CAPÍTULO 21

//Paseo Sangriento\\

Atenea

Me acomodo en el sillón de la sala junto con el moreno que salió hace un momento de la habitación. Ambos nos mantenemos serios con los brazos cruzados observando a la persona que llego de repente.

Cabello negro, ojos grises y esa característica que tiene todos los Smirnov que eh visto, la mandíbula bien marcada con la expresión seria que los caracteriza, aunque él tiene algo diferente, un brillo divertido en sus ojos. Nada comparado con la frialdad y neutralidad de su hermano.

-¿Qué haces aquí Belial? - pregunta el moreno mirándolo desconfiado.

El mencionado solo se encoje de hombros divertido. Frunzo el ceño al verlo destapar la botella de licor que está al lado del sillón sirviéndose. Por su apariencia algo me dice que no es apto para beber. ¿Cuantos años tendrá?

-Perdona. ¿Él ruso sabe que estas aquí?

-No. - responde sin mirarnos - pero seguro ya se a enterado y esta buscando la forma de regresar. Pero lo dudo, nuestra abuela no lo dejaría ir fácilmente.

Asiente sin dar más profundidad.

-Así que disfruten me. Puede que sea mis últimos días en la tierra. - se pasa la mano por el pecho dramáticamente - Y dime cuñadita ¿Cómo te está yendo al lado de Hades?

Me atraganto con la saliva al escucharlo hablar. Alexei me ayuda a recomponerme y yo miro con una ceja alzada al ruso menor.

-Te estás confundiendo. Tu hermano y yo no tenemos nada.

Me mira serio estrujandome con la mirada.

-No lo creo. - Deja el vaso en la mesita dirigiéndose al moreno - Alexei me apoya.

-Yo no dije eso.

-Pero lo pensaste.

-Cierra la boca.

-Uy, así le hablas al Underboss - se inclina hacia nosotros con una sonrisa malvada. Cosa que no nos altera, ninguno de los dos flaquea ante su mirada siniestra. - Si, son iguales o peores que yo.

Entrecierro los ojos al escucharlo y toda charla se termina por la interrupción de la rubia. Al entrar se queda estática viendo al ruso sentado el cual habré los ojos al verla parada.

-¿Tú que carajos haces aquí? - masculla serio y Alexei y yo nos quedamos quietos viendo el duelo de mirada de estos dos.

-Belial. El Underboss. - sonríe cínicamente avanzando a paso lento - Que lo trae por aquí - musita sarcásticamente.

-Responde. ¿Qué carajos haces aquí?

La rubia sonríe con suficiencia camiando por todo el lugar mirándolo divertida.

-Tu hermano me mando a llamar. - me mira burlona - Para cuidar a esta niña.

-Perdona - me levanto con dificultad toda cabreada por su uso de palabra - ¿A quién le dices niña?

-No te vez. Eres una mocosa en busca de atención.

Hago mis manos puños tratando de controlar mi furia. Como quisiera cortarle la lengua por víbora siceñoza. Pero será en otro momento. Ahora mi pierna nesecita mejorarse.

-Cuidado como le hablas Tamara - exclama el ruso - Recuerda que hay niveles y tu estas muy debajo de nosotros.

Lo miro sin comprender lo que dice y Alexei se levanta con la ayuda de las muletas.

-Basta. Señorita Pavlov será mejor que se retire.

-Tú no me mandas guardaespaldas de cuarta. - lo señala.

-Controla tu lengua Pavlov. No me des motivos para cortartela.

-Si estoy aquí es por tu hermano. - mascullé - Así que él es al único que debo mostrar respeto.

-Respeto. Tú - se encamina hacia ella mirándola con desagrado. - No hables de respeto maldita traidora. Hace tiempo dejaste de pertenecer a la Bratva.

-Pero para tu hermano eso no sirve. - contraataca haciendo enojar.

-Claro - sonríe burlón - Al parecer el también está mal de la cabeza.

-Es el Boss. Sabe lo que hace. No puedes venir aquí a cuestionar sus reglas.

-¿Y quien las cuestiona? - se aleja mirándola - Solo digo lo que pienso por que yo si tengo voz y voto.

-Imbécil. No puedo creer que tengas ese opuesto con esa inmadurez que te cargas.

-Al parecer somos dos. - gruñe. Alexei resopla negando y yo me quedo de espectadora. - Lárgate. Me da náuseas verte frente a mi.

-Tendrás que aguantartelas. Estaré aquí hasta que esta niña madure.

-Madurar es para frutas. Rubiecita. - hablo - Y ya dije. Las putas terapias no se harán.

-Moc...

-¡Ya lárgate! - grita el ruso menor.

-No sabes como disfrutaré verte caer Belial Smirnov.

