Estaba completamente sorprendida y confundida a la vez.

Frente a mí se encontraba mi madre... ¡Mi madre!

Corrí a abrazarla.

—Tenía tantas ganas de conocerte, madre. —digo con nostalgia, sentía las lágrimas caer. —Siempre, siempre lo quise.

—Mírate. —decía con una sonrisa mientras acariciaba mi rostro. —Te has vuelto toda una mujer.

—Tengo tantas preguntas que hacerte.

—Creo que eso puede esperar.

—¿Eh?

—Hay otra persona que quiere verte. —dijo con una cálida sonrisa y entonces a lo lejos noté a una persona, cuando se acercó corrí a abrazarlo. —Siempre quise verlos de esa forma.

—Hija mía.

—Padre.

—No llores, mira que te pondrás fea, aunque eso lo dudo. Eres una belleza, espero Asuma esté alejando a los chicos de ti.

—Papá...

—Eres mi pequeña niña, no cualquiera puede tomarte.

—Hiruzen. —suspiró mi madre. —Deja que ella decida con quien salir, apuesto que Asuma es muy sobreprotector contigo.

—Ni te lo imaginas. —solté una risita. —Ahora, ¿me podrían decir que hago aquí? No es que me moleste estar con ustedes, es más, me encanta, pero no entiendo del todo.

—____, tú has muerto. —decía mi padre.

Me quedé muy sorprendida al oír eso, así que Pain me mató. Aunque ya sabía las consecuencias me siento triste.

Dejé a ese vago solo.

—¡Hiruzen! —exclamó enojada mi madre. —Deberías ser más sutil con las noticias.

—Lo siento, lo siento. —reía.

—Hiruzen, nuestra pequeña tiene varias preguntas.

—Pongámonos comidos y pregunta todo lo que quieras.

Nos sentamos y ellos me miraban curiosos esperando alguna pregunta.

—Yo quiero saber que sucedió aquel día en que mamá murió. —les digo con seriedad, mi madre se sorprendió y mi padre se mantuvo serio. —Le he preguntado tantas veces a papá, pero siempre me cambiaba el tema.

—Ah, sigues con eso. —suspiró. —Bien, te contaré todo.

—Ponte cómoda cariño, mira que cuando tu padre habla no hay quien lo pare.

—Biwako...—murmuró avergonzado. —Bien, bien. —tosió. —Todo sucedió cuando tu apenas tenías 2 meses de nacida, había una mujer que estaba embarazada la cual tendría a su hijo ese día, la mujer era la esposa del cuarto Hokage. Todo el proceso sería muy complicado por todos los enemigos que podrían apoderarse del poder que poseía Kushina.

—¿Mandaste a mamá a ese lugar aun así? —pregunté con el ceño fruncido. —¡¿Por qué?! ¡Sabías que era arriesgado!

—¡Lo sé! —exclamó. —Pero tú madre era la más indicada en ir. Cuando nació el pequeño niño todo iba bien, Biwako sostenía al bebé...pero entonces apareció un hombre quien asesinó sin piedad a tu madre.

—¿No sabes el nombre?

—No, solo sé que tenía una máscara.

¿Máscara? ¿Podría ser...?

—¿Y qué sucedió con el bebé? ¿También murió?

—No. —suspiró y me sonrió. —Él sigue con vida y tú lo conoces muy bien.

—¿Eh?

—Odiado por todos, siempre llamando la atención. Sus padres se sacrificaron para salvarlos del Kyuubi.

Me sorprendía bastante por todo eso.

—¿N-Naruto?

—Sí, Uzumaki Naruto es aquel bebé.

—¡¿Naruto es hijo del cuarto Hokage?!

—Sí.

—¡¿Por qué nunca se lo dijiste?! —exclamé enfadada. —¡En la aldea lo trataban muy mal!

—Lo hicimos para protegerlo.

—¿Protegerlo? —arqueé una ceja. —¡¿Esa es tu manera de protegerlo?! ¡¿Aislándolo de todos?!

—¡Sé que me equivoqué, pero ya está!

—Bien la cosa ya está hecha. —suspiré. —Ahora quiero saber el por qué Orochimaru estaba tan obsesionado conmigo.

—¿Eh?

—El día en que me raptó él decía de que al fin me había capturado que llevaba años intentándolo, pero tú me protegías bastante.

—¡¿Te raptó?! —exclamaron mis padres aterrorizados.

