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Seokjin terminó el vídeo que semanalmente le hacía a sus fans y dejó su teléfono en la mesa de centro. Miró a Holly que dormía plácidamente en su cojín y se levantó del sofá.
Los días pasaban lentamente mientras marcaba en el calendario los días que faltaban para ver a su novio. Tenía los pasajes listos para fin de mes y ya estaba ansioso por volver a ver a su hermoso prometido, aunque los últimos días no habían podido hablar mucho, Yoongi estaba en medio de muchos exámenes por lo que el mayor no quería ser una carga más a sus estudios. Se había mantenido al margen y solo hablaba con él cuando Yoongi tenía tiempo.
Seokjin entró a la cocina y un rico olor lo hizo sonreír. Jiwoo se estaba quedando unos días en su departamento y estaba amando tenerla en casa.
—¿Terminaste tu vídeo?
—Oh si, lo subiré más rato quizá tenga que editarlo, no sé.
—No lo hagas, tus fans aman que seas espontáneo. Eso les hace mucha gracia, sé tu mismo Jin.
—Bien, lo dejaré así.
—¿Pasó algo? —Jiwoo tapó la olla que tenía una deliciosa carne con verduras salteadas —¿Has hablado con Yoon?
—Ayer hablamos... Pero no sé, creo que ya estoy sintiendo la distancia, le dije que saliera y conociera lugares, que sacara fotos y esas cosas.
—¿Y?
—Y nada —se encogió de hombros y se encaminó hasta el refrigerador para buscar una cerveza —lo está haciendo y me alegro por él.
—¿Cerveza? ¿Es en serio? —Jiwoo negó con su cabeza y se la quitó de las mano —son las una de la tarde Jin, ni siquiera almorzamos aún y ya quieres beber —dijo enojada con sus manos en la cintura.
—Perdón mamá —rodó los ojos.
—Oye en serio, estás tomando mucho últimamente, sé que necesitas alejar el estrés y todo eso, pero el alcohol no es bueno Jinnie.
—Necesito más trabajo.
—¿Qué? Creo que te golpeaste al despertar ¿Te estás escuchando? —dijo la mujer divertida.
—No te burles —dijo abatido. Se apoyó en una de las encimeras de su cocina y miró a su manager y amiga —lo extraño como loco y tengo miedo.
Jiwoo hizo una mueca y se acercó a él. Acarició su brazo amistosamente —Solo es cuestión de tiempo para que estén juntos de nuevo Jinnie, no es como si ya no se amaran. Esta es la gran prueba a su amor, a su compromiso con la relación.
—Lo sé, pero es difícil, quiero abrazarlo al llegar a casa, comer con él, tocarlo —Seokjin se pasó la mano por su cabello, estaba realmente frustrado.
—Pero irás a fin de mes a verlo, queda muy poco. Ten paciencia, tu chico va a estar esperándote. Confía en mí.
Y Seokjin quería confiar, claro que quería, pero él no era tonto y hace semanas que le estaba rondando en su cabeza algo que había visto mientras estaba haciendo una vídeo llamada con Yoongi.
Pero no quería pensar en eso, no quería que los celos comenzaran a dispararse por su cabeza. Él era un hombre seguro de si mismo y seguro de lo que tenía con Yoongi.
¿Entonces porqué cada vez que veía al compañero de dormitorio de su novio sus alarmas se encendían?
Se negó a sí mismo a caer en eso. Ellos se amaban y tenían un futuro juntos.
Ellos habían hecho una promesa y Seokjin estaba seguro que Yoongi la respetaría.
El rubio salió de la cocina cuando el timbre de su departamento sonó.
Abrió la puerta y una sonrisa se dibujó en sus bonitos labios.
—Jungkookie. Pasa.
El modelo y ex guarda espaldas de Seokjin entró al lujoso departamento luciendo abatido.
—¿Pasó algo?
Jungkook suspiró y su mirada se fue directo a quien también estaba en ese lugar.
—Oh, lo siento, pensé que estabas solo Jin.
Jiwoo mordió su labio ante la presencia en la sala. Ella no quería mirar, pero ese hombre la traía loca.
—Yo puedo salir... Um, iré a ver a mi hermano, no se preocupen por mi.
—No, no es necesario Jiwoo, yo vine sin avisar —el modelo miró a su amigo —vendré en otro momento.
—¿Porqué no almuerzas con nosotros?
Jiwoo volvió corriendo a la cocina, los nervios se propagaron por su cuerpo. Le gustaba el amigo de su jefe y eso estaba terriblemente mal. El tipo estaba casado hace mucho años además de tener dos adorables hijos y una esposa preciosa.
Jiwoo se sentía tan tonta pero no había podido sacarse de su cabeza al modelo. Desde el día que lo había conocido supo que ese hombre no era como otros.
