¿Qué somos?, parte 2
No todos los momentos eran buenos, eso estaba más que claro, y viajando entre mis recuerdos, llegué a otro momento en dónde las cosas entre Jungkook y yo habían estado tensas, bastante.
—Me dices malo, cuando eres tú la que no quiere terminar con un infeliz e ignoras mis palabras. Es un posesivo de mierda, Lia, no deberías estar con él. Déjalo de una buena vez.
Había logrado tener mi primer novio, pero las cosas no habían resultado como tanto había soñado. Mi corazón estaba latiendo por Jungkook, quien estaba a miles de kilómetros, a pesar de que a mi lado tenía un chico que parecía solo querer tratarme a su gusto. Había buscado una forma de olvidar al chico a kilómetros de distancia, pero en su lugar solo había conseguido a un patán.
—Lo siento —fue todo lo que pude decir.
¿Qué más podía agregar? Sabía que había hecho mal las cosas.
—Cualquiera dice eso. Tan solo son palabras —se notaba cabreado. No lo culpaba, había buscado consuelo en él, incluso si suponía que tenía a alguien junto a mí—. Solo quiero que te cuides porque yo no estoy ahí por si te hace algo. Hay muchas formas de demostrar que quieres a alguien, pero él no te quiere con nadie más cuando perfectamente él podría estar con otras. ¿Por qué te sigues obligando a estar en una relación que no llega a nada? Abre los ojos, por Dios.
—Si termino con él, tengo miedo de sentirme más sola de lo que estoy.
Las cosas en casa no estaban muy bien, y principalmente por mi culpa. Había discutido con mis padres por estar con un chico que al final parecía solo ser un sustituto para mi corazón que anhelaba a alguien que estaba a miles de kilómetros.
Me sentía como la mala de una película.
Y no lo era, pero en mi cabeza no lo podía dejar de repetir. Solo tomaba malas decisiones, una tras otra. Era como si no hubiera podido parar ese ciclo.
—No estás sola. Debes tener la voluntad de buscar a alguien mejor, alguien que sí te sepa amar como mereces.
Algo en mi interior se sintió triste. Mucho más triste que cuando habíamos iniciado la conversación varios minutos atrás. Aunque estuviera enojado, aunque viera que estaba haciendo todo mal... No podía creer que se preocupara por mí. ¿Siquiera lo merecía?
—Yo no sé buscar... No me quiero quedar sola.
—No estarás sola, Lia. Me tendrás a mí. Sé que no es lo mismo y tampoco es la gran cosa, pero algo es algo.
Mi corazón se aceleró mucho, mis mejillas se calentaron y aguanté la respiración para que ni siquiera mi respiración me delatara.
—Gracias, Jungkook. Aunque tú sabes que debes seguir tu propio camino.
—Que esté en tu camino no significa que el mío se quedará solo. Los podemos unir en algún tramo, ¿no piensas lo mismo?
Mis ojos se pusieron llorosos. Me costaba aceptar que él fuera el dueño de mis pensamientos, pero por más que lo intentaba, esos sentimientos hacia él seguían rondando por mi cabeza y corazón.
Era muy bueno conmigo, más de lo que pensaba merecer.
—Ya me dieron ganas de llorar. A veces seguir es tan difícil...
—Si necesitas llorar, solo hazlo. Es parte de sentir —su voz fue más suave que antes—. Y si sientes que ya es mucho... Imagina que te abrazo. Es más, aunque ahora estemos lejos físicamente, te estoy abrazando.
Y aguantar las lágrimas fue imposible. Mis sollozos invadieron la línea telefónica, y él simplemente se quedó escuchándome. Quería que estuviera conmigo aunque fuera un capricho adolescente, aunque a mis diecisiete años no supiera nada de la vida y estuviera cegada por un enamoramiento imposible con alguien de quien conocía más que nada la voz por sobre su rostro.
