a sobre la beca para el estudio.

Brendon se encogió de hombros, no le podía decir al jefe que no estaba interesado en estudiar, inmediatamente lo manda a fusilar.

-no sé... Hace un momento mencionó "Londres" pero no sé dónde queda. ¿Usted sabe?

Till golpeó su frente, tan idiota no podía ser.

-Londres es la capital de Inglaterra, es parte de Gran Bretaña ¿Conoces a la reina Isabel II? -le pregunto seriamente-

Brendon niega.

-No. ¿Es su mamá? -contesta sin pensar-

Till enarca una ceja.

-Ehm... si quiere puedo decirle cómo se llama mí mamá... -sonrio un poco, pero su jefe no le gustaba que le tomen el pelo-

-Ash idiota, lo mismo que hacen aquí, lo harán allá. -anuncio el jefe- estoy haciendo planes y si todo marcha bien nos mudaremos para esos lados. -menciono- tengo un contacto  muy importante que me hará el favor.

-¿Y cual es la diferencia? O sea, estar acá o trabajar allá -indaga el moreno,  no entendía nada- acá estamos bien.

Lindemann frunció su ceño, le disgustaba que no lo apoyarán en sus ideas.

-que mediocre eres niño. Piensa en grande. ¿Quieres poder? -le pregunta seriamente al azabache, este asiente con miedo- bueno, hazme caso.

Brendon asintió y miró aquellas carpetas... No es que no le agradaba la idea de ir a estudiar y trabajar a otro país, pero en su vida se imaginó ir lejos de su ciudad y de su familia. Till quería convencerlo que era la mejor opción para todos.

-ahora prepárate para acompañar a Paulina, les pediré un Uber.

Brendon asintió y salió de su oficina un poco preocupado. Volvió a su despacho un poco pensativo por la propuesta, hasta que Paulina llegó...

-Hola Bren... ¿Todo bien?

Ella se presentó y Brendon se giró impresionado. Sonrió forzosamente.

-Si, sobreviví al jefesito jeje -se rascaba su cabello- ¿A dónde tenemos que ir? Till no me dijo nada.

-a mí tampoco, solo me dijo "ve a esta dirección y lleva este portafolio, no lo abras. Busca a Z. Kruspe y se lo entregas" esas fueron sus órdenes.

-¿Quien es ese tal Kruspe? ¿Un amigo? -indaga el moreno y no le agradaba nada la idea que Paulina se viera con un sujeto extraño, ella no sabía de quién se trataba así que se encogió de hombros-

-No lo conozco, es la primera vez que escucho ese apellido.

Brendon le da la espalda y evita mirarla, puesto que ella había cambiado su look y se veía muy bonita, sexy. Pero no le salía darle el cumplido. Acomodó su camisa negra y se alistó rápido.

-¿Porque Till te trata de manera especial? A veces pienso que me odia -se pregunta para si mismo mientras camina hacia la recepción del lugar-

-debe ser porque soy mujer... Supongo. Till es como un padre para mí. -dice amable y con una sonrisa- a veces me dice "hija".

Brendon suspira y escucha unos pasos de tacos acercándose.

-¿Nos vamos señor tenebroso? Estoy ansiosa por salir a conocer ese lugar que ha mencionado -dice una mujer guapa, era de cabello oscuro, muy ardiente, vestía con un vestido rojo muy llamativo-

Till sonría y se ponía su traje, guantes y un sombrero. Paulina y el azabache tosieron un poco avergonzados hasta que la mujer lo vió y él la pudo reconocer...

-Oh eres tú... el chico guapote, el diablito -llega al moreno y le acaricia el mentón- me prometiste una cita ¿Para cuando será? -dice sonriente-

El azabache se puso nervioso, puesto que tenía a Paulina a su lado y ella estaba seria.

-era una broma señora. Till no me deja salir con las clientas, lo siento. -menciono para escapar de dicha situación-

-Entiendo, Till no le gusta compartir sus nenas -ella se aferra a su brazo y toca su pecho- pero nosotros no somos nada ¿No cariño?

Till sonríe arrogante y se despide de ellos con la mano. Luego salieron detrás de ellos, se sentían incómodos por la situación.

Cuando salieron habían dos Uber esperando en la puerta, uno para Till y aquella mujer y el otro Uber para el Urie y la chica. Lindemann cerró la oficina y cada uno tomó su Uber.

Paulina estaba callada, seguramente pensativa o incómoda por esa situación, presintió que algo quería preguntarle

-Estás muy callada Pau...

-es que... -ella no sabía si decirle o no lo que pensaba, por miedo, pero Brendon le dio su aprobación para que se animará- esa mujer... ¿La conoces?

Brendon se desconcertó por completo, apenas la conocía de las visitas que tenía el jefe en su oficina a solas. Así que negó.

-es una señora que anda de loca con el jefe, yo no tengo nada que ver... Jajaja -sonrio medio nervioso- quería invitarme a salir pero a mí no me gustan las señoras mayores...

Paulina no sabía si reírse o contenerse.

-menos mal que el jefe no tiene esposa sino....

-La tiene. -declara Paulina dejando a Brendon con la boca abierta-

-¿En serio? -le cuestiona, ella asiente- ¿Cómo lo sabes?

-Till me contó, ella vive en Alemania y es una exitosa empresaria.

Brendon se quedó sorprendido e indignado.

-Despues me viene a hablar de ética y moral. Es un viejo zorro -menciono el azabache molesto y cruzado de brazos-

Paulina carcajeo un poco y en ese aspecto, lo hizo sentir mejor. El Uber había llegado a su destino y sin querer el viaje no parecía haber sido largo.

Cuando llegaron notaron que era un restaurante lujoso, ambos se quedaron impresionados.

