Angel de la Guarda
Una día de otoño ¿cómo olvidar ese día? Un día de otoño, en una ciudad que destacaba por el tránsito, los autos, los edificios inmensos, el comercio por doquier.
Era un día de otoño especial, su primer día en la universidad, era un logro inmenso para él poder haber ingresado a una universidad de tal prestigio, aún más en aquellas épocas en las que todos querían y mataban por una vacante, un espacio en la lista o una silla en un salón.
La sonrisa en su rostro no se borraba con nada, era un sentimiento que le encantaba pero a la vez, que lo confundía.
Estaba emocionado, estaba feliz, pero al mismo tiempo, estaba muy nervioso. La vida en un colegio se parecía en nada a la vids universitaria según sus profesores. Según sus profesores de secundaria era un mundo nuevo.
Uno que le daba curiosidad pero que le daba miedo, salió de casa, se despidió de su progenitora y salió del lugar, caminaba por las calles, y esos mismos lugares, esos mismos puestos de comida, esos mismo pequeños restaurantes, las calles e incluso el mismo cielo lo miraba distinto, lo miraba como una nueva vida.
(...)
Al llegar se quedo unos minutos en la entrada, miro los al rededores, al fin podía estudiar allí...sentía que sus sueños estaban cerca, que sus deseos lo estaban, que su esfuerzo había valido y que cada lágrimas que derramó por la frustración de sentirse menos había valido la pena.
Sintió entonces un cuerpo chocar por atrás suyo con algo de fuerza, giro en su eje y allí vio (alzando la mirada) a un hombre más alto que él, quizá demaciado.
X: perdón perdón. -- Se disculpa -- Que torpe...
Perú: Ah...no te preocupes, estoy bien de todas formas asi que no hay problema.
Una forma casual, un encuentro diminuto que no los llevo en ese momento a hacer más que reírse de sus errores y dividirse cada quien por su camino.
Esas habían sido sus limitaciones en cuanto acciones, sin embargo, si hablábamos acerca de sus pensamientos, valla que estos habían pensado más.
El peruano caminaba con un pequeño rubor en sus mejillas, según él, había visto al hombre más atractivo del mundo. Y según aquel "hombre atractivo" había visto un precioso rubí.
Pero si eran solo pensamientos y no palabras, pues dejaba de importar, las palabras mueren si no se hacen hechos.
Y estuvieron muertas un buen tiempo.
Por lo menos hasta el primer semestre, hasta que por iniciativa del comité de estudiantes se acordase hacer una fiesta entre varias facultades con el fin de festejar el final de trabajos pesados.
Perú: Tengo examen, no se si valla. --Suspira-- Suiza sabes que ese profesor me tiene a raya
Suiza: Pero aún así, debes relajarte --Menciono cargando con sus libros-- mira, vamos unas dos horas y a las 11 estamos en el departamento
Perú: --Suspira-- 11. Mira Suiza, te pego si me haces llegar más tarde.
Suiza: Que si, que si --Sonríe-- Entonces terminemos con estos libros y vallamos a arreglarnos.
Ese día se habia arreglado por exigencia su amigo, y compañero de residencia, se había puesto cremas para su rulosa y pelirroja cabellera e incluso había hecho uso de sus hidratantes de labios sabor fresa.
Se había puesto un short y una camiseta a cuadros negros y rojos, unos botines y dos ganchos de color celeste pastel para que sus hebras no le molestasen.
Era odiosamente tierno.
Suiza: Te ves diferente, te dije que esto te haría bien --Sonríe acomodando sus cinturon-- ¿Listo?
Perú: Solo vallamos lata regresar temprano. --Suspira--
Suiza; Jajaja que poca confianza, he. Si volveremos temprano.
(..)
¿Temprano? Eran las dos de la mañana y el pobre bicolor estaba tratando de caminar entre la multitud queriendo buscar a su amigo.
El suizo había simplemente desaparecido de la nada, y lo peor, esque él tenía las llaves de su hogar. ¿Conclusion? Estaba jodido.
Perú: ¡Suiza! Puta madre dijo que 11 y ya son las 2...carajo --Suspira-- ¡Suiza!
Su cabeza le dolía, le dolía y demaciado, sabía que había sido mala idea haberle aceptado el trago a ese sujeto que no dejaba de molestarlo tan obsenamente. ¿pero que podía hacer? El tipo estaba insistiendo en que se tomará el trago.
Y él estaba en es instante nervioso.
