33: Consejos regulares y torpes

Era de noche en la región de Alola, y para los estudiantes había sido uno de los días más largos de sus vidas.

Montañas de libros con los que iban a soñar durante años. Ese día habían tenido uno de los exámenes finales de semestre, y aún quedaban varios.

Lillie había invitado a sus amigos en la tarde para tomar café y estudiar. Era una forma de disculparse por su actitud el otro día.

Estuvieron así toda la tarde, en la que Ash trataba de concentrarse principalmente en el estudio e intentaba parecer una persona normal, pues le incomodaba un poco que la rubia fuera tan amable con él después de lo que había pasado entre ellos.

Aun así, el día fue bastante productivo y Ash, Pikachu, Sophocles y Kiawe acabaron saliendo bastante tarde de la mansión para irse a sus casas. Estos últimos decidieron acompañar al azabache a su casa para charlar sobre ciertos temas que les hacían un poco de ruido.

- Ketchum, qué galán. Has aprendido muchísimo de mí.- Fanfarroneaba Kiawe mientras le golpeaba el brazo amistosamente con su codo.

- Si como no, ya desearías hacer un pequeño porcentaje de todo lo que ha hecho Ash.- Agregó Sophocles sarcástico.

- ¿Qué? ¿De qué están hablando chicos?- Preguntó el azabache confundido.

- Anda, no te hagas el modesto. Es bastante obvio que entre tú y Lillie hay algo.- Sacó en cara el chico moreno.

- Aún no entiendo nada.- Se rascaba la cabeza como de costumbre.

- Pika pikachu.- Agregaba Pikachu ya acostumbrado un poco a esa ingenuidad.

- Ash eres un torpe. Lillie trata bien a todos ¡Pero hoy fue exclusivamente amable contigo!

- Tengo que estar de acuerdo con eso.- Apoyó el pequeño pelinaranja.- Te intentó abrazar varias veces, te preguntó únicamente a ti la bebida que querías, y cada vez que decías algo con mínimo sentido te aplaudía y se sonrojaba ¿What the fuck?

Con todas las situaciones que habían pasado, Ash evidentemente se había dado cuenta de todas esas muestras de afecto, pero las quería evitar a toda costa. Ese sentimiento que había tenido por Lillie lo atormentaba y lo hacía sentirse mala persona.

- Chicos... No hay nada entre Lillie y yo.  De verdad, no sé de que trato especial me están hablando.- Finalizó para cerrar el tema mientras seguían caminando.- Mi única preocupación ahora es el examen de mañana.

- Je, sabía que te harías el difícil. Pero igual es divertido ¿No crees?- Siguió molestando Kiawe.- Digo, gustarle a dos chicas al mismo tiempo debe ser increíble.

El azabache volteó a verlo con una cara de enojo que asustó a todo los presentes.

- ¿De verdad piensas eso? ¡Pues no, no es increíble Kiawe! ¡Es algo horrible!- Se alteró debido a todo el estrés sobrecargado.

Tanto los chicos como Pikachu quedaron estupefactos y temblando por la actitud de Ash.

Se quedaron quietos unos minutos, hasta que nuevamente el de Kanto regresó a la realidad. Bajó los brazos y miró hacia el suelo con un suspiro.

- Lo lamento Kiawe. Lo siento chicos, estoy muy estresado por muchas cosas...

- Pika pika.- El pokémon amarillo lo miró con tristeza.

Kiawe y Sophocles se vieron entre ellos más preocupados por lo que Ash estaba pasando en ese momento. No eran bueno hablando de sentimientos, pero algo podían hacer para ayudarlo.

- No te preocupes Ash, tú lo sabes. Kiawe puede ser un idiota, bastante a menudo.- Dijo el pelinaranja.

- Culpable de eso.- Levantó la mano el recién acusado.

- Nosotros lamentamos haberte incomodado, sabemos que la única chica que te gusta es la de Kalos.

El azabache seguía con los brazos y la mirada baja.

- Serena es quien me gusta... Lo sé. No entiendo por qué me pongo así por Lillie.- Se abrió un poco más a sus amigos.- ¿Ustedes de verdad consideran que le gusto?

