16| Primavera y algo más
El invierno había llegado a su fin, dando paso a una primavera fresca y vibrante. La nieve comenzaba a derretirse, revelando los primeros brotes verdes que anunciaban el renacimiento de la naturaleza. Por lo que Draco aprovechó en escribirle una carta al rey explicándole todo lo ocurrido con la vizcondesa Snape-Prince, solo el podría resolver esa situación.
El aire estaba lleno del canto de los pájaros y el suave murmullo del agua que corría por los arroyos descongelados. El castillo, que había estado envuelto en un manto de silencio invernal, ahora se llenaba de una nueva energía.
Draco y Hermione estaban en el solárium, disfrutando de la tranquilidad de la mañana en medio de besos, cuando un soldado irrumpió en la habitación, su rostro mostraba una mezcla de sorpresa y urgencia.
-Mis señores, disculpen la interrupción, Lady Astoria Weasley y su esposo el Lord Percy Weasley han llegado, acompañados por una comitiva de los Weasley -anunció el soldado, inclinándose respetuosamente.
Draco se separó de inmediato, su expresión se endureció al escuchar la noticia. Hermione, por su parte, sintió un nudo en el estómago. No quería saber nada de su hermana, la última vez que hablaron le había asegurado que se casaría con Draco, pero terminó huyendo y avergonzado a su padre, Remus Lupin. Sumado a que era obvio los sentimientos que debían estar dormidos y aunque Hermione confiaba en su esposo, no podía evitar temer que Astoria intentara robarle su lugar como esposa y duquesa Malfoy.
-Gracias, puedes retirarte -dijo Draco al soldado, quien se marchó rápidamente.
Hermione se acercó a la ventana, observando cómo el carruaje de los Weasley se acercaba al castillo. Su mente estaba llena de pensamientos contradictorios. Sabía que debía ser cortés, pero la presencia de Astoria la inquietaba profundamente.
-Draco, realmente no quisiera recibirla, pero es mi hermana - admitió Hermione, tratando de mantener la calma en su voz.
-Te dije que te amo a ti, ella puede hacer lo que sea y yo solo tengo ojos para ti -respondió Draco, su tono era firme pero preocupado, era más que seguro que Frederick Weasley estaba con ellos.
El carruaje se detuvo frente al castillo, y de él descendió Astoria, seguida de Percy y una comitiva de soldados, entre ellos Fred. Astoria, con su elegancia habitual, saludó a Draco y Hermione con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.
-Su excelencia, Draco, mi querida hermana Hermione, qué sorpresa tan agradable -dijo Astoria, su voz era cálida y amistosa-. Espero que no les moleste nuestra visita inesperada.
Draco forzó una sonrisa, aunque su mente estaba llena de preguntas y sospechas.-Lady Astoria, Lord Percy, bienvenidos. ¿Qué los trae por aquí?
Percy, con su actitud siempre formal, se acercó a Draco y le estrechó la mano con un fuerte apretón qué significaba "te robé a tu prometida y la hice mía, Malfoy, te gané".-Solo queríamos pasar a saludar y ver cómo estaban. Además, Astoria tenía algunas cosas que quería discutir con Hermione.
Hermione, siempre la duquesa perfecta, los invitó a entrar al castillo.-Por supuesto, pasen. Podemos hablar más cómodamente adentro.
Ordenó a los criados preparar las habitaciones correspondientes y llevar los baules.
Frederick se acercó a Hermione y la saludo besando el dorso de su muñeca - Su excelencia, hermione, siempre tan hermosa, las rosas lloran al verla pasar, debido a que su hermosura y elegancia las opacan. -ignoró por completo a Draco.
-Fred, gracias por tus palabras - Hermione le regaló una sonrisa. - Saluda a mi esposo, el duque Malfoy.
- Un gusto, su excelencia. - saludó Frederick, sin siquiera despegar los ojos de ella.
Draco asintió con la cabeza.
