29: La parte mala de...
Las dos jóvenes tenían de frente al joven pelirrojo que se mostraba tranquilo, sencillamente tomando un poco de aire y sol. Con la pregunta que le acababan de hacer se alivió, pues al menos no se trataba del tema de su retiro que antes había hablado con la pelimiel.
Dawn no le iba a tener tanta paciencia, y Serena detrás de ella solo estaba allí para calmar la situación en caso de que algo malo sucediera.
- Debo admitir que me esperaba un saludo más cordial, Dawn.- Le respondió irónicamente.
- No tengo tiempo para tus tonterías, responde a la pregunta.- Le insistió cada vez más molesta.
- Dawn...- Serena observaba atentamente desde atrás.
- Oye cálmate. No tienes que ponerte así, creí que podríamos hablar tranquilamente los dos ¿No?- Trató de aliviar las aguas el pelirrojo.
- Kenny ahora no es un buen momento, mi amiga lo está pasando mal y necesito la respuesta. Lo volveré a preguntar, ¿Solidad va a participar en el gran festival?
Hubo un pequeño silencio antes de que ocurriera algo. El aire soplaba llevándose algunas hojas del suelo y meneando el cabello de los tres jóvenes, pero todo eso era opacado por la tensión que había entre Kenny y Dawn.
Kenny había borrado la sonrisa de su rostro, y fue sustituida por una mueca de decepción. Serena en cambio, se sentía fuera de lugar estando allí, no entendía lo que pasaba, pero trataba de unir los puntos. Algo le pasaba a May y sin dudas tenía que ver con la coordinadora llamada Solidad.
- Pues lamento decirte que desconozco esa información. A Solidad la invitó uno de los integrantes de la CCA a la fiesta, que al parecer es amigo de ella. Aceptó porque según le interesa conocer a las nuevas generaciones y ver a viejos rivales. Es todo lo que sé.
- Dawn, ¿Qué es lo que pasa? Dime.- Se preocupó la pelimiel.
Lo peliazul volteó a ver a su amiga, que había cambiado su semblante por uno menos agresivo y más pasivo.
- Ya veo. Era todo lo que necesitaba saber.- Observó nuevamente a su amigo de su infancia.- Ya me voy, los dejaré entrenar. Serena, hablaremos cuando termines.
Sin decir nada más, y con la mirada atónita de Serena y Kenny, Dawn volvió dentro de las instalaciones del centro pokémon, dejando más preocupada aún a la pelimiel que nuevamente se quedaba sin respuesta.
...
Braixen era la elegida por Serena para hacer los combates de su quinto listón, mientras que Altaria haría la presentación.
Kenny le estaba enseñando al zorro de fuego la forma de defenderse utilizando sus propias llamas sobre sí misma.
- Entonces Braixen, con tu bastón es más sencillo crear la llamarada sobre ti. Es difícil estabilizarla, pero si logras hacerlo se verá increíble.- Le aconsejaba el pelirrojo.
- ¡Braixen!- Respondía emocionada.
- Lo prometo, es muy efectivo. Primero debes hacer la llamarada lo suficientemente consistente, anda inténtalo.
- Bien Braixen, vamos a intentarlo, ¡Usa llamarada!- Le ordenó su entrenadora.
La tipo fuego empezó a hacer varias llamaradas, que aún parecían algo endebles. Parecía que algo no andaba bien, y se debía a que la distracción de hace rato había afectado a la pelimiel, lo cual era transmitido en su pokémon que aún no le salía el movimiento de manera sólida.
Esto fue notado por el chico, quien le hizo señas a Braixen de que se tomara un descanso después del gran desgaste de energía que llevaba usar tantas veces un movimiento tan poderoso.
- Serena, aún estás pensando en lo de hace rato, ¿Verdad?
La pelimiel al oírlo se sorprendió, ya que no estaba acostumbrada a que un chico fuera tan observador y detallista como él. Quizás no era la gran cosa, pero a veces sentía que con Ash y Clemont en el pasado había que explicarles algunas cosas con manzanitas, como decía Bonnie.
- La verdad si, Dawn y sobre todo May han estado actuando muy extraño desde ayer. Quisiera poder hacer algo para ayudarles. ¿Por qué no me lo confían? Soy su amiga...
- Creo que yo sé lo que está sucediendo.- Se sentó junto a ella.
- ¿Uh? ¿Tú lo sabes, Kenny?
- Aunque no estoy del todo seguro.- La miró fijamente.- Serena, ¿Alguna vez has pensado en viajar sola?
- ¿Qué? Pero... ¿A qué viene esa pregunta?- Se confundió la chica.
Kenny se encogió de hombros.
- Es mera curiosidad. Tengo entendido que hace un tiempo May pasó por momentos difíciles en su vida, y al parecer eso se debió a que no supo manejar las cosas cuando empezó a viajar sola. O al menos eso fue lo que me contó Dawn hace varios años.
- Pues... Si sé que pasó por momentos duros, pero no tengo todos los detalles.- Se acomodó sus gafas.
- Prefiero no hablar de lo que no estoy seguro. Lo mejor es que ellas mismas te digan lo que pasa.
