"Después"

Narra Narrador:

-¿Mich de verdad te sientes mal? -pregunta su compañera de trabajo, ella asiente-

Michelle se sentía recaída y con un poco de malestar.

-Si, voy a hablar con mí jefe a ver si me dejan ir a casa. No debe ser nada grave. -decia la azabache mientras se frotaba la panza-

La compañera sonrió.

-¿No estarás embarazada verdad? -indaga la chica un poco divertido-

Michelle toma su abrigo y niega un poco sonrojada.

-¡Naaambre! No me lo imagino -menciono sorprendida, y después recordó que con su novio siempre se cuidaban en la intimidad sexual, así que descarto esa posibilidad- con Ryan nos cuidamos, así que dudo.

Su amiga hizo una mueca de lado y la saludo.

-Bueno, nos vemos mañana. Después envíame mensaje para saber cómo estás.

-¡Obvia! Adiós -se despide su compañera y va a la gerencia-

Habla con sus superiores y logra tener la confirmación para poder irse a su casa por el malestar. En caso de sentirse mal al siguiente día debería llamar al médico de la empresa para que la revisen. Así que sin más, tomó un Uber hasta su hogar. Un pequeño departamento de dos ambientes que compraron con su novio y tenían dos mascotas, sin hijos.

Pagó al chófer que fue amable durante el viaje y luego subió hasta su departamento en ascensor.

Cuando llegó abrió la puerta y la casa estaba con las luces tenue. Mientras dejaba sus cosas de lado vió un teléfono que no era suyo arriba de la mesa del living y una cartera negra junto a un abrigo colgado en una de las sillas.

Algo no le daba buena espina así que decidió caminar lento hacía su habitación, cada paso que daba que escuchaban voces y gemidos.

La puerta estaba entreabierta y pudo notar una espalda pálida montarse sobre algo, gimiendo como una perra y su pelo azabache hasta la cintura.

-¡Mmm! ¡Amor! ¡Que rico coges! ¡Quiero sentirte!

Después un gruñido...

-Aaah.... Sarah... voy a correrme... estoy por venirme -exclamo aquella voz que perfectamente conocía, era su pareja-

-espera un poco amor... estoy por venirme yo también aaah...

Vio como las manos de su pareja sujetaba con fuerza a esa mujer y la había brincar arriba suyo.

-Entonces nos veníamos los dos a la vez... Uuuhm... que rico

Michelle asustaba por la escena salió y se escondió agitada en el baño, apenas podía respirar, estaba tan conmocionada que no tenía tiempo para pensar y reaccionar, se sentía débil.

Ella se escondió detrás de la puerta del baño y al rato entran esas personas... una de ellas era su novio Ryan y la otra mujer a la que parecía ser su amante, no la conocía.

-¡Ryro! ¿A qué hora viene tu mujer? -indaga la amante mientras él la sujeta de su cola con sus manos y la lleva alzada amarrada a su cintura hasta la bañera-

Ryan abre el grifo del agua y se meten a bañar juntos.

-No sé, después de las 20 HS. -él acorraló a esa mujer y empezó a besarla bajo la lluvia de la regadera- mmm...

-¿Cuando la vas a dejar?

Ryan se separa y la mira a los ojos.

-La verdad no sé, ella trabaja y paga todo esto. -se encoge de hombros-

-¿La amas? -sigue preguntando la azabache-

Ryan se echa a reír y frota su pene erecto sobre las entrepiernas de la mujer.

-a ti te amo. Ella no significa nada.

Michelle con lágrimas en los ojos se quedó quieta y con impotencia de no poder hacer frente a su novio. Ahora entendía su distancia y porque a veces la evitaba. Ella no era muy adicta al sexo como las demás mujeres, prefería ver películas románticas y salir a comer o disfrutar la noche. Amaba a su novio por lo que no sabía si en verdad sería tan valiente para dejarlo, era muy dependiente afectiva de su persona.

-¡Maldito estúpido! ¿Porque? -se decía mentalmente- ¿Porque a mí?

"Ella no significa nada"

"Ella no significa nada"

"A ti te amo, ella no significa nada"

-Cariño despierta...

Michelle despierta abruptamente y agitada, a su lado estaba Garrett y Alex sujetando su mano, la cual sudaba.

-¿Que? ¿Garrett? -observo a su pareja que estaba sosteniendo su mano luego llevo su vista a su hijo, que estaba acostado y apegado a ella abrazado, ambos preocupados- ¿Alex?

Ambos asienten.

-Tuviste una pesadilla amor, tranquila -Garrett acaricia su cabello-

Ella se acurruca más en la cama y abraza a su hijo, cuando mira el reloj de la mesa de noche se sorprende...

-¡¿Las 11:30 AM YA?! -dice sorprendida y hace una mueca de lado y tira sobre la cama otra vez- ¡Rayos Alex! ¡El colegio!

Elle estaba aún débil, producto a que la noche anterior no pudo conciliar el sueño. Después de haber llegado del departamento de Ryan se puso a limpiar para desahogar su enojo, cocino para la familia y fingió dormir.

Aún estaba sencible y tenía lágrimas en sus ojos, los cuales le costaba afrontar.

-Con él ya desayunamos, así que no te preocupes y te trajimos el tuyo aquí -menciono el Børns adulto mostrándole la bandeja con tostadas integrales, mermelada casera de zapallo y queso para untar, un gran vaso de café como a ella le gustaba- toma tranquila y mientras Alex se preparara para ir al colegio.

Alex asintió y salió a su habitación a preparar su uniforme y buscar útiles, libros para ir a clases.

-pero aún no me cambié, no desayuné, nada... ¿Cómo llevaré a Alex? A las 13 hs tiene que estar en el colegio. -su cabeza era un martirio así que se sentó para poder desayunar lo que gentilmente Garrett había preparado para ella-

-Yo lo alcanzo al colegio, debo ir con Harry a hace unos trámites en un rato. Tu relajate y descansa -el se sentó a su lado y observaba que estaba un poco alterada por la pesadilla, solo quería que los nervios no afecten su embarazo-

-¿Que clase de madre soy si no puedo llevar a mí hijo a su segundo día de colegio? -decia la azabache comiendo con angustia-

-Para eso estoy yo también, soy su padre y tambien tengo las mismas responsabilidades que vos cariño -le besa su frente- así que descansa.

