25: Diferentes perspectivas

Como habían planeado el día anterior, Serena y Kenny se dispusieron a entrenar con sus altarias en la mañana. Todo antes de que sus flojos compañeros se levantaran.

El Altaria de Kenny hacía el movimiento de ataque celestial con muchísima gracia, mientras que el de Serena trataba de imitarlo con poco éxito, pero bastante determinación.

Los jóvenes solo observaban, ya que se habían ido muy alto en el cielo.

- Tu Altaria se ve muy bien cuidado, Serena.- Le mencionó el pelirrojo.

- Muchas gracias, el tuyo también se ve de maravilla. A nosotros todavía nos falta mucho por aprender.

- Solidad en algún momento también fue novata, no te preocupes.

Ese nombre ya lo había escuchado Serena. Según las chicas, era la mejor coordinadora del mundo con años en la élite y presentaciones casi perfectas. Ya las había derrotado a todas, e incluso a Drew en varias oportunidades, y su récord en los últimos cuatro años en verdad daba miedo, con cuarenta victorias y cero derrotas.

- Solidad... Si, eso es verdad.- Sudó un poco al recordar ese nombre.

- ¿Te gustaría un refresco?- Propuso Kenny.

- Claro.

Ambos se sentaron mientras veían como sus pokémon practicaban en todo lo alto.

- Y dime Kenny, ¿Desde cuándo conoces a los chicos?

- ¿A los chicos? Pues entre coordinadores siempre nos conocemos, ya que es fácil encontrarnos cuando hay un gran evento. Y ahora tengo la facilidad de estar con muchos más, gracias a la CCA.

- Oh entiendo.

- Y bueno, a Dawn la conozco desde siempre, prácticamente desde el jardín de infantes.- Miró el cielo con nostalgia.

- Me lo imaginaba.- Le sonrió alegre.- Veo que tienen bastante historia.

- Por supuesto que sí, y es algo divertido molestarla. Pero vamos, ella sabe que es en juego.

Aunque desde la mente de la pelimiel, no era tan en juego teniendo en cuenta la cara de asesina que tenía cuando le decía Didi.

- Sé que si hay una persona en la que siempre puedo confiar, es en ella. De verdad, por eso, aprecio mucho su amistad.

- Lo sé. May y Dawn son personas increíbles. Me han ayudado muchísimo con mi crecimiento en los concursos.

- ¿Llevan mucho tiempo viajando juntas?

- Con May y Max sí. Dawn se unió hace poco e inmediatamente hubo gran química entre nosotras.- Se acomodó sus gafas mientras el chico bebía un sorbo de refresco.

- Que curioso que esté viajando por acá en Hoenn.- Se tomó la barbilla mientras pensaba.

- ¿Por qué lo dices?- Le intrigó su comentario.

Él se quedó así un segundo, y luego le sonrió amablemente.

- Son solamente cosas mías. Igual déjame decirte que si May y Dawn te han estado asesorando, entonces has estado en muy buenas manos.

Las chicas en la noche anterior decían que Kenny era un poco imbécil, pero además de las bromas que tenía, se le veía como un buen tipo, que hablaba bien de sus amigos y estaba dispuesto a ayudar. Al menos la faceta de imbécil, Serena aún no la había conocido.

...

Luego de poco más de media hora, siguieron charlando y los altarias habían tomado un pequeño descanso de su intenso entrenamiento.

- ¿Participarás en el gran festival, Kenny?- Le preguntó curiosa.

- No. En realidad...- Se quedó pensando un poco levantándose del sitio.

- ¿Uh? ¿Sucede algo?

La brisa soplaba suavemente mientras el chico respiraba suavemente.

- Debo de ser sincero. La verdad es que voy a retirarme de los concursos.

La respuesta tomó por sorpresa a la pelimiel, la cual en un principio creyó que no había escuchado bien.

- Espera, ¿Qué?

- Si, de verdad.

- Pero... ¿Te refieres a retirarte de... No volver a ser coordinador?

- Tal como escuchaste.

¿Qué estaba haciendo ese chico? No era común que alguien se retirara tan joven. Era realmente extraño, quizás era por un asunto de familia, o una cuestión personal. Aún había muchas dudas en lo que rodeaba al entorno del pelirrojo.

- Wow, no me lo esperaba.- La pelimiel se rascó su mejilla.- Y... ¿Puedo saber la razón?

