"El amor es más fuerte"
Narra Narrador:
-¿Hoy es tu cita? -pregunta desinteresadamente una chica a su mejor amiga-
-Si -le confirmo mientras se arreglaba su cabello frente a un enorme espejo- ¿Cómo me veo Sarah?
-explendida, lo vas a matar de un infarto a tu Romeo -le asegura dándole confianza a su mejor amiga-¿Ya sabes con quién te encontrarás? Al menos dame una pista. -levanto su vista y la observó-
-aun no sé de quién se trate, pero por lo poco que sé se hace llamar celluloidheroes en Instagram. -decia la rubia muy entusiasmada y mirándose al espejo-
-¡Ay! mira de encontrarte con un extraño. -mencionaba la morena mientras se limaba las uñas con cuidado- ¿En dónde pactaron verse?
-cerca de las telesillas y luego me invitó a tomar algo en la cafetería.
-no lo puedo creer -hablo la chica enfocada en sus cosas-
-yo tampoco y lo peor de todo es que yo no lo conozco pero él a mi si.... -Eli volteo a verla y camino a elegirse un abrigo dentro del placar del cuarto- Dice que soy una diosa, que está muy enamorado de mi desde la primera vez que me vió.
Sarah dejo de hacer lo que estaba haciendo y presto más atención. Es más, se acordó del nuevo profesor del que todas las chicas del instituto suspiraban.
-¡Oye! -llamo la atención de su amiga- ¿no será ese profesor joven llamado Dallon? está muy guapo
Elizabeth se sonrojo y se fue directamente al espejo para ponerse su labial rojo intenso.
-es verdad, desearía que fuera él... -aseguro emocionada- ¡Ay dios! ojalá fuera él... Me lo como a besos.
-escuche por ahí que la profesora Breezy Douglas está detrás de él... -menciona la morena del rumor que se corrían por las pasillos-
-¿De él y de cuántos más? -enarco una ceja incrédula de las acciones de la profesora Douglas- Por favor de acá a la luna se nota lo desesperada que está por conseguir un macho y más porque tiene hijos de su ex pareja.
-tú si que sabes todo -sonrie su amiga-
-cuando estás cerca de los directivos te enteras de todo -contesta segura de sus palabras-
-cierto, te deseo lo mejor... -le cambia de tema al ver que Eli ya estaba lista para salir- Cualquier cosa llámame, acudiré enseguida en tu ayuda
Elizabeth se retoco un poco más su maquillaje antes de salir de su habitación dejando a su amiga chateando con su celular.
Caminaba tranquilamente por los pasillos del hotel hasta llegar afuera.
Ella planeaba encontrarse con una persona desconocida y mostrarse cara a cara para revelar el misterio que hace meses le invadían.
Espero un poco cerca del sitio pactado y metió sus manos en su campera.
Afuera nevaba y habia una brisa fresca. Pensaba de quién podría tratarse, estaba muy emocionada.
En su mente divagaba la imagen del nuevo profesor guapo por cuáles todas las chicas suspiraban y algunas profesoras también.
Una voz hablo por lo bajo y la hizo volver a la realidad.
-H-Hola Eli, te ves muy bella en el día de hoy -hablo tímido y en casi un susurro- y siempre que te veo.
La voz pertenecía a Spencer y este se encontraba más que nervioso. Apenas podía articular una frase, ya que tenía frente a sus ojos a la mujer que ella amaba con toda su alma.
Ella en cambio se motor indiferente hacía el ojiazul y trato de obviarlo, ya que aún se encontraba ruborizada con la esperanza que sea Weekes su pretendiente.
-Ah, eres tú enano. -lo miro desinteresada- ¿Que quieres? -pregunta un poco molesta- Mira que si me vienes a acosar te pediré amablemente que te retires, estoy en una cita.
-¿Yo enano? -dice para si mismo- Pero si soy apenas un poco más alto que vos y ni contar que usas tacones en todo momento.
-Oh que buen observador eres... -le responde sarcástica- Bueno, en fin, vete. Bye bye como te llames enano.
Spencer se puso sonrojado porque ahora era el momento de sorprender a su amada Elizabeth.
-Ehm -vacilo un poco- por simple casualidad ¿Esperas a un tal CellulaidHeroes? -pregunto acercandose a ella-
Inmediatamente Z Berg se giró y con los ojos bien abiertos camino lento hasta él y se puso las manos a un costado de su cintura con una mueca de lado.
-¿Y tú cómo sabes eso? ¿Acaso me hackeaste mi Instagram? -enarco una ceja un poco ofendida-
-No, para nada. -nego varias veces ladeando su cabeza de un lado a otro-
-¿Entonces? -le cuestionó-
-ehm... -murmuro un poco pensando si decirle o no la verdad hasta que se decidió- ¡Yo soy CellulaidHeroes!
-¿Quuueeee? -se expreso sorprendida- ¡Eso no puede ser verdad!... ¡Debe ser una casualidad!. ¡si, eso es! -se quería mentir así misma y no reconocer la verdad-
-"Las flores son cada vez más bellas cuando tú estás cerca, cada mañana que me levanto y miro el sol pienso en ti y en lo expendida que eres" -Smith recito una frase que había usado para conquistarla en las redes-
Elizabeth se quedó petrificada, en su mente jamás imagino que Smith podrías ser su Romeo al que tanto deseaba conocer. Ahora, todas sus ansiedades se desplomaban por el suelo de la decepción.