Jungkook era gentil y divertido. Habían tenido unas buenas conversaciones y Jiwoo se encontraba babeando cada vez que el azabache decía alguna cosa.
Era simplemente perfecto.
O casi.
Seokjin entró a la cocina seguido de Jungkook.
El rubio le pasó la cerveza y su teléfono sonó en la sala. Su amigo corrió a contestarlo mientras Jungkook se se quedó en la cocina con ella.
—Huele bien aquí.
—Es solo carne —lamió sus labios y apartó la mirada rápidamente.
—¿Puedo probar? No he comido nada desde ayer.
—Claro... Um, es malo no comer ¿Estás haciendo una dieta o algo así?
—No, anoche no tenía hambre y el restaurante del hotel ya había cerrado.
—¿Hotel?
—Si, una larga historia —Jungkook se aproximó hasta la olla y buscó una cuchara.
Jiwoo volvió a lamer sus labios y se alejó un poco del hombre que ahora metía una cuchara en la salsa y gemía en aprobación.
—Delicioso.
Jiwoo murmuró un gracias y rápidamente le dio la espalda para cortar un poco de fruta. Suspiró aliviada cuando Seokjin volvió y se llevó al atractivo azabache.
Dejó de cortar la fruta y se obligó a calmarse.
Jungkook era amigo de su jefe y estaba casado, además de ser el hombre más guapo que había visto en su vida.
Jungkook era un imposible.
Con ese pensamiento en mente se dedicó a terminar el almuerzo, esperando que la estancia del azabache se prolongara lo más posible.
☆★☆
—¿No lo has llamado? Eso sí que es nuevo Min.
—Anoche hablamos, pero ya no hemos hecho video llamada.
—¿Y eso? Pensé que esa era la mejor parte de una relación a distancia... Verse, no sé.
Yoongi asintió mientras miraba por la ventana de aquel bar universitario donde Jaebum lo había llevado para tomar algo luego de las semana llena de exámenes y trabajos.
—No quiero hablar de eso la verdad.
—Bien, por mi no hay problema, solo quería que supieras que estoy aquí para lo que necesites.
Yoongi lo miró por unos segundos a los ojos.
Jaebum no quitó la mirada y cuando Yoongi bajó a mirar sus manos, el hombre frente a él tomó su mano por sobre la mesa y eso fue suficiente para que Yoongi alzara la mirada.
—Para lo que sea Min. Estoy aquí.
Yoongi no quitó la mano y sabía que estaba mal. Estaba consciente que se estaba metiendo en algo de lo que se iba a arrepentir después, pero aún así no quiso pensar más allá.
Se terminó la cerveza de golpe y al ser la cuarta que se tomaba se sentía un tanto mareado.
Se levantó y fue hasta el baño.
Se tambaleó un poco al entrar y se apoyó en la pared para calmar el mareo. Suspiró y se acercó hasta el lavamanos, se mojó el rostro con abundante agua y dejó que esta cayera por sus mejillas hasta perderse bajo su camiseta.
La distancia con Seokjin estaba haciendo estragos en él y estaba tan asustado de lo que estaba deseando.
La puerta se abrió pero Yoongi no la escuchó por estar sumergido en sus pensamientos.
—¿Estás bien? ¿Quieres que vayamos al dormitorio?
Asintió y se enderezó para mirar a Jaebum a través del reflejo del espejo.
Necesitaba ver a su novio, necesitaba contarle lo que estaba pasando... Él se estaba dejando llevar y tenía miedo de caer y no poder levantarse a tiempo.
Salieron del bar y cuando llegaron al dormitorio Yoongi se deslizó hacia su habitación queriendo arrancarse el deseo que estaba quemando su pecho.
Se tiró en la cama y tenía tantas ganas de vomitar.
Su puerta se abrió y Jaebum entró con un balde que dejó en la mesita de noche.
—Aqui hay unas pastillas para mañana, para el dolor de cabeza.
—Gracias Jae.
—De nada, me da miedo que duermas en ese estado.
El azabache se sentó en la cama y acarició los cabellos verdes de Yoongi.
—Este color te queda genial Yoongi.
—Mi novio dice lo mismo —Yoongi cerró los ojos. Estaba tan borracho que no podía ni hablar bien.
—¿Lo amas mucho?
—Si, lo extraño tanto.
Jaebum se acostó al lado de él y se giró para poder mirar el perfil de su compañero de dormitorio.
—Él está lejos Yoon... Y tú tienes necesidades, yo también las tengo y no tengo ningún problema en ayudarte.
Yoongi mordió su labio y abrió los ojos —No puedo Jae... Quizás en otro momento lo hubiese el hecho, pero mi Jinnie no merece esto.
Jae se acercó un poco más y susurró en sus labios —No se va a enterar Yoongi... Si tú no dices nada él no va a saber.
