cuarenta y seis
Jungkook
Chaeyoung nos miró por la ventana de su habitación y segundos más tarde salió de su casa dando zancadas hasta nosotros. Estaba en pijama y con sus pantuflas rosas. Su ceño más fruncido que de costumbre se presentó en su rostro y nos miro con enojo y mucha sorpresa.
—¿Están locos? ¿Qué demonios hacen golpeando con piedras mi ventana a esta hora de la noche?
Chaeyoung estaba echando chispas por la interrupción. Y con toda la razón del mundo.
—Lo sentimos.—habló Lalisa—sabemos que no es la mejor hora para esto.
Chae la miró con la peor cara que pudo salirle. Aún no olvidaba que Lisa se había acostado con su ex. Momento muy incómodo para los tres.
—Eso no explica porque están aquí.
—Entraremos a la casa de Yoongi.—respondí a su cuestionamiento y ella abrió los ojos en grande—dijiste que vive sólo ¿cierto?
Chaeyoung estaba confundida y alarmada.
—¿Porque quieren entrar? ¿Qué clase de locura planean?
—Queremos algo que el tiene en su poder.
—¿Quieren?—repitió desconfiada y muy desorientada.
—Sé que no te agrada. Pero es la única forma. Él hizo que Taehyung se largara, Chae. ¿entiendes? Yoongi le dijo que lo hiciera si no quería que sus padres se enteraran de la verdad de su orientación sexual. Taehyung me llamó hace unos días desde un teléfono público y me lo confirmó. ¿crees que dejaré que un tipo así me extorsione? ¿Que nos extorsione?
Chaeyoung a respuesta hizo silencio. Como si de repente no creyera del todo mi historia.
—Jungkook no sé...
—¿Taehyung nunca te dijo que fuimos algo íntimos, cierto?—inquirí intentando darle mas credibilidad a la historia.
—De hecho... sí.—admitió Chae menos desconfiada.—tenía mucho miedo de mostrar quien era realmente. Eso es cierto.
—Exacto. Queremos entrar a la casa por eso mismo. Necesito saber porqué le hizo esto y si esta planeando atacarme. Porque anoche entraron a mi casa y se robaron mi teléfono. Tú mas que nadie sabes que estoy en riesgo. Tienes que ayudarme.
Chaeyoung suspiró.
—Estas pidiendo demasiado. Debiste contarme de Taehyung antes Jungkook. Él es mi amigo.
—Lo siento, no sabía como decirtelo. Sólo quiero que me hagas este favor. Quiero que finjas querer hablar con él ¿puedes? Convencerlo de que estas allí porque lo extrañas o algo similar, mientras yo entro a la ventana de su habitación por una escalera. No tocaré nada. Él ni siquiera sabrá que estuve ahí.
Puse la mejor cara de desesperación que pudo salirme. La idea era victimizarme con Chaeyoung culpandolo a Yoongi también sobre la desaparición de Taehyung. Si Chaeyoung decidía llamar a Taehyung (y lo haría) este le diría que Yoongi queria dinero a cambio de su silencio y como no "cedió" a eso, lo amenazó con largarse. Porque Yoongi dejó de tenerle "afecto" cuando Taehyung comenzó a juntarse conmigo. Su segunda venganza era yo y ya tenia preparada la excusa perfecta para eso también.
Y no sentía remordimientos por usar a Chaeyoung, porque ser ingenuo y bondadoso significaba ser utilizado por otra persona que ya habia dejado de ser así hace mucho tiempo. No era su culpa ser tonta y tener la necesidad de ayudar siempre, pero tampoco era la mía por defender lo que yo amaba.
Eso hace mucho tiempo me lo habían enseñado. Y aunque fue una etapa dolorosa de mi vida, sabía que tenía la completa razón.
—Me estas metiendo en problemas, Kook.
—Si no nos ayudas Jungkook y Taehyung saldrán perjudicados. ¿eso quieres Chae?
Lalisa habló de manera repentina haciendo a Chaeyoung mirarla con el entrecejo fruncido. La odiaba. Se notaba en su rostro.
—Estoy hablando con tu hermano, no contigo cariño. Así que usa esa boca para lo mejor que sabes hacer, que ambas sabemos que no es especialmente hablar ¿cierto?
Lalisa apretó los dientes a respuesta y yo rodé los ojos. Chispas saltaron alrededor de ambas.
—Bien. Basta de esto. Es ridículo. ¿nos ayudarás Chaeyoung?—fui al punto.
Ella suspiró observandome dudosa.
—Bien.—acepto finalmente entre dientes—lo haré por ti. No por ella. ¿quedo claro?
Sonreí aliviado.
—Gracias Chaeyoung. Gracias, gracias. No podría haber pedido una mejor amiga que tú.