Brendon se sentía nervioso, no sabía si entrar de la mano con aquella chica o simplemente estar así.

Un mozo se acercó a ellos y les tomo la reservación en una de las mesas principales.

-Enseguida llegará el Señor Z. Kruspe. Esperad sentados.

Brendon se sentó en su lugar y de frente Paulina con aquel misterioso portafolios.

-¿No lo abriste para saber de qué trata? -indaga el azabache-

-Till me pidió explícitamente que no lo abra. -dijo la muchacha admirando el lugar-  no entiendo cómo él no quiso venir en persona... Es hermoso este lugar, en mí vida soñé estar en un lugar así.

-Prefiere andar con sus nenas... -le resto importancia al asunto- le pediré un aumento de ser así... por el servicio extra -le guiña un ojo-

Ella sonrió.

-¿Alguna vez tuviste una cita romántica en un lugar así? -le pregunta curiosa Paulina al Urie-

Él niega.

-Soy pobre Pau, apenas me imagino cortar las papas en este lugar costoso... -decia el azabache, pensando si él podría ser capaz de llevar a Paulina a comer a un lugar así y pagarlo- pero tampoco es tan importante, me alcanza con compartir un hotdog en una plaza.

Ella ríe por lo bajo.

-es verdad no importa, yo tampoco me lo imagino.

Brendon quiso reírse pero luego recordó su relación con Ángeles, su ex novia oficial y agachó la mirada a la mesa.

-a quien quiero mentir. El dinero es fundamental para tener una mujer y familia -Paulina levantó la vista y sus ojos fueron puestas en él- mí ex novia... me dejó por un médico... él tenía plata y yo era un idiota, seguramente por eso me dejó.

-¡Oh! Eso es terrible. ¿Te dejó por un señor con dinero? Tengo entendido que los médicos ganan muy bien. -Brendon asiente y suspira-

-Yo di lo mejor de mí... la quería hacer feliz pero ella insistente con ese señor que le lleva casi 10 años. -Blasfemo el Urie- pero bueno, tal vez el destino le haga ver que se equivocó.

-¡Obviamente Bren! Tú eres una increíble persona, por lo poco que te conozco yo... -ella se había entusiasmado y sin querer casi revela sus sentimientos, se cayó la boca y se sonrojo, sus manos se sujetaron a las del azabache y él estaba impresionado por su apoyo afectivo- ehm, lo que quiero decirte es que esa chica debe estar muy arrepentida de haberte dejado, yo no lo hubiera hecho.

Brendon sintió algo dentro suyo, un sentimiento lindo, podía entender a Paulina y su calidez que le hacía dar ternura. Se puso incomodo un poco por la situación, así que buscó cualquier excusa para salir de esa situación desesperante.

-Voy al baño a hacer pipí, enseguida vuelvo Pau. Si viene el Kruspe mándame un mensaje. -menciona si corta su lazo-

-¿Pero vas a hacer "eso"...o lo "otro"? -pregunta algo incómoda, había gente a su alrededor que los miraba-

-Enseguida vuelvo, no me tardo.

Apresurado encuentra a su mozo por el trayecto y choca con él, casi le tira la bandeja con la comida y copas de bebidas.

-¡Viejo! ¿dónde hay un baño?!

El señor mayor de edad enarco una ceja de los malos modales del joven azabache.

-La salle de bain est par là, jeune homme. (El baño está por esa dirección joven) -señala el señor-

Brendon frunció su ceño y salió disparado dónde le indico el mozo francés.

Entro apurado al baño de hombres y se acercó al urinal para hacer sus necesidades.

De pronto una persona irrumpe y se pone a orinar a su lado.

-Es grato verte otra vez Brendon. -dice la voz masculina que estaba a su lado-

Cuando el Urie se percata se gira y se sorprende de ver al amigo de Till, ese muchacho llamado Richard orinando a la par.

-Richard... nunca pensé que estaríamos compartiendo urinales. -miro hacía el interior del urinal del joven Alemán y ver un poco de su pene, luego se percata y mira al frente- Chale, me da hasta vergüenza por invadir... -dice el moreno un poco incómodo- ¿Que haces aquí?

-Estoy negociando. -sonrie y luego de orinar mete su pene adentro de su pantalón y se acomoda la ropa-

Brendon hace lo mismo y ambos se dirigen al tocador para lavarse las manos.

-¿Que haces tú aquí Brendon? -indaga el muchacho Alemán-

-Estoy de acompañante, nada más. -se encoge de hombros, no le quería decir que estaba con una chica-

-mmm... ¿Servicio extra? -le pregunta un poco bromista- ¿Podría recurrir a ti para tal caso? -Brendon trago grueso, aunque Richard le parecía un hombre atractivo y quería que su polla se la metiera por atrás, internamente había hecho una promesa en cambiar, debía abstenerse para demostrarle a Paulina, Till y Ángeles que no era el mismo chico facilote de antes-

Él sonríe nervioso y lo ignora, intenta lavar sus manos nuevamente para que Richard lo dejara en paz. Entonces este último saca un bolígrafo y le entrega su tarjeta.

-Toma, es mí número personal. Dentro de poco terminaré mis negocios aquí en USA y debo volver a Londres. -menciona tranquilamente Richard-

-Pense que eras Alemán Rich... -musito el moreno tomando su tarjeta, no podía adivinar que tramaba-

Richard sonrió y apretó sus mejillas con sus pulgares, claramente no podía decirle que no podía volver a su país natal ya que en ese país había mucho racismo y no toda la sociedad era abierta mentalmente como en EE.UU. no podria vivir abiertamente su sexualidad.

