-Bien. Aquí ya es seguro, niños, podemos quitarnos los trajes.- les afirmó Spitelout una vez que llegaron a un angosto puente, sí es que se le podría llamar así, ya que sólo eran tablones de madera unidos para creer un camino.

-Gracias a Loki, estos trajes son horrendos.- se quejó Brutacio, mientras todos acataban la indicación del mayor.

-Haz lo que quieras, sólo no mires abajo.- le pidió Hiccup a Heather, quien iba delante de él y con los nervios bailando por todo su cuerpo cuando ya cruzaban por la mitad del improvisado puente. Por otro lado, castaño podía sentir en la nuca la inquietante tranquilidad que tenían los gemelos al pasar detrás de él.

Esos sujetos tenían una actitud muy particular para afrontar la vida.

-Sí, gracias. Solo que soy de esas personas que si les dices que no hagan algo, les da curiosidad hacerlo.- musitó la pelirroja deteniendo sus pasos para desviar su vista hacia el vacío a sus pies- Mierda, tenías razón. Debí hacer caso.- murmuró dando, por inercia, un paso hacia atrás; logrando que perdiera el equilibrio y Haddock diera un paso hacia ella para sostenerla, Pero el peso de ambos en un solo tablón, consiguió que este se desprendiera y el guerrero quede colgando de otro tablón.

-¡Sostente!- le gritó Heather en un susurro, mientras se agachaba rápidamente para ayudarlo a subir.

-Oh, Thor; oh, Thor.- repetía Ingerman cuando observó la escena al girarse.

La ojiverde obligó a sus músculos a exigirse para poder en resguardo al guerrero, quien trataba de ayudarla usando sus brazos para subir el resto de su cuerpo. No obstante, en uno de los movimientos de la salvadora, la Varita Suprema terminó deslizándose por el bolsillo de su vestido y, en vez de Hiccup, fue el poderoso objeto el que cayó al abismo; antes de que pueda lamentarse, todos tuvieron que llegar al otro lado con más prisa.

-Sólo para confirmar, acaba de perder la Varita Suprema, ¿no?- le cuestionó Tacio a su hermana cuando estuvieron a salvó del otro lado

-Afirmativo, hermano.- contestó Tilda.

-Camicazi va a matarme.- comentó Heather viendo hacia un punto muerto del vacío, observando el mismo trayecto por donde había perdido su mayor esperanza de salvar a Eret, e incluso al mundo.

-Oh, sí. Va a matarte.- rió el Jorgenson que estaba con ellos- Aunque mejor enfrentarte a la furia de Cami en vez de la pequeña Hofferson, así que tienes suerte que hayas salvado a su novio.- añadió divirtiéndose con la situación.

-Eso no ayuda, Spitelout.- lo regañó el aludido.

-Oye, oye, por favor. Ya te dije que me puedes llamar "tío".- siguió el ojiazul con su tono burlesco, revolviendo sus cabellos con gracia.

-Ni en tus sueños.- respondió el joven alejándose de inmediato, pero al darse la vuelta, no pudo evitar que una leve sonrisa se apodere de sus labios.

∞ ∞ ∞

-Yo estaba ebrio en un burdel cuando Ragnar se apareció, después de 22 años, para pedirme que lo siguiera en una nueva aventura.- le relataba Alvin a la joven rubia, mientras se escabullían con sigilo por los túneles esperando toparse con los amigos de las mujeres.

-Para buscar la Coraza Draconiana.- dedujo Astrid haciendo girar con habilidad el hacha entre sus dedos.

-Así es, princesa.- afirmó el vikingo con una divertida sonrisa- Si hubiera sabido que estaría 7 años en una jaula, simplemente me hubiera negado, pero no sé si en realidad lo hubiese hecho. Es como un hermano para mí, lo amo.- declaró con sinceridad bajando el tono de su voz y ahora logrando que la princesa apriete con fuerza la empuñadura del arma que tenía en mano.

-Yo también. Aunque aún lo quiero ahorcar por los problemas en los que me metió.- soltó Camicazi en una leve risa, gesto que transmitió la nostalgia que sentía al hablar del Hofferson- Aunque hoy sería muy útil aquí.- señaló encogiéndose de hombros.

No obstante, un repentino movimiento de Astrid obligó a los mayores a ocultarse tras unos muros. Cuando el castaño iba a reclamar su brusco acto, la chica lo mandó a callar colocando su dedo sobre sus labios y desvió sus zafiros al camino del túnel por el que deberían seguir.