-¿Dime que es broma? -camino directamente a él y lo tomo del cuello de su campera- ¡que estás bromeando! -lo increpo con ímpetu haciendo que Spencer se intranquilizara- ¡Tú no puedes ser él! ¡jamás!.
Este se soltó de su agarre, nunca pensó que la chica reaccionaria así.
-Soy yo, créeme... -espeto serio y luego agregó- Escucha "Las noches sin ti se hacen eterna, el cielo se vuelve oscuro, el infinito puede estar en la palma de nuestras manos si te decides a estar conmigo".
Elizabeth sentía una profunda impotencia y vergüenza porque al hecho no podía hacer nada ni cambiar las cosas. Ahora confirmaba realmente que era Smith su nuevo pretendiente, no el que ella imaginaba.
-¿Ahora me crees? -le cuestiona haciendo una sonrisa-
-No. Y esto no debe ser así... -contesto terca, lo señaló con su dedo- Tú eres un enano... Mira si voy a salir contigo.
-saliste con el aburrido de Garrett que ni siquiera te pela.... -rodo sus ojos recordando al susodicho- ¿Que tengo de diferentes yo? O sea, mis sentimientos contigo son sinceros sino, no estaría aquí diciéndote la verdad para que me dejes en ridículo. Yo te en verdad te amo Elizabeth Z Berg.
Ella se dió media vuelta dándole la espalda.
-Pues no quiero tu amor, gracias. -camino en dirección opuesta al hotel donde estaban todos-
-¿A dónde vas? -alzo la voz Spencer- Él recinto queda hacía el otro lado, ahí están las montañas. -le señaló con su dedo-
-¡Cállate! Y déjame en paz. -contesto agresivamente- Necesito estar sola.
-Eli nooo, espera... -Smith no lo pensó dos veces y la siguió a paso apresurado para alcanzarla- No vayas sola, puede ser peligroso.
-tú no me mandas enano... -Eli se volteo encabronada- no me molestes
Spencer bufo rendido. Internamente, sabía que esa posibilidad de rechazó estaría de su parte, pero escuchar las palabras hirientes de la rubia hacía que su autoestima baje considerablemente. Vio a Z Berg alejarse para el lado de las telesillas y eso conducía a una gran montaña viscosa dónde quienes vacasionaban podían ir hasta la cima a esquiar.
Pero Smith observó aquella cima y noto algo no tan peculiar. Una tormenta de nieve. La rubia se dirigía sin pensar para esos lados, sería muy peligroso.
Así que sin más, desobedeció a Z Berg y la siguió a pesar que está última se negaba a estar en su compañía.
Ella se aproximó a una de las telesillas y se sentó en una de ellas. Por lo que percibió, nadie estaba a su alrededor salvó Smith que la seguía y en su mente se negaba a estar con él, "tonto" pensó en sus adentros. Cerró sus ojos y se sentó esperando a que la silla pasee por la gran montaña.
-Eli es peligroso, ¿Porque no olvidamos esto y regresamos al hotel? -sugirio de buena fé el ojiazul-
-¿Que? ¿Contigo? -enarco una ceja, aún se sentía descepcionada- No, me niego.
-¿Porque me haces esto? Es por nuestro bien.... -bufo rendido- Es más, si estás enojada porque no soy un chico popular y quise intentar algo contigo lo siento... -le suplico para que no hiciera una tontería- Lo siento mucho.... Olvidamos todo y regresemos. Prometo no molestarte más, pero por favor...
-Tú no sabes nada de mi, de lo que significaba esa persona imaginaria que tú invéntate para engañarme. -le recriminó ofendida-
Spencer se sentó a su lado tomando distancia para darle su espacio y para cuidarla también. Cuando estaba por empezar el largo recorrido el cerro aquel barandal de seguridad y suspiró rendido.
-No pensé que enamorarse era un pecado, ahora entiendo porque estás sola y nadie te ama -dijo sin más, no quiso mirarla porque sabía que verla lo destruiría más-
-¿Que dijiste? -espeto sería mirándolo fijo, claro, Smith había dado en el clavo. Muy en el fondo de su corazón ella rechazaba a quienes la amaban verderamente, porque se negaba a salir con chicos inferiores a su estatus. No pensó que las palabras de Smith la hirieran mucho.
Spencer agachó la mirada, no podía hacer cambiar de parecer a la rubia. Él por dentro estaba destruido, si por salvar sus vidas no intentaría molestarla y dejar de amarla a la fuerza lo haría. Z Berg era muy caprichosa y no quería escuchar al ojiazul.
Ella se volteo sin siquiera verlo y ofendida. Prefirió observar aquel paisaje blanco y frío, como su corazón.
-Garrett toma esto -le enseñó una carta de amor a la persona que la había enamorado- yo, la escribí pensando en tí.
Garrett bufo rendido y abrió aquella carta que la niña rubia de los coletas y anteojos nerd le entregaba. Así mismo pensó el valor que tenía una niña de su misma edad para confesarle sus sentimientos más sinceros.
