Addict
¿Quién dice que las drogas son malas? Todos por supuesto piensan y asocian el término "droga" con sustancias que se ingieren y causan diversos efectos secundarios, tales como alucinaciones, placer, mareos... etc.
Pero supongo que ya saben eso, así que vayamos al grano. Una droga no puede ser solo ese tipo de sustancias como la "cocaína", la "marihuana", la "heroína" por dar unos ejemplos.
¿Por qué menciono eso? Porque las drogas ocasionan adicción, pero la vida nos ha enseñado que no solo las drogas pueden volverse algo a lo que seas adicto, puedes ser adicto a las apuestas, puedes ser adicto a los videojuegos, puedes ser adicto a algo que te encante. No obstante, ¿ustedes creen que una persona se puede volver la adicción de otra?
Yo no lo creo. Para mí, es simplemente imposible que una persona se vuelva una adicción de otra.
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Nino Nakano, conocida por el peliazul como la chica "más fría que había conocido".
Esto debido al trato que ella tuvo hacia él desde el momento en el que se conocieron:
Flashback
-¡Eres un maldito acosador! Aléjate de mí y de mis hermanas.-
-¿Eres estúpido? ¿Qué parte de desaparecer de nuestras vidas no entiendes?-
Fin del flashback
Esas frases y otras más, eran algunas de las que la pelirrosa había usado contra el peliazul, con la excusa de querer proteger a sus hermanitas.
Pero todo comenzó a cambiar, la noche del festival, cuando ella vió todo lo que el chico hizo por ella y sus hermanas para poder reunirlas a tiempo para ver los fuegos artificiales, aunque no lo haya logrado al 100, supo lo mucho que se esforzó y eso fue lo que provocó que algo comenzara a despertar dentro de ella.
Al principio, fue un sentimiento de compañerismo, el saber que de una u otra forma, él podría llegar a estar para apoyarlas en lo que necesitaran, la llenaba de tranquilidad.
Luego, ese sentimiento fue cambiando y evolucionando, al punto de llegar a ser su "amiga".
-¿Por qué últimamente pienso tanto en ese idiota? Últimamente siento que busco su aprobación y de veras que no entiendo por qué...-
Esas ideas, pasaban constantemente por la cabeza de la chica, quién trataba de descubrir el motivo de esos pensamientos.
El amor sin dudas, es un sentimiento complicado. Puedes amar a alguien sin saberlo, puedes desear estar con una persona, pero al mismo tiempo no saberlo. Es un maldito juego mental en el que tienes 3 opciones: no involucrarte, arriesgar todo y ganar o arriesgar todo y perder.
Realmente no suena para nada tentativa la última opción, ¿a quién le gusta perder?
A Nino en definitiva no. Ella detesta perder, ella odia sentirse débil y perder. Ella odia tener que depender de otras personas.
Pero al mismo tiempo, es una chica muy orgullosa. Ella preferiría perder antes que tener que depender de otra persona para poder ganar. Eso le molestaba muchísimo.
Últimamente, se sentía bastante estresada, cuando esto sucedía, la chica tenía 2 maneras en las que podía desestresarse, una de estas era pasando tiempo de calidad con sus hermanas.
Y la otra... bueno, era una de la cual no estaba orgullosa. Una actividad que para unos era mala, para otros un escape de la realidad y para otros tantos algo indiferente.
Cada vez que la chica se sentía agobiada, solía fumar. Para algunos puede parecer lo más normal del mundo, para otros no.
La chica tuvo su primer encuentro con la nicotina a la edad de 13. Estaba demasido joven como para haber empezado a ser una fumadora, sin embargo, la presión social de sus amigas la había llevado a probar dicha sustancia.
Y para desgracia de sus pulmones, le había agarrado el gusto a dicha sensación.
-Jaaa, esto es de lo mejor.- dijo mientras exhalaba humo.
La chica ahora se encontraba sola en un parque, ella podía sentir la mirada acusadora de varios adultos, así como los comentarios que hacían respecto a lo que ella hacía, sin embargo, los ignoraba completamente, mientras no hubiera alguna autoridad que le hiciera bronca por andar fumando aunque no tuviera edad legal, le valía lo que dijeran.
Cada vez que se sentía ansiosa, fumaba. Cada vez que sentía temor, fumaba. Cada vez que sentía ira, fumaba. El cigarro era su mejor amigo y su compañía en los momentos de duda.
Por supuesto, las chicas no estaban enteradas de este hábito.
-Tsk, ya se terminó. Ya que, mejor volveré a casa.-
La chica ingirió unas mentas para poder tratar de ocultar un poco el aroma que el cigarro dejaba.
Pero cuando estaba volviendo a su hogar, se topó con quién menos deseaba ver en esos momentos, el motivo de que sus pensamientos fueran un desastre total: Fuutarou Uesugi
Su corazón empezó a latir como loco, ella sintió cómo algo se revolvía dentro de su estómago, pero ella no entendía el por qué de eso.