Fue allí cuando el otro par vió lo que Astrid había visto antes, un trolls bloqueaba sus esperanzas de encontrar a su grupo y salir rápido de la montaña.

-No creo que podamos pasar por ahí.- murmuró Alvin en voz baja.

-No, a mí tampoco me parece.- secundó la hechicera de la misma forma.

-¿Y qué sugieren entonces? Hay dos cosas que odio y una de ellas es matar.- informó el hombre, mientras el escepticismo surcaba las fracciones faciales de las ojiazul- ♪ ¿Creen que soltará su arma y se irá a casa? No es probable, pero está bien. Lo golpearemos por la espalda y a disfrutar. ♪- cantó luego de unos segundos y Camicazi negó desconcertada con la cabeza.

-Y este se volvió loco.- comentó pasando una de sus manos por su despeinado cabello- Dioses, cuando salgamos de aquí, le daré a mi cabello la atención que se merece.- prometió mirando sus mechones resecos.

-Concéntrate, primero tenemos que salir con vida de aquí.- señaló Hofferson- Toma.- se dirigió ahora a Alvin, a quien le dió el hacha. El hombre la aceptó cual niño que recibe un juguete y le dedicó un guiño antes de salir de su escondite y hablarle al troll.

-Oye, amigo, ¿crees que puedas soltar tu arma y dejarnos pasar?- le cuestionó acercándose a él y escondiendo el arma tras su espalda.

-No.- respondió su enemigo alzando su lanza y apuntándole con el filo.

-Me lo imaginé.- dijo con un exagerado pesar, antes de mover a gran velocidad su brazo y decapitarlo sin darle ni tiempo de saber lo que podía pasar. Cuando las mujeres vieron lo sucedido, salieron para seguir su camino; Camicazi llevó su mano a su boca para evitar las arcadas que la atacaron cuando pasó por el cuerpo inerte, mientras que Astrid lo observaba maravillada y acarició su flequillo con una de sus manos para tratar de contener la admiración por tan preciso movimiento.

-¿Cuál es la otra cosa? Lo que odias.- se apresuró en aclarar cuando Alvin la vió confundido.

-Ah, son las aceitunas.- reveló alzando sus hombros, restándole importancia.

-¿En serio? A mí me gustan.- dijo ella cuando logrando que la hechicera la viera con disgusto; al parecer, ella tampoco era fan de las aceitunas.

-Estuvimos 5 años buscando por todos lados. Obtuvimos pistas vagas y equivocadas, pero finalmente, llegamos aquí: a un portal recóndito.- explicó con una entonación que sólo podría reflejarle a la hija menor de su amigo lo emocionado que lo ponía rememorar aquellos momentos.

-¿Un portal? ¿A dónde?- se animó a preguntar la joven, mientras él le devolvía el hacha.

-La tumba de Wilderstand.- contestó Camicazi uniéndose a su conversación, Alvin sólo asintió cuando ella pidió una confirmación con una mirada de soslayo- Un legendario enano aventurero, historiador y un gran espíritu libre para muchos. Dicen que fue enterrado con todos los tesoros de sus aventuras, incluyendo, tal vez, la Coraza Draconiana.- informó a la muchacha, quien sentía que sólo conocía las raíces de un gran árbol plantado en la historia de su propia familia.

-Nunca ví a tu padre tan emocionado. Ni siquiera cuando Spitelout, él y yo hacíamos de las nuestras por el reino.- opinó Alvin y, luego de soltar una breve risa, su semblante se oscureció y el brillo en sus ojos desapareció- Joder, Ragnar consideraba a Jorgenson como un hermano; así que cuando nos traicionó y se llevó la Coraza, le rompió el corazón.- le confesó tan desanimado que Astrid ya no quería seguir dándole el beneficio de la duda al tío de su mejor amigo.

Ahora solo podía preguntarse: ¿Es acaso  esa la verídica versión de la historia?

¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💚

Y sí, después de estas alocadas fiestas, ya era momento de actualizar. Créanme, ha pasado de todo estos días y no he tenido tiempo ni siquiera para escribir por aquí y tengo que ponerme las pilas, porque se me acaban mis capítulos ya escritos 😬.

En fin, espero que ustedes hayan tenido unas bonitas festividades y que este año sea un maravilloso año para todos nosotros. Gracias por seguir aquí. 💖

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! ❤️‍🔥

A_Hiccstrid