-Solo piénsalo. -dijo breve y dejo la propuesta al aire para que el Urie lo piense seriamente- estoy solo, mi familia vive lejos...

-¿Porque no vuelves a Alemania con tu familia? -indaga el moreno preocupado- no tienes porque vivir solo.

Richard medito aquella posibilidad y se encogió de hombros.

-No está en mis planes volver todavía.

Brendon asimiló su decisión aunque no la compartía. Porque él, macana que se mandaba nunca estaba sólo, por lo menos tenía una familia y hogar el cual podía volver.

-¿Es cierto que Till está casado con una señora Alemana? -le pregunta curioso, a lo que Richard se sorprende por tal pregunta repentina-

-¿Tienes una aventura con Till? Que yo recuerde no le gustaban los hombres. -trata de no reírse, pero Richard había sido claro, Brendon negó sonrojado-

-No, no me gusta el jefe -ladeo su cabeza- solo quiero saber, él jamás cuenta sobre su vida.

-Esta separado. -contesto el alemán y metió sus manos en sus bolsillo para despedirse- aparentemente ambos eran muy adictos al trabajo, no tenían tiempo el uno para el otro.

-¡Wooow! -exalto el azabache sorprendido- que feo caso, yo no sería así con la persona que me case

Brendon imagino por un leve minuto su relación amorosa junto a Paulina y él sabía que había un tiempo para cada cosa: un poco para el trabajo, para su pareja, para si mismo, mascotas e hijos. Empezó a negar así mismo al pensar en aquello último, nunca tuvo tan presente esa clase de sentimientos y menos con una mujer.

-Espero haber despejado tus dudas -respondio Richard y miró su reloj de mano- mí reunión debía haber empezado hace un momento, adiós.

Brendon dejo que se marche, no quería entretenerlo más. Seguramente él estaba trabajando. Hasta que brinco en el lugar pensando en la reunión de Paulina con ese señor misterioso. Con lo que demoró pensó que ella ya se habría vuelto a su casa.

Salió corriendo y volvió con ella lo más pronto posible.

-¡Pau! ¡Paulina! -gimoteo desesperado buscándola hasta encontrarla sirviéndose un poco de salmón y arrolladitos de arroz-

Brendon suspiró aliviado.

-Bren... -ella volvió y lo encontró en su lugar- te perdiste lo más importante... mira...

El Urie sonrió y vio la bandeja que traía la muchacha.

-¿Es sushi? -indaga el moreno y ella le ofrece un poco-

-parecido -cierra sus ojos y sonríe levemente causando un leve rubor en el Urie-

Él prueba un poco y trataba de encontrarle el sabor.

-mmm... pescado... -mastica un poco más- mmm... está bueno... pero mejor me quedo con las pizzas de anchoas. Son mis favoritas.

-¿En serio? -ella está impresionada por su respuesta- a mí también me encantan.

-Pense que era al único que le gustaban -rie por lo bajo y sin darse cuenta entrelaza su mano a la de ella por encima de la mesa- ahora no me siento solo en este mundo

Ella evita mirarle puesto que le gustaba mucho el azabache, su mano era cálida y la confortaba.

-cof cof. -escucharon a alguien toser frente a ellos- Hallo.

Ambos se separan y toman una distancia, cuando Brendon levantó su vista... pensó "debe ser el señor Kruspe, amigo de Till". Al mirar de quién se trataba se llevó una gran sorpresa...

-¿Richard? -menciono más que sorprendido y con la boca abierta- ¿Que haces aquí?

-Hallo, Ich bin gekommen, um herauszufinden, was Till für mich hat. (yo he venido a buscar lo que Till tiene para mí) -mira expectante a la pareja y más a la muchacha, era guapa y tímida-

Brendon enarco una ceja porque Richard sabía hablar inglés y se hacia el menso con ellos.

-¿Que? ¿Que dijo? -el Urie no entendía nada pero si que Richard fingia-

-Que ha venido por lo que Till le encomendó -musito la chica en voz baja al oido de su compañero-

Brendon la observó, también indignado.

-Paulina ¿Sabes Alemán? -le pregunto y también en voz baja, sobre la mirada de Richard quien le parecia gracioso-

-Si, un poco. Empecé a estudiarlo para saber de qué habla Till cuando no quiere que escuchemos de sus conversaciones, lo siento. -ella saca el maletín por debajo de la mesa y se lo entrega a Richard- Das hat Till für Sie geschickt, Herr Kruspe. Entschuldigung für die Verzögerung. (Esto es lo que Till a enviado para usted Sr. Kruspe. Siento la demora)

-esto es injusto, no hablen en códigos -menciona Brendon un poco molesto por la situación-

-Super, du bekommst bald eine Antwort von mir. Grüße an meinen tollen Freund. (Genial, pronto tendrá una respuesta de mi parte. Mandarle saludos a mí gran amigo) -Richard no abre el portafolio y sonríe ante los chicos-

-Ihr seid ein nettes Paar, gute Nacht. (Ustedes hacen una bonita pareja, buenas noches) -Richard se levanta y se despide de ambos con un saludo dejando Paulina desconcertada y sonrojada por lo último-

Brendon soltó un bufido y miraba a la chica conmocionada, ella no podía hablar. Como el lugar era muy refinado el azabache le propuso comer en otro lugar más cómodo, no se sentía a gusto rodeada de gente elegante, fría y soberbia.

Sin más, llevó a Paulina a comer a otro sitio que no lo pusiera incómodo.

-¿Te dijo algo Richard? -le pregunto algo celoso- no me dijiste de que hablaron...

Ella niega, aún sentía sus mejillas arder.

-Fue algo breve, él fue muy amable. -menciona la chica agachando la mirada al suelo- ¿Tú ya lo conocías?

