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-Oigan, ¿no sienten que nos estamos perdiendo de algo?- la voz de Brutacio se proyectó sobre los gruñidos de Patán, quien trataba inútilmente de forcejear con ls rejas que los retenían en una pequeña cabaña.

-Cuando salgamos de aquí, esos estúpidos Rompehuesos no podrán perderse el acto de mi hacha siendo clavada en sus cráneos.- bramó el pelinegro movimiento frenéticamente sus manos cerradas sobre un par de barrotes, pero la reja no cedió ni un poco.

-Yo creo que estamos mejor aquí.- habló Patapez captando su atención desde el fondo de la cabaña- Me refiero a que parece que aquí estamos seguros.- se explicó encogiéndose de hombros.

-¡Y una mierda!- exclamó Jorgenson en desacuerdo siguiendo con sus fallidos intentos.

-Pues yo sí creo que nos estamos perdiendo de algo.- dijo el gemelo levantándose del suelo y dirigiéndose hacia la reja- A un lado, ineficiente amigo mío.- le pidió al ojiazul haciendo un movimiento con sus manos, el cual Patán vió muy disgustado.

-Oh, por favor, inténtalo.- accedió a apartarse burlonamente- Seguro que el bruto sí logrará sacarnos de aquí.- le comentó con sarcasmo al Ingerman.

El rubio de rastas le dedicó una soberbia sonrisa, mientras hacía tronar sus dedos; desvió su confiada mirada hasta la cerradura de la reja y, con total sencillez, deslizó el seguro que debía estar bloqueado y finalmente empujó el barrote más cercano, haciendo que la reja se abra completa y lentamente ante la atónita mirada de sus compañeros.

-¿Qué? ¿Acaso no vieron que ese vikingo no le puso llave?- les cuestionó con obviedad, mientras el príncipe se acercaba hasta ellos y el pelinegro lo fulminaba con la mirada, teniendo un irritado tic en su ojo derecho.

-¡Eres un idiota!- le gritó Patán frustrado, antes de salir corriendo al centro del pueblo, seguido del otro par.

A medida que se iban acercando a su destino, escuchaban música y vítores que se hacían cada vez más fuertes. Se miraron con desconcierto entre sí y llegaron a la zona más céntrica de aquella aldea, allí vieron a todos Los Rompehuesos formando un círculo al mismo tiempo que saltaban, bailaban y festejaban con regocijo.

-¡Rápido, tomen sus armas!- les indicó el ojiverde en un susurro y señalaba el árbol cercano donde las dejaron- Al parecer, aún no nos han detectado.- añadió viendo con gran cautela el alboroto a solo unos pocos metros de ellos. Sin embargo, estaba más que alerta empuñando su fiel daga.

-Oigan, creo que lo que en realidad pasa, es que nosotros no les importamos.- opinó Thorton con Macy en sus manos.

-Aún así, no bajen la guardia, podrían atacarnos en cualquier momento.- insistió el otro rubio y Patán resopló con hastío.

-Eres un paranoico.- murmuró.

-¡Chicos!- los tres dieron un respingo al escuchar el estruendoso llamado de Heather, quien salía de la multitud para acercarse a ellos con una corona de flores lilas embelleciendo su coronilla.

-¡Salvadora! Qué bueno que estás bien, si no estaba todo el mundo jodido.- soltó Brutacio con un gran alivio.

-¿Y los demás?- cuestionó el ojiazul aún con su hacha en mano.

-Ah, están por ahí.- contestó la joven restándole importante, mientras veía por sobre su hombro a los vikingos celebrando- Ya van a servir la cena. Vamos.- les indicó haciéndoles un gesto con la mano para que la sigan.

-¿Nos invitaron a cenar?- volvió a preguntar Patán, pero está vez guardó su arma y en su rostro dominaba el anhelo.

-¿Qué es lo que está pasando?- interrogó ahora el confundido príncipe de Galadawn.

-Hiccup es un Rompehuesos.- reveló la ojiverde de golpe.

El trío de hombre abrió tanto sus ojos que parecían que se iban a salir de sus órbitas, sus cerebros trataron de procesar la información recién brindada de la manera más apoteósica posible. No obstante, Brutacio no pudo abstenerse de decir lo que se le venía a la mente, para variar.

-Pobrecito, ¿cómo se sentirá por eso?- cuestionó colocando sus manos en sus caderas- Conflictuado es lo primero que se me viene a la mente, entre otras cosas.- se contestó a sí mismo.

-Lo está asimilando bien, al menos, eso creo.- dijo Berserker alzándose de hombros- Pero, oigan, hay una fiesta para celebrar su regreso. ¡Ya vengan!- les ordenó con más autoridad, antes de regresar al bullicio y, cuando sus amigos se adentraron con ella, el ánimo festivo se contagió rápidamente en ellos.

