Los chicos en Hoenn se encontraban en el comedor del centro pokémon. Les dio pereza cocinar ese día, así que ordenaron algo para comer, y ahora lo estaban degustando, junto a sus pokémon que comían cerca de ellos.

Luego de tanta espera, Max al fin obtenía lo que quería. Serena le había contado todo lo de Ash, mientras May, Dawn y Drew solo escuchaban.

- Santa cachucha.- El chico se limpió sus gafas.- Sabía que ustedes tenían gato encerrado, pero no tenía ni idea de todo lo que tú y Ash habían vivido Serena.

- Así mismo quedé yo cuando supe que había viajado con ustedes hace tantos años.- Confesó la pelimiel bebiendo algo de jugo.

- Es que es realmente increíble, ¿Cómo es posible que no hayan querido decirme nada durante más de siete meses?

- No me mires a mí. Fue tu hermana la que me pidió que no dijera nada.- Se lavó las manos, en sentido figurado.

El chico vio enfadado a May, la cual solo estaba preocupada por la deliciosa comida. A la castaña le volaban corazones en el aire, ya que sus papilas gustativas estaban encantadas con el pedido que habían hecho, aunque duró poco cuando notó que estaban hablando de ella.

- No culpes a tu hermana Maxicito, fue una pequeña broma.- Afirmó Dawn.

- Si una pequeña broma, y como notan, me hizo mucha gracia.- Dijo el joven entrenador con sarcasmo.- A veces parece que yo soy solo una especie de chivo expiatorio para cada broma o tontería que necesiten. ¿Ves eso Drew?, ¿Ves como me tratan?

- Si amigo, eso de que se metan todos los días contigo y luego se molesten por una pequeña bromita es mi pan de cada día.- Se expresó el peliverde apoyándose sobre su brazo en la mesa.

La castaña tragó la comida que aún tenía en su boca, pues no iba a dejar las cosas así.

- ¿De qué estás hablando? ¡Pero si literalmente te acabas de describir a ti mismo!- Respondió furiosa.

Drew como el propio niño, le respondió sacándole la lengua, a lo que la chica le respondió de la misma forma, haciendo que los demás los miraran incrédulos por su lo infantil de la situación.

- Para tu información Max, no te hablé de nada porque tú mismo dijiste que antes de ponerte en contacto con Ash te querías preparar para enfrentarlo, ¿O acaso no lo recuerdas?- Respondió a su reclamo.

- Es decir, si, pero...- El entrenador suspiró un poco más tranquilo.- Creí que éramos un equipo. Sé lo que dije aquella vez, pero... Es raro ¿Me explico?

Su hermana abrió los ojos, sorprendiéndose por las palabras de su hermano que pocas veces era sensible, cosa que había cambiado de un tiempo para acá.

- Aww, el pequeño Max quiere que le demos amor, ¿No es verdad?- La peliazul lo tomó para despeinarle cariñosamente el cabello.- Eres un buen, Max.

- ¡Ya basta, Dawn!- Entre algunas risas, su amiga se quitó de encima.- La verdad es que eso ya no importa. He derrotado a casi todos los líderes de gimnasio, y creo que ya estoy listo para medirme ante Ash.

- ¿En serio ante Ash? ¿Opinan que sea posible que Ash venga?- Preguntó Drew.

- En poco tiempo va a acabar sus clases, seguro que si lo invitamos viene de inmediato.- Propuso la peliazul.

Serena recordó la conversación que tuvieron hace unos días. El azabache le había comentado precisamente lo que acababa de mencionar su amiga, pero no había dicho nada concreto acerca de lo que haría en sus vacaciones.

Esa vez que hablaron, él estaba algo nervioso, ¿Quizás le iba a decir que venía de visita? Tan solo pensar en eso la hacía ruborizarse, aunque ¿Por qué no dijo nada?, probablemente fueron simples especulaciones.

- May, voy a hablar con él para que venga. Ya quiero que vea todo lo que he progresado.- Max se entusiasmaba.

Todos vieron a la castaña.

- Será cuestión de preguntarle, esperemos que no tenga inconveniente.- Respondió felizmente.- Y sé de alguien que también estará muy feliz de verlo.

Tanto May como Dawn vieron a Serena pícaramente, haciendo que se pusiera ultranerviosa y hasta temblara. Max y Drew no captaron la indirecta.

- Pu... Pues, ¡Claro! A todos ¿No?... Digo es nuestro amigo.- Rió nerviosamente con la mirada de todos en la mesa.

...

Al terminar de comer, se quedaron un rato sentados para reposar la comida.
Serena aprovechó para consentir a los pokémon con algunos pokelitos que había preparado.

