"Desencuentro"

Narra Narrador:

Mientras Ryan, Alexander, Ángeles, Dallon y Knox fueron de shopping por la tarde al centro de Londres.

Michelle prefirió quedarse en la mansión y como estaba aburrida no tenía como mejor idea que empezar a cocinar, no le gustaba la idea que la tratarán como una reina y le sirvan todo. Tampoco estaría gratis sin hacer nada esperando a que las empleadas le limen las uñas.

Así que para matar el tiempo empezó a buscar harina blanca para preparar una pizza para su niño y sus amigos.

-uhm ya me dio hambre -escucha una voz varonil-

Ella deja de hacer lo que estaba haciendo, el muchacho había captado su atención.

-Benjamin tu nombre ¿Verdad? -pregunta la azabache recordando el nombre del hombre guapo que le hablaba- me olvidé de presentarme. Soy Michelle.

Ben pensaba que era un nombre bonito como ella, sus ojos lo hipnotizaba pero quería ser una persona agradable para la mujer y confíe en él.

-disculpa que te moleste, pero no hace falta que cocines. Si tienes hambre le pides a Anette y ella cocinará algo para ti. -menciono el muchacho y buscaba en la nevera las verduras que haría para cenar-

Ella enarco una ceja...

-justamente como todo hombre rico esta malcriado y eso es lo que no quiero que mí niño aprenda. Yo me valgo por mí misma, no necesito sirvienta o una cocinera, si yo sé cocinar.

Benjamin saco una bolsa de verduras mixtas para preparar su cena para él y su niño.

-¿Y tú que? Me dices que no toque la cocina pero tú si la piensas usar ¿No? -dice la muchacha siendo más astuta viendo cómo el hombre saca una tabla y una cuchilla para empezar a cortar verduras-

-Es que mí hijo no come comida de otras personas que no sea yo. -menciono Ben ahora sacando una gran olla limpia la que usaría para cocinar-

-¿Que? ¿Es muy mañoso tu hijo? -dijo bromista la ojiazul pensando que su hijo era un niño soberbio-

Benjamin se puso serio al respecto porque su hijo era muy valioso para él.

-Perdio a su madre cuando era niño. Por eso. -solo musitó leve sin mirarla-

Michelle inmediatamente sacó su sonrisa y entendió todo su dolor ante su repentino silencio.

-Lo siento mucho, no lo sabía.

Se disculpo y se sintió muy culpable por la broma, no quería lastimarlo. Volvió a disculparse y quería abrazarlo, porque el hombre estaba enfocado en cortar verduras...

-Tienes razón ¿Cómo lo sabrías? Jeje -cambio de semblante para ser más amigable con la chica y no hacerla sentir mal- lo siento por no decirte.

-no tienes porque... -ella veía de cerca su técnica para cortar las verduras- aunque tienes razón... Pensaba cocinar otra cosa pero tú idea de incluir verduras es mejor... los niños se alimentaran bien, justamente lo que ellos necesitan.

-Hare sopa de verduras, con carnes y legumbres. -contesto Benjamin y ahora le prestaba atención- ¿Que pensabas cocinar?

Michelle se puso pensativa que hasta se le había olvidado que estaba por hacer...

-Ehm creo que pizzas.

Benjamin empezó rápido a cortar varios trozos de carnes...

-Ayer comieron pizzas, así que no te molestes. -menciono Barnes muy tranquilo-

Elliot, su hijo apareció de repente en la sala y vio que su padre estaba platicando amistosamente con la mamá de Alexander. No sé entrometio en su conversación pero si se sentó cerca suyo.

-Ah, él es mí hijo: Elliot.

Michelle recuerda aquel nombre que su hija le menciono y niega. Le parecía bonito el nombre.

-Hola Elliot, me llamo Michelle. -ella se fija y se da cuenta que el niño tiene la misma edad que su hijo- ¿Y te llevas bien con mí niño?

Elliot toma una manzana del frutero y sonríe, no quería decirle por todo lo que tuvo que pasar soportando a su hijo que apenas se conocían.

-Elliot es tímido, habla muy poco. -menciona Benjamín hablando de su hijo- pero es muy buen hijo.

Elliot no quería decirlo abiertamente pero estar así los tres juntos le traía lindos recuerdos, Michelle le parecía una mujer agradable con la que podía confiar.

-Quiero enseñarte una técnica Ben, permíteme. -Michelle saca algunas zanahorias y empieza a cortar, se pone al lado de Ben para cocinar juntos frente a la estufa-

Benjamin se queda impresionado por como ella incluía otras verduras que le darían un mejor sabor a la sopa.

Prendieron la ornalla y esperaron a que se cocinará.

Michelle se quedaba cerca del adolescente y notaba que si, era muy callado. Quería hablar con él y preguntarle muchas cosas.

-¿Elliot vas a la escuela? -indaga la ojiazul curiosamente, le intrigaba que los niños ingleses sean tan respetuosos-

Él niega.

-Estudia aquí en la mansión con profesores particulares. -interviene Benjamín- es muy inteligente.

-¿Y como le hace para tener amigos? -pregunta la muchacha-

-No tengo amigos. ¿Para que los quiero? -ahora si hablaba el muchacho seriamente-

Benjamin se sorprendió por su respuesta, pensó que la obviaria como lo hace con todos pero no fue así.

-¿Cómo para qué? -Michelle se entusiasma pensando en su amistad con su mejor amiga- Tener amigos es genial: puedes socializar, conocer lugares, explorar, conocer el amor y hacer amistades por años como lo tengo yo con Ángeles, mí amiga del alma. Siempre está para mí y yo para ella, nos contamos absolutamente todo sin filtros. Y se que puedo contar con ella tanto en las buenas como en las malas, la amo.

Elliot la escuchaba pero no compartía aquel sentimientos.

-Las amistades y el amor sólo te hacen ser más débil y te destruyen. -menciona Elliot siendo un poco frio-

-¡Elliot! No la asustes. Es nuestra invitada. -interviene Benjamín a su corta conversación-

Él no dijo nada y se fue al comedor a esperar la comida.

