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Seokjin se tiró en su cama completamente agotado. Había salido a hacer su rutina de ejercicios y sus músculos estaba un tanto resentidos.

Miró el techo por varios minutos, pero debía levantarse y darse una ducha. Ese día tenía que ver a su abogado nuevamente y poder ver con claridad como enfrentaría la historia de él golpeando a su ex guardaespaldas.

Por otra parte no había hablado con Yoongi sobre la fallida pedida de matrimonio. Y él estaba conforme con eso.

Su corazón herido estaba más que feliz con que Yoongi no lo comentara.

Se levantó a regañadientes de su cama y fue directo a la ducha.

Varios minutos después Seokjin estaba listo para verse con Jaehwan en un céntrico bar de la ciudad.

Salió rápidamente ya que para variar y como estaba aconteciendo últimamente iba atrasado. Aceleró en su Audi para llegar a tiempo.

El bar estaba lleno a esa hora.

Jaehwan le hizo señas desde el fondo del lugar.

—Buenas tardes Jin —lo saludó.

—Disculpa por la demora. Salí a correr y no me di cuenta lo tarde que era.

—No te preocupes. Acabo de llegar.

Pidieron café para empezar la charla.

—Bien, revisé la carpeta de investigación y Sehun pasará a control de detención por los hechos que pasaron en casa de Yoongi. Salió esta mañana del hospital.

Seokjin tomó un sorbo de su humeante café.

—Como no hubo denuncia correspondiente al hecho en el callejón —prosiguió el abogado —solo lo podrán condenar por el intento a abuso.

—¿Cómo que no hay denuncia?

—No, al parecer Yoongi no quiso hacerla y solo el hospital denunció el hecho.

—No puede ser.

—¿Él no te dijo nada?

—No es algo que sea grato de hablar, no después de estos meses... Yo no quiero que se sienta incómodo.

—Bueno, pero de todas formas deben saber que los abusos sexuales no tienen expiración. A lo que me refiero es que no importa cuando haya sido el acto, el hecho queda perpetuo si él decide denunciarlo.

—Si no lo denunció en su momento no creo que decida a hacerlo ahora.

Jaehwan dejó su taza sobre la mesa. —Tienes razón, pero es bueno que lo tengan claro. Con esto lo único que podemos pedir contra Sehun son unos cuantos años en prisión y no es seguro que los den.

—Dios —Seokjin se talló los ojos cansado de todo —quiero que todo esto acabe de una maldita vez.

—Lo sé, este proceso es largo y difícil. Se viene el juicio y con el los testimonios.

El rubio arrugó su ceño —Pero Yoongi se irá el próximo mes.

—Si. Bueno en ese caso deberá volver al juicio, pero antes debe mostrar sus antecedentes de viaje y el porqué del mismo.

—Estudios.

—Oh, entonces ¿Él se irá?

—Si.

Seokjin bajó la cabeza. Un día más en su vida, era un día menos junto a Yoongi.

—Entiendo lo que estás pasando. Yo tengo una relación a distancia con mi novia.

—¿En serio? —Seokjin se mostró realmente sorprendido —yo pensé que tú... Ya sabes... Tú tenías novio ¿No?

—Si, verdad que hace años te lo presenté... Bueno digamos que me vienen bien ambos géneros.

—Lo lamento Jae, no me quería entrometer en tu vida privada.

—Tranquilo, te puedo aconsejar de todas formas... Cuando ella se fue quedé paralizado, perdido, pero ahora se hace todo más llevadero. Llevamos un año separados.

—Eso es mucho.

—Lo es. Pero con el tiempo te acostumbras.

—Yo no creo poder acostumbrarme a estar sin él la verdad. Hemos pasado por mucho, lo necesito conmigo.

—¿Y él?

—¿Qué?

—¿Crees que él te necesita?

Seokjin no respondió enseguida, en realidad no respondió a esa pregunta. Las horas pasaron y pidieron whisky para seguir conversando.

—Tengo una petición que hacer con respecto a mis honorarios.

—Yo no soy contador Jin —Jaehwan se había aflojado la corbata y se había subido las mangas de su camisa azul rey.

—Eso lo sé, pero eres mi abogado hace años. Necesito hacer un arreglo, quiero desviar algo de dinero a una cuenta que abrí hace unos días.

—No entiendo porque no le dices a tu contador.