-jajajajjjaaaa -rio abiertamente Børns y su amigo, a quien tenía a su lado se acercó- ¿Que crees Pete? Mira lo que está niña escribió para mí -le enseñó su carta frente a ella, ambos reían y ella se sintió muy humillada- aquí dice que yo soy el amor de su vida y que soy lo más hermoso que sus ojos hayan visto jamás jajaja ¡Ay! Me hace reír... -Garrett sonaba fanfarrón- A ver ¿cómo te llamas niña? no le pusiste firma.
-Ehm, Clarisa es mi nombre -dijo tímida y con lágrimas en los ojos,aunque sabía que ese no era su nombre, debió mentirle para no quedar más humillada de lo que ya estaba-
-¿Clarisa? Jajaja -se entrometió su amigo- típico nombre de una niña... Yo le pondría cuatro ojos -ambos rieron menos ella-
-Mira cuatro ojos, te voy a ser franco. -espeto serio- Yo no salgo con cualquier chica. Está debe ser una diosa, y por lo tanto tú no eres ni siquiera popular y pretendes cosas románticas conmigo. -luego le echo un ligero vistazo de arriba abajo- Jamás saldría con una niña fea, tonta, nerd y ridícula como tú así que, amablemente no te acerques más a mi... -hablo tranquilo, luego añadió- no quiero que en la escuela corran rumores tontos que yo ando con una niñata escuálida y fea... Pobre de mí si tuviera hijos a futuro con una especie como tú jajaja
Elizabeth sintió su corazón partirse en dos por las crueles palabras de la persona a quien mas amaba.
Sin más que decirle, ella salió corriendo llorando a su casa mientras que Garrett rompía aquella carta de confesamiento y la hacía mil pedazos.
Ella se encerró en su cuarto y lo primero que hizo fue tirar aquellos anteojos que hacían verla ridícula, según Garrett. Se miró en el espejo y se maldijo millones de veces porque era fea. Ahora su nueva meta era su imagen, mejorarla y demostrarle a Garrett que él está totalmente equivocado.
-Ya verás Garrett -limpio aquellas lágrimas hirientes con su puño- te demostraré que no soy ninguna niña tonta y nerd, ya veras... -miro fijamente al espejo con odio por la humillación que le hizo sentir Børns- ¡Tú te enamorarás de mi y me voy a vengar de ti maldito cretino!
Elizabeth suspiro, pensó en aquella situación del pasado y miro de reojo a Smith quien no dejaba de mirar el paisaje tristemente. En su mente divagó que ahora era ella quien se había convertido en el monstruo Garrett que siempre detesto. Ver a Spencer herido sentimentalmente se hizo ver así misma cuando era una niña y el tonto Garrett la rechazó humillandola frente a su cara.
Evitó mirarle porque no quería sentirse una basura, prefirió ignorar a Smith. Una vez que llegue arriba de la montaña todo pasará, se dió ánimos. Su única esperanza era que Smith se olvide de sus tontos sentimientos para con ella, así encontrará una persona normal y de su estatus. Ella era una persona fría e indiferente con quiénes no confiaba.
Por otro lado, pensó en aquella locura que hizo Smith frente a todo el colegio de besarla y lo había conseguido. Tocó su labio y sonrió sin que esté la mirase. Por amor corrió el riesgo a pesar de las consecuencias.
A pesar que su mente le decía que aleje a Smith de su lado, por otro lado, le gustaba que este, a pesar de todo, la seguía y la acompañaba a pesar de que ella le advirtió. Su corazón latía fuerte sin saber porqué se ponía así de loco al pensar en su acompañante silencioso.
Spencer por su lado no quería verla así que solo se enfoco a rezar internamente que la tormenta no los azote con fuerza. Aún no podía hacer entrar en razón a Elizabeth para regresar y esto le preocupaba.
........
Por otro lado Ryan despertaba con un profundo dolor de cabeza. Sentía náuseas y unas ganas intensas de vomitar. Le dolía su cabeza y no recordaba nada. Apenas logro ponerse de pie y vio que su compañero de cuarto dormía plácidamente. Se acercó a él y lo movió un poco para despertarlo.
-Bren... ¡Oye Brendon!... -lo sacudió un poco para despertarlo-
Brendon abrió sus ojos, un poco adormilado. Se sorprendió que Ryan lo estaba llamando, pensaba que era un ángel.
-Ry -murmuro en voz baja casi no creyendo lo que sus ojos veían- ¿Sucedió algo?
-no me siento bien, me duele mucho la cabeza y no recuerdo nada... -se tocaba su cabeza sintiendo un pinchazo y un ligero malestar estomacal- ¿Te he hecho algo? Es que no recuerdo y eso me preocupa -hablo un poco desesperado-
Por lo pronto Urie bajo la mirada y se mantuvo en silencio. Trataría de mantener su confesión en secreto, no había caso ya que Ross seguia enamorado de Michelle y también, se había enterado de su propia boca ebria que también lo estuvo de su novia.
Brendon nego ladeando su cabeza para dejarlo tranquilo y le dió una pastilla para que su malestar se pase.
Ryan en vez de recostarse optó por ir a visitar a su amigo Spencer. Se había olvidado y pasado por alto que este estaba en una cita.
........
