"Dos seres de distintos mundos"
Narra Narrador:
Habían pasado algunos días y después de acuerdos, Keltie comenzaba su primer día de trabajo en la oficina del doctor Weekes.
Antes que eso, ella se enlistaba en la habitación ante la presencia del castaño.
Mientras se miraba y maquillaba, probando atuendos para cambiar su look habitual, no estaba conforme y pedía la opinión de su novio.
-¿Me veo linda bebé? -pregunta la rubia un poco indecisa en la ropa que llevaba puesta-
El castaño andaba en las nubes y cuando se percató que su novia insistía en su opinión.
-te ves bien Kelt
Ella voltea a verlo alzando la ceja.
-Si ¿Pero me veo linda? -insiste en el tema-
Ryan suspira rendido y camina lento hasta ella, abrazándola por detrás.
-te ves hermosa -responde el castaño- igualmente no necesitas ir súper Woow a una oficina, vé vestida normal.
Ella lo mira y sonríe.
-¿Porque? ¿Estás celoso que otros hombres me miren? -indaga la rubia, feliz internamente de que su novio este celoso-
-para nada -niega con un ligero rubor en sus mejillas- solo te recomendaba -voltea de lado- no me siento celoso, por qué tú eres mía.
-Ay bebé, te amo -contesta ella y le regala un beso en su mejilla roja- me voy en Uber cariño, sino llegaré tarde.
-¿Está de moda viajar en Uber? -inquiere saber Ross-
-no te pongas celoso mi celosito -le da un pequeño golpecito en su hombro-
-te dije que no estoy celoso.
-yas, ¿Y que vas a hacer mientras? -pregunta la chica intrigada- me imagino que irás a buscarle un lugar a ese perro -mira con desprecio había la cama donde descansaba el canino-
-supongo -se encoge de hombros- te estaré mandando mensajes mientras y dime cómo va todo por allá.
-si, mi celosito -le dice por último la chica y se acomodó la camisa junto con la falda- después hablamos.
Tomó su cartera de cuero y se fue, dejando al castaño solo con el perrito. Cómo estaba aburrido decidió recostarse un poco y meditar, observando su habitación.
Aún en su mente recordaba a la mamá de su hijo y aquel cuarto donde compartieron interminables de veces experiencias.
Recordó su última vez cuando ella se enojó porque no le quería contar el motivo por el cual visitó a su amiga Angeles.
Observó al pequeño perrito quien dormía a su lado y lo agarró entre sus manos.
-y nos quedamos solitos ¿No pequeñito? -mira al cachorro con ternura y le regala un beso-
De pronto el canino sintió la necesidad de ir hasta la puerta y rasgarla con sus uñas de pura emoción quería salir del cuarto. El castaño lo observó y se levantó para seguirle. Lo alzó nuevamente y le intrigaba que quería decirle.
-¿Tienes hambre? -le pregunta pero al saber que no tendría respuesta, solo vio como el can movía la cola, luego lo bajo al suelo- bueno, tendrás que esperar aquí y voy a ver qué hay en la nevera para ti. Mami habrá dejado algo de seguro que habrá sobrado de anoche. -lo acaricia una vez más- no puedo llevarte amigo, espérame aquí. No quisiera ganarme el rencor de mi madre además.
Observó al perrito como reaccionaba a su palabra, el canino se sentó y esperaría a que su amo le trajera algo de comer.
El ojos avellanas bajo por las escaleras y noto que su madre guardaba algo en su cartera y la veía arreglada además, supuso que también saldría.
-Oh Ry, eres tú. -dijo sin mirarlo- hace un momento salió Kelt muy buen vestida. ¿A dónde iba? -indaga la madre del Ross-
Ryan rascó su nuca.
-ehm, es que le conseguí un trabajo y pues, hoy era su primer día.
La madre voltea a verlo con una media sonrisa.
-que astuto, pero sabes que si traes a una chica a esta casa tú debes de darle estabilidad -comento la madre- no al revés.
-las chicas modernas no tienen problema en trabajar -dice desinteresado el castaño- ¿Y a dónde vas que estás muy bien vestida?
-ah cierto, tengo que ir a trabajar. -decia tomando su móvil-
-si quieres te puedo acompañar -propone el Ross-
-no te preocupes cariño, enseguida pasa el chófer Uber a recogerme.
Ryan enarca una ceja, no podía creerlo.
-¿tú también mamá? -dice el Ross incrédulo- ¿Porque las mujeres están obsecionadas con que las traslade un Uber?
-Cariño, no te pongas celoso de tu madre, mejor cuida de lo tuyo -le cambia de tema- ah, y no dejes que Kelt controle tu vida.
-¿Que? -dice sin poder creerlo aún-
-los escuché la otra vez. Tu sabes que está es tu casa y te puedes quedar todo el tiempo que quieras, no me molestan. -sugiere la señora Ross- Además, pueden contruir en la parte trasera del patio algo propio, por lo que no es necesario que se vayan de aquí, por si no se sienten cómodos o no tienen íntimidad.
-¡Mamá! Esto es vergonzoso -decía el Ross con su voz entrecortada y muy sonrojado- ¿Desde cuándo nos escuchas?
-no hace falta pegar el oído en la puerta, con sus gritos puedo escucharlos desde el garage. -la señora Danielle lo observa- yo te lo digo porque no quiero que te vayas, tu eres lo único que tengo.
-no me voy a ir a ningún lado mamá, no se de dónde sacas esas conclusiones. -contesta el castaño- es más, si tú escuchaste algo proveniente de Kelt, ella no decide por mi. Me puede sugerir pero la última decisión la tomo yo.
