30: Fiesta (Parte I)
El grupo de amigos había alquilado un auto que los llevaría y recogería de la fiesta en cuanto estos lo llamaran.
Las tres estaban de camino junto a Drew, al cual se le había caído la mandíbula viendo como iba vestida May y también las otras chicas. De cierto modo iban combinadas con vestidos y maquillajes parecidos, pero con colores diferentes que las contrastaban; Dawn iba de azul, Serena de negro y May de rojo.
Esta última captaba por completo la atención del peliverde, quien le dio algún que otro alago tímido, siendo correspondido por las mejillas de la chica que inmediatamente ayudaban a combinar la sinfonía rojiza que albergaba en todo su ser. Solamente por estos momentos, ya la noche había valido la pena para el talentoso coordinador.
El chico no se quedaba atrás, pues llevaba un elegante esmoquin con saco y corbata que se asemejaban más a un morado oscuro que al color negro. Y lo que realmente lo hacía destacar era el aroma del perfume que estaba utilizando, y que atrajo la atención de las chicas hacia su gran gusto.
Fue un poco complicado para Serena decidir su ropa, pero se decantó por el color negro, ya que la hacía sentir elegante e incluso sensual. Estuvo mucho rato ayudando con el maquillaje de sus amigas, y se sentía orgullosa de que estas lo portaran felices.
Iban de camino y lo que más le daba miedo a la pelimiel era pensar en el alcohol, debido a que antes le había traído malas experiencias. Antes su madre le decía a modo de broma: "El alcohol no te crea ni te destruye, solo te transforma". Frase que en realidad le generaba muchas más dudas.
Más, sin embargo, veía que sus amigos estaban muy felices, y decidió que se dejaría llevar. Había trabajado mucho, y merecía disfrutar completamente esa velada.
...
El auto los dejó en el salón de fiestas. Las chicas y el peliverde pasaron sin ningún inconveniente gracias a sus pases. Algunos fans las reconocieron en las afueras, pero estos nada más les correspondieron con un corto saludo.
Al entrar, el lugar se veía completamente espacioso y con un ambiente espectacular. Había una zona de baile, otra que era VIP o algo así, y lo que parecía ser una barra para pedir las bebidas. También había una mesa que encima tenía un montón de comida, a la cual May le fijó el ojo inmediatamente.
Los integrantes de la CCA vestían un uniforme específico con un saco rojo que atrás tenía dichas siglas. Algunos servían como meseros y otros simplemente se quedaron hablando con otros coordinadores en el sitio.
El grupo llegó expectante e impresionado al salón, cuando un chico pelirrojo con el mismo uniforme que los demás se apareció en frente de ellos.
- ¡Chicos! ¡Vinieron!- Exclamó Kenny entusiasmado mientras llevaba una botella de champagne y una cubeta de hielo.
- ¡Kenny! Esto es increíble.- Saludaba la pelimiel.
- No puedo creer que hayan hecho todo esto.- Aportaba Drew.
- Chicas se ven fantásticas, y tú también hombrecito.- Se burló un poco del peliverde.- Le diré a Jerry que las lleve a su mesa, yo las veré en un rato.- Finalizó guiñándoles el ojo.
- Es un sitio perfecto para ti Kenny. Tiene mujeres, alcohol y diversión.- Comentó Dawn volteando sus ojos.
- Tan amable como siempre ¿Eh? Bueno, solo me queda decirles: J'espère que vous apprécierez la soirée.
El chico se fue mientras iba saludando a otros invitados que iban llegando.
Mientras, a los chicos los guiaron a la mesa que les habían reservado, allí había algunos aperitivos y también una botella de alguna bebida con hielo, así como vasos, platos, servilletas, entre otras cosas.
- ¡Waoh! ¡Todo se ve delicioso!- A la castaña se brillaron los ojos al ver la comida.
- Debo admitir que los de la CCA tienen muy buen gusto también.- Aportó Drew.
- Ese buen gusto lo perderán después del cuarto trago. Aun así, creo que podríamos empezar a calentar motores.- Dawn ya había tomado la botella de la mesa y empezó a servir tragos para ella y para sus tres amigos.