Heather estaba empeñada en pasarla tan bien como el resto, pero de repente, Camicazi apareció frente a ella con un gran reproche reflejado en sus furiosos ojos azules, eclipsando toda alegría de su aprendiz.

-¿Qué carajos está pasando aquí?- preguntó apenas llegó con ellos.

-La versión corta es que Hiccup es un Rompehuesos y ellos ya no nos quieren matar.- resumió Brutacio antes de encontrar a su hermana y perderse en medio de todo el gentío.

-Ah, eso tiene algo de sentido.- murmuró la hechicera antes de volver a fijar su mirada en la salvadora y detectar la Varita Suprema en uno de los bolsillos de su vestido gris- ¡Dame eso!- gruñó exasperada tomando por sí misma el conducto mágico. Le dió una última mirada de regaño y se dispuso a disfrutar de aquella extraña fiesta.

-Por Thor, necesito una armadura y mi propio bolso.- se quejó la pelirroja por lo bajo, mientras la veía alejarse.

∞ ∞ ∞

Nuestra rubia pasaba entre el gentío con curiosidad y una discreta sonrisa en sus labios. Aquellos vikingos organizaban fiestas tan distintas a las que ella había asistido toda su vida y las aborrecía tanto. Por primera vez desde que emprendieron esta misión, se alegraba un poco de salir de su reino. Estuvo paseándose y viendo a la gente bailar y jugar hasta que vió a Hiccup a unos metros hablando animadamente con Valka, no veía una sonrisa tan hermosa y genuina en el castaño hace un tiempo, tampoco ese brillo en sus ojos que tanto le gustaba. Pronto cayó en cuenta de que tal vez él decida quedarse en su verdadero hogar y separarse para siempre; así que, en medio de sus cavilaciones, se recargó en un árbol cercano y se dispuso a seguir observándolo con aturdimiento.

-Sigues vivo.- habló con indiferencia cuando sintió a Spitelout colocarse a su lado.

-Les dije que tenía un plan.- respondió el adulto con una sonrisa arrogante.

-¡Rompehuesos!- el grito de Valka sacó a todos de sus propios asuntos y la atención estuvo completamente en la Jefa que se subía a unas rocas junto a su hijo para entablar interacción con toda su gente- Todo lo que queremos es nuestra libertad. Queremos volver a la civilización para que nuestros hijos no vivan con miedo, porque no tenemos barreras para escondernos, ni un ejército que nos defienda. Lo que tenemos es el miedo que evocan nuestras máscaras, la determinación de sobre, una misteriosa ayuda de unos enigmáticos aliados y a nosotros mismos como comunidad.- la castaña toma la mano de Hiccup, haciendo que Astrid baje la mirada y Jorgenson la vea de reojo- Hoy, después de 17 años, mi hijo ha vuelto a casa. ¡Y ahora es un miembro más de nosotros!- anunció efusiva elevando la mano que tenía la de su primogénito, terminando con su discurso y la fiesta continuó.

-¿Sabes a qué se refiere con "una misteriosa ayuda de unos enigmáticos aliados"?- interrogó la ojiazul alzando una ceja y sin molestarse en desviar la mirada de su mejor amigo.

-Oye, llevo más de 22 años lejos de aquí. ¿Qué voy a saber yo?- regañó él cruzándose de brazos- ¿Y eso es lo que te preocupa? ¿Por qué no te preocupa que yo no tenga el mismo recibimiento?- preguntó de vuelta exagerando una gran indignación.

-Puedo darte algunas respuestas.- gruñó ella y después pasó un Rompehuesos delante de ellos con una bandeja repleta de un específico bocadillo- ¿Y esto qué es?- cuestionó mientras tomaban uno.

-No lo sé, solo una deliciosa fruta.- le dijo el pelinegro antes de comerse la suya de un bocado- Relájate y disfrútala, princesa.- le aconsejó seriamente dándole un leve golpe en la espalda y luego desapareciendo entre la gente. Hofferson miró con sospecha su fruta, antes de comérsela también de una sola mordida

Tras unos segundos, optó por dejar de mirar a Haddock, si no lo hacía, relajarse y disfrutar sería lo último que haría.








































































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💛

Y sí, lo sé, lo sé. Lo siento por tardar de más, pero mejor tarde que nunca, ¿no es así?

Y, para compensar, puedo decirles que esa tensión en Hiccstrid está por llegar a uno de sus momentos más álgidos. Porque ambos tienen asuntos pendientes de los que hablar, ¿recuerdan? Y a eso sumarle que ahora saben que el padre de Astrid mató al padre de Hiccup, ¿eso los afectará a ambos? Lo descubriremos muy pronto.

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! 💗


















































































































A_Hiccstrid

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