[2T] Capítulo 13: La verdad de Taichi.

____.

Después de haber pasado la noche con Shikamaru tenía una sonrisa boba en mi cara, Asuma nii-chan me había preguntado el por qué estaba tan feliz.

Yo solo le respondí que pasé una gran noche.

Ahora me encontraba caminando por las calles de Konoha, iría a la casa de Shikamaru en la tarde, tal como él me había dicho.

Caminé hasta una banca, donde me senté a ver como algunos niños jugaban.

—¡____ nee-chan!

Escuché la voz de Konohamaru a lo lejos, él venía corriendo con una gran sonrisa.

—¡Konohamaru! —exclamé con gran felicidad mientras le daba un abrazo. —¿Cómo estas pequeñín?

—No soy un pequeñín. —decía cruzados de brazos. Yo solté una leve risita al oír eso. —¿Qué haces aquí sola?

—Pues solo daba un paseo. —sonreí.

—¿Asuma nii-chan está bien?

—Sí, está reaccionando bien al tratamiento.

—Me siento mal el no poder ir a verle, pero tengo misiones. —decía con una mueca. Yo volví a abrazarlo. —¡¿___ nee-chan?!

—Me gusta abrazar a mi sobrino favorito~

—Eso dices ahora. —murmuró.

—¿Eh?

Me separé de él y Konohamaru solo miraba hacia a un lado con un puchero.

—Cuando nazca el hijo o hija de Asuma nii-chan me olvidarás.

—No seas tonto. —suspiré. —Jamás podría olvidar a un problemático como tú.

—Ya suenas como Shikamaru. —soltó una risita.

—Ah, él me pega sus costumbres.

—Si él te llega a hacer algo me avisas. —le miré confundida. —Si Shikamaru te lastima lo atacaré con mi Rasengan.

—Eres tan tierno. —le di otro abrazo.

—____ nee-chan me asfixias.

—No exageres~ —solté una leve risita. —Debo de aprovechar, una vez crezcas ya no podré abrazarte como ahora.

—Je, seré más alto que ____ nee-chan.

—¡Konohamaru-kun! —exclamó la voz de Moegi a lo lejos.

—Nee, Konohamaru. —susurré. —¿Tienes alguien que te gusta?

—¡¿Ah?! —abrió los ojos como plato. —No y no pienses en juntarme con Moegi porque solo la veo como una amiga.

—¿Qué hay de la menor de los Hyuuga? —arqueé una ceja. —¿Cómo se llamaba? ¡Ah, sí! Hanabi. Soy amiga de Hinata, podría...

—No, no y no. —decía negando constantemente. —No estoy interesado en eso del amor.

—Que aburrido~

—Antes pensabas lo mismo. —decía cruzado de brazos. —Shikamaru sí que te cambió.

Reí ante eso, era verdad Shikamaru había cambiado muchas cosas.

Moegi llegó hasta nosotros, ella me saludó con una cálida sonrisa y comenzó a arrastrar a Konohamaru, ya que tenían una misión.

Me levanté de esa banca y fui al campo de entrenamiento que siempre frecuento.

Cuando llegué ahí vi como varias rosas estaban clavadas en un árbol, esas rosas eran de ese tal Taichi...

—¡Oh! ¡No creí encontrarte por aquí, ____-chan!

—Taichi...—bufé. —¿Qué haces aquí?

—No deberías de fruncir el ceño. —sonrió. —Te ves más bonita sonriendo.

—Responde a mi pregunta.

—Bien, bien. Solo paseaba por aquí y vi este campo de entrenamiento vació, entonces decidí practicar un poco. —decía con una gran sonrisa, yo arqueé una ceja sabía que había algo más. —No me mires así...bien, también supe de la Hokage que tu entrenas aquí y vine para verte.

—Sabía que había algo más. —me crucé de brazos. —Idiota.

—Vine a pedirte disculpas.

—¿Eh?

—Por haberte atacado el día en que nos conocimos. —suspiró y pasó su mano derecha detrás de su nuca. —Es solo que me dejé llevar por mis impulsos y odio hacía esa serpiente.

Él miraba su mano con melancolía.

Sé que no debería relacionarme con él, pero no puedo dejarlo así.

—¿Qué te hizo? —pregunté mientras me sentaba en el césped.