- Sí, es verdad...
Serena entendía que a lo mejor hablar del tema podría incomodar a sus amigas, quizá lo mejor era dejar que las cosas se enfriaran un poco para hablarlo después. Aunque, por otro lado, si se sentía un poco excluida y le hubiera gustado poder ayudar en el asunto a May, que la consideraba su mejor amiga.
- ¿Entonces?- Insistió el pelirrojo.
- ¿Uh?- La coordinadora salió de sus pensamientos.
- No respondiste a mi pregunta.
- Oh... Lo siento.- Se rascó su mejilla nerviosamente.- En realidad en un principio iba a viajar yo sola por Hoenn. Encontrarme con May y Max fue pura suerte.- Admitió.
- ¿Y por qué decidiste ir con ellos si ibas a viajar tu sola?
La pelimiel pensaba: Vaya, ¿Siempre hace tantas preguntas?
Aunque se sinceró al darse cuenta de un pequeño miedo del que quizás no se había percatado antes.
- Supongo que porque no sabía nada de los concursos, y ellos me ayudaron. Luego la amistad que formamos hizo que aún siguiéramos acá.
- Ya veo, tuviste suerte de encontrar a una coordinadora tan experimentada y talentosa como lo es May.
- Eso es verdad...
¿Qué hubiera pasado si no hubiera encontrado a May? Seguramente el camino hubiera sido muchísimo más difícil. Ahondando más en el tema, se dio cuenta de que en verdad ha tenido muchísima suerte de encontrarse en su vida a personas como May, Ash, Clemont y muchos otros más.
- Quizás no sea tu caso; sin embargo, a muchas personas les afecta un montón viajar únicamente con sus pokémon. No saben controlarse y acaban en sitios turbios o haciendo cosas que no deberían estar haciendo.- Explicó el pelirrojo viendo a algunos taillows posarse sobre unos árboles.
- Jamás había pensado eso. Pero supongo que es lógico, es decir, muchos son niños aun cuando salen de viaje
- Yo también estuve en esas situaciones, el mundo es algo cruel.- Volvió a mirar a la pelimiel.- Aunque como dije cualquier cosa que te diga sobre May son solamente especulaciones mías. Y me daba curiosidad saber acerca de tus viajes.
- Debe ser aterrador.- La pelimiel se mordió un poco sus uñas.- La mayoría ni siquiera sabía lo que le esperaba... Arceus, May... Dawn... E incluso...
El pelirrojo vio a la chica reflexionando, y decidió probar suerte.
- Ash... ¿Verdad?
En la mente de la pelimiel pasaba tanto ese nombre que lo ignoró en un primer momento, hasta que cayó en cuenta y vio al chico quien solo se reía.
- ¿Conoces a Ash, Kenny? Pero... ¿Cómo es que...?
- Si, lo conozco. Vamos hay que ser sincero ¿Quién no lo conoce?- Se encogía de hombros el chico pelirrojo.
La pelimiel reía nerviosa.
- Bueno, él y yo viajamos juntos hace poco menos de un año. No pude dejar de suponer en qué... Probablemente, a le pudo haber pasado algo parecido.
- Era cierto eso de que el mundo es bastante pequeño.- El chico se estiró y decidió tratar de concluir todo.- Serena, lo mejor será que tomes un descanso. Ahora mismo no están en las mejores condiciones para entrenar.
La pelimiel lo entendió. Todo estaba sucediendo de tal manera que ahora lo que menos podía hacer en ese momento era en entrenar.
Sus conversaciones con Kenny eran un poco extrañas, pero le hacían reflexionar un poco acerca de la parte más oscura de los entrenadores y coordinadores, algo de lo que jamás había hablado con tanta naturalidad con nadie, ni siquiera cuando en sus peores momentos, ni con el azabache o la castaña.
Pero a pesar de eso, las conversaciones le gustaban y bastante. Era una forma de estar en mayor contacto con lo que es su propio viaje, y aunque no estaba de acuerdo en todo lo que le decía el pelirrojo, admiraba bastante su experiencia, su diálogo, su perspicacia e incluso su forma de ver la vida.
- Gracias de todas formas Kenny... Lamento haberte hecho perder el tiempo.- Se levantó la pelimiel viendo al chico con una leve sonrisa.
- Oye, no digas eso. Me gusta hablar contigo, en serio sabes escuchar.
El comentario la alagó, y se sintió algo avergonzada, pero también feliz.
- Pera terminar, no quiero que tomes mis palabras como una forma de hacerte sentir por viajar tu sola.- Afirmó.- Te lo digo yo, si lo sabes manejar puede ser la mejor experiencia de tu vida.- El chico le dio un pulgar arriba y le guiñó un ojo.
La pelimiel aún tenía mucho que pensar, también la atormentaba un poco el tema de May. Principalmente en su cabeza había que organizar sus pensamientos, pues había un pequeño caos causado por el bombardeo enorme de información.
Así ambos se despidieron, esperando verse de nuevo en la fiesta.
...
Ha pasado un día y entrando a sus clases, Ash todavía se sentía mal por lo ocurrido durante estos días.