Kenny dio unos pasos hacia adelante en silencio, volteó a ver a la chica, la cual seguía bastante confundida. Pero recuperó la confianza cuando este le volvió a sonreír.

- Bueno, siendo totalmente franco, mi carrera como coordinador nunca ha terminado de despegar. Hay otros horizontes que voy a probar.- Respondió sinceramente.

Cada palabra que seguía soltando dejaba más sorprendida a Serena. Lo observaba y parecía tranquilo, e incluso feliz, ¿Pero cómo alguien podría estar con esa actitud luego de tomar una decisión tan brutal?

Este chico se estaba dando por vencido, y parecía no darle la importancia necesaria. Lo decía como si nada, lo cual shockeaba cada vez más a la pelimiel, que jamás podría volver a dormir tranquila si hacía algo así, porque es la filosofía de vida que había estado construyendo desde que comenzó en serio con su viaje.

- Kenny pero... Lo siento es que aún no comprendo, ¿Nunca te gustaron los concursos? ¿Y qué hay de la organización de la que tanto hablas?- Serena se tomaba la cabeza intentando procesar lo que estaba sucediendo.

- No digas eso. Adoro los concursos, siempre fueron mi gran sueño.

- Pero... No... No te rindas. Con el tiempo vas a mejorar, te lo digo yo. También se levantó de su sitio.- Cuando empecé mi aventura por los concursos fue muy difícil al principio, pero con trabajo y dedicación he ido mejorando mucho, y tú también puedes hacerlo.

Kenny se volteó a verla con una sonrisa.

- Eres una gran chica, Serena. Me gusta la visión inocente que tienes acerca de los sueños. Espero que seas una gran coordinadora.

- ¿Inocente?, ¿Qué quieres decir con eso?- Lo miró con enojo

- No te molestes, pero me estás hablando como si fuera un principiante.- El pelirrojo se acercó a su Altaria para acariciarla.- Yo y mis pokémon hemos entrenado por casi seis años para lograr ganar un gran festival y ser coordinadores reconocidos.

La pelimiel seguía molesta, ya que le había criticado indirectamente su ideología, aunque si en algo tenía razón el muchacho, es que tenía muchísima
más experiencia que ella.

- Estuve obsesionado. Gasté sangre, sudor y lágrimas, perfeccionando técnicas y estudiando cada pokémon de mis rivales.- Bajó un poco la mirada.- Y siempre he tenido presente lo cruel que es el mundo de los concursos, pero cuando pensaba que no podía ponerse peor, me daba cuenta de que el pozo era aún más profundo de lo que cualquiera se podría imaginar.

- ¿De qué estás hablando?

- Lo que quiero decir, es que me di cuenta de que existen cosas que no se pueden entrenar. Hay algo que siempre me diferenció de Solidad, Drew e incluso de Dawn, porque en cuanto a talento siempre fui inferior, lo llevan en la sangre o quizás es un don.

¿Será cierto lo que dice? ¿Da igual lo mucho que te esfuerces porque siempre va a haber alguien superior a ti? Eran las preguntas que ahora tenía Serena por todo lo que el chico le estaba comentando.

Era complicado saber si lo que decía era mentira, teniendo en cuenta ambas trayectorias había una que era más larga que la otra. Pero lo que siempre llevó a Serena a la gloria era lo opuesto a eso, la visión de Ash de oponerse siempre a las adversidades y tratar de ser el mejor.

En cambio, la visión de Kenny la veía como un poco pesimista y no le convencía. Había dicho que eso de no rendirse era "inocente", como insinuando que era infantil.

- Kenny mira, entiendo en gran parte lo que dices. Pero más que preocuparme por mis rivales, siempre me he preocupado más por mi misma. Mi voluntad de querer ser la mejor es lo que me ha llevado lejos, y por eso es una visión a la que siempre le seré fiel.- La pelimiel se acercó a su Altaria para también acariciarlo un poco.

- ¡Taria!

La respuesta hizo feliz al chico, le gustaba el carácter y la personalidad que tenía Serena.

- Es verdad lo que dices. Aunque ¿Sabes?- Captó nuevamente la atención de la de Kalos.- Nuestras visiones parecen ser opuestas, pero en realidad pueden ir de la mano, ¡Vuelen Altarias!

Los dos dragones salieron nuevamente hacia los cielos, nuevamente a deleitar la vista de los dos chicos que los veían volar majestuosamente entre las nubes.