Seokjin puso los ojos en blanco —Él se va a negar porque es un tacaño con mi dinero ¿No crees que es gracioso Jae? El maldito no quiere soltar mi dinero ¡Mi dinero! —rió.

—Bueno si... Y bien dime ¿porque quieres hacer eso?

—Es para ayudar a un amigo. Va a ser padre y quiero darle un empujón... El infeliz no va a aceptar el dinero si se lo paso en su mano, por lo que una cuenta a su nombre estaría bien ¿No crees? En algún momento necesitará dinero y ¡boom! Ahí estará —Seokjin se sentía un poco más relajado luego de los grises días que estaba teniendo. Era bueno tener a alguien con quién hablar.

—Eres una buena persona Kim. Aunque nunca lo he puesto en duda, siempre fuiste igual.

—El dinero es importante para algunas personas y a mí me sobra la verdad. Podría dejar de trabajar y aún así podría vivir tranquilamente hasta los cien años.

—¡Hombre! Ya quisiera yo eso...

—No creas que fue fácil... Meses lejos de la familia, sin privacidad... Entre otras cosas.

—Entiendo... Bueno ahora estas un poco más libre ¿No?

—Si, de hecho ya no tengo ofertas de trabajo... ¿Quién quisiera trabajar con alguien que casi mata a otro hombre.

—Defensa propia Seokjin.

—Aún así.

Jaehwan se llevó su vaso a los labios y golpeó el vaso sobre la mesa.

Seokjin lo siguió y ya veía todo doble.

—Será mejor pedir un taxi ¿No?

—Yo creo... Lo único que le falta a mi expediente policíal es una falta por manejar en estado de ebriedad —Seokjin se rió exageradamente haciendo que las otras personas lo miraran.

—Si puedes decir estado de ebriedad entonces no lo estás tanto —Jae rió también. Le pasó su tarjeta al mesero y Seokjin protestó.

—Yo iba a pagar...

—La próxima vez pagas tú y créeme te va a salir más caro porque iremos a cenar ¿Qué te parece?

—Está bien... Como en los viejos tiempos ¿No?

—Exacto.

Ambos hombres salieron del bar. Fuera de este dos taxis estaban esperando por ellos.

—¿A qué hora los pediste?

Jae se encogió de hombros —Hace como media hora, cuando fuiste al baño.

Seokjin le dió la mano y se subió al vehículo, le dió la dirección y cerró los ojos un momento. Todo se le daba vuelta y sentía un poco de dolor en su estómago.

Llegó a su destino, pagó el viaje. Se bajó con cuidado y tocó la puerta que tantas veces había tocado en el pasado.

Un Taehyung somnoliento la abrió.

—¿Seokjin?

—Tae si yo te hubiera pedido matrimonio en el pasado ¿que hubieras respondido?

Taehyung no alcanzó a decir nada cuando Seokjin se desmayó en la puerta de su casa.

◈◇◈◇


Yoongi escuchó a lo lejos su teléfono y corrió a contestarlo. La vida le había enseñado que las llamadas debían ser contestadas de inmediato, nunca sabrías si la persona al otro lado de la línea necesitaba de tu ayuda.

No reconoció el número pero de todas formas contestó.

—¿Hola?

—Hola Yoongi.

—¿Taehyung?

—Si, disculpa la hora pero tengo a Seokjin aquí en mi casa y creo que deberías venir a buscarlo.

—¿Qué hace mi novio en tu casa?

—Bueno lo mismo quiero saber pero está borracho y se desmayó en la puerta de mi casa.

—¡Se desmayó!

—Asi es... Está balbuceando tu nombre, creo que lo mejor será que esté contigo.

—Voy enseguida, gracias por llamar.

Yoongi corrió a su armario, sacó su chaqueta y salió de su casa. En el camino iba pensando, ¿porque su novio había tenido que ir donde Taehyung? ¿Porqué había tomado hasta emborracharse? ¿Habría pasado algo entre ellos?

Ese último pensamiento lo hizo agarrar el volante mucho más fuerte.

No.

No podía pensar así cada vez que su novio estuviera con otra persona. Pero lamentablemente Taehyung no era cualquier persona en la vida de Jin.

Aceleró por la calle queriendo llegar lo antes posible a rescatar a su hermoso novio de las garras de Taehyung.


.
.
.

—Llamé a Yoongi, viene en camino.

