Cosas caninas, parte 1

Todos los perritos y gatitos permanencian en sus jaulas en la sala post operación mientras yo monitoreaba su estado hasta que se despertaran. Habían de muchos tamaños, colores y razas pero ninguno era como mi querida perrita Yeobo, una guapa cachorra pomerania de la cual buscábamos tener cachorros. El veterinario nos había aconsejado al menos dejarle tener una camada antes de esterilizarla pero aún no dábamos con un macho que le gustara.

Yeobo era como yo, quisquillosa con los hombres y es por ello que aún no encontrábamos el indicado. Mi madre dice que es porque no me conformo y que al parecer busco a un príncipe azul y que Yeobo aborrece a cualquier perro que se le acerque.

—Nos hablan por perlita, la perrita puddle ¿Despertó?— se asomó el veterinario de turno sosteniendo su teléfono al oído. Yo negué con la cabeza y me acerqué al canil donde aún dormía —Venga en media hora y traiga una manta— le comentó y cortó la llamada — Lia la doctora Kim te espera en el box, están vacunando a otros perritos y necesitan apoyo, yo me quedo con los post operatorios— caminé hacia el doctor y le entregué la tableta con los datos de los horarios y los pacientes.

Caminé acomodándome la coleta alta que traía e ingresé a la habitación clínica donde había un gato mañoso gritando en medio de la vacuna, su dueña una chica de 14 años lo acariciaba para calmarlo.

—Muy bien botas, te mereces un churu— la Doctora Kim apuntó la vitrina para que le diera un sobre alargado y se lo entregué a la muchacha que sostenía su gato anaranjado con firmeza del arnés.

Botas y su sueña salieron y le dieron paso al siguiente paciente.

—¡Yeontan Kim!— La doctora leyó en la planilla y volvió a entrar cuando vió a lo lejos un joven levantarse y caminar a la puerta.

—Buenas tardes— Dijo el chico con una voz gruesa y yo lo miré conteniendo el aliento.

—Buenas tardes, ese cachorrito bello debe ser Yeontan— El chico lo sostenía entre sus brazos y el perrito al escuchar su nombre comenzó a mover su colita pomposa — Lia, toma a Yeontan y déjalo en la camilla, revisarle las orejas y los dientes— La doctora se retiró hacia el lugar de las ampollas para preparar la inyección.

—¿Me lo darías?— Me acerqué al chico que era más alto que yo y lucia un jersey negro con un oso café en el centro, sus ojos tenian tantas pestañas que parecian delineados, un lunar coqueto entre sus pestañas bajas y en el costado de su labio inferior, labios gruesos y armoniosos.

—Claro, le gustan las caricias tras las orejas— Aplanó sus labios y me colocó al pequeño peludo entre los brazos.

—¡Hola Yeontan!— Le acaricié la cabeza —Te haré unas observaciones para saber si estas bien— Comencé a verlo por todos lados hasta que palpé en la zona trasera unos nudos en el cabello y me giré a ver al dueño, el chico guapo.

—¿Cada cuanto lo llevas a la peluquería o lo cepillas?— Volví mi vista a Yeontan para mirarle las orejas, todo estaba bien.

—Yo acabo de volver de un viaje. Yeontan está a cargo de mi madre y ella siempre está ocupada, ahora que estoy yo puedo cuidarlo mejor— Respondió dando mil vueltas en su relato. Parecía avergonzado.

—Tenemos servicio de peluquería si lo necesitas, podrías tomarlo y después hacer la vacunación— La doctora Kim dejó la vacuna a un costado y miró al chico esperando un sí.

—¡Claro! tengo tiempo— Sonrió y nos miró a ambas.

—Lia, encargate tu, veo que le gustas— Acarició la cabeza de Yeontan y llamó al siguiente paciente.Tomé a Yeontan en mis brazos y me acerqué al muchacho.

—Puedes esperar en la sala mientras yo tengo listo a Yeontan— Le sonreí para ser amable y él parecía solo tomar en cuenta a su cachorro que deseaba ir a sus brazos.

—Claro, yo espero— Salió del box de atención mientras yo llevaba a Yeontan a la sala de baño.

El cachorro parecía estar disfrutando del baño a pesar de que sus patitas temblaran. No le incomodaba que le limpiara las orejas y la barriguita, menos si le colocaba el shampoo encima o si se lo retiraba.

