Epílogo : Protegiendo al Alfa.

Kirishima no diría que estaba impresionado. Tarde o temprano pasaría. Su trabajo de escritorio, rondas y guardias era temporal. Sus terapeutas le habían dado el visto bueno para volver a los trabajos más activos, su lesión en el hombro no era nada y sus movimientos estaban equilibrados. Inasa le propuso volver a alguno de los departamentos que estuvo antes, Narcotráfico o Terrorismo. En Narcotráfico había demasiado trabajo de encubierto, meses con otra identidad y sin contacto con nadie, se negó de inmediato. En Terrorismo lo que se hacía era investigación en gran escala buscando las redes terroristas que pudieran estar trabajando dentro de su país y fuera de este. Requería trabajo de campo cada tanto pero no tenía que ser demasiado.

Se lo estaba pensando seriamente pero tendría que moverse a la central de Kyoto para trabajar. Por otra parte, Sero ya la había dicho que se pasaría el departamento de detectives, podía pasar más tiempo con Kaminari de esa manera ya que siempre tenían que hablar con los forense por los casos. Estaba feliz por él. Ojalá hubiera podido tomar una decisión tan sencilla.

También estaba la opción de estudiar para ser capitán como quería hacer desde hace tiempo. Pero tendría que volver a la Academia de Policías por un año y su jornada laboral tendría que ser reducida para que pusiera todo de sí en un arduo año de estudio. Los capitanes de policía debían dar la cara por todos los departamentos y trabajar con los agentes de prensa en muchas circunstancias. Tendría que estudiar acerca de leyes y política. Era mucho pero mucho trabajo y no tenía el cerebro suficiente para hacerlo mientras trabajaba.

—Eijirou-san, ¿te encuentras bien?

El pelirrojo se asusto por un segundo cuando vio a la niña de cabello blanco y ojos rojos asomarse sobre el sofá para verlo. Estaba en el departamento de Bakugou —en realidad, también era casi su departamento ya que pasaba más tiempo ahí que en su casa desde hacia meses— viendo una película con Daiki. Pero ahora que se daba cuenta tenía al pequeño niño dormido en su regazo y la televisión estaba apagada. Debió haberse quedado pensando de más.

—Sí, sí —le respondió a la niña que se sentó a su lado y se apoyo contra su brazo, en señal de que quería un abrazo que por supuesto le dió —Ay, estás helada, Ki.

—Afuera está nevando —sonrió la niña —Eijirou-san, ¿cree que mi hermana nazca en navidad? Si es así, ¿Santa Claus le traerá un regalo?

—No lo sé —se rió el pelirrojo —Pero ya le tenemos guardado varios para cuando eso pase.

—Espero que le gusten —deseó la albina y luego bostezó.

—Deberías ir a la cama, Kishi.

El policía estiró el cuello hacía atrás al escuchar la voz del omega, sonrió ligeramente al ver que tenía la nariz algo roja y que se había puesto su chaqueta azul para salir al frío de la noche. Kishi estaba haciendo patinaje sobre el hielo durante la época invernal y esa noche tuvo un pequeño show. Él no pudo ir debido a que se quedó cuidando a Daiki que había enfermado pero vieron todo juntos por una video-llamada que le hicieron Shoto y Katsuki.

—Sí, mamá —bostezó otra vez la albina, se bajó del sofá y le sonrió al alfa —Buenas noches, Eijirou-san.

—Buenas noches, Ki —se puso de pie levantando al niño que seguía durmiendo entre sus brazos, rodeo el sillón y le dió un beso a modo de bienvenida al omega —Iré a acostar a Dai.

—Hum, tomaré una ducha caliente antes de acostarme —avisó el cenizo —Puedes dormirte antes.

