CAPÍTULO 8

//Momentos Oscuros\\

Atenea

Muchos dicen que hay momentos que te marcan, momentos que se quedan impregnados en la memoria. Y tienen razón.

Lo que paso con Daniel sigue repitiéndose una y otra vez, a pesar de haber pasado ya cinco días, eso sigue doliendo. Black les había dicho a sus gorilas que no me acerque a él, pero ya no estoy para seguir sus ordenes. Eh hablado con él en la prepa, Lau a venido a veces y le aclare lo que paso, como el idiota saco de contexto todo.

Tres semana en esta casa y me a pasado de todo, discusiones, cachetadas, llanto , peleas y por último la visita de su familia. Fue raro, sus comportamientos me dieron a entender que ya me conocían , aunque Black me dijo que no. La forma en como me miro su padre se me hizo conocida, pero por más que trate en recordar, nada aparecía, y su hermano, la cosa con su hermano si fue de otro nivel. Ese sentimiento de conocerlo cuando me abrazo me resulto familiar, era como si ya hubiera tenido esos abrazos.

Por lo que se, son rusos, por el porte y carácter, aunque los escuche hablar italiano, ese me da a entender que tienen decendencia italiana. Después de ese encuentro no los volví a ver , tenia que salir a hacer una sesión de fotos que tenia pendiente, pero ese maldito mareo hizo que callera en los brazos de ese hombre.

Aunque no fue un mareo cualquiera, recuerdos fugaces aparecieron de repente haciendo que suelte palabras sin sentido, escenas borrosas se hicieron presente , aunque trate de recordar no pude lograrlo.

Ahora mismo estoy entrando al despacho de mi psicólogo, es miércoles y las malditas sesiones siguen. Al menos durante estos días no a pasado nada malo, evitarlo me a ayudado a estar en paz.

-Siéntate Atenea, en unos segundos empezamos -me acomodo esperando , lo veo escribir algo en su celular pero no le tomo importancia, más me dedico a observar el lugar. -Ahora si.

Se levanta yendo hasta la puerta, lo veo poner seguro, y enarco una ceja, nunca a cerrado la puerta en todas las as sesiones que hemos tenido. Esto esta empezando a incomodarme más de lo normal.

-No queremos interrupciones -me sonríe mostrando una sonrisa macabra - además tampoco será divertido -giro mi cabeza para no verlo, se acerca quedando detrás de mi, sus manos se colocan a cada lado de los reposa brazos subiendo mis manos ahí -¿No crees?

Me soba las manos subiendo por mis brazos, esto es incomodo y malo, el miedo se esta empezando a forma dentro de mi. Lo siento respirar cerca a mi nuca, pero no me muevo, estoy sorprendida por su acción.

-¿Que cree que hace? - reacciono intentando salir de esa cárcel que creo con sus brazos. - ¡sueltemé!

-Hey hey, tranquilita , o quieres que esto pase a mayores.

Intento volver a separarme , pero hace presión en sus manos, luego pasa sus manos por mis piernas intentando subir más arriba. Esto es una mierda, tengo que salir de aquí. Tengo una presión en mi pecho que me dificulta respirar.

-Eres tan bella , Atenea. Siempre lo has sido - restriega su cara contra mi mejilla, las lágrimas se acumulan en mis ojos, no soporto esto - No sabes cuanto espere por esto.

Cuando esta por poner su mano encima de mi parte íntima, me impulso para atrás cayéndome con la silla, me levanto rápido tratando de abrir la puerta, cuando estoy por lograrlo, siento como soy jalada del cabello.

Me tira en uno de los muebles subiéndose encima, agarra mis manos colocándolas a cada lado, aprisionandome. Quiero gritar pero me tapa la boca con una mano. Se acerca a mi cuelo y empieza a besarme. Esto me causa repulsión y las lágrimas que contenía salen a mares.

Trato, trato de liberarme pero su fuerza es mayor. Siento como desabrocha el botón de mi pantalón y rompe mi polo. Mis ojos se cierran para olvidar este momento eh imaginar que estoy en casa con mamá.

