∞ 05 ∞
La tensa e incómoda cena terminó para darle paso a los músicos, generando un ambiente más agradable y la fiesta fue disipando cualquier emoción negativa, ciertos mejores amigos no pudieron evitar bailar juntos y así hablar de lo que la reina acababa de anunciar.
-No significa que nuestra vida tenga que cambiar.- empezó Astrid la conversación, mientras se balanceaba de un lado al otro al ritmo de la elegante música, sus manos rodeaban el cuello del castaño, mientras que él rodeaba su cintura con las suyas- Todavía podemos viajar y...- sus palabras fueron interrumpidas por las de él.
-Bocón presentó una petición en mi nombre. Me aceptaron para entrenar con él, Astrid, con la guardia real y convertirme en uno de ellos. Tengo que ir al sur, a su regimiento después de la boda.- soltó Hiccup de golpe atreviéndose a mirarla fijamente a los ojos.
Claro que se percató cuando el cuerpo de la princesa se tensó al mismo tiempo que su semblante en el rostro se endurecía.
-¡De mi boda!- le recordó frunciendo el ceño- ¿Te vas mañana?- cuestionó dolida.
Quería decírtelo antes, pero no sabía cómo...- fue el turno de la rubia para interrumpirlo.
-O sea, que ya lo sabías.- dedujo soltando su cuello y dando un par de pasos hacia atrás para alejarse de él- Sabías que me comprometieron, no me lo dijiste y ahora me dices que te irás después de mi boda.- señaló con las mejillas encendidas por la furia.
Hofferson negó con la cabeza y arrugando la nariz, caminó pasando por su lado.
-¡Astrid!- le gritó Hiccup en un susurro- ¡Detente!- le pidió de la misma manera, mientras caminaba rápido detrás de ella.
Sin embargo, cuando la ojiazul caminaba iracunda hacia la salida del salón, el príncipe Ingerman caminaba en su dirección y, al momento de cruzarse, chocó fuertemente su hombro contra el de ella y se siguió de largo, sin tener la decencia de pedirle disculpas.
-¡Oye!- lo llamó con rabia dándose la vuelta para encararlo y también empezando a captar la atención de algunos invitados- Entonces, nos vamos a casar, eso es raro, ¿cierto?- le comentó sin molestarse en ocultar su disgusto cuando estuvo frente a él, el rubio sólo la miraba con apatía.
-Oh, estoy deseando que llegue el momento.- habló con neutralidad.
-¿Por qué? Ni siquiera me conoces.- arremetió la princesa con desafío, le estaba hartando la relajada y desinteresada actitud del ojiverde.
-Estoy agradecido por la oportunidad de servir a nuestros reinos.- contestó simplemente haciendo que Astrid empiece a reír con burla e ironía. Fue en ese entonces, cuando Hiccup decidió que su amiga estaba llamando la atención lo suficiente e intervino.
-Discúlpame, ¿sí? Lo siento mucho.- le dijo rápidamente al príncipe, mientras tomaba a Hofferson del brazo y tiraba con delicadeza para alejarla.
-¡Hey! Oye, no. Me estoy familiarizando con mi futuro esposo...- le dijo ella al soltarse con rabia de él y se acercaba nuevamente a Patapez para tomarlo del brazo, como si de una pareja se tratara- ...Pero tú puedes ir a donde quieras. Como lo has dejado muy en claro.- le dijo fulminándolo con la mirada, pero con decepción en su voz.
El muchacho la vió dolido, mientras apretada sus labios con impotencia, ahora se percató cómo todos los miraban, pero no veía por ningún lado a la reina.
-¿Alguna vez escuchaste la historia de Tiramis?- cuestionó de repente Astrid a Patapez cuando se separó de él- Ella era una princesa del antiguo Berk, que vivió hace miles de años y, según todos los informes, era la mujer más hermosa que jamás haya existido. Así que el rey invitó a todos los príncipes y caballeros para que compitieran por su mano. El ganador de cada evento avanzaría al siguiente, hasta que sólo queden dos de ellos: un joven y engreído caballero de Galadawn y un guerrero con casco de alguna tierra lejana, cuyo rostro nadie había visto todavía. Después de una feroz batalla, el misterioso extraño superó al caballero y se quitó el casco. ¿Puedes adivinar quién era? La princesa Tiramis. Ella entró en secreto al torneo para luchar por sí misma y tener la oportunidad de elegir su propio futuro.- contó con firmeza y orgullo, dando vueltas al círculo que los invitados habían creado alrededor de ellos, mientras la escuchaban atentamente.
-¿Puede quedar esto como una historia corta y nada más, por favor?- intervino Eret llegando hasta su hermana y la tomaba por los brazos.
-Ya lo intenté.- comentó un resignado Hiccup viendo las inútiles acciones del heredero.
-¿Por qué no eres útil?- gruñó la princesa hacia su hermano, soltándose de él también y estirando su mano hacia la mesa más cerca, tomó una calabaza mediana y se la colocó en la cabeza. Luego se giró hacia su prometido y lo arrastró a unos metros de su hermano- Digamos que hay un torneo por mi mano, que nosotros somos los finalistas. ¿Crees que ganarías?- le cuestionó dándole un cuchillo y señaló a la calabaza.
-¿Quieres que...?- Patapez abrió los ojos viendo el cuchillo en su mano, la rubia no lo dejó terminar.
-¿Qué? ¿Tener quitarle un ojo a mi hermano mayor?- desafío divertida.
-Eso me preocupa un poco.- declaró el aludido con un claro sarcasmo.
Sin embargo, antes de que Astrid pudiera invitar nuevamente a Patapez de lanzar el cuchillo, un gutural carraspeo opacó el breve silencio que se formó y todos vieron al rey Ingerman ingresar de nuevo al salón por una de las tantas entradas secundarias. La princesa bufó y rodó los ojos, justo antes de que el rubio en cuestión se dirija a ella.
-Tal vez ahora no, princesa.- le indicó mostrando algo de molestia en su voz, le regresó el cuchillo y se alejó de ella para volver a sentarse en su lugar.
El rey pasó por el lado de la ojiazul, la fulminó con la mirada cuando la tuvo cerca y fue a sentarse con su hijo, apenas estuvieron juntos empezaron a susurrar entre ellos.
Astrid parpadeó incrédula un par de veces, antes de girar el fino cuchillo con habilidad entre sus dedos, luego miró con arrogancia a su hermano, quien seguía de pie frente a ella y con la calabaza en la cabeza; así que no tardó más y alzó su brazo dispuesta a ejecutar el tiro. No obstante, cuando tomó impulso, alguien detrás de ella le arrebató el cuchillo y la jaló con brusquedad haciéndola voltear y darse cuenta de que se trataba de su madre.
Al ver su rostro endurecido por el enojo, supo que estaba en problemas.
¡Hola hola, genteeeeeeee!
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. ❤️🔥
Mejor tarde que nunca, ¿no? Y, a decir verdad, aún no acaba el día, así que aún estoy a tiempo de publicar, jijijijiji. ¡Pido perdón! Fue un martes un tanto alocado. (・–・;)ゞ
Hiccup ya le contó su secreto a Astrid y ella explotó, claro que hay que entenderla; primero la comprometen a la fuerza y luego su mejor amigo (y crush en secreto) la "abandona". Esto solo nos hace una premisa para la acción que pronto se nos viene.
Bueno, eso es todo por hoy...
¡Nos leemos pronto! ❣️
A_Hiccstrid
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top