C.4

Después de lo sucedido por la noche trate de evitar a Yoongi a toda costa. Por la mañana había bajado rápidamente y tomado unas galletas del gabinete y una cajita de leche chocolatada que había en el refrigerador y después había corrido de vuelta a mi habitación.

Por la tarde no había corrido con la misma suerte ya que había sido Yoongi quien había ido hasta mi habitación para pedirme que lo acompañara a comer, había ignorado sus llamados, incluso su amenaza de entrar y sacarme a la fuerza, pero yo no contaba con que cumpliría aquella amenaza hasta que la puerta de mi habitación fue abierta y me encontraba en los brazos de Yoongi, siendo llevado en voladas hasta el comedor en mi ropa interior.

Con las mejillas sonrojadas baje lo más que pude mi playera, tratando de cubrir mis piernas y sobre todo mis bóxers.

—¿Po-por qué hiciste eso? —dije mirando frenéticamente hacia todos lados buscando una vía de escape.

Yoongi se dio cuenta de mis intenciones —Ni se te ocurra —dijo apuntandome con su índice y tomando asiento frente a mi —Solo sientate y come SeokJin, no me hagas ir a alimentarte yo mismo. —Sonrió burlón y levantó una de sus cejas.

Tomo asiento frente a mi y evaluó mis acciones y mi cuerpo, ya que sólo traía una playera encima y mis piernas se encontraban completamente a la vista, con pasos temblorosos me acerqué a la silla y tomé asiento.

Cuando estuvo seguro de que no escaparía asintió, tomo una tostada de un plato en el centro de la mesa y la colocó en mi plato, después tomo una para el y comenzó a comer.

—¿Por qué has estado evitándome SeokJin? —su tono de voz demostraba que estaba molesto, sin embargo su mirada se mantuvo en su plato, cuando no respondí, levantó su mirada y me miró atentamente.

—No he estado evitandote —respondí bajando la mirada a mi plato.

—Lo has hecho SeokJin, por la mañana y estoy seguro de que planeabas quedarte en tu habitación. ¿Me equivoco?

—No tenía hambre —mentí, pero mi estómago tuvo el descaro de delatarme.

La ceja de Yoongi se elevó y me indicó que comiera.

Cuando terminamos de comer Yoongi se encargó de levantar los platos, en cuanto entró a la cocina me puse de pie rápidamente y me apresure hasta mi habitación.

Aquella noche mientras dormía, entre sueños me pareció ver a alguien recostado a un lado mío observándome dormir, pero mi sueño era tan pesado que no logré despertarme del todo, escuchando a lo lejos una voz: «Duerme mi pequeño, duerme»

⌜✩⌟

Por la mañana me levanté temprano y me preparé para la escuela. Salí muy temprano de nuevo para evitar que Yoongi me llevará al instituto. Por la tarde me lleve la sorpresa de que de nuevo, Yoongi me esperaba, pero no me espero en el auto, sino que fue a buscarme hasta la puerta del instituto, evitando así que viera a Joshua, quien me esperaba para ir a comer.

—Tengo planes Yoongi —dije pasando por su lado en cuanto lo ví en la entrada del instituto.

—Creo recordar, que había dicho que estabas castigado —dijo tomando mi antebrazo y evitando mi avance.

—Y yo creo haber dicho, que tú no podías reprenderme de ese modo, así que si me disculpas —quite su mano de mi brazo y avancé sólo un paso cuando volvió a tomar mi brazo, en esta ocasión con más fuerza—. Suéltame —dije con tranquilidad, su agarre se apretó cuando miro sobre mi hombro, estaba por voltear cuando comenzó a arrastrarme hasta el auto —¡Idiota, me lastimas!

Abrió la puerta del auto y me lanzo dentro, cerró la puerta y corrió hasta su lado. Yo estaba por abrir la puerta cuando él puso el seguro y el auto en marcha, evitando mi escape.

—¡Argh! —solté con enojo y frustración

Yoongi solamente sonrió con satisfacción al ver su hazaña lograda.