- ¿No opinas que es un poco temprano?
- Drew veo que no comprendes como manejar los tiempos en una fiesta. Es como un concurso, empiezas con fuerza para entrar en calor, bailas un rato y luego otra vez con fuerza.- Explicaba mientras ponía hielos en los vasos.
Serena solo observaba tratando de calmar su nerviosismo. No le gustaba el alcohol y tampoco le generaban confianza ese tipo de ambientes. Quería que las cosas salieran bien y evitar la mayor cantidad de problemas posibles.
- Dawn, aun así no deberías darnos mucho. Solo con un trago pequeño para brindar es suficiente.- Dijo sinceramente la pelimiel.
Sin embargo, algo captó la atención de las chicas y no le prestaron atención a lo que dijo la de Kalos.
- Esa de allí... ¡¿Es Úrsula?!- Exclamó Dawn en voz baja para llamar la atención.
- ¿Úrsula?- May vio hacia la dirección donde su amiga acababa de mirar.- ¡Oh Arceus! ¡Si, si es! ¿Se cambió el color de su cabello? Me gustaba más el otro.
- Sé que me odia y solamente hace comentarios tratando de desprestigiarme.- Se sentó la peliazul.- ¿Crees que nos vio?
- Pues no lo creo.- Serena captó la atención del grupo.- Parece que está más interesada en otra persona.
Los cuatro voltearon otra vez para ver lo que estaba ocurriendo, pues una hermosa mujer alta y de cabello largo rojizo se estaba llevando todos los focos en la fiesta. Su sola presencia era dejaba helados a todos, pero era ella misma quien los descongelaba con la calidez de su sonrisa.
Inmediatamente, un montón de miembros de la CCA salieron a atenderla.
- Es Solidad...- Mencionó May helada y temerosa por su llegada.
- Entonces, esa es Solidad.- Serena también estaba impresionada con belleza y la gran majestuosidad que tenía la mujer.
Los chicos veían de reojo a la castaña, quien por más que quisiera aún le afectaba lo sucedido aquella vez, y no podía ocultarlo.
Entonces fueron rápidamente interrumpidos por un micrófono que se encontraba en un escenario, que fueron sorprendidos al ser ocupado por Kenny, el cual le dio la bienvenida a todos los presentes y además habló un poco de la CCA y su "causa".
La castaña hacía lo posible por mantenerse en paz consigo misma. En el fondo deseaba no estar allí, pues aún no se sentía sana.
La necesidad de ayudar se apoderaba de Drew quien tenía a la chica visiblemente afectada a su lado, e iba acercando su mano hacia la de ella.
Sin embargo, sus nervios peleaban con fuerza y no le permitieron llevar a cabo su cometido en un primer momento, hasta que un llamado de atención provocado por el golpe de un codo hacia su hombro cambiarían las cosas.
Era Dawn, que era consciente de lo que intentaba hacer el peliverde y con su miraba lo invitaba o más bien obligaba un poco a que actuara de una vez por todas.
Ese pequeño gesto le dio la confianza que necesitaba para hacerlo. Asintió con la cabeza y tomando aire acercó su mano hasta cruzarse con la de May.
- ¡¿Eh?!- La castaña se sorprendía por la repentina sensación en su mano izquierda, y tardó unos segundos en procesar que era Drew.
Ambos se quedaron viendo unos segundos.
- Tú... Me hiciste venir hasta acá... Y no voy a irme hasta pasarla bien como me prometiste que lo haríamos.- Le susurró el peliverde con seguridad.
May lo recordó, y era cierto. Que él lo dijera era muy significativo, ya que compartir ese momento con Drew y sus amigas era lo único que podía eclipsar las inseguridades que la tenían atormentada esos días.
Correspondió al comentario con una asintiendo y tomando su mano con fuerza. También se sintió mejor al ver a Dawn y a Serena sonriéndole, cómplices de esa situación.
- Y bueno, para finalizar.- Continuaba Kenny hablando para todos los presentes.- Si todos los coordinadores tienen su bebida, les invito a brindar por el gran festival que se viene y por la gran unión de todos los artistas presentes. Que siempre hacen del mundo pokémon, un sitio por el que vale la pena soñar.
