DÉBIL 3° PARTE

En el próximo capítulo veremos el primer enfrentamiento de Lincoln y lynn

DÉBIL 3° PARTE

Avanzando lentamente entre el tráfico, dentro de una vieja van se encontraba la familia Loud, la mayoría emocionada pues hace tan solo unas horas habían sido informados que el único hijo varón había despertado de su letargo, sin embargo, tres hijas no compartían aquella alegría, pues en sus rostros se reflejaban diferentes emociones.

La primera, una chica rubia, la hija mayor del matrimonio, la cual se encontraba en los asientos de atrás, abrazando sus piernas, mientras lloraba en silencio, decir que no estaba feliz de que su hermano despertara sería una mentira, más ese no era el motivo de sus lágrimas, decepción, ira, odio, asco, eso era lo que sentía en ese momento ¿hacia su hermano? No... hacia ella misma, su orgullo y egoísmo le ha costado caro desde hace un tiempo, pero esta clase de sucesos... desde que aquella botarga aprisiono a su hermano menor... han sido demasiado para ella, no sabía cómo ver a su hermano al rostro, tal vez si hubieran tardado más en llegar, o si hubiera pensado mejor antes de actuar, o haber hecho algo tan lógico como dejar a la bebe en el auto... el resultado hubiera sido diferente, y su hermanito no habría tenido que arriesgar su vida para salvar a la más joven de las hermanas... y con eso en mente, la mayor de las hermanas no podía evitar que las lágrimas escaparan de sus ojos.

La segunda, una chica castaña, la 5° hija del matrimonio, y hermana mayor inmediata del albino, la cual se encontraba al lado de la hija mayor, observando a través de la ventana con un rostro serio, mientras escuchaba el silencioso llanto de su hermana, no estaba segura de como sentirse en este momento, quería sentir empatía por su hermano y alegrarse de su despertar, pero al recordar lo sucedido solo sentía una gran ira surgiendo dentro de ella, si tan solo no hubiera ido al centro comercial, si se hubiera quedado ese día en casa, todo habría acabado en un santiamén, pero no, al final el que tuvo que enfrentar el problema fue el integrante más débil de la familia, y por su culpa la menor de sus hermanas estuvo en peligro mortal, esperaba que sus palabras fuesen las que despertaron a su hermano, y que lograse entender que debía alejarse de la menor, que era demasiado débil para protegerla.

La tercera, una pequeña niña de cabello rubio, a casi nada de llegar a blanco, de tan solo un año y unos cuantos meses, la cual se encontraba en completo silencio en los brazos de su madre, abrazando un par de peluches, uno en forma de zanahoria y otro de un conejo blanco, mientras lagrimas escapaban de sus ojos, lo sucedido hace unos días sin duda alguna la habían dejado marcada en su joven mente, ver a su padre derrumbarse ante ella dos veces sin duda alguna la había alterado, pero el que no despertara... que sin importar cuanto le imploraba que se pusiera nuevamente de pie para ella, que a pesar de su llanto y jaloneos el no reaccionara... la lleno de tristeza y miedo.

CASA LOUD

LUNES

4 MINUTOS DESPUÉS DE LA CAÍDA DE LINCOLN

Las hermanas se encontraban completamente alteradas, la mayor y la menor de las hermanas no dejaban de llorar mientras abrazaban el cuerpo del joven que se encontraba inconsciente, mientras que el resto de hermanas con lágrimas en los ojos, trataban de detener por cualquier medio posible a la castaña que intentaba terminar con el pelirrojo a como dé lugar, de no ser por la intervención del viejo gruñón que tenían por vecino no sabrían que hacer, pues a punta de bofetadas logro calmarlas a todas.

Las hermanas por indicación de su vecino llevaron al herido al hospital en la van familiar, él se quedó a esperar a la policía, mientras que con lágrimas en los ojos llamo a su viejo amigo para informarle lo sucedido con su nieto, durante todo el vieja al hospital la pequeña infante no dejo de abrazar a su padre mientras lloraba y decía su nombre, y sin importar cuanto trataran alejarla de él, solo intensificaba su agarre, al llegar las hermanas entraron haciendo su ya conocido escándalo, por lo que estuvieron a punto de ser sacadas por el guardia de seguridad, y de no haber sido por una enfermera que logro ver el estado en el que venía el chico no se sabe qué habría pasado.