-Lo siento... -se volvía a disculpar Barnes- desde que perdió a su madre es así... no confía en nadie y sé reusa a hacer amigos.

-ese niño necesita amor -musito levemente la chica sin pensarlo-

Cuando la sopa estaba casi lista él le invito a Michelle a probar un poco de su sopa y le hizo probar con una cuchara.

-Uhmm deliciosa. -dijo la ojiazul sin ver qué él la estaba observando detenidamente-

Un poco de sopa cayó sobre su prenda y Benjamín fue rápido por una servilleta, estaba tan cerca de ella que amablemente le limpio aquella mancha...

-¡MAMÁ! -escucharon la voz de Alexander que los hizo brincar y poner en alerta, ambos adultos se pusieron sonrojados-

Michelle disimulo bien y al ver a su hijo que estaba junto a Ryan...

-Gracias Ben, eres muy amable. -ella busco una excusa para irse lejos y llevarse a los dos a otro lugar- ¿Que sucede Alex?

-¿Que hacían? -le cambia de tema el niño y frunce su ceño como su padre-

-nada, lo ayudaba a cocinar. -le restaba importancia-

-Para eso está Anette, por algo la contraté. -ahora se entrometia Ryan en su conversación-

-Ah bueno, si quieres dale vacaciones porque yo me ocuparé de la cocina. -menciona la ojiazul-

-¿Y también de la limpieza de toda la casa? -decia el Ross un poco sarcástico porque sabía que la mansión era grande-

Ella se posa delante suyo, parecía un reto.

-Obvio, Alex me ayudará con la limpieza.

-¿QUÉ? -responde el niño estando no de acuerdo- mamá para eso está Anette... que limpie ella.

Michelle toma de su oreja y lo jala para reprenderlo.

-¿Te olvidas que no estamos de a gratis acá? Cada día que estemos acá le tenemos que pagar o devolver el favor a tu padre, así que amablemente nos ocuparemos de la cocina y limpieza de la mansión. Porque cuando vayamos a casa no habrá una ANETTE. Y me vale madres si Ryan está de acuerdo o no, sino nos vamos a un hotel o nos regresamos a casa.

Ryan quiso intervenir para que no lo lastime.

-Ok, déjalo así Mich. Hagan lo que quieran aquí. Pero no lo lastimes -decia el Ross queriendo que Mich le suelte la oreja a Alex-

Ella lo suelta de mala gana.

-No lo estoy lastimando, lo estoy educando. Porque se nota a lenguas que vos solucionas todo con dinero y Alexander necesita disciplina, que lo corrijan. -menciona la muchacha- mira que los estaré vigilando de cerca a los dos y también me vale madres si eres dueño de esto o un empresario exitoso, o lo que sea, te interpones en mis decisiones o castigos hacia mí hijo y te las verás conmigo. ¿Ok?

Ryan traga grueso y asiente. No tenía mucho para recriminarle porque no tenía autoridad como padre sobre el niño.

Alexander puso una jeta y se sobaba la oreja que la tenía roja por el tirón.

-¿A qué venían? -indaga la ojiazul, a lo que Alex levanta la ceja, no se acordaba para que fue a buscar a su madre- ¿Porque venías a buscarme desesperado?

Hasta que el niño recordó...

-Ah, cierto. Te compr... -Ryan le hacía señas para que no lo imcluya- compré esto mami. Mirá...

Alexander le enseña una cajita con un reloj de muñeca de color rosa como ella le gustaba.

-¡Ay que bonito! ¿Lo elegiste para mí bebé? -dice muy halagada que la tuvieran en cuenta, cuando el adolescente asiente ella lo abraza- gracias...

Después del lindo gesto los tres fueron hacia la mesa principal y allí ya estaban Ángeles, Dallon, Knox, Elliot.

Michelle decide que Alexander se siente al lado de Elliot para que hagan amistades los primos pero él el adolescente debía fingir que se llevaban bien. Mientras esperaban a Ben, Ryan se sentó al lado de Dallon esperando por su hermano y la cena.

Cuando Anette lo ayudo a poner la mesa y trajeron la gran olla todos se quedaron asombrados.

-¿Que cocinaron?

Ryan movía la cuchara en el plato y removía las verduras...

-¿Sopa?

-¡Siiii! Mí bebé. Come que está muy rica, tiene muchas verduras. -decia la ojiazul muy entusiasmada-

Alexander no sabía que clase de cara poner, no le agradaba la sopa... pero si vio que Knox y Elliot comían a gusto.

-que delicia. ¿Lo preparaste vos Mich? -pregunta Angeles aún esperando que sirvan a todos para empezar a comer-

Dallon se puso de pie para hacer una bendición a los alimentos antes de empezar a comer, era costumbre en su familia.

-Provecho. -dijeron todos al mismo tiempo-

Alexander veía que todos comían menos él y su padre... lo más próximo a probar bocado era comer las carnes y el maíz.

-Knox te cambio ¿Me das un pedazo de carne y te doy un poco de zanahoria y calabaza? -le susurraba en voz baja-

Knox se reía porque la cena no era un trueque y negaba porque si quería comerse su plato.

-Bueno, ¿te doy mí plato y me das tu postre? -insistia el ojiazul y no quería comer-

Ryan se levantó para hacer una llamada fingida y salió del comedor. Todos les parecía extraño pero nadie objetó nada.

-¿Y está delicioso? Coman todo lo que gusten. -dice la muchacha-

-es verdad, con la zanahoria le da otro gusto. Gracias. -comenta Benjamín y viendo a su vez que su hijo se había comido todo el plato servido-

Ángeles notaba el extraño acercamiento de señor elegante que aún no conocía con su mejor amiga, no dijo nada al respecto pero si observaba cada movimiento cada reacción.

-¿A dónde habrá ido mí padre? -se preguntaba Alexander y busco una excusa para buscarlo- voy al baño... disculpen.