Brendon asiente pero obviamente no le iba a decir con lujos y detalles.

-es otro viejo amigo de Till... Zorro igual que él -le bromea y nota que aún tenía su tarjeta en el bolsillo- pero no le hagas caso.

-¿Zorro? Yo lo vi amable y respetuoso. Seguramente si Till confía en él debe ser buena persona -asegura la muchacha-

Brendon pone sus ojos en blanco y suelta un suspiro. Llega a un restaurante de comida rápida "KFC" pero un poco anticuado y con poca gente comiendo en el lugar.

-¡Vamos a comer aquí! ¡Muero de hambre! -espeta muy emocionado por la idea-

Ella lo acompaña y era la primera vez que iba a comer en un sitio así. Se sentaron cómodamente en una mesa y esperaron a que los atendieran.

-Que bueno que encontramos este lugar, no podía comer a gusto con tanta gente elegante y formal. Miraban los gesto que hacíamos y nuestra manera de hablar como si fuéramos... -no quería decir la palabra así que la obvió-

-Aqui parece más... un lugar común y corriente. Estaremos más tranquilos. -observa a su alrededor y la gente no les presta atención- No pude terminar mí pescado, me hubiera encantado permanecer un rato más... total Till había pagado la cena.

-Si, ya veo porque no quiso ir él mismo en persona... -dijo el moreno- viejo zorro, me las pagará -murmuro en voz baja- pero tú no te preocupes Pau, pediré dos baldes de patitas fritas con condimentos y gaseosas -dice despreocupado y se relaja- el sushi tiene feo sabor.

Paulina sonríe y lo admira, Brendon era un chico sencillo.

-Siempre tienes una solución para todo -ella lo observa y sonríe, le agradaba su compañía-

De pronto llega un muchacho de cabello rojo, algo rebelde y de ojos claros quien se para de frente a ellos con una sonrisa arrogante.

-¡Holis Brendan! -hablo el pelirojo- ¿Cómo estás? ¿Tanto tiempo?

Él se sienta al lado del azabache poniendo incomodo a la pareja.

-¿Y él... ? -Paulina estaba confundida, no conocía a esta persona-

Él sonríe y toma la mano de la chica dándole un beso en el dorso.

-Hola Reina, mí nombre es Gerard Way.

Ella abre sus ojos y lo inspecciona, parecía una persona agradable.

-un gusto.... ¿Tú eres....?

-¡Amigo! -exalta el azabache antes de que meta la pata el colorado- ¡Es un viejo amigo de la secundaria! ¿Verdad Gee?

Brendon lo toma del cuello y lo jala con fuerza... le susurra en su oído: "Si dices algo te mato". Gerard se suelta y se hecha a reír.

-Soy lo que él diga.... Si Bren dice que somos amigos, lo somos -le guiña un ojo, y el inspecciona a la chica de arriba abajo, la encontraba un poco cohibida pero sensual- ¿Tu eres su novia?

Ella se pone colorada y evita mirarlo, niega sin querer.

-Somos compañeros de trabajo -suelta la muchacha a lo que Brendon se queda atontado y con un leve mal sabor en sus labios, escuchar esas palabras lo herian- venimos de una reunión.

Gerard la admira y ve que el Urie está callado ante tal respuesta. Lo conocía muy bien y sabía que esa respuesta le había tocado su corazón y lo había dolido.

-¡Oh! ¡Brendon ahora es un tipo de negocios! ¡Que genial! ¡Tendrá a todas las perras tras de él! -dice Way y le codea en su cintura-

-eso no va a pasar... no soy jefe, soy un empleado -musita levemente y rodó sus ojos-

Paulina reía levemente ante la aparición de este personaje, le parecía sarcástico. Gerard observó a la chica, sus ojos, cabello y sonrisa, intua que por el malestar del Urie seguramente le atraía la muchacha.

-¡oye Paulina! ¿tienes novio? -pregunta curioso el pelirojo, ella niega un poco avergonzada- Entonces... si no tienes novio. ¿Puedo invitarte a salir en cualquier momento? -indaga el colorado y nota el rostro del Urie como se tensa- total, no hay pretendientes ni rivales a la vista.

-Como amigos si. -le responde la chica y se pone incomoda ante su mirada- voy a pedir algo para comer, enseguida vuelvo.

Paulina había puesto una excusa para salir de esa conversación dejando a los chicos a solas.

-¡Oye! ¿Que mierda te pasa? -el azabache lo empuja para alejarlo de su persona- ¡¿Porque dices barbaridades a Paulina?! ¿Estás idiota o que? -ataco el Urie muy molesto-

Gerard se apartó y río a carcajadas.

-¿Cómo le vas a pedir una cita? ¿Tú no eres gay? -insiste el Urie-

-Si, pero es gracioso verte así. Cómo te pones a la defensiva por una mujer jajaja

-¡Yo no me estoy riendo! -blasfemo el moreno y vio si ella volvia- tú solo me vienes a molestar, ya superame.

Gerard admiro al azabache que estaba molesto con él mismo.

-hace poco termine con Frank. Estaba triste pero al verte me dio mucha alegría -suelta de repente el pelirojo- lo estuve pensando... fui un idiota por meterte el cuerno y haberme burlado de ti... Lo siento. -se disculpó el Way y se acomodo en el lugar- ¿Te gusta esta chica?

Brendon no dijo nada puesto que aún estaba un poco confundido con respecto a sus sentimientos, pero si tenía en claro que por ella iba a cambiar y ser mejor persona, la quería cerca suyo.

