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Bien... ¡Comencemos!
Roderich: Es un sentimiento horrible, el no saber donde esta o que puede pasar con él... No. Es un sentimiento horrible que no se lo deseo a nadie.
Juan: Bueno, el joven Roderich debe cumplir sus obligaciones familiares. Pero, no se ¿qué tengo que ver yo en ello? —La mira confuso.
Luciano: ¿Ivan? —Chasquea la lengua y la mira seriamente. —¿Porque quisiera conocer a ese tipo? ¡¿Y a quien le dijiste mocoso?!
*Problemas técnicos*
Juan: —Toma aire para responder. Pero llega producción y le cubre la boca—
Ohayo: Bien. Esa pregunta no es para ti. —Toma aire y grita. —¡Traigan a México!
México: —Aparece en pijama y con una lata de cerveza en su mano. —¿Que rayos hago aquí?
Ohayo: Contestar preguntas. Ahora, contesta.
México: —Lee la pregunta y suspira. —Bueno, la verdad es difícil decidirse por uno. Pero, creo que, el folclore, las danzas, el ritmo los vestuarios... Es simplemente hermoso. No hay nada mas bello que el folclore.
Ohayo: Ahora traiganme a Alfred. —Dice por el comunicador —
Estados Unidos: —Aparece confundido, con una malteada en la mano y una hamburguesa en la otra. —Whats?!
Ohayo: Contesta. Rápido, aun faltan mas preguntas. —Le pasa la pregunta. —
Alfred: —La lee, suspira y contesta. —No, la verdad no. ¿Pero qué puedo hacer? Nada va a detenerlo ahora. Pero, con eso de que esta rechazando varios prototipos... Tal ves pueda hecharse para atrás con la idea.
Juan: ....
México: Creo que esa también es para mi. —Se pone delante del quinceañero. —Mira, si bien e soportado tanto. No es lo mismo un humano que un país.
»Dime, ¿acaso tú no te comportarias de la misma forma si te trataran así? Él —Señala al chico detrás de él. —Es un muchacho temeroso, pero a luchado por sobrevivir.
Yo, en cambio e luchado por lo mismo, pero con la consecuencia de estar al borde de la depresión y ocultar todo bajo una mascara.
»Vamos linda, no te enojes con él. Trata de comprender que nuestras situaciones son distintas.
Roderich: —Suspira tras leer la pregunta. —Bien, eso es lo que e estado pensando últimamente. Es mi obligación familiar casarme... Pero, la verdad... No se que valla a pasar.
»No es como que no lo haya pensando, ella es una joven muy comprensible. Pero, no lo se. La gente puede llegar a ser muy cruel.
Luciano: Prácticamente, la loca que escribe todo esto lo a dejado libre de mi. —Gruñe un poco. —Pero él mismo sabe que siempre me pertenecerá.
—Algo molesto por lo ultimo. Pero bajo contrato no puede hacer nada. Mas que dejarse. —
Roderich: ¿Disculpa? —Menciona con tono ofendido. —No es que no luche por lo que amo. Pero hay cosas que se deben hacer aunque uno no quiera.
Juan: Bueno... —Se sonroja levemente. —Sentí una calidez que nunca había experimentado.
Bueno ¿qué puedo opinar? Solo soy un simple sirviente.
Claro que te quiero linda. —La abraza. —
Y gracias, tú también lo eres. —Le sonríe.
Roderich: Bueno, a decir verdad en esta época no es extraño el amor entre personas de edades distintas. La señorita Elizabeth y yo, nos llevamos por tres años.
—Suspira. —Es mi obligación casarme... Aunque no quiera hacerlo.
Sentí desesperación. Fue horrible.
—Se sonrosa y apenado—¿Que podía sentir? Vergüenza por entrar tan descortésmente. Siento que él pensó que era un vulgar.
Luciano: No es que no lo quiera... —Sonrie malicioso. —Es mi juguete favorito~
Yo no soy un idiota. —Molesto. —
No necesito la pena de nadie. Mi padre ira por mi. —Confiado. —
Juan: ¡Hola tocayo! —Alegre y luego su mirada se vuelve triste. —Si, los sigo extrañando mucho... Espero encontrarme con ellos algún día.
¿Mis sentimientos? —Cuestiona. Roderich lo mira desde atrás. —Bueno. Creo que aun debo pasar mas tiempo con él, pero le tengo un gran aprecio al joven Roderich.
La verdad no lo se. —Pose pensativa. —Me gustaría preguntarles.
Roderich: Yo también espero que llegue pronto. —Sonrie inconscientemente.
¡¿Por qué?! —Exclama y se cruza de brazos. —Solo nos llevamos por 8 años.