Marshtomp haciendo honor al entrenamiento de la coordinadora e imitando lo que Braixen y Sylveon hacían con sus pokelitos, los compartió con varios de sus amigos como Piplup o el Manectric de Max, cosa que la pelimiel notó y la puso muy feliz.

Así todos los pokémon regresaron a sus pokebolas.

- Vaya, eso estuvo delicioso.- Descansaba May echándose en la silla.

- Si, aunque extraño la comida de Serena.- Ahora hablaba su hermano.

La pelimiel volvió a unirse a la conversación.

- Les volveré a cocinar, lo prometo. He estado muy ocupada, y solo me da tiempo para hacer los pokelitos.- Se sinceró.

Dawn que estaba revisando su pokegear, observó varios atuendos increíbles de una página, lo cual hizo que recordara algo.

- Oigan, ¿Quieren ir de compras mañana? La fiesta es en dos días, y quiero comprar ropa linda.- Dio la idea.

- Es verdad, tienen su fiesta de coordinadores.- El entrenador pelinegro se acomodó sus gafas.

- ¡Claro, yo me apunto! Y tú Max, solo tienes tres calzoncillos y dos están rotos, vienes con nosotras.- Regaño la castaña.

- ¡Dilo más alto, ¿Quieres?!- Se avergonzó.- Muy bien, iré.

- Excelente. Drew ven con nosotras, la última vez que compramos ropa fue muy divertido ¿Recuerdas?

- Sí... Supongo que es verdad. Aunque tengo un traje que quiero usar, así solo las acompañaré.- Respondió.

Sí que era extraño que Drew quisiera acompañarlas en algo así, pero había intentado ser más sociable con el grupo, ya que se la pasaba muy bien y era más feliz que estando solo.

También se alegraba viendo el brillo en los ojos de May cada vez que le decía que si a las invitaciones. Pocas sensaciones eran tan satisfactorias, se sentía muy cerca de ella, le gustaba y por primera vez se estaba dejando llevar.

- Si veo algo que te quede bien, lo compraremos.- Recalcaba May.

- Eh... Por favor no.- Se asustaba cómicamente, acompañado por las risas de todos.

- Y bueno, Serena, ¿Preparada? ¿Compras de chicas y Max?- Dawn hacía poses divertidas para animar más a la pelimiel.

- ¡Y Drew!- Se autoproclamaba el peliverde.

- No creo poder chicas, aún tengo mucho por trabajar. Apenas solucioné el tema de Altaria, y todavía no he planeado mi presentación.- Aclaraba Serena.- Voy a ir a la fiesta, pero para eso debo aprovechar el tiempo que tengo.

- Serena, anda. No seas así.- Le suplicaba la de Sinnoh.- Comprar no va a ser lo mismo si no vas.

- Vamos Serena, tú también necesitas un vestido para la fiesta.- Acompañaba a convencerla la coordinadora de Hoenn.

- Chicas, lo que sucede es que... Me comprometí a entrenar con alguien mañana.- Confesó la pelimiel.

- ¿Con alguien?- Dawn alzó una ceja y la vio fijamente.- Ooh ya veo, casi lo olvido. Ese alguien es Kenny ¿Verdad?

- Kenny me dijo que me iba a enseñar algunas técnicas que podían ayudar a mi Altaria, solo es eso.

Los chicos observaban la escena confundidos, pero la peliazul que antes había dejado pasar el tema, esta vez no lo dejaría ir tan fácil.

- Parece que tú y Kenny se han llevado muy bien desde que se conocieron ayer apenas ¿Verdad?- Fue un reclamo con un poco de incomodidad agregada.- ¿No ves que quiere ligarte? ¡Yo lo conozco!

- Dawn se a que te refieres, ¿Pero no crees que estás exagerando solo un poquito?- Trató de ser suave para no hacerla molestar.

- Dices eso porque no has convivido con él, pero es un imbécil que le gustan todas.- La peliazul se cruzó de brazos.

Serena no lo conocía del todo bien, pero en la charla que tuvo no vio ese lado de su parte, y había algo de parte de su amiga que le estaba molestando, y decidió decírselo a su modo.

- Pues Kenny a mí no me interesa, si se pasa conmigo lo mandaré a volar como al Equipo Rocket. Solo quiero decir que se ha portado muy bien y no vi nada raro esta mañana, incluso me habló muy bien de ti, Dawn.- Habló firmemente impactando a su amiga.

- ¿Qué?, ¿Habló de mí?, ¡¿Qué tanto dijo?!- Se le puso de frente al pelimiel, asustándola en el proceso.