Suspiro agotado, sintió un toque en su hombro, se dio la vuelta lentamente esperando que sea aquel europeo que con tanto fervor había estado buscando. Pero no era así, era el "hombre más guapo del mundo" quien le tocaba tan sutilmente.
X: Te ves perdido ¿Esta todo bien?
Asintió lentamente.
X: ¿Seguro? --Toca su frente-- Hey....
Al querer contestar siemplemente se sintió en extremos cansado, su peso cayó hacia adelante cayendo en los brazos de aquel que hace segundos había preguntado por su estado.
Bien, era evidente que algo no estaba bien en aquella forma de colapsar, lo sacudió un poco nervioso de que algo grave le sucediera, pero no obtuvo resultado.
Fiesta malograda. Una noche en el hospital
(...)
Las paredes blancas y celestes, el olor a medicina, las enfermeras ir y venir por allí y por allá, el aún no tenía idea de que hacia allí sentado. ¡Conocía de cara a ese chico que aunque muy atractivo no sabía ni su nombre! Pero sentía que era lo correcto, sentía que lo adecuado era esperar allí a que despertara. Que tenía que por un deber social ver que ese pequeño este bien.
Miraba su celular cuando la enfermera lo llamo, nervioso se acercó a contestar, insistía que era extraño pero ni modo.
Enfermera: El paciente ya desperto. Sigame.
Iba a refutar algo, solo quería saber si ya despertaba, pero para cuando objetar la enfermera ya se había ido, suspiro u a paso acelerado la persiguió.
Entraron al cuarto y allí vieron al peruano susurrando maldiciones probablemente hacia su compañero de vivienda.
Enfermera: Joven Perú, su amigo está aquí.
Dio un paso hacia adentro y para cuándo quiso ver a la enfermera está ya no estaba. Que miedo.
Perú: No eres Suiza --Dijo-- ¿Que paso?
X: A-Ah... No, no soy esa persona...eh..mi nombre es Italia, en la fiesta perdiste la conciencia así que te traje aquí.
Perú: No recuerdo eso...--Susurra-- Gracias.
Italia: no es necesario que lo agradezcas, es un deber ciudadano y moral ayudar a los demás. Igualmente, sería cruel dejarte a la merced de un montón de degenerados.
Perú: Es un deber pero no todos lo hacen...--Sonríe-- eres de la universidad.
Esa sonrisa...
Italia: Si, facultad de derecho. ¿Tu? Me da la impresión de que ya nos habíamos visto en el campus.
Perú: Jajaja si, fuiste al primero que vi, soy Perú, facultad de medicina.
Se la regreso, esa sonrisa ladina.
Italia: Medicina --Sonríe-- increíble, eres todo un cerebrito entonces.
Perú: Vamos no es tanto así. Jajaja
Italia: Claro que lo es.
Se acercó, el peruano palmeó su cama dándole permiso para que se sentará, y así lo hizo.
Perú: Derecho wow. Intuyo que te gusta leer.
Italia: Obviamente, pero no soy el único ¿No?
Perú: Jajajaja es verdad, ambos leemos hasta morir ¿No?
Italia: Exactamente --Sonríe-- Perú, puedo preguntar¿Que paso?
Perú: --Suspira-- jaja ¿vas a interrogarme? --Bromea--
Italia: --Rie suavemente -- Así es, colabore por favor, de lo contrario tendré que retenerlo.
Perú: Bueno bueno --Sonríe-- jaja, haber...mi amigo me convenció de venir, dijo que estaríamos en el departamento a las 11 cosa que como usted sabe no fue así. Me dejó solo, y él tenía las llaves
Italia: Entiendo, dígame más.
Perú: Jajajaja bueno, un sujeto estaba molestandome y me ofreció una bebid-
Italia: ¿¡Cómo?! ¡En que estabas pensando!
El juego había terminado para el italiano.
Italia: ¿Recuerdas como era el tipo? Dios...y es de la Universidad...tenemos que ir u demandar a ese abusivo. --Dijo-- Perú, pudieron haberte hecho algo ¿Sabes cómo es el mundo ahora? Pudieron haberte en el mejor de los casos robado ¡Pudieron abusar de ti, o quitarte algún órgano! ¿Nunca te han dicho que no aceptes cosas de extraños y más si está molestándote.
Perú: Lo se...lo sé...fue estúpido.
Italiano: Muy bien que lo reconozcas...dios, sabía que lo mejor fue haberte traído, si te dejaba allí...aún soy muy joven como para cargar con el peso de que algo te halla pasado por dejarte alli
Perú: Pero no fue así, y si eres una buena persona... mi ángel de la guarda --Sonríe--
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