Garrett estaba por levantarse para ir a cambiarse antes de que Harry pasara por él a buscarlo, pero ella no quería quedarse sola, tenía miedo que Ryan viniera a su casa a hablar solo lo sucedido el día anterior.

-Espera amor... -ella le sujeta su brazo y se acurruca en él- no te vayas... quiero que te quedes conmigo hoy

Garrett abrió sus ojos sorprendido ante su ruego, ella estaba sumisa y su cara lucía triste.

-¿Y Alex? ¿El colegio? -el se zafa de ella y pensó que además tenía que ir con Harry a hacer algunos trámites donde iban a demorar- debo irme bebé...

Michelle se planta en la cama con lágrimas en sus ojos, no quería quedarse sola en casa. Así que Garrett hizo una excepción y llamó a alguien que podría hacerle compañía en su ausencia.

-esperame aquí... -se fue a otra habitación y llamó a Dallon, ya que ahora que se conocían un poco más y se tenían confianza tenían sus números móviles para cualquier situación- Hola Dallon, disculpa la hora, de seguro estarás trabajando en el consultorio...

-Hola Garrett... no para nada, no me molesta. Justamente estábamos por almorzar con mi primo, estoy en un breve descanso. -comento el ojiazul a través del movil- ¿Sucedió algo?

-Eso quisiera saber -musito el pelolargo algo confundido y observó a su mujer que se recostaba en la cama y se cubría con las colchas- Michelle... ella está extraña...

-¿Extraña? -indaga el Weekes- ¿Ocurrió algo?

-no, solo despertó de una pesadilla y está... cómo depresiva, sin ganas de nada, ni de llevar a Alex al colegio o regañarme. -dice el Børns- como yo debo irme a llevar a mi hijo al colegio y hacer unos trámites no puedo quedarme a cuidarla...

-Entiendo. -comenta Dallon- ¿Quieres que Ángeles vaya a tu casa a hacerle compañía? Ella está por llegar aquí con Knox, ya salió de sus clases de la universidad...

-Si no es problema para ti o para ella... Particularmente no me molesta que venga a casa -contesto Børns-

-Ok, apenas llegue y le diré que vaya con su amiga... -antes de cortar la llamada se escuchó como alguien abrió la puerta y justamente era su esposa y su bebé- ¡Oh amor! Llegaste justo a tiempo -se lo escucha sorprendido a Dallon- y trajiste el almuerzo...

-Cariño ¿No has visto a Spens? Debería estar en el escritorio atendiendo a los pacientes que van llegando... -escucha la voz suave de Ángeles algo preocupada, luego nota la chica que su esposo estaba con el movil en la oreja- ¡Oh! Disculpa por interrumpir la llamada, enseguida vuelvo

-¡Espera amor! -advierte el ojiazul- ¿Spencer aún no llegó? Debería estar aqui... mira la hora... -mira su reloj de mano y se sentía estresado de atender tantos asuntos a la vez- ahora estoy hablando con Garrett y me pidió un favor...

-¿De qué trata?

-¿Puedes ir a su casa y cuidar de Michelle? -indaga el Weekes-

-¿Mich? ¿Le pasó algo malo? -se la escucha preocupada- espera... Intentaré llamar a Spencer ash... -Angeles toma su móvil y llama a su amigo Smith- si, dile que iré a Garrett enseguida y de paso, pasaré por casa de tu primo...

Dallon siente vergüenza y antes de cortar la llamada le contesta a Garrett.

-Hola Garrett, disculpa la demora, hable con mí esposa y ella acudirá enseguida. Después hablamos. Suerte

Garrett suelta un suspiro

-te agradezco Dallon. La estaré esperando.

Luego corta la llamada y él va a la habitación de su hijo Alex para que se prepare para ir al colegio.

Alex estaba parada al lado de su cama y no se decidía con que ropa ir al colegio.

-¿Qué sucede hijo? ¿No sabes que ponerte? -indaga el Børns mayor-

Alex voltea y niega.

-mamá quiere que vaya con uniforme pero los demás niños van así nomás, como si estuvieran en casa. -menciona el niño un poco confundido- no se con que ir...

Garrett sonrió ladino y se cruzó de brazos.

-no va a pasar nada que vayas así como estás, solo vas a estudiar, no a una oficina ¿Ok? -le da su aprobación-

-¿pero mamá?... -dice Alex con un poco de temor que su madre lo regañe-

-Ella no dirá nada, cualquier cosa yo te defiendo -se acerca y revuelve su cabello, el cual estaba aplastado, ahora lucía más rebelde- así te ves genial.

Alex se observó en el espejo de su habitación y sonrió. De verdad que el cabello despeinado le quedaba cool, y no parecía un nerd.

-Gracias papá -sonrio el niño y luego agarró su mochila- ya tengo todo listo.

Garrett observó la mochila que no era de su agrado, pensó que su hijo debería de ser más liberal y no tan formal como su madre lo estaba criando.

-Oye Alex, cuando vayas a la escuela no seas tan formal con tus compañeros, sé más amigable...

Alex lo observó y no entendía a qué se refería...

-¿Como y que tengo que decir papá?

Børns niega.

-No, papá no. Es muy formal. Dime "pá". Y a tus amigos no les dices "hola amigo", llámalo por su nombre. No es de mala educación.

Alex asintió.

-esa mochila de Cars después compraremos otra más Cool, una de fútbol o de alguna banda de rock

-papá... digo Pá... No me gusta el fútbol y no escucho música -aclara el pequeño siendo sincero- veo dibujitos animados y películas.

-bueno, de algún dibujo animado como Dragón Ball o Naruto... -menciona Garrett y toma su mochila-

-Si, pero esas series son viejas... yo veo otras... -dice el niño no del todo convencido-

-vamos campeón... -lo anima el padre y ambos salen de la habitación- espérame en el living que saludaré a tu madre...

-¿Puedo saludarla? -pregunta el niño y estaba preocupado porque ella aún no había salido de la cama-

-si te ve así vestido te regañara, mejor cuando vuelvas de la escuela la ves -apuro Børns empujando al niño hacia la salida de su casa- vamos, vamos que se hace tarde.

Alex asintio y salió primero yendo hacia el auto mientras Garrett procuraba que su hijo quedará resguardado en el vehículo, él fué a su habitación.

