39: Estado decisivo y vegetal
Serena le había contado a sus amigas lo que había pasado entre ella y Ash en la llamada.
- Eso fue lo que pasó...- Terminó tristemente de explicar.
- Oh Arceus...- Quedaba atónita May.
- Ya veo, entonces eso pasó.- Se quedaba pensando Dawn.
La pelimiel asintió con la cabeza tristemente.
- Sé que ustedes también son sus amigas. No quiero ponerlas en su contra, pero... Eso pasó así, y me dolió que me haya tratado de esa forma.- Afirmó.- Aunque también entendería que no me creyeran.
La castaña y la peliazul se vieron entre sí, reflexionando un poco en que decirle a la de Kalos.
- Tú también eres nuestra amiga Serena, pero por supuesto que no vamos a desconfiar de tu palabra.- Le sonrió May.
Serena se sintió más calmada al saber que al menos la apoyaban y no la tirarían de lado.
- Gracias May.
- Además, no tenemos motivos para no confiar en tí. No me sorprende de alguien como Ash.- Ahora afirmaba Dawn, haciendo confundir a Serena.
- ¿Ah no? ¿Por qué lo ves así?
Dawn se levantó para estirarse y explicarse mejor.
- Te lo dije hace unos días, Ash es un tonto. Quizás llevo mucho tiempo sin verlo, pero lo conozco bien y antes de tí jamás le conocí otro interés romántico.
- Tampoco yo, era algo así como el loco de los combates para nosotras.- Admitió la castaña.
- Claro que no trato de hacer menos las cosas feas que te dijo, pero si lo piensas bien era bastante lógico que actuara así cuando no tiene experiencia. No está listo para una relación, Serena.- Explicó seriamente la castaña.
Serena no supo qué decir, ya que era cierto, y no es como que no lo supiera, pero a veces se sentía tan cómoda en su nube de perfección que no se daba cuenta de la realidad. A veces en las relaciones hace falta mucho más que simplemente un enamoramiento para llevarlo adelante.
La pelimiel respiró resignada, y respondió.
- Muy en el fondo entendía eso... Pero creí que lo podría sacar adelante, pensé que yo podía ayudarlo a comprender cómo funciona el amor... Aunque ni siquiera yo lo entiendo bien. Y cuando asumió todo eso sobre mí y me lo dijo... Arceus... Creo que es verdad que no está listo... Y yo tampoco.- Finalizó.
- Pero yo supuse que ustedes por el momento solo eran amigos y nada más. Tú misma lo decidiste.- Recordó May.
- Pues claro, tonta. Igual que tú y Drew solamente son “rivales”.- Se burlaba Dawn haciendo que May la mirara con odio.- Ash se sintió celoso por el beso de Serena con Kenny. Digo, cualquiera lo estaría, pero su forma de actuar fue nefasta.
Cuando la peliazul dijo eso, Serena recordó algo que le llamó la atención.
- Dawn... Me besé con Kenny en tu cara y tú lo recuerdas... Creí que... No sé... Entre tú y Kenny...
La peliazul levantó una ceja.
- ¿Yo y Kenny?- Dawn volteó a ver a Serena.- Te mentiría si te dijera que no me afecta en lo más mínimo, pero sé que no es culpa tuya. Vi lo que pasó.
- El otro día antes de ir a comprar ropa dijiste que te daba igual... Pero no es verdad ¿Cierto?
La de Sinnoh se sentó de nuevo para hablar más tranquilamente y explicar todo.
- A Kenny siempre le había gustado, prácticamente desde que empecé mi viaje, pero yo cada rato lo rechazaba hasta que un día le dije que sí. Tuvimos una relación que duró poco, ya que terminé con él cuando supe que estaba coqueteando con otras chicas.
- Waoh, ahora entiendo. Entonces entre ustedes sí pasó algo...
- Sí. Al final lo perdoné y hasta cierto punto lo considero un amigo. Pero tiene una enfermedad de querer ligarse a cualquier chica linda, y yo que pensé que ya había madurado un poco.
- ¿Qué se le va a hacer? Dicen que árbol torcido nunca endereza su tronco.- Se rascó la nariz May.
- En serio, no me puedo creer lo que hizo... Besar a alguien sin su consentimien...- Serena iba a continuar hasta que sintió las miradas juzgadoras de sus amigas.
Allí recordó un poco la escena de Ciudad Lumiuose, y estaba a punto de ir a decir descaradamente que lo que hizo Kenny estaba mal cuando ella había hecho lo mismo.
De alguna forma, esta pequeña reflexión, le hizo sentir un poco más empatía por el pelirrojo.
- Bueno... En su momento hablé bastante con Kenny y me pareció un chico bastante agradable.- Admitió la pelimiel.- Ahora tengo una visión muy diferente sobre él, pero me hizo pensar muchas cosas y me ayudó con mi entrenamiento.
- No cualquier tonto va por ahí tratando de conquistar chicas, solo aquellos tontos que tiene la capacidad de decir y hacer lo que se requiere en el momento correcto. Sabía que quería algo contigo cuando se ofreció a entrenarte.
