5: Química de coordinadores
Pasaron dos semanas desde que Serena empezó a viajar junto a los hermanos May y Max. El chico de gafas había logrado conseguir su primera medalla de gimnasio en ciudad Rustboro sin mayores problemas, y ahora se encontraban en Ciudad Dewford, entrenando para el primer concurso de Serena.
- Ahora Braixen, ¡Llamarada!- Le ordenó Serena a su pokémon.
Braixen obedeció y termino la práctica de la su presentación con una hermosa estrella de fuego.
May le aplaudió la exhibición que habían mostrado pokémon y futura coordinadora.
- Increíble Serena. Sin duda tienes una gran técnica en las presentaciones. Tú también Braixen, estuviste fabulosa.- Dijo alegremente la chica castaña.
- Braixen Braix.- agradeció el pokémon zorro.
- ¿Crees que estuvo bien?- Preguntó Serena a su amiga.
- Si lo haces como hoy, la primera ronda será pan comido.- Habló May levantándole el pulgar a la chica pelimiel.
- ¿Y por qué estás tan segura de eso May?- Se interpuso una voz que inmediatamente captó la atención de ambas chicas.
Ya que estaban entrenando en el gran patio de las afueras del centro pokémon, no se percataron que alguien más estaba viendo el entrenamiento. Un joven peliverde el cual caminó hacia ellas.
- ¡Hola Drew! ¡Cuanto tiempo!- Dijo Max levantándose y acercándose a la conversación, pues se encontraba allí cerca.
- ¡Drew! ¿Qué estás haciendo aquí?- Preguntó May sorprendida.
Serena estaba confundida al ver al chico peliverde acercándose luego de haberlas interrumpido en su práctica.
- Convenientemente pasaba por acá. Es un gusto verlos de nuevo, aunque creo que aún no tengo el placer.- Se refirió a Serena.
May aún estaba impactada por ver de nuevo a Drew, por lo que sus palabras tardaron un poco en procesar por su cabeza hasta que se dio cuenta.
- ¡Oh, claro!- May vio a Serena- Él es Drew, es un coordinador pokémon y un viejo amigo.- Aclaró para la sorpresa de la pelimiel.- Drew, ella es...
- Serena. Tu nombre es Serena.- Terminó la frase de May para la sorpresa de todos.
La pelimiel aún no procesaba la situación. En su mente iba poco a poco; el chico Drew es un coordinador, que sabe su nombre por algún motivo. Pero lo que más le llamaba la atención fue lo que dijo al principio, pues si dudó de su trabajo significaba que quizás estaba provocándola, ya que iban a ser rivales en el concurso, o peor, que está juzgando su trabajo y analizando la calidad de su presentación.
- Te vi en la clase maestra de Kalos por televisión. Me gustaron mucho tus presentaciones.- Dijo sonriendo el coordinador- No pensé ustedes estarían juntos.
Serena se alivió un poco al escuchar eso.
- Muchas gracias, es un verdadero placer.- Agradeció Serena.
Para la pelimiel era un poco intimidante que todos supieran tanto de ella, pero estaba feliz de ser tan conocida por su trabajo. Hace unos días empezó a entrenar con May, pero por el momento no había entendido muy bien como era la dinámica de los concursos.
- ¿Qué estás haciendo acá Drew? ¿Vas a participar en el concurso de Ciudad Dewford?- Ahora era Max quien preguntaba.
- No, pero voy a estar allí. Siempre es interesante ver a nuevos coordinadores promesa.
Serena se sintió algo nerviosa. Drew imponía un montón, y la realidad es que en ese mundo ella aún no era nada, y mucho menos si se comparaba con aquellos que si tenían experiencia.
- Bueno, pues esta chica te aseguro que te va a sorprender. Es muy buena y talentosa.- Habló May confiadamente mientras tomaba el hombro de Serena.
- Como ya dije, me gustó mucho Serena en la clase maestra. Aunque...- Dijo Drew captando la atención de todos.- Veremos que tal lo haces en la segunda ronda.
En ese momento tanto Serena como May se dieron cuenta de que pasaron tanto tiempo enfocándose en la presentación, que olvidaron la principal esencia de los concursos. La segunda ronda se trata de combates pokémon, que van de la mano con hacer lucir a tu equipo con sus movimientos.
- Braix- Se preocupó un poco el pokémon zorro.
Serena un poco desconfiada miró a May, pero esta le dedicó una sonrisa indicándole que estuviera tranquila.
- May y Serena han trabajado muy duro. Sin duda lo harán fantástico.- Nuevamente era Max quien tomaba la palabra para defender a las chicas.