Pero entonces pasa.

Veo a mamá sonriendo le a una niña pequeña, soy yo, me abraza y me susurra cosas.

Nunca te rindas, ni mucho menos cuando ves que estás en peligro, es mejor haberlo intentado que estar lamentándose después.

Abro los ojos y con todas mis fuerzas lo empujó para adelante. Eso me da ventaja y agarro lo que queda de mi polo acomodándome el pantalón.

Pero la seguridad dura poco cuando se levanta eh intenta golpearme, y lo logra, me tira una cachetada asiendo que caiga al piso.

-¡Maldita perra! - tira de mi cabello asiendo que lo vea - el francés dijo que te quería viva, pero no virgen.

Trato de soltarme , cuando veo que se baja el cierre de su pantalón mis alarmas se encienden, no por favor, no esto.

¡NO!

Mi mirada está cristalizada, y el miedo y dolor se instala en mi , cuando saca su miembro y lo toca frente a mi, siento náuseas, siendo miedo por lo que me va a pasar , estoy sola , sin nadie que pueda rescatarme.

Cuando esta por acercarme a su miembro noto un lapicero a mi lado, con la ira y miedo lo agarro y se lo clavo en la pierna, grita de dolor cayendo soltando me en el proceso.

-¡¡Hija de puta!!

Me levanto lo más rápido que puedo, ya que mis piernas están lastimadas por las caídas. Pero siento su mano agarrar mi tobillo, noto un jarrón al lado de la puerta y lo agarro tirándoselo en la cabeza

-Maldito miserable.

Me tapo con lo que queda del polo y abro la puerta, saliendo corriendo, pero logro ver al lado de la puerta a uno de los hombres que me cuidan.

Me mira con desagrado y yo corro con las lágrimas impregnadas en mis ojos y mejillas.

Al salir veo la camioneta donde esta parado Alexei, cuando gira su rostro, palidece por lo ve que.

-Señorita - voy hasta él y lloro - que sucedió .

No respondo, y subo, me pasa su chaqueta la cual utilizo para taparme , noto mis muñecas rojas , rasguños en mi pecho y abdomen y mis piernas duelen.

Esto fue lo peor que puede haber pasado, sentada sola , lloro desconsoladamente. Pude haber sido violada por ese miserable bastardo.

Me abrazo a mi misma, todavía puedo sentir sus manos en mi piel, sus asquerosos labios sobre mi cuello.

Al llegar , bajo corriendo subiendo a mi habitación sin mirar a nadie. Me meto a la bañera cerrando la puerta, encendiendo la llave de la ducha.

El agua cae a chorros mojando mi piel maltratada, recordandome que estoy destrozada y rota. Que soy un ser defectuoso que nunca debió pisar la tierra.

Me abrazo a mi misma rascándome la piel , sintiendo el dolor por la presión que hago, pero no es solo dolor físico, sino también mental.

Pensado que me merecía esto, por haber echo que mamá muriera, por mi maldita culpa.

Pasan los minutos y sigo en la bañera , dejando que el agua haga remover la sangre de las heridas que me hice con las uñas.

Con lágrimas en los ojos, ni siquiera puedo cerrarlos, cada vez que lo intento, logro ver sus asquerosos ojos marrones mirándome con deseo y burla.

Removiendo cada maldito minuto que pase ahí.

Pero es hay donde escucho esa voz, la voz que me hace sentir segura aunque no lo quiera admitir.....

-Abre la puerta Atenea.

ya que es aquí donde se que mi mundo cambiará por completo.

*****

Azael

Detengo el auto asiendo rechinar las llantas.

Bajo yendo directamente hasta Alexei, lo cojo de la camisa encarandolo.

-¡¿Que mierda paso?!

-Todo estaba bien hasta que la señorita salió disparada.

-Datos.

Lo suelto y me paso la mano por el cabello.

-Tenia su polo roto señor, y estaba llorando.

Lo miro incrédulo , roto, por que tendría su polo roto.

Mi sangre se congela, mierda, que no sea lo que estoy pensando.