Las hermanas fueron sacadas del hospital debido a todo el ruido que hacían, sin saber que hacer a partir de ahora una de ellas decidió llamar a sus padres, mientras el chico fue introducido para ser examinado, sin embargo, se presentó un pequeño problema, y es que su hermana menor seguía sin soltarlo, sin importar cuanto trataban de separarla ella solo se aferraba más a él, con miedo de lastimar a la pequeña o al herido no pudieron aplicar más fuerza para separarlos, a punto de rendirse el personal de poder separarlos, un hombre de avanzada edad tomo a la pequeña, esta solo volteo a verlo, soltó a su padre y se aferró a la camisa del hombre mientras lloraba, y una vez libre el peliblanco fue llevado por el personal.

Los padres llegaron al hospital completamente alterados, la mujer con lágrimas en los ojos entro primero, mientras el padre se quedó con sus hijas, las cueles había sido sacadas en más de una ocasión, tan pronto entro la madre se encontró con algo que jamás creyó volver a ver en su vida, no desde que murió su madre, pues frente a ella se encontraba un hombre de cabellera blanca, llorando mientras entre sus brazos tenia a una pequeña que trataba calmar por todos los medios.

Tan pronto fue vista por su padre, este le entrego a su hija, la cual dejo de abrazar a su abuelo para aferrarse a su madre, la familia fue llamada, lamentablemente su hijo se encontraba gravemente herido, por lo que se desconocía que sucedería a partir de ahora, la familia no tuvo más opción que regresar a casa, esa noche nadie durmió, pues las hermanas cada vez que cerraban sus ojos lo único que podían ver era a su hermano, en el suelo, completamente herido, la que más sufrió fue la menor de las hermanas, pues su llanto de dolor fue escuchado por cada miembro de la familia, mientras esta solo se aferraba a aquel obsequio naranja que con tanto amor le dio su padre.

El llanto del menor dejo de ser escuchado durante la madrugada, momento en el que fue vencida por el cansancio y se quedó dormida, pero... aun en su sueño, en ningún momento las lágrimas dejaron de salir de sus pequeños ojos.

La mañana llego, la familia despertó cansada para hacer su rutina, con un sentimiento de tristeza que los rodeaba a todos, trataron de desayunar, pero nadie tenía hambre, lo único que querían era saber el estado del único hijo varón, la pequeña infante por otra parte, se levantó con una extraña alegría, creyendo que lo sucedido el día anterior había sido solo un horrible sueño, y que si iba al cuarto de su padre, ahí lo encontraría, para ser recibida por un cálido y tierno abrazo, acompañado de besos.

La pequeña rápidamente se dirigió a la habitación de su padre... la cual estaba extrañamente abierta, la niña extrañada entro a la habitación, lo busco y lo busco, pero no lo encontró, al voltear el peluche de conejo encontró, lo tomo entre sus brazos y prosiguió, habitación por habitación ella busco, pero la cabellera blanca no vio, al borde de las escaleras su madre la tomo, y junto a ella bajo, sentada en la mesa a toda su familia vio, todos con rostro bajo, pero aun sin rastros de su padre, la niña recordando su "pesadilla" comenzó a alterarse, y de su boca la pregunta salió.

Lily: -viendo a su madre- ¿wincon?

Lagrimas comenzaron a brota de los ojos de la madre, la cual abrazo a su hija, la niña solo se alteraba más y más mientras preguntaba por su padre, y aferrándose al peluche de conejo blanco comenzó a llorar, pues el día pasado pudo recordar.

Durante los siguientes días la joven infante se aferró a los peluches del conejo y la zanahoria, mientras su llanto llenaba la casa, pero con el paso de las horas, su llanto disminuyo, hasta que simplemente dejo de hacer ruido, pero las lágrimas no abandonaron sus ojos, ya sea despierta o dormida las lágrimas siguieron saliendo, hasta este momento, el momento en el que va rumbo al hospital a reencontrarse con su padre.

