Baile🔪
It's gonna be a night,
to remember 🎶
El baile de graduación, uno de los eventos más esperados por todos los alumnos desde que inician la preparatoria. El evento que marca el fin de una etapa y el comienzo de una nueva. Pasar de estudiante de preparatoria para convertirse en universitario. Un evento que indica que has alcanzado una meta más, no importa si tuviste buenas o malas calificaciones, has logrado subir al siguiente escalón y eso se debe festejar a lo grande.
Como dice la canción: va a ser una noche para recordar.
🔪🔪🔪
—¡Mamá! No encuentro mi arete —debía apurarse, Jannik no tardaba en llegar por ella.
Daphne revolvía el joyero donde estaba segura había dejado todos los accesorios que usaría para esa noche. Molesta cerró el joyero y se fue a revisar los cajones del buró que tenía junto a su cama. Unos segundos después su madre entró a la habitación y fue directo al joyero que tan solo un momento antes su hija había estado revisando. Lo abrió y de inmediato la bailarina comenzó a girar al ritmo de Kiss the rain.
—¿Es este el arete? —Daphne giró su rostro y vio el accesorio que su madre sostenía. ¿Cómo es que las madres siempre encontraban todo?
—¡Sí! —emocionada fue hasta ella, tomó el arete y se lo colocó —. No sé qué haría sin ti. —Le dio un breve abrazo.
Rápidamente fue a prender el aro de luz y con su celular grabó varias veces la misma secuencia para el video de Tik Tok que haría con las animadoras. Revisó la grabación que más le gustaba y se la envió a Joss para que hiciera el recopilado de los videos que cada una grabó.
El timbre sonó en toda la casa. La señora Fontana, que había optado por volver a usar su apellido de soltera una vez que se divorció, se adelantó para bajar y recibir a Jannik quien se encontraba a la entrada de la casa vistiendo un impecable traje negro, una camisa blanca y una corbata rosa que combinaba a la perfección con el vestido de Daphne.
La chica se dio una última mirada en el espejo de su cuarto, tomó su celular y con mucha tranquilidad, o al menos eso intentaba aparentar, bajó hasta la sala donde Jannik y su madre platicaban animadamente. Una vez juntos, la señora Fontana no pudo contener la emoción de tomarle un par de fotos a los graduados, hacían una pareja hermosa.
Ambos jóvenes llegaron hasta la preparatoria y se dirigieron al gimnasio. Desde la entrada del mismo comenzaba la decoración que el comité organizador se había encargado de colocar un día antes. Consistía en cientos de globos, luces de colores, confeti y adornos acorde a la fiesta de graduación. Ya había bastantes alumnos bailando en medio de la pista que montaron al centro del gimnasio y algunos más se encontraban platicando en las mesas que había alrededor. Al fondo, sobre un escenario improvisado, se encontraba el DJ encargado de poner la música.
—¡Daphne estás preciosa! —una emocionada Joss enfundada en un vestido negro llegó hasta su amiga y le dio un abrazo.
—Gracias Joss, tú también estás hermosa —su vista se posó en el novio de su amiga que se encontraba unos pasos detrás de ella.
No hizo ni el intento por saludarlo y Greg tampoco tenía intención de hacerlo. El chico llevaba un traje negro, con camisa de vestir negra, sin corbata y usando unos converse como su calzado. Sin duda no sabía nada sobre cómo se debía vestir para una ocasión como esa, pensó la rubia. Daphne lo ignoró y continuó platicando con su amiga.
—¿Ya votaste por el rey y la reina del baile? Estoy tan nerviosa —tomó las manos de su amiga, emocionada, y comenzó a darle suaves apretones.
—Por supuesto, todas las animadoras hemos votado por Jannik y por ti. También Greg votó por ustedes, ¿verdad amor? —dirigió su mirada al chico. Este mantenía su atención en cualquier parte, menos ahí. —Ya sabes cómo es —le sonrió a su amiga a modo de disculpa.