-Es bonita y se nota en sus ojos que te quiere. No seas idiota. Estás muy lento -sugirio Gerard con una leve sonrisa y fue dejándolo a solas-

Brendon al voltear se dio cuenta que Gerard no estaba más a su lado, y si, sus palabras lo habían confortado. Solo necesitaba activar.

-¿Bren...? -escucha la voz de Paulina llamarlo, él voltea y le presta atención- aquí traje los balde de patitas fritas y aderezos.

Ella dejo la comida sobre la mesa y vio que él no estaba con todos los ánimos como a principios.

-¿Tienes hambre? -le pregunta la chica, Él suspira y trata de poner su mejor cara y asiente- perfecto, me dieron estos aderezos... no sé si te gustaban con ketchup.

-gracias Pau. -le respondió amablemente y la miró a los ojos fijamente- me encanta la ketchup

Brendon no entendía porque le costaba dar el primer paso con esta chica, con Ángeles había sido muy fácil. Pensó que tal vez estaba fuera de foco con las mujeres, últimamente se venía relacionando en relaciones homosexuales.

-Este chico... ¿se iba a quedar a comer con nosotros? -decia la muchacha y empiezan a comer las patitas-

Brendon igual come algunas patitas con aderezo y las unta con la mano.

-Estaba apurado. -le mintió, no sabía la razón por la cual se esfumó pero no le interesaba- ¿Te quedaste pensando en su propuesta?

Ella ríe un poco.

-no, para nada. Pensé que era tu amigo. -menciona la chica restándole importancia-

-no es amigo mío, es más amigo de Ryan. Aparte es Gay -le contesta y ella se sorprende-

-¿En serio? No me había dado cuenta. -dice Paulina sumamente intrigada- ¿Ryan tiene amigos de la comunidad LGTB+?

Brendon asiente, obviamente mintiendole y sonríe malévolo.

-Cuando era adolescente Ryan era Drag Queen, se disfrazaba de personajes de animé también para las conversaciones Otakus -Comentaba el azabache y Paulina le estaba creyendo todo-

-no me lo creo. -decia algo preocupada- y parecía normal el Ryro.

-de día es Ryro, de noche vaya saber quién es -le bromea para pasar el momento- no le digas que te dije esto, es un secreto que él no quiere que se revele. Su reputación como soldado se vendría abajo.

Paulina asiente sumamente preocupada por el Ross, nunca pensó que Ryan era de la comunidad.

-Pobre Ryan, espero que algún día encuentre su identidad y pueda ser feliz. -menciona por último- le avisaré a Till que todo salió bien.

Ella le mandó mensaje al jefe, Brendon enarco una ceja. Estaba otra vez celoso.

-¿Te comunicas con el jefe en Inglés o Alemán? -indaga el moreno tratando de ver qué le escribía-

-Con ambos idiomas. El alemán no lo domino bien por eso Till me está ayudando... -Paulina le comentaba tranquila pero Brendon alzó su ceja incrédulo-

A Brendon no le gustaba mucho la idea de que ella se relacione mucho con el jefe, puesto que ella lo ve como su padre pero Till la ve como una de sus nenas más.

Pagaron y se fueron, el Urie acompaño a la chica hasta su departamento. El trayecto fue silencioso y un poco incómodo. Brendon de vez en cuando le echaba un vistazo y ella caminaba distraída, viendo la noche y las estrellas.

-¡Oye Pau! -habla el azabache de repente captando su atención, ella lo observa detenidamente- ¡Te queda hermoso tu nuevo look! ¡Estás muy sensual! -él se pone sonrojado y ambos detienen el paso- perdona que no te lo pude decir antes... yo... -él estaba muy nervioso y no quería verla, rascaba su cabello-

-Gracias Brendon. Pensé que no lo notarias nunca -musito leve la chica un poco avergonzada tocando su cabello- mi mamá me cambio el look, así que esto fue parte de su mérito.

-¡Oh! ¿Tu mamá? ¿En serio? ¿Que te dijo? -indaga Brendon curiosamente-

Paulina mira al cielo y sonríe.

-Ella me dijo: "Si quieres atraer la atención del chico que te gusta debes cambiar tu apariencia, deslumbrarlo". -señalo con su dedo índice- si lo notaste entonces funcionó

Ella volteó a verlo y por fin pudo respirar aliviada, Brendon había notado su existencia. Pero el azabache había recordado las últimas palabras de Gerard antes de irse: "No seas idiota, estás muy lento".

Brendon no dudo en acercarse y quedar frente a ella, su rostro era iluminado por la luz de luna, las estrellas y faroles de la ciudad. Él no podía resistirse, estaba cayendo en sus encantos y admiraba su rostro, su personalidad y sintió esas malditas mariposas revolotear en su estómago. Se quedó sin habla y simplemente rompió tanta tensión con un beso.

Paulina no podía creer que sus labios eran besados por los del azabache, el chico que amaba harto. Quería ser explícita con sus sentimientos pero no podía ocultarlo, era muy evidente. El beso había causado estrago en su interior. Así que ambos cerraron los ojos y unieron sus manos para profundizar aquel sentimiento.

Cuando se separaron ninguno dijo nada al respecto pero si sentían un gran alivio. Brendon volvió a despedirse con otro cálido y tierno beso dejando a la chica en las nubes flotando. Él sin más nada que hacer volvió a su hogar para descansar luego de un gran y agotador día.

........

Mientras tanto en el hospital....

-Hola, soy el oficial Schneider. Busco a Garrett Børns.

Ambos castaños se miraron entre si, hasta que el de pelo largo levantó su mano despreocupado, dándose a conocer.

-Soy yo. ¿Sucedió algo oficial?

Schneider se plantó frente a el y con su planilla bajo brazos estrecha la mano con Børns.

-Estoy investigando el caso de esposa e hijo. Necesito su testimonio. ¿Podremos hablar a solas?