El ojiazul salió enseguida en busca del Ross. Recorrió varios posibles lugares como su oficina, su dormitorio y no estaba allí... hasta que llegó al pasillo que conducía a la cocina.

-Oh Dina. ¿Haz visto a mí padre?

La morena asiente y señala la puerta con una sonrisa ligera, estaba nerviosa por hablarle.

-gracias.

Ella habla antes de que el se vaya...

-¿Mañana nos vemos no?

Alexander asiente inocentemente, no pensaba que lo decía en modo de cita.

-Iujuuu -festejaba la muchacha- paso por ti por la tarde.

Ella se le acerca y le planta un beso en su mejilla dejando en claro sus sentimientos. Alexander se sorprende mucho porque no se esperaba eso de la chica. Sólo estaba pensando en encontrar a su padre para compartir la cena en la mesa.

Cuando abrió aquella puerta él estaba de espalda y por abrir una caja de pizzas.

-¡PAPÁ!

Ryan se sorprendió y casi se pone de hielo pensando lo peor, otro regaño de Michelle.

-¡Ay Alex! No me asustes así -casi le da un infarto-

El niño se le acerca y no puede evitar ver la deliciosa pizza que tenía frente a sus ojos...

-uhmm... ¿Me convidas un poco?

-¿No vas a comer sopa? Lo preparo tu madre para reforzar tu organismo que está en crecimiento.

-Si, si. Otro día como papá... -le resto importancia y tomo una porción para llevársela a la boca- uhmmm acabo de comer un trozo de nube...

-¿Porque? Jajaja -se reía Ryan por su chiste-

-porque estoy flotando. -decia el ojiazul saboreando su sabor, y aunque estaba fría no le importaba- ¿Donde había pizza?

-es de anoche, acá nada se desperdicia. -decia el Ross ahora comiendo él una porción- por eso siempre le digo a Steff que me las escuenda bien, por las dudas.

-buena jugada papá, siempre un paso adelantado a mamá jeje -le daba la razón, era un caso de emergencia-

Padre e hijo compartieron una pizza para cenar juntos. Cuando volvieron con la panza llena se sentaron con el resto pero Knox estaba distraído queriendo entablar alguna conversación con Elliot. Dallon platicando con Benjamín, Ángeles y Michelle también.

-¿El jefe? -pregunta Barnes pensando que Till lo había llamado de urgencia por trabajo-

-no, nada importante. No te preocupes -le resta importancia y Alex se sienta a su lado-

-Oye papá ¿Mañana quiero salir con unos amigos? ¿Puedo? -le pregunta el ojiazul pidiéndole permiso a su padre para saber si tenía su consentimiento-

Ryan rasca su nuca porque primeramente debía preguntar a su madre, su respuesta no tenía valor.

-¿Le preguntaste a tu madre?

-Ella me dirá que no, ya la conozco -se cruza de brazos-

-En el jardín trasero hay un salón de té ¿Porque no lo usas? ¿Querías ir con Knox? -indaga el Ross en voz baja-

-Algo así. Bueno, si tu lo dices, usaré ese lugar.

-Yo mañana debo ir a la oficina central, luego tengo una reunión con tu madre para hablar de los asuntos pendientes...

-Por favor, convencela de que no me lleve pronto, quiero quedarme aquí un poco más de tiempo. -le rogaba el ojiazul al castaño-

-hare lo posible pero la debería de saber cómo es tu madre: difícil de convencer. -decia el Ross tragando grueso-

A lo que Alexander saca de su interior de la playera un rosario y se lo entrega en mano.

-toma, es de la suerte. -dice el ojiazul con una leve sonrisa- me lo dio mí amigo Matt para salvarme de que mamá no me encuentre y pulverice.

Ryan lo aceptó y sonrió. Su hijo era muy valiente...

-¿Y ustedes dos que tanto hablan? -interviene Michelle viendo cómo levantaba los platos de la mesa- ¡Vamos Alex! Que los platos no se limpian solos.

-¿Qué? ¿Enserio me dices? -contesta el adolescente a lo que su madre se pone seria frunciendo su ceño-

-No estaba bromeando cuando te dije "que no estamos de a gratis y que nos encargaremos de la limpieza y cocina de la mansión". Ahora ¡Ayudame! -ordeno la mujer y lo obligó a hacerlo-

Elliot le causaba gracia al igual que Knox por eso Alex se sentía humillado y muy avergonzado.

Michelle lo obligó a lavar trastes mientras ella barría la cocina.

-Jum... Esto es peor que limpiar en casa. Leah la debe estar pasando genial sin mí. -menciono el muchacho quejándose-

-¿Y para que viniste? ¿Querías llorarle a Ryan todas tus miserias y cumpla tus caprichos? -enarca la ceja, porque no le gustaba que se esté quejando harto de su vida y la compare- Alexander somos de una familia humilde, que no te cambie un puñado de dinero y sabes que por más millonario que sea tu padre jamás comprará el amor de nadie, por eso esta solo.

Ryan estaba detrás de la puerta escuchando su conversación, él traía consigo algunas cosas para ayudarla a limpiar pero se arrepintió de hacerlo. Quería ser amable pero las crueles palabras de Michelle le hicieron ver la realidad: que estaba sólo y nadie lo amaba de verdad. Así que no intento más nada y se fue dejandolos a solas.

-Tu porque no lo conoces, es muy buena onda. -le contradecía Alexander a su madre- no puedes juzgarlo por su primera impresión... Todos aquí me han tratado humildemente. -no quiso decir que se llevaba mal con Elliot porque sabía que ella se molestaría- deberías de darte el tiempo de poder hablarle...

-¿Para qué? Te dije que lo conozco mejor que vos. Ryan y yo fuimos amigos desde la secundaria, luego salimos de novios ¿Te piensas que no lo conozco lo suficientemente? -enarca una ceja indignada-

-Para mi que él cambió pero no quieres reconocerlo. Eres muy necia mamá.

