= ¿Otra vez tú?=

La chica pelinegra se encontraba mirándo con intriga aquella conversación de aquellos dos chicos. Detrás de aquellos arbustos no tan lejos, pero lo suficiente para que no la vieran.

Los dos chicos estaban en posición de combate con miradas desafiantes.

-Te voy a vencer.-Dijo el chico peliceleste con una sonrisa búrlona.

-No si yo lo permito.-Contestó el rubio.

Ambos eran muy fuertes, siendo dificil saber quien ganaría. Los dos chicos lanzaron con fuerza sus beys, Free sabía que Lui era un bleyder fuerte.

La chica de ojos esmeralda miraba atenta aquella batalla. Un pequeño dolor se hizo presente en su pecho, sin embargo decidió no darle importancia.

La batalla no duró ni un minuto porque al chocar, ambos beys explotaron al mismo tiempo.

-Tsk.-El peliceleste se quejo molesto.

Ambos lanzaron una y otra vez, siendo el mismo resultado.

Combatieron otra vez, pero esta batalla había sido diferente. Siendo el ganador él peliceleste, un choque bastante fuerte de ambos beys.

La chica observo sorprendida.

Free recogió su bey desarmado en la arena y sin ningúna expresión se fue de ahí.

-¡Oye! ¿No vas a decir nada porque destrozé tu bey?.-Preguntó Lui, algo molesto de brazos cruzados.

-¿Qué quieres que te diga?.-Preguntó está vez el rubio con ironía.

-Tsk.-Dijo el peliceleste enojado.

Free se fue de ahí, los dos chicos que se encontraban observaban como el chico se iba.

-¿Otra vez tú?.-Dijo él peliceleste con los ojos cerrados y de brazos cruzados.

Aiko se quedo pasmada ¿Acaso la había visto?

-Eres demasiado obvia.-Volvió a soltar Lui, está vez mirándo con el ceño fruncido a donde ella se encontraba.

La chica salió de su escondite avergonzada.

-¿Qué no tienes nada más que hacer idiota?.-Preguntó Lui.

La jovén de pelo negro lo miró entre enojada y confundida. Otra vez ese dolor se hizo presente, haciendo dificil su respiración.

-Cállate...-Se defendió la chica, tratando de calmar su respiración.

-¿Ah?.-Él chico la miró confundido.

El dolor se hizo cada vez más fuerte, pusó su mano sobre su pecho intentando calmar su respiración. De pronto se desmayo...

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-Recuerden hijos, la vida no es perfecta...-Los dos niños que se econtraban sentados en el suelo frente a su padre lo miraron confundidos.-pero tiene momentos maravillosos y pronto llegará alguien a su vida que haga de esos momentos maravillosos de los mas perfectos...-Relató el hombre, imaginando a su esposa, recordando en cada palabra los momentos que paso junto a la difunta.

Los dos niños lo miraron aún sin entender lo que decía aquel hombre que se encomtraba enfrente de ellos sentado en él sofá.

-Pronto lo entenderán...-Dijo él hombre con una sonrisa cálida, observando a sus dos hijos.
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La chica empezaba a despertar, dandóse cuenta de inmediato de que se encontraba en su habitación. Se reacomodó observando confundida.

-Al fin despiertas...-Dijo él chico pelirubio suspirando mientras entraba a la habitación.

-Estoy bien...-Dijo la chica mirándo hacía otro lado.

Él chico la miró con el ceño un poco fruncido.

-¿Porqué te fuiste?.-Preguntó el chico mirándola.

-Es solo que no quiero seguir aquí encerrada sin hacer nada aquí, mirando por la ventana como los chicos entrenan, sin poder hacer algo porque ya me están dando esos insoportables dolores...decidí salir tan solo por un momento, y ahí fue cuando te ví...-Respondió la chica cabizbaja.

-¿Así que me seguiste? Se que no te gusta estar así.-La chica lo observó-pero es por tu bien, no quiero que nada malo te pase...-Respondió el chico con un tono tranquilo pero a la vez preocupante.- Lui te trajo.-La chica lo miró con asombro.

                              🌸[...]🌸

La jovén caminaba por aquel bosque con la esperanza de que aquel chico peliceleste todavía estuviera ahí. Tal vez tenía que descansar, pero ella tenía la necesidad de agradecerle a ese chico. No es como si su hermano se lo hubiera permitido, pero después de que su hermana casí le rogara, terminó "aceptando".

Se dirigía hacía donde había estado antes con aquella esperanza. No sabía porque lo hacía o simplemente quería hacerlo.

Estando entre los arbustos de aquel lugar, lo observó. Estaba en ese lugar entrenando, Lui tampoco sabía por que seguía ahí, simplemente algo se lo impedia.

Observo a aquel chico lanzando con fuerza su bey. El chico al sentir una mirada observó de reojo.

-¿Qué haces ahí?.-Preguntó él chico.

-Quería agradecerte por traerme, gracias...-Dijo la chica algo apenada por interrumpir al chico.

El chico la miró con confusión y se dispuso a seguir entrenando.

-Hmp.-Fue lo único que soltó el chico antes de seguir entrenando.