1. Last Day of Summer, Begins
Nadia
Estoy corriendo en un bosque. No corro de esta forma desde hace mucho tiempo, solo por diversión, sin razón alguna. Es verdaderamente placentero, el sentir la adrenalina en mi cuerpo, el respirar aire puro. No hay ruido a mi alrededor.
Repentinamente, los cantos de los pájaros se detienen, el sonido relajante de un río enmudece, el viento deja de mecer a los árboles. Sé que algo anda mal, sin embargo, no puedo detenerme...
Unos segundos después, árboles empiezan a caer, como si fueran talados por un hacha invisible. Una estructura urbana aparece frente a mí, y sigo sin poder detenerme, lo que me hace entrar en pánico. Entro en una especie de bodega con una apertura enorme en lugar de una puerta (por fin pude parar de correr), pero está extrañamente vacía...
La entrada por la que entré se cierra repentinamente, y quedo sola, bajo iluminación artificial deficiente. Los focos fluorescentes se prenden y apagan cada cierto tiempo, como si el cableado tuviese algún problema. Uno de los focos cae frente a mí, rompiéndose en pequeños pedazos que vuelan por todas partes. Tengo que agacharme y cerrar los ojos para evitar algún tipo de daño.
Al enderezarme, me encuentro en una sala completamente diferente, es ¿el salón de clases de la escuela? Un reflector ilumina a la mesa, donde puedo ver muchas pilas de papeles. Al acercarme para ver mejor, leo en todas ellas una sola cosa...
¿Qué diablos? Mis dedos inconscientemente rozan la hoja más cercana a mi cuerpo, y como si hubiese activado algún tipo de sensor extraño, todas las hojas de papel salen volando y se dispersan por el aula.
El ambiente cambia (otra vez), y me encuentro en una sala gris extraña. Estoy sentada en una silla parecida a la de un dentista. Antes de que pudiera hacer algo correas marrones se amarran a mis muñecas y pies, dejándome inmóvil. Intento soltarme, pero con cada movimiento las correas se ajustan cada vez más, hasta casi cortar mi circulación.
Unas lupas enormes se acercan a mis ojos, y con unas pinzas los abren violentamente para examinarlos. Las pinzas hacen mis párpados sangrar, y no puedo evitar gritar de dolor. A lo lejos puedo escuchar pasos acercarse y siento el ritmo de mi corazón acelerar considerablemente. Justo cuando creí quedar afónica, una explosión vuela la puerta, que no había notado hasta ahora a decir verdad.
Las pinzas sueltan mis párpados, y dos figuras masculinas aparecen de entre las sombras. La más alta de ellas susurra a la otra algo incomprensible, y la segunda figura desata mis muñecas. Un foco blanco enorme se enciende sobre mi cabeza, impidiendo que pueda ver los rostros de mis salvadores. La más baja me rodea con sus brazos y yo correspondí al abrazo inmediatamente, demasiado conmocionada como para reaccionar de otra manera.
La figura alta da un paso hacia la luz y puedo ver bajo el reflector unos rizos marrones alborotados en su cabeza. Al separarme de los brazos fornidos de la segunda figura, veo como la primera se acerca sin dejarse ver del todo, y acuna mi mejilla en su mano mientras cierro mis ojos. Siento un ligero cosquilleo en la nariz, que luego pude reconocer como un beso esquimal. Una voz grave y tranquila habla lentamente.
— Es hora de despertar, Nadia.
Abro mis ojos para ver de quién se trata, pero me encuentro sola en la habitación. Sus palabras resuenan en el eco del silencio, y vuelvo a escuchar mi nombre, esta vez de una voz conocida.
***
— Nadia...
Es la voz de mi hermano mayor, William. Está recostado en el marco de la puerta con una sonrisa socarrona y los brazos cruzados frente a su pecho.
— ¿!¿Qué diablos quieres?¡? — el grito se ahoga con la almohada, además mi voz está ronca, así que sé con certeza que solo él lo escuchó.
Liam y yo no tenemos ningún parecido aparente. Cualquiera que nos viese no pensaría ni en un millón de años que somos parientes. Liam es de tez blanca, rubio con rizos salvajes, suaves y definidos y ojos verde esmeralda; yo soy morena, con cabello negro y "lacio" (ya se enteraran del porqué de las comillas) y ojos chocolate. La razón de esto es muy simple, somos de madres distintas...
De todas formas, es mi mejor amigo en este universo, a pesar de que sea tres años más grande que yo. Desde que tengo memoria siempre hemos estado el uno para el otro en todo momento, nos apoyamos en las buenas y en las malas, si tuviese que escoger una persona para pasar el resto de mis días, no me la pienso dos veces. Aunque justo en este momento... quiero asesinarlo...
— Hermanita, qué malagradecida eres. — coloca la palma de su mano en su pecho en un gesto indignado, sin borrar la sonrisa de su rostro — Y yo que quería evitarte el show de Ada por levantarte tarde el último día del verano.