Mientras caminaban hacia el interior, Draco no pudo evitar sentir una punzada de celos al ver la familiaridad con la que Fred y Hermione interactuaban. Aunque sabía que no había razón para dudar de su esposa, no podía evitar sentirse incómodo.
Una vez dentro, se dirigieron a la sala de estar, donde el fuego en la chimenea crepitaba suavemente, llenando la habitación con su calor. Astoria y Hermione se sentaron juntas en un sofá, mientras Draco y Percy se acomodaban en sillones opuestos. Fred Weasley, que había sido un pretendiente de Hermione en el pasado, también se unió a la conversación, su presencia añadía una capa adicional de tensión para Draco.
-Hermione, he estado pensando en algunos proyectos que podríamos hacer juntas -dijo Astoria, su voz era entusiasta-. Creo que podríamos colaborar en algunas iniciativas para mejorar las condiciones de vida en nuestras tierras.
Hermione pareció interesada, pero luego negó con la cabeza.-Eso suena maravilloso, Astoria. Sin embargo, las tierras se están en lugares opuestos del reino, ni siquiera compartimos linderos ni arroyos... Aunque si tienes más de una idea clara, me encantaría escucharlas.
Fred, con su habitual sonrisa encantadora, se inclinó hacia Hermione.-Siempre supe que tenías un gran corazón, Hermione. Estoy seguro de que cualquier proyecto en el que trabajes será un éxito.
Hermione sonrió, agradecida por el cumplido.-Gracias, Fred. Siempre es un placer trabajar en algo que pueda ayudar a los demás.
Mientras las dos mujeres conversaban, Draco observaba a Percy y Fred, tratando de leer sus intenciones. Percy, por su parte, parecía relajado y despreocupado, pero Draco no podía sacudirse la sensación de que había algo más detrás de esta visita. Fred, con su actitud amistosa hacia Hermione y fría con él, solo aumentaba los celos de Draco, sabía que venía a robarla de sus brazos, algo que no iba a permitir.
Finalmente, Draco no pudo contenerse más y se inclinó hacia Percy.-¿Qué es lo que realmente los trae aquí, Percy? No me creo que solo hayan venido a saludar.
Percy levantó una ceja, sorprendido por la pregunta directa.-Draco, no hay ninguna agenda oculta. Solo queríamos ver cómo estaban y pasar un tiempo con ustedes. Además, Astoria y Hermione tienen mucho en común además de ti y pensé que sería bueno que pasaran tiempo juntas.
Fred intervino, su tono era ligero pero sincero.-Y yo quería ver a mi vieja amiga Hermione. Siempre es un placer pasar tiempo con ella, la vi crecer.
Draco asintió lentamente, aunque sus celos no se disiparon por completo, crecían con cada palabra de esos hermanos.-Está bien, Percy. Solo espero que todo sea tan simple como dices.
La tarde continuó con conversaciones y risas, pero Draco no podía evitar sentirse inquieto. Sabía que debía confiar en Hermione, pero los celos y la desconfianza seguían acechando en su mente, como sombras que se negaban a desaparecer.
Más tarde, mientras los hombres se entretenían viendo el entrenamiento de los soldados, Astoria y Hermione se retiraron a la biblioteca para hablar en privado. La tensión entre las dos hermanas era palpable, y Hermione no pudo evitar sentir una creciente inquietud.
-Hermione, hay algo importante que necesito discutir contigo -dijo Astoria, su tono era serio.
Hermione la miró con cautela.-¿De qué se trata, Astoria?
Astoria tomó un profundo respiro antes de continuar.-Creo que deberías considerar anular tu matrimonio con Draco.
Hermione sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies.-¿Qué? ¿Por qué dirías algo así ahora?
Astoria se inclinó hacia adelante, sus ojos brillaban con determinación.-Sé que fuiste obligada a casarte con él.
-¿Obligada? No, yo me ofrecí... Era mi deber, debía de proteger el honor de la familia Lupin - Hermione habló en un tono herido - Fuiste tu la que huyó de él, fuiste tú la que casi arruina a la familia.