HOSPITAL DE ROYAL WOODS

ACTUALIDAD

Llegando al hospital podemos observar a un hombre de avanzada edad, el cual bajaba de su camioneta roja, tarareando una canción, ya que estaba feliz por el despertar de su nieto, mientras que dentro del hospital se encuentra un chico de cabellera blanca, el cual cerraba fuertemente los ojos, pues cada vez que los abría, no importaba hacia donde observase, ahí se encontraba una grotesca imagen, de un pequeño bulto, envuelto en una manta color lila, del que escurría un líquido color rojo.

No necesitaba ser muy listo para saber que era ese bulto y lo que escurría de este, lo peor de todo, era que cada vez que este veía sus propias manos, estas estaban manchadas de ese mismo líquido.

La enfermera llamo a la puerta para poder anunciar al joven paciente que tenía visitas, este solo abrazo sus piernas y agacho la cabeza, así dándole a la enfermera el permiso de pasar, unos pasos se escucharon en la habitación, unos pasos que reconocería en donde fuera, alzo su rostro para observar a quien había pasado, y ahí, justo frente a él se encontraba el hombre al que más respeto y admiración tenia, su padre, el veterano de guerra, Albert Harriet.

El hombre de avanzada edad tan pronto vio a su nieto no pudo evitar sentir preocupación por el estado en el que se encontraba, pero tan pronto este volteo a verlo trato darle la mejor sonrisa que pudo, sonrisa que se perdió tan pronto el chico desvió la mirada, pues la verdad es que el joven peliblanco sentía vergüenza de darle la cara al que consideraba su padre, se sentía indigno de él, se sentía tan débil eh inferior, su "padre" era un hombre de acción, y el... un simple niño que duras penas logro salvar a su pequeña hermana, de paso poniendo en riesgo la vida de ambos.

El hombre tan pronto vio la reacción de su nieto decidió sentarse junto a él, para así hablar un poco.

Albert: Lincoln.

Lincoln: -ocultando su rostro- abuelo.

Albert: ¿Cómo te sientes?

Lincoln: cansado, -alzando el rostro- el cuerpo me pesa y no me puedo mover bien... ni siquiera puedo estar de pie.

Albert: es entendible, sufriste mucho daño en esa pelea.

Lincoln: -apretando los puños- ... mentira.

Albert: ¿disculpa?

Lincoln: -molesto- mentira... casi no sufrí nada, estoy así por mi maldita debilidad.

Albert: -suspira cansado- escucha Lincoln, ya te lo dije ayer, tú no eres débil, eres fuerte, más fuerte de lo que puedes llegar a imaginar.

Lincoln: -apretando los dientes- ¿entonces porque estoy aquí? ¿Por qué no estoy en mi hogar con mi familia?

Albert: -toma su hombro- Lincoln...

Lincoln: ese día solo recibí 3 golpes... -con lágrimas saliendo de sus ojos- si fuerce tan fuete como tú dices no habría quedado inconsciente.

Albert: Lincoln... para ti, ¿Qué es la fuerza?

Lincoln: lo que me falta para proteger a los que amo.

Albert: es cierto, la fuerza es necesaria para proteger a los que amamos, pero... tampoco podemos dejar que eso nos obsesione... escucha Lincoln, después de la muerte de mi madre, yo pensaba igual que tú, que necesitaba ser más fuerte para cuidar a las personas que amaba.

Lincoln: -observándolo con duda- ¿y qué hiciste?

Albert: lo conseguí... -baja el rostro- a un precio muy alto.

Lincoln: -secando sus lágrimas- ¿Qué paso?

Albert: después de la muerte de mi madre me uní al ejército para poder ser más fuerte, ahí conseguí la fuerza que tanto anhelaba, pero mientras más fuerte me volvía, más débil creía que era, y comencé a obsesionarme en ser más fuerte cada vez, y perdí de vista la razón por la que quería esa fuerza, y lamentablemente es precio para recuperar la cordura, fue la misma razón de mi obsesión.