-eso espero hijo -suspiro un poco más aliviada- hubiera estado más tranquila si te hubieras quedado con Angeles.
Ryan parpadeo varias veces y tapo su rostro de lo avergonzado que se sentía.
-mamá, Angeles ya se casó. Ni va al caso -contesto el castaño- Es más, está esperando un hijo.
Ella abre los ojos sorprendida por la noticia.
-¿En serio? ¿Con quién? -inquiere saber-
-se caso hace tres años con un médico y viven juntos. -rueda los ojos-
-Ay mi amor Angy, es tan dulce esa chica. La hubiera adorado como suegra de tener a la mejor nuera del mundo. Es tan amable, atenta y respetuosa. -alagaba a su amiga-
-pero bueno, es historia pasada, olvídalo. Ahora estoy con Kelt -dijo desinteresado el Ross-
Desde la calle se escuchó la bocina de un vehículo llamar a la señora por lo que tomo su abrigo y bolsa.
-lo siento si te tienes que quedar sólo. Yo regreso en la noche y traeré la cena lista. -insistió la madre-
-no te preocupes mamá, se cuidarme sólo. -contesto el castaño- Iré más tarde a dar un paseo y ver si hay algún trabajo para mí. Así no me quedo sólo en casa.
-te estaba bromeando hijo, cuando te sientas listo para ir a trabajar házlo. Nadie te tiene porqué presionar, ni siquiera tu novia.
-ya lo sé mamá -rodó los ojos otra vez el castaño-
La madre se despidió con un beso en la mejilla tomando sus cosas e ir al vehículo Uber que la esperaba afuera.
Ryan mientras tanto, en su soledad se quedó pensando y saco de la nevera comida que había sobrado para llevarselo a su mascota.
Le dió un poco de comida en un plato vacío y observó como el animal, dejándose llevar por los recuerdos.
Mi amistad te vale madres como el Spens y Angy, ahora recuerdo porque no les hablo... Quería empezar y entablar una amistad contigo desde cero pero veo que no confías en mí para nada... Eres de lo peor.
Ryan tapó su rostro, sintió una punzada en su pecho. Eventualmente no podía.
-¿Tanto me vas a odiar Mich? Por no decirte la verdad. -murmura el castaño- ¿Que tengo que hacer para que me perdones? -miro el cielo raso en su habitación y estiró los brazos buscando una respuesta-
Miro hacia la puerta de su cuarto y vió en ella un póster, un viejo poster de Franz Ferdinand.
-jajaja jajaja estuvo buena esa tonta excusa -decia una chica- como le mentiste al profe de literatura para escaparnos.
-ay dios, me dió un miedo. No lo volveré a hacer ¿De acuerdo? -contesta el castaño-
Ella quita sus zapatos y lo tira hacia un costado de la habitación para estar más cómoda. Y luego se tira en la cama boca abajo para mandar mensaje a su amiga por el móvil.
-¿Desde cuándo llevas falda corta para ir al colegio? -indaga curioso el ojos avellanas-
Ella voltea a verlo y se pone sonrojada.
-no se, soy una chica y me encanta lucir faldas cortas.
Ryan no se quedó muy convencido con esa respuesta.
-pues no quiero que la uses más, por lo menos cuando vayas al colegio.
-¿Porque? -insiste la chica- ¿Estás celoso? -pregunta con una media sonrisa-
-claro que no -se voltea de lado-
-claro que si, mira tu cara jajaja ¡Estás celoso, estás celos... -no dejo terminar su frase que el castaño le tapo su boca-
-es que no quiero que ningún pervertido te vea, solo yo nomás quiero verte -dice en un leve susurro y le destapó su boca-
Ella toma distancia.
-pues así es más fácil -se aparta de él y levanta su falda a la altura de su pecho- así no se te complica como cuando uso jean.
Ryan observó y se quedó mudo, su sonrojo fue más allá sintiendo un cosquilleo entre sus piernas.
-¿Tienes algún plan para esta tarde? -insiste en saber y se baja la falda, llega hasta su mochila y se agacha a buscar sus zapatos-
Ryan callado la toma de su cintura y apoya su miembro que estaba atrapado y crecido por sobre su cola.
-¡Rayos! No sé cómo le haces para encender me Mich -musita leve y en un gruñido- mi único plan para esta tarde es hacerte mía ahora.
Ella se levanta y sintió las suaves manos del castaño aferrarse en su pecho y su aliento recorrer su cuello.
-Oh ¿Y que esperas para hacerlo? -propone con una sonrisa ladina-
Él hace que ella arqueé su espalda hacia abajo y toma su falda subiendola hacia arriba. Con sus dos dedos los froto sobre su intimidad haciendo unos leves círculos para poder estimular su sexo.
Ryan parpadeo varias veces, ni siquiera se acordaba en que momento de su corto noviazgo con su ex novia había sucedido eso, sus mejillas ardieron y abrió su rostro con su almohada.
-¡Oh no! No puedo estar pensando en eso. Mich me matará -musita leve y arrepentido, luego voltea a ver aquel póster- es cierto, ella me regaló ese póster -el perrito llegó hasta el Ross y se sentó arriba de su pecho- ¿Aún le gustará Franz Ferdinan? Recuerdo que de chicos era nuestra banda favorita, lo escuchábamos siempre. -el perrito solo lo observó-
Cerro sus ojos y respiró profundo.
-no puedo dejar las cosas así -musitó leve seguro de sus palabras, la indecisión se había dispersado. Si algo había aprendido en el ejército era tener valor y coraje para enfrentar las peores situaciones-
Ryan tomó al cachorro entre sus manos y busco algún collar para llevarlo consigo hacia su destino.