—Iré con el equipo un momento. Ya vuelvo. —Jannik fue hasta donde estaban sus amigos.
—¡No tardes! —gritó Daphne —. ¡Asegúrate de regresar para la coronación! —El chico ni siquiera se volteó a verla, solo hizo un ademán con la mano para restarle importancia.
🔪🔪🔪
—¿Pueden creerlo? Por fin hemos terminado este infierno llamado preparatoria —uno de los corredores tenía en su mano un vaso de ponche.
—No más jugar en ligas pequeñas. Ahora vamos a por las ligas mayores —comentó emocionado uno de los receptores.
—¿Pero saben qué es lo mejor de todo esto? —Jannik se colocó junto a Matt —. Chicas, chicas universitarias por montones —una enorme sonrisa adornaba su rostro.
—¡Oh sí! —gritaron todos los chicos al unísono y comenzaron a chocar palmas y darse empujones amistosos.
—Hey, hey, con cuidado —Matt se alejó un poco. Todos se detuvieron para observarlo —. Podrían dañar la sorpresa de la noche —abrió la chaqueta de su traje y con una enorme sonrisa les mostró lo que tanto intentaba cuidar.
Todos los chicos comenzaron a festejar emocionados, nuevamente chocaron palmas.
🔪🔪🔪
—No puedo creer que la gente no sea capaz de leer y colocar en la caja correcta la boleta de votación para rey y reina de la noche —molesta, se cruzó de brazos en su lugar.
—Señorita Reynolds, parece que no estuviera muy contenta de estar aquí —comentó Audrey mientras se ajustaba sus gafas sobre el puente de su nariz.
—Por supuesto que no lo estoy —rodó los ojos —, ¿quién querría pasar la noche del sábado cuidando a un montón de adolescentes que ni siquiera saben cómo divertirse?
Con una de sus manos señaló a los jóvenes que se encontraban sentados en algunas de las mesas alrededor de la pista del baile.
—Aún recuerdo mi fiesta de graduación —un brillo especial llegó a su mirada —, fue perfecta. ¿Y sabes qué lo hizo aún más perfecta? —dirigió su mirada a la chica a su lado, esta negó —. Yo fui coronada como reina del baile.
La chica le sonrió en respuesta mientras abría cada urna y se aseguraba de clasificar los votos en la urna que le correspondían. Algunos chicos del equipo de football se acercaron a la mesa para dar sus votos.
—Buenas noches señoritas —les sonrió uno de forma muy seductora.
—Entrenadora Reynolds, es un deleite para nuestros ojos tenerla por aquí esta noche —mencionó otro.
La mencionada sonrió halagada, Audrey no pudo evitar poner una cara de desagrado que trató de ocultar buscando más boletas para que los chicos pudieran llenarlas.
Mientras los jugadores distraían con sus comentarios tanto a Audrey como a la entrenadora, un alejado Matt se acercaba sigilosamente hacia el área donde estaba el ponche. Tomó un vaso y comenzó a servirse, le dio un trago a su bebida mientras se aseguraba que nadie estuviera mirando en su dirección. Durante su escaneo, su mirada se cruzó con la de una chica de ojos rasgados y cabello negro que lo observaba desde el otro extremo del gimnasio.
A Matt le pareció que Blue se veía muy linda con su vestido azul marino, pero eso es algo que jamás le diría en voz alta. Después de unos segundos, la chica rompió el contacto visual y le dio la espalda. Matt nuevamente observó a su alrededor, nadie lo veía.
Ágilmente abrió su chaqueta y de ahí sacó la botella de alcohol que había estado escondiendo, vertió el contenido en el ponche y después se agachó para levantar el mantel que cubría la mesa y detrás de este, ocultar la botella. Se irguió en su lugar y con el cucharón meneó un poco el ponche para que se mezclara bien con el alcohol. Se volvió a servir en su vaso y dio otro sorbo. Perfecto.
🔪🔪🔪
La música sonaba fuerte por todo el lugar. La mayoría de los adolescentes estaban bailando, ya fuera con la pareja con la que asistieron o con sus grupitos de amigos.