Exclama furiosa saliendo de la sala marcando el piso a cada paso que da. Boto la respiración que no sabia que estaba aguantando y Alexei se gira a servir la botella de licor que había tomado el ruso.

-Que intenso - musita bebiendo el contenido.

-No puedo creer que Azael la haya traído. Maldito idiota.

Me acerco a él cojeando mostrandole una sonrisa totalmente sincera. No lo conozco, pero tenerlo aquí me causa una cierta familiaridad. Es como si lo conociera de años y hablar con el me tranquiliza.

-Tranquilo. Habrá tenido sus razones.

-Razones estúpidas.

Asiento sin dar más profundidad. Me alejo de él sentándome en el sillón de al frente mirando a Alexei bebiendo, niego hasta que escucho la puerta abrirse dando pase a mis mejores amigos.

Llegan con varias bolsas, charlando hasta que se detienen viendo al ruso. Laura sonríe acercándose más y Daniel solo rueda los ojos.

-No me digas. Otro ruso - trato de no sonreír pero fallo asintiendo - Y además eres hermano del imbécil.

Balial se gira mirándolo desconfiado acercándose a él. Daniel no flaquea mirándolo.

-Idiota seria mejor - exclama dándole la mano - Belial Smirnov.

-Daniel Grand. Y ella es Laura Klein. - presenta a mi amiga la cual estaba comiendo un chocolate sentada al lado del moreno.

-Un gusto - mascullé con el chocolate en mano.

-¿Quiénes son? ¿Por que están en la casa de mi hermano? - habla tomando asiento. Yo solo resoplo sentándome al lado de Laura.

-Mejores amigos de Atenea. Tu hermano nos dejó quedarnos después de lo sucedido el día de ayer.

Lo mira sorprendido y luego se gira hacia mí con una sonrisita.

-¿Como y que le hiciste a mi hermano para que aceptara esto? - me encojo de hombros - Y así dices que no hay nada entre ustedes dos.

Musita burlón y noto como Daniel enarca una ceja mirándome serio. Me hago la pendeja cojiendo un chocolate. Al parecer ya se le pasó la furia al ruso.

A la mañana siguiente Belial tuvo la gran idea de llegarnos al parque de diversiones.

Con la excusa de que si su hermano lo mataba al menos hubiera disfrutado sus últimos días con gente de su misma edad. Si, tiene 18 años. Pero aparece mayor por sus rasgos.

Al llegar al Parque los escoltas se forman cuidando nos las espaldas. Alexei se tuvo que quedar en el auto escaneando todas las cámaras del lugar para ver si no corremos peligro y también por que no esta mejorado al cien por ciento.

La gente nos mira y yo solo camino al lado de mi mejor amiga viendo el lugar. El dolor en la pierna en poca pero aún así molesta. Lo bueno es que ya me quitaron las muletas solo por hoy.

Al llegar a la boleteria el ruso se detiene mirándonos.

-Haremos dos grupos. Chicos y chicas. Y tendremos nuestro turno para elegir los juegos.

-Que democrático - musita Laura.

-Prefiero asesino.

La gente que está cerca se gira a vernos alarmada y yo me pongo roja de la vergüenza. Acaso no puede ser discreto. Hermano del ruso tenía que ser.

Después de haber comprado todos los tickes nos subimos a todas las atracciones existentes en el parque faltando la montaña rusa. Antes de ir al último juego compramos hamburguesas cosa que también les dimos a los guardaespaldas.

-Estoy llena chicos. No será mejor esperar y luego subimos - habla Laura sentándose es una de las sillas de paso.

-Nadie te dijo que comieras dos hamburguesas. - exclama Daniel sentándose a su lado.

-Bueno, si no pueden subir Atenea y yo lo haremos.

-No te cansas. - musito, hemos pasado todo el día caminando de aquí para allá y ya estoy sintiendo mucho dolor en la herida, carajo, debí hacerle caso al doctor y tomar reposo. - La herida esta empezando a molestar.

Resopla aceptando que descansamos 20 minutos. La gente se divierte jugando en los juegos de tiendas y los más pequeños ríen de alegría comiendo sus algodones de azúcar.

Algún día el deseo de ser madre quisiera que se haga realidad. Tener una familia feliz. Resoplo cerrando los ojos imaginándome hasta que los abro y a lo lejos observo a unos hombres caminar sospechosamente.

No le tomo importancia y nos levantamos para subir a la última atracción del lugar. Los guardaespaldas vienen atrás todos serios y me pregunto si alguna vez han sonreído de verdad. Al llegar a la fila el celular del ruso suena haciendo que descuelgue la llamada y conteste.

-¿Que quieres Alexei?. Estamos a nada de subir al último juego.

No escuchamos que le dice pero la mirada confundida del ruso no es buena señal. Avanzamos más hasta que unos ruidos se escuchan a lo lejos. La gente sale despavorida gritando y los guardaespaldas se poden alerta. La llamada termina y el ruso maldice sacando un arma de su espalda.