—¿Tu papi te baña así también?— Le hablaba mientras lo restregaba para sacarle el shampoo —. Tu papi es muy guapo ¿podrías pedirle que me de su nombre y su teléfono?— Me reía sola cada vez que los ojos del cachorro se posaban en mí como si pudiera entenderme —¿Sabes a quien le gustarias? a Yeobo— Sonreí pensando en mi bebé —Ella es igual a ti pero es más rubia, es hermosa— Y de pronto se me encendió la ampolleta del cerebro.

Alcé la cola de Yeontan para ver que conservaba sus gónadas, por lo tanto era un perrito fértil aún y muy guapo, de hecho era muy similar a mi Yeobo. ¿Sería acaso el mejor plan para acercarse a ese chico guapo?

Cuando Yeontan estuvo esponjosito y sin sus nudos de cabello, de rico olor y con un lindo moño que le coloqué como detalle se lo entregué al chico, completamente como nuevo, incluso se había ganado su sobre de comida húmeda por ser tan buen perrito.

Cuando salí a la sala de espera él era el único que estaba y al ver a Yeontan se levantó caminando rápidamente hacia mi.

—Es un caballero bien portado— Le entregué a Yeontan en los brazos —. Luego del baño me dejó colocarle la vacuna y se ganó un sobre de comidita y este lindo moño— Le entregué la comida mientras él miraba el moño que traía en su peludo cuello.

—Gracias por ser tan agradable con él, se nota que le caes bien— Me miró con una sonrisa y yo quedé enamorada.

—No sé tu nombre, perdón...— Lo miré rogando que me lo diera.

—¡Kim TaeHyung!— La recepcionista agitó una bolsa en el aire.

—¿Me lo sostienes por fis?— El chico me entregó a Yeontan nuevamente y caminó hasta la mujer para recoger lo que parecían ser vitaminas y volvió hacia mí con rapidez.

—TaeHyung—Tendió su mano hacia mi y la tomé con gusto. Yeontan al parecer aprobaba nuestra interacción porque me lamió la cara con gusto.

— Lia— Le respondí con una sonrisa boba —TaeHyung ¿puedo preguntarte algo?— Obvio que no era el momento ideal pero seguramente , y con la suerte que tengo, no lo volvería a ver.

—Claro— Tomó a Yeontan de mis brazos y lo acarició.

—Tengo una perrita pomerania, es igual a Yeontan y quiero cruzarla con un macho— Respire profundo —Noté que aún no esterilizan a tu cachorro y pensé que podríamos aparear a nuestros bebés...

Mi rostro se fue a rojo seguramente, sin embargo él de Tae era un poema, sus labios aplanados aguantando la risa o quizás la incomodidad dio lugar a una escena que estaba lejos de ser la más romántica. No tenía otra opción, si Yeontan rechazaba a Yeobo o si ella lo rechazaba al menos me quedaba con la experiencia de haber conocido al muchacho más guapo que había visto en años.

—Yeontan nunca ha tenido una pareja con quien aparearse y me encantaría tener cachorros de él pero debo preguntarle a mi madre, también es de ella— Miró a Yeontan dejándole un beso en el hocico.

—Sí, comprendo— ¿Eso acaso era un no? ¿Debería resignarme?

—Anota mi teléfono, te avisaría si podemos hacer una cita para que se conozcan— Soltó de repente haciéndome dar un brinco del cual me avergonzaré toda la vida.

—¡Claro!— Saqué mi teléfono y anoté el número que me fue dictando. Vi a mi linda Yeobo en mi fondo de pantalla y se la mostré —. Ella es mi Yeobo—.

TaeHyung sonrió al ver como Yeontan vió hacia la pantalla y comenzó a mover sus patitas traseras y dió unos ladridos.

—"Yeobo" le queda bien, es muy linda— Sonrió y trató de buscar la mejor forma de tomar a Yeontan quien estaba muy inquieto —. Creo que le gusta— rió.

—Estoy segura que se gustarán cuando se vean— Sonreí perdida en esa sonrisa cuadrada que él tenía, no tan solo Yeobo quedará encantada con Yeontan sino que también con TaeHyung, ella tiene buen ojo para chicos guapos.

—Si mi madre se niega a que Yeontan tenga novia igual podríamos juntarnos por último para jugar— Parecía animado a que su cachorro conociera a la mía.

—Me parece una gran idea. Yo suelo ir al parque que queda frente al centro comercial. Hay buenas cafeterías por ahí— Sí, descaradamente le estaba proponiendo salir porque en estas situaciones había que tener personalidad.