Entonces todos tomaron sus vasos llenos, mientras Serena maldecía internamente a Dawn por haberle dado tanto.
Seguía asustada, pero a pesar de todo confiaba en la gente que estaba con ella y también en Kenny que la miraba fijamente desde el escenario con una sonrisa que transmitía confianza.
- Por la vida.- El pelirrojo levantó su vaso.- ¡Salud!
- ¡Salud!
...
La mayoría de los invitados a la fiesta no sabían cuantas horas habían pasado, pues se la estaban pasando a lo grande.
Al principio parecía un evento formal, pero poco después se dieron cuenta de que de formal no tenía nada más que los sirvientes.
Coordinadores extremadamente ebrios en cada lugar, música de todo tipo y a todos volumen, personas ligando o tratando de ligar, y gente saliendo del baño después de vomitar, ingerir sustancias de dudosa procedencia o hacer cosas indebidas con otra persona.
Mientras eso ocurría, Dawn y Serena estaban descansando después de bailar durante varias horas. Habían dejado solos a May y a Drew que tenían muchas cosas que hablar, por lo que se unieron a un juego de verdad o reto que tenían unos chicos en una mesa.
Aunque se la estaba pasando bien, Serena solo había bebido un trago porque estaba tratando en lo posible de evitar verse como aquellos que no podían ni con su alma.
- Y si, al final si ocurrió. Y me alegra, porque las chicas son más agradables y huelen mejor que los chicos.- Respondió la peliazul a la pregunta que le habían hecho, haciendo que los que estaba allí se quedaran impactados.
Serena estaba con el grupo de chicos algo tontos y un poco morbosos con sus preguntas. No le caían del todo bien, pero quería estar cerca de sus amigos, y Dawn era la única con quien podía está en ese momento.
Trataba de pasar desapercibida, solo respondiendo verdad, dando respuestas cortas y luego dejándole el "verdad o reto" a la de Sinnoh que ya estaba mucho más alegre por la cantidad de tragos que llevaba encima.
- Bueno, Serena dime verdad o reto.- Ahora Dawn le preguntaba a su amiga.
- Pues... Verdad.
- Vamos chica, no seas cobarde. Pide reto de una vez por todas, yo ya sé todo de ti.
- ¡Si vamos! ¡Pide reto!- Exclamó uno de los chicos.
Así, todos los integrantes ejercieron presión social en la pelimiel, que tenía algo de miedo por lo que pudiera pasar, pero al final acabó sucumbiendo.
- Muy... Bien, reto...
Dawn con una risa malvada causó más nerviosismo en Serena.
Entonces empezó a combinar en un vaso varias bebidas que estaban encima de la mesa y se la pasó.
- Bébetelo.- Dijo con una tremenda sangre fría.
La pelimiel abrió sus grandes ojos al ver que tendría que hacer tal cosa y además con la combinación de quien sabe qué.
Se asustó tragando saliva mientras su corazón empezó a latir rápidamente.
- Dawn, no puedo hacer esto...
- Serena, Serenita... No tienes opción, así es el juego.- Le dijo viéndola con una mirada que delataba el estado en el que se encontraba.
- Pero es que yo...
Así los jugadores empezaron a hacer un cántico para la pelimiel: "Bebe, bebe, bebe"
Aunque no había celdas, se sintió atrapada y sin opción. Fácilmente, podría salir de allí, pero había algo que la mantenía sentada. Veía el grupo de adultos jóvenes idiotas, dándose cuenta de que quizás podría pertenecer a ellos si lo hacía. Pero el hacerlo podría traer muchas consecuencias, y lo sabía.
Al final, y luego de vacilar unos segundos, lo hizo dejando boquiabiertos a todos. Fueron diez o veinte segundos que se sintieron como horas, pues en su vida había probado algo tan asqueroso. No lo podía, tragar y cuando por fin lo logró, sintió que se quería devolver.
- ¿Ves? No sé por qué ese miedo al alcohol Serena, solo es una bebida ¿Verdad?- Afirmó la peliazul, pero no se había dado cuenta que Serena ya había salido corriendo de allí, directamente a vomitar.
Continuará...
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