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Ryan sudaba frío, suspiro varias veces antes de tocar la puerta del infierno. Peinó su cabello de un lado hacia el otro, estaba nervioso, su mano temblaba y miraba constantemente hacia el interior de la vivienda para ver si había vida.
Se giró y se agachó de rodilla al suelo para agarrar al perro y cargarlo a su pecho.
De pronto la puerta se abrió dejando ver a una mujer con una escoba en la mano y vestía un poco casual y sensual a la vez.
-¿Otra vez tú? ¿Que quieres Ryan? -indaga la mujer frunciendo su ceño- ¿no tienes casa o te echaron?
Ryan se había quedado atónito viendo su look, su cabello lucía un súper lacio y oscuro, estaba maquillada y vestía una playera ajustada dejando ver la entrada sus senos y una falda corta color rosa que dejaba ver su esbeltas piernas.
-Mich ¿que haces vestida así? ¿Te vas a algún lado? -pregunta curioso y casi sonrojado el Ross por verla así de provocativa-
-¿Que no ves que estoy limpiando mi casa? -dice enojada- Ash, a ti que te importa que estoy haciendo. ¿A qué viniste?
Ryan había olvidado su propósito por el cual había ido hasta su casa.
-vine a ver a Alex. -musitó leve y apenado- si tienes problemas con el Uber lo puedo llevar al colegio.
Ella sonríe de malicia y niega ladeando la cabeza.
-eso no será posible. -espeta sería dejando la escoba a un lado de la puerta- Harry se ofreció a llevarlo hasta que el pinche Garrett se ponga de acuerdo.
-¿Harry otra vez? -enarca una ceja- pensé que era mi hijo.
-Si, pero Alex no sabe eso y es mejor que no lo sepa... -alardeo- Harry es un excelente tío y puede cuidarlo, porque él confía en mí y yo en el.
Ryan se quería morir por dentro porque otra vez ella se comportaba tajante y con resentimiento en sus palabras.
-asi que, si no te molesta, seguiré con mi trabajo en el hogar -estaba por cerrarle de nuevo la puerta pero antes de que pudiera hacerlo, Ryan mete su pie para que no la cierre- Ash, ¿Ahora que? -ella voltea a ver qué había sucedido-
Ryan abre la puerta con sus manos.
-Michelle ¿Podemos hablar? -pidio amablemente el castaño con un tono bajo-
Ella suspiró porque lo conocía perfectamente, sabía que era muy insistente cuando algo se le metía en la cabeza.
No le contestó pero se hizo a un lado y dejó de ejercer fuerza. Quería saber que tenía que decirle.
Ella caminó en silencio hasta la sala principal y él la siguió. Luego se volteo y se cruzó de brazos.
-A ver, ¿Que tienes para decirme? -pregunta con seriedad-
Ryan se sentía vulnerable ante su presencia.
-Michelle, lo siento. -empieza a decirle y agacha la mirada con pena- lo que pasó la otra vez no quería decirte porque no era algo relevante para ti. Fui a casa de Angeles porque quería saber sobre un trabajo que me ofreció para ayudarle su esposo.
-Ah que bien, tendrás trabajo. Te felicito entonces -dice irónica rodando los ojos-
-no es para mi, el trabajo es para mi novia -musita leve-
Ella no sabía que decirle así que suspiró.
-y cómo sé que te molesta que hable acerca de ella, sólo preferí evitarlo para no hacerte enfadar.... No es que no confío en ti. -prosigue su relato- pero si cada vez que tengo un problema no actúas tan compulsiva yo podría....
-¿Impulsiva yo? -enarca una ceja por la ofensa-
-siempre me estás mandando a la mierd... -rasco su nuca un poco nervioso pensando que ya la estaba nuevamente fastidiando- lo que quiero decir es que no quiero más pelear contigo ¿Podemos hacer las pases como buenos amigos? -intento ser amable y cuidadoso en sus palabras-
Ella rodó los ojos y volteo de lado, por dentro se moría por las recientes disculpas del castaño y como este, suplicaba disimuladamente que lo perdone.
-estoy intentando adaptarme a esta nueva vida, y lo conlleva a llevarme bien contigo y mi hijo. -musitaba el castaño, como no vio reacción proveniente de ella, estaba rígida y sería, para aflojarle, caminó despacio y abrió sus brazos, pensando internamente que en cualquier momento podría recibir una paliza, con sus últimas fuerzas llegó hasta ella y la abrazó sin más- perdóname si te hice daño Mich, espero que algún día tu corazón me perdone por todo el dolor que te cause en años.
Ella no supo que decir, sintió una angustia atravesarle la garganta por qué sabía exactamente a qué se refería Ryan y todo lo que conllevo su dolor-amor por su abandono.
Correspondió su abrazo y se dejó llevar por aquel abrazo fraternal que le brindaba. Hundió su rostro con lágrimas en su hombro, él la recibió y con sus manos contorneo su cuerpo. No cabía dudas que aquel viejo aroma que lo volvía loco en el pasado seguía intacto en ella.
Luego de estar en silencio y abrazados se distanciaron dejando que ella asimile todo.
-yo debería disculparme, no debería de comportarme así contigo. No soy quien para reprocharte algo, si no eres mi esposo -musitó leve la chica volteando la mirada-
Él sacó un pañuelo limpio de su bolsillo y se lo brindó con una sonrisa, aclarandole que estaba todo bien.