—Ah...—suspiró y también se sentó en el césped mirándome fijamente, su mirada reflejaba tristeza. —Es solo que esa serpiente engañó a mi hermana mayor. Él la sedujo con darle poder, la mordió en el mismo lugar donde tú tienes tu marca y entonces se la llevó con él.

—Así que esa cosa tiene a tu hermana mayor.

—Tenía...

—¿Eh?

—Él la asesinó cuando ya no la necesitaba más. —presionaba sus puños. —Eso es lo que hace, utilizarlos...

Inconscientemente toqué mi marca.

—Taichi, yo...

—No tienes que decir nada. —sonrió, aunque sabía que su sonrisa era falsa. —Encontraré a esa serpiente y la asesinaré con mis propias manos.

—Pues tenemos algo en común. —miré al cielo. —También quiero asesinar a esa serpiente.

—Eres muy linda.

—Tks, calla.

—No te pongas así. —soltó una leve risita, yo lo miré frunciendo el ceño. —Sabes, mi nombre es Rosasu Taichi.

—¿Rosasu?

—Significa Rosas. —sonreía. —¿Te gustaría entrenar conmigo?

—¡¿Ah?!

—Vamos, no seas malvada. Hagamos esto, si yo gano tendrás una cita conmigo y si tú ganas no te molestaré más. —decía mientras se levantaba y me extendía su mano para levantarme, yo lo ignoré y me levanté por mí misma. —Al menos debía intentarlo.

—¿Qué quieres hacer?

—Como sabrás mi especialidad son las rosas. —decía mostrándome tres rosas. —Cada rosa tiene un poder distinto, la azul te puede inmovilizar, la roja me teletransportar a la dirección en que la lanzo y la amarilla lo averiguarás sola.

Esto se veía fácil.

Me coloqué en posición, lo único que debía hacer es esquivar sus rosas. Taichi se mantenía quieto con una sonrisa, él me lanzó primero su rosa azul, la cual esquivé sin ningún problema.

Hice un jutsu en el cual en el lugar donde él se encontraba se formó lodo, donde se resbaló. Aproveché eso para lanzar unos Kunais al árbol que se encontraba detrás de él.

Taichi me lanzó su rosa amarilla, la cual esquivé sin ningún problema y entonces sentí como mis piernas flaquearon.

Caí de rodillas al césped, entonces miré mis pies, estaban amarrados con unos hilos los cuales venían de la rosa amarilla. Tks, caí en esa trampa.

—Te dije que averiguarías sola lo que hacía la rosa amarilla. —decía con una sonrisa mientras se acercaba. —Al parecer he ganado y... ¿eh?

Él se encontraba atado también con unos hilos, los cuales venías de los Kunais que yo lancé.

—No debes subestimarme. —sonreí de medio lado.

—No creí que usarías el mismo método. —soltó un suspiro. —Pero, yo gano.

—¿Eh?

—No te has dado cuenta, pero he lanzado una rosa azul junto con la amarilla y ahora tu estas inmovilizada y pronto un veneno te llegará.

—Tks...

—Obviamente no utilizaré el veneno, ya que no quiero dañarte.

—No me has dicho nada sobre el veneno.

—Ups.

—Maldito tramposo. —fruncí el ceño y entonces ambos nos soltamos. —Jugaste sucio...

—He ganado una cita. —decía con una sonrisa. —Como me quedaré aquí en Konoha hasta mañana. Mañana al medio día te quiero ver en ese local llamado Ichiraku, he oído que lo que sirven es muy famoso.

—¿No has probado el Ramen?

—No, en mi aldea no hay nada de eso.

—De lo que te has perdido. —solté una leve risita. Entonces sentí a Taichi muy cerca. —Aléjate o te corto la cabeza.

—Eres agresiva. —suspiró. —Pero me gusta.

—Yo me iré. —dije cruzada de brazos. —Espero no volver a verte la cara desde mañana.

—Nos vemos, preciosa.

—¡No me digas así!

—¡Pero lo eres!

—Tks...

Comencé a caminar para ir a la casa de Shikamaru, si él se entera de esto...estoy muerta. 

Ah, ¿en qué me he metido?

🌟¿Se llevará acabo la cita? o-o 


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