- Pues, han pasado mucho tiempo juntos Ash ¿No crees que quizás entre ustedes haya pasado algo tantito?- Pregunto Sophocles.

- No claro que no... Bueno... Tal vez sí, pero es diferente... O eso creo... Arceus ¡¿Por qué tiene que ser todo tan complicado?!- El azabache se desesperaba tomándose los cabellos.

Sus dos amigos lo seguían mirando con preocupación.

- Ash, si te gusta Serena no deberías tener dudas de nada. Es tu chica y punto.- Trataba de calmarlo Kiawe.

- Ustedes no lo entienden chicos...

- Pika pika.- Pikachu bajaba sus orejas.

- Yo estoy convencido de que me gusta ella... E incluso creo que la amo... Pero entonces recuerdo esos momentos con Lillie y... Siento como si engañara a Serena. Siento que si se entera de toda mi confusión le voy a romper el corazón y me va a odiar... Y hasta yo me estoy odiando en este momento por hacerle daño a lo que de verdad amo.

Del ojo de Ash bajó una pequeña lágrima. Jamás se había sentido así, cada semana descubría algo nuevo de las relaciones, y sin duda lo que le estaba pasando en ese momento lo llenaba de tristeza e impotencia.

Kiawe era un poco más tosco en ese sentido, por lo que luego de semejante discurso levantó una ceja, pero igual intentó ser suave para ayudar a su amigo.

- Vaya amigo, sí que estás mal.- Se acercó y le puso la mano en su hombro.- Pero al menos creo que sabes lo que quieres. Si le dices eso a tu chica, estoy seguro de que no se lo tomará mal.

El azabache vio sorprendido a su compañero especialista en tipo fuego mientras se secaba las lágrimas.

- ¿Eso piensas?

- ¡Sin dudas! No eres alguien tan malo. Quizás solo un poco torpe, pero si explicas lo que ha pasado sin tapujos seguramente te entenderá.

- Es cierto.- Aportó el pelinaranja.- No es como que te hayas besado con Lillie o algo así. Solamente te sentiste raro porque has pasado mucho tiempo con ella.

- Pero Serena es inteligente, no debes preocuparte.

Ash sintió la confianza que le estaban dando en ese momento, y lo que decían tenía bastante sentido. Por lo que retomó la compostura.

- ¡Tienen razón chicos! No tengo que tener miedo. Le diré a Serena todo lo que sucedió.

- Pika pika chu.- Apoyaba su compañero.

- Ese es el espíritu, Ash.- También ayudaba Sophocles.

- Es más, se lo diré justo ahora.

El azabache estaba sacando su pokegear, dispuesto a llamar a la chica y decirle todo. Pero entonces recordó algo.

- Oh es verdad... Creo que no es un buen momento, Serena está en una fiesta ahora.

La confianza de sus amigos cambió a confusión, por lo que acababa de decir. Kiawe y Sophocles se vieron entre sí, temiendo lo peor.

- Espera Ash ¿Serena está en una fiesta lejos de ti?- Preguntó Kiawe

- ¿Una fiesta de adolescentes, con bailes y alcohol?

- ¿Y hecha en esos clubes privados que huelen a salsa y a sudor?

Las preguntas de sus amigos confundieron un poco al azabache.

- Eh... Supongo que sí, ¿Por qué preguntan?

Los dos amigos hicieron un sonido bastante parecido a un bistec puesto en una parrilla, que era señal de que algo no le cuajaba del todo. Ash aún no entendía nada.

Ambos se acercaron como una forma de consolación.

- Ash... Es complicado decirte esto...- Sophocles le tomaba el hombro al chico.- Pero...

- Pero es bastante probable que Serena este ahora mismo totalmente embriagada y besándose con cincuenta tipos.- Finalizó Kiawe.

- ¡¿Qué?!- El azabache no sé podía creer lo que le estaban diciendo los chicos.

- ¡¿Pika?!- Se alteró la ratita pensando en lo raros que son los humanos.

- Mi sentido pésame amigo, igual lo importante es que tú siempre fuiste sincero, y debes estar orgulloso de eso.- Apoyaba el especialista en tipo eléctricos.

