veinticuatro

Jungkook

—Traje cerveza, cigarros y mi excelente presencia a tu casa. ¿Qué más puedes pedir?

Taehyung me dió un saludo entusiasmado una vez que entré a su casa. Me palmeó la espalda y me comentó lo feliz que estaba de verme. Acto seguido me llevo al living, donde se encontraban Hoseok y un amigo suyo que desconocía, con piercings y tatuajes. Básicamente el tipo de chico que existen en los libros, de esos que las chicas adoran. Lo saludé. Al parecer se llamaba Jackson. Luego Taehyung me presentó a su amigo Kai, quien me resultó muy agradable. A lo ultimo, ni negaré que me sorprendí mucho, porque también me encontré con que los muchachos con los que Chaeyoung y yo nos drogamos en su fiesta.

Jin y Namjoon.

Jin era popular entre las chicas. Tenía una campera de rugby como Hoseok y era el capitán del equipo. Adorado por absolutamente todos en la escuela, por supuesto. Era el trofeo del colegio porque habia ganado varios campeonatos con el correr de los años. Carismatico, caballeroso y galán.

No negaría que Jin podría ponerme duro sin problemas con esa lista larga de logros.

Namjoon por otro lado era su mejor amigo, pero era todo lo contrario a él. Básicamente no giraba en la misma órbita que el resto de nosotros nunca. Se notaba en su forma de hablar y de ser. Y especialmente en su cara. Ojos cristalizados y sonrisa despreocupada. Vivía drogado.

Saludé a todos los chicos en la casa y seguido de eso Taehyung ofreció jugar videojuegos y comenzar a abrir cervezas. Todos asentimos entusiasmados. Parecíamos niños del kinder a punto de iniciar su primera pijamada.

Ese Jackson era todo un misterio para mí. Se mantuvo cerca de Hoseok en todo momento y si bien respondía cuando hablábamos con él, no nos permitía alargar mucho la conversación. Era extraño e intrigante.

—¿En qué piensas ahora?—me dijo Taehyung, casi regañandome.

Abrí la boca para hablar, pero me vi interrumpido cuando tocaron la puerta de repente.

Taehyung y todos los presentes volteamos a ver con confusión.

—Yo abro si quieres—ofrecí al verlo ocupado con múltiples cervezas en las manos.

Sin embargo el negó con la cabeza.

—Tranquilo, voy yo.

Dejó las cervezas de lado y a pasos tranquilos, tomó el picaporte para abrir la puerta.

—¿Qué haces aquí Yoongi?—oí su voz, cansina.

Abrí mis ojos como platos y me adelanté hasta estar a su lado.

En efecto, ahí estaba. Y juraba que su rostro estaba desfigurado de la furia y la sorpresa. Incluso quizás decepción.

—¿Pero qué mierda te pasa Taehyung?—golpeó la puerta con su mano. Parecía que había llegado a propósito, para averiguar algo.

Taehyung levanto las manos hacia el y comenzó a decirle que se calmara.

—Yoongi...

—¿¡Porque mierda invitas a este imbécil que lo conoces hace una puta semana y a mí que me conoces de hace años me das la espalda!?

—Yoongi no deberías estar aquí.

—Incluso está Hoseok.—rió sin gracia, ignorandolo.—eres un amigo de mierda, Taehyung.

—¡No lo soy! ¡Quería integrar más a Jungkook pero si venías tú complicarias las cosas!—explicó—¡Pensaba invitarte otro día!

—Yo ya no te creo, maldito mentiroso.—bramó y su mirada entonces se clavó a alguien detrás de nosotros—¿Y tú Hoseok? Gracias por apuñalarme por la espalda también, eh.

—Amigo, me sigues cayendo bien.—explicó Hoseok despreocupado prendiendo un cigarro—pero no es mi puta culpa que te hayas metido en problemas y hayas quedado como el mayor imbécil de toda la escuela.

Yoongi intentó adelantarse para hacerle frente a Hoseok, pero Taehyung con sus manos lo empujó haciendole dar pasos atrás.

—En mi casa no, Yoongi.

Entonces, algo hizo click en la cabeza de Yoongi, porque nos miró a los tres de hito en hito como si quisiera matarnos.

—Si juegan con fuego, se quemarán.—anunció. Haciendo que casi ría de pena por él.

¿Quien demonios se creía que era?

Cuando quise decirle algo, fue tarde. Yoongi se largó de ahí a pasos firmes.

—Mierda, Yoongi está actuando cada vez más como un maldito loco.—Taehyung cerró de un portazo.

—Será mejor que nos embriaguemos hasta morir entonces.—acotó Jackson. Y fue lo primero que dijo en que coincidimos todos.

No pasó mucho tiempo para que todos volvieramos a lo nuestro olvidando por completo al imbécil de hace unas horas. Hablando con los chicos pude saber muchas cosas de sus personalidades. Kai hacia arte, vendía cuadros y era alguien de emoción sensible y así le gustaba ir por la vida. Era buen chico. Pata nada problematico, tranquilo, sociable y aplicado en lo suyo. Jackson vivía solo. Arreglaba motos y hacia apuestas. De eso vivía.

—¿Apuestas de qué?—pregunté curioso, mirándolo de reojo.

—Motos.—respondió—ahí conocí a Hoseok. Es divertido.

—Nos gusta vivir al límite.—segundeó Hoseok—de hecho Lalisa me acompaño una noche. Dile que si quiere ir que me llame.

Allí fue cuando mi mirada se volcó en él y fingí divertirme.

—¿Estas diciéndome que tú y Lalisa se soportaron toda una noche?