Astoria fingió no escuchar -Si anulas el matrimonio, podrías casarte con Fred. Él siempre ha estado enamorado de ti, y creo que serías mucho más feliz con él.
Hermione se levantó de su asiento, su rostro estaba rojo de ira.-¿Y para qué quieres que Draco esté divorciado? ¿Acaso deseas algo con él?
Astoria se sorprendió por la pregunta y luego rió suavemente.-No, Hermione. Draco nunca me ha gustado. Nuestro padre nos comprometió cuando vio que yo estaba muy cerca de Percy, siempre lo quise.. Yo prefiero los pelirrojos. Me hizo su mujer muchos años atrás... Planeamos huir y así lo hicimos en cuanto supimos que draco venía.
- Nos mentiste a todos. - Hermione estaba herida - Yo te admiraba, siempre eras perfecta, tocabas todo tipo de instrumentos y actuaba con recato...
- y eso que importa, tonta, si anulas tu matrimonio podrás estar con Fred, y creo que tú y él serían perfectos juntos. Siempre estaban hablando, o jugando por ahí... Creí que ya eras su mujer, pero te obligaron a casarte con Draco - Astoria soltó sin más
Hermione sintió una confusión.-Astoria, no fui obligada a casarme con Draco. Yo lo elegí, tardamos tiempo pero yo lo amo, y no tengo ninguna intención de dejarlo. Además, Fred es solo un amigo para mí nunca pasó nada indebido. Yo si llegué al matrimonio con mi honor intacto. No puedo creer que hayas venido aquí con esa intención y diciendo sandeces.
Astoria suspiró, resignada acarició su vientre sobre el vestido.-Solo quería lo mejor para ti, Hermione. Pero si estás segura de tus sentimientos, no insistiré más.
Hermione asintió, su voz era firme.-Estoy segura, Astoria. Amo a Draco y no dejaré que nadie se interponga entre nosotros.
Con esa declaración, la conversación terminó, pero la tensión entre las hermanas persistió. Hermione sabía que tendría que hablar con Draco sobre lo sucedido, pero por ahora, se concentraría en disfrutar del tiempo con su familia y amigos, sabiendo que su amor por Draco era más fuerte que cualquier obstáculo.
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Harry estaba mordiendo una manzana en la cocina en compañía de Daphne, se mantenían al margen de todo lo que tuviera que ver con los Weasley. Esperaban que Dobby llegara con noticias.
- No te creo, amor. - Daphne se mostró sorprendida cuando le contó que él estuvo todo el camino de regreso de la guerra diciéndole a Draco qué se casara con Hermione, antes que con Astoria - Tú debiste saber algo, para insistir tanto en ello.
Harry sonrió sintiéndose atrapado - Mi mujer es muy inteligente, y mi amigo es un bruto - Le dio un guiño - Siempre supe que Astoria tenia algo con km Weasley, pero no podía decirle a Draco porque me iba a llamar mentiroso... Ya sabes lo terco que es.
- Sí, su excelencia, Malfoy... Es un poco cabeza dura. -Daphne se encogió de hombros, aún le costaba hablar mal o decir la verdad sobre su antiguo amo.
Dobby entró corriendo - Lady Weasley, le dijo a nuestra duquesa que vino pedirle que anule matrimonio con el duque. Y nuestra duquesa le dijo que ella eligió a al duque...
-¿qué? - Preguntó Daphne.
-Lady Weasley quiere que nuestras duquesa se case con sir Frederick... -Dobby estaba alarmado.
Harry se atoró con la manzana, si Draco se enteraba empezaría un pleito de nunca acabar. Dobby y Daphne trataban de ayudarle a pasar la manzana.
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La tensión en el castillo era palpable después de la conversación entre Hermione y Astoria. Sin embargo, la sorpresa no había terminado. Más tarde esa noche, Harry y Daphne alegraron estar indispuestos debido a que tenían que ir a atender un parto, mientras todos se reunían para la cena, Astoria decidió revelar una noticia importante.