El azabache se apartó de los chicos para tratar de dejar las cosas totalmente en claro.

- Wow wow ¿Por qué rayos están diciendo eso?

- Eso lo sabe todo el mundo Ash, nunca confíes en una chica fiestera.- Suspiraba Kiawe pensando en lo ingenuo que era el entrenador de Kanto

- Lo dicen los memes.- Aportó Sophocles.

El azabache los vio algo confundido, y también ofendido por lo que decían de Serena, y no se iba a quedar callado.

- Pues los memes se equivocan, ustedes no conocen a Serena ¡Ella no es así!

- Ay Ash.

- ¡No! Serena es una persona muy dulce y que siempre piensa en los sentimientos de los demás. Y no deberían asumir que alguien es así solo por unos estúpidos memes.

Lo dijo claro y conciso. Y así decidió dejar allí a sus amigos para continuar solo. Todavía le hacía ruido sus palabras, pero decidió ignorar todo lo que no fueran consejos buenos.

- Pobre hombre.- Sintió lástima Kiawe luego de haberse quedado allí parado.

- Sí, luego nos dará la razón.

Así los tres chicos se dirigieron a sus respectivas casas.

...

- ¡¿Se van a casar?!

Ya Ash y Pikachu estaban en casa, y el profesor Kukui y la profesora Burnet le acababan de dar la noticia. Estaban muy felices porque se iban a casar, y Ash quien estaba un poco enojado por lo que había pasado con sus amigos, ahora se sentía muy feliz y emocionado.

- ¡Pika pikachu!

- Así es Ash, la profesora y yo hemos tomado la decisión de hacerlo oficial.- Decía contento el profesor junto con su amada.

- Espero que te moleste que pasemos mucho más tiempo juntos, Ash.- Le decía la profesora Burnet.

- ¿Pero qué dice? ¡Si es una decisión fantástica! ¡Muchas felicidades!

Los tres junto a sus pokémon disfrutaron de una cena por la nueva familia que ahora formarían.

Ash se sentía muy contento por su profesor, y quería hablar muchas cosas con él, pero tuvo que evitar hacerlo porque no podía desconcentrarse de su examen, y regresó a su cuarto para seguir estudiando.

...

La profesora Burnet y el profesor Kukui se quedaron solos en la sala, disfrutando su tiempo a solas en pareja y hablando de cosas triviales.

Ambos tomaron una copa de vino y brindaron por su vida, su salud y su relación.

- Ash es un gran chico, me recuerda un poco a ti cuando eras joven. Tan animado y tan soñador.- Hablo la profesora Burnet.

- ¿Entonces ya no soy ni animado ni soñador?- Se rió Kukui.

- Sabes a lo que me refiero.- Sonreía la profesora coqueteándole.- Además te has vuelto mucho más... Brillante con los años.

- Me siento alagado al recibir elogios de una mujer tan hermosa.

Ambos chocaron las copas de vino y compartieron un coqueto beso que duró unos segundos hasta que se volvieron a ver a los ojos felices.

- Sabes, tienes razón. Ash es un chico increíble. Por eso le tengo un regalo preparado luego de los exámenes.

- ¿Ah sí? ¿Y crees que los va a pasar todos?

- Le tengo mucha fe. Hace unos días sin querer escuché una conversación con varios de sus amigos, y me sentía mal si no le daba algo. Considero que le va a encantar, espero que sí.

Al lado tenía su maletín y allí lo abrió para buscar el regalo que tenía preparado para su preciado estudiante después de los exámenes.

Al ver el regalo, la profesora no lo entendió muy bien, pero Kukui estaba convencido de que sería espectacular.

Continuará...

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Hola a todos, lamento la tardanza en subir. Como sabrán, estoy bastante ocupado últimamente y por eso no subo tan regular como antes.

Les dejo este mensaje para decirles que este y otros capítulos no los corregí de manera correcta, así que les pido que si ven algún dialogo raro que le falta alguna palabra o algo así, me lo digan para estar al tanto. Se los agradezco mucho

Los voy a estar leyendo. Así que sin más que añadir, ¡Nos leemos luego!

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