-¿Dónde está?

Entramos, observo la primera planta y no la veo.

-Cuando llegamos salió corriendo y se subió a su habitación. Señor, la señorita no se encontraba bien.

Asiento, subiendo con John a mi lado, tengo la respiración pesada y millones de escenarios en mi cabeza.

Llego hasta su puerta y la abro, no tiene seguro, pero al mirar no veo a nadie pero noto la puerta puerta de su baño cerrada.

Me acerco y escucho el sonido de la ducha, esta ahí, y logró escuchar sollozos.

-Atenea abre la puerta - no recibo respuesta y sigo intentando, hasta que mando a John a traer la llave. - Atenea, se que estas ahí, habré por favor.

No percibo movimiento, solo es sonido de la ducha y sollozos bajos.

Esto me está matando y sin esperar a que venga John, abro la puerta de una patada.

Cuando la localizo, la encuentro dentro de la bañera abrazándose con sus brazos dejando que el agua la empape.

Ni siquiera reacciono cuando tire la puerta, esta ida.

Me acerco a ella eh intento levantar su mirada , cuando coloco mi mano bajo su mentón, lo alzo y tan solo verla mi sangre hierve de rabia.

Tiene un labio roto, su mejilla izquierda está inflamada y los ojos rojos de tanto llorar.

Me enfurece verla así, y ya me hice una idea , y estoy en lo más claro cuando digo que este bastardo me las pagará con sangre por lo que a echo.

-Mierda.

Ella levanta los ojos y al observarme se rompe, llora como niña pequeña y me arrodilló quedando a su altura, dejo que recueste su cabeza en mi hombro no sin antes cerrar la ducha.

Noto como John llega y le hago una seña para que se valla. No quiero que la vea así.

-Hey, tranquila , estoy aquí -se que nuestro comienzo no empezó nada bien , y que ella sigue enojada conmigo, pero en estos momentos eso me vale mierda , ella me necesita, sobandole la espalda susurrando le cosas.

-Yo..yo.. yo tengo miedo.

-Lo se - se rasca la piel del brazo y noto que ambos están rojos por la fuerza que emplea, sus muñecas tienen marcas de forcejeos y algunos rasguños - basta - Detengo sus manos agarrando las - te harás daño.

-Lo.l. lo sigo sintiendo tocando mi piel, no quiero sentir eso.

Verla así me desarme, vulnerable y rota. No es la Atenea de siempre, la que me lleva la contraria.

-Tienes que decirme que paso, pero a su debió momento, ahora tenemos que sacarte de aquí.

Asiente, pero cuando la levanto pongo todo mi autocontrol en juego, solo trae un sujetador ya que su polo está roto. Agarro una toalla, pero para no incómodarla decido hablar.

-Me permites - señaló la toalla y ella solo asiente, parece que está en modo automático, la seco y la llevo hasta su cama, voy a su repisa y saco un polo y un short, se lo pongo y cuando estoy por regresar al baño, me sujeta de la muñeca mirándome con ojos asustadizos - Tranquila, voy a dejar esto.

No dice nada, solo gira su cabeza a la ventana. Al salir la veo botando lágrimas.

Me acerco a ella y me siento a su lado.

-Crees que por ser mala hija , me paso esto.

Comprendo lo que quiere decir.

- No eres mala hija.

-Soy defectuosa sabes, nadie me quiere, tengo depresión y ansiedad - me mira a los ojos con tristeza - mi madre esta muerta por mi culpa y casi.ca.. casi me...

-No te atormentes.

Me imagino la situación, pero quiero que ella me lo compruebe.

-Casi me violan Azael.

La agarro de la mano y la aprieto suavemente.

-Nadie me iba a ayudar, iba hacer violada por mi propio doctor.

Desvía la mirada botando lágrimas.

-Fueron los 30 minutos más horribles de mi vida. - suelta mi mano y se abraza ella misma - soportar como me tocaba o cuando me golpeó y me arrodilló para hacer esa mierda.

