Final
Seokjin limpió una lágrima que rodó por su mejilla, miró a Yoongi de reojo que también estaba limpiando sus lágrimas y sonrió al verlo.
Volvió su mirada al escenario en donde su hija de ya diez años recibía el premio como mejor lugar de su clase, además del honor de recibir un diploma como mejor compañera de su clase.
—Creo que somos los únicos que estamos llorando —murmuró Yoongi.
—Que se jodan, nos costó mucho tener a nuestra princesa aquí.
Yoongi asintió y buscó la mano del azabache y entrelazaron sus dedos, sabían que varios de los presentes se sorprendían todavía de ver a dos hombres criando a una niña. Pero ellos tenían un plus que otras parejas no.
Ambos eran jodidamente millonarios y famosos, eso prácticamente le abría las puertas de muchos lugares, pero para encontrar un buen colegio fue un gran problema.
Por lo menos fueron a cinco instituciones en el pasado y en todas les negaron la posibilidad de darle educación a Lia. Ellos se sintieron excluidos del sistema educacional, Seokjin había llorado por la injusticia y Yoongi había hecho por lo menos cinco columnas en varias revistas hablando acerca del tema y su experiencia.
Al ser un famoso productor su voz y lo que tenía que decir era muy importante, por lo que cuando fueron a hablar con la directora del colegio en donde ahora estaban admirando a unos pequeños niños bailar disfrazados de animales, esta le dio la buena noticia que Lia sería aceptada en la institución.
Esa noche ellos habían celebrado y aunque estaban conscientes de la influencia de ambos en el medio, no les importó, su hija tenía colegio y eso era lo que más importaba.
—¿Cuántas fotos tomaste amor?
Seokjin levantó su teléfono y revisó con su mano libre la galería de imágenes —como cincuenta —se encogió de hombros.
—Deberíamos hacer un cuadro de regalo para tus papás y mi mamá.
—Es una buena idea bebé, siempre tan inteligente —Seokjin besó su mejilla y Yoongi cerró los ojos unos segundos feliz por el contacto.
—Dios, estoy muriendo de hambre ¿Faltará mucho?
—Yoonie acabas de tomar desayuno en casa.
—Me hago viejo, necesito comer más.
Seokjin se echó a reír, su cabello negro largo moviéndose al son de sus carcajadas —bueno si, estás más viejito.
Yoongi se rió y se acomodó en su silla cuando la ceremonia finalizó y la directora del colegio les informó que podían pasar a retirar a sus hijos y tomarse fotografías con ellos.
Ambos tomaron sus manos y caminaron entre medio de las personas que se agolpaban en el lugar, llegaron hasta donde su pequeña quien los recibió con un abrazo.
—Te veías tan preciosa bebé —Seokjin la miró con cariño y orgullo.
Lia sonrió y recibió por parte de su papá Yoongi un ramo de flores.
—¿Tienes hambre bebé? —Yoongi se tocó el abdomen —yo sí.
Lia sonrió y se echó su cabello castaño detrás de la oreja y río contenta por tenerlos ahí, sabía de la apretada agenda de ambos, su padre Yoongi viajaba mucho y su papi Seokjin también tenía una vida bastante ocupada, prácticamente estaba todo el tiempo con su teléfono en la mano recibiendo consultas de los restaurantes y hablando con proveedores. Ella lo entendía y se sentía afortunada por tenerlos en su vida, ella había sido privilegiada al ser elegida por ellos.
Y no era por el dinero, eso era lo de menos, aunque era bastante consciente de todos sus privilegios, pero más allá del status social, ella amaba de sus padres el amor con el que ellos la estaban criando y a pesar de que ellos eran demasiado diferentes entre sí, se entendían de maravilla.
Hacían un buen equipo.
—Tengo hambre papá —Lia le sonrió.
—Oh dios, ustedes dos me van a matar —dijo Seokjin tratando de sonar enojado —y el desayuno que tomamos al salir ¿que?
—Fue hace tres horas amor —Yoongi golpeó suavemente el costado del brazo de si hija para que lo ayudara con la tarea.
—Hambre papi.
Seokjin rodó los ojos y tomó la mano de su hija, caminaron los tres en silencio hasta su automóvil. Cuando estuvieron dentro Yoongi recibió una llamada. Arrugó el ceño, era el abogado de tantos años de su esposo. Algo en su interior le dijo que no debía decirle a Seokjin.