—Bien, creo que es un gran panorama. ¿Este sábado te parece bien? Los otros días estoy en mi trabajo.

—El sábado es perfecto— Por dentro estaba celebrando mi victoria. Tendría una cita doble con esos dos guapos.

Luego de la increíble propuesta de apareamiento canino y cita para el sábado me dirigí al café de siempre donde trabajaba mi amiga. Mi momento favorito del día era ir a pedirle la malteada gratis que daban en su día de servicio y como ella no era muy fan de ello me la regalaba a mi luego de mi largo día de prácticas en la clínica canina.

—Unos cuantos wones por bañar un perro no está mal— Se animó a decir mientras yo le iba contando mi anécdota.

—¡Es que no fué solo el perro, el chico era guapísimo!— Succioné de la pajilla rápidamente amando el dulzor en mi boca —Tenía unos ojos marrones hermosos, cabello oscuro y ondulado, sonrisa perfecta y cuadrada, voz gruesa de esa que hace que las bragas se te caigan— Suspiré dejando de lado la malteada tomando la última galleta que quedaba en el plato entre nosotras —. Ma ra vi llo so.

—¿Pero Yeobo dirá lo mismo?— Minah, quien me conocía de hace años y quien vió crecer a Yeobo la conocía tanto como yo —. Sabes lo grosera que puede ser con los otros perros ¿Recuerdas que mordió a ese perro tierno y tuvieron que pagarle las curaciones?

—No me lo recuerdes— Cerré los ojos de la vergüenza.

—Piensa que si Yeobo no se comporta bien pierdes a Yeontan y el chico guapo— Minah tenía razón pero no podía perder la oportunidad de salir con TaeHyung.

Mi teléfono recibió una notificación pero Minah fue más rápida y abrió el mensaje. Ahora me arrepiento de ingresar su huella.

"Hola Lia, gracias por enviarme un mensaje con la foto de Yeobo, le mostré a mi mamá tu linda chica y está dispuesta a que Yeontan tenga una amiga o futura novia. Te veo el sábado"— Minah leyó en voz alta y me entregó el teléfono —. Si es guapo, ¡Mira esa foto de perfil!—.

—Se ve como el tipo de chico dulce que en la cama es un pervertido— Minah y sus comentarios sexualizados no me sorprendían, a veces pienso que vive un hombre en su interior y uno muy hormonal —. Si Yeobo se come a su perro dame el número para consolarlo— Dijo mientras se acariciaba los senos sobre su camiseta del trabajo.

—¡No saldrá mal! Nos irá fantástico porque Yeobo quedará enamorada de Yeontan como yo de TaeHyung— Sonreí sin dejar de ver la foto de perfil de su contacto telefónico.

—Bien, te deseo lo mejor para el sábado, lo que es yo esa noche saldré a emborracharme con el chico del fin de semana anterior. ¡Fue mi mejor cita en años!— Suspiró cerrando los ojos —Tuvimos sexo tantas veces esas noche que tuve que descansar al otro dia con una compresa caliente entre las piernas pero valió la pena.

—Te admiro amiga, espero cuando sea grande, ser como tu— Bebí lo que me quedaba de la malteada.

—¡Tienes que ser mejor Lia, mejor!— me miró fijamente —Si Yeobo no es tan linda con el perrito al menos dale la chance al chico de que se vuelvan a ver pero sin los perritos de por medio— Era un buen plan por si todo fracasa.—¡Ah, casi lo olvidaba! Ya le dije a mi madre por lo de la consulta— La madre de Minah era ginecóloga y yo me solía revisar con ella, ahora iría por un cambio de anticonceptivos.

—Genial ¿Para cuando sería? así pido permiso o me escapo para el almuerzo— Pensé en alguna forma para no faltar a la práctica que con el tiempo se transformó en trabajo remunerado gracias a la Doctora Kim.

—A la hora del almuerzo está bien. Le diré que te haga un sobre cupo si es necesario— Se levantó de la mesa y me lanzó un beso —. Debo volver, cuentame como te va en la cita, no te prometo una respuesta de inmediato pero me tomaré el tiempo cuando tenga mi mente clara— Hizo un gesto alusivo a la resaca que tendría el domingo post cita.

Capítulo escrito por: NewHopeland

Aquí tenemos nuestra primera parte de la historia de Tae, qué les pareció?

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