Angeles estaba en la cafetería del hotel con los ánimos desganado. Tenía su café hirviendo y con espuma de crema como ella amaba pero no tenía apetito, aún no quitaba aquella imagen asqueante de ver besar Ryan a su novio. Ni siquiera se le pasó por la mente que Ryan era esa clase de chicos, ahora entendía su rechazó cuando se le declaró.
-siempre estuvo enamorado de mi novio y jamás tuvo el valor de decírmelo -musitó en voz baja para si misma-
Miro el contenido y ya no tenía ganas de nada. Pero también pensó que tenía una misión en poder sacarse la duda quien era el padre del hijo de quién espera Michelle. Así que lo primero que haría era encontrar a su amigo Spencer y ver si este consiguió la muestra de ADN que necesitaba.
Camino hasta su habitación y golpeo su puerta, encontrándose con Garrett primeramente semidesnudo.
-¡Ay Garrett! Lo siento. -ella se tapo su rostro-
-Ah, hola Angy -hablo normalmente- ¿Buscas a Michelle? -pregunto tranquilo- ella está aquí conmigo descansando.
-Ah no -nego está vez- busco a Spencer...
Ahí recordó el chico que su compañero de cuarto se fue muy temprano.
-No, él no está aquí. Se fue muy temprano pero no me dijo a dónde...
-Ah ok, bueno, iré a buscarlo... -hablo la chica despreocupada- Debe de andar por ahí.
-¡buenisimo! -sonrio Garrett- Mientras iré a hacerle compañía a mi reina y Octavito. Nos vemos Angy. -saludo formalmente a la mejor amiga de su chica y por ende de su mejor amigo-
Angeles se avergonzó un poco al escuchar como Garrett le había puesto de nombre al hijo que esperaba Michelle. Por un lado pensó que Garrett si se enterase de que ese bebé que espera su amiga es de Ryan como ella suponía y no de el, se pondría mal. Pero no estaba para pensar ahora, primero se sacaría la duda, luego vería que hacer si decir la verdad o no.
Trato de buscar a Spencer por todo el hotel, se canso de preguntar y sin éxito se quedó plasmada mirando por el ventanal del gran living. Observó el clima afuera y noto una gran tormenta de nieve y ventiscal en la cima. Pensó que ojalá su amigo no haya sido tan idiota para ir a esquiar con el clima así.
-Lamento que no puedas salir hoy a disfrutar la nieve -escucho una voz masculina, a la cual reconocía perfectamente-
-Oh Dallon -se giro al verlo y este traía un café para el y otro para compartir, ella lo observó sin decir nada-
El joven la miro, algo había cambiado, la notaba más desanimada por lo que dedujo que ella estaba así por estar encerrada y no poder salir a pasear.
-¿Dos cafés? -inquirio saber Angeles- ¿El otro para quien es?
-para ti, toma -se acercó y se lo entrego caliente- se que te gusta, bueno, a mi también y quería pasar un rato contigo
-Oh gracias -susurro ella un poco ruborizada- eres muy considerado.
Ambos se sentaron en un gran sofá y él noto la actitud de la chica, estaba con las luces apagadas.
-¿Está todo bien? -el se acercó lento y la tomo de su mentón para observarla mejor- Te noto un poco ...
-estoy bien -fingio una sonrisa- no te preocupes.
Él no muy convencido la soltó y tomo un poco de distancia.
-ok -contesto- ¿Pudiste conseguir las muestras? -le cambio de tema y sonrió- Es un poco difícil.
-no, aún no... -nego ladeando su cabeza- Le pedí ayuda a Spencer pero no lo ví en ningún lado... Es como si hubiera desaparecido.
-yo tampoco lo he visto -se quedó pensando el joven Weekes- tratando de deducir dónde estaría metido su primo-
........
Un castaño caminaba tranquilamente por los pasillos del recinto y se encontró cerca a una chica que perfectamente conocía. Está parecía preocupada y usando su móvil, sin éxito pegaba un zapatazo en el suelo haciendo sonar sus tacones.
-¡Ash Z! ¡Contestame de una vez!
Ryan se acercó a ella porque la veía molesta. No quería entrometerse pero en ese momento recordó que la rubia se encontraría en una cita con su amigo y como las horas pasaron, solo pensó en preguntarle si lo había visto.
-¡Hola Sarah! -saludo Ross a la distancia-
-Oh Ryry -cambio su humor para saludarlo- ¿Que tal todo?
-nada, ando buscando a mi amigo Spens... -miraba hacía todos lados, menos a ella- ¿No lo viste?
-No y ¿porque tendría? -enarco una ceja recordando al chico que ponía pelos de punta a su mejor amiga-
-es que él tenía una cita con Z Berg hoy y pensé que ya estarían de regreso. -aclaro Ross-
-¡noooo! -exclamo sorprendida- ¿enserio? ¿Tu amigo es el famoso Romeo que trae loca a Elizabeth? -pregunto curiosa, Ross asintio- Jajaja se debe querer morir... Pobre mi amiga
Ryan estaba preocupado por su amigo así que se puso serio ante la situación.
-no es gracioso, lo ando buscando.
Ella cambió su expresión.