—Chicas, ¿ya vieron? —Daphne veía su celular y se lo mostró a sus amigas —. El tiktok que hicimos esta tarde ya tiene más de quince mil vistas —todas chillaron emocionadas.
—¿Estás lista para grabar el tiktok que muestre tu triunfo como la reina del baile? —le preguntó Joss.
—Por supuesto, no puedo esperar a que anuncien a los ganadores.
—No deben tardar mucho, al parecer ya están contando los votos —una de las animadoras señaló a donde se encontraban Audrey y la entrenadora.
—Ahora vuelvo chicas —Daphne se marchó.
Caminó hasta la mesa de votaciones.
—¿Cuánto falta para que terminen de contar los votos? —se paró firme frente a ellas.
—No mucho, solo estamos haciendo una segunda revisión para asegurarnos que estén bien las cuentas —respondió Audrey.
—Confío en que sabes contar muy bien Audrey, no por nada eres la número uno de la clase —un ligero tono de burla se asomaba en sus palabras.
—Si no nos desconcentraras, Daphne, podríamos terminar más rápido —reprochó la entrenadora.
—Por supuesto —le sonrió con falsedad —, pero aún falta mi voto —tomó una boleta y marcó su respuesta, misma que depositó en la urna —. No olviden contar el mío —les guiñó un ojo y se marchó.
—No tienes idea de lo feliz que soy de saber que esta será la última vez que veré a la insufrible de Daphne Rino —cuánta razón había en sus palabras.
La entrenadora tomó la boleta y estuvo a punto de romperla, pero Audrey la detuvo y se la quitó.
—Señorita Reynolds tranquilícese.
—Termina de contar los votos, iré por un poco de ponche. Todo esto me está ocasionando una jaqueca.
La mujer se marchó y la chica terminó de hacer el trabajo que le habían asignado. Una vez que tuvo los resultados los anotó en una papeleta y se dirigió a buscar al director Hicks.
La entrenadora bebió del ponche y se sorprendió de descubrir que alguien había puesto alcohol en la bebida.
—Bueno, parece que después de todo sí saben cómo divertirse estos adolescentes —se terminó de un trago su bebida y se sirvió más.
🔪🔪🔪
Era él, ¿o dentro del gimnasio se sentía mucho calor? El director Hicks sacó el pañuelo blanco que llevaba en el bolsillo de su pantalón y con él se limpió las gotas de sudor que se habían formado en su frente, aunque terminó pasándolo por toda su calva. Miró la hora en su reloj de muñeca, ya iban a ser las diez de la noche, solo un poco más y la pesadilla de estar ahí, rodeado de gente, terminaría.
El hombre se encontraba cerca de la salida de emergencia que estaba junto al improvisado escenario, esto porque era el área más solitaria dentro del inmueble. Además, desde ahí tenía vista a casi todo el lugar y podía monitorear a los estudiantes. Una graduación más, como todas las que había vivido siendo profesor y ahora director del plantel educativo. Una noche bastante tranquila.
—Solo un poco más Gavin, solo aguanta un poco más —se repetía a sí mismo —. El momento llegará pronto.
Vio cómo se aproximaba hasta él, Audrey Wanner, la alumna que sería nombrada como la número uno de su generación en los próximos días durante la ceremonia de graduación donde estarían presentes los padres de familia.
—Director Hicks, le traigo los resultados de la votación para nombrar al rey y la reina de esta noche —le extendió la papeleta con los nombres de los ganadores.
—Gracias señorita Wanner. En un momento más haré el anuncio. ¿Podría traerme las coronas y bandas por favor? Están en mi oficina —le entregó el juego de llaves.
—Por supuesto, en seguida las traigo.
La chica salió del gimnasio y cruzó todo el plantel hasta llegar a la oficina del director. Le costó un poco encontrar la llave que abría la puerta, pero lo consiguió. Sobre el escritorio estaba la caja donde guardaban los accesorios para la coronación. Tomó la caja y salió de lugar para regresar hasta el gimnasio. El edificio principal estaba en completa oscuridad, se dijo a si misma que cuando terminara la ceremonia de coronación se iría a fumar un cigarrillo al baño que estaba cerca de la entrada principal. Seguro ahí nadie se daría cuenta.