-Bueno, nos vamos cariño.

Michelle se alertó y abrió sus ojos.

-no se vayan porfis, quédense conmigo

Garrett suspiró, él ya tenía planes y había acordado con su hermano encontrarse en tal sitio para trabajar.

-no puedo cariño pero ya está en camino Angy... -mira su reloj puesto en su muñeca y alza la ceja- ella deberá estar llegando en un rato....

-Angy está ocupada con su bebé y esposo, no va a venir -musito leve- no quiero estar sola.

Garrett sonríe y la acuesta, le da un beso tierno en su frente y la recuesta a la fuerza.

-Tu descansa, nada malo sucederá. No tardaré, te lo prometo

Michelle puso sus ojos en blanco y dejó que se fuera, total el no era de hacerle caso y tampoco lo podía detener si tenía planes en mente.

-bueno...

-asi me gusta. -dice el pelolargo y saluda a la distancia- te quiero bye

Michelle se recostó nuevamente y se volteo tomando más cubrecama, sentía mucho mucho frío y cerró sus ojos, en su mente solo podía recordar a Ryan y en todas las promesas tontas que le había hecho. Estaba decepcionada, defraudada una vez más.

Garrett al salir de su casa va en camino a su auto y sin querer alguien se lo topa.

-¡Oh! Tu eres el nuevo vecino -dice una muchacha rubia, con cuerpo de gimnasta- necesito ir hasta la municipalidad y no consigo un taxi.

-justamente estaba yendo allí. ¿Quieres que te alcance? -propone amablemente-

-¿Tu podrías? -ella se queda impresionada y quedaba impactada con la belleza natural de Borns- mi nombre es Brittany Courtney, un gusto

-mucho gusto -el estrecha su mano a la de ella y asiente- mi nombre es Garrett Børns y ese niño de allí es mi hijo, se llama Alex -le señala-

-Ah, tu hijo... Es lindo... Te felicito. -dice con una sonrisa falsa y él la invita a subir a su auto- gracias, eres muy amable.

Garrett se sienta en su lugar dispuesto a irse.

-primero alcanzó a mi hijo en su colegio y después vamos a dónde tenías que ir.

-Si, no hay problema. Me encantan los niños. -dice muy coqueta la señorita-

Alex miraba de atrás y estaba incómodo, obviamente no conocía a esa mujer, le daba mala espina.

En el trayecto se cruzan el auto de Angeles que iba directo a su casa y Alex la saludo a través del vidrio, apenas pudo reconocerlo por lo que la chica azabache se quedó impresionada al ver a Garrett con compañía.

Angeles llegó a la casa de su amiga en su auto junto a su bebé y lo que menos esperaba encontrarse al llegar fue ver a Michelle devastada y aún metida en la cama, con lo que urgía limpiar la casa y cocinar para su familia, no entendía que le sucedía.

-¡Oye Amix! ¿Que haces durmiendo aún? -empezo a molestarla- mira quién vino a verte, levántate

-Oye, déjame -Michelle se quejaba- ¿No es Ryan no?

-¿Ryan? ¿Que va a hacer Ryan conmigo? -pregunta Angeles y arquea una ceja-

-uhm, hubiera sido menos doloroso que se haya quedado contigo o con Brendon -dice un poco molesta-

Angeles la destapa y le enseña a su bebé, quien sonreía feliz al verla

-es mi bebé... Saluda a la tía Knox -ella se lo entrega y su amiga lo abraza-

-Ay, es tan pequeñito... mi bebé ya está tan grande que no puede quedarse en mis brazos... es desesperante...

Angeles había escuchado sus palabras pero no le contesto enseguida, pensó su respuesta.

-¿Porque me dices eso? -Angeles sujeta la charola del desayuno que Garrett había preparado para Michelle y se sirve una medialuna- estoy bien así, soy feliz con mí hombre. Aparte Ryan tiene muchos complejos -rio por lo bajo- no soportaría que sus tóxicas lo estén molestando a cada rato...

-¿Yo tóxica? Discúlpame -Michelle enarco una ceja y sonrió- el tóxico es él. Yo no le digo nada que anda con sus putas -menciona cabreada y luego recuerda- encima que se acostó con todas las mujeres del secundario Ash

Knox se queda dormido en los brazos de Michelle y ella lo acaricia.

-me da un pinche coraje y que todo este tiempo me ha estado usando. ¿Porque no me dijo que tenía un bebé con Sarah? ¿Porque me tuve que enterar de esto ahora? . 

Había preguntas que ni ella misma sabía pero su amiga Ángeles había quedado más intrigada que nunca.

-¿Qué? -Angeles estaba tratando de retener toda nueva información que Michelle sacaba de su lengua filosa- espera... Si escuché bien... ¿Ryan tiene un hijo con Sarah? -indaga la azabache-

-Asi como lo escuchas y te lo firmo -blasfemo la muchacha- no sabes la impotencia y enojo que me dio, nunca me lo hubiera esperado.

Ángeles bebió un poco del café de su amiga y no sabía que decir, no es que no le importaba Ryan pero no esperaba tal noticia.

-Entonces... si tienen un hijo... Ryan y ella...

Michelle chistea para hacerla callar, dejo a Knox durmiendo en su lugar y ella se levanta de la cama.

-shhh ni me lo hagas recordar, es muy frustrante.

Sujeta la mano de su amiga y la jala, llevándola hacia la cocina. Mientras se preparaba un nuevo desayuno, dejo que Ángeles se acomodara en algún lugar y ella preparaba más café.

-¿Ahora que harás Mich? Supongo que esto es muy difícil para ti.

Michelle le daba la espalda y estaba quebrandose por dentro.

-¿Que quieres que haga al respecto? -se voltea para verla con los ojos cristalinos, su voz se quebraba, tenía una leve angustia en su garganta- Ryan tiene un hijo con Sarah, yo estoy esperando un bebé con Garrett. Está demás decir que lo nuestro siempre fue imposible. No voy a intentar mas nada, tampoco quiero verle.

Ángeles se levantó y fue directamente a abrazarla.

-Oye, no te pongas mal amix. Entiendo todo el amor que le tenías al Ryro, pero ya pasará. No sé cómo le harás, Ryan es muy persistente, seguramente vendrá a ver a Alex en cualquier momento y querés arreglar las cosas contigo. -dice la azabache convencida-

Michelle apoya su rostro sobre su hombro y las lágrimas no cesan.