-la verdad que no sé dónde están... -se encogió de hombros- Tampoco sé nada de Z, ella salió en dirección a esa cita y no la volví a ver más... -saco su móvil y le mostró que decía la verdad mostrándole el historial de llamadas-La estoy tratando de llamar y no hay caso.
-¿Te dijo a dónde iban a hacer aquella cita? -inquirio saber el castaño-
-en las telesillas -menciono la morena- ¿Por?
Ryan enarco una ceja y camino rápido hacia el salón principal. Sarah tampoco se quedó atrás y lo siguió, tal vez él tenía una pista de dónde estarían.
Cuando llegó se encontró con Angeles y Dallon hablando entre sí, ella estaba con él semblante serio.
Así que no lo pensó dos veces y se acercó a ellos para preguntarle a su primo si sabía algo de su mejor amigo.
-Dallon... -musitó Ross captando la atención de ambos chicos- ¿Has visto a Spens?
Weekes negó y se puso de pie rápidamente.
-no, tampoco sé dónde está y lo estamos buscando. -hablo serio, intuía que por la preocupación de Ross la situación era grave-
Angeles no quiso mirar al castaño, aún estaba enojada con él, solo lo ignoró.
-Ellos iban a ir a las telesillas en una cita con mi amiga Z... -se entrometió Sarah con su cara de preocupación-
Dallon se sorprendió con lo mencionado por la morena, que estaba muy preocupada.
Rápido Weekes corrió y se poso en aquel ventanal y observó el clima. Angeles fue tras él y se puso a su lado a observar también.
Sus rostros palidecieron. En consecuente, Ryan y Sarah estaban detrás de ellos mirando aquel aterrador paisaje
Una gran tormenta de nieve y ventiscal azotaba la cima de la montaña por lo que estaba prohibido ir a esquiar o salir afuera.
-¡Oh Dios mío! ¡Spens! -musitó Angy casi impactada- ¡¿Que haremos ahora?!
Dallon posó sus manos sobre los hombros de aquella chica para tranquilizarla dándole confianza que él salvaría a los dos chicos perdidos.
-Angy por favor, tranquilízate. Yo iré por ellos... -le aseguro firme de sus palabras el joven Weekes- confía en mí.
Angeles se olvidó de todos y que a su alrededor tenía a Ross y a Sarah mirando tal escena.
-Confio en ti. -murmuro ella, sus mejillas se ruborizaron y eso fue perseguido por el castaño- pero no me voy a quedar tranquila si vas sólo. Yo te acompaño.
Angeles no se lo pensó dos veces y tomo su mano para darse ánimos. El joven Weekes sonrió y ella también, pero está vez era una sonrisa genuina, ella le daba la seguridad y fortaleza que él necesitaba.
-¡Vamos entonces! -exclamo Weekes antes de irse tomado de la mano con la chica que él amaba-
Ryan se quedó plasmado y no podia creer como ese tipo se había ganado la confianza de su mejor amiga. Y peor aún, sintió que ella ya estaba perdida, enamorada de aquel sujeto. Había notado una sonrisa tan sincera que ni el mismo Brendon le había sacado en meses. Con una amarga sensación del porque ella lo rechazaba e ignoraba sin que hubiera hecho algo al respecto. Se quedó ahí pensando y se olvidó de lo más importante.
-Ry ¿Que esperas? -la voz de Sarah lo trajo a la realidad- ¡vamos nosotros también con ellos! -ella lo jalo y tomo de su mano arrastrándolo consigo-
........
En otro lugar.
-¡Ahhhhh! ¡Enano tengo miedo! -exclamaba fuerte y con susto Elizabeth-
La susodicha que ahora se encontraba junto a Spencer en medio una tormenta de nieve en las alturas de la montaña más alta de zona.
-¡No me digas enano! ¡Soy Spencer! -le respondió esté con el mismo tono-
La ventiscal era tan bruzca que apenas podían abrir sus ojos.
Smith miro al suelo, mientras con miedo estaban sentados en la silla en movimiento, solo había un bosque con pinos y todo blanco.
La tormenta comenzó a intensificarse.
-¡Eli tómate de mi mano y ven a mi lado! -gritaba Smith con dificultad-
-¡No puedo Spencer! ¡Tengo miedo! -decia con terror-
-¡Confía en mí! -exclamo el ojiazul-
La silla se movia de un lado a otro, eso le creaba un pánico a los chicos. Cualquier movimiento y podían caer al suelo.
En el momento menos preciado el celular de Z Berg suena en una llamada, ella con dificultad lo saca de su bolsillo y observa quien la llama con tanto desespero.
-Oh no, es mi amiga Sarah... Debe de estar preocupada. Le dije que no tardaría más de 2 horas -musitó en voz baja cosa que escucho Spencer-
En el momento que sacó su móvil para atender aquella llamada, una ventizca fuerte los azotó haciendo que el celular caiga al precipicio de arbustos y la nieve.
-¡NOOOOO! ¡Mi móvil maldita sea! ¡Debo ir por él! -ella en un movimiento desesperado se aparta el barandal de seguridad dispuesta a caer al vacio-
Entonces en ese momento Spencer la detiene.
-¡¿Estás loca?! ¡Mira dónde estamos! Si caes a estás alturas no hay probabilidad de que sobrevivas! -grita Smith con todas sus fuerzas aclarando le que era inútil lo que iba a intentar hacer- ¡Morirás Eli!
