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(ESTO SUCEDIO JUSTO ANTES DE QUE KENNY ESCUCHARA LO DE SHELLY Y KEVIN)
Un rubio con ropas naranjas, caminaba despreocupado por la calle mientras hablaba con uno de sus máa grandes amigos.
El gordo a su lado, reía por las referencias sexuales de parte de su amigo.
No podía dejar de pensar en el que categoría iba a ocupar el joven pelirrojo, junto al hippie.
Debía juntarlos, hacerlos pareja, y obligarlos a cojer para que tengan muchas crías... Pero, eso no se podría si llegaran a suceder estas dos cosas; Kyle no sea el pasivo, o que Stan sea Omega.
El Stan Omega arruinaría todos loa caminos disponibles para hacerlos pareja.
Primero debía descansar, y mañana, planear.
Y ese frasco que tenía en casa, esperando a que siga siendo observado y experimentado, era el único que cumpliría todos los deseos de sus amigas asiáticas.
-Bueno gordo, hasta aquí a llegado el camino para mi. Si me disculpas, me voy a la casa de Butters-Soltaba sin más Kenny, desviandose del camino para llegar al hogar Cartman-.
-¿Te lo cogeras?-.
-Si lo hago te aviso!!-Gritaba el rubio, yendose a su casa, estando lejos de la vista de Cartman-.
Un suspiro del gordo fue suficiente para seguir su camino.
-Ese idiota-Pensaba Erick-.
La verdad, la compañía del rubio era confortable (#NoHomo) Desde luego, ¿Como no lo sería si siempre mantenía cerrada su bocota? Cosa que ahora no hace... pero, al menos de pequeño lo hacia, y se gano un espacio en el pequeño grupo de amigos del gordo.
Había veces en las que el gordo deseaba tener más amigos, estirar su grupo social, pero, es más decir que cuando alguien decía "Cartman" las chicas pensaban en un machista, el Team Craig en un "maldito gordo", Craig en una amenaza para su Honey, Timmy pensaba en... en Timmy, y los demás, no podían evitar pensar en "El chico que obligo a Scott a comerse a sus padres". Simplemente, no tenía buena fama.
Pero, ¿Que más da? Se sentía realmente feliz teniendo a un judío, un hippie, un pobre y un marica a su lado. Era lo único que necesitaba y que quería. Estaba satisfecho y feliz con ese grupo de estúpidos.
Muy feliz.
...
La estrellas eran hermosas, definitivamente hermosas.
Brillaban a pesar de los poblemas que hubieran, de las desconfianzas, las tristezas, los disturbios, de todo... brillaban a pesar de que ya hayan muerto.
Era simplemente hermoso, como un poema.
Era extraordinariamente, una de las cosas mas fascinantes que existian en su miserable vida...
La principal era el, su Honey, su novio, su Tweek, su todo.
Le destrozaba verlo tan mal, por una estúpida hoja.
Simplemente se quería plantear la idea de que nada estaba mal, era Omega, si, de acuerdo... pero... no era tan malo, ¿No?
Peor si terminaba siendo Beta. Si era Beta no podrían estar juntos.
En ese momento, Craig se encontraba sentado en su cama con la espalda recostada en una de las paredes de su oscura habitación, con la ventana abierta, dejando ver las hermosas estrellas y la grande y bella Luna.
En sus piernas, se encontraba una cabeza llena de rubios cabellos alborotados, era su novio, el cual dormía tranquilamente, mientras que Craig acariciaba su cabello con amor.
La verdad, el amaba ver así a su honey, tranquilo, vulnerable, pacífico, sin preocuparse de que Corea del sur le lanzara una bomba, o de que los gnomos se robaran sus calzoncillos,simplemente prefería verlo tranquilo, sin preocupaciones, sin estres, sin gnomos y sin política.
Por un momento, Craig tuvo un leve mareo, y el, sin prestarle atención, no se dió cuenta que su propia temperatura comenzaba a aumentar.
Siguió acariciando el alocado cabello de su novio, hasta que, comenzo a sentir lo caliente que se iba poniendo el rubio.
Al principio lo ignoró, pero, cuando el rubio estaba casi ardiendo, fue cuando reaccionó, y, también que se dió cuenta que el estaba en las mismas condiciones.
-Tweek, cariño despierta, algo sucede-Susurraba el azabache mientras agitaba un poco el cuerpo del rubio-.
Poco a poco, el rubio fue abriendo los ojos, encontrandose con su amado novio, mirandolo con esos azules ojos que lo llevaban al paraiso.
Una sonrisa se formó en su rostro al ver a su novio, amaba a ese chico.
