Nos encontrábamos caminando fuera de ese pasillo oscuro y frío. Yo me comenzaba a sentir cansada, al parecer hacer este tipo de cosas entando embarazada no estuvo para nada bien.

—¿Te sucede algo? —preguntaba Shikamaru. Sus palabras fueron de preocupación, yo simplemente negué. —¿Segura? Estas pálida.

—Estoy bien. —digo forzando una sonrisa. La verdad cada vez me sentía más cansada. —Uh...

—Cuidado.

Shikamaru me sostuvo de caer, su mano derecha se encontraba en mi cadera mientras que la izquierda sostenía mi mano.

De un momento a otro me encontraba en los brazos de Shikamaru, traté de forcejear, pero mis fuerzas eran completamente nulas.

—Incluso en misiones coquetean. —decía Sai con una sonrisa.

—No estamos coqueteando. —fruncí el ceño. —Simplemente mis piernas no funcionas muy bien que digamos.

—¿Estas segura que aquel tipo no te ha hecho nada?

—Te he dicho que era un inútil, solo intentó clavarme un Kunai en mi estómago, pero fui más rápida y logré esquivarlo.

—Usted se preocupa mucho por esta chica, ya. —hablaba la chica que acompañaba a Shikamaru. —¿Es su novia, ya?

—No quiero contestar esa pregunta.

—Ya veo. Lo han rechazado, ya.

Solté una risita al oír eso y Shikamaru simplemente bufó.

Cuando llegamos donde Enma nos encontramos con la sorpresa que este se encontraba durmiendo encima de todos los guardias que derrotamos.

—¡Enma! —grité a toda voz e hice que este se levantara sobresaltado. —Trae al Rey idiota y vayámonos.

—¿No podías despertarme con más suavidad?

—No.

—No entiendo como la soportas, Shikamaru-san. —suspiró mientras se dirigía a donde se encontraba el Rey. —A veces es bastante, como decirlo...

—¿Problemática? —dijo divertido y le di un golpe. —Sí, si lo es.

—¡Hey! ¡No soy problemática!

Ellos tan solo rieron y entonces comenzamos el retorno de vuelta a Konoha.

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Podíamos ver la entrada a unos cuantos pasos, yo me encontraba en la espalda de Shikamaru recobrando fuerzas. Por más que le decía que me dejara, él no lo hacía.

Cuando llegamos a la entrada nos encontramos con Kakashi-san y Shikadai.

Me bajé de la espalda de Shikamaru.

—Le dije que los traería. —digo con una sonrisa. Kakashi-san simplemente se acercó y me golpeó en la frente. —¿Qué le sucede?

—Esto. —mostró aquel papel que Tsunade me había dado. ¿Cuándo se me habrá caído? —Lo encontré en mi puerta. ¿Por qué no lo entregaste?

—Pues oí su conversación con Shizune y bueno sabía que si le decía sobre eso. No me dejaría ir.

—En serio eres imprudente. —suspiró. —Pero bueno has llegado sana y salva.

—Disculpe, Kakashi-san. —habló Shikamaru con seriedad. —¿Qué significa ese papel?

—¡Ah! —grité llamando la atención de todos. —¡Olvide que debo de ir con Mirai-chan!

Iba a irme, pero Shikamaru fue más rápido y me tomó del brazo.

—Supongo que ustedes dos tienen muchas que conversar. —decía Kakashi con una sonrisa o eso creo. —Bueno, ustedes tres.

Los demás se fueron con Kakashi-san, dejándome con Shikadai y Shikamaru.

—Nee, Shikadai. —le llamé. —Ayúdame, ¿sí?

—Mendosuke, mamá dijiste que serías cuidadosa y lo primero que haces es irte a una misión peligrosa.

—Debía de ayudarlo. No querías quedarte sin padre, ¿no?

—Esperen. —habló Shikamaru con sorpresa. —¿Mamá?

—¡Shikadai que has hecho! —exclamé con pánico al ver que él me había dicho mamá frente a Shikamaru. —Olvida lo que dijo, solo está delirando.

—¿Estás diciendo que ___ es tu madre? —preguntaba más feliz que sorprendido. —¡¿Por qué no me dijiste antes?!

Shikamaru se había alterado.

—Mendosuke, te dije que mientras menos sepan mejor.

—No lo puedo creer...—murmuró.

—¿Qué no puedes creer? —pregunté con el ceño fruncido. —¿Qué yo sea la madre?

—¡Soy tan feliz! —exclamó con gran felicidad mientras nos abrazaba. No podía negarme a este abrazo, era un abrazo tan cálido y especial. —Ustedes son lo mejor que puedo tener.

De la nada Shikamaru me alzó y comenzó a girar.

—Mendosuke, no la hagas girar tanto mira que estoy yo dentro.

Shikamaru al oír eso se quedó quieto.

—¡Shikadai! —exclamé de nuevo en pánico. Este niño esta revelando todo en unos minutos. —Deberías aprender a mantener tu boca sellada, Shikadai.