Garrett asintió.

-Ok.

Ryan incómodo de la situación hizo una seña que entraría a la habitación donde estaba internada Michelle.

-yo voy a entrar, pueden hablar tranquilamente.

Al oficial le resonó extraño que el Ross entraría a dicha habitación en plena presencia de Børns y bajo su consentimiento.

Ryan se adentró y los dejó a solas. El oficial se aseguró por un momento que el Ross no escucharía su conversación y prefirió tomar distancia llevando a Garrett a charlar a metros de la puerta.

-¿Que sucedió oficial? -inquirio saber Garrett y no estaba dispuesto a alejarse demasiado de aquella puerta, debía vigilar al castaño-

-Como sabrá Keltie Colleen fue atrapada y está detenida, por el momento. Presentaron varias denuncias en su contra, entre ello: el ataque a su pareja Michelle y su hijo Alexander Børns. -Schneider se tomó el tiempo y saco su planilla leyendo el informe- yo estoy a cargo de la investigación para poder resolver este problema y se haga justicia.

-Si, voy a colaborar. Esa mujer lastimó a mí familia y casi pierde el embarazo mí mujer. Jamás se lo perdonaré. -Espeta Garrett seriamente-

Schneider lo observa e inspecciona al joven.

-A causa de eso Keltie consiguió un abogado y presento una justificación -Schneider procede a leer la planilla, parte del informe que estuvo recopilando- justifica su hecho a causa de una posible infidelidad entre Ryan Ross, su pareja, y Michelle, la suya.

Garrett no se sorprende y pone sus ojos en blanco.

-eso es imposible, estuve cerca de ella los últimos meses. -menciono incrédulo el Børns- eso lo habrá inventado.

-Estan los chats. -le contradijo- aunque no podemos justificar que si tenían un romance, no hablan de encuentros pero si que se tenían mucho cariño.

Garrett no sabía cómo reaccionar, él estuvo cerca de su pareja durante bastante tiempo y no había notado nada fuera de lo normal.

-En los chats, además, hablaban y se insistían en dejar cada uno su pareja para estar juntos. -continua Schneider- ¿Usted estaba al tanto de esta relación?

Garrett asiente sin más, sorprendiendo al oficial policial.

-Ya lo sabía. -contesto el pelilargo- pero pienso que eso va a cambiar de ahora en adelante.

-¿Cómo? -enarca una ceja, justamente su mirada fue llevada hacia la habitación de internación donde Michelle descansaba- El Sr. Ross está justamente hablando con su mujer.

-Si, pero ella ya aprendió la lección oficial. Se dió cuenta que estaba confundida todo este tiempo, solo por el hecho que él la confunde, no la supera -dice Garrett observando lo mismo que el oficial- Yo estuve mucho tiempo alejado de mí familia, ahora eso cambio, voy a estar con ellos siempre.

El oficial le tomó la palabra y entendió su punto.

-Pero eso no significa y le da derecho a Keltie a querer matar a mí mujer. Primero me hubiera preguntado a mí lo que sucedía antes de atacarla. Peor aún, lastimó a mí hijo también. -prosiguio Garrett- me da mucha impotencia de lo sucedido. Pero esto le va dar una lección a ambos, no harán nada.

-Entonces ¿usted seguirá firme contra la denuncia contra Keltie? -le pregunta seriamente, Børns asiente- bueno, se suma su testimonio y justo a la pareja Weekes para seguir esta demanda a un juicio. ¿Tiene abogados?

-Mi hermano tiene a su novia, ella es muy buena abogada -menciona el castaño palilargo-

Schneider asintió y se quedó mucho más tranquilo, le sonaba extraño que Børns sabía de aquel romance de su pareja con el Ross y nunca intervino. Pensó que al nunca ponerle un freno a la situación se les fue de las manos. Tal vez, parte de lo que llevó a la chica a acceder al Ross debió ser un descuido suyo.

Mientras tanto Ryan había entrado a la habitación y Michelle estaba descansando, tenía un suero en la mano por lo que no podía usar el móvil. Por el momento podía ver la televisión que había alquilado para mirar alguna novela.

-Hola... -musito leve-

Ella se sorprendió mucho al verlo, había sido una gran sorpresa.

-¡¿Ryan?!

El saludo a la distancia y sonrió apenas.

-Menos mal que estás bien Mich...

Ella le hizo una seña para que se acercará y poder abrazarlo, él se acercó despacio y se sentó a su lado, acariciando su piel y su vientre, temía por su embarazo igual.

-¡RY! -solto la muchacha cuando lo pudo abrazar y fue ahí cuando se quebró- ¡Ryan! Gracias al cielo que viniste

Él no dijo nada y miró su rostro preocupado, sus lágrimas y su angustia le dolía. Aún se sentía culpable por lo sucedido.

-¿Mich y tu embarazo? ¿Cómo está? -inquirio saber el Ross-

-ella está bien, milagrosamente está fuera de riesgo -ella decía entre sollozos y aferrada a su brazo- pensé que jamás te vería...

-¿Porque dices eso? Mira, estoy aquí contigo. -le dice a la azabache para dejarla tranquila- siempre estaré contigo.

Ella le confortaba sus palabras, Ryan le daba esperanzas y luz a su vida.

-Ry... te extrañe... No te imaginas cuánto, cuánto, cuánto -insistia Michelle- ya no quiero estar aquí... Quiero volver a casa...-decia desesperante- quiero volver a estar con Alex y contigo...

Ryan solo la abrazó para confortarla y suspiró pensando que si ella supiera lo ocurrido a Alex ya no diría esas cosas, de seguro lo odiaría por el descuido.