Al verlo bien, se dió cuenta de algo. El chico estaba empapado, ¿por qué caminaba con tanta tranquilidad entonces?
-Ese idiota, solo me da más trabajo- dijo con molestia
La chica se acercó a él y tocó su hombro, esto provocó que el chico volteara y se sorprendiera
-¡Ni-Nino! ¿Qué-qué haces por aquí?-
-Eso debería preguntarte yo idiota, estás todo mojado. Ven conmigo, te daré agua caliente, te vas a resfriar si sigues así, aclaro que lo hago porque verte enfermo no nos trae cuenta, a ninguna-
El chico asintió y simplemente se dejó arrastrar por la chica.
Por un momento, el chico sintió olor a humo, pero al voltear a ver se dió cuenta que había un adulto fumando a plena luz del día, así que no le tomó importancia
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La pelirrosa ahora se encontraba derramando varias lágrimas, ¿por qué? Bueno, es porque acababa de escuchar la conmovedora reunión que tuvo Fuutarou con "Rena".
-Ya Nino, deja de llorar, no es para tanto.- dijo con molestia
-¿Cómo no va a serlo? Es... conmovedor, simplemente mueve mi corazón- respondió aún con los ojos cristalizados.
-¿Tienes corazón?-
-Idiota... es solo que me parece triste, estuviste enamorado de esa chica por 5 años y se desvaneció dejandote atrás...-
El chico simplemente bajó la mirada, no sabía bien qué debía decir...
-Je, no te preocupes por eso. Estoy seguro de que en algún lugar de este mundo, hay alguna chica a la que le guste un insensible y grosero como tú.- dijo mientras señalaba al peliazul
Por una fracción de segundo, Nino pudo ver cómo un rayo de esperanza aparecía en los ojos de Fuutarou, lo cual hizo sentir un poco de ¿tristeza? en la chica
-Perdón... por lo del otro día- mencionó ella
Fuutarou vió una oportunidad. ¿Significaba que podía disculparse con Itsuki y volver? Debía aprovechar ese momento
-No te preocupes... mejor discúlpate con Itsuki- mencionó
La pelirrosa se dió la vuelta "molesta" e hizo un puchero
-¡No lo haré!-
-Ugh, sabía que no podía ser tan fácil... ¿por qué no lo haces?- preguntó con molestia
-No parece ser ella... es como si ya no la reconociera... para ser sincera, realmente se siente cómo todo cambió hace cinco años... las chicas comenzaron a avanzar, nos distanciamos ligeramente... pero el verdadero problema, fue que yo sentí cómo me quedaba atrás, sentí cómo me dejaron abandonada junto con nuestro nido de quintillizas...- la chica realmente se sinceraba con el peliazul, el chico por su parte, solamente analizaba las palabras, puesto que no sabía bien qué decir.
Sin embargo, no tuvo que decir nada puesto que Nino siguió hablando...
-No lo sé... pero siento que podría pasar página si pudiera ver a Kintaro otra vez... realmente no puedo olvidarme de él...- mencionó ella
-Esta es mi oportunidad.... ¿Y si te dijera que puedes volver a verlo?-
La chica volteó a ver al peliazul con sorpresa, sus ojos tomaron brillo y sus mejillas se colorearon de un rojo suave.
-Mierda... tengo 2 opciones. Opción A: Fingir de nuevo que soy Kintaro y seguirle el juego hasta que me odie o me olvide... y opción B: Revelarle todo y pedirle perdón...-
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Justo ahora, Nino se encontraba con "Kintaro". La chica tenía agarrada la mano del "rubio" mientras sonreía
-Si vuelves a fallarme, no te lo perdonaré- mencionó con una sonrisa.
Luego de decir eso, la chica le colocó una pulsera, la misma que "Kintaro" le había dado en el campamento, la noche del baile de la fogata cuando la salvó de caer.
El chico no supo que responder, así que solo atinó a sonreírle coquetamente de vuelta. Luego de eso, Nino salió al balcón y llamó a Fuutarou
-Uesugi, ¿Kintaro no odia los profiteroles verdad?-
-No, creo que le encantan- respondió
La chica colgó y volvió a entrar, trató de comenzar a coquetear un poco con él, pero le salió muy mal.
-A la mierda, no puedo seguir soportando esto.... Oye Nino...-
-¡Me llamó por mi nombre! ¡Oh por Dios... me siento tan feliz!- pensaba la pelirrosa
Aunque esa felicidad se vió destrozada cuando pudo ver cómo Kintaro se quitaba el ¿pelo?
-Oye oye, ¿qué está pasando...?- decía mientras su mente maquinaba mil y un cosas
-Nino... yo...-
-¡No puede ser quien creo que es! ¡Me niego completamente a eso!- pensaba ella
Lo lamento mucho...
El chico retiró completamente su peluca, revelando así que su pelo era azul. Ese chico, reveló su verdadera identidad, Fuutarou Uesugi.
