MALA SUERTE
me aburrí de esperar a mañana :v
MALA SUERTE
No recuerdo cuantas veces eh tenido que pasar por esto... no física... si no mentalmente.
Todo comenzó hace siete meses cuando Lynn perdió un partido al que me obligo a ir, ese sería mi primer día libre en meses... y ella lo arruino.
Supongo que también fue mi culpa, si no hubiese insistido con eso... tal vez no tendría que soportar esto cada vez que cierro mis ojos para dormir.
¿pero podrían culparme? Eh sido su esclavo toda mi vida, ¿acaso no tengo derecho yo también de disfrutar de mi libertad?
Al parecer para ellas no... solo que llegado a este punto me importa un carajo, seré libre de una forma uh otra, aun si debo dar mi vida como pago.
Aunque supongo que no fue tan malo... al fin y al cabo aprendí... aprendí y ellas me lo confirmaron con su estúpido protocolo...
Si les doy la oportunidad de lastimarme... lo harán sin dudarlo.
Si no tengo el control de todo... las cosas se volverán en mi contra.
Si no estoy lo suficientemente preparado para la próxima guerra... yo soy el que saldrá perdiendo.
Supongo que tendré que vivirlo hasta que no pueda olvidarlo, hasta que esas tres simples ideas queden grabadas en mi mente a punta de fuego.
Y aquí vamos de nuevo...
El cielo estaba obscurecido, pues una gran cantidad de nubes profetizaban la inminente llegada de una tormenta que comenzaría en cualquier momento, y en la casa de la familia más ruidosa de Royal Woods podemos observar las luces encendidas y dentro de ella, a varias de las hijas haciendo sus actividades cotidianas, aunque con algo de dificultad, al fin y al cabo, ya llevaban un mes sin recibir ayuda del único hijo varón.
Y hablando del hijo varón... este se encontraba afuera de la casa, en el patio trasero para ser exactos, a riesgo de terminar empapado por la inminente tormenta, y contraer alguna enfermedad a causa de esto, pero para ser honesto, eso ya no importaba, llegado a este punto de su vida ya no importaba, no sería la primera vez, desde que comenzó el asunto de la mala suerte ya había sucedido por lo mínimo tres veces, y el que usara un sucio traje de ardilla no ayudaba en nada, sino que empeoraba la situación, pues si llegaba a mojarse tardaba días en secar y dejando un olor completamente nauseabundo, pero que podía hacer, al fin y al cabo... él lo provoco.
¿o no?
Tirado en el patio intentando no agonizar del dolor, el niño de cabello blanco recorvada lo que había sucedido tan solo unos minutos atrás, pues en un descuido de sus padres y sus hermanas, la integrante más joven de la familia, había logrado salir de la casa por la puerta trasera, la pequeña infante caminaba hacia su hermano, el cual observaba el cielo, implorando a cualquier dios misericordioso si es que este existía, que acabara con esto, de una forma u otra, con cada día que pasaba la idea de ser recibido en la casa nuevamente con los brazos abiertos se desvanecía, y en su lugar la idea de poder descansar en el consuelo de la muerte se hacía más lucida, pero todo cambio cuando una pequeña niña de cabello rubio, a casi nada de llegar a blanco llego junto a él, sacándolo de su trance.
Ya hacían semanas que el joven albino no había visto a la pequeña que estiraba sus brazos frente a él solicitando ser cargada, pues desde que comenzó la estupidez de la mala suerte la habían alejado de él, con el pretexto de evitar que la mala suerte la dañara, el albino solo estiro sus brazos y cargo a la inocente criatura que se encontraba frente a él, la acerco y esta lo abrazo, el niño de solo 11 años comenzó a llorar de alegría, pues sin importar la mala vida que llevaba ahora, su pequeña hermana seguía amándolo, una sonrisa muy grande se formó en la infante, ya que sin duda alguna había extrañado estar cerca de su hermano, y ahora estaban juntos otra vez... es una lástima que eso... no haya durado.