Cierro mi manos en puños , imaginar por todo lo que paso solo hace que quiera ir y despelleja a ese maldito miserable.

-No necesitas decirme nada más, no quiero que te atormentes .

-Yo..

-No Atenea, yo estoy aquí y te voy a cuidar. - coloco mi mano en su mejilla la cual esta un poco inchada - Nadie te volverá a insultar, tocar ni mucho menos pegar. El que lo haga, que se considere muerto, nadie toca lo que quiero. Y tu Atenea, eres eso y mucho más. Es mi sentencia a partir de ahora, lo que dicto se queda como ley.

Me mira asombrada , es verdad lo que dije, nadie la volverá a tocar, sobre mi cadáver, primero tendrán que pasar sobre mi para llegar a ella.

- Acaso es una sentencia.

La miro y sonrió ladino, al parecer ya se calmo un poco.

-Es una condena, la cual perdurará para siempre.

Me mira curiosa , sin ningún rastro de miedo por lo que dije hace unos momentos.

-Tengo una pregunta - asiente acomodándose sentándose - Nadie estaba contigo ahí. - gira su cabeza - y no me mientas.

- Cuando salí corriendo vi a uno de tus hombres parado al lado, pero solo me dedico una mirada de desprecio.

Maldito, seguro trabajaba para Morris.

-Como era , describelo.

Me mira expectante, esto no quedará impune.

-No es necesario, yo estoy bien.

Eso hace que me moleste.

-¿Bien?, casi abusan de ti, y dices que estas bien. Ese bastardo tiene que pagar , así que dime.

Hablo asiendo un mi voz salga fría , la veo pensar pero al final se decide por decirme.

-Era algo, rubio y con un lunar en la mejilla derecha .

Asiento, Luciel, maldito traidor.

-Nada más, no escuchaste nada.

La noto rascarse la palma de la mano.

-Cuando intentaba defenderme , escuche cuando dijo que un tal francés me quería viva.

Mi sangre se congela al escuchar eso.

Y mi mente recuerda lo que claramente decía la jodida nota.

Nos veremos pronto, por ahora cuida muy bien de esa sirena de ojos esmeralda, puede que tenga una gran sorpresa de mi parte.

Maldito cabrón, maldito Morris. Ambos trabajaban juntos. Como no me di cuenta.

-Estas bien - al escuchar su voz no me había dado cuenta que estaba apretando su sabana con fuerza.

-Si, tengo que encontrar al cabrón que no te ayudo y hacer que page.

-¿Qué ? , que vas hacer.

-Ya lo veras.

Salgo de la habitación con ella detrás de mi soltando palabrad , pero no me detengo, al llegar a la sala indicó que me traigan a Luciel.

Dos de mis hombres lo traen de los brazos. El bastardo mira a Atenea y luego a mi.

Lo arrodillan frente a mi , tiene miedo impregnado en sus ojos , ese mismo miedo tuvo ella cuando estaba abajo de ese bastardo.

- Busca al hijo de perra de Morris, lo quiero vivo.

John asiente saliendo con otros hombres. En cambio Atenea esta parada al inicio de la escalera viendo todo abrazándose a si misma y tapada con una sabana.

Me acerco al imbécil mirándolo con frialdad, tiembla del miedo, pero eso acabará dentro de poco.

-Matarte no es una opción, solo seria tu vía de escape - me arrodilló delante de él agarrando lo del cabello asiendo que me mire directo a los ojos - Y tú muy bien sabes lo que les pasa a las personas que de atreven a traicionarme.

-Señor, de que esta hablando, no se que le haya dicho la señorita, pero es mentira - se remueve tratando de soltarte se las cadenas, giro mi cabeza viendo a Atenea, desconcierto y enojo muestra su rosto. - Señor créame.

Dejo de mirarla y me levanto - De verdad, - asiente asustado - como mierda explicas los rasguños y golpes, eh bastardo.

Le envío una patada al estómago asiendo que se retuerce por aire. Escucho un chillido , y se que no debería hacer esto con ella presente aquí. No quiero que vea este lado mio.