Ella lo empujó sin mas, sin importarle sus ruegos.
-apartate y déjame en paz.... -espeto la chica- Tú no sabes nada de mi ni de lo que significa ese móvil para mi. -lo miro fijo- ¡Ese celular es mi vida idiota!
Elizabeth le importo poco lo dicho por su compañero de silla y aparto el barandal. La silla se movió en otro movimiento bruzco para su lado haciendo que Smith caiga en su lado contrario y por lo tanto Z Berg caiga tomándose fuerte de un hierro antes de caerse.
Ella comenzó a llorar de la impotencia, la rabia interna y la mala suerte que tenía. Ese móvil conservaba muchos números de gente importante que le prometían fama. Ahora lo había perdido todo.
-no necesitas ese móvil, primero conserva tu vida -escucho la voz de Spencer-
Él la tomo de su brazo con fuerza. Los pies y el cuerpo muerto de Z Berg se balanceaba sobre el aire. Un movimiento y moriría.
-¡Spens no! Por favor... -musitaba en voz baja con lágrimas en los ojos, ella estaba angustiada porque ahora que perdió aquel móvil, había perdido todo, ya no quería vivir- Conserva tu vida, salvate. -le aconsejó- Yo no puedo seguir así... -agacho la mirada observando la altura que estaba- Soy un monstruo.... -luego alza la mirada al ojiazul- ¡suéltame y todo se habrá acabado!
-¡Cállate! -exclamo furioso Smith haciendo caso omiso a la petición de Z Berg- ¡Jamás haría tal cosa y menos dejaría morir a la persona que yo amo! ¿Escuchaste? -esas palabras dejaron en shock a la rubia- Te protegeré con mi vida y si tú saltas yo también lo haré... -luego agregó- ¡moriremos juntos!
Ella no quiso mirarlo, sus mejillas estaban muy sonrojadas.
-No hagas tal cosa por mi, no lo valgo. -menciona en voz baja-
-tú para mí vales mucho. Solo coopera y no me hagas enojar. -espeto serio el chico-
Él hizo un sobreesfuerzo y con todas sus fuerzas la ayudo a subirse de nuevo a la silla, ella se sentó a su lado un poco agitada y él la abrazo para confortarla.
-me alegras que estés bien -dijo Spencer con un tono de voz apunto de quebrarse, casi se pega el susto de su vida-
Ambos se brindaron calor y Z Berg no dijo una palabra hasta llegar a la cima. Su idea principal era buscar su móvil antes que nada.
Caminaron durante horas cuesta abajo haciéndole frente a la tormenta en aquella cima.
Ambos caminaban abrazados para darse calor pero el orgullo de la rubia le impedía conversar con Smith. Se sentía una tonta, porque ahora era ella quien había adoptado aquella personalidad que tanto odio de Garrett.
-debe de estar cerca de aquí. -musitó el ojiazul, a ambos le costaba caminar en la nieve-
Ella asintio, observó la determinación de aquel chico que estaba dispuesto a ayudarla sin recibir nada a cambio.
Cuando por fin pudo dar con el móvil este se encontraba a unos metros abajo de su camino frente a un risco peligroso.
Spencer palidecio porque sabía que un paso en falso y podría caer.
-yo voy por él, no te preocupes, ya me ayudaste mucho hasta aquí -menciona la rubia-
-es peligroso arriesgarse así por un móvil, regresemos al hotel -le dice Smith para ver si ella cambia de parecer-
Ella lo ignoró y camino lento. Tanto que se acercó a su objetivo que el suelo de nieve comenzo a moverse y a desvanecerse.
En un rapido movimiento Spencer llega a ella y la toma del brazo.
-¡Te dije que era muy arriesgado! ¡Eres muy terca! -exclama Smith- ¡Olvídalo y regresemos al hotel!
-¡Yo no me vuelvo sin mi móvil! -contesto ella-
-¿Piensas morir aquí? -inquirio el ojiazul enarcando una ceja-
Ella no contesta, se mordió el labio de la boca con rabia.
El peso de ambos no pudo aguantar e hizo que el suelo temblará haciendo que ambos y el suelo blanco más el móvil caigan al vacío.
Ambos cayeron metros y metros por la nieve. El impacto hizo que la rubia perdiera la noción y se desmayará. Cuando Spencer abrió sus ojos la tenía en frente suyo, ella no reaccionaba. Se preocupo, así que él se acercó a ella arrastrándose y tocando su mano.
El móvil estaba tirado a su lado así que lo tomó y lo guardo en su bolsillo, era lo más importante para aquella chica que el amaba. Al menos si no la podía tener, la quería ver feliz.
Con sus últimas fuerzas la sujetó fuerte y la cargo encima de su espalda. Haciendo frente a la gran tormenta. Ahora era cuestión de sobrevivir.
......
Cuando la rubia abrió sus ojos se encontró en una cabaña oscura y está, estaba cubierta con una campera.
Se reincorporo en su lugar y observó si era verdad que estaba viva. Todo su cuerpo y no había sido dañada o herida. Ya dudaba si estaba viva o en el cielo.
-Por fin despiertas Eli... -escucho una voz- ¿Te encuentras bien?
A quien tenía enfrente era el mismo chico Spencer, quien la habia puesto a salvo.