-Si querrá ver a Alex tendrá que atenderlo Garrett y hablé con él, conmigo que no cuente. Lo odio. -acato la azabache- Porque yo no soy así de débil, estoy así por su culpa.

-Te entiendo amiga, no te preocupes que cuentas conmigo. Lo sabes -me dio su apoyo moral-

Michelle se había desahogado un poco y luego de preparar el café, lo dejo de lado, ya no le apetecía tomar nada.

-¡Ya se Mich! ¡Vamos al shopping a ver una película y a comprar ropa! ¿Que dices? -le propuso una gran idea para sacarla de la angustia, hacer algo que ambas le gustaban-

Michelle dudaba, porque no tenía dinero y su hijo estaba en el colegio.

-Si, pero Alex sale en dos horas del colegio y... yo no tengo dinero. Garrett tiene y el se fue. Me da vergüenza rogarle. -dijo cabizbaja y con pena-

Ángeles buscó en su cartera y le enseñó una tarjeta negra.

-Mira... mí amorcito me regaló esto. -le enseñó la tarjeta de crédito Black sin límite de compras- ¿Ahora sí quieres ir?

Michelle abrió sus ojos, no lo podía creer.

-¡Dios mio! ¿Cómo le hiciste para que Dallon te regale una tarjeta de crédito sin límite? Encima la Visa Black. -estaba entusiasmada y la tristeza se le había ido al carajo- retiro lo dicho, menos mal que no te quedaste con Brendon o Ryan.

Ángeles sonrió y la guardo nuevamente.

-tengo mis tácticas -le guiño un ojo- aparte de que trabajamos los dos, no tenemos problemas financieros y Dallon ha estado trabajando un poco más en el consultorio, ya que hay muchos más pacientes nuevos que vienen a consultarle...

-¡Wow! Yo también quería trabajar para tener mí propio dinero pero ya me cansé de discutir con Garrett, él se niega. -despues se acerca a ella y la codea por su cintura- debería de usar tus tácticas así me presta su tarjeta de crédito y el carro.

Ángeles se sonroja y cubre su rostro de la vergüenza.

-bueno, bueno... Nada de llorar. Ponte lo más perri posible que iremos de shopping las dos y los niños. Pasaremos por Alex y vamos -le dice su plan con una sonrisa ladina-

Michelle asintió y trago grueso, nunca había visto a su amiga tan decidida.

Con Ryan...

-¡Oigan! No toquen eso -renegaba el castaño, con sus últimas fuerzas-

Elizabeth y Spencer ayudaban a Sarah con sus valijas y a ordenar el living del Ross, donde la ojiazul dormiría junto a su hijo.

-Gracias amiga -menciona la azabache- puedes dejar eso allí Spency -le señala un espacio en donde dejar los juguetes de su hijo-

-¡Oigan! ¿Me están escuchando? -se planta el Ross con su poca paciencia-

-Tu opinión no importa, ayuda a tu mujer -le ordena la rubia severamente-

Ryan pone sus ojos en blanco y suspira, se cruza de brazos.

-En primer lugar ella no es mí mujer y segundo lugar...

-¡Oye! Cuidadito con insultar a mí reina ehh -reclama el Smith- está embarazada.

Ryan bufó rendido y se fue a la otra habitación.

-lo que me faltaba -negaba una y otra vez- está mujer no me dejara en paz.

Ryan se acostó en su cama mirando el cielo razo. De repente alguien irrumpe en la habitación y tocan la puerta, no espera una respuesta del Ross y la ojiazul aparece, tímida en el umbral de la puerta.

-Ryry... -dice en voz baja-

-¿Qué? ¿Que quieres Sarah? -espeta serio-

Ella se hace la pobrecita y entra a la habitación.

-hay alguien que quiere conocerte, me haría muy feliz que pusieras tu mejor cara.

-¿Encima eso? -Ryan no le quería dar mucha importancia, estaba harto porque está mujer que volvía a su vida nuevamente había arruinado su relación con Michelle y no podía perdonarse así mismo ni echarle la culpa a nadie más que a él mismo-

Sarah se sienta a su lado y suspira...

-yo... lo siento... no quería molestarte. Sé que estás enojado por esta situación pero vine de tan lejos para que mí hijo te conociera... Siempre preguntaba por su padre Ryan y hoy te volvemos a encontrar... No sabes lo feliz que me hace... -ella lagrimeaba de la emoción y luego posa su mano por arriba del dorso del Ross- te prometo no molestarte mucho, en lo que busco un trabajo me buscaré un departamento para ir con mí bebé... ¿O quieres que vayamos a vivir a la calle?

Ryan no contesta porque no sabía si estaba siendo muy duro y nada humilde con una madre.

-esta bien, no voy a correrte de aquí. -responde el castaño- pero entiende que esto es muy reciente para mí...

-¿Quieres conocer a Marcus? -ella le insiste y él de última opción asiente, estaba resignado-

Ambos fueron al living nuevamente y en el mismo estaba el niño de cabello castaño oscuro jugando con algunos juguetes sobre la alfombra.

-Hola... -dijo con terror el Ross, no quería ver su pequeño rostro y encontrarse con su calco, como había sucedido con Alex-

El niño empezó a gritar desconsoladamente tapando sus oídos, sollozaba y rápidamente acudió Elizabeth junto a Spencer para ayudarlo. Sarah corrió tras el pequeño para tenerlo a upa y consolar su llanto.

-Idiota, no alces la voz. No ves que lo asustas. -blasfema Elizabeth y frunce su ceño-

-yo no alce la voz, solo dije "hola" y empezó a gritar de la nada. -se encogió de hombros ante el regaño-

Spencer se acercó a su amigo y se lo llevó a la cocina.

-Marcus es autista, Ryan. Así que tómalo con calma. -le comentó el Smith- yo si fuera vos salgo corriendo jajaja

Ryan no entendía nada, tampoco sabía que su nuevo hijo tenía una condición especial.

-Gracias por el consejo eh. -mira su reloj- ¿Tu no deberías de estar trabajando?

Los ojos de Spencer se abrieron de par en par y entro en pánico.