-¿Disculpa? Pero tu también lo eres, por algo estás aquí cuando te dije que no lo intentes. -como la discusión entre ellos iba a ser infinita, Michelle aceptó su reto- Y está bien, aceptó tu petición: voy a tratar de conocer mejor a tu padre pero en la primera que me miente nos volvemos a casa. ¿Ok?

Alexander estrecha su mano, ahora tenían un trato. El confiaba mucho en las palabras de su padre pero como su madre se negaba a escucharlo no tuvo mejor idea que ponerla a prueba para que ambos se lleven mejor y no estén peleando.

......

A la tarde de ese mismo día el chófer de la mansión trasladó a Michelle donde había acordado con Ryan de hablar a solas sobre Alexander y otros asuntos.

Ahora que estaba más calmada podía disfrutar la belleza de Inglaterra que no pudo apreciar cuando habla llegado del avión. Miraba por la ventanilla como el cielo estaba nublado y llovía apenas un poco.

Al llegar al punto de encuentro de la reunión: no cita porque no lo tenía como algo romántico. Entro al café y vió que Ryan estaba allí sentado portando un traje y su laptop escribiendo algo.

-No puede ser, llegue tarde -menciona Michelle observando que el Ross se quite sus anteojos-

-No, yo llegue temprano. Hace unos minutos. -menciona viendo su reloj de muñeca-

Michelle se sienta delante suyo y notaba que algo había cambiado en él. Parecía más serio pero no quería confiarse de las apariencias, para ella seguía siendo el mismo cobarde de siempre.

No sabía de qué hablarle porque algo bonito no le surgía, más bien tenía atascado una espina en su garganta y tenía tantas cosas por decirle que de seguro lo hiriera.

-Michelle... vamos a ser claros por el bien de nuestro hijo.

-¿Nuestro hijo? Más bien mí hijo, porque nunca te has echo cargo de el... -empezo ofendida- ni siquiera lo has ido a visitar un día...

Ryan puso los ojos en blanco y no se animaba a decirle que si lo había echo pero no tuvo contacto con el pequeño. Pero ella pidió amablemente a una chica del lugar el menú y elegiría que tomar...

-Michelle... Puedo percibir que aún me odias, puedo entenderlo pero no quiero estar así contigo toda la vida. -menciona un poco decepcionado el castaño y también elije pedir algo-

-No por menos, me has mentido toda una vida Ryan y quieres que amablemente te acepte y finja demencia. No te hagas el menso conmigo, somos grandes. Sabes perfectamente porque lo nuestro terminó.

-¿Por el hijo de Sarah? -el castaño enarca una ceja un poco ofendido- te explique y te di las muestras necesarias de ADN para demostrarte que no era mí hijo.

-Si, claro -le dice irónica- ¿Y de quién va a ser? ¿de Brendon? Jajaja -se reía la azabache y luego se pone seria en el asunto- no me importa el echo de como fue pero te la echaste a la perra en nuestra fiesta de graduación... encima estaba embarazada de tu hijo...

-Michelle lo que haya echo con mí vida es mí asunto. ¿Porque me tengo que sentir culpable? Si, lo hice y la cagué. No sabía que Alex era mí hijo porque tu también nos has mentido a mí y a Garrett por años pero nadie puede culparte. Pero ¿también me vas a culpar por haber salido con Keltie? -decia el castaño siendo sincero desde el principio y como veía que el tema se estaba poniendo picante prefirió bajas los humos-

Michelle estaba por irse sin siquiera haber empezado a tomar el café, porque ya era mucha ofensa pero el la sujeta de su mano...

-Espera... lo siento. -dice el castaño y se siente avergonzado- en verdad quiero que nos llevemos bien por el bien de Alex... no me gusta tener que estar siempre a la defensiva contigo y me trates mal.

-Pues te lo mereces. Nunca fuiste capaz de poner una mínima de voluntad cuando estabas en USA, me dejaste sola con Alex y ahora lo quieres... -espeto seriamente sin titubear- ¿Para que? ¿Es tu venganza? No te pudiste quedar conmigo y me quieres robar a mí hijo.

Ryan se sentía indignado y no sabía si ella tenía amnesia o se hacía la mensa.

-eso es mentira, fui muchas veces a buscarte pero siempre te negaste a verme o hablar conmigo. Hasta te dije que vayas al aeropuerto porque me venía para acá.

Michelle se cruzó de brazos porque la discusión no iba a ningún sentido...

-Yo no olvido las cosas. ¿Cuando fuiste a buscarme? -le preguntó directamente, no le gustaba que la tratarán de mensa-

-Cuando nacio tu niña, le dejé una carta a Alex y Garrett me atendió.

Ella recibe la taza de café que fue puesta frente a sus ojos pero ya le valía madre, ni hambre tenía.

-eso fue hace mucho.

-me habían dado una beca de estudios y luego empecé a hacer la pasantía y a trabajar en la empresa de Lindemann. -le comenta el Ross el después de su partida-

Michelle recuerda aquel tío de Garrett, con el cual renegó durante años por ser el causante de la ausencia de su pareja en la casa.

-Ese tío de Garrett es el mismo demonio... Ya me parecía.

Ryan aún seguía con su relato acerca de su pasado y del porqué "había desaparecido".

-queria tenerlos cerca pero lo único con lo que podía ayudarte era con enviarles dinero para la escuela de nuestro niño.

-Yo no recibí nada Ryan, deja de hablar patrañas. -ella pone sus ojos en blanco- Hubieras llamado por teléfono...

-No pude, habían cambiado el número. -dijo cabizbaja el castaño-

Michelle suspiraba rendida y a la primera persona que se le vino en mente y que pudiera hacer tanta maldad era Garrett. Sabía que discutir esos asuntos no llevaría a nada, sólo sé ponían tensas las cosas. Trató de meditar y recordó que tenía un reto con su hijo de poder llevarse bien con Ryan, como él quería.

-Bueno. Entonces el único hijo que tienes es Alexander ¿no?

Ryan para relajarse un poco bebé un poco de café, estaba nervioso.