Se había prometido a sí mismo tomar a Serena como su prioridad, pero se sentía culpable por siquiera pensar en Lillie de esa forma.
Pero hoy no podía enfocarse en eso, tenía su primer examen y eso era lo importante.
- Pikachu, hoy probablemente tenga una de las batallas más dura de toda mi vida, y por primera vez no voy a contar contigo para hacerla.- Le dijo seriamente mientras caminaba por el pasillo.
- Pika pikachu.- Respondió su fiel amigo.
- Deséame suerte amigo, voy a superarla.- Habló con confianza el azabache y el puño cerrado.
- ¡Pika pika chu!
- Ash, buenos días.- Una voz lo interrumpió detrás de él.
Al voltear entrenador y pokémon, vieron que era Lillie, la cual la ratita amarilla saludó alegremente tirándose encima de ella.
Sin embargo, el entrenador se sentía incómodo con la presencia de la rubia, la cual sonreía radiantemente con sus libros en su mano y con la coleta que a veces solía llevar en vez de su gran sombrero blanco.
- ¡Lillie...! Emm, suerte en... Suerte en el examen, aunque seguro no la necesitas.- Se rascó la nunca el siempre torpe azabache.
- Nos irá genial Ash, ya verás.- Le respondió su amiga.- Y después de salir creo que podemos ir a estudiar para el del viernes, ¿Te parece?
- Eh... Bueno yo...
- Te esperaré al terminar el examen.
Así Lillie se fue al salón. Pikachu regreso con Ash, quien suspiró y se preocupó bastante más, aunque con bastante aire de resignación.
- Sabes amigo, sin dudas necesito vacaciones. Son muchísimos exámenes en muy poco tiempo.- Fue lo último que dijo antes de entrar al salón.
...
Ya se avecina el evento que las chicas estaban esperando, y se encontraban charlando tranquilamente mientras se arreglaban.
Dawn ya le había contado a Serena un poco a medias lo de Solidad, y ahora lo estaban conversando.
- Ese combate fue horrible... Y cuando me dijiste que Solidad estaba acá... Yo...- Decía May al borde del llanto mientras Serena le arreglaba su cabello.
Serena se sintió mal por su amiga y solo le acarició el cabello con ternura.
- May... No hablemos de eso ahora. Mereces disfrutar esta fiesta.
La castaña se calmó y se puso feliz por las palabras de la pelimiel.
- Serena tiene razón.- Decía Dawn que también se estaba arreglando junto a ellas.- Hoy es noche de pachanga, vamos a disfrutar juntas ¿Si?
- Sí, es verdad.- Dijo sonriente la chica.- Vamos, es tarde y Drew nos debe estar esperando.
- Uuh, ¿Alguien está ansiosa de ver a su pequeño príncipe encantador?- Bromeaba Serena, acompañada de burlas por parte de Dawn.
- Sobre todo lo de pequeño, pobrecito el Green Goblin.
- ¡Cállense! Las que menos pueden hablar de enamorados enanos son ustedes dos.
Así, entre risas y bromas, las chicas terminaron de arreglarse.
Como habían planeado, dejarían a sus pokémon con el joven Max, no sin antes haberle dejado una gran lista de instrucciones para que se pudiera manejar sin ningún tipo de problema, incluyendo los pokémon de Drew que tenían algunos cuidados especiales que el peliverde había insistido desde el día anterior.
Se despidieron de todos y se dispusieron a ir rumbo al lugar en donde los estaban esperando Kenny.
Antes de encontrarse a Drew, varios admiradores molestos le hicieron un pasillo a las chicas para admirar lo hermosas que estaban, y saltaron algunos comentarios de allí.
- ¡Las amo, chicas!
- ¡Dawn eres la mejor, nadie te supera!
- ¿Estás loco? ¡No se compara con Serena y hermosura!
- ¡Esas dos no le llegan ni a los talones a May!
En el pasillo los "fans" empezaron a debatir y a pelear, mientras las tres se apartaron rápidamente de la situación.
- Vaya... Están peleando para ver cuál de nosotras es mejor, incluso cuando eso significa rebajar a las demás...- Reflexionaba la pelimiel.
- Qué idiotas.- Volteó los ojos Dawn.
- Si, ¿Acaso tienen cinco años? Las tres tenemos nuestro encanto, no necesitamos probarle nada a nadie.- Concretaba May.
- Es verdad. Bueno, ¡Vamos a la fiesta!- Finalizó la pelimiel alegremente.
Continuará...
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¡Holaaaaa! He regresado.
Si todavía estás allí a pesar de estos meses de inactividad, quiero darte las gracias por ser tan fiel seguidor.
Debo ser sincero, estoy muy ocupado actualmente pero voy a estar actualizando cada semana. A lo mejor me tardo bastante más que antes pero es precisamente por estos motivos.
Una disculpa a todos, ya he retomado y como dije, no los voy a abandonar.
Sin más que añadir, eso es todo por ahora ¡Estaré leyendo sus comentarios!
(PD: Perdón si el capítulo tiene algunos errores, estaba emocionado por subirlo y quizás me apresuré un poco)
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