-Carajo, y yo que quería divertirme hoy.

No lo entendemos hasta que varios hombres aparecen a lo lejos soltando tiros en nuestra dirección. Los guardaespaldas se ponen alerta posicionándose frente a nosotros diparando y el ruso lidera el escudo.

- Disparsanse por todo el lugar y quiero a unos malditos francotiradores a los alrededores.

Demanda a través del celular cortando y prendiendo un auricular. Laura palidece al darse cuenta del asunto y Daniel solo observa como los hombres disparan acercándose más. Nos llevan contra una tienda de golosinas cubriéndonos.

-Hey tu Kencito. ¿Sabes disparar? - exclama el ruso menor contratacando.

Observo a Daniel que asiente sin pensarlo y me altero cuando le lanzan una pistola. Esto es una maldita locura, ¿Después cuando sabe disparar el idiota?

-Carajo Alexei. ¿Quiénes son estos pendejos?

Grita lanzandome un auricular. Niego hasta que me lo pongo y escucho la voz de mi jefe se seguridad xplicando.

-Son estadounidenses. Pero no se de quien carajos proviene el ataque.

¿Con quien más tiene ajustes de cuentas el ruso?. Las balas son cada vez más y observo a la gente correr con sus hijos en brazos. La escena me desarma y trato de mantener mis temblores a causa de la ansiedad.

-Tenemos que movernos - dicta mi amigo disparando.

Nos sacan del puesto corriendo hasta un mostrador de acero. Pero la cosa se dificulta cuando una punzada de dolor aparece haciendo que me detenga. Tomo aire y levanto la cabeza hacia las personas que nos disparan. Un hombre moreno sonríe acercándose hacia mí a paso lento y sin miedo lo miro a los ojos.

Escucho el grito de Laura y el llamado de Belial que están en el mostrador, pero no les hago caso. Estoy harta de que la gente me rescate o de mostrar miedo ante gente como esta.

Me levanto tragandome el dolor analizando mis opciones. Correr seria en vano, darle frente puede ser, no es tan alto pero la condición de mi pierna no me lo permite.

-¿Quién carajos son ustedes? - exclamó cuando el tipo está a menos de seis pasos.

-El ruso tiene una cuenta pendiente con nuestro jefe. Se llevó algo que no debía tocar.

Frunzo el ceño analizando sus palabras. Al parecer Smirnov es fanático de llevarse personas.

-Y eso nos pone en el centro de todo esto.

-Es la ley. Sangre por Sangre y Jugada
por Jugada.

Bufo, estúpidas leyes de la mafia. Ladeo la cabeza hacia el ruso el cual entiende a la primera lo que trato de decirle sin hablar.

Dirijo mi mirada hacia el hombre y sonrió recibiendo el arma que me lanza el ruso. Espero no fallar.

-Si tu maldito problema es con él. Ve y resuelve lo con él - exclamó mostrando serenidad. Aunque creo que los demás hombres que vienen con él no se lo tomaron bien. Bueno, a las malas será. - ¿O acaso le tienen miedo al Boss?

Él me observa con dagas en los ojos alzando su arma. No tiemblo, me quedo quieta viéndolo a los ojos. Esta me las pagas ruso.

-Esto dice mucho de tu jefe. - dicto sonriendo con suficiencia. Si no actuó rápido, adiós sueño de ser una gran diseñadora.

-¿Tú quien eres maldita perra?

Chasqueo la lengua negando hasta que escucho la orden de Alexei.

-Tú peor pesadilla.

Y el lugar se llega de plomo con los tiros que lanzar los francotiradores. Aprovecho el desconcierto alzando el arma y matando de una al moreno. Al parecer esto de matar se está volviendo concurrente.

Salgo de la llamarada de humo buscando a mis amigos. El polvo no me deja ver y la herida dificulta la huida.

-¿Actualización de sus posiciones Alexei? ¿Dónde mierda están?

No logro verlos por ningún lado. Los gritos de las personas me desconciertan y trato de mantener en calma mis nervios que me causan. Al llegar a la ruleta rusa visualizo a tres de los guardaespaldas pistarando. Noto que son otro grupo de hombres que vienen con una mujer al lado que atacan sin piedad.

Me escabullo detrás de ellos sin que se den cuentan. Al tener buena posición disparo contra uno que iba a atacar por la espalda a uno de mis guardaespaldas. Que bajeza.

Y todavía sigo sin entender como se manejar un arma. Malditasea, malditos recuerdos que no quieren aparecer.

La mujer que venía con ellos se da cuenta de mi presencia y se encamina así mi. Joder. Esquivo un golpe cuando se abalanza contra mi. Ruedo en el piso causándome leves heridas en ambas rodillas. Mal día para una short.