-¿Pudiste ver a mí niño? -le pregunta la azabache-

-Él está bien Mich, tu cuñado lo está cuidando, de vez en cuando lo voy a visitar. -menciona el Ross- tu solo descansa y no te hagas mala sangre... pronto vas a salir de aquí y vas a estar con él en casa, ya verás...

Michelle se volvió a recostar y suspiró. No podía aguantar la ansiedad de poder ver a su hijo, saber si estaba bien. Necesitaba verlo.

-Tu haz caso a los médicos -le recomienda el Ross- y descansa... -despues posa su mano arriba de su dorso y la acaricia mientras admira su rostro-

-Ry... -ella murmuró su nombre y sintió su tacto, era lo único que podía apreciar-

-me alegra que tu embarazo siga en pie Mich... que no le haya pasado nada a tu bebé -musito el castaño de buen corazón, saber que ella estaba bien y su embarazo también lo confortaba aún más-

Michelle abrió sus ojos, sorprendida por sus palabras...

-Yo pensé que tú querías... -dijo dubitativa y hacía otro lado- no se.... hubieras deseado otra cosa...

Ryan también se sorprendió por sus palabras y en su vida imagino pensar de esa manera.

-Mich... jamás desearía algo así. -le dijo sinceramente- obviamente es tu decisión y yo no voy a interferir.

Michelle lo admiro y unas pequeñas lágrimas salieron de sus ojos, estaba conmocionada de sus palabras.

-¿No te importa que este bebé sea de Garrett y no tuyo? -le pregunta la azabache-

Ryan niega y sonríe.

-jamas me importó. Incluso cuando estabas embarazada de Alex y decías que el padre era Garrett tampoco le di importancia. Si no me hubiera ido al ejército te hubiera elegido igual. -le confesó, porque a últimas instancias él quería volver con ella sino tenía esa obligación-

Michelle se quedó muda ante sus palabras y ahí se dio cuenta del gran corazón del castaño.

De pronto irrumpe en la habitación Garrett y ambos se sorprenden.

-Cariño, está tu merienda. Debes comer.

Børns traía una bandeja con un té y tostadas, mientras que Michelle rodó sus ojos.

-Todos los días Té de manzanilla, yo quiero café. -se quejó la azabache e inflo sus mejillas-

-Debes alimentarte bien dijo el doctor. El café te dará más ansiedad -menciono Børns sentándose a su lado-

Ryan estaba a un lado de ellos y sonrió ante la escena.

-Bueno, me retiró. Me alegra que estés bien Mich. Espero que pronto vuelvas a casa -habla el Ross un poco más tranquilo-

Garrett sonríe y la ayuda a tomar la merienda.

-Tengo buenas noticias con eso... Mich en dos días estarás en casa. Ya hablé con los médicos y Dallon asegura que te darán el alta. Los estudios salieron positivos y sin complicaciones. -respalda Garrett con una leve sonrisa-

Michelle no lo puede creer y se avienta a abrazar al pelilargo.

-¡Ay! Gracias al cielo podré volver a casa y a estar con mí niño.

Ryan asiente y se despide con la mano dejando a la pareja a solas.

-despues nos vemos, cuídala Garrett. -solto el castaño sorprendiendo a ambos, este asiente-

Garrett asiente y deja que se marche, Michelle se sienta en la cama y empieza a comer con más ánimo.

-no sé si alegrarme o no de volver... Ya me imagino la limpieza de hogar que debo hacer -suspira de solo pensar el pilón de mugre que debe limpiar-

-Tú no te preocupes, yo me estoy encargando de la limpieza cariño. Tú debes relajarte. -le dice Børns y luego de darle la merienda la recuesta- tendremos a nuestra pequeña Leah antes de lo previsto.

Garrett posa su mano sobre el vientre de su pareja y lo acaricia... sintiendo una patadita desde el interior. Ambos se sorprenden.

-¡Es Leah! -suelta emocionada Michelle- ¡mí bebé reaccionó!

Garrett posa su oído sobre su vientre mientras sostiene las manos de su pareja.

-Pequeña Leah... agradezco al cielo que estás bien... papá te ama -musita leve y muy emocionado-

Michelle acaricia los cabellos de Garrett y lo admira en silencio, a pesar de que hace mucho tiempo la trataba indiferente quería creer que él habla tomado conciencia sobre la familia y le daría una oportunidad, quería creer que ya no era el mismo Garrett gruñón de antes. Este nuevo Garrett (atento y cariñoso) le hacía latir su corazón y el nuevo bebé que estaba en camino los volvería a unir.

El problema era: ¿que haría con Ryan? Porque lo amaba pero si decidía apostar y elegir a Børns nuevamente lo destruiría. No sé imaginaba su vida sin él, no lo quería lejos pero tampoco podía retenerlo de poder hacer su vida. Estaba siendo muy egoísta. Debía pensar mejor su decisión.

...........

Dos días después..

Dallon llevó la pareja Børns en su coche hasta su casa. De antemano, Alex tuvo su alta médico un día antes y era cuidado en su casa por Harry.

-amiga no hagas ninguna locura, tu descansa -dice Ángeles hablando por el móvil con Michelle- nada de super limpieza o hacer esfuerzos.

-ya sé, Garrett ya me retó por lo mismo y eso que aún no llego a casa. -le reprochó la chica- ¿Porque no viniste con nosotros?

-Estoy haciendo las prácticas en el hospital, lo siento. Hubiera querido mucho acompañarlos. -menciona Angeles- después Dallon debe volver al consultorio.