-¡Cierto! ¡Dallon me matará! -espeto conmocionado- ¡Le dije que iba por cigarros y Eli me llamo para que la ayudará con las cosas de Sarah!

-Dale, tu viniste de chusma -le codeo el castaño con confianza-

Spencer sonrió porque había sido descubierto.

-es que... quería conocer a tu otro hijo. -menciono el ojiazul- felicitaciones otra vez Ryan, eres todo un campeón con las chicas.

-¿Qué? ¿Porque me dices eso? -contesto el Ross algo preocupado- no tengo suerte con las chicas, todo al contrario.

-Tienes dos hijos de distintas mujeres y faltaría que tú seas el papá de Knox para completar el cartón.

-Deja de hablar tonterías, es suficiente -Ryan lo empuja hacia la salida de su departamento- ve a trabajar antes de que te despidan, después hablamos.

-Si, me tienes que contar cómo.... -Spencer no alcanzo a decir lo último que Ryan cerro la puerta-

El niño al escuchar el portazo empezó a gritar desesperado nuevamente.

-¡Oye! ¡Te dije que no hagas ruido! ¿No entiendes? -escucho la voz quejosa de Z Berg-

Ryan rodó sus ojos.

-¿Ahora es mí culpa que no pueda cerrar la puerta de mí propio departamento? -se cruzo de brazos indignado- a todo esto. Si ya terminaste con las cosas de Sarah puedes irte, yo me haré cargo si necesitan algo.

-Si, pero... -Elizabeth quería decir algo más pero Ryan estaba harto-

-vete por favor. -la invito a retirarse abriendo la puerta-

Elizabeth chasqueo sus dientes muy furiosa y ante la afirmación de Sarah, se fue dejándolo a solas.

Ryan se fue a su habitación para cambiarse de ropa, debía irse a trabajar, ya no podía faltar.

Cuando el niño se calmó la azabache se escabulló a la habitación del Ross y entro en ella sin su permiso.

Ella al verlo sin remera tosió y se sonrojo. Puesto que hace mucho no estaba a solas con un hombre apuesto.

-¿puedes tocar la puerta antes de entrar?. Me quedaría más tranquilo.

Mientras Ryan se abrochaba la camisa y ajustaba su cinturón, Sarah tocó la puerta y sonrió.

-Lo siento Ryan.

El castaño se dio media vuelta y le dio la espalda.

-¿Que necesitas ahora? Hay comida en la nevera y en el mueble hay más comida suficiente para ustedes.

Sarah se acercó, tímida hasta él. Ryan estaba siendo muy rudo con ella y su hijo, no aceptaba que Ryan la tratara fríamente.

-Ry... desde que estamos en el secundario que siento cosas por ti... nuestra noche... jamás la pude olvidar...

Ryan no quería pensar en el pasado porque culpa de esa idiotez había perdido nuevamente a Michelle.

-lastima por ti, porque yo te olvidé. -contesto el Ross- estaba haciendo mí vida y te apareces de la nada con un supuesto hijo mío que encima tiene problemas emocionales. ¿A qué viniste Sarah?

La azabache se le plantó y se puso frente a él, tomó su rostro e hizo que la mire a los ojos.

-Yo quiero que me aceptes, que te enamores de mí... quiero volver a formar mí familia a tu lado. -se asincero-

Ryan volteó su cabeza, no podía creer que una mujer que nunca terminó de conocer le pedía que se enamore de ella a la fuerza y formará una familia que él no se sentía cómodo.

-estas pidiendo demasiado. No puedo amarte porque a la única mujer que amo es aquella que viste que salió con lágrimas en los ojos y me dijo que era un mentiroso, bastardo y me odia con toda su alma. Pero yo la amo y daría mí vida para estar con ella. -contesto el castaño convencido de sus palabras, Sarah no sabía que decirle, puesto que esperaba esa respuesta- mí corazón está vacío y negro como para ver luz al final del camino.

Ryan apartó las manos de Sarah que rodeaban su rostro.

-yo... yo haré que cambies de opinión Ry... ya verás -menciona Sarah y se marcha dejándolo a solas-

El Ross se quedó pensando en Michelle, a quien más amaba y jamás le correspondía porque el universo los desunia. Pensó que estaba maldito pasa el amor, que no merecía ser feliz.

Sarah fue a la cocina y preparó unos sandwiches, metió uno en una Lunchera para el castaño.

-Me voy a trabajar. Regreso tarde, no me esperes.

Sarah fue corriendo tras él y le alcanzó la Lunchera.

-Espera, te preparé esto. -ella amablemente se lo entrego en la mano-

Él se quedó expectante mirando que había hecho, él no le había pedido nada.

-no hace falta, donde trabajo hay comida.

-¿Volverás tarde? -insiste en saber la ojiazul-

Ryan asiente.

-es que... quería ver una película contigo y Marcus.

-¿No le hacía mal los ruidos? -enarca una ceja incrédulo-

-Si, pero es una película muda. Podemos verla leyendo los subtítulos. Yo haré las palomitas. -persistia la azabache e igual le insistió en que Ryan tomara la Lunchera con el sándwich que le había preparado-

Ryan cubrió su rostro, no se imaginaba ver una película sin sonido.

-Marcus aún está en tratamiento Ryan...  necesita otra clase de estimulación, porque es muy sensible a los ruidos. -menciona Sarah algo preocupada-

Ryan asiente y se marcha. No quería saber más acerca de su nuevo problema.

"Sin Michelle"; "Sarah", "hijo autista".

Era la primera vez en su vida que quería llegar a la oficina de Till y ponerse a trabajar, hacer horas extras y dormir allí para prepararle el desayuno al día siguiente. Estaba acorralado entre la espalda y la pared.

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Ryan llego antes de su horario y eso sorprendió a Till Lindemann, su jefe.

-Hola jefe, buenas tardes.

Till alzó una ceja puesto que no se lo esperaba.

-Ryan hoy era tu día de descanso, tu día franco.

El castaño lo había olvidado pero ahora que tenía visitas no le apetecía volver a su hogar.

Brendon que venía con unas carpetas se sorprendió de verlo también.

-¡No me lo creo! ¿Que haces en tu día de descanso aquí? Deberías de estar en casa. -lo reto el Urie-

Ryan los miró a ambos y se puso el delantal.