¿Cómo podía tener sentimientos por él a quien no conocía del todo? Mi corazón no entendía de razón y solo se dejaba llevar por la atención que me daba.
—Quiero estar contigo. Me gustaría que este abrazo que siento, fuera de verdad y no algo que me invento. ¿P-por qué no podemos conocernos en persona de una vez..? Quiero verte, no solo escuchar tu voz.
—También me gustaría, Lia. Pero es difícil. Tal vez más adelante, cuando tenga un lugar propio y te pueda invitar a quedarte sin que nadie nos moleste o haga preguntas...
—¿Lo prometes?
Hubo un momento de silencio.
—Lo prometo.
***
Y aunque pensaba que las cosas ya no podían ir peor, seguir haciéndonos los tontos no sirvió de nada. Cada esfuerzo era en vano si al final del día regresábamos a hablar como si fuera la primera vez.
—¿Cómo está tu hermana? ¿Qué tal está el bebé?
—Los dos están bien. Debo admitir que la pequeña criatura se ha puesto como todo un bebé tierno. Cuando nació no era para nada lindo.
Ya habían pasado varios meses, y aunque hablábamos con frecuencia, las cosas estaban incómodas desde que había hecho una estupidez de la que me arrepentía cada día. Haber llorado tras la línea siendo una adolescente no había sido la gran vergüenza de mi vida, también había hecho algo mucho peor.
—A veces imagino que estás encima de mí —con unos tragos encima, me sentí libre de soltar la lengua cuanto quisiera—. Ojalá mi primer beso hubiera sido contigo, y no con ese patán que me trató como quiso... La última vez que nos vimos, quise saltar a tus brazos, pero como siempre, te hiciste el tonto.
—¿Estás borracha, Lia? Estás diciéndo cosas de las que te vas a arrepentir después. No sigas y ve a dormir.
—Eres tan cobarde... No sé porqué me gustas tanto. Quiero olvidar lo que siento por ti desde hace tanto... Pero mis sentimientos cada vez me superan más.
Sacudí mi cabeza, intentando ignorar ese episodio que me tenía constantemente mordiéndome las uñas. No podía retroceder el tiempo para actuar de otra forma y cambiar lo que había hecho, pero lo deseaba con todas mis fuerzas.
La Kang Lia adolescente no estaba siendo muy diferente a la adulta que seguía detrás de ese amor imposible.
¿Qué había entre nosotros? ¿Por qué ninguno podía aceptar sus sentimientos o simplemente rechazar al otro con palabras claras? Seguíamos en la misma incertidumbre que había atormentado a nuestros yoes adolescentes. Era como una competencia de quién duraba más haciéndose el tonto, aunque parecía que Jungkook iba ganando por poco.
—Le enviaría un regalo a tu sobrino, pero tal vez sea raro que una extraña envíe algo.
Tras la línea, pude sentir un suspiro de su parte. Un suspiro cargado de sentimientos, aquellos que no decía en voz alta y de forma clara.
—No eres una extraña, Lia. Ya llevamos como diez años conociéndonos. Prácticamente eres parte de la familia, de mi familia.
Solté una risa amarga. Aunque lleváramos todo ese tiempo conociéndonos, estaba segura de que mi persona seguía oculta para todo su círculo. Al final Jungkook no era muy diferente al patán con el que había salido por primera vez, y yo tampoco era muy diferente a ellos. No tenía a nadie a quien contarle sobre él, por lo que también había sido mi secreto mejor guardado.
—¿Por qué eres así? Sabes bien que solo existo para ti... Para el resto soy como un fantasma. Se supone que somos amigos, pero ni siquiera lo podemos decir en voz alta... ¿Qué somos, Jungkook? —por fin me atreví a preguntar. La voz me quería temblar— No puedo más con esta incertidumbre... Ya me aburrí de hacerme la tonta. Te dije que me gustabas, ¿cuándo te vas a atrever a sincerarte? Si quieres acabar con esto, solo... solo...