-¿Y Knox? ¿Donde esta y quién lo cuida? -pregunta Michelle un poco curiosa-

-con mí mamá, le dije si podía hacernos el favor. A las 18 hs termino mí horario y paso a recogerlo. -contesto la azabache por el móvil- bueno te dejo, terminó mí horario de descanso. Amorcito si me escuchas, después hablamos -dice en voz alta, sabía que la conversación la escuchan todos los presentes-

-No te preocupes cariño. Voy a dejar a Garrett y Michelle en su casa, de ahí me voy al consultorio. Besos, te amo -dice Dallon mientras conducía el coche-

-Yo también Cariño -se despide Ángeles de su esposo a través de la llamada con el teléfono de Michelle-

La azabache sonreía, siempre recordó lo bien que se sentía su amiga al lado de Dallon, un hombre que si valía la pena y había sido testigo de su historia de amor.

Cuando llegaron a su hogar Dallon los dejó allí y él debía volver al trabajo, ahora no tenía ayudante, ni recepcionista. Debía atender el mismo a los pacientes y anotar las citas próximas.

Garrett agradeció al Weekes y estrecho su mano humildemente hacía él. Se sentía en deuda con el ojiazul por haber sacado de peligro a Michelle y su hijo.

-¡Que bueno es estar en casa cariño! -exclamaba Michelle estirando sus brazos y sintiendo el aire puro entrar por sus pulmones- quien diría que extrañaría el barrio. -admiro el paisaje y aunque antes lo despreciaba, ahora valoraba la vida en su nueva casa-

Garrett la acompañó por detrás cargando sus bolsas y abrigo. Cuando abrieron la puerta las perritas fueron a los pies de Michelle para darle la bienvenida.

Ella vio que el living fue adornado con flores, globos rosas en forma de corazón y un cartel grande "bienvenida a casa Michelle". Detrás del cartel un gran Oso blanco con un claro mensaje en su barriga de corazón "TE AMO".

Ella admiró y estaba conmocionada.

-¿Esto es para mí? -dijo para si misma entrando en shock-

Harry llegó al living y fue directamente a abrazarla.

-¿Quien hizo esto? -le pregunto a su cuñado-

-Fue Garrett, él preparó esta sorpresa para ti y hasta hicimos un gran pastel de fresa para tu bienvenida cuñadita -sonrie el Børns menor-

Y la invita a sentarse en el living, Garrett se sienta a su derecha y le entrega una rosa.

-Bienvenida a casa cariño -toma su mano y le da un beso en su dorso- siéntate comoda

-¡Ay Garrett! Estoy en shock, no puedo creer que tu hayas hecho todo esto -menciona muy emocionada tomando su rosa y oliendo su perfume- es hermoso

-No hice todo yo sólo... Me ayudó Harry, su novia y hasta Angy colaboró con Dallon, pero justamente ella tenía esas prácticas en el hospital sino hubiera estado aquí contigo para apoyarte y darte ánimos. -le comenta tranquilo- Alex también colaboró...

Cuando escuchó el nombre de su hijo empezó a inquietarse porque no lo había recibido, entonces se levantó de su relax...

-cierto ¡Alex! -exalto del lugar- ¿Donde esta mí bebé? ¿Porque no vino a recibirme?

Preocupada empezó a buscarlo en la cocina y notó aquel gran pastel pero el niño no estaba allí.

Garrett y Harry se miraron entre si, también suspiraron porque sabía que Michelle se daría cuenta de lo ocurrido a Alex y no podrían ocultarlo tanto tiempo.

-¿Harry dónde está Alex? Necesito verlo -fue directa la azabache-

-esta con Katy en su cuarto, lo siento... -dijo un poco desanimado Harry y agachó la cabeza-

Esa actitud le hizo preocupar más y fue directamente a la habitación de su hijo.

Garrett fue detras de ella para cuidar de su salud.

Abrió abruptamente la puerta y se encontró al niño recostado en su cama, mientras Katy acariciaba su cabello.

-¡Alex! ¡Mí amor! -interrumpio y en breve el niño se puso a la defensiva-

Katy se quedó sorprendida y alegre de verla bien.

-Michelle que bueno que estás bien...

En cambio, la azabache no se quedó del todo tranquila. Notaba extraño a su hijo, no era el mismo de antes. Estaba más callado y reprimido de lo que lo recordaba.

-¡Mamá! ¡Mami! -solto el pequeño y fue directamente a abrazarla-

Michelle que algo andaba mal, él estaba triste y lloraba más de la cuenta. Se agachó a su altura e inspeccionó su rostro, había rasguños y algunos moretones.

-Cariño... ¿Que te ocurrió? -alzo una ceja y no podía creer que tenia esas marcas en su precioso rostro-

Alex no pudo contenerse y largo en llanto entre sus brazos...

-esa señora... Keltie... Me lastimó... -musito en voz baja y quebrada- pensé que iba a matarme...

El niño soltó la verdad dejando a Michelle con la boca abierta y abrazando a hijo, conteniendolo.

-Maldicion... -ella mordió sus labios, Garrett se acerco a ellos para abrazarlos igualmente- esa bruja me las pagará todas juntas.

En su mente no dudo en pensar en como Ryan dejó que esa mujer siniestra haya maltratado y lastimado a su único hijo. No podía asimilar que seguramente fue su descuido y que hará lo posible de nunca dejarlo ir.

-tranquilo bebé... mamá jamás te dejará ir, nadie más te lastimara ¿Verdad Garrett? -ella lo observa y no puede evitar llorar limpiando el rostro de su niño-

Garrett asiente y pensó que aclarará las cosas durante la noche, cuando ella se calme. Le explicará todo lo sucedido con el niño.

-Continuara-

¡Holis! Nuevo capitulo, espero que les haya gustado.

Espero que la próxima sea el cap cumple de Alex y Disney 🤗

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