—Aquí están las cosas, director.
—Muchas gracias, ahora ve y diviértete con tus compañeros.
La chica se marchó en busca de sus amigos. La música y el baile no habían parado en toda la noche, incluso el DJ se veía bastante entretenido haciendo la mezcla de música.
El director subió junto al DJ y dejó la caja en el suelo. Le pidió que detuviera la música y encendió el micrófono. Para asegurarse que se escuchara dio un par de golpecitos y comenzó a contar.
—1, 2, 3 ¿Me escuchan? —un sí general se escuchó en todo el lugar —. Espero que la estén pasando muy bien, que estén disfrutando de su fiesta de graduación. Es una noche importante para todos y ha llegado el momento de anunciar al rey y la reina del baile.
Daphne apretaba las manos de su amiga Joss, sabía que iba a ganar, pero aún así no podía evitar sentir nervios. A su alrededor se encontraban las animadoras y todos los chicos del equipo de football, junto con Jannik.
—Para rey del baile de graduación, tenemos como ganador al capitán y mariscal de campo del equipo de football: Jannik Yale —leyó.
Gritos de emoción y aplausos se escucharon en todo el lugar. Sus amigos festejaron dándole abrazos y palmadas. Jannik fue hasta el escenario y se colocó junto al director, una vez ahí el hombre le colocó la corona de rey y la banda en diagonal donde se leía Prom King.
—Para reina del baile de graduación, tenemos como ganadora a la líder del equipo de animadoras y presidenta del consejo estudiantil: la señorita Daphne Rino.
Nuevamente gritos de emoción retumbaron en todo el lugar. Joss se tiró sobre su amiga y la abrazó fuertemente. Ahora fue el turno de Daphne de dirigirse hasta el escenario y al igual que con Jannik, el director le colocó la corona y la banda en la que se leía Prom Queen.
—Felicidades Daphne —le susurró el hombre al colocarle la corona.
—Gracias Gavin.
—Permitía que me llamaras Gavin cuando salía con tu madre y cuando no estábamos dentro de la institución. Ya no salgo con tu madre y estamos en la escuela, así que para ti soy Director Hicks —refutó.
—Como diga, Director Hicks —le sonrió con burla.
El hombre tomó nuevamente el micrófono y anunció que los nuevos reyes harían su primer baile. Ambos chicos fueron hasta el centro de la pista y al ritmo de una canción suave comenzaron a bailar. Daphne rodeó el cuello de Jannik y este puso sus manos alrededor de la cintura de ella.
—Ganamos.
—Ganamos —repitió la chica.
—Es una pena que ya no seamos pareja, ¿no crees? —un ligero tono de tristeza se notaba en su voz.
—Oh por favor, Jannik, hemos hablado de esto varias veces. Incluso esta mañana y ayer y el día antes de ese y todos los días desde que terminamos —sonaba fastidiada, pero de su rostro no se borraba la sonrisa.
Todo mundo los estaba mirando, había que mantener las apariencias.
—Ya lo sé Daphne, hemos hablado de esto, pero...sigo sin poder aceptar que hayamos terminado y no me hayas dado una razón válida.
—Ya te lo dije, necesito enfocarme en otras cosas.
—¿Y esas cosas no me involucran?
—No —respondió tajante.
Terminaron de bailar el resto de la canción y los demás graduados se les unieron en la pista para seguir disfrutando de la noche.
—Por favor Jannik, no hagas que esta noche se convierta en una pesadilla. Pasémosla bien y divirtámonos, ¿sí? Es más, vamos a tomarnos unas fotos de recuerdo con nuestras coronas a la cabina de fotos. Anda, di que sí.
Jannik resopló en respuesta, pero terminó aceptando y la acompañó hasta la cabina de fotos.
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