-Si.

-pense que con tanto dinero que tienes... ¿no te conseguiste esposa? -indaga la azabache-

Ryan sonríe y niega a su vez.

-es que no tengo tiempo de conocer de gente. Estoy todo el día trabajando en la oficina de la mansión y en mis ratos libres tocó música.

Michelle suspiró, pensó que ahora por lo menos no tendría que lidiar con ninguna vieja millonaria.

-Bueno, yo estoy con Garrett pero lo nuestro no está del todo bien que digamos.

-¿Porque? -pregunta rápidamente el Ross sintiendo curiosidad si todo iba bien con el pelilargo o no-

-no seas chusma, no voy a contarte. Ya te pareces a Spencer. -le dijo la muchacha indignada- Con respecto a Alexander... ¿Que tienes planeado hacer?

-En lo único que estamos de acuerdo es que queremos lo mejor para Alexander ¿Verdad? -menciono Ryan serio y fue directamente al grano- quiero que Alex lleve mí apellido y el tuyo.

-¿Qué? ¿Enserio me dices? -dice muy sorprendida la ojiazul-

-Si, Yo soy parte de la unión británica. Tengo la residencia permanente y soy inglés. Aparte quiero dejarle toda mí herencia a mí hijo, para eso necesito que lleve mí apellido. No me importa si Garrett está de acuerdo o no, ahora Alex ya sabe la verdad.

-¿Y quién dijo que la opinión de Garrett importará? -enarco una ceja porque ni a ella misma le afectaba- está bien, si lo ves desde ese punto de vista... espero que no sea un truco tuyo para luego quitarmelo.

-Alex me contó que quiere ser básquetbolista profesional, quiero ayudarle a cumplir su sueño -le dice el Ross y cierra sus ojos- tengo que recompensar todo nuestro tiempo perdido... Él quiere lo mismo.

-Lo sé. Lo vi muy feliz cuando está contigo pero siento que lo estás mimando mucho y cuando vuelva a casa yo no tengo lujos para ofrecerle. -dice preocupada la ojiazul- no somos adinerados.

-Entiendo. Te ayudaré en lo que haga falta. Por nuestro hijo. -Ryan intenta tomar su mano, hace mucho que no tenía esa clase de contacto de piel con piel con Michelle-

Pero rápidamente la azabache recordó sus problemas de estudios en su ciudad y no quería que Alexander se volviera un vago sin futuro.

-¿Cómo le haremos con los estudios de Alex? Últimamente sus notas son pésimas pero se está esforzando en subirlas... pero tiene unas amistades que no lo dejan crecer. -le comenta la ojiazul- por eso venía renegando, no me hacía caso y se estaba volviendo un rebelde sin causa. Hasta la rectora me informa que a veces va a clases, a veces no. Que se pone a fumar con sus amigos... -ella se estaba estresando con solo contarle- y cuando quiero ponerlo en su lugar se pone buenito para complacerme... pero lo tengo que castigar igual.

-Entiendo. Yo podría hablar con él. -decia el Ross como otra via de alternativa-

-A ti que apenas te conoce te hace más caso que a mí -ella se angustia- yo que tanto lo cuide, lo amo con toda mí alma, mí niño... -Michelle lagrimea un poco- cuando vuelva lo pondré en un colegio de paga con Knox y Leah.

-¿Iba a colegio estatal?

-Si, fue la gran idea del señor -lo decía por Garrett y haciendo su cara de disgusto- tu sabes que jamás estuve de acuerdo, más porque los niños de ahí son malos, jamás me equivoco.

Ryan se quedó pensando él porque Alexander iba a un colegio estatal cuando el mismo le pasaba dinero por correo. ¿Donde estaba ese dinero?.

-¿Cuánto tiempo planeas quedarte?

-no mucho, tengo que volver por mí hija. -le decía su preocupación- debe estar sola...

-¿Y Garrett no cuida de ella?

-ese apenas se cuida así mismo... ya no es el mismo de antes. -Michelle no quería decirle que el señor le fue infiel y que la agredió varias veces, solo prefirió guardar ese secreto- Si Alex tiene tu apellido ¿Podrá estudiar en alguna universidad de Londres?

Ryan asiente bebiendo un poco de café.

-Por supuesto.

Eso la dejaba más tranquila a la azabache, cuando terminaron de hablar salieron afuera del café y aún lloviznaba.

-¿Porque nunca me dijiste que viniste a vivir aquí? ¿Sabías que era mí sueño? -le dice la ojiazul extrañadamente mirando el paisaje de una ciudad-

-Si, lo sé. -el castaño sentía mucha nostalgia, porque adentro suyo tenía cosas pendientes- tenía muchos planes en mente contigo. Hubiéramos vivido muy felices los cuatro.

Ella sonríe pensando que el cuarto no sea Garrett.

-¿Los cuatro?

-Por tu niña. -lo decía por Leah el Ross pero no se acordaba de su nombre- pero bueno, después comprendí que no todo se puede obtener en la vida, ni siquiera el dinero puede comprar el amor de nadie, por eso no lo intento.

Ryan pensó en aquella palabra que la misma chica le había dicho a su hijo...

-Pense que no lo intentabas porque eras un cobarde.

-¿Tiene caso que lo intente ahora? A estas alturas de mí vida. -dice el Ross con una leve sonrisa y la mira- yo creo que no.

-¿No intentaste buscar a Sarah? -dice la ojiazul seriamente-

Ryan enarco una ceja, pensando que tenía que ver Sarah con ellos y su relación.

-Disculpa... Pero ¿que tiene que ver Sarah? -frunce su ceño un poco confundido-

-¿No eran pareja cuando estaban en USA? Vivían juntos. -se justificó la azabache sonriendo de medio lado-

Ryan estaba indignado totalmente pero ante su seriedad prefirió reírse...

-jajjaja ¿enserio te creíste eso?

Michelle se molesta porque no era un chiste, le preguntaba en serio y lo empuja un poco...