La puerta trasera de la casa se abrió de golpe, mostrando a varias de las hermanas completamente furiosas, todas salieron con dirección al albino que parecía no querer separarse otra vez de esa inocente criatura que lo mantenía al borde de la cordura, lastimosamente no pudo cumplir con ese objetivo, la mayor de las hermanas tomo a la infante y la jalo con la intención de separarla de su hermano, pero esta parecía aferrarse a él con todas sus fuerzas, las tres hermanas restantes tuvieron que tomar al albino para que este soltara a la pequeña niña, lastimosamente una notable desnutrición jugo una parte importante en esta batalla, la cual el chico perdió, pues no era rival para las tres chicas al mismo tiempo, por su parte la mayor de las hermanas cargo a la infante y la llevo hacia la casa, mientras que la pequeña niña estiraba su brazo hacia su hermano con la intención de regresar con él, y el albino en respuesta hacia lo mismo, estiraba su brazo con la intención de alcanzar a su joven hermana, para poder estar juntos nuevamente.
Se escuchó el azote de la puerta, y el joven albino comenzó a sentir un escalofrió en la espalda, el ya sabia lo que eso significaba, no era la primera vez que pasaba, dos de las tres hermanas lo tomaron por los brazos, mientras la tercera lo golpeaba, lo golpeaba como si lo odiara... lo golpeaba como si nunca en su vida lo hubiese llamado hermano, el albino solo observo a las tres castañas y cerró sus ojos, la experiencia le había enseñado que así era más fácil ignorar el dolor.
Y ahí estaba ahora, tirado... intentando aguantar el dolor, recordando esos bellos segundos en los que él pudo volver a estar con su hermanita, cerró los ojos nuevamente y dejo que el agotamiento le venciera, quedando inconsciente para poder descansar... la lluvia comenzó a adornar la ciudad... y a lo lejos podemos observar una camioneta roja siendo conducida por un hombre mayor, con una notable ira en su rostro, pues hace solo unos minutos había sido informado de la tortuosa situación por la que pasaba su nieto.
El joven albino abría sus ojos muy lentamente, su sueño había sido perturbado por una acalorada discusión dentro de la vivienda de la que había sido desterrado, no estaba muy seguro, pero creía escuchar a su abuelo discutir el por qué lo habían confinado, y permitían que sus hijas lo golpearan, a lo cual los padres de la numerosa familia se defendían diciendo que no podían poner en riesgo a sus hijas, además de desconocer completamente que sus hijas golpeaban a su único hijo, la discusión continuo unos minutos, y la puerta que veía al patio trasero fue abierta, la persona que abrió la puerta camino en dirección al joven que actualmente imploraba que no fuera una de sus hermanas quien saliera a buscarle.
El adulto mayor tomo a su nieto y lo acostó boca arriba, tomo la cabeza del disfraz y se la quitó, mostrando a un niño de once años con ojeras a causa de no poder dormir y no dejar de llorar constantemente, una notable desnutrición debido a que solían olvidar alimentarlo, y varios moretones cubriendo las pocas partes que se notaban de su cuerpo, nacientes por los constantes golpes que le daban sus hermanas, el veterano de guerra no pudo hacer otra cosa más que abrazar a su nieto y llorar por el en medio de la lluvia.
Albert cargo al joven albino, atravesó la casa donde pudo ver a su hija y a su yerno con una notable decepción y vergüenza por no notar antes el estado en el que se encontraba su hijo, mientras las hijas del matrimonio algunas se veían con tristeza y otras con ira, pero todos compartían algo, ninguno podía alzar la cara y ver al anciano directamente... todos, excepto una, de entre ellos destacaba una pequeña infante que estiraba sus brazos buscando nuevamente el abrazo de su hermano, el anciano no pudo más que verla con tristeza, pero el joven albino, haciendo uso de lo poco que le quedaba de consciencia estiro su brazo en dirección de su hermana, con la intención de corresponder el abrazo, pero antes de poder cumplir con esa última voluntad, el chico callo inconsciente.