El rubio se excusó y bajó del vehículo para contestar la extraña llamada.
Se llevó el teléfono a la oreja mientras Seokjin lo miraba desde dentro del automóvil.
—
Dahyun dejó el vaso de jugo de su hijo sobre la enorme encimera de los Min, luego se giró para mirar a quien se había convertido en su cuñado y mejor amigo con el paso de los años.
—Debes esperar a que él te diga.
—Lo sé, solo que siempre me dice quien lo llama, no estoy desconfiado ni nada, nosotros hace mucho que confiamos plenamente el uno del otro, pero su mirada... Yo lo conozco, a mí no me puede mentir Dahyun, algo pasó y él no me quiere decir.
La rubia suspiró y acarició su brazo con cariño —dale tiempo, yo conozco a ese tonto, no te mentiría, seguramente está buscando el momento de decirte las cosas, tu sabes mejor que nadie lo precavido que se ha vuelto con los años y cuando se trata de ti y Lia lo es el doble.
Seokjin entrecerró sus ojos —¿tú sabes algo?
—No Jinnie —dijo nerviosa.
—Sueltalo.
Ella negó asustada por la mirada del mayor, Mingyu entró a la cocina y abrazó a su esposa y dejó un besito en sus labios. Luego miró a su hermano.
—¿Pasó algo?
Seokjin bufó y negó con su cabeza obligándose a calmarse, no sacaba nada con enojarse con su amiga, ni con nadie. Solo debía esperar pacientemente a que Yoongi quisiera contarle que fue lo que le dijeron por teléfono para que él saliera corriendo quien sabe a donde.
—No pasa nada hermano, solo estoy un poco impaciente, Yoongi nos trajo después de la premiación de Lia y salió de nuevo y no me dijo donde iba, estoy nervioso nada más.
Mingyu asintió en silencio. Él sabía, Yoongi le había enviado un mensaje en lo que llegaba a dejar a Seokjin y a su hija a casa. Yoongi le había pedido que vaya hasta su casa y que acompañe a su familia mientras él salía a arreglar un problema.
Un problema llamado Kim Namjoon.
—Ya va a volver Hyung, tranquilo. Podríamos empezar a hacer la cena para celebrar a nuestra princesa Lia.
Dahyun asintió y salió de la cocina para verificar que su hijo de casi cinco años estuviera tranquilo en la sala.
—Todos me están mintiendo ¿Creen que no lo sé?
—Jin Hyung, espera a tu esposo.
—Odio esperar.
Mingyu rió más relajado al ver el semblante de su hermano más tranquilo.
Las horas pasaron y Seokjin se obligó a estar calmado, junto con Dahyun y Mingyu habían cenado y ahora él se encontraba acostando a su pequeña, no tan pequeña.
Bueno ya no le leía cuentos, la niña de diez años solo esperaba el beso de sus padres y cerraba los ojos para dormir.
Atrás habían quedado los días en donde ellos le leían cuentos y se quedaban con ella hasta que el sueño llegaba.
Seokjin apagó la luz y sonrió a la oscuridad, caminó hasta su habitación y se tiró en la cama admirando el enorme espejo que había a un costado de esta.
Tomó su teléfono pero escuchó el garaje y su corazón saltó en su pecho, bajó las escaleras y esperó por su marido en la sala, a oscuras. Cuando Yoongi encendió la luz se asustó al encontrar a Jin sentado en una de las sillas que tenían en su extensa sala.
—Amor, todavía no te acuestas.
—Te estaba esperando.
—Lamento no haber estado para la cena, Lia debe haber estado triste.
A Seokjin le impresionó las ojeras y el decaimiento en su esposo, por lo que dejando su molestia de lado llegó hasta él y lo tomó suavemente de las mejillas —bebé, dime que pasó, he estado preocupado todo el puto día Yoonie.
—Amor, Namjoon salió de la cárcel esta mañana. Estaba arreglando con Jaehwan los términos legales.
La boca de Seokjin se abrió y sus cejas se arrugaron —¿Porqué me dejaste fuera de esto?
—Porque sé que no es un recuerdo amable para ti, porque tienes pesadillas cada cierto tiempo y no quiero que ese hijo de puta vuelva a perturbar tu paz.
Seokjin tragó, sus ojos se llenaron de lágrimas ante el recuerdo del terror que vivió cuando Namjoon lo había secuestrado. Los recuerdos volvieron a él y también el miedo.