Al llegar a casa salí del auto en cuanto esté se detuvo, entre a la casa y fui directo a mi habitación. Con molestia tomé mi celular y llamé a Joshua para disculparme con el, llevándome la enorme sorpresa de que no había ido a buscarme debido a que le surgió un inconveniente. No hablamos mucho ya que estaba ocupado y después de terminar la llamada me puse a hacer mis deberes.

La tarde había transcurrido de buena manera, Yoongi no había ido a mi habitación para pedirme comer con el, ni nada.

A escondidas salí de la habitación y robe un sándwich que estaba en el refri abandonado.

Cuando la noche comenzaba a caer la puerta de mi habitación fue abierta, en el umbral se encontraba Yoongi sosteniendo su celular contra su oído y me miró mientras asentía.

—Si cariño —hablaba con mamá —Te pasaré a SeokJin.

Yoongi me pasó el celular y sonrió antes de salir de la habitación.

—Hola mamá —dije sin muchos ánimos.

—Hola hijo, ¿Qué tal las cosas por aya?

—Pues bien, y tú ¿qué tal?

—Pues... Respecto a eso hijo —un mal presentimiento se asentó en mi estómago —El viaje se ha extendido.

—¿Qué? —ahora entendía la sonrisa de Yoongi.

—Me necesitan aquí por más tiempo.

—¿Cuánto?

—Dos semanas.

No podía ser. Dos semanas más a solas con Yoongi.

—Cuidate —mi madre suspiro y hablo rápidamente antes de que colgara.

—Jin hijo, Yoongi ha hablado conmigo sobre un asunto.

—¿Qué asunto? —pregunte molesto.

—Sobre tu novio.

—No mamá, no estarás pensando en hacerle caso, ¿o si?

—Hijo, Yoongi tiene razón, no puedes estar llendo donde tú novio cuando no hay nadie que pueda supervisarlos...

—Nunca te importó eso antes.

—Estaba equivocada, Yoongi me ha hecho ver las cosas y realmente hice mal.

—No mamá, no puedes hacerme esto.

—Lo siento SeokJin. —dijo en tono cortante —Mientras no esté en casa, deberás de obedecer a Yoongi. No quiero quejas.

—Mamá....

—Nada, entiende que ahora Yoongi es la autoridad en casa y debes de obedecerlo... —se escucho una voz a lo lejos, mi madre respondió algo y después suspiro —Me tengo que ir, por favor, compórtate.

Molesto bote el celular en la cama y después de tratar de calmarme y no lograr nada tomé el celular y salí de la habitación. Entre a la habitación de Yoongi sin preguntar y le lance el celular.

—Jodete —dije molesto mirándolo con odio —¿Por qué mierda hiciste eso?

—¿Hacer que SeokJin? —pude ver la burla en sus ojos.

—Decirle a mi madre que me prohibiera ir donde mi novio.

Yoongi sonrio satisfecho—. Me alegra que tu madre recapacitara.

—Vete a la mierda.

—Ese vocabulario Jin.

—Me vale el vocabulario de mierda... No tenías ningún derecho a hacer eso... Vivo en tu casa pero no puedes controlarme.

—Puedo y por si no lo habrás notado, tengo el poder para hacerlo —sonrió.

—Te odio.

Soltó una risa y se puso de pie. —Del odio al amor...

—No jodas...

Se acercó a mí y acarició mi rostro. —Dos semanas más, pequeño. Dos semanas más.

Tragué saliva y me perdí en la mirada de aquel hombre. Instintivamente froté mi mejilla contra la mano de Yoongi y su pulgar rozo mi labio inferior, un inmenso calor inundó mi cuerpo y me alejé bruscamente al caer en cuenta de lo que vendría después.

Me alejé de Yoongi y salí rápidamente de su habitación. Al llegar a mi cuarto cerré la puerta y me recargue en ella, resbale hasta quedar sentado en el piso y abrace mis rodillas.

Dos semanas más, dos jodidas semanas más donde estaría a solas con él. No sabía si mi autocontrol sería capaz de aguantar tanto tiempo.

✿Kim☆Palomita✿

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