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-¿A dónde vas a ir?- le cuestionó Hiccup a Astrid cuando la seguía saliendo de Bog Burglar.

-Al oeste. Al Mar Destrozado.- respondió cortante la princesa.

-Sola.- señaló el castaño en un reproche.

-Podrías venir conmigo, pero no voy a esperar a que la niña de los rollos de canela esté preparada.- bramó con disgusto la chica apenas llegó a su caballo y tomó sus riendas girándose ligeramente para encarar a su mejor amigo.

-Oye, su nombre es Heather Berserker y debemos serles leales.- aclaró él sin dejarse amilanar ante la fulminante mirada de la rubia.

-Según Camicazi.- gruñó ella.

-Lleva la marca.- refutó nuevamente el chico posando su mano derecha en el final de la empuñadura de su espada, la cual estaba envainada en un cinturón quedando colgada en su cadera; mientras que su mano izquierda pasó con hartazgo por sus revueltos cabellos.

-Tal vez Camicazi se la puso, antes no la tenía.- volvió a refutar la ojiazul- ¡Tal vez han marcado a un montón de bebés, tal vez Brutilda tenga una! Tal vez ella sea Heather Berserker.- soltó en una mezcla de escepticismo, sarcasmo e ironía.

-¡Tal vez yo sea Heather Berserker!- escucharon una tercera voz a las espaldas de la princesa y vieron a Brutacio cerca de ellos metiendo su cabeza completa a un balde lleno de agua, luego la sacó con fuerza haciendo que sus rastas mojadas le salpiquen gotas- Siempre supe que había algo especial en mí o tal vez solo sean los terribles gases que me niego a soltar.- añadió acercándose a ambos con sus manos frotando su estómago.

-¿Tú tampoco lo crees?- le preguntó Haddock con neutralidad.

-No es que no lo crea, solo que no interesa.- contestó Patán por el Thorton, tras su respuesta, Astrid le dió una mirada victoriosa a Hiccup antes de subir a su caballo.

-Ok, supongo que tienes una mejor idea para salvar al príncipe.- le habló el ojiverde al pelinegro.

-Ay, tengo muy buenas ideas, pero antes recomiendo que nos vayamos antes de que la señorita elegida decida seguirnos.- le respondió el menor de los Jorgenson, mientras Brutilda se unía a la conversación.

-No deberían.- intervino Patapez haciendo sobresaltar a todos, en especial a Patán, puesto que el rubio estaba parado justo detrás de él.

-¡Dioses! Ponte un cascabel.- exclamó el ojiazul alejándose unos pasos de él.

-Sí es Heather Berserker, estoy segurísimo.- comentó el príncipe para hartazgo de la princesa.

-¿Cómo? ¿Tienes la mínima evidencia que pruebes que es capaz de hacer lo que sea, mágico o no?- interrogó Hofferson sobre su caballo.

-Uuhh, tal vez él también sea un hechicero.- opinó Brutilda entusiasmada.

Sin embargo, antes de que alguno pudiera replicar ante semejante opinión de la gemela; Camicazi, Assa, Alexa y Spitelout llegaron a la salida de la aldea con ellos.

-¡Oigan, muchachos! ¡¿Dónde está?!- exigió la hechicera con autoridad, llamando la atención de los jóvenes.

-¿Heather?- dedujo Patapez al no verla por ningún lado.

-¿No estaba contigo?- le cuestionó Hiccup de vuelta.

-¡Por eso nadie debe salir de sus aldeas! ¡Nunca!- exclamó la mayor llevando sus manos a su cabeza en desesperación.

-Relájate.- intervino Hofferson con una sonrisa de lado- Debe estar corriendo por una pradera no muy lejos.- comentó en sorna jugando con las riendas de su equino.

-Ah, sí. Olvidé que eres graciosa. ¡A ti tampoco parece preocuparte el destino del mundo, princesa!- regañó Camicazi alzando la voz logrando que la aludida baje la mirada con cierta vergüenza- Piensen en esto un momento: todos sus seres queridos serán obligados a servir al poder de la bruja y su única esperanza de escapar de esa pesadilla ahora está, ¡paseándose en el bosque!- terminó irascible y con la mandíbula muy tensa, mientras observaba con intensidad a todos.

-Formen parejas y sepárense.- les ordenó Spitelout luego de un momento de silencio.

Haddock fue uno de los primeros en acatar la orden, así que se dispuso a empezar la búsqueda de la salvadora alejándose del caballo en donde se encontraba su mejor amiga y confidente, pero sólo dió unos cuantos pasos cuando su voz lo detuvo.

-¿Tú a dónde vas?- le interrogó la rubia con cierta brusquedad en su tono.

-A buscarla.- le respondió el ojiverde de inmediato con el mismo tono y girándose para encararla- Pero tú haz lo que quieras, siempre es así.- le reclamó con cansancio y volvió a seguir su camino sin mirar atrás.

Astrid suspiró, mientras lo veía alejarse y cabalgó en dirección opuesta.

∞ ∞ ∞

Heather se hallaba contemplando en silencio a la orilla de un río, la joven estaba ensimismada en sus pensamientos, se sentía en una verdadera vorágine que sólo aumentaba al sopesat una y otra vez de quién era en realidad y la responsabilidad que eso conlleva.