Un escalofrío recorre mi cuerpo, haciéndome levantar estrepitosamente. Me siento para despertarme más rápido y lanzo distraídamente un cojín en dirección a Liam.
Escucho como lo atrapa en el aire con un quejido de sorpresa, probablemente no se esperaba una actitud agresiva de mi parte tan temprano en la mañana, aunque ahora que lo pienso, ¿qué hora es?
—¿Qué hora es? — digo con voz ronca. Toso un poco con el fin de aclarar un poco mi garganta. — Si vienes antes de que Ada llegue no debe ser muy tarde —me levanto de la cama y abro las cortinas, la habitación bañándose en la luz del sol.
— Ah si, pues, esto... — empieza a balbucear con una mano detrás de su nuca. Levanto una ceja en su dirección, poniendo toda mi atención en su respuesta. Saca su celular del bolsillo delantero de su pantalón — Son las 7:30 am.
— ¿!Y PARA QUÉ DIABLOS ME LEVANTAS TAN TEMPRANO?¡
Aún utilizando el mismo tono socarrón de antes contesta — No es tan temprano, el sol ya está afuera y...
— ¿!Y QUÉ SE SUPONE QUE HAGA?¡ ¿!FOTOSÍNTESIS?¡ — interrumpo con tono irritado.
— Bueno, bueno. — Hace un gesto tranquilizador con la mano que le queda, pues con la otra sostiene mi almohada azul con puntos blancos. — Agradece que sea yo ahora, y no Ada dentro de... — vuelve a mirar la pantalla de su celular — 29 minutos reprochándote por enésima vez el levantarte "tarde".
Supongo que tiene razón en esa parte. Con un suspiro cansado empujo la colcha al piso y me paro, caminando en dirección al baño. Recibo un almohadazo en la espalda y me volteo por inercia. Lo único que puedo ver/oír es a Liam corriendo por el pasillo. Suelto una carcajada por lo bajo, pensando en que tan infantil puede ser mi hermano en ocasiones.
Tomé una ducha caliente y me vestí con jeans ajustados y una playera blanca holgada y un chaleco negro largo. Al salir veo la hora como un auto-reflejo, verán tiendo a tardar bastante en salir de la ducha y tengo como meta personal tardar menos de 15 minutos. El reloj marca las 8:00 am, y solo soy capaz de soltar un suspiro pesado. Tal vez a la próxima.
Escucho pisadas de tacones por el pasillo hacia mi puerta. Por el marco se asoma una mujer alta y esbelta con un vestido crema de tubo con botones pegado al cuerpo y tacones de 10 cm. Castaña con ojos azules, tez blanca, con facciones perfectas. Es Ada... mi madrastra.
— Veo, que estás levantada. Bien una molestia menos. — Se ha girado como si fuese a marcharse, pero vuelve a rotar en mi dirección como un trompo disfuncional. — Antes de bajar, intenta organizar esta cueva que llamas habitación. Y también quítate esa ropa, pareces prostituta.— tras mirar despectivamente mi ropa, se retiró con aires de superioridad.
Suspiro fuertemente mientras contengo el impulso de azotar la puerta para arreglar mi "cueva". Se preguntarán porqué no puedo hacer eso, ¿cierto? Es parte de las reglas que Ada ha impuesto en la casa, solo puedo tener la puerta cerrada de mi cuarto en la noche. Mi padre nunca ha negado ni nada por el estilo sus reglas, piensa que si no lo hago tendré comportamiento rebelde. Patético, ¿yo?¿rebelde? JA, como si eso fuese a ocurrir.
Pero él está muy ocupado con su trabajo como para darse cuenta de las estúpidas reglas que impone su adorada esposa. Verán, se casaron cuando yo tenía 10 años y ese día le hice a mi padre una promesa...
🎹📖🎤
Estoy sentada en un banco de madera fuera de la iglesia, usando un vestido largo morado con volantes en la falda, y tacones de 5 cm plateados. Estaba maquillada y había dejado que usaran una tenaza en mi pelo, por lo que ahora tenía pequeños rizos definidos y negros colgando por mi espalda. Estaba vestida como para una fiesta, una boda en realidad. Mi papá se iba a casar de nuevo, después de 10 años siendo viudo, está a punto de casarse por tercera vez.
No conocí a la mamá de Liam, solo sé que era rubia con ojos azules. Un auténtico sol según mi padre, se llamaba Danielle. Estuvo casada con mi padre unos 2 años, a finales del primero nació Liam. Pero en un accidente automovilístico, donde mi padre se fracturó un brazo, Liam se lastimó el cuello (iba en el asiento de bebés), y Danielle falleció. La verdad es que Papi me explicó todo, pero es que el lenguaje de adultos muy difícil de entender.
A Papi le dolió mucho perder a Danielle, pero siguió adelante. Estuvo llevando a Liam a su trabajo durante un año; se encarga del sector salud de la región de Inglaterra, lo que significa que su jefe directo es el representante regional, e indirectamente el probitate. Eso significa que mi Papi es importante.