-Queria venir a trabajar y poner mí grano de arena. ¿Está mal? -dijo indignado-

Till abrió sus ojos pero no le negó el poder trabajar, puesto que era lo que él buscaba: un empleado con pasión codicioso de poder y dinero.

-esta bien, pues ponte a trabajar.

-pero señor... -se entrometio el azabache y este le frunció el entrecejo asustando al Urie- Ahm Ehm... Pau ya lo alimentó, no se que pueda ayudar Ryan ahora. Usted acaba de merendar.

Ryan se le ocurrió que podría ocupar otro puesto y ayudarlos para no sentirse inútil.

-¡Ya sé! Primero limpiare, luego haré la cena y te ayudaré Brendon con esas carpetas que tanto te quejas.

Till se estaba impresionando más del joven, puesto que estudiaba a cada empleado y su desarrollo.

-Si es para cenar rico pues, no te detengas muchacho y ayudar al niño ese.

Brendon se quejo de nuevo.

-yo no soy un niño, él es el niño -menciona y señala al Ross-

-ya basta y hagan lo que tengan que hacer. He dicho. -ordeno Lindemann-

Brendon salió con Ryan de la oficina de su jefe y se fueron a otra para seguir platicando...

-¡Oye! ¿Que raro que hayas venido a trabajar en tu día libre? Me sorprendiste -dice un poco bromista el azabache mientras lo perseguía para sacarle la lengua- ¿Ocurrió algo?

-no, nada grave. ¿Tiene algo de malo que quiera venir a trabajar un poco y ayudar? -arquea una ceja el Ross totalmente indignado-

-ese es el problema. Si viene de mí a sabiendas que no puedo estar quieto en mí casa te lo creería, pero o sea, eres tu. Tienes que estudiar y ordenar tu casa, entre otras cosas... -suponia solo y se puso pensativo- ¿O te peleaste con tu novia?

-¡¿Qué?! -Ryan abrió sus ojos sorprendido al escuchar lo último y después siguió caminando para que se olvidé y no lo este persiguiendo para todos lados hasta que confiese- no tengo novia, hace poco me separé con Keltie. ¿Te piensas que soy fácil?

Nervioso llego a la cocina y lo primero que hizo fue tomar un poco de agua fresca.

-pues... -Brendon hizo una sonrisa ladina, sabía que a él nada se le escapaba- si, ¿con la mujer de Børns no andabas?

Ryan inmediatamente se atragantó con el agua y su saliva en la garganta y parte de ella salió por su nariz cuando escupió todo.

-¡Aaaagh! Mira lo que me haces hacer -se molesto el castaño-

-yo no te hice nada, te pregunté algo sencillo -se encogió de hombros el Urie- ¿Y?

-¿Y que? -decia el Ross limpiando su ropa- ¿Que quieres saber? ¿Si tenía una relación con Michelle? ¿Se la vas a contar a Garrett y se pudra todo?

Brendon pensó que sería buena idea y divertido pero no era ocasión, no quería hacerle un mal sino ayudarlo.

-no estaría nada mal la idea, pero ya no somos amigos. -le enseñó el celular y le mostró el WhatsApp dónde el Børns lo tenía bloqueado- ¿Ahora me crees?

Ryan no dijo nada y le dio pena saber que su mejor amigo le dio la espalda.

-lo siento por desconfiar de ti... -agacho la cabeza-

-¿Y bueno? -insiste en saber-

De la otra sala se escucha la voz grave del jefe llamando la atención a ambos.

-¡A trabajar! ¡El cotorreo lo dejan para después! ¡No son las chismosas del barrio así que apuren! -dijo Till fastidiado, de la otra sala podía escuchar su chusmerio y eso le encabronaba porque estaban perdiendo su precioso tiempo-

Brendon y Ryan asintieron, cada uno tomó alguna carpeta que había sobre los escritorios y se pusieron las pilas.

......

Con Ángeles y Michelle...

-¿Amix? -Angeles tocaba la espalda de Michelle quien aún estaba acostada y cubierta por las colchas, súper angustiada-

Michelle no podía dejar de sentirse afligida por la situación con el Ross, no podía dejar de llorar y no había consuelo que aliviará su dolor.

-¡Es un maldito desgraciado! ¡Yo siempre siendo tan buena con él y resulta que el señor siempre jugó conmigo! ¡Me uso! ¡Abuso de mi buena persona! ¡Encima se acostó con Sarah y tienen un hijo! ¡Ay no! -Michelle, al recordar su último encuentro eso hacia que más se angustie- ¡Lo odio, odio! ¡Ni el pendejo de Garrett me hizo sentir esto!

-tranquila amiga -decia suave Angeles sentándose a su lado- debe alguna explicación. ¿No hablaste con él?

Michelle negó ladeando su cabeza.

-¡¿Que tengo que hablar con él?! ¿Que me va a decir el pendejo? ¿Mientras cogía conmigo se acostaba con alguien más? -decia aún más indignada por la situación- tiene un hijo de la edad de Alex... -Michelle no quería decirlo abiertamente pero estaba furiosa- el día de la graduación... El me prometió que... no estaría con ella y aún así... se la cogió... -decia con la voz entrecortada mientras limpiaba sus lágrimas- no puedo perdonarlo a la ligera y caer como idiota a sus brazos...

-¿Y que harás? -queria saber Ángeles si ella meditaba alguna otra solución-

-¡Nada! ¡Que se vaya con Sarah a Japón bien lejos de mi vista! -contesto furiosa- no quiero verlo nunca jamás

Angeles la abrazaba, pero eso no la tranquilizaba. Hizo una mueca de medio lado al recordar su único vínculo...

-... Yo estaba tan bien sin él... con Garrett y mi bebé... El tuvo que venir a destruir mi vida... parece que le encanta verme sufrir...

Angeles le deja un espacio para acomodarse en su cama.

-el problema no es si tienes deseos de verle o no... el problema es que Ryan vendrá a ver a Alex en cualquier momento de estos...

-que ni se le ocurra venir. No lo atenderé, no, no. Es más, le prohibire a Alex que lo vea. -blasfemo con molestia pensando en que esa situación se avecina-

-si le prohibes ver a Alex, él podría demandarte... es su padre... -dijo preocupada Ángeles- no podría negarle que lo vea siquiera...