La pelinegra no se rinde y me propina un golpe en el estómago. Carajo, trato de respirar alejandola com un golpe en las costillas. Se retuerce de dolor en el suelo y poco a poco el aire entra a mis pulmones pero siento como la herida del muslo empieza a molestar. Mierda . Me levanto cogiendo un tuvo de acero que había caído de una de las tiendas por nuestro arrebato.

La mujer nota mis intenciones y se aleja levantándose rápido. Saca de uno de sus bolsillos una navaja y alzo una ceja. ¿Qué carajos?.

-Dile a tu jefe que esta me las paga. Entiendes Alexei.

Le mascullo al moreno a través del auricular. Ambas nos miramos cara a cara acercándonos pero el dolor en la pierna hace que cojee mas, da el primer golpe cerca a mi costilla derecha pero logro hacer un rápido movimiento mandandola al suelo con un golpe en el muslo izquierdo. Cae al suelo con un grito molesto.

Suelo el tubo levantando el arma y disparandole en el pecho. La sangre sale ensuciando el suelo. Que puto asco, la maldita ensucio mis zapatillas blancas.

Me alejo de hay viendo a lo lejos a los chicos. Respiro gracias a dios avanzando entre el medio del charco de sangre de los malditos que se atrevieron a atacarnos cojeando en el proceso. Laura esta pálida y Daniel tiene rastros de sangre en la camisa celeste, ambos con el rostro serio Aunque el único que está feliz y lleno de sangre es el ruso.

-Carajo, esto estuvo bueno. No tenía este tipo de diversión desde hace mucho.

Habla con una sonrisa siniestra y perversa en el rostro. Niego cayendo en los brazos de mi amigo.

-¿Estás bien?

Niego haciendo una mueca por la punzada de dolor.

-Carajo. Tu herida esta sangrando. - mando mi vista hacia mis short y efectivamente. La herida se abierto. - Si no morí aquí estoy seguro que mi hermano me matará por esto.

Ruedos ojos y Daniel me carga saliendo del lugar. La policía llega minutos después de hacer abordado los autos. Y por lo que escuché, Alexei borro los videos de seguridad.

Al llegar a la mansión la rubia no está y me da cierta paz que no esté. Llaman al médico y este nos revisa a todos. Me sutura de nuevo la herida cosa que dolió como la mierda y ahora estoy en mi cuarto comos mis amigos y el ruso de metiche.

-¿Creen que el ruso se haya enterado? - musita Laura echada encima de la alfombra del suelo. Todavía sigue un poco alterada por lo sucedido. Mientras que Daniel solo para con un rostro serie.

-Lo más probable es que si - mascullé el ruso menor sentado en el mueble- al Boss no se le oculta nada.

-Tú hermano cuando quiere es muy metiche.

-Lose - me mira - y más cuando se trata de su joya más preciada.

Todos se quedan callados por sus palabras y yo lo miro buscando algún rastro de burla. Pero nada. Desvío la mirada hacia la foto de mamá que había roto la maldita rubia

El día de hoy a sido todo un alboroto. Las sensaciones que sentí al actuar así me gustaron y poco a poco estoy dejando atrás este sentimiento desagradable.

¿Un monstruo?

Ya no me siento un monstruo. Las sensaciones son agradables y exquisitas. Escuchar el sonido de la bala impactando me fascina y ver el rostro de las personas antes de morir despierta una corriente de adrenalina en mi sistema.

Ya no voy a llorar más. Ya no voy a sentir miedo de estas sensaciones que siento cada vez que asesino o ataco a alguien. Dejaré que todo fluya con el tiempo y veremos que pasa. Veremos quien soy en realidad .

¿Quien es Atenea Wright?

Respiro hondo mirando a todos en la sala con la foto de mamá en mis manos. Al parecer las llamas del infierno me han alcanzado. Se han colado en mi sistema cambiando y revolucionando todo. El infierno ahora arde para mí.

Sonrió por inercia mirando la foto de mamá. Reflejandome en sus ojos verdes esmeralda y notando una mirada siniestra siendo camuflada por una dulce. ¿Quién eras mamá? ¿Quién soy yo en realdiad?

El sonido de un mensaje me desconcierta y al verlo mi corazón se acelera y una corriente eléctrica me recorre todo el cuerpo. Malditos sentimientos que están empezando a surgir.

Pero dejando a un lado esos sentimientos. Tenerlo a mi lado seria mi salvación y mi vía libre para alumbrar todos mis recuerdos. Si él me quiere a su lado ¿Por qué yo no lo puedo usar a mí favor.



Atenea Wright en multimedia.

Este capítulo es publicado un día antes de lo normal por que aquí acaba la primera parte del libro.

Espero les guste.

Nos vemos mañana.

Bye Bye.

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