- Vaya muy imbécil y todo, pero como lloras por él ¿No?- Se burlaba May.

¿Sería posible? ¿Acaso el tonto al que se refirió May el otro día era Kenny? Pues que curiosa relación, era lo que pensaba Serena. Se rascó la nariz al no esperar algo así, y en el fondo le dio algo de risa, también apoyada por su forma de actuar.

Dawn entrecerró los ojos debido a ese comentario.

- ¿Y bien? ¿De qué tanto hablaron?- Insistió.

...

Excluyendo lo del retiro, la pelimiel les contó todo lo que habían hablado Kenny y ella en el momento que entrenaron con sus Altarias.

- Y eso fue lo que sucedió.- Terminó de explicar la chica.

- Waoh, pues como lo cuentas si suena como alguien normal.- Admitió la peliazul.- ¿Estás segura de que no hizo alguna insinuación romántica o algo así?

- Dawn, creo que Kenny no tiene ese tipo de intensiones con Serena, seguro solamente estaba haciendo amable.- Intervino May nuevamente.

- Oh, vamos May, incluso a ti te intentó ligar en el pasado.

- ¿Qué?, ¿Eso es verdad May?- Se sorprendía Serena.

- Madre mía, menudo drama tienen acá montado.- Comentaba Max escribiendo en su blog.

Drew sin meterse ni decir nada, solo escuchaba atento como a quien no le importa.

- No... No exactamente.- May respondía algo nerviosa.- Quizás dijo algunas cosas... No lo recuerdo, fue hace mucho tiempo.

- De todas formas, voy a estar observando a ese papanatas.- Dijo Dawn.

Entonces, para cambiar un poco el tema, la coordinadora de Kalos recordó algo que aún no había mencionado, y que le hacía bastante ruido.

- Oh, Kenny también mencionó a algunas personas que estarían en la fiesta. Al parecer esa mujer llamada Solidad va a estar allí.

Al parecer el plan funcionó, ya que los otros tres coordinadores con la sangre como hielo fijaron su atención en ese nombre, y por unos segundos un gran silencio inundó el lugar.

- ¡¿Solidad va a estar en la fiesta?!- Dijeron May, Dawn y Drew al unísono.

- ¡¿Eh?! Él así me dijo.

- ¿Pero por qué está en Hoenn?- El peliverde se quedó pensando.- A no ser que...

- Sí... Creo que todos suponemos lo mismo.- La peliazul soltó una risa un poco nerviosa.- No, necesito respuestas. Serena mañana iré contigo y le preguntaré los detalles a Kenny.

- Pero pensé que querías ir de compras.- Refutó la de Kalos.

- Si así que ¿Por qué no vamos hoy? Aún tenemos tiempo de sobra.- Se levantó de su asiento.- Además podremos relajarnos por un rato, y ninguno de ustedes tienen nada más por hacer ¿No es así?

Max levantó la mirada.

- En realidad yo...

- ¡Excelente! Vamos.

La castaña aún estaba en shock, y su amiga peliazul lo había notado. El nombre de Solidad hacía renacer ese sentimiento terrible de miedo y nerviosismo que hace tiempo May había "superado", aunque puede que haya sido más un espejismo que otra cosa.

La tensión la sentía, "Mierda, ¿Será que es para eso?" Es lo que le carcomía la cabeza a la de Sinnoh. Para evitarla pensó que sería buena idea ir ese día a las tiendas para relajar un poco la mente.

Dawn jaló tanto a Serena como a Max, para salir de allí.

- ¿Eh, Dawn?, ¿Así tan de repente?... Pues... Bueno.- Serena aún no se enteraba bien de la situación.

- ¡Auch, me lastimas!- Se quejaba el de gafas.

- ¡Anímense! Drew, May, vamos.- Trataba de animar Dawn.

Los tres que iban agarrados salieron del sitio, con Drew yendo detrás.

Por unos momentos, May se quedó sentada tratando de analizar la situación. ¿Solidad participará en el gran festival?, ¿Se volverá a repetir ese evento que casi acaba con la carrera de coordinadora de Hoenn?

Lo que si sabía, es que esa mujer coordinadora llamada Solidad, volvía a su vida para no volver a dejarla estar tranquila otra vez.

- Solidad...- Fue lo único que susurró impotente.

- May.- El peliverde se regresó a buscarla.- ¿Vamos?- Le extendió la mano.

Aún bastante escandalizada y con mucho miedo albergado en su corazón, tomó la mano del chico, quien también entendió todo por lo que había pasado. Juntos salieron del sitio para ir de compras, pero su mente había salido a pasear a un lugar diferente.

Continuará...