Hoseok miró el edificio que tenía un estilo barroco y vintage, con un poco de miedo. Se detuvo cerca de la entrada y miro como hombres y mujeres bien vestidos salían y entraban con normalidad, lo único que hacia perder esa normalidad era el hecho de que parecían no querer ser reconocidos.

Finalmente decidió entrar, la recepción estaba vacía a excepción de la joven detrás de un escritorio de madera. Hoseok camino nervioso hasta la mujer quien le sonrió al verlo.

—Eres un cliente nuevo —dijo de forma amable—. No estés tan nervioso, tu identidad está a salvo con nosotros.

—Yo, es que yo —Hoseok ni siquiera podía hilar las palabras adecuadas. No quería creer en las palabras de la mujer que compró su obra, Taehyung no podía estar en ese lugar. Taehyung no era un prostituto—. Estoy buscando a alguien.

—Es por recomendación, entonces dime su nombre, veré si está disponible —la chica volvió a sonreír de forma amable.

—Taehyung, su nombre es Taehyung.

Esperaba que la mujer le respondiera que no había ningún Taehyung en ese lugar. Apretó los puños nervioso. Ella revisó el computador del escritorio y sonrió alegre.

—Se desocupara en media hora aproximadamente, sino te molesta esperar lo agendaré para ti, sino también puedo darte algunas recomendaciones de otros chicos igual de buenos que Taehyung.

El corazón de Hoseok pareció apretarse, de pronto se sintió como si se ahogara, como si el aire no llegara correctamente a sus pulmones. De pronto sintió un brazo pasar por sus hombros y cuando volteo, miró a un hombre un poco más bajo que el, vestía de forma exótica, con cuero rojo y maquillaje algo pesado, pero extremadamente sexy.

El hombre sonrió de forma escalofriante y después dijo:

—Yo a ti te he visto antes, eres el consuelo de mi Taehyung.

Hoseok se apartó inmediatamente asustado.