Como parte de su trabajo, visita una vez al mes a las personas que están en la Capital en estado terminal, al igual que todos los Directores del Sector Salud de las Regiones. En uno de sus turnos conoció a Danielle. Su padre, el abuelo de Liam, estaba allí por que estaba en fase terminal con leucemia (o algo así, Liam entiende medicina mejor que yo) y ella estaba allí para cuidarlo.
Luego va la historia típica de amor, se conocen mejor, se enamoran, se casan, tienen un hijo. Regresando al tema, Liam tenía dos años y se quedaba en el cunero con los demás niños. Jamás me enteré del cómo o del porque mis papás se conocieron, solo sé que salieron a escondidas por meses ya que es ilegal el matrimonio entre regiones. Se casaron en secreto y mi mamá quedó embarazada de mí, y... murió en el parto.
Para ese momento Liam tenía 3 años, y mi papá quedó viudo por segunda vez. Siempre fuimos nosotros tres hasta hace un año, cuando Papi conoció a Ada. No confió en esa señora, no me da buena espina, y aun así me pidió que fuera la dama de honor. Liam me dejó sola mientras iba a arreglarse, haría la entrada conmigo.
Escucho pasos acercándose a mí y sin mirar a quien se acercaba solté — No quiero que Papi se case de nuevo —. Apenas pronunciadas esas palabras un peso cae junto a mi en la banca, y no tardo en darme cuenta de que era mi padre el que se sentó junto a mí.
— ¿Ah sí? ¿Se puede saber el por qué? — me mira gentilmente, como si hablase con alguien mucho más joven que yo y se acerca un poco a mí en la banca.
— Bueno papá, yo... este... — comienzo a balbucear en sorpresa, pero me callo al ver el gesto interrogativo con la ceja levantada. — Ada no me cae bien. Siento que no es lo suficientemente buena para tí — me cruzo de brazos mirando al suelo.
— Linda, — pasa un brazo por mis hombros y su voz baja al tono de un susurro — te voy a contar un secreto. Nadie es suficientemente bueno para nadie, todos somos humanos y nadie es perfecto. En el amor ves a los demás con otros ojos, y aprendes a querer cada parte de esa persona, incluso sus defectos. — me da un beso en la coronilla antes de seguir hablando — Aprendí a amar a Ada y ella a mi, y me hace tremendamente feliz. Además voy a seguir con ustedes igual que siempre, no pienso desaparecer de la noche a la mañana.
— ¿Me puedes prometer algo, Nady? ¿Podrías darle una oportunidad? Ella es una familia y costumbres distintas a la nuestras, y puede que lo que haga te parezca radical, pero jamás haría nada para dañarlos, yo no lo permitiría.
Levanto la mirada lentamente y veo fijamente esos ojos marrones, iguales a los míos — Está bien, lo prometo — y le mostré la sonrisa más sincera que tengo.
🎹📖🎤
Esa promesa me ha evitado varias cosas, que a lo mejor me metían en problemas siendo sincera, pero aún así no me siento del todo cómoda con esa mujer. Es cierto, no todo en ella es malo, como en cualquier persona... Es que... AGH, me pone de los nervios...
Me pongo unos tenis blancos y sin arreglar mi "cueva", ni cambiar mi ropa de "prostituta", me dirijo hacia el pasillo. En algún otro momento, hubiese tan siquiera arreglado mi cama o buscado una playera "apropiada" para una "señorita de sociedad", como ella quiere educarme.
Sin importar lo que me haya dicho, este es el último día de verano y, aunque sea por hoy, pienso hacer las cosas a mi manera.
***
Palabras: 2259
Hola!! Espero que les esté gustando la historia!! Puede que no pueda actualizar muy pronto por dos razones. 1.- El Domingo me voy a casa de mis abuelos y no tendré mucho tiempo para escribir; 2.- Sufro por cuestiones hereditarias de Rinitis Crónica y por los constantes cambios de temperatura en mi país tengo una crisis aguda. Normalmente podría escribir, pero por la fiebre (según mi hermano mayor) puedo tener alucinaciones si paso demasiado tiempo frente a una pantalla.
Se me ha bajado la fiebre de momento y tomé el celular para terminar el primer capítulo.
Lamento las faltas de ortografía que no note a la hora de editar!!
Le dedicó este capítulo a Grim1004 por ser el primero en votar en el prólogo.
Igual, seguro nada de esto les interesa, así que no se por qué lo hago...
De todas formas espero que les guste este primer capítulo. No se olviden de comentar para hacerme saber su opinión y votar. Los amo!!
- Anne 🧡
Pd.- He corregido el capítulo porque descubrí el guión largo en el teclado de mi celular y porque quise corregir algunas cosas que me hicieron saber RLk_Amer. Muchas gracias a las dos 😁.
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