-¿De que te ríes? No me estoy riendo, te hablo en serio. Yo sufri mucho por tu estupidez.

Ryan lo asimila y él también habia compartido aquel sufrimiento. Notó lo poco tensa que estaba la chica y vio que tenía su mechón fuera de lugar...

-Lo siento pero no. -el se acercó y acomodó su mechón por detrás de su oreja, la ojiazul se quedó helada sentía su corazón palpitar fuerte contra su pecho- Nunca fuimos nada, jamás me interesó en tener una relación con esa mujer... me engañó diciendo que su hijo era mío, destruyó lo nuestro, nuestros planes y arruinó mí vida. No puedo perdonar a alguien así.

Michelle hasta muda se había quedado porque lo tenía frente a frente, ahora que le prestaba más atención estaba más grande y sus ojos avenallanas que brillaban con la poca luz del día porque estaba atardeciendo. Así que trato de hacerse la difícil y corrió su mano para que no la tocará de nuevo, no quería perder la noción ni olvidar sus sentimientos de discordia contra el Ross.

-Pues, tú te lo buscaste por meterte con ella. Mira que yo puedo ser tonta por elegir a Garrett pero tu eres más menso por enredarte con esa zorra, y eso que te lo advertimos.

-no hablemos de eso, por favor. -le suplicó Ryan- olvídalo. Hagamos una tregua para llevarnos bien.

Ryan extiende su mano para estrecharla a la suya.

-Ok. Pero mantengamos la distancia por favor -ella le estrecha su manoy la suelta rápido para ponerla en su bolsillo- no quiero que te hagas la cabeza ni mucho menos darle ilusiones falsas a nuestro hijo.

Ryan asiente y llama a su chófer. Cuando llega el auto negro él le abre la puerta como todo caballero a una dama y le da indicaciones para volver a la mansión.

Michelle enarco una ceja porque Ryan cerro la puerta del vehículo pero no pensaba acompañarla y volver con ella.

-¿No subes?

-¿No dijiste que no me haga la cabeza y no debíamos darle ilusiones a nuestro hijo? -le contesta con sus mismas palabras-

-Genial. -ella se indigna- después nos vemos entonces.

-Tengo una reunión en otro lugar con mí jefe en media hora, llegaré para cenar. -le dice Ryan su verdadero interés, no podía ir porque tenía otros asuntos que atender antes de volver a la mansión-

-Ok, no tienes porque darme explicaciones, sino eres mí esposo. -dice la ojiazul y cierra la ventanilla-

El vehículo se marcha y Ryan se queda viendo hacia el horizonte. Aún no podía creer lo que causaba esa chica en si mismo, era muy intensa pero amaba su carácter. Así que sonrió de medio lado pensando que sería difícil volver a conquistarla pero no difícil... Vio que ella podria tener algún interés a futuro en renacer su amor.

.....

En el jardín de la mansión:

-¿A dónde vamos Alex? -dice dubitativo Knox acompañando al adolescente a cierto lugar que su padre le recomendó-

Cuando llega al lugar le indica a Knox que lo espere aquí para ir a buscar a una persona... El niño pensó que haría las paces con Elliot así espero tranquilo leyendo un libro.

Alexander vuelve corriendo a la mansión y en la entrada estaba esperando la chica morena, que estaba cambiada y perfumada para su cita.

-¡Dina! -levanta su mano para llamar la atención de su amiga-

La niña se entusiasma porque el chico no la había dejado plantada.

-Hola Alex. Si viniste.

El ojiazul llega y sonríe.

-Si. ¿Cómo podría fallarte? Te lo prometi.

Asi que amistosamente toma su mano y la lleva hacia el jardín trasero. La chica estaba sonrojada a más no poder.

-¿A dónde vamos Alex?

-Yo no puedo salir de la mansión sin el permiso de mís padres. Así que me dijeron que puedo estar aquí.

La chica vio una pequeña casita del té, lugar que ya conocía y abrió sus ojos pensando que su primera cita sería con Alexander íntimamente pero su cara se desilusiono al ver al niño sentado allí.

-¿Es tu amiguito?

-Si, se llama Knox. -los presenta-

-Si lo conozco, siempre están juntos. -decia la niña y se sienta, estaba un poco incómodo por la situación- pensé que estaríamos los dos a solas...

Alexander se reía, nunca lo había imaginado...

-Si, ¿pero eso no sería una cita? -pregunta el ojiazul no captando el momento-

-pues si. -murmura la morena y saca su móvil- ¿Que planeaban hacer aquí?

-Tomar algo, nos trajimos unos batidos helados de frutilla y café -dice muy emocionado el muchacho-

La niña sonrió de medio lado, lo veía muy inocente a los chicos pero entendió que necesitaba ser más clara acerca de sus intenciones...

-Dina ¿tu trabajas aquí? -le pregunta el niño Weekes-

-Si, desde que soy niña. ¿Y tu Alex cuántos años tienes? -le cambia de pregunta y le habla a Alex directamente-

-tengo 16 y Knox 11 años. Somos de Estados Unidos.

-¿Por cuánto tiempo te quedas? -inquiere saber la morena con mucho interés-

-hasta que terminemos la vacaciones. -le contesta Knox tomando su batido-

-¿Enserio? Es muy poco tiempo. -ella se le encima más al ojiazul- ¿No se pueden quedar más tiempo?

Alexander se enocoge de hombros y trata de sacarla de encima... aún cuando la niña estaba cerca suyo no tenía otras intenciones aunque ella le hacía ojitos de borregos. Los mismos con lo que Nicole le hacía puchero y se rendía.

-Despues tendremos que volver, no tenemos de otra.

Ella trata de tocar su mano pero siempre estaba expectante la mirada del niño Weekes.

Alexander nota que su celular suena y ve el nombre de su novia intentando llamarle pero como estaba ocupado le corta.

-¿Quien era? -pregunta Knox al ver la seriedad de su amigo-

-es Nicky. No sé que querrá... quedamos ayer de hablar hoy por la noche -decia el muchacho un poco preocupado-

-¿Nicky? ¿Quien es? ¿Tu amiga?