-eso no importa, me gusta que seas así, siempre fuiste muy atenta y brindas ayuda apoyo a tus amigos -contesta el Ross con un leve sonrojo- eso me da esperanzas que la vieja Michelle que yo conocí sigue intacta
-pues claro que soy la misma, no soy una vieja o un alien
-yo no dije que fueras una vieja -luego la observó detenidamente de pies a cabeza y también sintió un leve rubor- te ves muy sensual en tu versión adulta.
-Aja, eres el primero que me dice que luzco sensual -se cruzó de brazos evitando mirarle para no sentirse incómoda-
-¿Y Garrett no piensa eso de ti? -indagó algo sorprendido por lo que escuchaba por qué a su vista Michelle se veía muy hermosa a lo que él recordaba-
-no se que está pensando ese menso, solo llega a casa cansado y se va a dormir... -roda los ojos y suspira rendida- No te he tenido tiempo para pasarla con él en estos días. Su tío lo trae muy atareado. -luego voltea a verlo y tose para aclarar su voz- ehm ¿No quieres pasar a comer algo? Yo invito.
Ryan parpadeo varias veces sin poder creer lo que escuchaba.
-ehm, ¿No tienes visitas? -inquirió saber-
-no ¿Porque? -puso su mano en su rostro para limpiar el rastro de aquellas lágrimas-
-ahm, es que lo supuse por como estabas vestida -musita leve y un poco nervioso, casi se atraganta con su saliva-
Ella se miró así misma y no encontraba el detalle que el Ross pretendía decirle metafóricamente.
-no, estoy sola en casa. Estaba limpiando además justo cuando llegaste -contesto de lo más tranquila-
-¿limpias la casa vestida así? -enarca una ceja incrédulo- ¿No es muy corta tu falda?
-¿Que tiene que este corta si no hay nadie? Garrett hasta la noche no regresa -rodó sus ojos y se hizo a un lado- estoy tratando de ser amable contigo así no piensas que soy una ogra amargada todo el tiempo.
-yo no dije que lo fueras -murmuro sin que ella lo escuche-
-prepare tarta de verdura con queso Roquefort, de seguro te gustará. Es una receta que encontré en la televisión. -habla la mujer con un tono más alegre-
Ryan sintió que su apetito se abrió de repente, su estómago empezó a crujir y recordó que consigo traía a su perrito.
-ehm, no sé si pueda entrar. Traje sin querer a mi mascota y no quiero que ensucies tu casa, con lo mucho que te has esforzado.
Ella voltea a verlo nuevamente y él estaba allí, entre en el umbral de la puerta principal de la casa con una correa y un pequeño perrito.
-¡Wooow! Que lindo cachorrito -ella se dirige hacia él y lo alza entre sus manos- que hermosho eres -le sonrió al canino mientras este le devolvía el gesto moviendo la cola de felicidad-
-que raro que tienes una casa muy grande y no tienes mascotas -observa el castaño a su alrededor-
-es que a Garrett les disgusta los animales, dice que el pelo le da alergia -comenta la chica-
Ryan contuvo la carcajada, era la excusa más tonta que había escuchado.
-bueno, si quieres puedes dejar al perrito en el patio trasero, no creo que se escape estando bajo nuestra supervisión -le cambia de tema y una vez entrando a la casa se dirige al living- espérame aquí, yo enseguida vuelvo.
Ella se fue a su cuarto para cambiarse de ropa por una más cómoda y una que no incomode al castaño.
Ryan observó que en la sala había una mini componente stereo apagado y en un mueble habían varios discos de música. Por simple curiosidad reviso algunas portadas que le recordaba a su infancia y adolescencia. Pero más fascinado quedó al ver aquel álbum, que le había regalado hace mucho. Saco su cd y lo puso en aquel equipo.
Prendió su música y se quedó escuchando en un tono agradable.
Ella bajo por las escaleras vestida con un playera rosa y un jean azul claro, con unas converse blancas. Se quedó atónita al escuchar tal melodía que provenía de la sala donde supuestamente estaba el castaño.
-Ryan.... ¿Que hacés? -indaga dubitativa-
Él voltea y sonríe por encontrar tal joya.
-Mich ¿Te acuerdas? -menciona- es nuestra canción favorita.
Ella no sabía que decirle.
-si, como la voy a olvidar si la escuchábamos harto -contesta la chica y se queda viendolo, apresurando aquella canción que les traía viejos recuerdos-
Se quedaron un rato más hasta que la canción terminó y ambos reconfortados por el ambiente agradable, se fueron al comedor para empezar el almuerzo.
-que extraño que te hayas cambiado de ropa, pensé que te ibas a quedar así -dijo el castaño observando como ahora la chica lucía un poco más normal-
-no voy a estar todo el tiempo así, aparte debe ser incómodo para alguien como vos -responde sin mirarlo, busca en la nevera la comida que había preparado y la sirve en un plato limpio- a todo esto ¿Que cuenta Angy luego de tanto tiempo? -indaga curiosa y luego lo observa- ¿Sabes que no nos hablamos?
Él asiente y solo muestra una mueca.
-Si, hablamos de muchas cosas pero la más importante es que nos estamos organizando para ir a estudiar a la universidad con Spencer. -le dice mientras le devuelve la mirada- ¿Tú también volverás a estudiar?
Ella agachó la mirada mientras se sentó en su lugar.
-si, lo pensé muchas veces pero Garrett no está de acuerdo. Él quiere que me quedé en casa a cuidar a Alex -se encoge de hombros-
Ryan se delimitó a opinar en campo ajeno así que empezó por probar un bocado de aquella tarta que ella había preparado.