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Casa Loud.
Fortaleza de la soledad.
Viernes 13 de octubre, 5:47. AM.
El albino despertó, sentía su cuerpo pesado, no era la primera vez que soñaba con eso, constantemente cuando dormía su mente le mostraba memorias de lo vivido hace solo 6 meses, pero esta vez era diferente, jamás había durado tanto tiempo, ni tampoco había podido recordar ese momento, el momento en el que recuperó su libertad, el chico de cabello blanco se sentó en su cama, observo su recién remodelada habitación y mostro una sonrisa, el cambio era cada vez más notorio, y eso lo alegraba, no faltaría mucho para poder salir de ese infierno al lado de su hermanita.
Después de esa pesadilla no pudo volver a conciliar el sueño, tal vez si hubiese ocurrido hace unos días podría haber salido a caminar, como llevaba haciéndolo desde hace dos meses, no sabía si lo hacía por su salud o solamente para no tener que estar en su casa, pero ya se había hecho de ese habito, pero estaba castigado, y no sabía si podría regresar antes que cualquier miembro de la familia despertase, así que tomo si libreta y comenzó a trazar nuevos planes para el futuro, cada vez más detallados, cada vez mejores.
Lincoln: -deja de escribir- sé que tendrán dudas sobre que paso después... -voltea hacia el lector- después de desmayarme fui llevado al hospital, estuve ahí por una semana, y al salir fui con el abuelo, el me cuido por unas tres semanas, volví a la escuela... salimos a pasear y esas cosas, pero... yo quería regresar... no por mis hermanas o mis padres... si no por Lily, yo realmente quería verla de nuevo... sabía que estando en esta casa corría demasiado peligro, así que insistí al abuelo para poder regresar, y por suerte logre convencerlo, después de eso podríamos decir que todo "regreso a la normalidad", volví a ayudar a mis hermanas, pero no como antes, ya que no lo hacía con gusto, sino más bien lo hacía obligado por petición de mis padres, y pues después de tres meses ocurrió lo del vestido de Lori y Leni... y eme aquí, -se peina con una mano- no sé que estoy haciendo con mi vida, podría simplemente irme de aquí y tener una vida mejor... -observa una foto de el con Lily- pero no la abandonare por nada... -estira su brazo hacia la foto- no pude alcanzarla una vez... -recuerda cuando lo alejaron de ella- y no volverá a pasar, esto es por ambos... -observa al lector- siento no poder seguir hablando con ustedes, pero los planes no se hacen solos –continua dibujando y escribiendo en su libreta-.
Esa mañana el joven Loud se la paso perfeccionando sus planes hasta la llegada del sol, una vez que la luz natural atravesó por su ventana este se puso de pie y fue directo a darse un baño, este sería su ultimo día de descanso y quería estar presentable para el día que había planeado junto a su actual padre, mientras que para los demás miembros de la familia fue una mañana de viernes convencional, todas celebrando que al fin era fin de semana y conversando sobre que harían los dos días de descanso posteríos al día de hoy, eso sí, con una gran interrogante sobre que planeaba su hermano para el día de hoy, pues fue el primero en tomar un baño, además de estar demasiado presentable para alguien que solo se quedaría encerrado en su casa, la duda surcaba sus mentes, y no solo en ellas, también en sus padres, los cuales observaban a su hijo sospechosamente feliz, a pesar de estar castigado, la familia comenzó a desayunar y con ello una avalancha de preguntas para nuestro protagonista, preguntas las cuales no se molestó en contestar, pues todas sus dudas se resolverían cuando el llegara, así que pacientemente espero a que tocaran el timbre, suceso el cual no tardó mucho en llegar, y con ello también la llegada de la persona que resolvería todas sus, pero traería consigo aún más.
Albert: buenos días Lincoln, ¿listo para salir?
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Lincoln: cuando dos personas se quieren mucho, se demuestran su amor con besos ¿o acaso tu no me quieres lana?
Lana: yo... te quiero mucho hermano mayor.
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