— Cielos— murmuro al despertar, sentía un dolor horrible de garganta, creo que atrapé un resfriado.

Me senté en la cama, busqué con la vista mis pantuflas y al encontrarlas introduje mis pies con lentitud no tenia fuerzas ni para mover un dedo. Me auxilié de mis manos para poder ponerme de pie y luego moverme hasta el closet y sacar un abrigo. Arrastrando mis pies, fui hasta la cocina y en la puerta de la nevera encontré una nota de Soe, me informaba que había ido hacer las compras. Quité la nota y abrí el refrigerador en busca de algo para tomar. Luego fui hasta el botiquín del baño, y solo habían algodón, alcohol, algunas gasas y cremas antiinflamatorias.

— Esta chica no tiene ni medicamentos para un resfriado.

No me quedaba otro remedio que salir en busca de alguna farmacia y comprar mi propia medicina.
Me peiné un poco con mis dedos, abotoné el abrigo fui hasta la puerta y coloqué unos zapatos, y juro que ni me fijé si hacían parejas, me sentía tan mal que ni sabia lo que hacia.

Logré salir a la calle y al darme el sol en mi rostro vi dar vuelta todo, hasta que sentí que caí en el duro pavimento. Abrí mis ojos, y vi un techo blanco, miré a uno de mis costados y vi a NamJoon sentado en una silla, leyendo algo en una revista.

— ¿Ya despertaste? ¿Como te sientes?— en seguida que me vio con los ojos abierto se puso de pie y fue hasta mi lado.

— Mejor...gracias— me sentía algo avergonzada con él.— ¿Tu me trajiste?

— En el momento que caíste en la calle, yo salia de mi casa y no dude en ir a recogerte— se preocupa por mi, creo que es una buena señal.

—Gracias NamJoon, si no hubiera sido por ti...

—Nada HyunSu, no tienes porque agradecerme solo hice lo que tenía que hacer, cualquiera en mi lugar lo hubiera hecho— me sonrió con una ternura que casi se derrite mi corazón.

—Hola— saludó Soe al entrar, y me percaté de algo, al coincidir mirada con NamJoon no mantuvieron el contacto visual ni por tres segundos, el chico hasta salió de la habitación— ¿Como te sientes?

— Bien— seguía con la duda, y no podía dejar de pensar en lo que pudo haber sucedido entre ellos.

— Bueno, el doctor me acaba de decir que ya puedes irte a casa— Nam vuelve a entrar—Yo las llevaré, tengo mi auto esperando abajo— miré a ambos lados, donde estaba cada uno de ellos, y los dos traían la mirada en el suelo. Rayos, que curiosidad.

Sostenida de Soe bajamos hasta donde estaba estacionado el auto de NamJoon. El camino fue tranquilo, Soe me contaba todo lo que había comprado y Nam mantenía su mirada en la carretera, aunque me fijé que de vez en cuando miraba por el retrovisor. Ya en la casa, me despedí de Nam sin antes agradecerle mínimo cinco veces más. Soe me acompañó hasta la habitación, al dejarme acostada se fue a la cocina, según ella a prepararme una avena.

No aguanté mucho, me quedé dormida y despertando solo porque Soe me llamó. Me sentía como si hubiera nacido de nuevo, el malestar se había ido, solo queda un poco de dolor en la garganta.

Pensaba que Soe cuando dijo lo de la avena, lo había dicho de broma, pero me sorprendió, me había preparado una delicioso avena de calabaza y pollo.

—¿Ya te sientes bien?— decía mientras me servía un poco de arroz.

—Si, de lo mejor fíjate que...— me interrumpe el tono de llamada de su móvil.

—Disculpa un segundo tengo que contestar— desliza el dedo por la pantalla de su móvil— Dime Tae...— puso cara de disgusto— ¿Te sientes mal?— lleva su mano a la frente— ¿Eres tonto? Ya deja de hacer estupideces y espera a que yo llegue, nos vemos.

— ¿Pasó algo?— me preocupé al ver su expresión.

_ ¿De casualidad tu y Taehyung se mojaron con la lluvia de anoche?— yo asentí y me dio tanta impotencia recordar lo de anoche, que casi termino rompiendo el vaso de cristal que tenían en mi mano.

— Si un poco ¿Cómo sabes que él estaba conmigo?

— Le pedí que te hiciera compañía— me molesté un poco, sabía que había sido idea de ella— Él también atrapó un refriado, y está que se muere, iré a su casa— corrió hasta las escaleras y subió a toda velocidad.

A los pocos minutos baja, va a la cocina, vierte un poco de avena en un envase y después lo guarda en su bolsa.

—Ya me voy— al abrir la puerta apareció NamJoon, los dos se quedaron inmóviles al verse— Sunie, tiene visita, nos vemos.— lo esquiva y se va.

—Hola¿cómo sigues?— él la ignoró y entró.

— Ya estoy de lo mejor, ven siéntate—  lo invité a pasar a la sala.—Te puedo preguntar algo— asintió— ¿Pasó algo entre tu y Soe?— tenia que acabar con las dudas.

— Pues si— hace una sonrisa algo tímida — Fue hace mucho, a principio de ella mudarse aquí.

—¿Te molestaría contarme?— le pregunto con curiosidad.

— Bueno, como ya te mencioné, ella y yo solíamos ser buenos amigos al principio que se mudó, salimos juntos pasábamos tiempo juntos, en muchas ocasiones pasé la noche aquí con ella haciéndole compañía y viendo películas, le tomé mucho cariño y ella a mí también solo que... Su cariño no fue igual al mío, yo la quería como amiga pero ella a mí no, me confesó que le gustaba pero yo no le pude corresponder— hace una pause en la cual miró el juego de sus dedos por unos segundos— No me gustan las mujeres— enorme valde de agua fría me ha caído encima, me había quedado helada y lo traté de disimular pero se me hizo imposible ¡Me estaba ilusionando con él!¡Ya lo creía mi hombre ideal!

— ¿Y...lograste decírselo?— no quería que se diera cuenta de mi sorpresa, traté de actual normal.

—Si, se lo dije, y por eso nos distanciamos. Desde ese día ella me empezó a tratar como un total desconocido, comenzó a traer hombres a esta casa y hacer fiestas muy seguidas— él no me quería mirar a los ojos, quizá mostré alguna expresión rara, siempre hago gestos inconcientes.

— Ya entiendo...— ahora entiendo el cambio de Soe parece que también se había ilusionado con Nam, es que de verdad es el tipo perfecto de cualquier chica— Nam, sabes que yo no te juzgaré por tus preferencias, para mi seras el mismo chico agradable y guapo que conocí— al escucharme decir eso, sonrió con timidez.

— Gracias HyunSu.

— Uff, qué bueno que me lo dijiste antes de que terminara enamorada de ti— reímos— Eres muy atractivo.