Las noches transcurrían, cada una más fría que la anterior. Diego trato de seguir con su vida y atreverse a conocer a más personas. Quizás así el dolor que sentía y la sensación de añorar sus brazos rodeando el cuerpo de su amada una vez más podría irse un poco más rápido. Sin embargo, lo que logro fue todo lo contrario. Labios tras labios, buscando una mejor experiencia en alguien más solo logro que esos bellos recuerdos volvieran con más constancia. Tratando de olvidarla solo lograba tenerla cada vez más presente en su cabeza. Simplemente no podía encontrarla en nadie más, era imposible replicar ese amor poco natural.

El resto del grupo y sus amigos trataron de ayudarlo de todas las formas posibles. Le recomendaron ir a terapia, alejarse un tiempo del tema amoroso e inclusive detener temporalmente los ensayos hasta que pudiera sentirse un poco mejor. Pero Diego se negó rotundamente a cada una de las opciones.

Se limitaba a lamentarse durante la primera parte del día, ensayaban el resto del día y por las noches asistía a los eventos a los que wiplash era invitado con la esperanza de que su corazón se flechara de alguien más o que con cada decepción se acercara un poco más al bloqueo o congelamiento ante lo sentimental.

Lo más inteligente que podía hacer era no caer en las tentaciones del alcohol. Al menos no otra vez, cada que tenía un vaso cerca conteniendo aquella sustancia sus recuerdos lo devolvían a lo que detonó el motivo de sus actuales tristezas. Sus ojos fulminaban aquel vaso de vidrio cortado llenos de odio.

Mientras tanto los wiplash se encontraban en otra parte del evento charlando con el organizador y ahora nuevo amigo suyo de nombre Carlos.

— Les agradezco mucho que pudieran venir chicos. Creí que no llegarían, ya saben, por tema de agenda o por el tema del — comienza a susurrar — los "accidentes"

— A chinga ¿Cómo que los accidentes? — preguntó J sin con las dudas a pelo

— Si, no sabemos porque ni que lo ocasiona pero todos los eventos que hemos estado haciendo nosotros como agencia y otras amistades que conozco a una hora, comúnmente variada, muchos comienzan a comportarse muy extraño. No sabemos porque, de hecho no se si se fijaron pero al entrar se está haciendo revisión a todos para evitar que entren drogas al evento.

— Si hasta nos revisaron a nosotros. Pero si está raro ¿Pero no saben cómo se ocasiona ese pedo? — preguntó Daniel con curiosidad

— Sabe, todos tenemos la misma duda. Y hablando de dudas ¿A ustedes no les falta uno?

— Ah si, Roberto pero el se separó hace mucho — explico J de la forma más simple y menos descabellada

— No, no, no, el wey este de cabello largo y sedoso.

— ¡Ah! Si Diego ¿Dónde está? — preguntó J a los demás girando la calva a todas direcciones en busca de su contrario

Fueron los gritos llenos de emoción y la música trágica comenzando a sonar en el karaoke lo que les dio la respuesta.

— Mi suerte estaba hechada ya lo se... Y se que hay un torrente dando vueltas por tu mente amor...

— Ay no mames... — Dijo Daniel

— ¿Esta ebrio? — preguntó J

— Nah, no creo. Es su pendejez nada más — explico Daniel

— Lo nuestro solo fue casualidad, la misma hora el mismo ¡Café! No temas no hay cuidado ¡No te culpo del pasado! ¡Ya lo vez! ¡La vida es así! ¡Tu te vas y yo me quedo aquí! ¡Lloverá! ¡Y ya no seré tuyo! ¡SERE LA GATA BAJO LA LLUVIAAAA! y maullare... Por ti...

— Esto es lo más bajo que ha caído — Señaló Daniel lo claramente evidente

—¿Esta bien? — preguntó Carlos dudando sobre lo que presenciaba en el karaoke

— Ya hace tiempo que termino una relación — respondió j sin pelos en la lengua ni en la cabeza — pero ya debió de haberlo superado, ni siquiera duró tanto.

— Pues para no haber durado, si le pego fuerte — observo Carlos preocupado por el pelinegro

— Está peor que cuando le hice la broma de que Chayanne se murió — opinó smoke quien, por cierto, tenía una expresión en el rostro como si su mente estuviera presente y a la vez no en el plano terrenal. Pero los demás decidieron no darle importancia, pues incluso hasta cuándo recién despertaba se veía de esa manera.

Luego de algunas horas los tres notaron como la situación de la fiesta comenzó a ponerse más extraña. Todos comenzaban a hacer cosas extrañas y poco fuera de lo usual por lo que decidieron que lo mejor era irse. Trataron de llevarse a Diego con ellos pero el chico insistió en quedarse, quería conocer y olvidar y ellos decidieron no interferir.

Pero lo que mal comienza peor termina.