Luego de desgustarlo abrió sus ojos impresionado.
-mmm... Esto está delicioso -espeta el Ross con una leve sonrisa- ¿Dónde aprendiste a cocinar tan rico Mich? Me dejas intrigado
Ella también había comido un pedazo y luego bebió agua.
-todos le preguntan a Garrett lo mismo y piensan que él me pagó el curso de cheff profesional. -rodó sus ojos- no supe que tenía este don hasta que lo puse en práctica. Hace años buscaba a manera de complacer a Garrett y que más, que hacerlo en la cocina.
Ryan se relajó un poco más sobre el asiento.
-hasta dónde yo sé, apenas si sabías hacer un huevo frito jajaja sin ofenderte -memciona el castaño-
Ella le restó importancia porque hasta donde él la conocía era verdad. En la adolescencia no tenía muchos dotes culinarios en el arte de la cocina.
-¿Ya sabes que vas a estudiar? -indaga la mujer curiosa-
Ryan se quedó pensando la respuesta pero internamente su instintos estaban en ser matemático.
-creo que hoy a complacer a mi madre siendo matemático o profesor de primaria en la misma área.
-no pensé que te gustarán los chicos -menciona la chica y recordó las veces que se encontró con su hijo, siempre fue amoroso y atento con él- pero veo que Alex cambio un poco tus sentidos.
Ryan se encoge de hombros tímido.
-hablando de Alex -le intenta cambiar de tema- ¿Cómo le está yendo en la escuela?
Michelle come otro bocado de la comida y el Ross hace lo mismo.
-muy bien por suerte, Garrett lo lleva una vez a la semana a un instructor para que le enseñe.
-pero él no lo necesita ¿O si? -inquiere saber-
-no, pero si Alex se queda con alguna duda sobre alguna materia, para eso se le paga.
Ryan no muy convencido frunce su ceño.
-¿Le han preguntado alguna vez a Alex que quiere ser cuando sea grande? -pregunta el castaño-
Ella toma otro vaso de agua para aflojar a la comida.
-si, dijo que quería ser piloto de avión -menciono la mujer y agachó la mirada- pero no me convence que lo haga.
-¿Porque? -insiste en saber el Ross observando su rostro serio-
-tengo miedo que le pase algo... -murmura suave-
-¿Miedo a que? -enarca una ceja- ¿A qué pase un accidente?
-no es ese tipo de aviador o piloto de avión comercial, sino que quiere ir al ejército aéreo -musita leve dejando atónito al Ross- yo me muero si llega a hacerlo, no soportaría perder a mi bebé -dijo desconsolada y con una inmensa tristeza-
Ryan no sabía que decirle, porque él tampoco tenía el valor para decirle por lo que pasó. Solo le devolvió el gesto y aferró su mano a la suya.
-tranquila, si esa es su decisión cuando sea mayor de edad lo apoyaremos. Será su voluntad Mich -menciona convencido el Ross porque quería creer que era un niño y él quería ser un héroe pero estaba seguro que ya siendo mayor su idea cambiaría-
Ella no estaba de acuerdo así que apartó su mano.
-no, no estoy de acuerdo. Puede estudiar algún profesorado como vos o trabajar en una oficina como Garrett pero ser piloto de las fuerzas armadas ¡no! -contesta eufórica- no voy a aceptarlo y haré lo imposible por retenerlo. Para ti es fácil decirlo porque no lo pariste -menciona triste- Alex es lo único que tengo, es la luz de mis ojos y es Mi Bebé.
-te entiendo, no te preocupes Mich -responde el Ross rascando la nuca- hubiera preferido que nuestro hijo trabaje en una oficina como Garrett
Ella asiente y se levanta juntando su plato.
-ya sé me quito el hambre de solo pensarlo. -musita leve-
Ryan achino los ojos y suspiro.
-¿Sabías que Angy está embarazada? -trato de cambiarle de tema-
Cuando ella volvió trajo varias frutas y se la compartió.
-Si, esperaba que sea una niña así le hacía pareja con Alex. -menciona despreocupada-
Ryan sonrió y puso su mano apoyando su rostro en él.
-¿A poco se puede hacer eso? -alza la ceja incrédulo- ¿Los matrimonios arreglados no dejaron de existir?
-no se, pero ya ni modo -resoplo la mujer- en cuanto la veas de nuevo mándale saludos de mi parte.
Ryan asiente,por lo menos ahora podía tener una conversación amena con ella sin estar discutiendo.
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Después de dos horas de platicar cosas triviales y de ayudarle Michelle a limpiar el garage sucio, el sol ya empezaba a caer.
-woow, ahora sí quedó bastante limpio gracias a tu ayuda, yo no hubiera podido con todo. -menciona satisfactoriamente la muchacha secando el sudor de su frente-
-no fue mucho lo que hice pero si, quedó bastante bien -contesta y camina a su lado hasta la entrada de la puerta de la casa, luego reojeo su móvil y tenía varias llamadas entrantes perdidas proveniente de su novia, sudo frio-
-¡Ay! No te hagas Ryan -le pega en su hbro con total confianza- Con lo que me desagradan los insectos no hubiera podido.
-espero que Garrett se ponga las pilas con las tareas del hogar.
-jajaja ese es capaz de contratar a alguien para que lo haga. -contesta y ríe por lo bajo de solo pensar en aquella idea-
-te creo, es muy princesa para este tipo de tareas
Ambos rieron y se sentían nostálgicos el uno al otro, porque claramente a pesar de las asperezas se entendían mutuamente.
