Capítulo 33
SeokJin rodó sus ojos y colocó su barbilla sobre el hombro de Jackson mientras observaba a Hwasa sentada en las piernas de NamJoon, riendo y besando a NamJoon cuando quería, como si fueran una pareja cualquiera.
—¿Soy yo o hoy te ves más guapo de lo normal? —preguntó Hwasa acariciando el rostro de NamJoon con una sonrisa en su rostro.
SeokJin solo tenía ganas de levantarse, tomar a la chica del brazo y lanzarla a la piscina, para que se corriera su maquillaje y se viera como una bruja recién bañada. Que se ahogue de paso. Pensó Jin sonriendo al imaginarlo.
—¿Pasa algo? —Jin salió de su trance y miró a Jackson con confusión—Acabas de decir "que se ahogue de paso", ¿Quién? —Jin soltó una carcajada y depositó un beso en la mejilla de su novio.
—Nadie, pensé en voz alta. —Jackson frunció el ceño y asintió, tomando una mano de Jin y acariciándola.
NamJoon observó de reojo a Jin mientras Hwasa le seguía alagando y besando en la mejilla. Sus miradas chocaron y Jin sonrió levemente, NamJoon le devolvió la sonrisa y apartó a la chica sobre su regazo.
—Iré por bebidas. —avisó NamJoon, esperando a que Jin le siguiera la corriente.
—Yo también, no creo que pueda buscar cuatro con solo dos manos.
Y el par caminó en silencio hasta el interior de la casa, donde Yugyeom se encontraba al lado de Jimin y Hoseok, jugando videojuegos completamente entretenidos. Se dirigieron a la cocina y cerraron la puerta tras ellos. Jin se apoyó en la repisa y se sentó sobre ella, observando los movimientos de NamJoon al servir refresco y sacar cervezas del congelador.
Jin apoyó su mano sobre la de NamJoon y le observó con una mirada llena de cariño.
—¿No hay manera de que se pueda cerrar la puerta de la cocina con llave? —preguntó Jin enredando sus dedos con disimulo.
—¿Por qué?
Jin jugueteó con los dedos del menor y bufó.
—Tengo unas ganas inmensas de besarte ahora mismo, NamJoon. —el moreno miró hacia la puerta de la cocina y se inclinó rápidamente a depositar un beso sobre los labios de Jin, lo más rápido posible, acariciando sus felpos con los de su mayor, disfrutando de un pequeño momento juntos antes de salir de la cocina y volver a la realidad.
—Chicos, me ayudarían para... —y Jin se separó del cuerpo de NamJoon, apartando la mirada con sus mejillas sonrosadas. Jimin relajó sus hombros y llevó su mano a la frente—No puedo creerlo. ¿Qué hubiera pasado si era Jackson o alguno de los chicos? Mierda, hyung cómo puedes ser así.
Jin se bajó de la estantería y se acercó a Jimin avergonzado.
—Ni siquiera debería ser cómplice de los dos, yo debería decirle a Jackson aunque no sea de mi incumbencia. —Jimin bufó—NamJoon dame tu celular, venía a pedírtelo para una llamada.
—No lo tengo, lo tiene Hwasa. —NamJoon miró a Jin y éste lo sacó pasándole a Jimin.
—Gracias, llamaré a JungKook. Me iré con él a cenar. —Jin frunció su ceño.
—No deberías, Jimin. Si solo quieres salir con él para darle celos a Yoongi, quítalo de tus contactos. JungKook no sufrirá por tus desamores.
—No eres quien para aconsejarme sobre a quien sí y a quien no hacer daño, hyung. —y llamó, ignorando las quejas de su mayor.
Touché.
SeokJin se volvió a sentar al lado de Jackson y le extendió la bebida. NamJoon se sentó y Hwasa se sentó sobre su regazo de inmediato, agradeciéndole por la bebida por igual. NamJoon le sonrió de manera fingida y miró a Jin de reojo, el cual apartó la mirada y le susurró algo a Jackson al odio, lo cual dio hecho a que el par se levantara y se fuera del lugar.
NamJoon gruñó y apartó a la chica sobre su regazo.
—¿Qué pasa NamJoonie? —NamJoon dejó la bebida reposando sobre una mesa.
—Largo, no estoy de humor. —Hwasa jadeó indignada—Solo, vete ¿Sí? Saldré un rato, necesito pensar. —la chica le empujó y se fue sino antes decir:
—Esto no es un juego NamJoon, en cualquier momento voy con Jackson y le digo todo, ¡Piensa muy bien lo que haces!
Y se fue, enojada y acomodando su falda exageradamente corta.
[...]
De ese día en adelante, NamJoon no había contestado ningún mensaje de SeokJin, ninguna llamada o ningún saludo cada vez que iba a visitar a Jackson. Así durante una semana entera.
¿Qué mierda le ocurre? Se preguntaba Jin siempre que NamJoon le apartaba la mirada.