Knox recordó que era secreto que Alexander tenía novia así que asintió dándole la razón. A ver si la niña lo exponía en toda la mansión, sería doblemente castigado de por vida.

Cuando terminaron de pasar la tarde volvieron a la mansión y cada uno a hacer sus cosas. Alexander vió que su madre llegaba sola y fue a recibirla con un abrazo.

-¡Má! ¿Cómo te fue? -decia el niño con una sonrisa pensando que habían llegado a un acuerdo-

Michelle lo abraza y mira a sus ojos... y aunque estaba algo indignada por la charla con el Ross en algo si estaba de acuerdo...

-Alex... tu padre prometió cuidarte y hacerse cargo de ti. Piensa ponerte su apellido. ¿Tu quieres?

Alexander trago grueso, no sabía que tan avanzada estaba la cosa entre ellos...

-¿Enserio? Eso quiere decir que todo esto...

Ella frunce su ceño y estira de su oreja.

-¡No Alex! ¡No sueñes con ser millonario! -espeto como una orden para que no se haga ilusiones- Este es el logro de tu padre, él debe disfrutarlo. Tu debes ganartelo y empezar de cero como te hemos enseñado.

-¡Ay! ¡duele mamá! -se quejaba el ojiazul y ella lo suelta- Ok, entendí. Pero ¿no es más fácil decirlo que aplicarme el aprendimiento?

-es que tu no entiendes. -le dice la muchacha y vio que tenía que poner orden en la casa- bueno, a limpiar la sala, que no estamos gratis aquí.

Michelle llama a la señora Stefany y le pide amablemente una cubeta de agua, perfume para piso, lavandina, guantes, una escoba y una palita.

Ángeles bajaba a buscar a su niño y se encontró con Alex y Michelle limpiando, le dio gracia porque Mich no descansaba ni en sus mismas vacaciones...

Llamo la atención de su amiga y ella dejo que Alexander se encargue del resto mientras platicaban y se ponían al día.

-¿Sabes a quién vimos aquí? -le susurra la azabache en el oído de su amiga, ahora que tenía el chisme en la punta de su lengua quería saber todo-

-¡No! ¿A quien? -inquiere saber urgentemente antes de quedarse con la intriga-

-El fastidioso Puto. -menciona en voz baja, no podía con tanta bronca que le tenía-

Michelle trataba de pensar de quien podría tratarse y no lo asimilaba, así que ella la llevo de su mano hacia la cocina para hablar mejor...

-¿Que puto?

Ángeles puso los ojos en blanco y no quería gritarlo para que su niño escuche y se entere toda la mansión, no quería pasar vergüenza.

-El puto de mí ex. Brendon.

-¿Qué? ¿Y que hace aquí? -enarco una ceja indignada- Yo pensé que se lo habían secuestrado los aliens, como desapareció misteriosamente...

Ángeles niega de la risa...

-Ni los aliens lo quieren, de eso no tengo dudas.

-se chingo a toda la galaxia -se burlo la azabache-

Ángeles se pone frente suyo y le habla despacio en voz baja, quería sacar sus dudas...

-el tema es que me parece extraño que viva aquí y con Ryan... no será que ellos... -le insinuaba sus sospechas que si ellos no convivían como pareja de homosexuales- Ya sabes...

Michelle casi se atragante con su saliva... recordando que en el pasado Brendon casi se viola a su novio en secundaria, ahí sospecho aún más.

-¿Qué? No bueno, de Brendon no lo dudo pero de Ryan... -ella se puso pensativa recordando el pasado y las cosas que hacían, hasta hace unos momentos que Ryan se le encimo tocando su cabello- naaambre...

Ella negaba ladeando su cabeza, no es que dudaba de la sexualidad del Ross pero siempre le hizo saber que nunca le interesó las personas de su mismo sexo. Hasta que se sonrojó por recordar lo que sucedió hace unos momentos...

-Ah cierto. Creo que tu teoría se caerá...

-¿Que? ¿Porque? -insiste en saber la señorita Weekes, ahora le dio más curiosidad y más viendo el leve sonrojó de su amiga en sus mejillas-

-Estuve hablando con Ryan y me dijo que no anda con ninguna vieja. -menciono la ojiazul- esta vez quiero creerle...

Ángeles se le acerca un poco pícara...

-Uhmm ¿porque? ¿Te dio esperanzas de algo? -menciona con un tono sensual, pero Michelle estaba nerviosa y sería ante el asunto-

-Tu sabes perfectamente que lo nuestro murió hace años, no va a surgir nada de las cenizas.

-ya lo creo -decia graciosa Ángeles sin creerle que ella aún sentía algo mínimo por el Ross-

Justamente llega la cocina Benjamín e interrumpe con el chusmerio de las mujeres... Ángeles nota la mirada fija de Michelle puesta en ese hombre y busco alguna excusa para dejarlos a solas.

-Ire a buscar a mí Dally Wally, debe estar en la biblioteca... -menciona la azabache antes de irse-

-¡Oye Angy! Espera... -Michelle quiso detenerla sin caso alguno-

Pero el muchacho no era un metiche, el estaba enfocado en preparar la merienda para tres personas.

-Disculpame Benjamín que sea tan metiche. ¿Enserio viven y trabajan aquí? ¿Ryan y vos? -saca un tema de conversación que le parecía intrigante-

Benjamin voltea y le sirve café a la chica, otro para el. El tercer café fue puesto en la charola para llevarle a su hijo.

-Si, es que hace algunos años falleció mí esposa... tanto Elliot como yo caímos en depresión hasta que Ryan nos ayudó. -dijo Barnes y ella prestaba atención- nos dio contención a los dos y me dijo que pudiera quedarme el tiempo que necesite, que no le molestaba.

-Pues claro, si vive solo en esta gran casa. -recordo que la mansión era inmensa y pensó que por ese motivo los invitó a vivir aquí- Yo me muero del miedo y la angustia si llegará a vivir sola en un lugar así. No podría.