-Oh, enseguida llegará Alex de la escuela. -menciona la mujer sorprendida viendo el reloj- mira la hora que es...
Y efectivamente ambos escucharon el timbre sonar.
-tú sígueme la corriente, y trata de fingir que no conoces a Alex ¿Si? -propone amablemente y toma su brazo hasta la puerta de entrada-
Entonces al abrir aquella puerta se encontraron Harry, quien miraba hacia el jardín de la casa buscando algo con la mirada.
-Oh gracias señor, después arreglaré con mi marido cuando podrá hacer su trabajo.
-¿Quedó satisfecha con el presupuesto? Sino tendría que hablarlo con mi jefe
-si, no habrá ningún problema. Descuidé -dijo amablemente mientras se despedía de Ryan-
Harry no dijo nada y sonrió al verla.
-Hola cuñadita, ya traje a Alex. La maestra dijo que está muy contenta como le va en las materias. Que la familia Børns hace un buen trabajo con el niño -menciona Harry dejando de ver al castaño que ya había desaparecido de su vista-
-no te preocupes, te agradezco Harry. -contesta con una leve sonrisa- ah, ¿Y dónde se metió mi niño? -lo buscaba con la mirada de halcón sin hallarlo-
Luego escucharon unas risas en el jardín y fueron a investigar con toda prisa.
Ambos quedaron sorprendidos al ver al niño jugar con un perrito entre sus manos.
-¡Oye! Ya basta -dice entre risas- me haces cosquillas
-¡Alex! -alzan la voz al unisono queriendo llamar la atención del niño-
Alex tomo al perrito y lo alejo de su cara.
-¡mira mamá! -exclamo con una sonrisa- me encontré a este pequeñito en el jardín. ¡Es tan mimosa!
Michelle tapo su rostro de lo avergonzada que estaba y Harry se quedó observando al pequeño como jugaba con el canino.
-¿De quién es? -indaga el joven Børns mayor-
A lo lejos se lo ve a Ryan acercarse a la familia y hace unas señas de manos a la distancia. Cuando llega hasta ellos se señala así mismo dando a entender que era su perro.
Llegó hasta el pequeño pero el canino no quería zafarse de las manos de niño. Rápido se había encariñado.
-¿Es tu perrita? ¿Cómo se llama? -inquiere saber Alex-
Ryan frunció su ceño y avergonzado.
-¿Como sabes que es una perrita y no un perro? -le pregunta Ross-
Alex le muestra la barriga del canino y le señala.
-facil, por esto -le señala sus genitales- es claro que es una perrita por las tetillas y porque no tiene... -no quiso decir lo último porque le daba vergüenza-
-cierto -musita el castaño- la verdad no le puse un nombre. Me lo encontré en la calle -se rascaba la nuca y luego se agachó a su altura- ¿Tú cómo la llamarías?
Alex se quedó pensando en un nombre y luego abrió sus ojos, observó al canino y lo abrazo.
-¡Dottie! Yo quiero que se llame así -menciono el pequeño con mucha felicidad, luego volteo a ver a su madre y tu tío- ¡Má! ¿Me puedo quedar con Dottie? Por favor -suplica el niño- prometo limpiarle la popo y le compraré una casita para perros ¿Siiiii?
Ella frunció su ceño.
-sabes que por mi no hay problema, pero Garrett -no termino de hablar porque sabía la respuesta de su marido-
Harry sonríe y apoya su mano sobre su hombro.
-deja que yo hablé con él, no te preocupes Mich. -menciona el Børns- mira lo feliz que se ve Alex con su nueva mascota.
-Si pero el perro no es nuestro -ambos dirigieron la mirada hacia el castaño poniéndolo nervioso-
Ryan sonrió y despeinó el cabello del niño.
-puedes quedartelo pequeño -espeta el castaño y luego habla cerca de su oído- cuidala por mi ¿Si?
Alex asiente y mira al castaño.
-gracias señor Ryan -menciona el niño- lo cuidaré mucho.
Michelle suspiro, pensó que Harry se daría cuenta pero no, no había mencionado nada al respecto.
Pero desde lejos había una persona que si observó toda aquella escena y luego mandó un mensaje de texto con su móvil a cierta persona que le podría llegar a interesar.
...
A la noche...
Luego de cenar con su hijo y verlo emocionado con su nueva mascota lo arropó y Michelle se puso a ver una novela mientras estaba recostada sobre su cama.
Había muchos sentimientos encontrados pero quería olvidar aquel grandioso día por el cuál había pasado con Ryan. Ya sólo esperaba sentada que llegue Garrett y se acueste a su lado.
De repente la puerta se abrió y Garrett entró a la habitación.
-oh cariño -quiso levantarse e ir ayudarlo para sacarle su ropa sucia- ¿Cómo te fue hoy en la oficina?
-terrible -menciona agotado- mi tío Till estuvo toda la mañana regañandonos hasta que se tuvo que ir a una reunión con unos colegas.
-amor, tu tío es muy grosero -contesta la chica- ya sé que eres su empleado pero tampoco para que estés de esclavo allí.
-Olvidalo -exclamo ya agotado, luego respiro oxígeno pero sintió una alergia en su nariz- ¡Aaaaachuuuu! ¡Ay Dios! Lo que faltaba -saco un pañuelo y se limpio la nariz- mi día no puede estar más completo con esto.
-¿Cenaste ya? Tengo preparado tu plato en la nevera, si quieres le doy un toque de horno y... -no dejo que ella terminará que la interrumpió-
-no hace falta, comí en la oficina. -contesto rápido-
Luego de cambiarse de ropa se puso más cómodo en la cama.