—¿Y si le hace algo a nuestra hija Yoonie? —Seokjin se limpió las lágrimas mientras su esposo lo abrazaba.
—No se va a acercar a nadie de esta casa. Hablé con Jen y me aseguró que tendremos seguridad las 24 horas del día.
Seokjin se apartó y negó con su cabeza —No quiero vivir así bebé, ¿Porqué tengo que estar rodeado de personas? No quiero la vida que tuve cuando era joven.
—No será así cariño, él saldrá con tobillera, no puede estar ni a cuatro kilómetros de ti.
Seokjin no quería vivir con el miedo de siempre estar pendiente de los pasos de Namjoon, quería vivir tranquilo.
—Vámonos a Los Ángeles Yoonie —pidió.
Yoongi suspiró y lamió sus labios, no era así como había querido salir de Seúl, pero el miedo en el rostro de su esposo le decía tanto.
—Vamos a dormir cariño, mañana veremos que decisión tomar ¿Si?
El azabache asintió y ambos subieron la escalera para meterse en su cama.
—
Al otro día la familia Min-Kim estaba desayunando en su comedor y ambos adultos estaban lo bastante callados, incluso su hija se dio cuenta pero no dijo nada.
—Lia, ¿Te gustaría vivir en otro lugar?
—¿Porqué? —dijo la niña comiendo su cereal.
—Papá te hizo una pregunta hija, es de mala educación responder con otra pregunta —dijo Seokjin tranquilamente.
—Me gustaría ir a París.
Yoongi se rió —¿Que tal Los Ángeles?
—¿Hay playas?
—Unas muy bonitas.
La niña los miró —¿Nos iremos de Seúl?
—Tengo una oferta de trabajo —dijo Yoongi sincero —es una buena oferta y tu papi está viendo la posiblidad de expandir su dominio al extranjero.
—Wow —Lia miró a Seokjin con ojos de orgullo —¿un restaurante en otro lugar?
—Si —dijo el azabache mirando a su pequeña. Eso no era una mentira después de todo, en la noche había llamado a uno y cada unos de sus chefs ejecutivos y también se había comunicado con los gerentes de sus restaurantes y él había llegado a la conclusión que podía hacerse cargo de todos sus restaurantes a la distancia y además abrir una sucursal en dicha ciudad en el extranjero. Tenía un nombre importante dentro de la industria culinaria y sería un desafío interesante, además que podría vivir tranquilo sin tener que estar preocupado de Namjoon.
Dejar Seúl no le era problema, tampoco lo era para Yoongi, pero si que les importaba la opinión de su hija.
—Me gusta la idea... ¡Podría ir a conocer muchos lugares! En Estados Unidos hay muchos conciertos ¡Todos llegan allá! —dijo muy emocionada.
Listo, pensó Yoongi al ver el entusiasmo en ella y la tranquilidad en el rostro de su esposo. Él había desechado la oferta de trabajo que le habían ofrecido muchos años antes, pero aquella compañía lo seguía invitando a unirse a sus filas todos los años y bueno, bastó una llamada de teléfono para que tuviera un pre acuerdo.
Solo tenían que arreglar sus cosas en Seúl y partir lejos. No era el ideal, pero por Seokjin era capaz de muchas cosas. De todas formas lo habían hablado y si las cosas no funcionaban en el extranjero ellos volverían a Seúl.
—Bien, entonces hablaremos con nuestras familias y haremos una enorme fiesta de despedida.
Lia aplaudió.
—Sé que tienes tus amigos aquí bebé y que el cambio de colegio, el idioma puede hacer estragos en tu crecimiento pero...
—Papi, yo quiero ir, yo quiero que seas feliz y estés seguro.
Seokjin arrugó el ceño y miró a su esposo preguntándole con la mirada si le había comentado algo a su hija. Yoongi negó y ambos la observaron.
—Naver —se encogió de hombros.
—Oh, dios Lia ¿Que leíste? —la voz de Seokjin tembló.
Ella lo miró asustada, no pensó que sus padres se enojarían con ella por haber investigado la vida de idol que tuvo su papi cuando este era joven.
Ella mordió su labio y no entendía que su papi estuviera tan alterado. Ella solo había visto videos de conciertos, también como las fans lo correteaban en los aeropuertos, eso no le gustó. Ahora entendía porque las personas se acercaban a él cuando estaban en algún lugar público. También vio uno que otro artículo sobre sus padres cuando estos eran muy jóvenes, esas eran sus preferidas, de hecho, se había guardado varias fotografías de ambos pescando y muchas otras más que ellos alguna vez hubiesen compartido en alguna red social.