-Amor, lamento si te desperte,pero estas ardiendo, y yo igual, creo que nos llego el celo-Hablaba el azabache con unas pocas gotas de sudor bajando de su frente-.
El rubio rápidamente borró la sonrisa que tenía hace unos segundos, para convertir su mirada y rostro relajado, en una expresión de preocupación total.
-¿Y ahora que?¿Eso que significa? ¡GHA! ¿Tendremos que tener sexo?-Decía alterado el rubio, comenzando a desprender un olor totalmente penetrante, que estimulaba al mini Crai, y así comenzara a animarse. El olor era de fresas con chocolate, para ser más exactos-.
Craig rápidamente se alejo de Tweek, comenzando a batallar con sus instintos.
-¿Y si muero?¿Y si mueres? ¡¿Y si morimos?! ¡¿Y SI COREA DEL SUR ENVIA UNA BOMBA CON FORMA DE GNOMO ROBA CALZONES HACIENDO QUE TODOS MURAMOS?! NO QUIERO MORIR CRAIG!!-Comenzaba a gritar el rubio, impacientando al azabache con el exquisito olor, que, al tweek estar nervioso, se hacía cada ves más fuerte-.
-Tweek por favor calmate-Decía Craig tratando de controlarse-.
-¡¡NO QUIERO MORIR CRAIG!! SOY MUY JOVEN!! NO QUIERO MORIR SIN TENER MIS CALZONES!!-Gritó Tweek sacando completamente a Craig de sus casillas-.
-¡¡QUE TE CALLES JODER!! ¡¿NO PUEDES HACER ESO POR UNA VEZ EN TU VIDA?!-Gritaba Craig, totalmente cansado de aguantar su amargura al tener que contener sus ganas de follar a Tweek-.
El rubio se quedo quieto, dejando de hablar, de gritar, de moverse, de respirar.
Poco a poco, lágrimas comenzaron a caer por su bello rostro, haciendo sentir una culpa inmensa a Craig al ver como el menor de los dos temblaba.
Definitivamente se había portado como mierda.
-Ugh... escucha Tweek, lo siento, de verdad no quería que lloraras solo... solo queria que dejaras de hablar de eso, Tweek, por favor. Solo dejame explicarte que mierdas sucede, bien?-Hablaba con su voz calmada Craig, estirandole una mano a Tweek, mientras se acercaba a el de a poco-.
Grande fue la sorpresa de Craig al ver como Tweek agarraba su mano jalandolo hacia el para comenzar a tener una guerra de besos.
Craig, cansado de luchar contra sus instintos, se dejo llevar, besando de forma salvaje al rubio, sacandole unos cuantos gemidos en el proceso.
Tweek, ya perdido de si, comenzo a gemir, sintiendo una ola de placer al sentir a Craig besarle el cuello, dando besos humedos, lamidas, mordidas y chupetones.
Así fue, hasta dejar el blanquecino cuello con marcas entre moradas y azules.
Craig, cegado totalmente por el olor y su celo, empujo bruscamente el pequeño y delgado cuerpo de su novio en la cama, para después abalanzarse aobre el para volver a darle un potente beso, MUY potente, por si me lo preguntan.
En medio del beso, Craig arranco las prendas de Tweek de su muy bello cuerpo, hasta dejarlo en la desnudez total, para después separarse del beso y contemplar la vista.
Había perdido el control, y ya nada iba a poder parar lo que iba a suceder a continuación...
...
Una puerta de madera fue cerrada de un solo portazo, haciendo que un fuerte sonido retumbara por toda la pequeña casita.
El pequeño dueño de la casa corrio hasta su habitación, para después cerrarla con llave.
Se metió en la cama tapandose mientras se acomodaba en posición fetal, comenzando a derramar lágrimas de pánico.
-Oh Dios mío, salvame de este inconveniente-Rezaba el rubio-.
El fuerte sonido de la puerta principal siendo tumbada llego a los oidos del joven como un balde de agua fria en el invierno.
Comenzó a desesperarse, estaba temblando, su corazón latía muy rápido, y las lágrimas no paraban de salir.
Y al fin, el sonido de la puerta de su habitación siendo abierta le causo un gran dolor de cabeza.
No quería...
-Hola bonito ¿Listo para ir al infierno un rato, rubiecito? O debería decir... Pip-Decía aquel azabache de ojos rojos, quitando la sabana de encima de Pip-.
-AYUDA!!NO!N-mhmmhnmnhg-La gran mano del azabache tapando la boca de pip con un trapo con cloroformo fue lo ultimo que supo pip antes de caer inconsciente-.
-Dulces sueños, destinado-.
...
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