—Ya—sonrió tensa—no me obligues a cambiar de opinión.
Chaeyoung luego de aquella conversación volvió a la casa y en silencio se cambio de ropa a una más abrigada. Salió de ahí a los minutos, y aunque en su rostro aún se veía la inseguridad y el miedo, no desistió.
No tardó mucho tiempo para que los tres nos encaminaramos en silencio a la casa de Yoongi. Una vez que llegamos nos detuvimos en seco. A pesar de ser bastante tarde las luces estaban encendidas. Eso nos resultó muy extraño.
—Bien. T-tocaré la puerta.
Lalisa asintió hacia Chae.
—Jungkook subirá a la escalera para llegar a la ventana y yo le daré la señal cuando entres—repasó el plan Lisa y asentimos. Por primera vez ambas se pusieron de acuerdo sin mirarse de forma venenosa. Intuía que se trataba por los nervios.
Chae bufó sintiendo un escalofrío.
—Increíble que este por hacer esto. Increíble...
Sin decir nada mas comenzó a encaminarse hacia la casa apretando fuerte las manos mientras se repetía palabras de valor. Lalisa entonces se escondió a un costado de la casa de modo que pudiera ser visualizada por Chae y por mí mientras que yo me situé al lado de las escaleras procurando no hacer ni el más mínimo ruido. Dispuesto a subirlas cuando Lalisa me diera la señal.
Chaeyoung golpeó dos veces la puerta y mordió su labio removiendose inquieta en su lugar. Respiró hondo.
No pasó mucho tiempo hasta que Yoongi abrió la puerta. No vi su reacción, pero por su voz desorientada como si hubiera visto un fantasma, supuse que la presencia de su ex novia en aquella noche fría era lo último que esperaba.
—¿Chaeyoung?
—Yoongi. Siento la hora.—se disculpó tocándose el cabello nerviosa—¿podría pasar y hablar contigo sobre... ehh, algo?
Yoongi parecía totalmente descolocado de verla ahí. Parpadeó confundido y la miró desconfiado.
—Si, claro...—aceptó inseguro ciertamente sorprendido por su repentina presencia luego de meses—aguarda un segundo que arreglaré un poco la casa.
Fue en ese momento que yo decidí actuar viendo que el plan estaba siendo exitoso, ya que Chaeyoung terminó por entrar a la casa y Lalisa me dió la señal rápidamente. Comencé a sujetar las escaleras asegurándome de que no hicieran ruido y tratando de no caerme de bruces, subí hasta llegar al final.
Ventana abierta. Perfecto.
Me pareció demasiado fácil. O demasiada suerte para ser verdad. De todas maneras no pensé más y me sujeté de los bordes con fuerza para luego entrar a la habitación. No quería perder el tiempo.
Entré en silencio y maldecí cuando pise algunas revistas tiradas en el suelo. Maldecí en silencio a Yoongi por ser tan desordenado mientras inspeccionaba el lugar con mis ojos:
La habitación estaba en completa penumbra, de modo que mucho no podía ver a simple vista asi que respiré hondo y, teniendo mucho cuidado, terminé de entrar y encendí la pequeña lámpara que estaba en su pequeño mueble a un costado de la cama.
La cama estaba desordenada también. Era como si Yoongi se hubiera levantado de golpe, suponía que había sido por la presencia de Chaeyoung. Aunque no estaba seguro.
Fruncí el ceño ante aquel detalle, sin embargo decidí ir directamente a sus cajones para buscar algo que me diera un indicio de que tenía que ver él con nosotros o porqué estaba tan empeñado en arruinar mi vida.
Revisé sus cuadernos, sus cajones de ropa y revise abajo de la cama.
La respuesta me enojó mucho.
Nada.
Acto seguido me senté en el colchón frustrado y respiré nervioso intentando mirar con mis ojos algun posible lugar donde podría haber un buen escondite. Nada que me ayudara aún.
Quizás lo había escondido en otro lugar de la casa. Pensé, aunque no lo creía. Ningún era mejor lugar que su propia habitación.
Entonces, sin perder tiempo me incorporé con la idea de no saldría de ahí sin respuestas. Me negaba a hacerlo.
Comencé a caminar hacia afuera de la habitación de forma lenta.
Y fue cuando de golpe, de un segundo a otro, ocurrió algo que no me esperaba.
Pisé el suelo para salir de ahí y oí un ruido. Miré a mis pies por acto de reflejo y abrí los ojos sorprendido de notar que debajo de mí había una baldoza levantada.
Me coloqué de rodillas y toqué la zona buscando aquel desperfecto que me permitiría abrir el hueco. Mi corazón comenzó a latir desenfrenado por la adrenalina.
Cuando lo encontré finalmente y me deshice de él, quedé perplejo.
Fotos.
Muchísimas fotos.