- Bien, estaré ansioso de verlas allí.- Sacó dos rosas rojas y se las entrego a ambas chicas.- Hasta entonces.
Drew se despidió del lugar, dejando a las coordinadoras confundidas y a Max algo decepcionado de que nunca le den una rosa.
Serena se quedó pensando en las palabras de Drew. Ella había dado combates antes, pero nunca se caracterizó por ser una gran especialista en ello.
La pelimiel le iba a preguntar algo a la castaña, pero vio que May corrió para tratar de alcanzar a Drew, quien ya se encontraba en las afueras del centro pokémon.
Allí, mientras el peliverde seguía su camino, escuchó como lo llamaron detrás, solamente para percatarse era May al voltear.
- ¿Qué fue todo eso?- Preguntó la castaña un poco molesta.
- ¿A qué te refieres?-Le devolvió la pregunta confundido.
- Llegaste hace un minuto para llenar de dudas nuestro entrenamiento y te vas así como si nada.
Drew volteo para ver de frente a May, la cual si se veía algo enfada, aunque su voz se mostraba algo tranquila al mismo tiempo.
- Si tienen dudas en su entrenamiento no es por culpa mía. Yo solo quería ayudarles a que mejoraran.
- Si de verdad querías ayudarnos, te hubieras quedado para la práctica en vez de portarte como un tonto.
Las palabras hicieron que Drew se irritara, pero mantuvo la calma.
- No es mi responsabilidad quedarme allí. Me gustan las presentaciones de Serena y por eso quise darle el consejo. Y no me quedé porque quienes están realizando el entrenamiento son ustedes, no yo. ¿Entiendes?- Respondió de forma clara.
May sabía que era típico de Drew llegar para dar un consejo e irse, si lo tomas, bien y si no, también.
Se sentía un poco mal por Serena, la cual podría sentirse insegura por lo que han estado trabajando. Quizás no era tan buena tutora como pensaba, al no notar un detalle tan importante pudo haber perjudicado enormemente el debut de su amiga.
- Lo sé... Tienes razón.- Suspiró May- Debí reflexionar mejor las cosas. Soy una pésima maestra.
Drew paso de estar firme a sentir empatía con las dos chicas. Entendía que no era fácil para ninguna de las dos su situación y quizás podía haberlo dicho de una manera diferente.
- May, eres una de las coordinadoras que más he admirado ¿ok? Yo sé que Serena está en buenas manos- Habló suavemente provocando un leve sonrojo en la coordinadora.- No debes perder la confianza en ti misma, tú sabes perfectamente lo que eres capaz de hacer.
May sonrió tristemente bajando la mirada.
- Es fácil para ti decirlo. Ganaste el gran festival de Johto. A mí simplemente no se me da nada...
- Pero has estado más cerca que nadie ¿Tienes idea de cuántos coordinadores desearían estar en tu lugar? Esa chica no sabe lo afortunada que es al ser entrenada por alguien como tú.- Habló seriamente.- Yo también estuve allí, y no quiero que pienses que eres menos por no tener un título aún.
La castaña observó a su más grande rival. Desde que se conocieron se han hecho mejores el uno al otro a nivel competitivo y también a nivel personal. May se ha acostumbrado a recibir baldes de agua fría de parte de Drew, que muchas veces necesita. Pero el peliverde no lo hace con mala intención, pues le duele que su rival se descompense y pierda la moral, sobre todo cuando es gracias a ella que él ha logrado todo lo que ha logrado.
Se ha vuelto una relación recíproca que ambos conservan con cariño y que jamás quieren que se acabe, pues además de hacerse mejor el uno al otro, se divierten mucho cuando están juntos, y han evolucionado a tal punto que entre ellos la cosa se ha puesto mucho más íntima y sentimental.
- Gracias, creo que necesitaba eso.- Agradeció nuevamente May.
Drew le dedicó una gran sonrisa, y sin darse cuenta estaban muy cerca el uno del otro, tomados de las manos.
- A veces deberías quedarte más a charlar. Siempre llegas de la nada y te vas como si fueras un ladrón.- Reía la chica castaña.
- Oye, primero un tonto y luego un ladrón. Me odias ¿No es cierto?.- Se ofendió cómicamente el peliverde.
- Solo digo que no te vendría mal pasar un rato con nosotros. A nadie le gusta un tonto edgy.- Bromeó dándole un leve golpe en el hombro que derivó en quejidos del peliverde.
Ambos amigos se rieron alegremente. Se sentían felices al pasar tiempo juntos.