-¿Sabes porque vino Ryan a casa hoy? -indaga el pelilargo sorprendiendo a la chica que se quedó con los abiertos como platos-
-vino a ver a Alex, justo cuando lo estaba corriendo de casa llegaron Harry y él. -contesto ella desinteresadamente- y le regaló su perrita.
-con razón tengo esta pinche alergia. -mascullo el castaño de pelo largo-
-es muy bonita la perrita, Alex está muy contento con ella -le cambia de tema-
-si pero sabes lo que me desagradan los perros callejeros. ¿Los desparacito al menos? -inquirió saber y como no obtuvo respuesta tapó su rostro avergonzado-
-¿Cómo supiste que Ryan vino a casa? -le pregunta ahora a él- ¿Harry te lo dijo?
-que me va decir ese niño -contesta molesto y luego resopló- Brendon estaba en su auto y me lo dijo, nada más.
-¿Que hacía Brendon con Harry? Pensé que se odiaban -dijo la mujer y fue un momento hasta la cocina a buscar en la nevera unos postres, volvió con Garrett y le entregó uno-
-Si, pero le pedí a Harry que ya que estaba en la oficina y pasaba por Alex que lo alcance hasta su casa -musita y destapa su postre- ese niño me debe muchos favores.
Michelle enarca una ceja.
-¿Y porque Harry lo tiene que llevar a Brendon hasta su casa? ¿Acaso es su chofer o que? -dice ofendida- que caminé.... Ya demasiado que les das trabajo -mascullo con desprecio hacia el moreno-
Garrett no dijo nada y empezó a comer su postre restandole importancia al asunto.
-otra cosa -le dice su mujer- ¿Cómo es eso que a Brendon lo pueden llevar hasta su casa y yo, que tengo que llevar a nuestro hijo a la escuela no puedo subir a un Uber o taxi? -dice indignada-
-sabes que no confío en esos choferes, podrían ser mafiosos, secuestradores o violadores, la mayoría tienen cara de ex convictos -menciona el Børns frunciendo su ceño- ¿Hace falta que te diga el riesgo que corres en la calle a manos de un extraño? -enarca una ceja-
Ella suspiró, no podía luchar contra su espíritu.
-entonces cómprame un auto -propone con una sonrisa-
Pero Garrett solo saco su libro de la mesa de luz y sus anteojos de lectura.
-¿Estás loca? ¿De dónde querés que saque dinero para un auto? -menciona Børns- aparte eres mujer y es peligroso.
-pero si ganas mucho en la oficina... -musita leve-
-si pero la plata no es precisamente para malgastarlo en un auto. -comenta tranquilo y pacífico- pensaba ahorrar dinero para la universidad de Alex.
Ella enarca una ceja incrédula de sus palabras.
-¿Sabes cuánto tiempo falta para eso? -insiste la chica- un chingón de años y ¿Cómo lo pienso llevar al colegio entonces? Señor sabelotodo
Garrett degustó su postre con la cuchara.
-no sé, lo llevaré yo o Harry si no puedo.
-Harry es tu hermano, no tu chófer. ¿Porque lo andas molestando si tranquilamente lo puedo llevar yo? -le dice con un poco de enojo-
-que no se diga más -musita leve- mmm, esto está delicioso -probo otro bocado- hablando del Ross. Tenía una idea.
Ella se cruza de brazos ofendida.
-¿ahora qué?
-¿Sabía que tiene pareja no? -Garrett voltea a verla- pensé en invitarlos a cenar el próximo domingo.
-¿Que? ¿Y Alex? -pregunta- él no sabe nada acerca que Ryan es su padre -menciona- me niego a hacerlo.
-él irá a casa de mamá -propone tranquilo- solo será una cena para nosotros cuatros. Vos y yo, él y su novia.
Michelle apretó la mandíbula, no estaba de acuerdo.
-avisale -ordena Børns-
-¿Y como? ¿Telepáticamente? -dice irónica-
-por mensaje -contesta serio y abre su libro- de seguro debes tener su número de teléfono o ¿se lo tendré que pedir amablemente la próxima vez que venga a casa? -voltea a verla frunciendo su ceño-
-¿Desde cuándo te interesa saber con quién sale o se acuesta Ryan? ¿No era que lo odiabas? -indaga la mujer-
-me da curiosidad con qué clase de mujer se ha juntado. -habla Garrett ahora abriendo su libro y rehojeando algunas páginas- seguro que algún momento querrá pasar más tiempo con Alex y se lo querrá llevar a su casa unos días. Quiero saber que clase de mujer dejaré a cargo a mi hijo.
-¿Que? ¡No! -exclama sorprendida- mi bebé no se irá con nadie. Ya se lo dije y si hace falta golpearlo para que entre en razón lo haré.
-tienes razón ¿Para que lo hará? -dice con ironía- tal vez ya planean tener sus propios hijos y nos dejan en paz con el nuestro.
Ella rodó los ojos y se cruzó de brazos. No aceptaba nada de las peticiones acerca de Garrett y porque extrañadamente decía muchas incoherencias. Pero lo que no dedujo es que Garrett la estaba poniendo a prueba, quería saber y sacarse la duda que si Michelle tenía alguna clase de relación hacia el castaño. Si algún sentimiento habrá quedado resguardado en su corazón.
-¿Me vas a habilitar mis tarjetas? -le cambia de tema- es horrible estar encerrada y no poder comprarme nada. ¿Cómo haré las compras de la semana? ¿Lo has pensado también? -insiste la chica desesperada-
-ehm, para las compras deja que encargue al delivery y con el tema de las tarjetas, te las habilito. -menciono Børns- quería hacer un control financiero de cuánto se gasta por mes.