-Azael - la escucho susurra mi nombre pero no volteo, ahora mismo mi mirada no es la mejor, el sádismo se está apoderando de mi y lo último que quiero es que se asuste. - Ya lo asustaste , para.

- Asustado es poco, el terror debe gobernar en él - me vuelvo a acercar a él sacando una navaja que siempre traigo conmigo - sus gritos serán mi recompensa por no haber estado ahí para ti, Atenea.

Mando a que le venden los ojos, como dije, solo sus gritos se escucharán, no tiene por que perturbarse con estas vistas, todavía no.

Acerco la navaja a su rostro, subiendo poco por poco hasta llegar a sus ojos - estuviste ahí y dijiste que no viste nada, al parecer tus ojos no funcionan - clavo la navaja en el borde de su ojo asiendo que suelte un grito desgarrador, remuevo de un lado al otro hasta que queda un agujero, el ojo sale sin más, cayendo al suelo, sus gritos de dolor son melodías para mi oídos.

Esto es tan liberador que no me fijo en nadie más, hago lo mismo con el otro hasta que queda sin nada. Su rostro está lleno de sangre y su llanto envuelve toda la sala.

-Así lloraba ella cuando pedía ayuda.- giro mi cabeza así ella, sigue con los ojos vendados, pero desde aquí puedo notar como tiembla. - y tampoco la escuchaste.

Dirijo la navaja toda ensangrentada hacia su oreja , empiezo a cortarla haciendo que más gritos salgan.

No siento remordimiento ni culpa, esto es tan natural en mi que nunca me a causado repulsión. Noto como algunos hombres desvían su mirada. El piso está bañado en sangre y el cuerpo de la rata tirada en el piso convulsionado.

Me levanto pasando mis manos llenas de sangre por mi saco, me lo quito y lo tiro. Me acerco a Atenea y le quito la venda.

-No mires, solo fíjate en mi - asiente , ya que solo yo estoy bloqueando la escena macabra que hay detrás de mi.

-Tu rostro - levanta sus manos las cuales están temblando , son suaves y delicadas - tiene manchas de sangre - me toco la cara y efectivamente, tengo rastro de sangre.

-Olvídalo, - agarro sus manos y las bajo - ahora tienes que elegir quien será tu jefe de seguridad. Esta mierda no debe volver a pasar.

Me mira temerosa, sus ojos siguen triste y asustados. Eso cambiará, conmigo cambiará.

-Yo... no se a quien elegir. - Mira ha todos hasta que se detiene en Alexei - elijo a Alexei - el mencionado palidece, sabe que si algo le llega a pasar a ella, me pagará con su vida.

- Señorita , no creo que sea el indicado.

Levanto mi mano asiendo que se calle. A veces es muy hablador igual que su hermano.

- Basta, ella ya eligió, y sabes muy bien que pasara si no la proteges.

Asiente pasando saliva. John se volverá loco.

Cuando estoy por irme una mano cálida me detiene - No quiero que mi padre se entere de esto.

-Tampoco se lo iba a decir.

Me mira asombrada pero se recompone.

-Gracias de igual manera.

Intenta ver lo que hay detrás de mi pero sujeto su rostro.

-No

-Pero, sus gritos fueron desgarradores.

-Se lo merecía, ahora vamos a tú habitación. Tienes que descansar.

Asiente rindiéndose, mando a que limpien todo y que traigan comida para ella.

Me cambie de ropa, ya que tenia olor a pura sangre igual que la sala.

En la noche fue peor, sus gritos y sollozos regresaron , lo que vivió hizo que se volviera a cerrar , aunque hable conmigo, se que todavía se guarda pensamientos hirientes y la culpa.

Lo que paso hoy, solo es el comienzo de la guerra, ese infeliz no se cansara hasta encontrarla igual que todos los demás.

Tener al doctor fue una gran jugada, por eso murió su doctora, para ponerlo a él en el juego y le informe todo.

Sabe sobre sobre su salud, y estoy seguro que será por donde más atacara.

Protegerla ahora es lo más importante, cueste lo que cueste.

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