- Es como esos dos.- Explicaba Kenny nuevamente.- Mi Altaria es más rápido y ágil que el tuyo, por lo que se podría pensar que es mejor. Pero el tuyo es distinto, míralo como vuela con tanta gracia, sus movimientos son naturalmente elegantes y eso es algo que no puede copiarse.

Serena notó la observación del chico, dándose cuenta de que era verdad a pesar de ser de la misma especie. Ambos destacaban en cosas diferentes, y a partir de allí se podría sacar su verdadero potencial.

- Yo no soy inferior a Solidad, ni a Drew. Nada más tengo que encontrar mi manera de brillar, y mostrarle al mundo quien soy, pero por los concursos no es la manera.

- Oh, creo que ahora te entiendo mucho mejor.- Se quedó algo pensativa.

- Sí... A veces hay que tener la madurez para aceptar ciertas cosas, y no tener miedo para darte cuenta de que los sueños cambian con el tiempo.

Claro que cambiaban y la pelimiel lo sabía. O quizás en su caso, evolucionaban, pues de no tener un rumbo claro, pasó por su camino a las performances y luego a los concursos. Al fin podía notar la sabiduría en las palabras de Kenny, lo que hizo que se sintiera feliz e incluso le dio muchas más cosas en que reflexionar para el futuro.

Como cuando ella entrenaba con May y Dawn, siempre había pequeños detalles que las diferenciaban en sus presentaciones y las distintas formas de realizar estrategias en combate, a pesar de tener rumbos parecidos, todas tenían cosas que la otra no tenía.

- Oye pero... Entonces, ¿Por qué entraste a la CCA?- Preguntó otra vez la chica.

- En realidad, es simple.- Se rascó la nariz confiado.- Creo que allí es donde mejor destaco mis capacidades, tanto de organización como de representante. Puede que ese sea el primer paso para mi futuro.- Nuevamente miró al cielo.

El Altaria de Serena ya había estado mucho rato practicando, y le seguía frustrando estar siempre detrás del de Kenny, por lo que luego de observar tanto rato sus movimientos pudo deducir el modo de alcanzarlo. Su cuerpo brilló y alcanzó una enorme velocidad, así logrando por fin dominar el ataque celestial ante los ojos del pelirrojo y la pelimiel.

Ambos lo vieron emocionados, mientras los dos pokémon dragón, volvían al suelo después de tal exhibición.

- ¡Eso fue increíble!- Serena corrió a abrazar a su amigo.- Oh Altaria, al fin pudiste hacerlo, fue impresionante.

- ¡Al! ¡Taria!- Agradeció a su entrenadora.

- Kenny muchas gracias, a ti y a tu Altaria. Ahora podemos empezar a entrenar para nuestro quinto listón.

- Taria.- Respondió el de Kenny.

El chico de Sinnoh se alegró al verlos contentos y solo se rascó su cabeza.

...

Luego de evitar a algunos fans que rodeaban a Serena, ella y Kenny volvieron a sus habitaciones, ya que aún era temprano.

- Fue muy agradable estar contigo hoy.- Le habló el pelirrojo.

- Lo mismo digo, eres un gran chico Kenny.- Le sonrió nuevamente.- Pero oye...

- ¿Uh? ¿Qué?

- Lo siento, hoy he estado muy preguntona. Pero... ¿Por qué decidiste contarme todo esto a mí? Digo, a penas nos conocemos.

Kenny rió tranquilamente.

- Se ve que eres alguien de fiar. Eso sí, quisiera pedirte que no les digas nada a los chicos sobre el retiro, en especial a Dawn. Quiero decírselo personalmente.

Entendiendo lo que decía su nuevo amigo, la chica le asintió alegre por su ayuda y por haberle contado algo así de personal.

Así, ambos fueron a sus respectivas habitaciones, en dónde Serena sería recibida por una curiosa peliazul aún en pijama.

- ¡Oh Dawn! Me asustaste.

- ¿Qué tanto hablaron? ¿Eh?- Preguntó con una cara un poco enfadada.

- ¿Qué? Pero si solo estábamos entrenando.- Respondió nerviosa por la pregunta de su amiga.- Por cierto, Altaria ya controla el ataque celestial. Podemos entrenar.

- ¿En serio?

- ¡Increíble! ¡Quiero verlo!- Aparecía May detrás de la peliazul.

- Podemos ir después de comer.- Propuso Serena.

- Esa idea me fascina.

Aunque le cambiaron el tema, Dawn aún se quedaba pensando acerca de lo que hicieron en la mañana ¿Habrán hablado de ella?

Continuará...

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