Y si~ me gustaría otro beso. —Sonrie y luego se sonroja. —¡Qué pregunta mas vulgar!
Elizabeth: Bueno el señor Roderich es un hombre muy amable... Y algo tacaño. —Susurra risueña. —Pero, no. Lo acepte por compromiso mas que nada.
Hay alguien... —Se sonroja ligeramente, cubre su rostro con sus manos, mientras en su rostro florece una bella sonrisa. —¡Ay!
Luciano: ¿Asi? ¡Porque no vas y...! —Problemas técnicos.
Roderich: Que es un joven lleno de sorpresas, encantador y de hermosa voz. —Sonrie. —B-bueno, para ser sincero, no e llegado a pensar en ello.
Bueno, el beso fue porque... —Se sonroja. —¡Siguiente pregunta!
Juan: ¿Qué puedo opniar? ¿Lo tengo permitido? —Corresponde. —Gracias linda.
Luciano: —Gruñe. —
Ohayo: ¡Oh! —Sorpendida y feliz. —¡Al fin! ¡Una pregunta para mi!
Pero si esta es la historia que mas actualizó. —Drama estilo Francia. Recibe las cosas. —Gracias ¡y claro! Vegache pa' acá.
—La abraza. —
Roderich: Ya lo dije. No lo se, aun debo pensarlo bien... Aunque el tiempo se acaba. —Frustrado. —
Ludwig: No lo conozco mucho. Creo que solo nos mo visto en un par de ocasiones.
Gilbert: ¡Porque somos asombrosos! Pero no tanto como tú, linda. —Le guiña un ojo.
Juan: —Suspira. —Tantas cosas, que no acabaría rápidamente...
Roderich: Buena pregunta señorita. —Pose pensativa. —¿Huir con él?.
Juan: La Vera Cruz es muy bella. —Entusiasmado. —Me gustaría mucho volver, al igual que el joven Roderich la conozca.
Ohayo: ¡Ah! ¡Otra pregunta! —Felicidad tipo Feliciano. —Bueno. Me encanta, porque es complementario entre ellos.
Además de que Roderich decide cambiar por cuenta propia por México durante el segundo imperio.
Además de que, el amor que ambos sienten es mutuo y se logra ver a quilómetros ~
Roderich: ¿Por qué me preguntan mucho aquello?
No lo se, debería preguntarle... Tal ves lo haga.
Un sentimiento mas haya del que solo querer verlo bien. Sino, que si sonrisa me hace sentir alegre, su canto hace que llegue la calma y su belleza, hace que lo vea como la mas hermosa obra de arte~... Tal ves lo que mas amo de él, es esa bella y hermosa sonrisa en él ~
Ohayo: Bueno. La idea original de esta historia era... Que Roderich iba a ser un hombre rico que conoce a Juan un día en un estacionamiento. —Se cruza de brazos. —Ya saben... La historia del rico y el pobre... Como esta jsjsj
Awwww, a mi me encanta que voten y comente :'3
Me animan a seguir escribiendo jsjs
Juan: ¿Quién es Pedro? —Confuso, levanta los hombros y contesta. —Si, mucho desde que me alejaron de ellos.
Roderich: ¿Es una pregunta capciosa? —Suspira y dice seguro. —Si, posiblemente tenga esa opción entre mis desiciones
Gilbert: Que Roderich siempre hace lo que se le pide... Creo que debería intentar ser feliz al menos una ves.
Ludwig: Que no lo entiendo... ¿Por qué Roderich tiene que casarse con alguien que no ama? —Pregunta confuso.
Ohayo: Que es hermoso y es la OTP jsjsj
Estados Unidos: —Suspira pesadamente. —Porque el jefe de México me lo pidió. Juarez ofreció mucho para que alejara a Roderich de Juan.
España: Joder... No es que quiera.... Es que ya no puedo hacer nada, mis niños me han alejado de ellos.
Austria: Claro que me gustaría seguir casado con México ¿cuantas cosas no hubiéramos podido lograr?
Me sentí feliz, porque... Es de los pocos que se opusieron. De hecho, le hice una placa por ello y la pise en un parque en Viena~
México: EH... Lastimada mente, Maximiliano murio, sino. Carlota no se hubiera vuelto loca por ello. —Baja la mirada triste.—
Japón: —Aparece de la nada confundido. Le explican las cosas, suspira y dice. —Que es algo increíble, México-San es un joven audaz y muy amable. Debo decir. Que parecemos el ligero equelibro del Ging Gang (←¿Si se escribe así? )
—Ohayo Perez.
Gracias por dejar sus preguntas, esperó les amhaya gustado :'3
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