-que agradezca que jamas lo demandé yo después de lo sucedido con la loca de su ex. Jamas dejaré que se lleve a mí hijo. -dijo servera, luego vio al bebé bonito como dormía a su lado y se tranquilizó, limpio sus lágrimas con su puño- tú tienes suerte que no tienes pendientes con tu único ex. sino, estarías de mí lado...

Ángeles veía como el pequeño Knox dormía tranquilo dónde habitualmente duerme Garrett y acarició su suave piel.

-no digo que no esté de tu lado... te entiendo. Tampoco me imagino estar en tus zapatos... -responde la chica Weekes- aunque conociendo lo irresponsable que es Brendon, no se hubiera hecho cargo de nuestro hijo. Agradezco -ella hizo una reverencia con sus dedos agradeciendo a la virgen-

-tienes suerte que Brendon sea un idiota que solo le importe su culo -dijo Michelle rodando sus ojos- volviendo al pendejo de Ryan... Él está chingue chingue chingue... No sé cómo me lo sacaré de encima...

-habla con él... sería lo mejor para todos.

-esa no es una opción, piensa otra alternativa -ella se acomodó y apoyó su espalda contra el respaldar de la cama- ya se, le mandaré una carta para que me deje de molestar.

-pero aún no lo has visto o ¿si?  -inquiere saber Angeles-

-No, pero en cualquier momento vendrá a molestar y querrá convencerme de lo que escuché es mentira... -Michelle recordó algunas frases de Sarah y se angustió de nuevo- encima la perra dijo que vino para que estén juntos... vino por él.... a vivir con él... -no pudo evitar sentirse nuevamente mal y sollozar- ay no... me siento una idiota...

Ángeles abrazó a su amiga nuevamente y ambas escucharon la puerta de entrada abrirse...

-¡Mami! ¡Ya vine! ¡Má! -escucharon la voz del niño Børns y en consecuente los pasos de alguien más-

Michelle y Ángeles vieron la hora del reloj que estaba en la mesa de noche...

-¿Ya son las 15hs? -pregunto para si misma Michelle enarcando una ceja, incrédula- ¡Ay no! Y yo aquí desparramada en la cama y llorando como tonta... -entro en crisis, cuando Ángeles se puso de pie, ella le tomó del brazo- Espera... Hazme un favor... si sales por esa puerta y te cruzas con mí bebé dile que estoy con un poco de gripa pero que estoy bien... que no quiero contagiarlo... ¿Si?

Ángeles alza a su hijo en brazos y la mira a su amiga.

-¿Segura?

La azabache asiente.

-no quiero que Alex me vea así... -ella se recuesta y se vuelve a cubrir con las colchas hasta la cabeza- no quiero darle esa imagen de mamá débil...

-Mich... es normal... aparte el embarazo... -musita leve su amiga algo preocupada-

-Si, no me ayuda en nada, ya lo sé... -decia en voz baja-

De pronto irrumpe en la habitación Garrett y entra despacio, sin hacer mucho ruido.

-¿Cómo están las chicas? -observa que Michelle aún está tapada hasta la cabeza- ¿Amor?

Ángeles voltea a verlo y sonríe falsamente encogiéndose de hombros.

-Mich voy a prepararte un té

Ella los deja a solas y se dirige a la cocina donde se encuentra con Alex en el sofá, quien leía un libro.

-¡Hola bebé! ¿Cómo estás? -decia cariñosamente Angeles al niño-

Alex dejo de leer el libro y corrió a abrazar a su madrina.

-hola tía... que bueno es verte y a Knox también -él miraba al bebé que traía en sus brazos, le tocó su manita que tenía cerrada en forma de puño y vieron como Knox sonrió con los ojos cerrados- Oh mira tía... Sonrió...

-¡Es verdad! -se alegro de la acción de su bebé- ustedes serán grandes amigos

-¡Si! ¡Ya quiero que crezca rápido así jugamos a los juegos! -se emocionó de la idea de tener un amigo y luego notó que la casa a su alrededor estaba vacía y en silencio, algo incómodo para el niño, sentía que alguien faltaba- tía... ¿Mamá está bien? Hoy no la vi bien y me preocupa...

Ángeles le preocupó un poco la inquietud del niño. No era tan ingenuo como pensaba, porque Michelle sabía cómo era su hijo y sabía que él en cualquier momento preguntaría por su ausencia.

-usted es médico por eso vino a ver a mí mamá...

Ángeles sonríe y le acaricia su cabello.

-Aun no soy médico pero ella está bien, tiene un poco de gripa y por eso no puede verte... Tiene que estar aislada para no contagiarte. -Alex escuchaba su relato y asentía, eso lo dejaba más tranquilo- ya le di un medicamento y en lo que canta un gallo la tendrás chingue chingue chingue ordenando toda la casa -Alex sonrió y recordó lo obsesiva que era su madre con la limpieza-

-sino... puedes arriegarte a verla un rato y estar una semana en cama sin ir al colegio y jugar a los juegos -interviene Garrett a la conversación- ¿Que dices?

Alex sonrió y negó, no quería enfermar y perderse la diversión.

-no quiero faltar a clases... me están enseñando a leer y a sumar...

Ángeles vio un pequeño libro que estaba sobre el sofá.

-ah por eso estabas leyendo...

Alex asintio tímidamente y le enseño el libro que le prestaron...

-se llama "el pastorcito mentiroso".

-Yo también leí ese libro a tu edad... interesante. -decia Angeles viendo la portada-

Garrett sonrió arrogante...

-Eso es para principiantes hijo... a tu edad leía la novela de Harry Potter. -decia el Børns adulto- bueno, eran otros tiempos jeje...

-Tú si que eras inteligente Garrett. Pero fuiste a otro colegio en la primaria ¿No? -le pregunta Angeles a Børns-

-Si, mí madre nos mandó a un colegio de paga junto a Harry. -se encogió de hombros- pero después me salí, era muy aburrido... todo el día estudiando...

Ángeles se dirige a la cocina y decide preparar un té para Michelle. Pone el agua a calentar y elije una taza rosa, elige un sobre de té negro, busca en la alacena galletas.

-Angy no hace falta, yo me haré cargo ahora... -comenta Garrett y saca de la nevera una botella de leche fresca y el cacao de la alacena también- gracias por haber estado con ella un rato

-no hay de que... -decia la azabache y revisa su móvil donde tenía algunos mensajes de su esposo- Oh es Dallon... ¿Habrá sucedido algo?