-Somos una gran familia. -Benjamin estaba por llevar la charola y sonrió- tienes que conocer a mí hermano menor Chuck y a Brendon. Son parte del hogar aunque no convivan mucho aquí...

Michelle pensó en Brendon que ya lo conocía y puso sus ojos en blanco: "si moría de ganas por conocerlo" decía por sus adentros sarcásticamente. Aunque lo veía muy atento con su niño y hasta consigo misma, se quedaba impresionada porque era lo que justamente quería de un buen esposo, que sea atento hasta con sus hijos y se notaba a kilómetros que Benjamín adoraba a su hijo Elliot.

......

Alexander había terminado por limpiar toda la sala él sólo, porque su madre se fue con su amiga para charlar por allí.

Cuando termino de hacer su labor se encontró con que Elliot bajaba de las escaleras y sonreía de medio lado. Eso le hizo parecer que se burlaba de su castigo.

Lo ignoró y fue a su habitación, se tiró a su cama para descansar... Cuando te percató de su móvil lo encendió y tenía más de veinte mensajes y algunas llamadas perdidas proveniente de los Estados Unidos. Frunció su ceño.

Los primeros mensajes eran de Matt:

Matt: ¿Alex que onda está foto? 😐 ¿Ya te olvídate de Nicky?

Él no entendía nada hasta que abrió la foto que le había enviado. Era el mismo frente y cara a cara a Dina, esa imagen sin querer fue a subirse a su historia de Instagram y muchos la vieron...

Nicky: ¿WTF? ¿Quien es ella? ¿Mí reemplazo? 😦😦😢😥😖😖😭😭

Alexander se tomó la molestias de responder los mensajes para dar explicaciones pero no contestaban...

Se angustió un poco y se sintió culpable porque Nicole, su novia estaba mal entendiendo las cosas y él no podía hacer nada a la distancia...

No podía creerlo ni él mismo, se estaba sintiendo mal y sollozo un poco.

Alex: Nicky?🥺🥺🥺 Quiero hablar contigo, te extraño 😭✓

Él se recostó pensando que la niña le respondería pero eso no ocurrió...

Luego su madre llamó a la habitación para avisar al niño que la cena estaba servida en la mesa. Le pareció extraño que su hijo estaba durmiendo siendo que no era ni de noche. Se recostó a su lado y acarició su cabello, él apenas abrió sus ojos azules y estaban cristalinos...

-Cariño... ¿Que ocurre? ¿Estuviste llorando? -su madre se dio cuenta enseguida-

Alexander negó, en verdad no quería decirle que era un problema de desamor que fue un error, no era real.

-no mamá... estoy bien. -él se sentó a su lado- ¿Vamos a comer pizza?

-¿Quién dijo que haríamos pizzas? -enarca una ceja incrédula- hasta sueñas...

Alexander se asustó un poco... no quería pensar que otra vez harían sopa.

-¿Pero no es sopa? ¿verdad?

Michelle sonreía y negaba, le daba gracia ver lo identifico que se parecía a su padre tanto en apariencia y sus acciones... las pizzas son su debilidad.

-Hoy cociné pescado grillé con ensalada... -menciona la ojiazul y el ojiazul solo se encogió de hombros, sin quejarse- vamos

Michelle para animarlo lo tomó de su mano y ambos fueron juntos a la mesa.

......

En Las Vegas:

Nicole luego de ver la foto de Alex con una chica desconocida estaba sola en un café y muy pensativa, no podía obviar la foto que había visto y ni él mismo podría negarlo. Intentó contactarse pero el muchacho rechazo su llamada, luego no intento más nada, ni de molestarlo. Su amiga Melissa llega junto a Matt y ella la abraza fuerte para consolar su dolor.

-¿Y te dio alguna explicación?

-No... yo creo que ya fue. -dijo la rubia muy negativa al respecto, no podía siquiera beber la taza de café que pidió para levantar su amigo- estoy muy angustiada, por lo menos me hubiera dicho que se enamoró de alguien más... Yo como una estúpida molestándolo...

Nicole se aferra a los brazos de su amiga...

-debi suponerlo... no estaba enamorado de mí. -su voz se quebraba al decir aquellas palabras-

Matt, quien estaba allí frente suyo le dio rabia la situación y no poder hacer nada. No podía abrazarla ni tampoco enfrentar a su amigo para que le e explicaciones.

-Ash Alex... ¿En qué estás pensando amigo? -penso por sus adentros y se fue dejando a las chicas, lo que evitando era que Nick se entere porque si lo hacía se iba a enojar mucho-

Melissa se sentó a su lado y la miró fijo.

-Entonces ¿Se terminó?

Nicole asiente y con cara triste, se aguanta las ganas de llorar porque apenas lo había disfrutado dos días en pasar tiempo con Alexander. Se había prometido tantas cosas que ahora todo eso no tenía sentido para ella.

-Si solo pudiera hacer algo... pero no puedo... Él está en Londres y dudo que regrese... y yo jamás podría ir a verlo. ¿Y para qué? ¿Para que me refregue su nueva y mejor novia inglesa? -decia la rubia frustrada-

-Lo bueno es que no te enredaste mucho con él y será más fácil superarlo si no está aquí.

-amiga... yo lo amo. A mí nadie me borrara este sentimiento. -decia la niña sobre como se sentía al respecto- me duele... me duele que todo haya terminado así...

-ya pasará, eres joven y hay muchos chicos guapos que querrán salir contigo. -Melissa trataba de ver el lado bueno a las cosas-

Pero eso era lo que justamente lo que Nicole no queria hacer. Muy en el fondo de sus sentimientos quería creer en las palabras de su novio y pensar todo era un mal entendido. Si eso fuera verdad, si aún Alexander sentía algo por ella, él se comunicaría más tarde, sino estaba dispuesta a dar vuelta la página y a olvidarlo.

-Continuará-

Holis, espero que les haya gustado la parte 2. Gracias por leer 😊🍿

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