—Yo... Yo sólo vi unas fotos —sus ojos se llenaron de lágrimas al sentir que hizo algo malo al revisar eso, de hecho ella no lo había buscado desde su teléfono, sino que desde el celular de su tío Mingyu.
Yoongi se levantó y la estrechó entre sus brazos. Seokjin suspiró tranquilo pero como también se sentía alterado se levantó de su silla y se metió a la cocina.
—No llores bebé, no pasa nada ¿Si?
—¿Papi se enojó? —sorbió por la nariz.
—No, lo que pasa bebé, es que con papi hemos pasado por muchas cosas y no todas son buenas, nos encontramos con gente muy mala que nos hizo daño, pero a Jinnie le hicieron más daño que a mí... Seguramente él te va a contar en algún momento que fue lo que pasó, tú ya estás grande y mereces saber nuestra historia completa.
—El tío Hobi dijo que... —Lia pensó un momento —oh si... Tu papá Yoon no es una blanca paloma ¿Que significa eso?
—Ese idiota —dijo Yoongi entre dientes —significa que papá fue un tonto en el pasado pero pudo recuperar a un hermoso hombre y ahora viven juntos y tienen una hermosa hija.
Lia se encogió de hombros no entendiendo mucho de lo que hablaba su papá. Observó la silla vacía y se removió intranquila en su propio puesto.
Yoongi se incorporó ya que había estando en cuclillas para hablar con su hija y se quejó de sus rodillas.
—Ve a tu habitación, iré a verlo ¿Si?
Ella se levantó y corrió a su dormitorio. Yoongi suspiró y se metió a la cocina, observó la espalda ancha de su esposo delante de él, se acercó despacio y se paró justo detrás, sabía que estaba llorando, no era ruidoso ni mucho menos, pero los años le habían enseñado mucho a Yoongi sobre el maravilloso hombre que tenía por esposo.
—Ella solo ha visto lo bueno de ti amor.
Seokjin sorbió por la nariz —cometí tantos errores en el pasado, muchos escándalos, me da miedo que los vea, me da miedo que pierda su respeto por mi.
—Amor, eso no va a pasar, tú hiciste de todo para mejorarte y aún lo sigues haciendo, eso es valioso y ella lo verá, es una chica inteligente y te ama. Le hemos enseñado que de los errores se aprende, los dos cometimos muchos pero aquí estamos, juntos.
Seokjin asintió despacio y Yoongi lo giró para abrazarlo. Limpió con cuidado sus lágrimas y luego besó sus labios tiernamente.
El azabache se calmó en sus brazos como siempre, sabía que tenía que hablar con su pequeña y prefería mil veces que Lia se enterara de su pasado por él y no por los medios o por lo que otras personas pudieran decir.
—Te amo demasiado Yoonie.
—Y yo te amo mucho más, te lo he dicho muchas veces pero no está demás decir que estoy muy agradecido por la oportunidad que me diste hace tantos años... Sin tu confianza no habríamos logrado todo esto que tenemos, nuestra familia, nuestra vida juntos.
Seokjin lamió sus labios y tomó el rostro suave de su esposo y ahora él lo besó después de escuchar esas bellas palabras salir de su boca. Sus lenguas se acariciaron y Seokjin jadeó en su boca al sentir la entrepierna de su esposo despertar.
—Mhm Yoonie...
Min gimió mientras su dura carne era masajeada por esas manos que amaba sobre su cuerpo en todo momento del día —En la noche —jadeó —en la noche me toca —llevó sus manos hasta el culo del azabache y apretó fuerte.
Seokjin gimió y asintió.
Ambos se separaron con la respiración agitada, pero debían calmarse. Esa tarde hablarían con Lia y luego comenzarían los trámites para cambiarse de país.
Y eso era algo que todos en esa casa estaban anhelando.
🖤🖤
En el capítulo anterior se me fue el dedo en la parte en donde Hobi estaba cuidando a la hija del Yoonjin xD. No era hija de Dahyun y Hobi, sorry la confusión.
Dahyun y Mingyu quedaron juntos, se casaron y volvieron a Seúl para tener una vida en familia.
Namjoon salió de la cárcel y ya tiene a alguien esperando por él xd.
El próximo será el epílogo y le daremos el verdadero cierre a esta historia. 💕
Gracias x todo 💜💜.
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