Las sujeté abriendo los ojos con horror, incrédulo de lo que estaba viendo.
No eran fotos normales. Eran fotos de Lalisa y yo desnudos, besándonos. Besándonos en nuestra casa, besándonos después de clases, dentro del salón en reparación...
Seguí pasando las fotos y apreté los dientes con cólera. Asustado de que Yoongi hubiera planeado todo esto desde el principio. Desde el primer momento en que pisamos el pueblo el se encargó de reunir pruebas hasta el cansancio para llevarnos a la justicia.
¿Porqué quería hacernos esto?
¿Porqué?
Dejé la caja en su lugar y saqué todas las fotos ocultandolas dentro de mí chaqueta, luego tomé su teléfono celular y su computadora.
Estaba por largarme de ahí, sin embargo unas bolsas con un especial olor que se me hacia muy familiar fue captado por mis fosas nasales.
Fue entonces cuando alcé las cejas sorprendido de acercarme al armario y ver que al fondo de este había una cantidad llamativa de drogas. Eran muchas bolsas y todos tenían su cantidad importante de diversas sustancias. Fruncí el entrecejo.
¿Acaso vendía?
Sonreí y saqué una pequeña bolsa.
Luego de aquello bajé las escaleras en silencio y le hice una seña a Lalisa para que le avisara a Chaeyoung que ya habíamos terminado con nuestro objetivo. Me alejé lo más rápido que pude de aquella casa y esperé paciente a que Chaeyoung y Lalisa fueran a nuestro punto de encuentro. Luego de unos 10 minutos así fué.
—¿Listo?
—Listo—confirmé hacia Lalisa y luego mis ojos se dirigieron a Chaeng—¿Como te fue con Yoongi?
La misma se cruzó de brazos.
—Bien. Le dije que su madre preguntaba por mí e intente hacerme la comprensiva en cuanto a si existía la posibilidad de que "no me había superado" por como surgieron las cosas—rodó los ojos—hablamos bien. Me dolió verlo luego de tanto tiempo, pero creo que incluso fue sano darle un cierre a mi ciclo con Yoongi. Fue necesario.
No hacia falta decir más para saber que Chaeyoung no hablaría más acerca de lo que habia hablado con Yoongi. Y respeté esa decisión.
Lalisa suspiró hondo. Y para mi sorpresa, comenzó a hablar en dirección a ella.
—No te sientas mal por perder a un imbécil como ese. Tú eres bonita, inteligente y dulce Chaeyoung. El jamás te mereció ni jamás lo hará. Quiero que sepas que yo jamás quise lastimarte intencionalmente—ambos la miramos sorprendidos—el nunca mencionó tu nombre. Y lo siento mucho por eso.
Chaeyoung hizo una mueca dolorosa. Sin embargo asintió con una leve y casi imperceptible sonrisa.
—De acuerdo.—asintió y se dirigió a mí respirando hondo—¿Cuál era la evidencia que tanto querías sacar de ahí, Jungkook?
—Yoongi tenía fotos mías involucrandome con una menor. Pero ya se las quité.—mentí sonriendo algo aliviado. Chaeyoung me miró con mala cara—¡perdona! No sabía que era menor. Pero prometo que fue consentido de ambos lados.
—Te dije que el era peligroso. Y tú vas y se la haces fácil. Más te vale que hayas tratado bien a la chiquilla, Jeon. O yo como fiel justiciera te daré la paliza de tu vida.
Levanté las manos con inocencia.
—Lo juro.
—Bien, me alegro que ya te hayas quitado ese peso de encima. ¿Pero qué pasa si hizo muchas copias de aquellas fotos?
—Estoy seguro de que no se esperaba esto de mí parte. Dudo que haya hecho copias.
—Quizas te estás confiando demasiado.—agregó Lisa.—deberíamos revisar su computadora.
—La robé. Junto a su teléfono.
—¡Jungkook!—se quejó Chaeyoung
Rodé los ojos.
—Mandaré a que la revisen solamente. Si hay fotos en los aparatos lo borraré y luego se lo devolveré como si no hubiera pasado nada.
Chaeyoung no podia creerlo.
—¡Bien! Me voy. Esto no me está gustando y yo ya terminé aquí.—me regaño Chaeyoung.—descansen y no me metan más en problemas, porque es la última vez que ayudaré en esta completa locura tuya. ¿oiste?
Asentí comprensivo.
—Perfecto. Los veo mañana en la escuela.
Dicho eso Chaeyoung comenzó a dar zancadas firmes hasta su casa tranquila con mi respuesta. Miré a Lalisa y sonreí.
—Sé como hacer que Yoongi salga de nuestro camino.—el alivio no cabía en mi cuerpo—Yoongi vende drogas. Y lo denunciaré con la policía.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top