-No... esto no es posible, ¡me niego a aceptar eso!- dijo la chica al borde de las lágrimas
El peliazul se trató de acercar, pero lo único que recibió de parte de la chica fue una gran cachetada
-¡Aléjate de mí bastardo! ¡Largo! ¡Fuera de aquí!- gritó con dificultad, puesto que sentía que iba a romper en llanto en cualquier momento
El chico por su parte le hizo caso, puesto que sabía que razonar con ella en ese momento iba a ser completamente imposible
-Nino... perdóname, en verdad lo siento.- dijo mientras se retiraba
Cuando la chica escuchó cómo la puerta se cerraba, terminó de romperse
Se arrodilló y comenzó a llorar amargamente, realmente le dolía mucho toda esa situación.
¿Por qué se había enamorado de ese imbécil?
Luego de llorar un poco, logró calmarse y fue a buscar su bolso. Lo tomó y sacó dos objetos, una caja de cigarros y un encendedor. ¿De donde los conseguía? Pues simple, había una tienda donde no les importaba si la persona que compraba tenía edad para fumar o no.
En Japón, la edad legal para fumar es de 20 años, por lo que a la chica le faltaban 3 para llegar a la edad legal.
La chica salió al balcón y encendió el cigarro. Mientras lo consumía, sentía una sensación increíble en su pecho, aunque al mismo tiempo sentía cómo algo más ardía.
Ese era su corazón, su corazón ardía por lo que había sucedido.
Un par de lágrimas traicioneras descendieron por sus mejillas.
¿Por qué dolía tanto?
Tras terminar el cigarro, la chica se recostó en el balcón mientras el frío de la noche la abrazaba.
-Estúpido Uesugi...-
Sin darse cuenta, un sentimiento que esperaba una oportunidad para florecer, por fin había encontrado esa abertura.
Un sentimiento de amor. Uno que 2 de las Nakano habían desarrollado ya, ahora lo adquiría ella.
El amor puede ser engañoso, muchas veces las personas tienden a confundir amor con admiración.
Nino admiraba al chico en secreto, admiraba lo dedicado que podía llegar a ser, pero a la vez detestaba eso de él. Ni siquiera ella misma se entendía bien.
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Las quintillizas se habían reconciliado, aunque Nino seguía sin dirigirle palabra a Fuutarou, solo lo hacía cuando era estrictamente necesario, pero había un problema...
Conforme pasaba el tiempo, sentía cómo cada vez le hacía más y más falta, a tal punto que no era la misma, actuaba diferente aunque no lo notaba.
Era más cortante, se enojaba con más facilidad y esto era notado por sus hermanas, pero para evitar cualquier otro conflicto, evitaban decir algo.
La chica ahora estaba viendo el cielo, en la terraza de su hogar (aún no se han ido a vivir al otro apartamento) y mientras lo hacía, trataba de pensar en todo lo que estaba sucediendo
Mientras hacía eso... recordó algunas de las cosas que le decían sus amigas en la escuela:
-¡Cuando lo veo, siento cómo se acelera mi corazón, se vuelve loco completamente!-
-Paso día y noche pensando en él, al principio era solo como curiosidad, luego eso cambió... es difícil de explicarlo-
-Debes entenderlo, hay diferencia cuando te gusta alguien y cuando amas a alguien, si amas a una persona, te interesa todo lo que hace, todo lo que dice, deseas estar siempre junto a esa persona, te sientes perdida si estas lejos de esa persona... y podría seguir...-
-Pienso siempre en él... quiero estar a su lado en todo momento... quiero conocerlo más, me preocupa cómo está... mierda...- dijo Nino
La chica cerró los ojos y pensó en todos los momentos que habían pasado hasta la actualidad y se dió cuenta de algo.
En todos aquellos recuerdos que ella atesoraba, él siempre estaba presente.
-Eso no es casualidad... ¿no es así?-
La chica comenzó a tararear una canción que había escuchado
-Te odio un montón, también te quiero...Mi indeciso corazón... me conducirá, solo a ti...-
Mientras tarareaba la letra, automáticamente tuvo una imagen del peliazul, a cada segundo se le hacía más y más claro.
Tras meditarlo por unos minutos, llegó a una conclusión a la cual pensaba que jamás llegaría.
A ella le gustaba ese imbécil.
No habían más explicaciones, se había enamorado... no, era algo incluso más exagerado y fuerte.
La sensación que tenía cuando pensaba en él, le generaba el mismo placer que el tabaco. Algo que jamás había sucedido desde que empezó a fumar.
-Es oficial... yo... Nino Nakano, admito que estoy enamorada de ti... no, es más fuerte...
Yo soy adicta a ti, Fuutarou Uesugi.
Y voilá. Es un one-shot bastante "corto" a mi parecer, pero fue bonito escribirlo.
¿Qué dicen? ¿Les gustaría ver esto como historia?
Dejen sus comentarios y lo tendré en cuenta.
En fin, el siguiente será un one-shot de Fuutarou x Ichika.
¿Qué les pareció el one-shot?
Yo me despido por ahora y les deseo lo mejor.
-Writer_Bryan
Que bonita es el tren sin frenos...
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