En un jadeo, tomó la corona de flores sobre su cabeza y la dejó con delicadeza correr en las aguas; la observó desaparecer de su vista, hasta que sintió a alguien en sus espaldas y decidió voltearse para enfrentar a quien la encontró.

-Tienes miedo.- le afirmó Camicazi cuando sus ojos conectaron

-Claro que tengo miedo.- confirmó la pelirroja, antes de caminar hacia ella hasta quedar en frente- ¿Y si no puedo hacer magia? ¿Y qué si no puedo salvarlo?- se cuestionó angustiada refiriéndose a Eret.

-Sólo tienes que confiar. Confiar en que tienes el poder.- respondió con calma la ojiazul.

-Por favor, ven con nosotros.- rogó juntando sus manos- Te necesitamos para encontrar a Eret... Yo te necesito.- confesó con sinceridad, mientras bajaba ligeramente la cabeza, pero sin dejar de mirarla.

-Si lo hago, si te llevo a la Ciudad Inmemorial, tendrás que escuchar.- condicionó seriamente alzando una ceja.

-¡Sí, lo haré! Haré todo lo que tú digas.- aceptó rápidamente la joven con alegría.

-Y también tendrás que estudiar. Será mucho trabajo.- añadió y la ojiverde rió, mientras movía su cabello hacia atrás con una exagerada vanidad.

-Dioses, no te preocupes por eso, soy muy trabajadora, todos dicen eso de mí.- aseguró confiada.

-Y confiar en mis decisiones, aunque no estés de acuerdo.- terminó la rubia cruzándose de brazos.

-Claro.- aceptó la cocinera sonriendo sin llegar a mostrar los dientes- Eso ya lo hago.- añadió encogiéndose de hombros.

-No puedo vencer a la bruja sin ti y tú salvar a Eret sin mí.- declaró Camicazi.

-¿Entonces somos compañeras?- propuso Heather extendiendo su mano esperando estrecharla con la de ella, pero la rubia negó con la cabeza.

-No, yo soy la maestra y tú mi estudiante.- aclaró firmemente.

-Sí, como quieras.- accedió nerviosamente la muchacha retirando su mano y llevándola sin mucha discreción detrás de su cuello para rascarlo, mientras que la hecho sonrió con soberbia al verla apenada.

Tenían un largo camino que recorrer.

∞ ∞ ∞

-Llegó la hora.- le anunció la Jefa de Bog Burglar a su hija, quien la ayudaba a colocar sus pertenencias, las de su tía y algunas provisiones en una pequeña carreta- Alexa y yo estaremos bien, volveré y no te darás cuenta. Y harás un gran trabajo manejando la aldea.- confío con una gran sonrisa, la cual imitó la de ojos marrones, quien no dudó en abrazarla.

-Te amo, mamá.- dijo al estrecharla fuertemente en sus brazos. Siempre has sido y siempre vas a ser mi heroína. Estoy orgullosa.- añadió efusiva.

Tras terminar el abrazo, Camicazi le dió un beso en la frente a Assa, luego aseguró a Heather sobre la carreta, mientras que Alexa se despedía de su sobrina. Cuando todos los demás ya estaban sobre sus caballos y las hermanas dirigiendo la carreta, estaban listos para partir.

-¡Vámonos!- anunció el Spitelout, los caballos empezaron a galopar y la careta los seguía de cerca siendo jalada por otro equino.

Así comenzaba su aventurera travesía.

∞ ∞ ∞

Sin embargo, no muy lejos de la aldea de Bog Burglar, Bocón se detuvo al pie de lo que eran restos de una fogata y alrededor rastros de troncos movidos, los guardias que lo habían acompañado en esta misión se dedicaron a inspeccionar el lugar.

-Estuvieron aquí.- decretó uno de ellos.

-Dos días de ventaja, hay que movernos, alcanzarlos.- analizó el rubio moviendo despacio una de las rocas que formaban el círculo de la fogata.

-Hay que descansar, señor, los caballos lo necesitan.- le pidió otro de sus hombres.

-No habrá descanso hasta encontrarla.- ordenó tajantemente sin voltear a mirarlos.

-¿Qué le pasa, Capitán?- volvió a hablar el primero, pues aquel hombre estaba teniendo una conducta muy extraña.

-¿De verdad quieres saberlo?- cuestionó Bocón con una voz mucho más gutural, llegando a ser hasta tenebrosa- Es una sensación increíble.- añadió moviendo su cuello haciéndolo tronar de forma escalofriante.

-¿Cuál?- se atrevió a preguntar de nuevo el mismo guardia.

-El propósito.- expresó su Capitán dándose vuelta para darles ver su rostro con sus venas moradas y delgadas líneas negras surcando su piel.

Los guardias solo pudieron dar un par de pasos hacia atrás, pero cuando decidieron huir, fue demasiado tarde; Bocón, en movimientos sobrehumanos, se lanzó hacia cada uno con un solo propósito y lo consiguió.

Los asesinó a todos, ahora sus cuerpos también les pertenecían a Sersi, como el suyo.








































































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💗

Ahora sí esta gran aventura empieza con Heather incluída, hay pequeñas riñas entre nuestro querido Hiccstrid, pensamientos divididos respecto a quién es la elegida como salvadora y una ingrata cacería por Bocón y sus guardias poseídos. Maldición, esto no empezó de la mejor manera, jijijijiji.

Pero aquí somos fans del drama. 😉

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! 🧡






































































































A_Hiccstrid

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