Seokjin se removió incómodo en el sofá.

—¿Qué estoy haciendo aquí?

Taehyung se rió y se sentó frente a él —Es lo mismo que me gustaría saber a mi. No es que me moleste, pero es raro que vengas así después de tres años ¿No crees?

—Lo siento, seguramente quería hablar contigo y vine hasta aquí.

El médico alzó una ceja —¿Querías hablar conmigo?

—No lo sé la verdad, cuando salí del bar quería verte —Seokjin se pasó la mano por su rostro —Tú siempre fuiste bueno dando consejos...

—¿Le pediste matrimonio a Yoongi?

—Si... ¿Cómo lo sabes?

—¿No recuerdas nada?

—Un poco... Creo que te pregunté algo ¿No?

Taehyung rió —Bien... ¿Me vas a decir en qué quieres que te ayude o tendré que sacarte las palabras?

—Me dijo que no... —Seokjin bajó la mirada hasta sus dedos.

—Eso no es tan malo si ustedes siguen juntos —Taehyung se contuvo de tener algún tipo de contacto con Seokjin, aunque quería tocarlo o más bien abrazarlo.

—Pero él dijo que no Tae ¿Cómo hago ahora para avanzar?

El médico mordió su labio —Jin, no creo que todo esté perdido entre ustedes... Quizá solo fue muy apresurado de tu parte, no lo sé. No sé qué tipo de relación tienen ustedes pero estoy seguro que él te ama demasiado.

—Pensé que él también quería dar este paso conmigo.

—Y quizá si lo quiere pero no ahora... No sé ¿Has hablado con él?

Seokjin negó —Me da vergüenza.

Taehyung lo abrazó, lo más probable que el ego dolido de Seokjin quería un abrazo.

—Que no te de vergüenza... Te apresurarse y ¿qué? De eso se aprende, estos errores sirven para avanzar... Deberías hablar con él.

Asintió mientras apoyaba su cabeza en el hombro del mayor. —Él se va a ir lejos en unas semanas más... Me va a dejar —Seokjin levantó la mirada para verlo a los ojos —Me va a dejar aquí igual como tú lo hiciste antes.

Taehyung parpadeó dos veces y el nudo que se formó en su garganta lo hizo quedarse en silencio un momento antes de poder hablar con claridad.

—Lo siento Jinnie... No hay día en que no me arrepienta de haberlo hecho... Créeme que si pudiera volver el tiempo atrás jamás te hubiese dejado... —Taehyung levantó su mano y acarició el rostro del contrario. Seokjin cerró los ojos dejándose tocar, sabía que estaba mal, que era un error, pero no iba a negar el hecho de que se sentía roto por dentro. —Seokjin, yo todavía...

El timbre sonó y Taehyung alejó su mano rápidamente, se levantó para abrir la puerta.

—Hola Yoongi. Pasa.

El azabache entró y fue directo a la sala.

—¿Estás bien? —le preguntó a su novio.

—Si.

Yoongi le extendió la mano para sacarlo de ese lugar.

—Gracias por llamar Taehyung.

El médico asintió. Preguntándose qué hubiese pasado si no hubiera llamado a Yoongi. Negó con su cabeza, él no era así. Por más que deseaba un día más junto a Seokjin, él no era un hombre que se metía entre medio de las parejas.

Cerró los ojos al recordar a su propio hermano.

—Gracia Tae, disculpa por llegar así a tu casa.

—No te preocupes Seokjin —Taehyung se mordió la lengua porque quería decirle que podía ir cuando quisiera, que en su casa él siempre sería recibido. Pero por supuesto que no diría nada de eso estando Yoongi con ellos.

Los novios salieron de la casa y Taehyung cerró la puerta con su corazón latiendo fuerte en su pecho.

Yoongi soltó la mano de Seokjin para que este se subiera a su automóvil.

—No puedo creer que hayas venido donde él —Yoongi se abrochó el cinturón de seguridad.

Seokjin tampoco se entendía.

—Pensé que hoy tendrías una cita con tu abogado.

—La tuve.

—¿Entonces te pusiste borracho con él y luego decidiste seguir la fiesta en casa de tu ex?

—No fue así. Solo quería hablar con alguien.

Yoongi bufó —Podrías haberme llamado o ¿no querías hablar conmigo?

El rubio cerró los ojos, le estaba empezando a doler la cabeza y los reproches de Yoongi no ayudaban en nada.