Su respiración se entrecortó cuando sintió los labios del azabache sobre los suyos. Lentamente Jaebum acarició su rostro mientras movía sus labios suavemente sobre los de Yoongi.
Trató de moverse pero Jae rápidamente se subió encima sin romper el beso.
—Eres perfecto... No pienses en nada Yoongi. Déjate llevar.
El chico de cabellos verdes negó dos veces antes de abrir la boca y permitir que la lengua de Jae se cole dentro de esta.
Gimió y una descarga eléctrica subió por su cuerpo cuando el azabache metió su mano bajo su camiseta.
—¿Sabes que me gustaría Yoon...? Me gustaría que me follaras duro. Quisiera sentirte hasta que no pueda sentarme.
Yoongi gruñó en su boca mientras el beso escalaba en intensidad. La ropa comenzó a estorbar y Jaebum fue el primero en quitarse su pantalón.
Yoongi torpemente llevó su mano a su cinturón y como no pudo quitarlo dejó que su compañero lo hiciera.
En algún lugar del dormitorio un celular comenzó a sonar. Jaebum suspiró al reconocer el tono de llamada.
—Es tu novio. —Dijo bajándose de los muslos de Yoongi.
Se levantó como pudo de la cama y se tambaleó hasta llegar al sofá. No recordaba porque su celular estaba en ese lugar.
Miró la pantalla y se sorprendió al darse cuenta que no era Seokjin quien llamaba, sino que era su mejor amigo Hoseok.
Contestó antes que la llamada se cortará.
—Hola idiota.
—¡Gatito! ¿Cómo estás? Supuse que estarías despierto.
—Lo estoy... Estaba por irme a la cama —mordió su labio nervioso. Miró hacia su habitación ya que dejó la puerta abierta. Jaebum ya no estaba en su cama y él agradeció eso.
—Oh, lo siento... En la tarde me juntaré con Hyung.
Yoongi arrugó su ceño ¿Porqué de pronto su amigo hablaba de Jin?
—¿Si? Eso, eso es genial.
—¿Que pasa entre ese compañero de piso y tú?
Yoongi se giró, aún mareado fue hasta su dormitorio para ponerse su pantalón. Se demoró un poco en hacerlo y luego salió del dormitorio. Se alejó por el pasillo hasta llegar a una de las escaleras de acceso a las demás habitaciones.
—No se de qué hablas... No pasa nada.
—Ok, mira a mi no me vas a engañar, Hyung me contó que en las últimas video llamadas había visto pasar a tu compañero con poca ropa ¿Cómo crees que él podía tomar eso?
—Oye, él acostumbra a andar así en el dormitorio... ¿Que quieres que haga?
—No sé, ¿Que hagas las llamadas desde tu habitación? Le estás faltando el respeto a tu novio Yoon ¿Que mierda te pasa?
Y Yoongi se estaba preguntando lo mismo. El alcohol se estaba saliendo de sus sistema y la culpa por supuesto que llegó luego de la calentura que lo había azotado minutos atrás.
—Estoy jodido, tan jodido Hobi—murmuró.
—¿Que hiciste?
—Nos besamos, de hecho si no hubieras llamado estaría... Mierda, soy lo peor.
—¿Que pasa contigo amigo? Siete meses ¿Y ya no pudiste aguantar?
—No entiendes Hobi... Es difícil esto, la distancia, soy un maldito ser humano.
—¿Y acaso él no? ¿Hyung es un robot? Porque sabes una cosa, yo lo veo todo los días tachando el puto calendario para poder ir a ver tu maldito trasero infiel. —Bufó indignado —No sale, no ha aceptado ofertas de trabajo para poder apartar tiempo para estar contigo aunque sea a la distancia ¿Que mierda contigo Yoongi?
—¡No lo sé! Me siento como la mierda, no es necesario tu sermón Hoseok.
—Hace falta porque parece que se te olvidó que ese hombre te pidió matrimonio y esperó por tu respuesta y tienes un maldito anillo en tu dedo... O qué ¿No me vas a decir que te lo sacaste?
Yoongi se quedó en completo silencio viendo su mano sin anillo alguno. Se lo había quitado semanas atrás cuando la atracción por Jaebum lo había sentir demasiado culpable como para llevarlo.
—Tengo que colgar Hobi, es tarde aquí y todavía me siento un poco mareado.
—Yoon, cambia de habitación, piensa con tu jodida cabeza, no con tu pene, no eches a perder lo bueno que tienes en tu vida.
Yoongi no dijo nada más y cuando cortó la llamada se apoyó contra la pared y se quedó un rato largo pensando en la línea que había cruzado esa noche.
◈◇
*Se va antes que le den con la chancla.
Tengan linda semana❣️
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