Lincoln: -tomando su mano- ¿Qué paso?

Albert: -lagrimeando- tu abuela murió, mi amada esposa murió, y me obsesioné tanto que no estuve con ella en sus últimos momentos de vida.

Lincoln: abuelo, yo... lo siento.

Albert: -secando sus lágrimas- está bien, está bien que quieras ser fuerte, pero tú ya lo eres, escucha bien Lincoln, un hombre fuerte siempre cuida de sí mismo, pero el más fuerte, es el que cuida de los demás.

Lincoln: abuelo... -baja el rostro- yo quiero ser más fuerte, quiero cuidar de mi hermanita... -apretando su mano- pero como lo hare si no puedo cuidar de mí mismo.

Albert: -quitando su mano- Lincoln, escucha...

Lincoln: entréname.

Albert: ¿Qué?

Lincoln: entréname, sé que si eres tú quien me ayuda a ser más fuerte, no perderé el camino.

Albert: -poniéndose de pie- eso no va a pasar.

Lincoln: -viéndolo a los ojos- ¿Por qué no?

Albert: -molesto- ya te lo dije, esa obsesión te va a quitar más cosas de las que crees.

Lincoln: -molesto- perderé todo lo que amo si sigo así.

Albert: -dirigiéndose a la puerta- ya te dije que tú eres fuerte.

Lincoln: mírame.

Albert: -abriendo la puerta- estarás bien.

Lincoln: mírame... MÍRAME!!! ¿CREES QUE ASÍ PODRE PROTEGER A LOS QUE AMO?

Albert: Lincoln...

Lincoln: -llorando- ¿CÓMO LO HARE SI ESTOY MUERTO EH? ¿o que se supone que debo hacer? ¿Esperar a que terminen conmigo primero y después dejar que vayan tras ella?

Albert: -dándole la espalda- no pienso ver cómo te destruyes a ti mismo.

Lincoln: REGRESA, ESTA CONVERSACIÓN NO HA TERMINADO!!!

Albert: -saliendo de la habitación y cerrando la puerta- si para mí.

Lincoln: REGRESA AQUÍ MALDITA SEA!!!

Al salir de la habitación el hombre se sentó en la sala de espera, mientras pensaba en lo dicho por su nieto, la verdad es que hasta cierto punto le recordaba a él, es cierto lo que le decía, Lincoln era una persona con una de las voluntades más grandes que había conocido a lo largo de su vida, y esa era su mayor fortaleza, lo que hacía que él se impresionara por las maravillas que ha logrado hacer en su vida, lo sucedido hace 2 días era prueba de ello.

Gracias a su voluntad de acero logro acabar con 5 tipos armados y salvar la vida de su joven hermana, pero en esta parte debía darle la razón a él... ¿a qué costo? Eso era lo que más lo atemorizaba, el que el tuviera la razón, tal vez tenía una voluntad inmutable, pero era débil físicamente, muy... muy... débil, eso quedo marcado en el desde el suceso de la mala suerte, en el que no pudo ni siquiera defenderse.

La verdad es que el hombre de avanzada edad tenía miedo, miedo de ceder al completamente justificable capricho del niño, y que la historia se repitiera, pues como si fuera una sombra de su pasado, su nieto le recordaba tanto a el mismo, desesperado por buscar fuerza para no volver a perder a nadie, tenía miedo de que él lo consiguiera y que su voluntad se hiciera pedazos, que se obsesionara tanto que terminase perdiendo aquello que había jurado proteger, que aun con su guía el fuera quien lo terminase guiando a su propia perdición, lo que más aterraba, era ser la sombra que apagase su luz.

Los minutos pasaron, el adulto hombre no volvió con su nieto, mas no abandono el hospital, el chico solo se sentía triste, a pesar de su enojo y frustración esa no debió actuar de esa forma, mucho menos hacia alguien que procuraba por su bien, si su abuelo regresaba, si es que lo hacia después de como lo trato, sin duda alguna se disculparía con él.