- Realmente no puedo decir que no me lo advertiste... Lamento que hayas visto eso.- Se disculpó la pelimiel cabizbaja.
La peliazul dio una pequeña sonrisa y tomó del hombro a Serena, la cual se sorprendió ante el gesto de la de Sinnoh.
- No te aflijas por eso güerita, no es la primera vez que pasa y quizás tampoco sea la última vez. Lo importante es que cualquier cosa que haga ese tipo no se compara con la amistad que tenemos nosotras.
Serena respondió aliviada a la sonrisa y al gesto
- Gracias Dawn, agradezco que valores mi palabra... Me hubiera gustado que Ash también lo hiciera... Ni siquiera me dejó hablar.- Volvió a ver al suelo, melancólica.
- Ay, Serena.- May también se acercaba para estar con ella.- Ash no es perfecto. Es terco, ingenuo y tampoco es el chico más listo del mundo.
- Es un cabeza hueca, las cosas como son.- Recalcó Dawn.
- Exacto, pero sé lo que sientes por él y en algún momento tendrán que hablar otra vez. Y cuando lo hagan tienes hacerle ver lo que sentiste y el chisme completo.
- Y dándote tu lugar.- Agregó la peliazul.- Que sepa que no te puede tratar así de nuevo. Muy bonito Pikachu bla bla bla, pero acá no es más que un personaje secundario en la vida de Serena.
Serena sonrió nuevamente, ya que su amiga siempre la hacía reír con comentarios de ese estilo.
- Gracias chicas... Aunque sinceramente no me apetece hablar con él ahora.
- Habla con él cuando estés preparada, el señorito se lo buscó. Dijo May apoyándola.
- Oye, pero no entendí eso de que al parecer le gusta otra chica. ¿De verdad te dijo eso?- Recordaba la peliazul.
- Oh... Eso...- Recordó Serena.- Dijo que le gustaba... En verdad no, que sentía atraído por una chica llamada Lillie de su clase...
- ¿Se siente atraído? ¿Qué quiso decir exactamente?
- No lo sé... Yo sabía de su existencia y en algunos momentos creía que algo estaba pasando entre ellos... Fui muy paranoica, pero supongo que sí tenía razón en desconfiar.
- Vaya, eso ya no lo sé. ¿Qué más te dijo sobre eso?
- Sí, porque está raro.- También se confundía la castaña.
- Eh... En realidad nada. Luego de eso empezamos a discutir...- Se sinceró la pelimiel.
- Sentirse atraído podría significar muchas cosas, y es bastante curioso que haya decidido contártelo ¿No?- Indagaba Dawn.
- No lo sé... Siempre teníamos confianza para hablar, pero... Es que no puedo ni imaginarme que vea a otra persona con los mismos ojos con los que me ve a mí... Sé que soy egoísta, pero no puedo evitarlo.- Apretó el puño impotente.
- Mmmm, siento que acá falta contexto.
- Es verdad.- Completaba la castaña.- Porque bien podría referirse a que de verdad la gusta esa chica, o más bien algo así como cuando las tres nos reunimos para admirar la perfección de Steven Stone.
- ¿Y cuál es la diferencia?- Preguntaba Serena.
- La diferencia es la que tú quieras poner entre Ash y Steven Stone. Es lo que diferencia una admiración o un gusto de algo más.
- Si me preguntas a quién prefiero entre el campeón más sexy del mundo y el niño que piensa que los bebés se hacen mediante batallas pokémon, pues creo que lo tengo bastante claro.- Finalizó Dawn.
Las chicas tenían un buen punto y es que Serena no tenía el contexto completo, por lo que no sabía exactamente a lo que se refería Ash. En parte, toda la conversación era resultado del estado mental de un chico que jamás había tenido contacto con una relación amorosa.
Pero aun así seguía molesta por sus palabras, y no era algo que iba a dejar pasar, ya que merecía respeto de parte de quién sea.
Y ya era el momento de comunicarle la decisión que había tomado.
- Supongo que tienen razón.- Serena se levantó de su asiento, mientras buscaba en la mesa de noche sus gafas con las que tanteó un poco.- Saben, todo esto de los últimos días me ha hecho pensar muchas cosas.
- ¿Serena?- May inclinó su cabeza.
- Es lo que te dije en el combate acerca de ya no querer estar en la sombra de nadie... Luego de que hablé con Ash, me di cuenta lo importante que era él para mí, al punto de que podía derrumbarme solo con unas cuantas palabras.
Tanto la castaña como la peliazul escuchaban atentamente todo lo que les decía Serena, que aún tenía en sus manos las gafas.
- Y el motivo por el que me hizo tanto daño es porque gran parte de lo que soy es gracias a él... Pero ya no quiero que nadie tenga el poder para derrumbarme tan fácilmente y por eso... Quiero mostrar quien soy yo en verdad, ser segura de mí misma, forjar un camino en el que pueda caminar sin preocuparme por quien vaya en mi contra. Quiero brillar por mí misma y ser Serena.