—No sé qué quieres que te diga... ¿Que tengo miedo de enamorarme más de ti? ¿Que llevo mucho tiempo en un juego de usar a otras para olvidarte pero sigo pensando en que eres tú? Ya estamos grandes para seguir con esto, Lia, si en todo este tiempo no hemos hecho algo... Ya es tarde, ¿no crees? Consigue un novio que no sea cobarde, alguien que sí tenga los huevos para dejar todo por ti... —para cuando guardó silencio, mis manos estaban temblando con fuerza—. No deberíamos seguir hablando. Nos estamos haciendo muy mal. L-lo lamento mucho, pero tengo planes en los que ya no estás.
La tristeza se volvió rabia. No podía creer que fuera tan cobarde para no decir sus verdaderos sentimientos, pero sí tuviera la valentía para darme la cortada de esa forma. Sentí una grieta en mi corazón, incluso si eso no era posible.
—Si de verdad me quisieras, no estarías haciendo esto. Eres un insensible de mierda —solté, con un enorme nudo en la garganta—. Pudiste poner un fin hace tanto... Pero decidiste seguir dándome esperanzas hasta el final. Tus llamadas, tus palabras lindas, tus gestos...
—Tú también pudiste poner un fin antes, Lia, pero sabes mejor que nadie lo que cuesta. ¿O por qué no lo hiciste? ¿Dolía mucho, no? Solo hay que cortar con esto antes de que el dolor nos supere. Por una vez... Seamos adultos responsables.
No pude ni siquiera responderle algo de vuelta. Corté la llamada sintiendo como mi corazón se hacía muy chiquito. Estaba más herida que nunca y no tenía a nadie para refugiarme.
***
Estaba loca, definitivamente muy loca.
Jungkook me había hecho sentir más que humillada, pero ahí estaba buscando su contacto, sin poder aguantar un día más sin saber sobre qué era de él. Pero había tenido el suficiente orgullo como para esperar a que pasaran demasiados días, los necesarios para que ya pudiera decir que nuestra supuesta amistad definitivamente se había ido a la mierda.
Los dos nos habíamos ido a la mierda.
"Hola. Sé que esto es una estupidez, ¿pero sigues detrás de este número?"
Mensaje leído.
¿Sería él? ¿Acaso me iba a responder? Lo pensé por largos minutos, pero no hubo respuesta por más que mirara el chat. Una hora, luego dos... cuando pasaron diez horas me convencí de que todo había llegado hasta ahí. O no me recordaba luego de todo el tiempo que había dejado pasar o sabía quién era pero prefería no responder. Opté por pensar en que incluso era otra persona y que por ello no había dicho nada. Mi mente se quedaba más tranquila pensando en que había hecho el ridículo y que él no iba a volver a aparecer, pues incluso sin él en mi vida, sentía que ya estaba haciendo muchos estragos.
Me puse a hacer un proyecto con una de mis canciones favoritas de fondo. Ya había pasado más de un día y no había ninguna señal de ese contacto que había guardado al no poder dejarlo ir. Una amiga, la cual había hecho tiempo después de perder el contacto con Jungkook, me había dicho que él de seguro me había soltado hace mucho tiempo si no había hecho el esfuerzo de contactarme después de todo lo sucedido, y probablemente tenía toda la razón, pero no podía evitar tener un mínimo de esperanza escondida en alguna parte de mi ser.
Era difícil olvidar a alguien que había estado prácticamente los últimos diez años en mi cabeza, por no decir que era una teoría imposible. Mi corazón había ido hacia él y no sabía cómo recuperarlo.
"Hola. Hace poco cambié de teléfono y se borraron todos los contactos que tenía. Me ayudarías mucho si me dijeras quién eres, ya sabes, un nombre y no solo un saludo con tanto misterio".
Capítulo escrito por: dorasilove
Uh, quedamos a la mitad, con el corazón en la mano...
Recuerda dejar tu voto y comentarios, significa mucho para nosotras 🩷
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top