En ese momento una vieja van llego al hospital, estacionándose cerca de la puerta y de ahí bajaron el matrimonio, acompañado por sus 10 hijas, todos entraron ordenadamente y en calma para evitar ser echados como anteriormente, las hijas alegres por el despertar de su hermano entraron primero, siendo seguidas por el matrimonio, y por ultimo las hermanas que tenían otra emoción dentro de ellas.

Tan pronto llegaron a la recepción, el matrimonio solicito ver a su hijo, al cual se les permitió verlo, pero con una advertencia, pues si bien el chico había despertado, aun no estaba en plena forma, por lo que debían evitar los ruidos fuertes para no alterarlo, caminando rumbo a la habitación, la madre se encontró con su padre, el cual se encontraba perdido en sus pensamientos, la madre saludo a su padre sacándolo así de su trance, este saludo a su hija, explicándole que había venido a visitar a su nieto, la madre se alegro por el gesto, y antes de ir con su familia para ver a su hijo le pidió un favor a su padre.

Que cuidase a la más joven de sus hijas, pues creían que aun no era buen momento para que viese a su hermano, querían evitar un llanto como el que tuvo cuando trajeron al hijo varón al hospital, el anciano entendió y acepto dicha petición, tomando a su joven nieta en sus brazos, secando las lágrimas que seguían saliendo de sus jóvenes ojos, noto que la pequeña estaba temblando, por lo que decidió abrazarla para intentar calmarla.

La puerta frente al albino fue abierta lentamente, el chico pensó que vería a su abuelo y podría disculparse, pero grande fue su decepción al ver a sus padres y hermanas, pero hubo solo dos hermanas que captaron fuerte mente su atención, dos hermanas que lograron hacer nacer dentro de el un fuerte sentimiento de odio, dos de sus hermanas mayores, las que provocaron que el se encontrara en este momento postrado en cama.

La familia entro a la habitación, rodeando la cama del hijo varón, el cual tenia un rostro completamente serio, las preguntas de todos los integrantes de la familia no se hicieron esperar, pero cayeron a oídos sordos, el hijo varón observo hacia todos lados, notando la ausencia de la única persona que esperaba ver de esta familia, y no tardo en preguntar.

Lincoln: ¿y Lily?

La familia paso completamente de largo a su pregunta y siguió hablando... hablando... y hablando, la respuesta que esperaba nunca llego, y ya harto del ruido que tanto salía de sus bocas se dio a escuchar.

Lincoln: -molesto- CÁLLENSE!!! ¿Dónde está Lily?

La hermana de vestimentas rojas solo desvió la mirada con molestia, mientras que la de ropas azules solo se abrazo a si misma, el resto de la familia solo puso nerviosa y la madre decidió contestar.

Rita: -seria- ella está bien.

Lincoln: -apretando los puños- yo sé que está bien, por eso mismo estoy en el hospital, mi pregunta es ¿Dónde está ella?

Rita: -baja el rostro- escucha, no creo... no creo que sea buena idea que la veas, no por hoy por supuesto, ella estuvo muy intranquila desde ese día, y no queremos que se altere más.

Lincoln: -apretando los dientes- ¿Dónde está?

Lynn p: -molesto- lo siento Lincoln, pero no dejaremos que la veas por un tiempo, ella estuvo llorando por ti durante mucho tiempo, y si te ve es probable que vuelva a suceder, así que hasta que no salgas del hospital no te dejaremos verla.

En ese momento el peliblanco solo alzo su rostro, mostrando ante su familia una cara de odio e ira que jamás creyeron llegar a ver en su vida, tomo una gran bocanada de aire eh hizo algo que dejo sorprendida a toda su familia.

Lincoln: LILYYY!!!

Las palabras fueron soltadas al viento, viajando lentamente hacia una pequeña niña de cabellera rubia, la cual aún seguía siendo consolada por su abuelo... hasta que, como una melodía, la voz de su padre llego a sus oídos, logrando que dejara de temblar, el abuelo observo a su nieta, la cual estaba completamente estática y con los ojos observando a la nada, hasta que tomo una bocanada de aire, y con toda la fuerza que pudo ejercer su pequeña garganta decidió llamar a esa persona que tanto deseaba ver.

Lily: PAPIII!!!

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