El rió.

—Sí, fue de último momento. He de admitir.

Alcé las comisuras de mi boca falsamente. Así que con él había salido. Vaya, el mundo era pequeño.

Sin embargo ya no podía estar celando a Lisa demasiado con el pretexto de que era mi hermana. Pues temia que se descubriera nuestro más profundo secreto.

—Bien. Iré a tomar aire.—dije finalmente. Quería fumar un cigarro.

Saqué mi caja de mi bolsillo y prendí un cigarro una vez fuera, dedicandome a mirar el vecindario. Los ojos me pesaban y el alcohol en sangre en mi cuerpo ya era notorio a los ojos ajenos. Especialmente por mi forma de caminar.

Era una bonita noche. Incluso oía desde allí a los grillos dar vida al silencio de la estancia. Sonreí de una forma auténticamente borracha y suspiré. Ya tenía sueño. Esperaba que Taehyung no fuera tan hijo de perra como para echarme.

Pensé en Lalisa instintivamente y me pregunté que estaría haciendo ahora. Mi primer impulso fue llamarla, pero sabia que era incorrecto. Tenía que darle su espacio, al menos por un rato.

De repente, oí pasos detrás de mí y luego a un Taehyung con un suspiro cansino, alertando mis sentidos. Se situó a un lado de mi en aquella baranda colocando los codos en esta. Fruncí el ceño.

—¿Acaso estás siguiéndome, Kim?

Fingí escalofríos y el a respuesta, me rodó los ojos.

—No te sientas tan importante.

Ambos luego hicimos silencio. No fue incómodo, si no extraño.

—¿Tae porque decidiste...?—me relamí los labios intentando formular la pregunta—¿Porque decidiste escogerme a mí en lugar de Yoongi?

Lo dije porque de repente me surgió la curiosidad. Yoongi podía ser un imbécil pero su planteo era cierto. En la vida de Taehyung yo era casi nadie. El por otro lado tenía años de amistad con el chico a mi lado. ¿Porqué me escogería a mí?

—Me agradas.—se encogió de hombros, como si no fuera la gran cosa—¿Qué hay con eso?

—Pero apenas me conoces. A Yoongi lo conoces hace años.—acoté

Taehyung al oirme hizo una mueca y se rasco la nuca nervioso.

—Yoongi está actuando raro. No quise ofenderlo ¿sabes? Pero también creí que tu presencia aquí sería genial y buena para conocer al resto de mis amigos.

—Me halagas—dije. Aunque estaba aún confundido, no quise indagar más.

Decidí pasar todo ese tema por alto y tomé un poco de la lata de cerveza en mi mano. Después de todo, no creí que de verdad Taehyung me ocultara algo que fuera importante.

Una vez que consumí el cigarro tiré la colilla y me di media vuelta para entrar a la casa.

Uno...

Dos...

Tres segundos y Taehyung volvió a hablar detrás de mí.

—Aguarda, no te dije toda la verdad.

Me detuve en seco y me di media vuelta frunciendo el ceño.

—Tae ¿de qué hablas, amigo?

—¿Alguna vez te sentiste atraído por un hombre?—preguntó repentinamente, haciendome sorprender tanto que titubeé.

¿Y esa pregunta?

—¿Porque quieres saber la respuesta?

Taehyung sonrio negando con la cabeza

—Oh vamos, eres inteligente, Jungkook.

Miré al suelo y fingí pensarlo, aunque creía que ya sabía la respuesta.

—¿Qué quieres de mí Tae?

Su sonrisa desapareció poco a poco y formó una fina linea. Sus ojos brillaron en la oscuridad y me miraron fijamente.

—¿Estoy muy mal si...?—murmuró en voz baja y suspiró, como si le costara decirlo—¿Estoy muy mal si digo que te quiero a ti en este mismo momento?

Dicho eso, dió pasos seguros y prolijos hasta mi hasta quedar frente a frente. No iba a negar que estaba sorprendido, sin embargo nunca di indicios de alejarme o rechazarlo. Lo que lo incentivo más a acercarse, a tal punto que nuestras respiraciones se comenzaron a entremezclar.

Mis suposiciones de él estaban equivocadas. No era homofobico. Sólo no salía del closet. O al menos, no del todo.

Mi borrachera no ayudaba en lo absoluto. No sé que hubiera dicho estando con todos los sentidos puestos, pero francamente no importaba. Porque la respuesta en ese momento fue solo una.

—Si eso es lo que quieres...—susurré acercándome otro paso.—adelante.

Taehyung me hizo ver como sus ojos por un segundo se agrandaron con genuina emoción. Pero duró un segundo, porque luego tomó mi cuello con su fría mano y unimos nuestras bocas en un movimiento brusco y desprolijo. Dejé la lata de cerveza a un lado y posicioné mis manos en su cadera apretando con fuerza. Estábamos tan borrachos que no estábamos tan conscientes de lo que nos rodeaba. Comencé a caminar en reversa con Taehyung aún devorandome. Acto seguido me arrojó a una cama y se colocó a horcadas arriba mío.

—¿Seguro que quieres esto?

—Solo aclararé una cosa Tae.—dije entre la estela de besos humedos que comenzaba a iniciar en su cuello—no pasará más que esto.

—Bien.

Taehyung comenzó a quitarse la ropa. Luego volvió a besarme.

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Quizás hay y haya capítulos aburridos sin acción pero créanme cuando les digo que siempre dejó detalles importantes entre lineas je

Muchas gracias de paso, por el apoyo que recibió la fic ¿saben cuanto las quiero? Sepanlo ❤

Nos leemos...

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