—Sí.

—Ah. —mi padre golpeó su frente con la palma de su mano. —Eso que les pedí que debían de protegerte aun estando muerto. —suspiró. —Tú querida hija tienes un chakra extraño, al igual que el mío.

—¿Qué quieres decir?

—A parecer no te has dado cuenta de tus propias habilidades, pero al igual que yo tú puedes dominar los 5 elementos básicos de la naturaleza. —sonrió. —Pero para eso necesitas mucha práctica.

—Hasta el momento usaba jutsu de viento con mis cuchillas de chakra y jutsus de tierra.

—Si llegabas a entrenar mucho algún día hubieras sido tan fuerte como yo o incluso mejor.

—¡Incluso hubiera sido mejor Hokage que tú! —exclamé con una gran sonrisa, al momento de decir eso él me miró muy sorprendido. —¿Qué sucede?

—¿Quieres ser Hokage?

—Sí, pero ahora es imposible. —dije con melancolía. —Ya estoy muerta y no podré serlo.

—Hiruzen.—le llamó mi madre con tristeza.—Es momento de irnos.

—Así que ya acabó todo.

—¿Eh? ¿Por qué dicen eso? Aún tenemos tiempo y tengo aún muchas preguntas.

—Hija mía tienes dos opciones, sea cual sea la decisión que tomes nosotros estaremos felices. —decía mi madre, yo solo la miraba confundida. —¿Quieres venir con nosotros o volver?

¿Volver? ¿Puedo volver?

Quiero ir con mis padres, al fin pude conocer a mi madre...pero el tan solo pensar en que no volveré a ver a mi hermano, amigos y en especial a Shikamaru me pone muy mal.

—Madre. —sonreí. —Elijo volver, una vez vuelva a este lugar contestaran a mis demás preguntas.

—Trata de no volver tan pronto. —decía mi padre.

—Tienes mucho tiempo por vivir. —me abrazó. —Saluda a tu hermano y a ese chiquillo.

—¿Eh? —me sonrojé. —¿C-Cómo lo supiste?

—Soy tu madre y me doy cuenta enseguida. —sonreía. —Anda ve.

—Los quiero a ambos. —les dije con una gran sonrisa, pero entonces me di cuenta de algo. —Ammm... ¿cómo vuelvo?

—Cierras tus ojos.

—Bien.

—Nos vemos querida hija.

—Nos vemos, madre, padre.

Cerré mis ojos tal cual como me dijo mi madre y comencé a sentirme extraña.

Cuando volví a abrirlos podía ver lo que al parecer sería una carpa, moví mi cabeza hacía la izquierda y me topé con Shikamaru durmiendo.

Pude notar que tenía lágrimas en sus ojos, con mi mano le quité aquellas lágrimas y entonces él abrió sus ojos.

Me miraba sorprendido y entonces me abrazó.

—Shikamaru me haces daño. —digo con una risita.

—Estás aquí. —decía acariciando mi rostro como tratando de asegurarse que de lo que veía era cierto. —¡No vuelvas a sacrificarte así en la vida!

Él volvió a abrazarme, yo correspondí gustosa su abrazo y entonces vi a mi mejor amigo entrando a la carpa. Naruto al verme comenzó a llorar.

—¡____-chan! —exclamó en llanto y alejó a Shikamaru para darme un abrazo. —¡Creí que perdí a mi mejor amiga!

—Con tantos abrazos van a terminar matándome. —digo entre risas. —Aún tengo heridas en mi cuerpo. —Naruto se separó. —Ahora díganme que ha sucedido.

—Naruto ha vencido al verdadero.

—Sí, con la información que me diste logré encontrarlo y hablé con él.

—Luego en el medio de todo apareció algo extraño que comenzaba a lanzar cosas y la gente comenzó a revivir.

—Entonces Naruto ahora es un héroe. —sonreí. —Bien hecho Naruto.

—No lo hubiera logrado sin ti, ____-chan.

—Tu hermano y Konohamaru iban a venir después.

Al momento de oír el nombre de Konohamaru sonreí, es bueno que él haya revivido.

—Es bueno haber vuelto. —digo con una gran sonrisa.

Los dos solo sonreían y Naruto volvió a abrazarme.

🌟Para quienes adivinaron que eran ambos aquí sus papitas (^o^)>🍟

P.D: ¿Quieren ShikaHika o Tai____? :v 

asdfgh bromis.