Eijirou asintió aunque no creía dormirse hasta que el omega estuviera en el cuarto. Se llevó a Daiki a su cama, comprobó que su fiebre hubiera bajado y lo tapó para que siguiera descansando. Acomodo un poco los peluches de la habitación y salió para ver como estaba Kishi. La niña ya se había acostado en la cama, muy tapadita y abrazando un peluche de conejo blanco. Le apagó las luces, le dejó la puerta entreabierta y fue hasta su dormitorio, se puso una pantalón largo negro y se acostó sin remera. Encendió la calefacción y espero la llegada del omega.

Mientras estaba en eso, se puso a ver por el celular el calendario, debía darle a Yorashi una respuesta clara en tres días, para así poder ir haciendo los papeleos correspondientes. Estaba sinceramente tentando en pedir unos meses más en servicio intermedio pero no quería eso. Realmente deseaba retomar su carrera con todo pero el problema era el enfoque que quería darle.

El sonido de unas pisadas le llamo la atención y vio a el cenizo acercándose por la puerta, ya estaba vestido con una remera negra holgada y calzoncillos, su cabello ya estaba seco y dejo la toalla colgada en una silla para después acostarse en la cama. El pelirrojo le abrió los brazos con una sonrisa y el omega se acurrucó, olía a shampoo y jabón.

Estuvieron un momento así en silencio y paz hasta que el cenizo hablo tomando por sorpresa al alfa.

— ¿Qué mierda te tiene tan preocupado los últimos días, Kirishima? —quiso saber el omega abriendo los ojos y apoyando el mentón sobre el pecho del más alto —Lo he dejado pasar pensando que me lo dirías pero ya te estás tardando mucho, bastardo.

—Realmente no se te escapa nada —se rió el alfa en voz baja y beso la frente del omega —Es sobre mi trabajo. El comandante me ha dicho que ya estoy listo para volver al servicio activo en los departamentos de Narcotráfico y Terrorismo. Pero aún no estoy seguro de querer volver. Me gustaría poder estudiar para hacer el examen a capitán como te dije hace tiempo.

— ¿Y por qué no lo haces? —preguntó el cenizo sin entender el problema que afligía al alfa.

—No creo ser un genio como para pasar por la Academia otra vez y trabajar al mismo tiempo —admitió el pelirrojo —Tendría que pedir una jornada reducida, de cuatro horas y con eso solamente llegaría a cubrir mi alquiler. Me moriría de hambre.

Bakugou asintió entendiendo los problemas del alfa y fácilmente, se le ocurrió una solución.

—Pues vente a vivir con nosotros —le propuso —Pasas más tiempo acá que en el departamento que tienes y podrías ayudarme con los niños cuando empiecen la primaria. Eso sería mucho mejor que dividirnos las cuentas para pagar la maldita comida.

Kirishima parpadeo incrédulo y apretó el agarre que tenía en la cintura del cenizo, sus ojos se pusieron llorosos y el omega bufo divertido, le apretó la nariz y dijo.

—Estudia para ese maldito examen, Eijirou. Yo te protegeré hasta entonces —prometió el omega acercándose para besar al alfa —Quédate con nosotros.

Bakugou escucho un ligero sollozo viniendo del alfa en señal de que aceptaba, después se besaron y rodaron sobre la cama, él quedó debajo del policía llorón que lo veía con una mezcla de amor y agradecimiento que le aceleró el corazón, porque era él quien se sentía agradecido de tener a ese alfa en su vida.

Porque ese alfa llegó para proteger su corazón y el de sus cachorros. Por eso, ¿no correspondía hacer lo mismo?

—Te amo muchísimo Katsuki —murmuró contra sus labios —Mucho.

—Te amo también —le besó y sonrió —Dile a Inasa que vas a robarle el trabajo en unos años.

El pelirrojo soltó una carcajada que se ganó un pequeño grito del cenizo porque iba a despertar a los niños y luego de eso, se siguieron besando hasta quedar satisfechos.

Al final, no importaba cómo se conocieron o porqué motivo, lo valioso era que estaban juntos y tenían un maravilloso futuro por delante.

Fin.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top