- Lo siento, de verdad quisiera quedarme, pero estoy organizando unas cosas. Prometo contarte los detalles luego.- Mencionó soltando suavemente a May.
- Entiendo. Te escribiré después ¿Si?.
Drew asintió, y se alejó lentamente mientras el sol se ocultaba. En el fondo estaba verdaderamente nervioso por estar así de cerca de May, a pesar de que no era la primera vez. Ella le causaba un sentimiento increíble, y era exclusivo de ella, una chispa o tal vez algo más, que hacía que su corazón se saliera de su pecho.
- ¡Oye Drew!
May nuevamente le llamó y este volvió a voltear. Se quedaron unos segundos en silencio, solo viéndose a los ojos.
- ¿Te esperaré en el gran festival?- Dijo con una mirada retadora.
Drew correspondió a la mirada, y no hizo falta decir otra cosa, pues ambos ya sabían que estarían allí.
...
La noche estaba a penas empezando en Hoenn. Max estaba escribiendo en su Pokegear junto a su nuevo pokémon Electrike, el cual era algo inquieto y a veces le colmaba un poco la paciencia.
Estaba escribiendo en un blog en la web acerca de estrategias para entrenadores que había empezado hace poco. No tenía muchos lectores, pero le divertía.
Entonces Electrike le mordió el brazo a Max.
- ¡Electrike suéltame!- Se quejó el niño de gafas tratando de que lo soltara
Mientras tanto, Serena preparaba la cena con ayuda de May, la cual aunque no sabía mucho, la observaba con detenimiento.
La pelimiel se encontraba pensando en su primer concurso. Tenían menos tiempo para prepararse en la segunda ronda, y tenía miedo de no hacerlo bien.
- Lamento mucho lo de hoy Serena, entiendo que te sientas desconfiada ahora.- Se disculpó tristemente la castaña mientras dejaba de cortar unos vegetales.
- No digas eso May, ustedes ya hacen mucho por mí.- Le sonrió la pelimiel mientras cocinaba un guiso.- Debo esforzarse más para los combates de concursos, nunca he hecho algo así.
- Mañana trabajaremos duro, lo prometo. Te volverás una experta coordinadora.
Ambas conversaron tranquilamente sin darse cuenta de que un Electrike atentaba contra la vida de Max.
- Fue interesante, conoces a ese chico Drew, se ve que sabe de lo que habla.- Mencionó Serena probando el guiso.
- Es un gran amigo. Es algo presumido, pero siempre sabe que decir, y siempre ha estado allí para mí.- A May se le cristalizaron los ojos mientras veía las verduras.- Incluso en mis momentos más bajos me ha acompañado, como si siempre supiera qué decir o que hacer. Me mira con sus verdes ojos haciéndome recordar que...
Mientras Max recibía un atactrueno, May cayó en que estaba hablando en voz alta y con la cara roja por la vergüenza, volteo a ver a Serena, la cual estaba paralizada y con la boca abierta con el cucharón delante de su boca.
- No, no, no, ¡No te atrevas a decirlo! - Dijo superavergonzada corriendo hacia la pelimiel.
- ¡Te gusta Dr...!- No pudo terminar porque la mano de May tapó su boca.
La castaña coordinadora no podía con su cara de la vergüenza. Mientras Serena con una cara pícara la miraba mientras balbuceaba con la mano de May en su boca.
- Guarda silencio, no quiero que mi hermano se entere.- Quitó poco a poco la mano de la boca de la pelimiel.
- Ok ok, es que es tan lindo todo esto y me emocioné un poco.
May puso sus manos en su cara y refunfuño palabras de quejido y vergüenza. Mientras Max sin éxito trataba de meter al pequeño eléctrico en su pokebola, que seguía haciendo desastres.
- ¡Deberían tener una cita!
- No te anticipes Serena, Drew no siente lo mismo que yo...
Electrike le robó las gafas a Max.
- ¿Cómo sabes eso?
- Pues... Nunca me lo ha dicho.
Max sacó a Treeko solo para que ambos fueran electrocutados y cayeran debilitados.
- Pero a ti te gusta ¿Alguna vez se lo has expresado?
- Es que yo...
En ese momento ambas chicas escucharon un gran estruendo y vieron como atrás se estaba formando el caos. Ellas gritaron y corrieron a ver qué pasaba.
- ¡Por favor ayúdenme!- Gritó Max
- ¡Max! ¿Qué demonios pasó? ¡Controla a tu pokémon!- Se enfureció May
- ¡Treeko Tree!- Lloro el pequeño pokémon.
- ¡No Electrike, no en el guiso!- Ahora gritaba Serena.
Continuará...
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