-¿Te dijo algo Mich por lo que se siente así? ¿Tiene depresión? -inquiere saber rápido Garrett antes de que ella se vaya-

Ángeles niega.

-no te preocupes, es lo normal. Está embarazada y tiene muchos cambios hormonales por lo que a veces la vez feliz, después angustiada de la nada. Si quieres una recomendación... Ella necesita nuevos aires, está mucho tiempo encerrada. Eso le afecta.

Garrett trataba de comprender pero como su mujer era reservada no podía darse cuenta que estaba sucediendo.

-podria invitarla a cenar pero Alex.... -penso Børns pero no sabía que hacer con su hijo-

-Si quieres te lo puedo cuidar, no hay problema. -le propone Ángeles como idea para que Michelle cambie de actitud-

-¿Enserio? -abre sus ojos sorprendido- pero no quiero que sea un problema para Dallon...

-no es ningún problema, Dallon ama a los niños y nos la vamos a pasar bien con Knox -responde la chica- miraremos películas, palomitas, leeremos libros infantiles... Soy su madrina ¿Lo olvidaste?

Garrett le parecía buena idea así que no le quedó de opción que aceptarla. Ya que Harry estaba últimamente estresado, no quería molestarlo tanto sino era por un asunto laboral.

Después de que Angeles y Knox se fueran al consultorio, Garrett preparó la merienda para su hijo, su mujer y él mismo. A ella le llevó la merienda a la cama y él prefirió pasar tiempo con Alex mientras tanto que tomaban la chocolatada, el pelilargo le enseñaba a leer.

Para la noche, Garrett se puso el delantal y cocinó la cena: guiso de lentejas vegetarianas. Para cuando Michelle se levantó de la cama y salió del dormitorio sintió un exquisito aroma que llamo su atención. Cuando se hizo presente en el living notó que Alex estaba dormido en el sofá con el libro en mano.

-Oh mí bebé se durmió... -musito leve sintiendo pena por él así que lo arropó- no quiero que enferme.

Garrett se giró de talón al ver qué ella estaba arropando a su hijo.

-no dejo de preguntar por ti, estaba muy preocupado. -menciono Børns mientras cocinaba-

Michelle se sento en su silla y suspiró...

-no quería que él se preocupe tanto... -tomo el libro que tenía cerca suyo- ¿el libro de Harry Potter? -enarco una ceja-

-Ah si, le habían dado un libro tonto y le dije que si quería ser el mejor debía leer ese... con el que yo aprendí a leer. -comento gracioso Garrett-

Ella notó el grosor del libro y lo pesado que era.

-Pero esta novela no es para un niño, es para adultos. Ni siquiera va entender nada... -se medio indignó- estaba bien con el otro -vio el libro rojo que era más liviano-

-Si entenderá, ya vimos la película. Es lo mismo -responde desinteresado Børns y trae consio dos platos lleno de Guiso-

Él le sirve a ella un plato sobre la mesa y la invita a comer.

-buen provecho amor -dice en voz baja-

Ella asiente, aún no estaba de humor. Probó su comida y le agradó el sabor.

-esta delicioso cariño... tienes que pasarme tu receta -decia la azabache sorprendida, pensó que Garrett quemaría la estufa porque rara vez cocina para la familia-

Garrett sonríe y sigue comiendo... cuando terminaron la cena Michelle volvió a la habitación, fue cuando Garrett despertó a Alex para cenar. Una vez que el niño comió lo llevó a su habitación, antes de que durmiera le regaló un dulce y leyeron juntos un poco más de la novela de Potter.

Garrett estaba contento y cuando vió que Alex se había dormido, lo arropó y deposito un beso en su frente.

-buenas noches campeón, mañana será un nuevo día.
.
.
.
Børns volvió a su habitación y encontró a Michelle mirando una novela, él fue directamente al clóset para cambiar su ropa por el pijama.

-¿Estás mejor ahora? Nos tuviste a todos con los pelos de punta -sonreia pero a él le agradaba ser útil para ella-

-Lo siento. No quise ser una carga para ti y los demás. Estoy mejor, gracias amor por cuidarme... -Michelle agacha la mirada un poco sonrojada mientras acaricia su vientre-

Garrett se sienta en la cama, apoyando su espalda sobre el respaldar y la abraza, atrayendola a su pecho para acariciarle el cabello y su piel.

-¿Que te parece si el fin de semana salimos a cenar? ¿Que dices? -le propone descaradamente-

Michelle, quién no se la esperaba, se sorprende así misma.

-¿Qué? ¿Enserio me dices? -vuelve a preguntar, por si no se había equivocado de idea-

Garrett sonríe.

-Solos. Tú y yo. ¿Que dices amor?

Michelle lo observa detenidamente...

-¿Y Alex? Ni loca lo dejo solo... a mí bebé.

-Le pediré a Harry o Angy que lo cuide, alguien de suma confianza. -dijo seguro de sus palabras y saca de la mesa de noche una tableta de chocolate- toma cariño...

Michelle acepta su obsequio y lo abraza aferrándose a él.

-gracias... Sé que a veces parezco ser muy dura contigo pero... te amo. -le dolía aceptarlo pero quería ser sincera-

-No te preocupes, te conozco muy bien. -él besa su cien con mucho cariño-

Michelle abre la tableta de chocolate y come a gusto, le gustaba ser consentida por él, para compartir un buen momento junto a su pareja le convidó una barra al pelilargo.

En sus adentros pensó que estaba errónea con esa tonta idea de destruir su familia y separarse por un anhelo de seguir al castaño, él no la merecía. No cuando tenía al hombre que siempre estuvo tanto en las buenas y en las malas, había sido de paño de lágrimas, él que la consolaba y lo tenía a su lado cumpliendo sus caprichos. Ahora creía que la llegada de Leah no era una maldición sino una bendición que los uniría a ambos para el resto de su vida.

En silencio y mientras veían la novela comiendo chocolates, entrelazó su mano a la suya. Sin decir una palabra podían entenderse perfectamente.

-Continuara-

Holis, estamos cerca de acabar con esta temporada. Que ha sido larga. Espero que hasta el momento lo hayan disfrutado, gracias por leer.

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