-¿Tu me salvaste? -pregunto dudosa- ¿Que fue lo que ocurrió? ¿Dónde estamos?
-estamos en una cabaña que encontré por la zona, no se de quien se trate pero nos servirá por el momento. -hablo tranquilo el chico y luego miro la chimenea-
-¿Tu prendiste fuego en esa chimenea? -inquirio saber la chica-
-Si, aprendí cosas de sobrevivencia cuando fui al campamento cuando tenía 8 años -el se sentó a su lado y le enseño una pulsera que traía consigo en su mano izquierda- ¿Te acuerdas?
Ella abrió aquellos orbes tan grande como pudo al recordar aquel objeto.
-toma, esto es tuyo -menciona Smith entregándole su móvil en sus manos-
Ella se quedó en shock.
-O sea ¿como? -enarco una ceja y lo miró a los ojos-
-nada, lo pude conseguir tu móvil
-no hablo de eso... Digo, ¿Tu eres aquel chico que salvó mi vida cuando era una niña? -pregunto desconcertada-
Spencer se puso sonrojado.
-es lindo que te acuerdes, yo jamás me olvidé de aquel momento... -observó su pulsera- Parecía que aquel día un ángel cayó del cielo... -miro el cielo raso recordado aquel momento- Fue ahí cuando te conocí y me enamore de ti. -relato más tranquilo sin mirarla-
-yo, no sabía que eras tú. -contesto ella- ¿Todo este tiempo estuviste enamorado de mi?
-¿Que tiene de malo?
-no, nada. -la rubia sintió una punzada en su corazón- es que, no debiste...
-bueno, se que suena patético pero yo te amo y así lo siento. -miro la fogata- Te conozco desde que éramos unos niños y sé que tú no eres así... -ella lo miró detenidamente- Antes era una persona amable, sincera, cálida. Pero él cretino de Børns te cambio para mal. -la rubia se sintió dolida porque en parte era verdad y le dolía su pasado- Yo creo que tienes muchas cualidades buenas que no deseas que la gente conozca de ti. Eres admirable de la fortaleza que tienes y lo valiente.
Elizabeth sintió su corazón latir fuerte. Es cierto que estaba emocionada por conocer a su Romeo pero ahora estaba sorprendida. Entendió que lo de Smith no era un capricho, algo en vano. Él estaba enamorado de ella verdaderamente.
Ella sintió un poco de frío y comenzó a temblar.
-tengo frío un poco... ¿No te molesta si me abrazas y me das calor? -pregunta de la nada, cambiándole de tema-
Spencer se sorprendió pero accedió a su petición. Al estar sentados en el suelo. Él separó sus piernas y dejo que ella se sentará en medio, para así abrazarla con cuidado.
Ella podía sentir los latidos fuertes del corazón del chico y su aliento golpear contra su cuello.
-abrazame un poco más, sin miedo Spency -musita ella en voz baja-
Él se apego a su cuerpo. Se sentía nervioso. Su tacto y aroma lo podía sentir, su corazón golpeaba con mucha fuerza. Cerró sus ojos para sentir su cuerpo de una mujer cálida.
Elizabeth cerró sus ojos sintiendo el contacto de un verdadero hombre que se había arriesgado su vida por ella, que era valiente y no le tenía miedo a nada, ni a declararse cara a cara sin temor al rechazo.
Giró apenas su rostro para obsevarlo. Con una de sus manos toma el rostro de Spencer y se acerca a él despacio para besarlo dulcemente. Este, sorprendido, abrió sus ojos y luego los cerró para profundizar aquel beso y sellar ese mágico momento. No le importaba si salía con vida de aquel recinto, sabía que moriría con el amor de su vida.
Cuando se separaron por falta de aire, ambos no sabían que decirse. Más que la rubia que sonreía alegremente.
-¿No me vas a preguntar si quiero ser tu novia? -enarco una ceja-
Él se quedó pasmado y sonrió.
-eso era lo que te iba a preguntar, pero me quedé en shock. Tus besos son mágicos. -respondio Smith-
Ella se acomodo y se puso frente suyo para rodear sus manos sobre su cuello y darle otro beso de que tanto traía loco al ojiazul.
-yo acepto mi Romeo -decia ella con una sonrisa dentro de la boca de su ahora novio-
-me haces enormemente feliz mi hermosa reina -el la miraba tan emocionado- te haré la mujer más feliz del planeta. Te amo mucho -concluyo para seguir besándola-
Luego de estar un rato así notaron que afuera la tormenta había cesado y un fuerte azote en aquella puerta los había asustado.
-¡Chicos! ¡Están bien! -la primera voz que escucharon fue de Dallon-
Detrás de él apareció Angeles y al ver la escena se tapo su rostro avergonzada.
-¡Maldita sea Spens! ¡Nosotros preocupado por ti y tú haciendo cosas puercas! -agrego Angy-
-¡No estábamos haciendo nada malo! -se quejo Smith- Aún -agrego a lo último haciendo sonrojar a la rubia-
-lo importante es que están bien -sonrio Weekes-
De pronto aparecieron Ryan y Sarah entrando desesperados. Cada uno abrazo a su amigo.