-Hermione, Duque Draco, hay algo más que necesito compartir con ustedes -dijo Astoria, su voz era suave pero firme-. Estoy embarazada de seis meses.
La noticia cayó como una bomba en la habitación. Hermione se quedó sin palabras, mientras Draco fruncía el ceño, eso significaba que estaba embarazada de dos meses cuando huyó con Percy.
-¿Por qué no nos lo dijiste antes? -preguntó Hermione, tratando de mantener la calma. Su padre lo hubiera entendido y la habría dejado casarse con Percy.
Astoria suspiró.-Viajé hasta aquí para hablar contigo, Hermione. Quería que supieras que, a pesar de nuestras diferencias, siempre serás mi hermana pequeña y quiero compartirlo.
Hermione asintió lentamente, sus emociones eran una mezcla de sorpresa y confusión.-Gracias por decírmelo, Astoria. Felicidades.
Draco, sin embargo, no podía dejar de lado su enojo por la vergüenza que le hacía pasar, declaraba que lo engañó durante mucho tiempo cuando era su prometida... Su honor estaba siendo manchado. Se levantó de la mesa y salió de la habitación, dejando a todos en silencio. Hermione lo siguió, preocupada por su reacción.
Mientras tanto, en el jardín, el pequeño Armand,, estaba jugando y se cruzó con Fred Weasley.
Armand, con su curiosidad infantil, miró a Fred con una sonrisa traviesa. -Frederick, ¿por qué tienes cara de enamorado cada vez que ves a mi cuñada? -preguntó, su voz era inocente pero directa.
Fred rió, sorprendido por la pregunta.-Tú debes ser el pequeño hermano del duque, debo decirte mi pequeño amigo que no es así, A su excelencia, Hermione la admiro y somos solo buenos amigos.
Draco, que había salido al jardín para calmarse, escuchó la conversación y se acercó, su rostro mostraba una mezcla de enojo y celos.-¿De verdad, Frederick? Porque no parece así desde que has llegado tus palabras son solo para ella.
Fred se sorprendió por lo evidente que era, su expresión se volvió seria.-Duque, no hay nada entre Hermione y yo. Solo somos amigos.
Draco apretó los puños, su voz era baja pero peligrosa.-No me gusta cómo la miras, Frederick Si tienes algún problema, podemos resolverlo ahora mismo, saca tu espada. -miró a su hermano -prepárate Armand, verás como dos hombres entrenados por tu héroe Remus Lupin, se baten a muerte.
Fred levantó las manos en señal de paz.-Duque Draco, no quiero pelear contigo. No hay necesidad de un duelo. Te respeto a ti y a tu matrimonio.
Armand, sintiendo la tensión, se aferró a la pierna de su padre.-Hermano, no pelees. Sir Fred es nuestro invitado y Hermione se molestara si te haces algún rasguño... Te curará con las hiervas más dolorosas.
Draco miró a su hermano, tenía razón y luego a Frederick, su enojo comenzó a disiparse lentamente.-Está bien, Armand. No pelearemos. Pero Weasley, te advierto, mantén tus sentimientos bajo control y tus ojos lejos de mi mujer.
Frederick asintió, aliviado.-Lo haré, duque. No quiero causar problemas y menos enfrentarme a duelo con quien fue el mejor soldado del rey. Me gusta tener mi cabeza unida al cuerpo.
Con eso, la tensión en el jardín se alivió un poco, pero Draco sabía que tendría que hablar con Hermione sobre sus celos y preocupaciones. Mientras tanto, la noticia del embarazo de Astoria seguía resonando en su mente, añadiendo una capa más de complejidad a la situación.
