nueve

Lalisa

Yoongi.m

Hay una fiesta mañana en casa de uno de mis amigos.

Me parece la ocasión perfecta para verte.

A que hora es?

Yoongi.m

Ya te iré diciendo😁

Sonreí y apagué el teléfono algo ansiosa. Definitivamente una fiesta seria la ocasión perfecta para finalmente cojermelo de una vez.

Sin embargo, mi sonrisa fue decayendo de a poco, pues la realidad era que Jungkook preferia cortarse el pene antes que dejarme salir de casa a una fiesta. Y por mucho que me pareciera injusto, nada podía hacer para cambiar eso.

Intenté que alguna idea buena se me viniera a la mente mientras iba a mis clases. Arrugue el entrecejo pensando, pero mis opciones ademas de pocas, eran inexistentes. No tenía amigos, ni padres, ni excusas válidas para salir de la casa a altas horas de la noche. Rechiné entre dientes, sintiendo la decepción e impotencia tomar parte en mi cuerpo.

¿Qué haría?

Porque no me quedaría de brazos cruzados. Eso era claro que no era una opción.

Bufé y acto seguido ingresé a química. Otro motivo grande para llorar, ya que se me daban malisimas las matemáticas. Y odiaba los laboratorios. El usar guantes, guardapolvos y analizar las cosas para luego anotar las observaciones dados los microorganismos no eran mi estilo.

Al entrar no vi muchas personas. Sólo los que se juntaban minutos antes de la hora para estudiar o preparar ordenadamente sus métodos de estudio. Entre ellos vi a la pelivioleta del baño, con aquellos lentes culo de botella que le hacían ver los ojos un poco mas grandes de lo que no eran.

Y entonces, ahi mismo y en ese exacto lugar, la lampara de mi cabeza se encendió.

Mis piernas caminaron hasta ella como si tuvieran vida propia. No fue problema alguno situarme a su lado, junto a los tubos de ensayo que ordenaba con sus palidas y pequeñas manos; pues de los pocos que estaban allí, nadie se juntaba con ella.

—Hola.—dije sonriente, y admito que fallé. Si quería no ser obvia, pues basicamente tenia un cartel que decía "necesito algo de ti" en la cabeza.

La chica me miró y frunció el ceño. Luego hizo algo que no me espere para nada e incluso provocó que la situación fuera aún mas tensa: me ignoró. Como si no me hubiera escuchado llegar cuando literalmente estaba a su lado mirandola.

—Dije... hola.—repetí mirándola mas directamente. Obligándola a mirarme—¿Me olvidaste tan rápido? ¿La que te salvo el culo en el baño?—me señale alzando las cejas.

—No, jamás te olvidaría.—respondió en voz baja y de forma seca. Creo que incluso se apartó un poco de mi.—tampoco olvidaré la forma tan cortante en la que te dirigiste hacia mi luego de eso.

—Bien, pero no diré que lo siento. Yo sólo te ayudé aún cuando nisiquiera tengo un afecto minimo hacia a ti. No pretendia que fuéramos amigas. Pero un gracias seria lindo ¿no?

Ella suspiró oyendome. Estaba entre enojada y arrepentida en partes iguales.

—Bien, lo siento. En parte tienes razón—admitió volteandose finalmente para mirarme. Se acomodó los lentes—¿Entonces para qué viniste hacia mi si no buscas amistades?

—¿Acaso tengo cara de ser tan mala?

La chica dudo.

—Creeme que la mayoría de las personas solo vienen a mi cuando necesitan algo. Y conozco esa mirada en tu rostro.

—Vaya, pues que triste tu vida.—comenté sincera. Pero decidí no irme por las ramas—bien. Tu ganas, si necesito algo de ti.—antes de que fuera a decirme no, me adelanté—Pero también sé que aunque pienses que no necesitas nada de mi, si lo podrías hacer realmente.

Ella rió sin gracia.

—¿Y qué necesitaría de ti? Sorprendeme.

—Amistad.—solté lo primero que se me vino a la cabeza—alguien que te defienda del bullyng que sufres y sobre todo que te dé carácter para mandar a la mierda a quien quieras cuando tu quieras. Además no te gusta la soledad, pero te acostumbraste a ello. Y se nota.—susurré con fingida empatía.

La chica abrió un poco mas de lo normal sus ojos. Acto seguido abrió la boca como un pez fuera de agua.

Sus actitudes me ponían ansiosa. Era lenta. Se parecia a mi vecino. Y ahí recién entendí porque me desesperaba.

—¿Y? Vamos, no tengo todo el día.

—N-no quiero amistades falsas...

—Pues no lo seremos y ya.—resolví gruñiendo—Vamos, ¿quieres ser mi unica e incondicional amiga? ¿quieres que te enseñe a ser una mejor version de ti misma, una perra genial?—silencio oí de su parte—lo tomaré como un sí. Te espero en mi casa a las 7.

—¡Alto! No me dijiste tu nombre—chilló viéndome finalizar la conversación.

Yo sonreí.

—Lalisa. ¿Tú?

Ella sonrio por primera vez tímida.

—Kim Jisoo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top