—Lo siento, se me escapó. —bostezó. —¿Podemos apresurarnos? Tengo sueño.

—¿Entonces él ya esta aquí dentro? —preguntaba Shikamaru mientras colocaba su mano derecha en mi vientre, yo simplemente asentí con timidez. Él me abrazó, no con tanta fuerza para no hacerme daño. —Te amo, ___.

—Y-Yo...

—No tienes que decir nada. —decía mientras se separaba. —Sé que no estamos juntos, pero...yo me haré cargo. Trataré de ser un gran padre para él.

Tenía tantas ganas de decirle que lo amaba, que lo perdonaba, pero simplemente esas palabras no salían.

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Hoy era el día en que Shikadai se iría a su tiempo, ahora mismo nos encontrábamos Shikamaru, Shikadai y yo comprando unas cosas para su despedida. La madre de Shikamaru insistía en hacerle una despedida y también hoy le revelaríamos que estoy embarazada.

—¿Este es lo pidió? —preguntaba Shikadai quien poseía en sus manos unos snacks de patatas bastante raros. —Se ven bastante raros.

—Sí, eso son. —decía Shikamaru soltando un bostezo. —Son los que le encantan a mi madre.

—Es la primera vez que los veo y eso que he visto varios tipos de Snack de patatas gracias a ChouChou.

—¿ChouChou? —pregunté. Shikadai se quedó quieto, al parecer volvió a decir algo que no debía. —¿Acaso es tu novia?

—¡¿Qué?! ¡No! —negaba constantemente. —Solo somos amigos de la infancia.

—ChouChou, eh. —decía Shikamaru. —Me pregunto con quien habrá tenido una hija Chouji.

—Mendosuke...—murmuró Shikadai.

Así que ChouChou es hija de Chouji.

—Vaya, Shikadai si que no sabes mantener tu boca cerrada. —dije divertida mientras le daba un pequeño golpe en su espalda. —Eso lo habrás sacado de Shikamaru.

—De hecho, creo que lo sacó de ti. —decía burlón.

—¡¿Ah?! —exclamé con el ceño fruncido. —¿Qué estas tratando de decirme?

—Nada, nada. —sonrió. —Mejor sigamos con las compras, mujer problemática.

—¡No soy problemática!

Ellos solo rieron y seguimos con las compras.

—Hemos encontrado todo. —suspiró con cansancio Shikamaru. —Mendosuke, si que ha costado encontrar aquellas frutas.

—Es raro que se hayan acabado tan pronto. —digo pensante. —Siempre quedan muchas.

—Ah, al menos las hemos conseguido.

Los comenzamos el retorno de vuelta a casa.

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Nos encontrábamos junto a Kakashi-san, él sería quien enviaría a Shikadai de vuelta a su tiempo.

—¿Están listos? —preguntó Kakashi-san con el pergamino en sus manos.

Kakashi-san comenzó a dejar el pergamino en el suelo, entonces comenzó a hacer unos sellos bastante raros.

—Shikadai. —digo su nombre con tristeza. No quiero llorar, pero me sentía tan triste. —Cuídate, ¿sí?

—Mamá, no llores. —decía con una sonrisa mientras colocaba su mano derecha en mi mejilla y la acariciaba con suavidad. —Pronto volverás a verme.

—Es cierto. —decía Shikamaru colocando una de sus manos en mi hombro. —Él ya se encuentra aquí. —Shikamaru apuntó a mi vientre con una sonrisa. —Lo cuidaremos muy bien.

—Te prometo que estaré siempre contigo, Shikadai. —sonrió con dulzura. —Nos vemos, Shikadai.

—Cuídate, hijo. —decía Shikamaru con una sonrisa.

—Mendosuke, me harán llorar.

Nosotros reíamos y abrazamos a Shikadai. 

Aquel abrazo era uno cálido y familiar.

—Ya he hecho los jutsus necesarios. —hablaba Kakashi-san. —Solo debe de acercarse.

—Ya es hora...—murmuro con tristeza. —Nee, Shikadai. Te prometo que estaré contigo en tu tiempo.

—Se un buen niño, Shikadai. —decía Shikamaru con una sonrisa mientras acariciaba su cabeza. —No seas tan problemático como tu madre.

—¡Hey! 

Ambos soltaron una leve risita, yo suspiré y reí. 

—Nos vemos. Mamá, Papá. —sonrió mientras comenzaba a acercarse al pergamino. —Papá, trata de no fastidiar tanto a mamá. Créeme me lo agradecerás. 

—Lo tomaré en cuenta. —sonrió.

—¡Nos vemos, Shikadai! —exclamé con una gran sonrisa mientras lo despedía con mi mano. —¡No causes problemas! 

—¡Eso haré! —exclamó con seguridad. 

 Una luz rodeó el lugar y entonces Shikadai desapareció. 

🌟Se fue Shikadai :( pero bueno ya Shikamaru sabe quien es la madre.

Esperen el siguiente capítulo que lo subiré en cuanto lo termine <3