—Lo siento, no estaba pensando.

—Claro que no ¿Porqué Taehyung? Entre todas las personas del jodido mundo ¿Porqué él?

—No lo sé ¿si? Cuando estuve en el hospital él fue de mucha ayuda, hablar con él me mantuvo cuerdo... Solo eso.

—Es tu ex Seokjin.

—Eso lo tengo bastante claro.

Min estacionó fuera del edificio de su novio.

—¿Qué quieres decir con eso? —lo miró con su ceño fruncido —¿Acaso estás insinuando que quisieras estar con él?

—¿Qué?

—Lo que escuchaste ¿No te parece raro ir a llorar donde tu ex novio?

—¿Llorar?

Yoongi suspiró y cerró los ojos para calmarse.

—Gracias por traerme y si quieres saber porque fui donde él te lo diré —Seokjin se quitó el cinturón —fui a su casa porque me he sentido solo estos días, porque mi novio me rechazó ¿Crees que no tengo derecho a llorar? ¿Piensas que soy tan fuerte que no me dolió que me dijeras que no? Necesitaba una palabra de aliento porque me estoy muriendo por dentro Yoongi y a ti te importa una mierda.

—No es así.

—Ya no importa. Buenas noches Yoon.

Seokjin se bajó del vehículo y pasó por el vestíbulo hasta el ascensor. Lo que menos quería era discutir con Yoongi, no quería que las cosas se siguieran destrozando entre ellos dos.

Estaba bien si Yoongi no quería casarse con él, dolía si, pero no podía obligarlo a estar en su misma sintonía. Debían hablar. Pero Seokjin no sabía que decir, se sentía perdido con respecto a su relación.

¿Eso estaba bien?

¿Era normal sentirse así?

Llegó hasta su puerta y la abrió. Se dejó caer sobre esta cansado y del mal humor.

Dos golpes lo sacaron de sus pensamientos. La abrió y dejó entrar a Yoongi.

Conocía los golpes de él.

—Tenemos que hablar. Dijimos que no habrían más silencios entre nosotros y no lo estamos cumpliendo.

Yoongi se rascó la cabeza —Siento haber rechazado tu propuesta de matrimonio... No me siento preparado para dar ese enorme paso, y no es por qué no te ame... Yo te amo Jin, más que a nadie en este mundo, pero simplemente no creo que sea nuestro momento. —se paró frente a él —Jamás debí dejar que te fueras ese día de mi casa. Lo lamento mucho amor.

Seokjin se derritió ante sus palabras. Lo amaba demasiado.

—No quiero que nos alejemos Yoon, nos quedan unos días para estar juntos y hemos pasado las últimas semanas discutiendo.

—Lo sé, te prometo que estaremos juntos hasta que me vaya ¿Si?

Seokjin lo atrajo hacia él y dejó un beso en sus labios.

—Gracias por ser tan sincero conmigo... Me dolió que me dijeras que no, pero entiendo las razones y quiero que sepas que te voy a esperar todo el tiempo que desees.

—Te prometo que algún día ese no sera un gran Sí. Pero antes necesito que hagamos las cosas bien, quiero que al menos podamos vivir en el mismo país —Yoongi tomó su rostro y volvió a besarlo, lentamente, saboreando sus labios y el sabor a whisky que había en ellos —Nunca dudes del amor que siento por ti ¿Si?

Seokjin se dejó besar. Pronto las ropas comenzaron a estorbar y el rubio tomó a Yoongi entre sus brazos y lo llevó hasta su dormitorio.

Seokjin se dejó mimar por Yoongi.

Ambos hombres cayeron a la cama y de pronto todo se detuvo.

Ya cada vez quedaba menos para que ellos pudieran disfrutar el uno del otro...

Pero ellos no querían pensar en eso aún..

Ya tendrían tiempo para lamentos. Por esta noche solo eran dos hombres amándose y procurando que el tiempo pasará lo más lento posible.

🖤🖤


Hola ¿Cómo están?

Espero que no haya una abogada o abogado leyendo esto 😁.

Solo estoy inventado eh? Nada de lo que escribo es real así que no me maten. Desde los procesos judiciales y abogados etc.

Preparen sus pañuelos que se viene la despedida de Yoongi.

Cariños enormes a las lindas personas que leen esta historia.

Nos leemos pronto!

♥️♥️

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