Hermione estaba oculta tras una columna de piedra escuchando y observando lo ocurrido. Corrió de regreso al comedor en cuanto vio que los caballeros iban acercándose en su dirección
La cena continuó en un ambiente tenso. Astoria, con su porte elegante y su actitud altiva, observaba a todos en la mesa con una mirada crítica. Armand, sentado junto a su Hermione, intentaba participar en la conversación con su habitual entusiasmo infantil.
-Hermione, hoy vi un pájaro muy bonito en el jardín -dijo Armand, su voz llena de emoción.- quise atraparlo para ti, sin embargo, mi nana dijo que en libertad el ave podría cantar con alegría para ti, pero si la atrapaba pasaría los días añorando la brisa.
Astoria lo miró con frialdad y levantó una ceja.-En mi castillo, los niños no hablan en la mesa. De hecho, ellos comen con las criadas y su nana hasta que son lo suficientemente educados para comportarse.
El comentario cayó como un balde de agua fría. Hermione apretó la mano de Armand bajo la mesa, tratando de consolarlo.
Draco, por su parte, se quedó perplejo ante la frialdad de Astoria. En ese momento, agradeció no estar casado con ella. No podía imaginar a su hermano siendo tratado como un objeto, sin el amor y la atención que merecía.
-Armand es un niño muy educado y tiene todo el derecho de estar aquí con nosotros -dijo Draco, su voz era firme pero controlada. - Es mi hermano, Lady Astoria. Así que evite esos comentarios.
Astoria se encogió de hombros, como si no le importara.-Cada familia tiene sus propias reglas, supongo.
-Madre te educó bien, así que no nos avergüences en la mesa. Sabes que no damos ese tipo de comentarios si no nos lo han pedido. - Hermione enfureció- ¿Tú que sabes de la educación de los niños? , la mayor parte del tiempo estabas ocupada cabalgando.
- Olvida lo que dice mi esposa, cuñada, está sensible por el embarazo... Algunos de sus vestidos han dejado de encajarle - Percy la justificó rápidamente.
Intentando cambiar de tema, Astoria comenzó a hablar de su vida cerca de la corte.-Vivir cerca de la corte es maravilloso. Siempre estamos al tanto de las últimas modas. Es un ambiente tan vibrante y emocionante. Además, Percy y yo asistimos a todos los eventos importantes del rey. Es una vida muy gratificante.
-Creí que estarías encerrada hasta que nazca el bebé, pero veo que sales a menudo. Mi cuñado debe amarte mucho. - Hermione trataba de ser comprensiva, pero su hermana no colaboraba.
-Sí, sé que tengo que enclaustrarme, sin embargo, será cuando mi vientre sea más grande que las calabazas. - sonrió con suficiencia. - pero supongo que tú, cuando consumes tu matrimonio y tengas un bebé estarás escondida hasta que nazca tu pequeño duque.
-Mi castillo es lo suficientemente amplio, Lady Astoria, estar dentro no la aburrirá y yo no soy de asistir a fiestas, no dejaré a mi mujer sola. -Draco intervino, cansado de lo que escuchaba salir de Astoria.
Hermione escuchaba en silencio, sintiendo una mezcla de tristeza y alivio. Tristeza porque su hermana parecía tan distante y superficial, y alivio porque su vida con Draco y Armand era mucho más cálida y llena de amor.
Draco, aunque aún molesto, decidió no prolongar la tensión y añadió -Me alegra que disfrute de su vida, Lady Astoria. Pero aquí, valoramos la familia y el tiempo que pasamos juntos, sin importar las modas o las apariencias.
Astoria sonrió, aunque su sonrisa no alcanzaba sus ojos.-Claro, Duque Draco. Cada uno tiene sus prioridades. Solo espero que mi hermana pueda alcanzar ese tipo de diversiones al estar tan lejos de la Corte y tener esta vida tan... Campechana.
La cena continuó en un silencio incómodo, interrumpido solo por los sonidos de los cubiertos y el crepitar del fuego en la chimenea. Draco y Hermione intercambiaron miradas, sabiendo que tendrían mucho de qué hablar una vez que fueran a sus aposentos.
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