-¡Ay amiga! ¡Estaba tan preocupada por ti! -sollozaba la morena a su mejor amiga-
-¿Te encuentras bien Spens? ¿Que ocurrió? -le pregunta Ross a su amigo, en ese momento aprovecha Smith en tomarle un cabello a su amigo que traía flojo en su campera-
-pasaron muchas cosas, después te cuento -sonrio ladino observando a su novia y está a él-
......
-¿Y pensaste mi preposición? -pregunto una chica mientras caminaba tranquila en retorno al hotel y alejada del grupo de tortolos-
-¿Cuál? -se hacía el desentendido Ryan-
-la de ser novios. -agrega la morena-
-Uhm, agradezco la oferta pero no estoy interesado. -se pica su mejilla, no quería quedar como un tonto por rechazarla ni que piense mal- Lo siento.
-¿Aún sigues pensando en ella? -inquirio saber Sarah, al no obtener respuesta por parte del castaño tomó su silencio como un si, se tapo el rostro un poco avergonzada- mira, la única manera de que la olvides es saliendo con otra persona, sé que es dificil. Pero bueno, ella ya está esperando un bebé de Garrett, ya no hay lugar en su corazón para ti... -se encogió de hombros- No te esfuerces...
-no quiero hablar de eso ahora... -miro hacía otro lado, no quería escuchar lo obvio-
-Ok... Entonces -musitó la morena en voz baja y timida- ¿no habrá problema si me acompañas al baile de graduación?
-¿Que? -enarco la ceja el castaño- ¿La gran Sarah no tiene o no consigue pareja?
-no es eso, los que me pretenden son unos pendejos pajeros pero tú, eres diferente... -agrego la morena, luego se detuvo y por ende el también, cuando vio que ya estaban por entrar al hotel los demás dejándolos solos- Por eso me caes bien...
-hmp. -rodo sus ojos Ross-
Sarah se poso frente a él y cara a cara lo increpo.
-hacemos un trato... -hablo seria- Si no consigues pareja yo seré la tuya para nuestro baile de graduación de fin de año ¿Ok? -le intenta estrechar su mano-
Ryan bufo rendido y dudaba estrechar su mano.
-no sé porque pienso que te saldrás con la tuya y ganarás esta apuesta. -dijo desganado-
-mi querido Ryan, yo siempre gano. -ella se acercó a él y enredo sus manos sobre su cuello, entrelazandolos entre sí para besar los cálidos labios del castaño. Este estaba confundido pero un ligero rubor se poso en sus mejillas así que solo la tomo de su cintura para apegarla más a su cuerpo para profundizar aquel beso, aunque no estaba enamorado de ella, podía sentir el aroma de mujer y su perfume que la chica desprecia. Entonces, se dejó llevar por ella, hasta que ambos se separaron por falta de aire, ella lo miro fijo con sus ojos azules intensos a los tímidos orbes avellanas que él tenía- Así que, no lo olvides.
Ryan la vio alejarse y se quedó pensando en aquellas palabras.
"Para olvidarla necesitas empezar una nueva relación, sino, nunca la olvidarás".
En su mente, solo pudo recordar aquel beso con Sarah y se dijo a si mismo que aún no estaba preparado para una nueva relación. Esperaría que llegue la indicada y si era Sarah, ella tendría que darle su tiempo y espacio.
De a lo lejos una chica observaba aquella escena. De la furia que sintió apretó su puño y mordió sus labios, bajo triste la mirada y toco su vientre. Su bebé comenzaba a moverse reaccionando a sus emociones. Nego ladeando su cabeza y aún más internamente se decía que el castaño ya no la necesitaba, la había reemplazo por la morena. Aunque muy en el fondo sabía que ese bebé pertenecía su paternidad al castaño, jamás se la diría.
-Cariño ¿que miras? -interviene su novio Garrett-
Él se poso a su lado y observó también. Sonrió ladino.
-asi que el niño ya consiguió nueva novia, que lastima que sea la ex de Brendon. -hablo para luego posar su mano sobre el hombro de su chica-
-eso es lo extraño. Ryan no es de enamorarse de esa clase de chicas -corrio su mirada de aquella escena y triste decidió enfocarse a mirar mejor a su amado-
-Tal vez es una relación que recién empieza, si es verdadero cómo lo nuestro perdurará -el entrelazó su mano a ella- por otro lado, me alegra que consiga novia
-¿Porque? -inquirio saber ella un poco sonrojada-
-porque así se olvida de ti y te deja en paz. -sonrio victorioso, ya que ahora el castaño no se entrometera en su relación-
-¡Ay amor! -exclamo sorprendida Michelle- No es como que hablamos o esas cosas. -musitó en voz baja- Ryan respeta mucho nuestra relación, sabe que esperamos un hijo.
-Claro, ¡un hermoso bebé Børns! -hablo orgulloso el muchacho y beso a su chica a los labios tocando con sus manos aquella pancita dónde gestaba su hermoso hijo-
-Continuara-
¡Hola lectores! Bueno, dejo aclarado que casi termino escribiendo en dos días entre 6700 palabras en este capítulo solamente. Sería como un capítulo doble lo que si me quedé con las ganas de ponerle más fotos 😃 pero Wattpad tiene un límite. Espero que les haya gustado. Nos vemos la próxima 😘
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