Ese día en especial, Jackson le había llamado a Jin para avisarle que no podrían verse aquel día como lo planeado, ya que aparentemente sus padres le necesitaban a las afueras de la ciudad por tres días.
Tres días en los que Jin pensaba ir con NamJoon y preguntarle que le ocurría, para luego aprovechar aquellos momentos de tranquilidad junto a él.
—¿Entonces nos vemos el domingo? —preguntó Jin al teléfono.
—Claro bebé, yo te aviso cuando llegue a la ciudad, luego, te llevaré al mejor restaurante de todos y pasaremos una perfecta velada juntos. —SeokJin sonrió—¿Qué te parece? ¿Tentador?
—Mucho. Espero el domingo con ansias. —dijo por último, despidiéndose y colgado el teléfono.
SeokJin miró el reloj colgado en su pared y bufó. Ya era tarde, alrededor de las once de la noche, una hora que mayormente usaba para limpiar su rostro e irse a dormir, pero realmente no tenía sueño esa noche, prefería ver alguna serie en su televisión o cocinar por gusto propio.
Se dirigió a la cocina y observó a alacena donde encontró los ingredientes suficientes para hacer helado casero y brownies.
Correcto.
Colocó un poco de música y se lavó bien las manos, al mismo tiempo que empezaba a abrir los ingredientes sin prisa alguna. Su celular sonó y Jin frunció el ceño. Creía saber de quien se trataba. Y sí, había acertado, NamJoon le había mandado un mensaje diciendo "Estoy afuera de tu casa".
Sí, claro, correcto.
Al abrir la puerta, vio a NamJoon con una bolsa llena de botanas y soda. Jin pasó su mirada por ella hasta devolverla a la persona quien las sostenía.
—¿Puedo pasar? —Jin asintió y le dio paso. El aire se notaba un tanto incómodo y tenso. Jin no sabía qué decir—Realmente vine a hablar contigo, sobre ésta semana.
—Claro, ¿Me dirás por qué me evitaste? —el menor asintió—¿También por qué no he visto a Hwasa cerca tuyo? —asintió—Está bien. —Jin se sentó en el sofá y esperó a que NamJoon se sentara frente suyo.
NamJoon dejó la bolsa en la mesa de centro y tomó asiento—Ésta semana fui lo más cuidadoso posible con todo esto. Le dije a Hwasa que habíamos cortado lazos en la cocina, yo... luego que te vi salir con Jackson me enojé y fui muy grosero con Hwasa, iba a mandarle las imágenes pero lo evité diciéndole que en la cocina hablamos y cortamos lazos.
—¿Entonces?
—Entonces me disculpé al día siguiente y lo tomé como pretexto a que me dejara en paz, al menos por un rato. Le dije que quería asimilar la situación y ella aceptó, con la condición de seguir con el trato o aun así le contaría a Jackson. Ella es muy tonta, dejé esta semana para que ella viera que era verdad esto de que habíamos cortado lazos.
—¿Dónde están las comillas? —NamJoon le miró fijo—Dijiste "... que era verdad esto de que habíamos cortado lazos", por qué sin comillas.
NamJoon no dijo nada, solo terminó por apartar la mirada.
Correcto, de nuevo, increíble.
SeokJin se levantó eufóricamente y frunció sus labios un poco temblorosos.
—¿Se acabó entonces?
NamJoon cerró sus ojos—Creo que es lo mejor, ¿No? Tú mismo lo dijiste. Puede que simplemente nuestro momento no sea en ésta vida, hyung.
—Una jodida mierda. —respondió y sintió sus ojos arder, y un fuerte nudo construirse en su garganta—¡Estaba asustado, no sabía que hacer o decir, no lo decía en serio! Mierda.
—Es lo mejor.
—Cállate NamJoon.
—Yo no soy el único que tiene la culpa en todo esto. Tú no debiste aceptar a mi hermano si no tenías sentimientos por él, era tan fácil como eso.
—¡Tan fácil como eso, claro! Tú fuiste el que inició todo este juego de me gustas-no me gustas, fuiste el primero que me rechazó, que prefirió que su hermano tuviera a alguien a su lado, siendo feliz que tu propia felicidad. ¿Sabes cómo estoy yo? Estoy hecho un lío en mi cabeza, todo por tu culpa, por tener que tomar tantas decisiones en poco tiempo, pensando pro nosotros y no solo por mí.
—No es así. —dijo NamJoon, regulando el tono de su voz que añoraba por salir quebrada.
—Claro que es así, jodidamente lo es. —Jin tomó la bolsa y la estampó en el pecho de NamJoon—Está bien, si es lo mejor, es lo mejor. Largo, no deberías estar aquí de todos modos. —dijo enfurecido, empujando a NamJoon hasta la salida.
Y NamJoon no dijo nada, solo salió y miró de Jin antes de que éste cerrara la puerta de un azote.
Y entonces Jin se desplomó en el suelo. Se sentó en él y se echó a llorar, con un fuerte dolor en el pecho y sin poder hablar. Sin ganas de hablar.
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