-Pero si yo mucho no gasto, apenas si salgo. -contesta algo aburrida- si estamos con problemas financieros puedo conseguir un trabajo.
-No -contesta rápido y tajante-
-¿Porque no? -le toca su hombro- Angy va a ir a estudiar y luego a trabajar con su esposo -Garrett presta atención a eso y sonríe ladeando la cabeza- ¿Porque yo no puedo hacer lo mismo?
-porque no puedes. -se voltea y toca su nariz con una leve sonrisa- tienes que encargarte de las tareas de hogar, cocinar y ocuparte de nuestro hijo Michelle.
-pero.... -queria intentar convencer a Garrett pero este saco unos audífonos y se los puso en su oreja para no escucharla-
-no, ya dije. -menciono y se puso a leer su libro sin dejar que la chica objete nada-
Ella bufó resignada y se cruzó de brazos ofendida.
Entonces también tomó su móvil, aún en su mente repaso todo el día que había tenido con Ryan y sintió su corazón latir fuerte.
Vio su contacto por el WhatsApp y su último mensaje que le pedía ver a Alex pero hace semanas atrás y que nunca le había respondido.
Resopló y entonces le contesto aquel mensaje sin importarle nada.
.
.
.
Mientras tanto:
Keltie había llegado a casa por lo que el primer día la había agotado. Fue recibida por Ryan que estaba viendo la televisión.
-Oh bebé, recién llego -menciona captando su atención- tuve un día agotador.
Él sonríe y la observa.
-¿Y como te trataron los Weekes? -indago el castaño-
-muy bien por suerte, la señora Weekes fue muy amable -responde- aunque me parecía que cuidaba mucho a su esposo jeje -dijo y dejo su cartera arriba de la mesa- ¿Angeles se llama verdad? ¿Una de tus amigas?
-Si, ¿Que tiene? -dice el castaño- fuimos amigos toda la vida con Spens.
-ya voy conociendo a tus amigos de a poco -menciona- no se si me emociona o me entristece.
-¿Porque? -inquiere saber con una media sonrisa- ¿Te dijo algo?
-no, es que es muy amable y tranquila. -musita leve- ¿Nunca saliste con ella?
-¿De salir cómo? ¿Amigos? ¿Novios? -indaga curioso el castaño- como amigos si y harto, pero de pareja nunca. Cuando era niño me gustaba pero ella estaba enamorada de alguien más.
-con razón -contesta- tu mamá siempre la alaga. pensé que me desprecia como nuera.
-mamá dice tantas tonterías, no le hagas caso -le recuerda y posa su mano arriba de su novia para animarla- acuérdate que yo tomo mis decisiones y tú eres mi novia.
Ella suspiró.
-¿Quieres tomarte una ducha con agua caliente? Eso te relajará -menciona Ross-
-salvo si tú entras conmigo -contesta ella coqueteandole y le guiña un ojo- hay que aprovechar que no está tu mamá.
-ire a ver el agua como está -Ryan se levantó de su lugar y se fue al baño dejando arriba de la mesa su móvil-
Keltie mira hacia ambos lados y buscaba con su mirada cierto canino el cual despreciaba.
-no veo a ese perro pulgoso. Entonces si, mi Ryry lo corrió a la calle -se dijo internamente a si misma y convencida con una leve sonrisa-
De pronto el móvil del castaño empieza a vibrar y a destilar unas luces. Observó que él aún no venía y lo tomó para husmear a ver de qué se trataba.
Lo primero que hizo fue entrar al WhatsApp y ver con quién se mensajeaba. Solo habían mensajes de Spencer, su madre, de ella misma y esa tal Angeles. Pero uno en particular le llamo la atención...
Uno que no tenía un nombre real y tenía varias conversaciones donde el mandaba pero no eran respondidos hasta justo ese momento.
Ry, puedes venir a ver a Alex cuando quieras. Él estará muy feliz de recibirte. Gracias por tu regalo, nos diste una gran sorpresa.
Keltie casi se agarra un infarto. Sintió su pecho oprimirse y su presión se le bajó. No sabía lo que estaba leyendo.
Pero más arriba en viejos mensajes decía por su parte...
Mich no puedes hacerme esto. Alex también es mi hijo y tengo derecho de ir a verlo... Ya espere varios días. Por favor contestame.
Sus ojos no dejaban de ver cada mensaje y de analizar rápidamente que estaba pasando. Sintió una angustia que rápidamente se transformó en ira
-Kelt ya está el agua caliente -escucho la voz del castaño y su buen amor se esfumó, toda su bronca junta al enterarse de que estaba siendo engañada y tomada como una tonta, luego llega el a la sala y la ve con su móvil en las manos y el puño apretado- ¿Que haces con mi teléfono?
-¡¿Así que ibas a estar toda la pinche vida tratándome como una idiota?! ¡Maldito mentiroso! -exclamo la rubia con su personalidad explosiva- ¿Cuando me ibas a decir que tenías un hijo con tu ex novia?
Ryan se quedó atónito, no sabía que responderle en ese preciso momento. Solo vio como ella al no obtener respuesta arrojó su móvil estrellandolo contra la pared y partiendo la pantalla táctil.
-¡Respóndeme! -grito eufórica-
-continuara-
Nuevo capítulo, en el próximo sabrán que pasó con Ryan y la loca tóxica, dijo Keltie. No sé lo pierdan (y preparen la palomitas) jajaja no, mentira.
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