- Waoh, eso suena increíble.- Se emocionaba Dawn.
- Pero espera... ¿Qué quieres decir?- Interrumpía May.
Sentía un poco de dolor, que quizá era exagerado, pero tenía que decirlo ahora mismo.
- Sé que puedo hacerlo... Y voy a continuar mi viaje... Yo sola, y con mis pokémon.
...
Al día siguiente, en la región de Alola, era el último día antes de las vacaciones y la clase hizo el examen que faltaba para saber si todos pasarían el semestre sin problemas.
El profesor corregía todo en silencio mientras los chicos se comían las uñas de la ansiedad, pensando lo que podría pasar si les iba mal, sobre todo Kiawe que tendría que cancelar su viaje a Sinnoh en ese caso.
Por otro lado, Ash tenía su mente tan inmersa en tantas cosas que pasó a segundo plano todo lo que tenía que ver con la clase. Y cerca de él se encontraba Lillie, quien en toda la mañana ni siquiera le había dirigido la mirada.
Luego de varios minutos llenos de incertidumbre, el profesor se levantó calladamente de su asiento, dispuesto a darles la noticia a sus alumnos.
- Muy bien chicos, ya tengo sus calificaciones. Es momentos de decirles la noticia.
- Oh Arceus.- Se preocupaba Sophocles.
- Vamos profesor, solo dígalo.- Apuraba Mallow.
Kukui acomodó los exámenes, y soltó una leve sonrisa.
- Estoy muy orgulloso, todos pasaron. Pueden irse tranquilamente
El soltar la frase provocó la alegría de la mayoría, que inmediatamente se pusieron a festejar y abrazarse entre ellos.
Ash también soltó una pequeña sonrisa, pero inmediatamente la sonrisa se borró, pues no podía pasar mucho tiempo sin pensar en su pelea con Serena y también lo de Lillie.
El azabache se levantó del caos, y salió del salón creyendo que nadie lo vería, pero Kukui que lo estaba observando no lo pasaría por alto, y fue rápidamente a hablar con Ash que ya estaba afuera.
- Ash, ¿No estás contento? Tuviste la calificación más alta en biología.- Se alegró el profesor.- Deberías celebrar con tus amigos.
- Pika pika.- Pikachu en su hombro era un triste espectador de todo lo que estaba ocurriendo en la vida del chico.
- Eso es genial profesor...- Afirmó levemente.- Igual me siento un poco enfermo, me adelantaré e iré a casa.
- Ash... Considero que tenemos que conversar más tarde.- Le avisó.
El azabache no dijo nada, y se dirigió a casa mientras era observado por el profesor y sus compañeros que estaban detrás.
- Profesor, ¿Qué le sucede a Ash?- Preguntó Lana.
- Ha estado muy raro...- Señaló Mallow.
Kukui se encogió de hombros.
- Tal vez deberían preguntarle ustedes. Al final son sus amigos.
- Pues muy bien.- Afirmó Kiawe.
- Supongo que ya sé lo que le pasa, ¿Tú has hablado con él Lillie?- Preguntó Sophocles.
- ... No tengo ni idea de que le sucede.- Aclaró la rubia.
- ¿Segura?
...
Ese mismo día en la tarde, los amigos de Alola de Ash a excepción de Lillie se dirigieron a casa de Kukui dónde al parecer estaba el entrenador de Pueblo Paleta.
Ash se había vuelto algo adicto a usar su pokegear, y era raro que no contestara las llamadas ni los mensajes.
Llamaron un rato a la puerta hasta que entraron por su cuenta al percatarse que no tenía seguro.
Entonces notaron que las luces estaban apagadas, y la melodía de una canción depresiva era lo único que acompañaba al ambiente.
Por los pies sintieron algo que les hizo estremecerse, pero se calmaron al ver lo que era.
- ¿Pikachu?- Notó la peliverde después del mini infarto.
- Pika pikachu pika pi.- Les habló en voz baja, pidiendo que lo siguieran.
Por lo que el grupo siguió al tipo eléctrico hasta que llegarán al lugar donde se quedaba junto con su entrenador.
Allí, casi en estado vegetal, un entrenador triste perecía viendo a la nada, solo con una canción de fondo que reflejaba sus sentimientos de corazón roto, y que nada más volteó para notar que sus amigos los habían ido a visitar.
Continuará...
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Holaaa, les habla KNC por acá.
Hace dos días había puesto que el capítulo lo iba a subir el fin de semana, y creo que fue un poco optimista de mi parte.
Me disculpo por tardar. Además de haber continuado con mis clases, estoy algo enfermo y me cuesta un poco escribir. Aún sin estar a mi 100% terminé el capítulo porque no los quería dejarlos esperando otra semana más.
Ni siquiera pude corregir los capítulos de la segunda temporada, que espero poder hacerlo lo antes posible, pero por ahora los dejo con el capítulo.
Muchas gracias por el apoyo, estaré leyendo y respondiendo a sus comentarios.
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